Estela Plateada. Señor del Fuego. Legado. Sota de Corazones. Bill Rayos Beta. El Hombre Imposible. Poseedores de poderes sobrehumanos que han jurado preservar el status quo del Universo.
#13 – Pasado y futuro
Por Bergil
Fecha de publicación: Mes 13 – 5/99
– Y bien, doctor, ¿cuál es su diagnóstico? -preguntó el Señor del Fuego, mientras los compañeros que aún permanecían en Titán le rodeaban expectantes. Terrax se había marchado en seguida. Tengo cosas más importantes que hacer que ir de excursión con una pandilla de nenazas, dijo. A continuación partió Adam Warlock. Mis propios asuntos reclaman mi atención, explicó crípticamente, pero acudiré si me necesitáis. Así que en Titán aún permanecían el Señor del Fuego, Drax, Dragón Lunar, Genis, Ganímedes y Sota de Corazones. Además, Johnny Storm, la Antorcha Humana, había llegado desde la Tierra en cuanto tuvo noticias de que Frankie Raye no estaba muerta.
– Bueno, hace mucho que no ejerzo profesionalmente la medicina (1), por lo que puedo estar algo oxidado, y Nova no se parece precisamente a los pacientes que solía tener. Sin embargo, y considerando que hace una semana se la daba por muerta, se encuentra razonablemente bien. Su tono muscular está un poco bajo, lo que es normal si consideramos que en los últimos meses no se ha movido. Vamos, que no tiene nada que no se cure con un poco de reposo ahora.
– Pero no será inmediatamente, ¿verdad, doctor? -preguntó Nova-. Tengo que saber qué es lo que ha pasado mientras estuve «muerta».
– Creo que un poco de charla con los amigos no te perjudicará. Sin embargo -añadió, dirigiéndose a los que rodeaban la cama-, no lo prolonguéis demasiado. Como he dicho, necesita descansar.
– ¿Por dónde empezamos? -preguntó Nova.
– Pues creo que lo primero son las presentaciones. Quizá oyeras hablar de Sota de Corazones mientras viviste en la Tierra -dijo el Señor del Fuego señalando a Jack-, pero no conoces ni a Ganímedes ni a Genis Vell.
– ¿Vell? No será hijo de…
– Mar-Vell, sí -dijo Genis-. Aunque no le conocí, soy hijo suyo.
– Encantada. ¿Quién empieza a ponerme al día?
– Creo que empezaré yo, puesto que soy el único de los presentes que estaba allí -dijo el Señor del Fuego-. Cuando Morg te atacó, incluso Norin Radd vio la necesidad de emplearse a fondo para detener a Morg. Sin embargo, sus fuertes convicciones le impedían fuerza letal y acabar con él, pues eso le convertiría en un asesino de la misma ralea. Terrax, por el contrario, carece de tales escrúpulos, y canalizando su poder a través del hacha de Morg, le lanzó un rayo que le dejó literalmente en los huesos. Entonces, Gabriel y yo nos convertimos en heraldos de Galactus, que recogió el cuerpo de Morg, y Estela sepultó tu cuerpo en la estrella junto a la que habíamos estado luchando (2). Aunque entonces no lo sabíamos, Galactus estaba regenerando el cuerpo de Morg.
– Debió ser poco después cuando yo me encontré con Estela -terció Sota de Corazones (3)-. Mi armadura ya no podía contener mi poder, y abandoné la Tierra para hallar un remedio o morir en el espacio. Estela sabía de alguien que podía ayudarme: un tal Torval, el mejor fabricante de armaduras conocido. Por desgracia, estaba confinado en el Yunque, una prisión espacial. Tras superar los iniciales malentendidos, conseguí una nueva armadura. Mientras, Estela tenía que hacer frente a la amenaza de Nébula, que, tras implantarse miembros cibernéticos (4), había llegado acompañada de Geatar, su segundo, para rescatar a su tripulación. Nuestra intervención evitó su propósito, pero ella y Geatar escaparon tras calcinar a gran parte de los prisioneros (5).
