DC Universe Presents… #2

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#2 – Checkmate #2
Hacia el mañana II
¡Vampiros!

Por Carlos Fortuny


Fecha de publicación: Mes 183 – 7/13


 

Rey de Blancas: Maxwell Lord Rey de  Negras: Sargento Steel
Reina de Blancas: Amanda Waller Reina de  Negras: Kalia Campbell
Alfil de Rey: Alfil de Rey:
Alfil de Reina: Lori Lemaris Alfil de Reina: Dr. Ray Palmer
Caballo de Rey: Caballo de Rey: Cole Cash
Caballo de Reina: Jack Wheeler Caballo de Reina: Slade Wilson
Torre de Rey: Nathaniel Adam Torre de Rey: Tatsu Yamashiro
Torre de Reina: Torre de Reina:

 

Centro de mando, base de Jaque Mate, Shelby, Michigan.

Horas después del ataque en Apex City…

-Después de conseguir sacar a los atacantes del laboratorio, el doctor Palmer y yo los enfrentamos un rato por las instalaciones, pero al verse totalmente superados consiguieron huir usando a soldados rasos como cobertura.- Terminó de decir Slade, pocas cosas se le hacían tan tediosas como dar informes, pero lo que fuera por una buena paga.

Frente al soldado solo se encontraban dos de los cuatro regentes, Kalia, que miraba con preocupación al mercenario, y Waller, que parecía intentar desentrañar todos sus secretos con la mirada.

Maxwell Lord también se encontraba en la base, pero no se había despegado del alienigena encontrado en los restos del proyecto Marte ni un minuto. Esa cabezonería y obsesión propia de un niño chico era lo que más sacaba de quicio a Amanda.

-¿No te hirieron? ¿no?, quiero decir… ¿estás bien?- Preguntó Kalia sin cambiar su rostro de preocupación.

-No se preocupe por mi señorita, he luchado contra cosas peores.- Dijo Slade divertido.

-Si, muy bonito.- Dijo Waller con tono cortante.- Quiero que te quedes en todo momento con el alien, no sabemos que podemos esperar de él cuando despierte.

-Y protege a Maxwell…- Añadió Kalia.

-Si, ese imbécil está tan enamorado de su criatura que esta podría devorarlo y él la seguiría mirando con cariño.- Dijo sarcásticamente Amanda Waller.

-Señoras.- Se despidió con una sonrisa y una leve inclinación mientras abandonaba la sala el mercenario.

Amanda se permitió un breve instante de descanso, reposando sobre el respaldo de su silla mientras pensaba. Solo se permitía aquellas pequeñas muestras de debilidad frente a la reina de negras.

-Creo que te exiges demasiado.- Comentó Kalia.

-Alguien tiene que hacerlo, y con Steel fuera y Lord tan ciego por su amor, hay que dar el 200%.

-Recuerda que siempre puedes apoyarte en mi.- Le dijo Kalia con ternura.

-Lo se Kalia, lo se.

Y por primera vez en mucho tiempo el rostro de Amanda se permitió un poco de relax.


Instalaciones médicas, base de Jaque Mate, Shelby, Michigan.

Desde que hubiera llegado de Apex City, Nathaniel Adam se sentía «el increíble hombre probeta», y es que no le habían dejado ni comer. Pruebas y más pruebas era lo único a lo que había dedicado su tiempo. Lo más extraño de todo era que a pesar de haber pasado horas sin comer, este no tenía nada de hambre.

Los doctores al cargo de las pruebas eran Silas y Elionore Stone, un matrimonio afroamericano que llevaban algún tiempo trabajando para Jaque Mate, a causa de que la financiación ofrecida por Maxwell Lord era súbitamente superior que la que el gobierno de los Estados Unidos les había propuesto.

Nathaniel había escuchado que la pareja tenía un hijo, pero nunca lo había visto, probablemente se tratara del joven que ocupaba la foto que se hallaba en el escritorio.

