Por Ibaita
Fecha de publicación: Mes 207 – 7/15
VOLUMEN IV: LA GUERRA KREE-SKRULL
Número 62: Nuevas órdenes
Desde la Tierra, Charles Xavier examinaba la situación. Todo avanzaba según lo previsto, incluso con menos bajas de las esperadas, aunque un equipo empezaba a estar algo desequilibrado.
El Capitán Mar-Vell pasaba revista a su equipo de superhumanos.
-Los skrulls han tomado nuestra base más importante en Titán-comentaba-. Esto tiene que acabar ya. Tenemos que exterminar a todos los skrulls de la órbita de Urano y retomar la base de Titán. Más vale que estéis listos. Vuestro planeta depende de que podamos hacer esto bien.
Frente a él estaban Mariposa Mental, Iron Man, Dazzler, la Cosa, Spiderman, Lobezno y el Hombre Gigante. Todos estaban recuperados de su último combate; no tenían ni una baja, ni un herido. Aún así, el combate sería duro.
La estudiante Marcy Kane caminaba por las calles de New York de noche, rumbo a su casa. Se sentía observada. New York no era una ciudad muy segura de noche, aún sin estar en los barrios más peligrosos. Había demasiados violadores y ladrones sueltos.
Lo que ni por asomo esperaba la joven era que el psicópata llamado Cletus Cassidy, ahora contando con los poderes que le daba el simbionte que Spiderman había encontrado hacía ya dos años en otra dimensión, cayera sobre ella.
Resistirse no servía de nada contra la superfuerza de Cassidy. Gritar no servía de nada, dado que algunos jirones de aquel traje viviente se deslizaron sobre su boca, impidiéndole pronunciar palabra.
Al día siguiente, el periodista Ned Leeds escribiría sobre el polémico caso de la violación, tortura y posterior asesinato de una joven, uno de los casos más sangrientos y horribles jamás vistos en Estados Unidos, lo que es mucho decir considerando que es un país que ronda las 90.000 violaciones al año. Tuvo que ser una muerte inimaginablemente lenta y dolorosa.
En una estancia de la nave kree, Lobezno daba una calada a un puro. Resultaba curioso que los kree también fumaran, contando con dos tipos diferentes de cigarrillos: uno proveniente de una planta muy semejante al tabaco, que al parecer también tenía nicotina, y otro proveniente de una planta más similar al té, aunque al contrario que con el té terrestre, su consumo era más agradable y relajante fumando que bebiendo.
Mariposa Mental entró en la estancia sin llamar. Lobezno sonrió.
-¿Te apetece relajarte antes del combate?
-No he venido para eso-respondió-. Vengo a darnos información.
-¿Información?
-La información que el profesor ha estado recopilando sobre los Vengadores. Sus movimientos, sus técnicas de lucha, sus debilidades. Las ha extraído de sus mentes, ahora puede descargarlas en las nuestras.
-¿Y tú vienes aquí para…?
-Servir de nexo psíquico. Facilitará mucho el proceso. Soy telépata, ¿recuerdas?
Lobezno asintió. La mutante posó una mano sobre su cabeza y la información de Xavier comenzó a fluir hacia Mariposa Mental y después hasta Lobezno. Si en algún momento la Patrulla-X y los Vengadores terminaban su alianza y volvían a ser enemigos, cosa muy probable, aquella información sería muy útil.
-Ya está-concluyó Mariposa.
-Bien. Así que eres telépata, ¿eh?
-Sí.
-Y dime… ¿en qué estoy pensando ahora mismo?
Mariposa Mental no necesitaba ser telépata para saberlo. Con calma, besó suavemente en los labios a Lobezno. Sus manos se posaron sobre su pecho. Lobezno desenfundó las garras y, con una precisión impresionante, comenzó a rasgar el traje de la superhumana. Los kree tenían uniformes de sobra, podrían permitirse perder uno.
Ambos mutantes se perdieron en una mezcla de sudor, hormonas y fluidos, quedando en el aire si era o no algo que Xavier hubiera preferido no percibir a través de su nexo psíquico.
El comandante Yon-Rogg aparecía en la pantalla del capitán Mar-Vell, dando las instrucciones concretas necesarias.
-Te he enviado el mapa con las posiciones de todas las naves-decía-. ¿Ves la nave con centinelas kree, a la altura de Neptuno?