– Debió ser poco después cuando los sensores automáticos de mi cámara de hibernación me despertaron de mi sueño de eones (6) -era Ganímedes la que hablaba-. A causa del regreso de Tirano al Universo conocido, fui reanimada para enfrentarme a la amenaza que mi orden juró combatir.
-¿Tirano? -inquirió Nova-. ¿Quién es Tirano? ¿Y a qué orden te refieres?
– Tirano es un ser creado por el Devorador de Mundos en el alba de los tiempos (7) -explicó Ganímedes-. Galactus se sentía solo, y decidió crear a alguien a su imagen. Sin embargo, Tirano no estaba conforme con la actitud de mera supervivencia de Galactus, sino que ansiaba dominar, así que se rebeló contra su creador. Pero finalmente, perdió y se retiró. El Celibato, la orden a que pertenezco y que se creó para combatirle, creyó que había sido su intervención la que había obligado a Tirano a desaparecer; sólo recientemente (8) el propio Tirano ha revelado que fue Galactus quien le obligó a claudicar. En cualquier caso, desaparecido Tirano, el Celibato carecía de objetivo, así que sus miembros fueron hibernados en espera del regreso de su enemigo. Fue su vuelta la que me despertó; pero las demás célibes no regresaron: sus cámaras de hibernación debieron averiarse y murieron.
– El caso es que -continuó Sota- Tirano fue capturando (9) a varios de nosotros: Morg y Terrax, que estaban peleando por el hacha del primero; Gladiador, el Pretor de la Guardia Imperial Shi’ar; Bill Rayos Beta; Estela y Ganímedes; y, finalmente, yo mismo. Conseguimos liberarnos, pero Tirano nos habría vuelto a derrotar de no ser por la aparición de Galactus, que buscaba a su heraldo. Sin embargo, Tirano consintió en retirarse y liberarnos a todos, excepto precisamente a Morg. Finalmente, Galactus consintió en ello (10).
– Por lo que habéis contado, debió ser entonces cuando me encontré por primera vez con Estela Plateada -narró Genis-. Mi madre me llamó a Paraxis, el planeta donde vivía, y me reveló mi verdadero origen: no era, como siempre había creído, hijo del eterno Eros, sino del kree Mar-vell. También me ofreció una reproducción de las negabandas que mi padre portaba, ya que las suyas fueron robadas durante la guerra kree-shi’ar para fabricar una negabomba. Sin embargo, yo no estaba por la labor de aceptarlas y portar el manto de mi padre. Era un poco… cabeza loca entonces, sin entendéis lo que quiero decir. Pero Ronan el Acusador y un puñado de krees aparecieron y precipitaron las cosas. Me vi obligado a ponerme las bandas, y desde entonces he adoptado el nom de guérre de mi padre (11).
– Poco después tuvo lugar el último acto derivado de la reunión de las seis gemas del Infinito por Thanos (12) -explicó Drax-. Tras derrotar a Thanos y al Magus, la contrapartida malvada de Adam Warlock, nos tocó enfrentar a la contrapartida buena: la llamada Diosa, que pretendía rehacer el Universo para purgar de él toda la maldad. Sin embargo, finalmente pudimos vencer, y la Diosa desapareció. No sé dónde la mandó Warlock (13). A continuación, tuvimos que hacer frente a la amenaza que suponía un Thor enloquecido (14).
– Sí, y poco después me lo encontré yo (15) – dijo Genis.
– Y luego debió ser cuando volvió a la Tierra, a comunicarme tu muerte, Frankie (16) -dijo Johnny Storm-. Desde luego, se tomó su tiempo. Tras calmarnos un poco, decidimos penetrar en el subsuelo para estudiar ciertas perturbaciones sísmicas inexplicables. Y lo hicimos por el lugar más fácil, la Isla Monstruo, entonces ocupada por la Guardia del Infinito (17). Nos encontramos con los skrulls (18) que habían quedado atrapados allí después de que desenmascarásemos a De’lila (19), nos encontramos con Hulk (20) y finalmente nos encontramos con quien creímos eras tú (21). Estela y quién fuera se marcharon al espacio, y no hemos vuelto a saber nada de aquella fulana (22).
