#5 – El verde de los ojos
Por Moisés Hassan
Portada: Jesús Romo
Diseño del personaje: Pater
Fecha de publicación: Mes 188 – 12/13
Por las noches viaja a través de las estrellas, descubre distantes planetas habitado por guerreros de piel dorada con ojos esmeralda, colorida vegetación y dos lunas. Un paisaje eclipsado por seres voladores rodeados de fuego, romances imposibles interplanetarios y señores de la guerra que adoran a viejas diosas.
Todas las mañanas la luz solar la devuelve a la tierra y olvida todos sus viajes. Mary no ha visto un superhéroe en su vida, nunca ha viajado al espacio, ni siquiera ha salido de Illinois desde que tiene uso de razón. En su fantasía onírica descubre guerra y fuego, mientras que en su realidad ve miseria y tristeza, ella desconoce cuál de ambas versiones prefiere, pero desde luego desearía encontrar un sentido a sus sueños y a poder romper con la rutina. Toda su vida ha permanecido en el orfanato donde vive y estudia, ha visto pasar multitud de niños y niñas, aunque ninguno como ella. Mary tiene un físico particular, sus ojos son completamente verdes y su piel ligeramente naranja, de hecho un psicólogo una vez la dijo que sus sueños eran una manifestación de su subconsciente pidiendo crear una versión del mundo en el que toda la población sea como ella.
Continuamente se pregunta cómo ha llegado allí, porque fue abandonada en ese sitio y porque nadie la ha buscado en todo este tiempo. La gustaría encontrar un significado a todo y tener la oportunidad de crear una vida fuera del orfanato, de poder desarrollarse creativamente. Lleva estudiando en el mismo orfanato desde la guardería y está luchando por una beca para estudiar literatura en la universidad, continuamente escribe relatos para presentar a distintos concursos que la den más oportunidades para destacar.
Empezó escribiendo historias cortas a modo de evasión de la realidad, no es que sufriese estando en el orfanato, pero Mary siempre ha tenido afán por descubrir más, por aventurarse en locas hazañas. Esta necesidad de evasión, evoluciono a una obligatoriedad de expresarse mediante la palabra escrita, ya sea con micro-relatos, cuentos o novelas cortas, una vez probó la poesía, pero no la convencía se obsesiono en buscar la rima y se perdía en el contenido. Aun la quedan tres años para entrar en la universidad, pero se ha propuesto una lucha continua para poder acceder y romper con la rutina.
Se engañaría a si misma si dijese que odiase su vida, o incluso decir que odia el orfanato tampoco sería del todo cierto. Adora las clases del señor Keating, fue quien impulso su vena creativa; la encanta los días de comida italiana y sobre todo, estar con Danny y con Ilsa, sus dos mejores amigos.
Danny llego dos años que ella al orfanato, su madre murió dando a luz, y su padre era un alcohólico así que al poco de nacer le llevaron los servicios sociales, mientras que Ilsa llego a los seis años, quedándose huérfana por un accidente de tráfico. Danny y Mary hicieron casi de padres para Ilsa, convirtiéndose en un grupo completamente inquebrantable ante los ataques del resto de niños y niñas.
Aunque siempre encontró muy deprimente las historias de sus amigos, Mary les envidiaba por conocer quiénes eran y de dónde venían. Ella ni siquiera sabe cómo se llamaban sus padres, ni su propio apellido, puesto que adquirió uno que le puso el orfanato: Schimmel en honor al fundador del centro.
Constantemente piensa en el tema superheroico. ¿Tendrán sus sueños algo que ver con ello? ¿Tendrá algún poder oculto que ella misma desconoce? ¿Qué motivación tiene un superhéroe?
Ha intentado escribir sobre ello, al igual que ha intentado escribir sobre sus sueños y lo que ve en ellos, pero al final desecha la idea. Si tras quince años no ha descubierto ningún poder, no lo va a hacer y escribir sobre ello, posiblemente sea recurrir a algo fácil y contar una aventura, cuando a ella lo que la interesa es la interacción y evolución de los personajes. Disfrutaría mas contando un día de la vida de la mujer de Superman, antes que una pelea entre él y Wonder Woman. Si representa mundos ficticios, rodeados de fantasía y ciencia ficción, pero lo crea como un entorno idóneo a merced de la historia y los personajes y no al revés. Los superhéroes serian mezclar una realidad con sus ideas y estas últimas nunca terminan en buen puerto.