-Vaya, esto es increíble…- Murmuró el doctor Stone para sus adentros.- Ven a verlo Eli.

La doctora se acercó a su pareja, y al observar los resultados que le devolvía el ordenador abrió sus ojos como platos.

Otro picor sobrevino a Nathaniel, que se rascó por puro acto reflejo en su brazo derecho, y enseguida una pequeña capa de piel se desprendió de su brazo mostrando otra nueva debajo, la cual era de color plateado, no era la primera vez que le pasaba en las horas que llevaba allí. Desde que la explosión le diera de lleno había tenido muchos picores y la piel se le había ido desprendiendo. Ahora parecía un dálmata lleno de pequeñas manchas plateadas.

-Capitán Adam.- Dijo la doctora Stone mirando seriamente.

-¿Que ocurre?, llevo todo el día haciendo de cobaya, así que agradecería una respuesta clara señora.- Dijo el capitán algo molesto.

-Parece que el alien no es lo único que vino del espacio.- Comenzó a decir la doctora estudiando cada palabra antes de soltarla.- Algún tipo de aleación se teletransportó junto al alienigena, y de alguna forma la explosión hizo que la aleación se fusionara con usted.

El capitán parecía muy confuso, había tantas preguntas que surgían de aquello, pero sobretodo una parecía encenderse en su celebro con fuegos artificiales, ¿que iba a pasar ahora?

-No se preocupe.- Añadió el doctor Silas al ver el rostro compungido del soldado.- Lo único que podemos decirle de momento es que de no ser por esa aleación usted ya no estaría entre los vivos.

-Si me convierte en un monstruo no será una buena noticia para ustedes…


Instalaciones científicas, base de Jaque Mate, Shelby, Michigan.
Las últimas horas habían sido muy duras para Ray Palmer, había tenido que tomar una decisión, quedarse con el doctor Erdel o ayudar a Slade contra los asaltantes, se había decidido por lo segundo. Ahora Erdel estaba muerto y el capitán Adam afectado por raros síntomas. Sabía que de haberse quedado aquello podría simplemente haber significado su muerte, pero eso no le hacía sentirse mejor, también podría haber ayudado a Erdel, tal vez juntos podrían haber evitado el desastre.

Pero no era el momento de darle vueltas a aquello, tenía ante él el mayor hallazgo científico de la historia.

-Vaya…- Susurró el doctor cuando el escáner acabó su trabajo.

-¿Que ocurre?- Preguntó Lord con la mirada de un niño en una tienda de chucherías.

Desde que habían llegado a la base no se había separado del lado del alienigena, y no dejaba de preguntar sus conclusiones al doctor Palmer cada vez que terminaba cualquier prueba. Aquel ser podía ser la principal fuerza de choque de Jaque Mate para lograr sus objetivos, y eso lo sabía perfectamente Maxwell.

-Cada vez tengo más claro que si este ser se levantara en nuestra contra podría destruirnos…- Dijo Ray entre fascinado y asustado.

-¿A Jaque Mate?- Preguntó Maxwell.

-Al mundo…- Dijo el doctor taciturno.

A pesar de ello el rey de blancas se limitó a sonreír, confiaba plenamente en conseguir reclutarlo para su causa, y es que pocas cosas eran capaces de resistirse a Maxwell Lord, hasta Waller, con toda esas dudas que tenía sobre él había accedido a trabajar a su lado. No, estaba seguro, convencería a ese marciano de que luchara a sus órdenes.

En aquel momento hizo acto de presencia Wilson, que se unió a los otros dos con una cerveza y un sandwich. Y sin decir palabra, saludó con una sonrisa y se sentó en una silla apoyando las piernas sobre una mesa de despacho.


Olla, Luisiana.

Los dos monovolumenes negros atravesaban a toda la velocidad posible el pequeño pueblo rumbo al aeropuerto, donde su transporte los esperaba.