– En algún momento en medio de todo lo que acabáis de contar, Thanos decidió que un reto interesante sería enfrentarse a Tirano, y reclutó a varios de nosotros – contó Jack-: Terrax y Ganímedes, con Genis y yo de por medio. Morg escapó, y los demás tuvimos que marcharnos como pudimos cuando Thanos se desentendió de nosotros (23) para darse de mamporros con el de los cables.
– Y lo primero que hizo Morg fue regresar a la Nave-Mundo de Galactus y enfrentarse a nosotros -dijo el Señor del Fuego-. A pesar de la ayuda de Norrin Radd, Gabriel quedó casi destrozado y tuvo que integrarse en los sistemas de la nave. Y Morg volvió a ser el heraldo de Galactus (24). A continuación, Estela se marchó de la Nave.
– Poco después me lo encontré yo -explicó Genis-. Un robot del Doctor Muerte le había arrebatado sus poderes a petición del propio Estela, y se encontraba fatal. Estela, no el robot. Así que utilicé mis negabandas para reanimarle, y él se encargó de recuperar su poder. A continuación marchó hacia la nave de Galactus, que se hallaba bajo el ataque de Tirano. Y Morg había conseguido el Nulificador Supremo, tras lo que un robot al servicio de Tirano se apoderó de él. Cuando todo parecía a punto de irse al garete, Galactus selló su nave y desapareció (25). ¿Nulificado?. Quién sabe.
– No, nulificado no -interrumpió Johnny Storm-. Sólo trasladado a otra dimensión, para no afectar a este Universo. Nos ayudó cuando Los Cuatro Fantásticos nos enfrentamos a Hipertormenta (26). Ese individuo es una fuente de energía, así que Galactus se le llevó con él para que le sirviera como alimento.
– Bueno, pues poco después volví a encontrármelo -dijo Genis-. El plateado estaba un poco deprimido y necesitaba animarse, así que le llevé a un local que conocía. Pero Nébula andaba por allí, y pensó que íbamos a por ella, así que, finalmente… tuvimos que ir a por ella (27).
– Y poco después desapareció, y cuando volvió se encontró con la demoledora revelación de que el Zenn-La que creía existente no era más que una ilusión mantenida por Galactus (28) -dijo Mentor, tomando la palabra por primer vez.
– Y luego descubrimos que yo no era la última célibe… (29)
– … y nuestra separación… (30) -dijo Jack.
– …y el asunto del Extraño y la flota korbinita… (31).
– …y el ataque de Nébula al laboratorio de Thanos… (32) -dijo Drax.
– …y nuestra reunión… (33).
– … y tu «resurrección» (34)– dijo el Señor del Fuego.
– Y no nos olvidemos -apuntó Johnny- de la desaparición de Franklin y su regreso como un adolescente (35), la muerte de Reed y el Doctor Muerte (36), del hijo de Lyja (37), de la expulsión de Uatu del cuerpo de Vigilantes (38), del regreso de Reed y el Doctor Muerte (39), de la desaparición de Franklin y su regreso como un niño (40), de la momentánea aparición de Galactus (41), del asunto de Onslaught (42) y…
– Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Nova tiene que descansar -dijo Stephen Extraño-. Todos fuera.
Mientras…
En el Mundo Trono II skrull, el palacio imperial se vio sacudido por una fuerte explosión. Kl’rt salió a toda velocidad de su habitación y se dirigió al lugar del siniestro. Como se temía, había tenido lugar en la zona de los aposentos de la emperatriz.
– ¿Qué es lo que ha ocurrido? -preguntó al primer soldado al que alcanzó.
– Un artefacto ha estallado en la antesala de los aposentos imperiales, comandante.
– La emperatriz. ¿Cómo está?
– Ha resultado herida. La han llevado al área médica. Lo siento, comandante, no sé nada más.
– Bien, gracias, soldado -. La ira bullía en el pecho de Kl’rt mientras se dirigía a ver a S’byll. ¿Quién habría sido capaz de semejante infamia?
Brea, California. Suzy Sherman regresaba a su casa tras un duro día de clases. Abrió la puerta, subió las escaleras y de dirigió a su cuarto. De repente, una voz le dijo:
– Susanna Lauren Sherman, necesito tu ayuda.
