Cuando el joven Chris Powell se concentra en el misterioso amuleto que encontró hace tiempo en un parque de atracciones abandonado, su cuerpo es reemplazado por el de un androide con grandes poderes que utiliza para hacer el bien…
#8 – Halcon oscuro #51
Viaje a lo desconocido (I de IV)
Un día muy largo
Por Alex García
Fecha de publicación: Mes 12 – 4/99
La destrucción abarcaba hasta más allá de donde llegaba la vista. La ciudad de Nueva York había sido asolada por los centinelas enviados por Onslaught, y, por si fuera poco, el mismo villano estaba luchando en esos momentos contra los mayores héroes de la Tierra. Y hacia esa batalla se dirigía una figura voladora: Chris Powell, más conocido por su alter ego, Halcón Oscuro. En su corta carrera superheroica se había enfrentado a villanos de la talla de Lápida, Veneno y el Duende, entre otros, así como había salvado a la Tierra de una invasión alienígena1;pero nada de eso se parecía a la amenaza de este ser que había soltado una horda de centinelas sobre la ciudad (él mismo, junto a Los Nuevos Guerreros, había combatido a varios de esos monstruos de metal), y que ahora rechazaba, sin aparente esfuerzo, los ataques combinados de los más poderosos héroes del mundo. ¿Cómo se podía detener a un monstruo así?¿Y qué podía hacer él donde los demás no tenían éxito?
«Bueno, Chris«-se dijo a sí mismo-«Se supone que eso hacen los héroes, luchar hasta el último aliento, aún cuando no hay esperanza. Ahora vas a ir allí y ayudar en lo que puedas, y gente como el Capitán América o Reed Richards se encargarán de derrotar a Onslaught, como siempre«. Suspiró y aceleró el vuelo. La verdad es que seguía igual de asustado, pero sabía que no le quedaba otra opción que arriesgar su vida por la Tierra, y sobre todo, por su familia.
En menos de 5 minutos, llegó a la escena de la lucha. Los Vengadores, los 4 Fantásticos, La Patrulla X y otros superhéroes hacían lo que podían para detener a una enorme figura vestida con una armadura roja y morada; «Así que éste es Onslaught. La verdad es que es enorme«. Cuando se disponía a unirse a la lucha, una voz sonó dentro de su cabeza.
-Chris, ¿… … ahí?
A pesar de la interferencia, Chris reconoció la voz de Ned Dobbs, el actual guardián de la nave Halcón Oscuro2. Ned había vivido varios años en la tierra como vagabundo, junto al enigmático «St. Johnny«, el mendigo que le había dado su «nombre de guerra» a Chris3. ¡Vaya pordioseros! Johnny y Ned eran en realidad científicos alienígenas que habían creado, junto a otros científicos, las armaduras Halcón Oscuro. De hecho, el amuleto que Chris llevaba había sido construido con piezas de una tienda de radio. Johnny estaba infectado por un virus tecnorgánico, y murió al salvar a Chris y Ned de morir en el espacio4, no antes de hacer prometer a Chris que seguiría haciendo el bien. «Vive o muere… como un Halcón Oscuro«- fueron sus últimas palabras.
Ahora, mientras contemplaba al ser de pesadilla que amenazaba con exterminar a toda la humanidad, lo único que Chris podía pensar era por qué Ned había escogido este momento para incordiarle.
-Oye, Ned, no sé qué quieres, pero aquí tenemos una crisis. ¿No podrías «llamar» luego?-Transmitió a través de su enlace telepático con la nave.
-… sé, Chris. … emergencia.
-Por si no lo has notado-Replicó, empezaba a ponerse de mal humor-aquí también tenemos una emergencia. ¿O creías que esto era una fiesta de disfraces?
-No … tiempo, Chris. Debes … ahora.
-Tal vez mi inglés no sea lo suficientemente claro, te he dicho que… -pero no pudo terminar la frase. Un estallido de luz y Halcón Oscuro había desaparecido sin dejar rastro, como si nunca hubiese estado allí.
El Capitán América volvió la vista hacia el lugar donde instantes antes había estado Halcón. «Qué raro«- pensó;le parecía haber visto una ráfaga de luz detrás suyo, pero obviamente allí no había nada. ¿Estaría Onslaught jugando con sus sentidos?-«O quizás me esté volviendo senil«-Pensó, sonriendo. «No importa. Pase lo que pase, debemos detener a ese monstruo, y todo lo demás es irrelevante. Ya me preocuparé por mi Alzheimer después… si hay un después«. Y con este sombrío pensamiento, la leyenda viviente volvió al combate.