Habían tardado demasiado en recoger y la noche se les había echado encima, no sabían nada de los vampiros, nada que no supiera cualquier friki al menos. Y ls opción de que aquel niño solo fuera un vampiro rezagado estaba ahí, pero Cole Cash no podía dejar de pensar en la posibilidad de que aquellos vampiros siguieran cerca, en un número lo bastante cuantioso como para acabar con un pueblo entero. Y si las leyendas urbanas no se equivocaban, que anocheciera no era buena señal.

Cash pisó el acelerador a fondo.

-¿Quieres tranquilizarte Cole?- Preguntó Wheeler a su lado, que intentaba mantener la calma.

De los cuatro hombres que ocupaban el monovolumen, Wheeler era el que estaba más tranquilo, aunque probablemente se debía a que estaba a cargo de la misión y no podía permitirse mostrar miedo.

-Es mejor no arriesgarnos, así que cuanto antes estemos en el aire, mejor.- Respondió Cash sin apartar la mirada de la carretera.

-Ya Cole, pero ahora mismo tengo más miedo de que nos estrelles que de unos vampiros…

Cash estuvo apunto de replicarle, pero algo los sacó a todos de golpe de la conversación, el monovolumen que les seguía con cuatro soldados había explotado y había salido despedido dando varias vueltas sobre si mismo. Con un hábil volantazo Cash consiguió que el coche no cayera sobre ellos.

-¡¿Pero que cojones…?!- Empezó a preguntar Wheeler incrédulo.

-Son ellos… son los vampiros…- Dijo uno de los peones enterrando su cabeza entre sus piernas.

Wheeler le levantó la cabeza y se la abofeteó.

-Preparar las armas, no hagas que me arrepienta de no haberte enviado en el otro puñetero coche.- Dijo furioso mientras se colocaba la máscara de Hockey y preparaba el rifle.- Si quieren jugar, vamos a jugar.

Cole paró el coche de golpe mientras preparaba sus pistolas y se ponía su pañuelo. Los peones no acabaron de entender porque paraban, pero Wheeler lo entendió rápidamente, tenían que ver que había fuera, seguir conduciendo solo podía llevarles al mismo final que había tenido el otro vehículo.

Enseguida salieron los cuatro en formación reconociendo el terreno, sin separarse mucho del vehículo, hubo unos instantes de silencio en lo que no venían nada más que tinieblas, pero por fin apreciaron movimiento.

-Me alegro de que hayan decidido parar, no nos gusta la comida carbonizada.- Dijo un hombre de grandes colmillos y sonrisa siniestra que salía de las sombras.

Enseguida más hombres y mujeres empezaron a emerger de las tinieblas, y Wheeler supo enseguida que eran simplemente demasiados.

-Maldita gorda tenemos problemas, necesitamos a todo Jaque Mate, y los necesitamos para ayer…- Susurró Wheeler por el comunicador.


Nave abandonada, Apex City.

El ambiente estaba muy cargado en la sala de reuniones, Abbot y A’Daire acababan de poner totalmente al corriente de la operación a The Key quien no parecía nada contento.

-Nada… no habéis conseguido absolutamente nada.- Masculló enfadado el hombre.

Abbot se limitaba a mirar a su compañera, mientras esta lanzó una mirada furibunda a The Key, no entendía porque aquel hombre tenía que estar al mando.

-Adelante, sorprendenos con tus méritos.- Escupió enfadado el hombre.

-Lesssss fassssstidiamossssss la operación…- Respondió la mujer que parecía contenerse para no cercenarle el cuello a su «jefe».

-No queríamos arruinarles la investigación, queríamos hacerla nuestra…

El móvil que tenía sobre la mesa empezó a sonar interrumpiendo la reprimenda del hombre, que al ver quien llamaba contestó enseguida.

-¿Hay alguna noticia nueva?- Preguntó The Key ante la atenta mirada de sus dos compañeros.

La conversación fue corta pero bastante satisfactoria. Había sido un día bastante duro y ya era hora de recibir alguna buena noticia. Finalmente el hombre se despidió y volvió a centrar su atención en A’Daire.