Mary tiene una memoria fotográfica para ciertos detalles, nunca olvida una cara aunque la haya visto una sola vez pero compensa esto con una nula capacidad para retener nombres. Por ello cuando ella habla de “su protector” la historia pierde bastante fuerza, solo Danny la cree. Frecuentemente ella cuenta como tiene una especial de Ángel protector que la ha ayudado varias veces con distinto físico pero mismo nombre, que solo recuerda cuando lo oye de nuevo. Es una historia que no comprende, e incluso ella misma duda de ello, pero ha ocurrido seis veces en momentos importantes que la han ayudado mucho.
Hace cosa de un mes ocurrió por última vez, ella estaba en una discoteca junto a Danny e Ilsa, cuando encontró a Mark Young, un joven muy atractivo del orfanato que a ella le gustaba bastante y estuvo un buen rato tonteando. Sus compañeros se apartaron para dejarla sola con Mark, cuando este se puso bastante violento y quiso forzarla para hacer algo que ella no quería. En ese momento, otro joven se giró con cierta gracia y de manera educada le dijo varias cosas al oído que provoco una reacción de terror en Mark y se fue corriendo de la discoteca. Ante esto, saludo a Mary como si la conociese de toda la vida, realizó un gesto quitándose el sombrero y luego pareció totalmente desubicado sorprendido de lo que acababa de ocurrir.
A menudo escribe sobre el protector, tiene varios relatos en los que una misteriosa figura actúa como ángel de la guardia a una joven y la observa desde su nacimiento hasta su muerte. Cuando ella muere encuentra a su ángel y cuando descubre quien es, ella no se sorprende, únicamente dice: “Siempre supe que eras tú”.
A Ilsa la gustaba mucho los relatos de Mary y este personaje la enternecía de manera especial, pero no terminaba de entender el final y siempre le preguntaba al respecto: ¿Quién es el ángel de la guardia? ¿De qué le conocía? Pero ella nunca lo revelaba, decía que es quien el lector quiera que sea.
Hoy Mary estaba triste, no sabía porque, pero se despertó inquieta.
Cuando no se sentía muy fuerte, intentaba ocultar sus ojos con unas gafas de sol. Danny e Ilsa ya sabían que tenía un mail día si las llevaba y hoy era un día de esos.
– ¿Qué te ocurre? – pregunto Ilsa
– No lo sé, pero no me apetece ir hoy a clase…
– Mary hoy tenemos literatura, pensé que estarías contenta – afirmo Danny-.
– Por favor necesito salir un poco, me gustaría estar con vosotros.
– Por mi vale – dijo Ilsa -, no quiero ir a clase sin ti.
– Chicas yo no sé…
– Por favor Danny – suplico Mary, agarrándole la mano.
– Está bien…
Los tres esperaron en la habitación de Danny hasta que empezaron las clases, y salieron al césped para echar el día allí. A partir de los trece años, ya no estaban tan encima de los alumnos como controlar donde estaban en cada momento, así que las faltas repercutían en la nota pero no recibían castigos.
Se pusieron a la sombra de un árbol del que se apropiaron hace ya más de diez años y donde se encuentran cada vez que les es posible. Ilsa estaba saliendo a un chico, y estaba enganchada al móvil para ver cuando quedaban, mientras que Mary y Danny se quedaron charlando.
– No te queda nada para cumplir diecisiete y en un año ya dieciocho… ¡viejuno!
– ¡Tú tienes eres casi como yo!
– Qué va! Yo cumpliré dieciséis, tú ya estas casi en los veinte…
– Bueno, bueno, bueno… sin exagerar ni nada.
Ambos se rieron, hasta que ella dijo:
– En dos años ya poder salir de aquí e ir a la universidad. Se me va a hacer duro, pero sin vosotros seria muchísimo peor.
– De eso… – dijo Danny – de eso precisamente tengo que hablarte.
– ¿Qué pasa?
– Yo no quiero ir a la universidad. Nunca he habido nada que me interesara en ella y sabes que hace tiempo decidí que quería entrar en la academia de policía.
– Si, lo sé.
– Estuve buscando durante un tiempo y he encontrado una academia en Bludhaven que me ofrece lo que yo quiero. Me han respondido esta semana diciendo que me han admitido.
– ¡Genial Danny! Me alegro muchísimo, seguro que les dejaras impresionado y serás un policía excelente.
