#5 – Blood on Starfish Island
Por Ibaita
Fecha de publicación: Mes 191- 3/14
Starfish Island, Vice City.
Al mediodía, la vida transcurría tranquila en Starfish Island. Todo lo tranquila que puede estar una mansión ocupada por cientos de haitianos y cubanos, jugando a las cartas, fumando, bebiendo o metiéndose rayas. En los coches aparcados frente a la puerta había otros tantos, al igual que en el laberinto de setos. También había fuera, en cafeterías a unos doscientos metros. Vercetti lo había preparado todo bien, y quería aprovechar la ventaja de que sus enemigos no sabían que él esperaba el ataque. Todo era silencioso, sin demasiados guardias a la vista.
Los coches avanzaban por las carreteras cercanas a Starfish Island, con la gente dirigiéndose a sus casas o al trabajo por la tarde; el helicóptero de las noticias sobrevoló la isla, de manera que los guardias del tejado confirmaron por walkie-talkie que no había un ataque.
Y entonces estalló la masacre. Las balas llovieron sobre el tejado de la mansión.
-¡Me cago en la puta! ¡Esos hijos de puta están en el helicóptero de la TV!
Los coches que se dirigían al trabajo giraron en seco y bloquearon todas las salidas terrestres de la isla. Al instante, miembros de Varrio Los Aztecas o Grove Street bajaron de los coches y comenzaron a disparar a los guardias que veían.
-¡Derribad ese helicóptero con un lanzacohetes!
Mientras, los cubanos y haitianos salían de la mansión disparando contra todo lo que veían. Wolf Méndez saltó del helicóptero junto a tres de sus hombres junto antes de que lo derribaran. Mientras caían en paracaídas disparaban contra los de abajo. Docenas de hombres comenzaron a mirar al cielo y a disparar; el sol cubría a los paracaídistas, pero uno de ellos cayó a pesar de los chalecos antibalas.
-¡Jets! ¡Dos jets por el sur!
Efectivamente, dos aviones se acercaban por el sur, aprovechando ellos también la ventaja del sol. Sumando la ventaja del astro rey y de la velocidad de los aviones, pocas posibilidades tenía un lanzacohetes de acercarse siquiera. Dos docenas de paracaídistas cayeron de los aviones disparando también, distrayendo a los cubanos y haitianos que atacaban a los anteriores.
Los pies de CJ tocaron el suelo mientras disparaba hacia ambos lados con dos UZIs; pese a la ventaja numérica de los hombres de Vice City, la batalla estaba prácticamente ganada. César y Sweet disparaban desde ambos lados de las carreteras, avanzando poco a poco hacia la mansión; Hurricane Mark, Big Bear y Madd Dogg habían bajado con CJ y también disparaban continuamente.
Wolf Méndez y sus hombres cumplieron su misión, llevando a los enemigos poco a poco hacia el laberinto de setos. César, Sweet, los Grove y los Azteca tenían la situación casi controlada.
Mientras Madd Dogg se quedaba con sus guardaespaldas luchando contra los cubanos y haitianos que quedaban frente a la mansión hasta que llegaran César y Sweet, Hurricane Mark, Big Bear y CJ irrumpieron en la mansión.
-¡Vercetti!-gritó CJ para hacerse oír por encima del ruido que produjo la explosión de lanzacohetes de Big Bear. Hurricane Mark disparó con dos UZIs hacia los supervivientes de la explosión mientras CJ cogía un Kalashnikov y subía las escaleras.
-El gran Carl Johnson contra Tommy Vercetti… Qué dramático, tío.
CJ se dio la vuelta apuntando con el Kalashnikov. OG Loc se encontraba frente a él.
-¡Tú! ¡Serás hijo de puta!
-Pero no me matarás, ¿verdad? Soy demasiado poco importante para eso.
Una bala atravesó el brazo de OG Loc. Éste cayó al suelo gritando.
-¡¿Me recuerdas, hijo de puta?!
Hurricane Mark se acercó a OG Loc. CJ se quedó mirando un momento y después subió las escaleras hacia el despacho de Vercetti.
-¿Ya has olvidado tus orígenes? Tú no naciste en Grove Street, cabrón, tú naciste en Seville.
Un tiro en la rodilla.
-Pero te tuviste que ir, ¿verdad? Y convertirte en el niño mimado de Big Smoke y Ryder… Y cuando las Families se fueron a la mierda tú fuiste tras ellos, como otro traidor. Chico, voy a disfrutar mucho matándote…
-No… Por favor…
CJ abrió la puerta del despacho de Vercetti. Éste estaba esperándole con una escopeta recortada.
-A ti te esperaba, cabrón.
CJ corrió hacia él con el Kalashnikov en mano, y disparó apenas medio segundo después que él. Ambos se acertaron en el chaleco antibalas; el arma de Vercetti tenía más potencia pero le dio a CJ en el costado. Éste siguió corriendo ignorando el dolor y saltó por encima de la mesa de Vercetti, agarrándole con el brazo izquierdo del cuello y tirándole al suelo hacia atrás. Golpearon el enorme ventanal, que se resquebrajó. Vercetti, aunque atrapado por la presa de CJ, podía mover la mano derecha y le puso la recortada en la sien. El ex pandillero la apartó con la mano derecha justo cuando Vercetti disparaba.
-¿Por qué, Vercetti? Los dos sudamos para llevar nuestra vida en Vice City o en San Andreas.
-Te jodes… Ahora mismo lo único que podía hacer era ganar territorios…
Vercetti, aún siendo el más viejo de los dos, fue bajando poco a poco el arma, apuntando a la cabeza de CJ. Entonces Big Bear irrumpió en el despacho. Nada más ver la escena se dio cuenta de que sus únicas armas eran un lanzacohetes y granadas, por lo que su única opción fue tirar el lanzacohetes al suelo y correr hacia Vercetti, para terminar dándole una patada en el pecho que lo tiró a través del ventanal.