Charles Little Sky llevaba bastante observando la batalla desde un tejado cercano, y a diferencia de los demás, él sí había visto la llegada de Halcón Oscuro y su desaparición, y sabía que Powell no huiría de la batalla sin más. Algo grave estaba pasando. «Veamos si Portal puede ayudar en algo«. Tras pensar esto, conjuró un portal dimensional y desapareció en su interior.
Universidad Empire State
Alan Matthews consultó su reloj: el profesor Williams llegaba media hora tarde; no es que le importase, así podía escuchar el combate por la radio. Mientras escuchaba, su mente retrocedió en el tiempo, hasta aquel fatídico día en que una enorme nave apareció sobre Manhattan y empezó a destrozarlo todo5 aún podía recordar el peso de los escombros de su casa sobre su espalda, el miedo a la muerte, y de repente, un rayo de luz carmesí destrozaba los escombros, y tuvo la sensación de que unas manos invisibles le cogían y le alzaban por los aires. Ésa fue la primera vez que Alan veía mutantes de cerca;se hacían llamar Factor X, y se habían hecho pasar por cazadores mutantes para ayudar a mutantes con problemas. Qué mas daba, eran héroes y le habían salvado la vida. Le habría gustado ser como ellos, vestir un bonito uniforme y usar sus poderes para ayudar a la humanidad, y tal vez volver a ver a esa mujer, la Chica Fantástica o algo así… Una mirada al espejo le devolvió a la realidad. No tenía ningún superpoder, aunque sí un super-exceso de peso; seguramente la Chica Maravillosa -por fin se había acordado de su nombre- no le miraría dos veces… pero aún así era muy guapa.
-¡Alan!-Se volvió para ver quién le llamaba por su nombre. Una chica rubia, menuda y de ojos azules, acababa de entrar por la puerta como una tromba.
-Por el amor de Dios, Cindy, ¿No sabes llamar antes de entrar? -Preguntó, irritado por que interrumpiesen su fantasía.
-Alan, el profesor Williams…
-Llega tarde, lo sé – la interrumpió – en fin, él es quien manda, así que si se quiere tomar un descanso, él…
-¡Alan, el profesor ha tenido un accidente mientras venía hacia aquí con su hijo! -dijo ella con voz temblorosa- Él está ingresado en la UVI, y su hijo… su hijo está muerto. -Y rompió a llorar-
-Oh, Dios -murmuró mientras abrazaba a Cindy, intentando calmarla- Oh, Dios.
Nave Halcón Oscuro
Chris Powell miró a su alrededor:estaba en la vieja nave, de eso no cabía duda. A su derecha se hallaba su cuerpo humano, en una cámara de éxtasis. «Colgado en una percha» era el pensamiento que le venía a la cabeza cada vez que veía esa escena. A su izquierda, tras unos paneles de control, se hallaba el guardián de la nave, Ned Dobbs. Se encaró con él.
-¿Se puede saber qué te pasa, Ned?Allá abajo tenemos el destino del mundo en nuestras manos, y tú…
-Te he traído para que salves el universo. -respondió Ned, mirándole fijamente.
Chris bajó la mirada, avergonzado. Por supuesto que Ned no le llamaría -ni le traería a rastras- a no ser que algo grave estuviese sucediendo.
-Eh, lo siento, Ned. Supongo que estoy algo alterado por lo de Onslaught. ¿Qué es eso de salvar al universo?
-Mira por la pantalla.
Y eso hizo. Allí, flotando en el espacio ante la nave, había algo extraño, como si una uña gigante hubiese rasgado el tejido del espacio;como si fuese…
-Una grieta dimensional -dijo Ned, como si adivinase sus pensamientos- un portal a otra dimensión, de unos 200 metros de largo y 100 de ancho.
Contempló nuevamente la grieta;diversas formas y colores cambiaban constantemente en su interior. Apartó la vista cuando empezaba a marearse.
-Los instrumentos de la nave han determinado que la otra dimensión es la llamada «Zona Negativa» por el profesor Reed Richards -prosiguió Ned- pero no he conseguido averiguar el origen de la grieta, aunque seguro que está al otro lado. Y la maldita grieta está en constante crecimiento: hace dos horas no era ni la mitad de grande que ahora.