-Sí.
-Estaban destinados a Titán. Los skrulls siguen esperando que los llevemos ahí; no lo haremos. Los centinelas también pueden combatir.
-¿Entonces…?
-Quiero que os juntéis con esa nave y después despleguéis los centinelas. Despejad toda la órbita de Urano. Que los skrulls se queden con la base de Titán si quieren, pero ellos perderán muchas más naves y soldados que nosotros.
-Entendido. Así se hará.
Los kree introducían rápidamente comandos en los ordenadores, que recalculaban la ruta de la nave al tiempo que mostraban los datos de las naves cercanas.
-Capitán-dijo uno de ellos-, tres naves skrulls se dirigen a la nave de los centinelas.
-Acelerad todo lo que podáis-ordenó Mar-Vell-. Tenemos que intentar interceptarlas, no podemos permitir que destruyan los centinelas. ¿Tenemos a alguno de los nuestros cerca?
-Cuatro naves a media distancia, si intentaran interceptar a los skrulls… un momento… sí, podrían conseguirlo antes de que lleguen a los centinelas.
-Bien. Solicitad permiso a Yon-Rogg en mi nombre, para que una de esas naves se dirija a interceptar a los skrulls. Que las otras tres prosigan con lo que estaban haciendo; de lo contrario, revelaríamos lo mucho que necesitamos conservar a los centinelas.
-Sí, señor.
Mar-Vell miraba todas las pantallas a la vez. Dos naves kree, más la de los centinelas, que apenas tenía armamento exterior, contra tres naves skrull… Si los skrulls habían pasado a la ofensiva, era porque aquellas naves eran rápidas y buenas para el combate. Eso significaba que estaban en desventaja; sería necesario usar a los superhumanos de nuevo.
Número 63: Los centinelas I de II
Una nave kree y otra skrull comenzaron a intercambiar disparos. Poco a poco, se iban destruyendo mutuamente.
Otras dos naves skrull avanzaban hacia su objetivo, la nave kree que albergaba a los centinelas, una de las armas más conocidas y temidas del Imperio Kree. Y detrás, otra nave intentaba perseguirles.
En esa nave, el capitán Mar-Vell viajaba junto a Mariposa Mental, Iron Man, la Cosa, Spiderman, Dazzler, el Hombre Gigante y Lobezno; superhumanos enviados de la Tierra para apoyar a los kree, o eso creían los alienígenas. Desde la Tierra, Charles Xavier controlaba todos sus movimientos. Y planeaba.
Una de las naves skrull quedó rezagada para combatir a sus perseguidores, mientras la otra se lanzaba a por los centinelas. La nave kree fue directa a combatir contra la nave skrull rezagada, al tiempo que liberaba una pequeña cápsula que continuara persiguiendo a la otra nave skrull. En aquella cápsula viajaban los superhumanos.
La nave de los centinelas, por su parte, desplegó las escasas defensas que tenía; al menos, las suficientes para proteger a la cápsula de los misiles que empezaban a llover hacia ella.
Segundos después, la cápsula, viajando a varios miles de kilómetros por hora, alcanzó la nave skrull y la abordó, acoplándose a ella. Dazzler y un soldado kree, armado con un potente láser, hicieron un agujero por el que acceder a los pasillos de la nave skrull.
Como era habitual, unas minas les recibieron. Iron Man las desactivó con un rápido pulso electromagnético, tal y como había hecho ya en combates anteriores, y los supersoldados kree comenzaron a desplegarse por la nave skrull.
El Hombre Gigante pronto localizó un conducto de almacenamiento de 6 metros de alto en el que sacar provecho a sus poderes, y pudo dar rienda suelta a su fuerza, siendo cubierto también por Spiderman, la Cosa, Mar-Vell y varios soldados.
Mariposa Mental, Iron Man, Dazzler y Lobezno, junto al resto de los soldados, optaron por ir por pasillos más pequeños, aniquilando la resistencia con sorprendente facilidad, y despejando poco a poco toda la nave.
El grupo encabezado por Mar-Vell, por su parte, pronto llegó al final del conducto de almacenamiento, accediendo a la cocina. Desde allí llegaron a las habitaciones de la tripulación. Tres soldados kree maniatados les recibieron.