-Ufff… Gracias-dijo CJ.
Tommy Vercetti cayó desde dos pisos de altura, aterrizando en unos arbustos. Por la parte de atrás de la mansión los pocos cubanos y haitianos que quedaban continuaban luchando contra Wolf Méndez y sus hombres.
El casi anciano mafioso corrió hasta llegar a los muelles y cogió una moto de agua.
-Será cabrón… Si le atrapé a Ryder le atrapo a él.
-¡Atención, aquí la policía! ¡Pongan las manos sobre la cabeza!
La voz en el vestíbulo se oyó desde el despacho de la mansión. En el vestíbulo estaba Hurricane Mark. ¿Y Sweet, César y Madd Dogg?
-¡Corre!
Big Bear y CJ saltaron por el ventanal, intentando caer sobre los bien cuidados setos de detrás de la mansión. Un helicóptero de policía apuntaba con su foco hacia el enfrentamiento de bandas en el jardín.
-¡Ahora no puedes perseguir a Vercetti, corre!
CJ abatió a dos cubanos con el Kalashnikov mientras le hacía señales a Wolf Méndez para que corriera. Los tres hombres atravesaron el laberinto de setos con las armas preparadas, pero poca resistencia quedaba ya.
En la carretera principal de la mansión, Sweet, César, Madd Dogg y un miembro de los Grove disparaban contra la policía, parapetados detrás de un coche.
-¡Maldita sea! De aquí no salimos vivos-comentó a César antes de girarse y ver a CJ, Wolf y Big Bear.
-¡CJ, han cogido a Hurricane Mark! No le ha quedado más remedio que rendirse, ¡le tienen en el coche patrulla!
-Sweet, tío, esto me duele tanto como a ti pero lo mejor será que escapemos.
El coche arrancó con todos ellos dentro.
Portland Harbor, Portland, Liberty City.
Tommy Vercetti saltó a tierra firme. No tenía demasiados contactos en Liberty City, pero tal vez algunos viejos amigos de la época en la que trabajaba para Sonny…
-Buenas noches, mr. Vercetti.
Por la zona de los garajes un hombre le hablaba montado en un Patriot. Junto al Patriot había otros dos coches. Tommy agarró fuerte su escopeta de combate. Era una SPAS 12.
-¿Quién coño sois?
-Somos unos amigos de unos hombres con los que no te llevas muy bien.
El hombre que hablaba, sentado al volante del Patriot, dio una calada a un porro. Tenía gafas con montura negra y rastas.
-Me llamo Little Jacob(1). Soy un simple contacto en Liberty City. Te hemos seguido, ¿sabes? Hemos comprobado que te habías subido a tu jet privado en el Esobar International de Vice City 20 minutos tarde. Hemos sabido que habías aterrizado en Alderney City con 10 minutos de retraso, pero al menos hemos sabido dónde iba a desembarcar el barco en el que ibas.
-Je, así que es eso… Bien. Estoy preparado para morir. Cuando uno se pasa la vida matando a otras personas, deja de importarle que le maten a él.
Little Jacob aceleró. El Patriot embistió contra Tommy un segundo después de que éste sacara su SPAS 12 y le volara la cabeza a Jacob a través del cristal. El rastafari murió al instante, mientras que Vercetti tardó unos segundos en sucumbir, mientras el puré que eran sus órganos internos se esparcían por la carretera. En su cara se dibujó una sonrisa. No todo el mundo podría presumir de haber matado a su asesino.
Ganton, Los Santos, San Andreas.
-¡Mierda, tienen a Hurricane! ¿Cómo ha podido salir tan mal? ¡Las Families de Seville se van a hundir, acabarán como las de Temple Drive!
-¿Sweet? Acaban de llamar de Liberty City. Little Jacob se ha cargado a Vercetti, pero ha muerto.
-¡Ni siquiera sé quién es el puto Little Jacob!
-Era amigo de Wolf Méndez, al parecer tiene muchos contactos por todas partes…
-Joder, joder…
-Con Vercetti muerto no nos enfrentamos a ninguna amenaza, en Vice City no saben que les hemos atacado desde aquí… Sólo tenemos que recuperar a Hurricane.
-Vale, tienes razón, tío… Calmémonos.
Un móvil colocado sobre una mesita empezó a sonar. CJ se levantó y lo cogió.
-¿Paul? Sí, ya, claro. Sí. Sí. Joder… No, da igual. ¿Está despierto? Ya. No te preocupes, tío. Estaremos todos ahí para mañana.
-¿Qué pasa, CJ?-preguntó Madd Dogg cuando colgó.
-Era Paul. Al de poco de llegar a Londres, les atacaron unos hombres de Vercetti. Un francotirador les salvó, pero les cayó un coche encima. A Maccer le tienen que operar dentro de unas horas, tiene casi todas las costillas rotas y no saben si sobrevivirá. Le he dicho que mañana estaremos en Londres.
TOMMY VERCETTI HA MUERTO… ¿PERO QUÉ QUERÍA DECIR CON QUE NO PODÍA HACER OTRA COSA QUE CONQUISTAR LOS SANTOS? ¿TRAERÁ SU MUERTE EL FIN DE UNA DE LAS GUERRAS DE BANDAS MÁS PELIGROSAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS… O LA RECRUDECERÁ? ¡DESCÚBRELO EN EL PRÓXIMO NÚMERO!
OFICINA DE MIKE TORENO
1.- Es un personaje de GTA IV.