– ¿Quién demonios eres?
En medio del espacio, un curioso vehículo propulsado por los gases intestinales de cuatro drogs avanzaba veloz.
– Bueno, este último trabajo no ha estado mal, ¿verdad, Skreet?
– Habla por ti, Lunátiko. No fuiste tú el que tuvo que meterse por esas tuberías de los desagües para luego abrir las puertas.
– ¡No pretenderás que cupiera por aquél agujerito! Y es una lástima, porque olía de un modo realmente sugerente…
– ¡¡¡Oh, CÁLLATE!!!
En el sistema de Betelgeuse, cuatro seres dorados flotaban en mitad del espacio.
– Padres míos, ya os he enseñado lo poco que sé -dijo Kismet-. Es hora de que, como yo, aprendáis por vuestra cuenta el modo de usar vuestros poderes en beneficio de los demás.
– ¿Significa eso que nos dejas, hija mía? -preguntó Wladyslaw Shinsky.
– Durante algún tiempo, sí. Siento que necesito un poco de soledad, y pienso que a vosotros os resultará provechoso carecer de mi vigilancia durante algún tiempo.
En El Shi’ar desplumado, una taberna de un mundo periférico de El Puño, una pareja intentaba ahogar su tedio con jarras de cerveza mandaloriana.
– ¿Qué podemos hacer? -preguntó Morfex-. Sin Quasar, Bill Rayos Beta y Estela Plateada, los demás Starmasters no somos apenas nada.
– No digas eso, Morfex -le replicó Xenith-. ¿Es que nuestro pasado en miembros de la Fuerza de Élite del Fuero no cuenta para nada? Tenemos un pasado antes de los Starmasters, y eso significa un futuro dentro de ellos sin necesidad de supertipos. Y nosotros tampoco somos precisamente pesos pluma…
– En eso sí que tienes razón, Xenith.
El Salón de Fantasía, en Calculex.
– Esto será nuestra ruina, Damak. No es lógico tener a un cliente a horario completo, y encima sin pagar.
– Estoy de acuerdo, pero ¿qué otra cosa podemos hacer? No pretenderás enojar a un ex-heraldo de Galactus, ¿verdad?
– No, claro que no, pero…
En ese momento, las luces se apagaron.
– ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Se han fundido los krastermos!
– ¿Qué es lo que ha ocurrido? -bramó una voz en la oscuridad.
– Oh oh…
– ¡Qué aburrimiento! -se oyó decir en mitad del espacio a una voz con acento poppupiano-. Hacer de héroe de vez en cuando está bien para el espíritu y todo eso, pero resulta un latazo. Como no pase algo pronto…
En un lugar fuera del tiempo y del espacio se estaba produciendo la reunión entre el Tribunal Viviente, Eternidad, Infinito, Olvido y Muerte.
– El Universo se está degradando. Debe hacerse algo para poner remedio a esta situación -dijo el ser trifronte, mientras los demás le escuchaban en silencio -. El Tribunal Viviente ha hablado -y desapareció.
(1) En concreto, desde el clásico Strange Tales # 110
(2) En Estela Plateada # 75
(3) En Estela Plateada # 76
(4) En Estela Plateada # 71 a 73
(5) En Estela Plateada # 78
(6) En Estela Plateada # 80
(7) Se contó en Poderes Cósmicos
(8) Serie Limitada Poderes Cósmicos # 6.
(9) Estela Plateada # 81
(10) Estela Plateada # 82.
(11) Una versión muy resumida de lo narrado en Estela Plateada Anual # 6
(12) Se refiere a La Cruzada del Infinito.
(13) Está en Mundo Gema, haciendo compañía al Magus.
(14) En la saga Sangre y truenos.
(15) Estela Plateada # 89-90.
(16) Estela Plateada # 93.
(17) Estela Plateada # 94.
(18) Estela Plateada # 95.
(19) Los Cuatro Fantásticos # 347-349
(20) Estela Plateada # 95.
(21) Estela Plateada # 96.
(22) Era Mefisto. Se contó en Estela Plateada # 97 a 100.