-Entonces, me has traído aquí para que entre allí, encuentre lo que sea que causa este crecimiento y lo detenga. ¿No crees que los Vengadores o los 4F están más capacitados para este trabajo?
-Es posible, pero ellos están luchando contra Onslaught, y sólo fui capaz de encontrarte y teletransportarte aquí gracias a tu lazo telepático con la nave, y a duras penas. ¡La interferencia telepática generada por ese ser es increíble! Chris, debemos apresurarnos;si la grieta sigue creciendo, quién sabe qué podría pasar. ¡No podemos correr ningún riesgo!
-Está bien, entraremos con la nave y…
-La grieta aún no es lo suficientemente grande para que pase la nave -le interrumpió Ned-, y no podemos esperar a que lo sea. El tiempo corre, Chris.
-¡Genial, es sencillamente genial!Si fallo, el universo puede irse a tomar por el %&$@# , y si tengo éxito y los héroes fallan también. Maldita la hora que encontré ese estúpido amuleto.
-Chris…
-No gastes salida, Ned, lo haré. Aunque echo de menos los tiempos en los que mi mayor preocupación era aprobar las «mates«. ¡Dios santo, empiezo a hablar como un carcamal!
Dicho esto, salió volando al espacio exterior por una escotilla de la nave;en cuanto estuvo a menos de 100 metros de la grieta, se comunicó con Ned a través de su enlace mental con la nave:
-Uh… ¿Ned? Se me acaba de ocurrir algo: a esa dimensión la llaman «Zona NEGATIVA» por algo, verdad? ¿No será peligroso entrar así, sin más?Además, esas luces me están mareando… menos mal que este cuerpo no puede vomitar (o eso espero).
-En realidad, no hay ningún peligro, al menos no por entrar en la zona. Esas «luces», como tú las llamas, no son sino un efecto de la zona de «tránsito» entre ambas dimensiones. Allí, tu cuerpo debería adaptarse, y transformarse en materia negativa, o antimateria. Recuerda: pase lo que pase no te transformes en Chris; es tu forma androide la que se adaptará a la zona, pero tu forma humana explotaría al entrar en contacto con la antimateria del lugar.
-Esto se pone mejor por momentos. Quizá debí darle el amuleto a Visión en Perspectiva6 y dejar que él se ocupase de esto -Chris bromeaba, pero sabía que si no podía transformarse, su cuerpo androide no podría ser curado, con lo que cualquier herida podría ser fatal. – Bueno, vamos allá. -Y acto seguido Halcón Oscuro entró en la zona de distorsión, dispuesto a enfrentarse a lo que estuviese al otro lado.
Grace Powell contemplaba la calle desde una de las ventanas del salón de su casa;se hacía tarde y no sabía nada aún de Mike, su marido ni de su hijo mayor, Chris. No estaba demasiado preocupada por Mike:era policía y estaba de servicio, así que era normal que no llamase. Pero Chris…
Chris había ido al centro a ver a Cheryl, su novia, pero la misma Cheryl había llamado preocupada por Chris.
Esto no hacía sino aumentar su preocupación por su hijo, y las noticias sobre robots centinelas y seres superpoderosos arrasando la ciudad no contribuían a calmar su estado de ánimo, así que lo único que podía hacer ahora era morderse las uñas -costumbre que no tenía desde niña- y escuchar las voces de sus hijos pequeños, los gemelos Jon y Jason, quienes como siempre estaban enfrascados en una de sus discusiones:
-¿… a ti? No me hagas reír, Jon. Melissa Thompson me sonreía a mí.
-En tus sueños, bobo. Melissa nunca querría saber nada de un cuatro ojos como tú.
-¡Serás… ! -Y diciendo esto, Jason se abalanzó sobre Jon, el cual se apartó de repente, haciendo que el primero se cayese de bruces al suelo. Las gafas de Jason emprendieron el vuelo y aterrizaron bruscamente, por suerte sin romperse. Jon corrió a ayudar a su gemelo.
-¿Estás bien, Jas?
-Si, creo que sí, pero si tuvieses más cuidado…
-¿Que yo… ? ¡Pero si fuiste tú quien se me echó encima!
-¡Mentira!¡ Fuiste tú quien empezó con lo de Melissa!
-¿¿Yo??¡Ahora verás!