– No es solo. Necesito pasar un tiempo antes en Bludhaven para conocer la ciudad y entrar en el gimnasio de la academia. Así que me han ofrecido un trabajo temporal en la ciudad.
– ¿Cuándo? – pregunto nerviosa Mary
– En dos semanas, después de mi cumpleaños.
– Pero… no lo entiendo. ¿Dónde vas a vivir?
– Voy a compartir piso con un chico que entrara en la academia conmigo, ya hemos mirado un par. – Mary se quedó en silencio al oír esto, no supo cómo reaccionar -Siento habértelo dicho así Mary, por favor enfádate conmigo, grítame, pero dime algo.
Ella cogió, dio un abrazo fuerte a su amigo, aun sabiendo que se quedaría sin él, sabía que era una buena oportunidad para Danny y tenía que apoyarle, por mucho que costase. Después, estuvieron contando toda la situación a Ilsa, quien tenía bastante que en cuanto pudiera se iría con John, su chico a compartir piso, pero aun no había nada fijo y al oír lo de Danny, se alegró mucho por él.
Iban a ser los últimos días que estuvieran juntos, Ilsa tenía claro que tenían que estar alegres, disfrutar el tiempo que les quedara y esa fue lo que le transmitía.
A las tres horas, volvieron hacia el orfanato, y estaba el profesor Keating en la puerta del mismo, esperando para hablar con Mary.
– Mi alumna preferida y no asiste a clase.
– Lo lamento mucho profesor… hoy no tenía un buen día.
– No te preocupes pequeña, yo también he sido joven aunque por mi pelo no lo parezca. ¿Os importa que hable a solas con ella un minuto, chicos? – Danny e Ilsa asintieron y entraron avergonzados de que les hubieran pillado.
– ¿Ha pasado algo profesor?
– Te veo triste amiga mía – dijo el, evadiendo la pregunta – ¿Cómo estás?
– Estoy triste… siempre he estado sola, solo hay tres personas con las que puedo hablar en este mundo y dos de ellas se van a ir pronto. – respondió dejando caer las lágrimas que había contenido con sus amigos.
– Ante todo, quiero decirte que por muy alejados que esté la gente a la que importas, siempre estarán… estaremos allí para ti, porque eres una persona maravillosa que tienes un mundo interior muy grande que estas a punto de descubrir una nueva vida – dijo mientras secaba las lágrimas a su alumna.- No estás sola, ni vas a estarlo, tienes derecho a estar triste, pero no quiero que lo estés. Te estaba guardando un libro que yo leí un poco mayor que tú y disfrute cada hoja, se llama “Un árbol crece en Brooklyn” de Betty Smith.
– Muchas gracias “mi capitán” – dijo ella mientras se pasaba la mano para secarse las lágrimas -. Pero… ¿Por qué has decidido dármelo hoy? No sabias que estaba triste y dijiste que hasta que no fuese a la universidad.
– Ven por favor, hay dos personas a las que quiero que conozcas.
Mary no entendía que estaba pasando, pero entro con su profesor al orfanato, donde habían dos personas esperándola. Uno era un joven atractivo de treinta y algo años, mientras la otra era un joven de la misma edad de Mary, con un pelo negro rizado. El hombre al verla, se quedó paralizado mostrando una gran emoción, mientras que ella mantenía la calma.
Sin saber muy bien porque, estaba bastante asustada, y salió corriendo hacia fuera del centro, escondiéndose de esa gente con las gafas para pasar más desapercibida. Esperaba que viniese alguien corriendo persiguiéndola, pero al contrario vio a la chica de pelo rizado ir hacia ella de forma tranquila.
– Hola Marr’i, mi nombre es Martha Lytta Wayne y quiero hablar contigo.
– ¿Por qué? ¿Qué he hecho? ¿Por qué me llamas así?
– No has hecho nada, es sobre quien eres.
– ¿Quién soy? – pregunto nerviosa.
– Eres Marr’i Grayson, hija de dos grandes superhéroes de la edad de oro: Richard “Dick” Grayson y Koriand’r, más conocidos como Nightwing y Starfire.
– Te estás riendo de mi… – respondió apartándose de Martha.
– Sabes que no te estoy mintiendo – dijo mientras la cogía la mano – por favor, no huyas, quiero y necesito hablar contigo.
– ¿Por qué, quién eres?
– Soy la hija de Bruce Wayne, Batman, quien adopto a Dick Grayson y le quiso como si fuera su hijo.