(23) Una versión ciertamente sucinta de los seis números de la serie limitada Poderes Cósmicos, la madre de esta colección.
(24) Otro resumen, esta vez de Estela Plateada Anual # 7.
(25) Lo narrado desde la última nota al pie ocurre entre Estela Plateada # 101 y Estela Plateada #109.
(26) En Los Cuatro Fantásticos # 414.
(27) Estela Plateada # 110.
(28) Otro resumen sucinto, de Estela Plateada # 111 a 122. Inédito en España.
(29) En Poderes Cósmicos Unlimited # 3
(30) En Poderes Cósmicos Unlimited # 3
(31) En Poderes Cósmicos # 1 a 5.
(32) En Poderes Cósmicos # 6 y 7.
(33) En Poderes Cósmicos # 2.
(34) En Poderes Cósmicos # 10 a 12.
(35) En Los Cuatro Fantásticos # 376
(36) En Los Cuatro Fantásticos # 381
(37) En Los Cuatro Fantásticos # 386-391
(38) En Los Cuatro Fantásticos # 400
(39) En Los Cuatro Fantásticos # 407 y 406, respectivamente
(40) En Los Cuatro Fantásticos # 413
(41) En Los Cuatro Fantásticos # 414
(42) En MarvelTopía: Onslaught
Próximo número: comenzamos a desarrollar las líneas argumentales apuntadas en este número. ¿Dispersas? Aparentemente. Sigue con nosotros para descubrir qué nos espera en este segundo año de Poderes Cósmicos. Y no olvides escribir a Autopista hacia el espacio – Correo de los lectores. ¡Te esperamos!
Hoy tenemos otra carta de Rip Hunter (esto ya va convirtiéndose en una -muy agradable- costumbre), bombardeándome a preguntas, que paso a contestar:
¿Cómo apareció el Doctor Extraño en Titán si la ultima vez que lo vimos estaba ocupado con Patrulla X? Es sencillo, lo narrado en Poderes Cósmicos 12 ocurre antes de lo contado en La Patrulla-X. En cuanto a cómo llegó a Titán, lo digo al principio del número: le trajo una nave de Titán. Permíteme felicitarte por la brillante conclusión de Poderes Cósmicos. Gracias, gracias. Parte de esa brillantez se debe a las valiosas y constructivas críticas de los dos editores de MarvelTopía, y a alguna que otra idea que me proporcionaron. ¿Qué podemos esperar para el futuro? A lo largo de la segunda temporada de la serie, los personajes vivirán aventuras por separado, hasta que otro suceso de magnitud cósmica, que culminará en el nº 25, les obligue a reunirse. ¿Regresará para hacernos reír el Hombre Imposible? Puedes apostarlo, Ripley ¿Qué fue del Super Skrull? Aparece en este mismo número (como todos los demás, si es que lees primero el número y luego el correo), y lo hará en algún número próximo. ¿Qué hará Nova ahora que está viva? Bueno, en realidad nunca estuvo del todo muerta. En cuánto a qué hará, lo primero es reponerse. Después, ya veremos… (no es que no lo sepa, pero tampoco es que vaya a destriparlo todo, ¿verdad?) ¿Puede haber de nuevo un romance Nova-Johnny Storm (¡¡Sí, sí, sí!!)? Pues lo siento, pero de momento, no, no, no. Johnny está felizmente casado, y queda muy por debajo del nivel cósmico de Nova. Lo cual no quiere decir que ella esté condenada a la soledad. Tú espera y verás… ¿Descubrirá Sota de Corazones cómo recuperar el Fluido Cero? Muy probablemente. ¿Habrá un crossover con Quasar? Estamos en conversaciones con los guionistas de esa colección (¡Toma! ¡Pero si uno de ellos soy yo! ¡Ya tenemos medio camino andado!) para hacerlo posible. Ya sabes, todo es posible en MarvelTopía, siempre que sea argumentalmente coherente… ¿Volverá por acá Norrin Radd? Desde luego. El bueno de Estela Plateada se encuentra en estos momentos en otra dimensión, pero ya sabes que nada puede retener demasiado tiempo al primer heraldo de Galactus.