Y vuelta a empezar.
-Niños, no rompáis nada -Normalmente regañaría a los gemelos, pero ahora no estaba de humor para ello.
Súbitamente sonó el teléfono.
-¿Chris?
-No, cariño, soy yo, Mike. ¿Qué pasa con Chris?
-Oh, Mike, no sé donde está y estoy muy asustada con todo lo que está pasando. ¿No puedes hacer algo?
-Haré correr la voz y veré si puedo irme antes a casa. No te preocupes, seguro que está bien pero no puede llamar para confirmarlo. Los teléfonos de media ciudad se han ido al carajo. ¿Vosotros estáis bien?
-Sí, no te preocupes por nosotros.
-Ya aparecerá, tranquila.
-Ya lo sé.
-Adiós, cariño.
-Adiós.
Nada. No era Chris. Y aunque Mike intentaba disimularlo, también estaba preocupado, y seguramente pediría ayuda a sus compañeros para encontrarle. Como si en estos momentos la policía tuviese tiempo libre para buscar a un adolescente, aunque Mike era muy convincente -y persistente- cuando quería, y su hijo mayor era igual. ¿Qué diría Chris cuando le encontrasen? Probablemente algo así como: «Lo siento, mamá, pero me quedé atrapado en los lavabos de una cafetería y… » Sonrió. Sí, eso sería exactamente lo que Chris diría cuando lo encontrasen;siempre tenía una excusa para todo. Si lo encontraban. Un escalofrío le recorrió la espalda.
«¿Dónde estás, Chris?«
El paso por la zona de distorsión no fue demasiado agradable para Halcón Oscuro, y como su mente era humana y éste temía perder la cordura, decidió hacer algo que muchos harían en su lugar: cerrar los ojos y seguir de frente. Cuando por fin los abrió, se encontró con el terrible espectáculo de la zona negativa. «Vaya» -pensó- «Es un espectáculo increíble«. Su fascinación desapareció casi completamente al acordarse de Ned.
-Ned, he pasado al otro lado -No recibió ninguna respuesta.
-Ned, ¿estás ahí?¿Me oyes, Ned? ¡Mierda!
«Esto es la leche. Estoy aquí buscando Dios sabe qué y dónde y ni siquiera tengo a nadie que me guíe«
Súbitamente su atención fue atraída por un pequeño planetoide en cuya superficie se podía apreciar una extraña construcción mecánica. «O he encontrado lo que busco o los chicos de Mc Donald’s se están pasando con sus franquicias«. Se dirigió de inmediato hacia allá.
Aterrizó cerca de lo que suponía era el panel de control. Cuando estaba buscando algún manual de instrucciones en inglés algo le llamó la atención: de este lado de la grieta, casi parecía que la misma «latiese«, como si de un corazón se tratase;sin embargo, le llamó más la atención el conjunto de luces del panel de control que parpadeaban al unísono, en sincronía con los «latidos» de la grieta. «Luego esta grieta ha sido abierta intencionadamente. ¿Pero por quién… y por qué?«
Un rayo golpeó la espalda de Halcón Oscuro, interrumpiendo sus reflexiones y estrellándole contra un costado de la máquina. Incorporándose lentamente, pudo ver a su agresor: una extraña criatura alada en cuyo pecho brillaba una especie de cilindro de donde obviamente provenía el rayo que le había «masajeado la espalda«.
-¿Se puede saber quién eres y por qué me atacas?
-¿Por qué?¿POR QUÉ, preguntas, alienígena? Por el mismo motivo que tu universo pronto va a morir… ¡pues yo soy ANHIHILUS, el aniquilador, y he jurado acabar con toda forma de vida! -Respondió el extraño ser con una voz totalmente desprovista de emoción.
-Todos tenemos un hobby en la vida -replicó Chris.
«Definitivamente, éste va a ser un día muy largo» -Halcón Oscuro no pudo hacer otra cosa que prepararse para la lucha con este ser que se disponía a acabar con su universo.
1.- En los últimos números USA de Halcón Oscuro, por cierto en el #50 Chris y Halcón se refundieron en uno.
2.- En los Halcón Oscuro #38-41
3.- Halcón Oscuro #1
4.- En los ya mencionados Halcón Oscuro #38-41
5.- Ver La Caída De Los Mutantes
6.- Carlton Lafroyge, miembro de los Nuevos Guerreros.
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