– ¿Esta… está muerto?
– Si… lo siento.
– Hasta hace cinco minutos no tenía padres y ahora tengo uno muerto – lloro Mary -¿Cómo puedo saber que no me estas mintiendo?
– No puedes, pero en el fondo lo sabes. Sabes que no eres una persona normal y no tienes por qué serlo. Te ofrezco la oportunidad de volver con la familia de tu padre. Ven con mi padre, aunque sea un día y él te dará toda la información sobre tu pasado que necesites.
Afueras de New Gotham.
Wonder Woman ha tenido que volver a la ciudad que la aterra, pero esta vez no ha tenido que hacerlo sola, esta con Red Arrow, Changelling y Tempest. Ella era la única que había vuelto a ver a Bruce en persona desde que murió Dick, pero esta mañana él les llamo a los cuatro y les pidió que vinieran.
– ¿Seguro que ninguno sabe nada de porque nos ha llamado? – pregunto Changelling
– Garth y yo llevamos años sin verle, ni sin venir a Gotham, Garfield. – respondió Arrow.
– ¿Roy tu no hablaste con el cuándo entraste en la JLA? – pregunto Garth
– Si, de hecho estuvimos hablando por correo al respecto. Me llamo alguna vez, preguntando si sabía algo de Oliver…
– Sea lo que sea, me alegro muchísimo de veros chicos, hacía mucho que no estábamos juntos y la cena ha sido bastante agradable – afirmo Garfield.
– Yo también estoy muy contenta de haberos visto, es bueno mantener viva a nuestra manera la memoria de Dick – confirmo Donna -. Quizás quieras hablar con nosotros de él.
Mientras entraban a la casa, Alfred les abrió la puerta para recibirles.
– Me alegro de verles jóvenes Titanes – dijo Alfred.
– Gracias Alfred, aunque ya no somos tan jóvenes – dijo Garth dándole la mano.
– ¿Alfred, sabes algo de porque nos ha llamado? – pregunto Roy
– Por favor, escucharme – interrumpió Bruce – tengo una sorpresa para todos vosotros y necesito que bajéis a la cueva, espero que os guste como la he dejado. Alfred tú también, vente.
Los seis bajaron a la nueva Batcueva, y los jóvenes fueron viendo como había quedado desde que se mudó de la Mansión Wayne. Estaba prácticamente igual, con el dinosaurio en el mismo sitio, la moneda gigante… recordaron los viejos tiempos con Dick y como le gustaban las cosas de esa cueva.
– ¿Bruce que estamos…?
– Donna por favor, os pido que tengáis paciencia, Tim me ha llamado que están en camino, no creo que tarden mucho más. Sentaros donde podáis.
Todos confiaron en Bruce, aunque desconocían que es lo que les había preparado. Estuvieron tomando un aperitivo y compartiendo hazañas sobre Dick, Bruce incluido hablando abiertamente sobre él, por primera vez en mucho tiempo. Roy se alegró mucho de la situación, porque siempre ha valorado a Batman aunque dudaba de Bruce, y Dick les decía lo divertido y cariñoso que podía llegar a ser y hasta hoy no le había creído. En ese momento, un coche entro por la entrada habitual del Batmovil y todo el mundo se levantó expectante. Cuando el coche aparco, salió Tim Drake junto a Martha y ella corrió a abrazar a Donna.
– Buenas noches, perdonar el retraso – dijo entre sonrisa – por favor está muy nerviosa, ha pasado por muchas cosas hoy.
– ¿Muy nerviosa quien, Tim? – pregunto Roy
– Espera y veras.
En ese momento, salió de manera tímida Mary, cabizbaja, con la mano derecha agarrándose el codo izquierdo. Al principio estaban todos sin saber quién era, pero cuando levanto la cara para mirarles, observaron el verde de sus ojos y lo supieron enseguida. Alfred, Donna y Garth se echaron a llorar desconsolados al verla, mientras que Garfield y Roy se lanzaron hacia ella. Roy estaba descompuesto de la alegría, la agarro y la levanto como si no pasara nada. A pesar de que no sabía quiénes eran, Marr’i no se había sentido más querida en su vida.