-Parece que vais a tener otra oportunidad después de todo.- Dijo mostrando una siniestra sonrisa.

-¿Essssso quiere decir que…?- Empezó a preguntar la mujer.

-Si, el proyecto Marte finalmente ha sido un éxito…


Centro de mando, base de Jaque Mate, Shelby, Michigan.

Todas las alarmas se habían disparado, el conflicto en el pequeño de Olla estaba en una situación crítica, y los coordinadores de Jaque Mate trabajaban a destiempo para preparar un equipo de asalto que pudiera dar apoyo al equipo sobre el terreno. Pero aunque nadie lo decía todos daban por perdido ya a dicho equipo.

La tensión de Amanda había llegado a un punto crítico, como si no fuera suficiente el hecho de que los hubieran atacado y estuviera investigando sobre ello. Ahora tenía que afrontar un ataque de Vampiros y apenas contaba con nadie. Ya tenía Cash y Wheeler sobre el terreno, Steel se había marchado con Yamashiro. Adam estaba fuera de juego, y básicamente la plantilla de Jaque Mate aun era bastante corta, iba a tener que confiar en un escuadrón de peones, que tendrían que comandar ella misma y Slade. Aunque eso suponía dejar Jaque Mate muy desprotegido. Pero no veía otra solución.

-Tienes que ir con Slade…- Dijo Kalia como adivinando sus pensamientos.- No te preocupes, Max y yo cuidaremos el fuerte.

-Maldita sea…- Masculló por lo bajo.

No le gustaba nada esa solución, pero tenía que admitir que no se le ocurría otra.

-Está bien, llama a Slade y reúne un equipo de peones. Los quiero a todos en la sala de reuniones en cinco minutos. Y que nadie se retrase si no quiere perder la cabeza.- Dijo Amanda poniéndose en marcha.

Kalia simplemente asintió mientras la fornida mujer salía de la sala, pero cuando empezaba a cruzar el umbral de la puerta las alarmas volvieron a sonar.

-Tiene que ser una maldita broma…- Susurró Amanda para si misma mientras se daba la vuelta con los ojos abiertos como platos.

Sin ninguna delicadeza apartó a uno de los analistas de su ordenador para ver que ocurría ahora, y más valía que fuera una verdadera emergencia o iba a hacer caso omiso de aquello. Pero pocas cosas le parecían a Waller tan importantes como aquello.

<<Perfecto, el novio extraterrestre de Lord que podría dominar el mundo parece que está despertando, ¿qué más?>> fue el primer pensamiento de la mujer afroamericana al ver la pantalla que mostraba unas constantes irregulares en la pantalla.

-Amanda ¿has visto eso?- Preguntó Kalia visiblemente asustada.

Amanda suspiró mientras se pasaba la palma de la mano por la cara intentando aclarar sus ideas.

-El marciano es prioritario, de momento Wheeler y Cash están solos…


Instalaciones científicas, base de Jaque Mate, Shelby, Michigan.

Todo el instrumental de la sala se había vuelto loco, incluso el doctor Palmer que se encontraba en un estado entre la euforia y el miedo. Podía ser el hallazgo científico más importante de la historia, pero Palmer no olvidaba que aquel ser podía no cooperar con ellos, incluso ser hostil.

Por su parte Max parecía encantado, intercambiaba miradas con todo el instrumental y el marciano emocionado. Como si esperase que el ser se levantara en cualquier instante.

-¿No puede parar todo ese alboroto?- Preguntó Slade molesto.- Nos damos por enterados de la emergencia.

Pero ninguno de los otros dos hombres hicieron ningún caso de su comentario, estaban demasiado ocupados. Palmer intentaba comprobar si los datos que le trasmitían una de las máquinas mientras Lord intentaba llamar su atención, lo cual no fue tarea fácil.

-¿Me está escuchando doctor?- Preguntó Max por tercera vez.