-Gracias a la Inteligencia Suprema-murmuró uno de ellos en el dialecto kree-. Sabía que vendría alguien a rescatarnos. Por fin.
-Oh, por favor-gruñó Mar-Vell, lanzándose contra él y aplastándole la cabeza con un fuerte puñetazo. Tras hacerlo, su forma cambió y se convirtió en un skrull muerto.
Otro soldado kree y la Cosa se ocuparon al momento de los otros dos impostores, y continuaron avanzando.
Mientras, el resto del grupo llegó a la sala de mando. Lobezno hizo un rápido corte en el cierre de la puerta que permitió a Iron Man desprenderla de la pared con un rayo repulsor, y entraron. Dazzler abrió el camino con un gran resplandor que cegó a todos los skrulls atrincherados, y fueron aniquilados rápidamente por el resto del grupo. Incluso Mariposa Mental parecía haber aprendido a manejar el rifle sorprendentemente bien.
Para entonces, Mar-Vell y los suyos habían despejado todos los dormitorios. La nave estaba tomada.
Dum Dum Dugan y Gabe Jones se encontraban en uno de los laboratorios del Helitransporte. Podían estar a punto de contemplar a un nuevo superhumano, y eso era algo que no se veía todos los días.
-Confiamos en que todo salga bien-les comentó Janet VanDyne-. Finalmente hemos elegido a Josten. Nos ha costado, pero hemos conseguido cambiar la fórmula para que se adapte a su ADN. De momento parece imposible crear un ejército de hombres gigantes, tendríamos que diseñarlos uno a uno, y cada uno lleva meses de trabajo.
-Bien, por algo se empieza. Veamos-contestó Dugan.
18 metros más abajo, en mitad de una sala vacía, se encontraba Erik Josten, considerablemente nervioso. VanDyne aseguraba que no había ningun error de cálculo, pero él no lo tenía tan claro, y sabía algunas de la larga lista de cosas que podían pasar si la fórmula no se había adaptado correctamente a su ADN: que sus huesos no pudieran soportar el repentino aumento de masa y se quebraran, que sus órganos internos empezasen a crecer a mayor velocidad que el esqueleto y la piel y terminara explotando desde dentro, que sus pulmones no pudiesen acostumbrarse al aumento de la demanda de oxígeno y muriese por falta de aire… desde luego, era un proyecto algo arriesgado.
-Insertando las partículas Pym en T menos 10 segundos-dijo la voz de Bill Foster por un intercomunicador-. T menos 9. T menos 8. T menos 7. T menos 6…
Josten tomó aliento. Los segundos pasaron lentamente, y pronto, las partículas comenzaron a fluir por su organismo y por su traje especialmente preparado. Otros pocos segundos más. El alivio fue creciendo en el cuerpo de Josten, hasta que el crecimiento se detuvo.
Dugan, Jones y vanDyne contemplaron con satisfacción a un Erik Josten de 14 metros de altura, que sonreía satisfecho.
Spiderman le dio un suave codazo a Dazzler para sacarla de su ensimismamiento.
-Buen espectáculo, ¿eh?
La nave kree que albergaba a los centinelas había abierto las compuertas. Docenas de robots salieron volando: su propósito inicial era proteger Titán, pero ahora se desperdigaban por la órbita de Urano con el fin de exterminar todas las naves skrull que encontraran en su camino.
Tanto por el nombre como por el aspecto, estos centinelas recordaban a Spiderman los Centinelas diseñados por Bolivar Trask que habían sido usados en la invasión de Genosha; aunque, casi con toda seguridad, eran una simple casualidad. Sí recordaba haber leído en los archivos de SHIELD sobre Carol Danvers y su posible relación con los krees, ¿podría ser que los Centinelas de Trask estuviesen inspirados en algún diseño de la nave kree estrellada en la Tierra?
Demasiadas complicaciones, Parker dejó de pensar en aquello. No cabía duda que las conspiraciones de SHIELD y su relación con un buen número de gobiernos y empresas armamentísticas de todo el mundo se extendían muy, muy lejos.
Dazzler, por su parte, estaba más preocupada de si los kree también consumirían cocaína, y si podría conseguir.
ACADEMIA XAVIER DE JÓVENES TALENTOS
El mes que viene, más sangre y cosas de ésas.