– Soy Red Arrow de la JLA, pero tú puedes llamarme Roy, tito Roy, el tonto del arco o como quieras. Estos están muy impactados como para presentarse, la belleza europea es Donna Troy la actual Wonder Woman, el de barba es Garth o Tempest como prefieras, este de verde es Garfield Logan. Nosotros éramos los mejores amigos de tus padres y ahora mismo, esperamos poder ser los tuyos – dijo Roy dejando caer unas lágrimas.
– Hola a todos… – respondió cortada – Timothy me ha hablado de vosotros, erais los titanes, ¿verdad? Estoy encantada de conoceros.
– Nosotros también a ti – dijo Donna, que estaba de la mano con Martha – no puedes ni imaginarte cuanto hemos pensado en ti durante este tiempo cariño… Por favor cuenta con nosotros para lo que necesites. Aunque aquí estarás bien cuidada – dijo mientras miro a Alfred y a Bruce.
Alfred estaba muy conmovido por toda la situación y no fue capaz de decir nada. Marr’i en ese momento se percató de donde estaba, había una pantalla gigantesca, con varias fotos en una de ellas, estaba el hombre que estaba sentado al fondo y todavía no había hablado junto a otro que llevaba en brazos un bebe de ojos verdes en el que ella se identificó enseguida.
Todos se quedaron en silenció mientras la recién llegada, se acercaba a Bruce sin decir nada, cuando se puso frente a él, Bruce se levantó para derrumbarse sobre sus rodillas y dio un fuerte abrazo paternal, que ella devolvió con la misma energía, sin que nadie le oyera, la susurro al oído: “No pienso volver a perderte jamás”.
En ese momento, sin saber muy bien con quien estaba, ni siquiera había prestado atención a la ciudad, estaba segura por primera vez en su vida de una cosa, su nombre era Marr’i Grayson y estaba en casa.
Epilogo
Carta de Marr’i a Danny:
Te dije que te escribiría y pienso cumplirlo, pero estas últimos tres semanas han sido de locos, sé que es posible que no te creas nada de lo que voy a contarte, en parte yo tampoco me lo creo, pero es necesario que lo sepas, porque si no sé a quién puedo contárselo.
Para empezar resulta que mi nombre ni siquiera se escribe Mary, si no Marr’i. Al principio me pareció bastante raro, pero ahora me estoy acostumbrado y creo que me encanta, no creo que haya una sola persona con el mismo nombre en toda la tierra y eso me fascina. Sabes que nunca anhele la normalidad, sino una familia y eso lo he encontrado, de hecho, no solo eso sino una familia de superhéroes, es más de lo que nunca pude pedir.
Con Martha he congeniado muy rápido, y es muy curioso como parecemos hermanas sin tener ni un solo lazo de sangre, pero nuestros padres estaban muy unidos y aparentemente, nuestras madres provienen ambas de razas guerreras. Es realmente fabuloso. Su madre no puede salir de una isla aunque no me han contado muy bien porque… Tampoco me han querido contar mucho de la mía, pero parece que no acabo muy bien con ellos y creo que fue por dejarme a mí en el orfanato.
Durante estos días, he reído y llorado como en mi vida, desde nuestro encuentro en el parque ha sido una montaña rusa de emociones, en la que no hay ni un solo detalle que haya sido normal. Al principio todo parecía una broma pesada, pero me han enseñado hasta mi certificado de nacimiento, fotos de cuando era bebe, junto a mis padres a los que reconozco por mis sueños, así que no hay manera de falsificar eso.
A pesar de todo, hay una cosa que solo he contado a Bruce. Ayer estaba por Gotham tomando un refresco con Martha, cuando ambas recibimos un mismo mensaje extraño a nuestros móviles en el que nos ponía “42°21′48.96″N71°2′11.77″W 10-31-2K20 19´30” y supuestamente proporcionaba unas coordenadas geográficas junto a unas horas. Martha le dio mucha importancia, aunque yo no entendí muy bien. Ella se excusó para realizar un par de llamadas e investigar al respecto, mientras yo seguí sentada bebiendo, cuando un hombre detrás mío se giró hacia mí y me dijo: “Hola Marr’i soy yo de nuevo, Boston Brand, creo que ahora puedo hablarte de la persona que ha estado cuidando de ti, quizás hayas oído hablar de él, se llama Richard”.
Cuando Martha me vio, me dijo: “parece que has visto un fantasma”. Yo no podría haberlo descrito mejor.
PD: No puedo esperar a enseñarte mis poderes, ¡Estoy aprendiendo a volar!
El final me chirría, muchas revelaciones en una carta, pero… mola!