-¿Que?- Pregunto el doctor Palmer entre distraído y molesto.

-¿Que? ¿que significa todo esto?- Dijo señalando la misma máquina que el doctor comprobaba.

Palmer suspiró molesto, pero finalmente miró a su jefe a los ojos.

-Significa que está despertando.

La emoción se podía ver en los ojos de Maxwell Lord, como un niño que abre sus regalos en la mañana de navidad. Miró al marciano y parecía que mirara a su hijo perdido durante mucho tiempo.

Maxwell dio un paso hacia el ser, y después otro, hasta que estuvo junto a él. Por su parte el doctor seguía con sus pruebas. Y Slade no apartaba la mirada del rey de blancas entre divertido y curioso.

El multimillonario colocó su mano sobre el ser de otro planeta y como si hubiera presionado un botón los ojos del marciano se abrieron, eran los ojos más extraños que Max hubiera visto en su vida, de un rojo intenso con algunas manchitas amarilla, carecía de iris, pero tenía una pequeña pupila negra.

En cuanto los ojos de ambos se encontraron Maxwell se perdió en ellos, olvidó quien era o donde estaba, sintió que viajaba millones de kilómetros, mucho tiempo atrás, vio lugares que le eran desconocidos, formas de vida totalmente desconocidas. Y sin más, tras un pequeño espasmo, su cuerpo cayó inerte al suelo.

-¡¿Maxwell?!- Gritó Palmer que intercambiaba miradas entre su jefe y el extraterrestre.

El marciano se puso en pie lentamente mientras se quitaba todos los cables y sondas que lo conectaban a las máquinas. Palmer retrocedió asustado mientras Slade se levantaba con una sonrisa.

-Solo por cosas como estas mi trabajo vale la pena.- Dijo el mercenario divertido mientras desenfundaba su espada.- Vamos bicho.

Enseguida Slade intentó cercenarle un brazo al marciano, pero la espada lo atravesó totalmente sin tocarle, acto seguido, el marciano visiblemente respondió con un puñetazo en el pecho que hizo que Slade volará por toda la habitación hasta estrellarse con la pared.

-Coff… ¿Pero que coño…? coff…- Preguntó el mercenario muy dolorido entre toses.- ¿Es intangible?

-Su fuerza si la había calculado, pero la intangibilidad… ¿que más nos esconderá?- Preguntó el doctor Palmer, más a si mismo que a otra persona.

Como si estuviera respondiendo al buen doctor, la criatura lanzó sendos rayos ópticos al mercenario, pero este fue lo bastante rápido como para apartarse de su trayectoria.

Slade enseguida respondió disparando al ser, y enseguida se unieron más peones a sus disparos.

-Eso no servirá para nada… puede regenerarse…- Intentó explicar el doctor Palmer, pero nadie le escuchaba.

No obstante las balas ni si quiera atravesaban la piel del marciano, por lo que realmente no importaba mucho su factor curativo.

Cada disparo enfurecía más al extraterrestre que atacaba con fiereza, y los guardias de Jaque Mate caían como moscas.

-Maldita sea, nos está masacrando…- Masculló Slade, y acto seguido se volvió hacia Palmer.- Saca a Maxwell de aquí, voy a intentar algo más agresivo.

El doctor Palmer no protestó, se limitó a encogerse para rodear al marciano y llegar hasta Maxwell y lo sacó de allí, mientras los peones que quedaban en pie y el propio Slade Wilson entretenían al ser.

Palmer llegó a la habitación adyacente, una pequeña consulta médica, y tumbó a su jefe en la cama, tenía pulso y sólo parecía inconsciente. Los disparos y las pequeñas explosiones no cesaban, y aquello ponía muy nervioso al doctor.

De golpe, dos peones y Slade entraron en la sala cerrando la puerta de golpe.

-¡Al suelo Doctor!- Dijo Slade saltando sobre él.

¡BOOOOM!

Una fuerte explosión hizo que todo retumbara, e hicieron volar las puertas por los aires, levantando una enorme humareda.

-¿Que leches has hecho Slade?- Preguntó Palmer.

-Espero que acabar con ese bicho…

-Vas a a acabar con nosotros, te he dicho que se regenera…- Protestó el doctor.

El humo se disipó lentamente y todos vieron con rostro desencajado como la figura del marciano seguía en pie. Este tenía alguna herida leve, pero esta empezó a sanar de inmediato, y en segundos estuvo como nuevo. Miró con furia a Slade y se dirigió hacia los cuatro hombres.


Olla, Luisiana.

Las balas habían volado sin cesar en los primeros momentos de su enfrentamiento contra aquellos seres de fantasía. Y habían caído dos vampiros, sobretodo gracias a la puntería de Cash, pero enseguida los agresores habían cambiado de táctica y se habían ocultado en las sombras.

Quizás fuera una táctica mejor, ya que con la anterior habían caído varios de ellos y ninguno de los humanos. Pero Wheeler tenía la sensación de que solo jugaban con ellos. Si los vampiros se hubieran lanzado en tropel habrían caído dos o tres más, pero todo el equipo de Jaque Mate habría muerto ya. Y no parecía que el líder se preocupara mucho pos las muertes de sus soldados. Habían caído ya varios vampiros y el condenado se seguía riendo desde las sombras.

Los soldados se encontraban en una formación de cuadrado, espalda contra espalda, con lo que controlaban todos los ángulos, pero la oscuridad no ayudaba, además aquellos seres parecían tener la capacidad de levantar cierta niebla, lo que complicaba aun más su tarea.

El peón que se encargaba de las comunicaciones obtuvo respuesta del mando, pero la cara que se le quedó dejaba claro que no eran las noticias que esperaba.

-Señor…

-¡Centrate!- Gritó Wheeler, que no quería que ninguno muriera por un despiste.

-Señor es el puesto de mando, dicen que tenemos que aguantar… ha surgido otra alarma, estamos solos…

-¡No me jodas!- Dijo Cash enfurecido sin dejar de controlar el perímetro.

-Soldado, concentrate en que no nos maten.- Se limitó a responder Wheeler.

Pero las palabras llegaron demasiado tarde, el soldado, desolado, había cometido un error fatal y había dejado caer los brazos sin apenas prestar atención a lo que tenia delante. Solo fueron unos segundos, pero más que suficiente para que uno de aquellos seres lo arrancaran de la formación llevandoselo a las sombras.

-¡Norton!- Gritó Cash alargando el brazo intentando sujetarlo, pero fue inútil.

Enseguida otro vampiro surgió por el flanco contrario de Cash, pero tres disparos en el pecho de Wheeler lo hicieron retroceder.

-No podemos hacer nada por él… céntrate joder…- Le ordenó el hombre apodado Wild Dog.

Las risas de los vampiros no paraban, y era el único y siniestro sonido que rompía aquel silencio sepulcral junto a los gritos de Norton, pero estos apenas se prolongaron más de treinta segundos.

De vez en cuando algún vampiro emergía de las sombras y era rechazado por los disparos de alguno de los tres hombres, pero era cuestión de tiempo que los acabaran cogiendo a todos.

-No vamos a aguantar mucho así Jack. Tenemos que movernos.- Dijo Cash.

-Bien… vamos a…- Empezó a decir Wheeler, pero una tromba de disparos de Rick lo cortaron.

Tres vampiros habían emergido por su lado, y el peón consiguió alcanzar a uno de ellos. Cole consiguió eliminar a uno con un certero tiro en la cabeza, pero el tercero consiguió coger a Rick y llevarselo a las sombras.

-¡¡Joder!!- Gritó Wheeler.

Los gritos de Rick resonaban por todo el lugar, y las risas, aquellas siniestras e inhumanas risas.

-Dejad de resistiros y os prometo que no sufriréis.- Dijo el que parecía el líder riendo sin parar.

-¡¡Y una mierda!!- Gritó Cole Cash.- ¡Que te den!

Fueron esta vez cuatro los vampiros que aparecieron por el lado de Wheeler. Este consiguió abatir a dos de ellos, pero sabía que aquel era su final, aquellos seres eran simplemente demasiado rápidos, y ni si quiera estaba seguro de haber matado a ninguno de los que había acertado.

Pero algo se cruzó delante de sus propios ojos más rápido que una bala y arroyó a los dos vampiros que intentaban alcanzarle. Cuando consiguió localizar a su salvador pudo ver que se trataba de un hombre joven, de unos venticinco años, llevaba unos vaqueros por toda ropa, y su rasgo más característico era un nos pocos mechones blancos en forma de rayo que contrastaban totalmente con el resto del pelo, negro como la noche. Sus manos estaban completamente ensangrentadas, y sus ojos brillaban con un rojo carmesí.

-¿Quien hostias eres tú?- Preguntó Wheeler en estado de shock.

Pero el joven ni si quiera lo miró, se limitaba a mirar a la noche, como si pudiera ver al resto de vampiros.

-Creíamos que solo cazaríamos la cena y se nos presenta algo mejor…- Dijo la voz del líder.- Andrew Bennett…

Tras decir aquel nombre todos los vampiros empezaron a repetir una palabra sin cesar, todos lo susurraban, como si de un secreto a voces se tratase «Traidor».

Andrew hizo el mismo caso al vampiro que al humano, simplemente siguió observando, contando el número de vampiros que había allí.

-Subid al coche, son demasiados…- Se limitó a decir.

-¡No vamos a hacer caso al nuevo prota de Crepúsculo!- Empezó a protestar Wheeler.

-¡Cállate y sube al puto coche!- Le gritó Cole mientras arrastraba a su compañero del brazo hacia el coche.

CONTINUARÁ…


EL TABLERO

Bueno, pues aquí tenemos otro número de DCU Presents: Jaque Mate, me estoy poniendo bastante las pilas y quiero que para que la actualización de Agosto esté finiquitada esta mini. Después de ella tenemos varias candidatas para seguirlas, pero ya hablaremos de ello el mes que viene.

Ahora nos centraremos en el número, en él tenemos ya los primeros pasos del Capitán Átomo o el despertar de Martian Manhunter. Como dije, van saliendo muchos personajes, que si bien no tienen serie propia, seguro que después serviran como secundarios por diversos sitios donde podremos seguir sus historias.

Como dato curioso no estaba seguro de si meter a Andrew Bennett o no, pero finalmente decidí que me podía servir para otros planes más adelante, además de que veía bastante necesaria la ayuda para Wheeler y Cash, a quienes la situación les empezaba a superar ligeramente.

Y poco más que decir, como adelanto para el número que viene puedo decir que tendremos acción, ¡mucha acción!

¡Un saludo!

Carlos Fortuny

 

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4 Responses to DC Universe Presents… #2

  1. Pacou Miranda says:

    Buena decisión la de meter al prota de Yo, vampiro. Sorprendente a mas no poder, no lo esperaba la verdad. Muy interesante esta serie, y como en el capitulo anterior pese a tener tantos personajes no se hace liosa y se sigue bien las tramas de cada uno. A ver que tal el siguiente, que visto lo visto, seguro que bien.

  2. Tomás Sendarrubias says:

    ¿Mucha acción para el próximo número? ¿Y esto que ha sido, el té de las cinco? Me está encantando, Carlos. ¡Gracias!

  3. Carlos Fortuny says:

    Gracias a ambos jejeje
    Esto ha sido el precalentamiento, lo gordo viene en el siguiente XD

    Tenía claro el tema vampiro, pero en un principio no me plantee meter a Andrew, después pareció la decisión más lógica. Además creo que puede ser un personaje de tonos grises con el que se pueden hacer muchas cosas jejej

    Espero que os guste el desenlace ^^

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