Spider-Man #1

Al ser picado por una araña radiactiva, el estudiante Peter Parker obtuvo la fuerza y la agilidad proporcionales de un arácnido. Armado con sus maravillosos lanzarredes el renuente superhéroe lucha contra siniestros supervillanos mientras hace malabarismos para sobrevivir y llevar una vida con visos de normalidad.

#1 – Adivina quien viene a cenar
Por Carlos Fortuny
Portada de Adrián Suárez

---

Fecha de publicación: Mes 182 – 6/13

---

Luigi’s Pizza, Manhattan, New York.

Llegaba tarde y lo sabía perfectamente, pero al parecer el crimen neoyorquino se organizaba según sus necesidades de trabajo. Por lo que unos ladrones de poca monta habían decidido que era el momento apropiado para intentar robar un banco. El mero hecho de que intentaran robar un banco sacó una sonrisa a Ben, ¿quien se dedicaba a robar bancos hoy en día a punta de pistola? Eso era tan del siglo pasado. Fuera como fuese, esto había causado que llegara tarde a su entrevista de trabajo, y realmente lo necesitaba si no quería tener que dejar su piso y mudarse con Peter y MJ, y ahora mismo se le ocurrían pocas situaciones más bochornosas. Aunque enseguida otra imagen bastante patética la sustituyó al ver a los dos semi-adolescentes que trabajaban como dependientes de la pizzería, la cual desprendía un importante tufillo a cutredad.

-Vaya, hola guapo.- Dijo la dependienta con mirada lasciva.

Una chica de unos diecisiete años, calculó Ben, con el cabello teñido de platino y tantas pulseras de oro que no se sabía cómo conseguía levantar los brazos.

-¿Que querías?- Preguntó la chica haciendo como que se rascaba el pecho para bajarse un poco el escote mostrando sus virtudes.

Ben tuvo el impulso de salir corriendo de allí, pero la imagen de Peter y MJ enseguida acudió a su cabeza.

-Venía a hablar con el encargado.- Dijo Ben pasándose una mano por la cara al ver como la muchacha hacía ciertas insinuaciones con el labio, y entonces se dirigió al dependiente, un chico con pinta de friki.- Llego tarde así que si lo podéis llamar.

El dependiente lo miró unos segundos como si analizara si merecía su confianza, y finalmente señaló una escalera, donde al parecer el hombre tenía su despacho. Ben enseguida se quitó de en medio antes de que la muchacha empezara a hacer cosas peores.

La escalera de caracol conducía a una pequeña habitación llena de papeles y restos de pizza, en medio de la cual dormitaba un hombre gordo y medio calvo, que intensificaba su mala apariencia con un pantalón de chándal y una camiseta sin mangas blanca que bien podría haber usado de babero.

-Perdón.- Dijo Ben tocando con los nudillos en una estantería.- ¿Señor Vendetti?

El hombre se sobresaltó y casi cayó de espaldas, pero enseguida tomó conciencia de la situación. Se desperezó un poco y dio un bocado a un trozo de pizza, de a saber cuánta antigüedad, y un buche a una lata de cerveza.

-¿Eres Reilly?- Preguntó con voz de pocos amigos.

Ben se limitó a asentir mientras se intentaba recordar porque esto era menos humillante que vivir con Peter y MJ.

-Verás, el trabajo es sencillo, entrega las pizzas a tiempo y todos estaremos contentos, no lo hagas y patada.- Gruñó el hombre, adornando el final de la frase con un eructo.

-Claro señor, no se preocupe por eso, entregaré las pizzas a tiempo.- Dijo Ben, pensando en realmente cuantas pizzas podrían no llegar a su hora.

El hombre se quedó callado simplemente observando a Ben Reilly, dio otro buche a su cerveza y finalmente le lanzó unas llaves a Ben, quien se quedó observendolas perplejo.

-¿Esto significa que tengo el trabajo?- Preguntó sorprendido por lo rápido de la entrevista.

-¿Qué esperabas? ¿Que te extendiera una alfombra? ¡Ponte a trabajar!

---

Apartamento de Miles Kaine y Laurie Sherman, Brooklyn, New York.

Se habían mudado hace apenas unas semanas, pero ya tenían el piso perfectamente adecentado, gracias en gran parte a que ambos habían conseguido una semana de vacaciones, pero la vuelta a la rutina había llegado, y eso había hecho que Laurie Sherman tuviera que salir de misión. Por lo que Miles se había quedado solo en casa.

En esos momentos Miles se tomaba una cerveza en el salón mientras repasaba expedientes, le habían pedido que dirigiera su propio escuadrón de SHIELD, y era una oportunidad muy importante para él, no quería cagarla antes de empezar eligiendo a los miembros incorrectos. Entonces sonó el teléfono, su rostro se le iluminó al ver quien llamaba.

-¿Cómo va cariño?- Preguntó Laurie con ternura.

-No tengo ni idea que por dónde empezar, todos parecen estar perfectamente preparados, pero no se…- Dijo Miles.

-Se que lo harás bien, no te agobies con ello. Todos son buenos soldados, pero tu escogerás a los mejores, estoy segura.

-¿Y eso porque?- Preguntó Kaine entre risas, una faceta que últimamente se despertaba con frecuencia en él.

-Porque te quiero.- Respondió la chica.

-Yo también te quiero preciosa, no sé qué haría sin ti…- Respondió Kaine, produciéndose un silencio de complicidad que él mismo rompió.- Bueno, ¿dónde estás?

-Si te lo dijera tendría que matarte, ¿recuerdas?

Kaine sonrió mientras miraba una foto de la chica.

-Es verdad… en fin…

-¡Claro! Tienes la cena con tus familiares hoy ¿no?- Preguntó Laurie.

-Eso es…- Respondió Miles, quien enseguida cayó en algo.- Te prometo que la próxima vez te los presentaré.

-No te preocupes…

-No, quiero que los conozcas, es decir, me gustaría mucho, si tu quieres…

-Claro que si.- Respondió ilusionada, entonces dejó de hablar prestando atención a otra voz.- Te dejo cariño, el deber me reclama.

-Ten cuidado.

---

 

Manhattan, New York.

El primer día de trabajo había sido duro, Ben había descubierto que no tenía ni idea de cómo conducir una moto, por lo que al final había decidido convertir a Spiderman en un trabajador más de Luigi’s Pizza. Aunque aquello no había sido lo peor, no. Lo peor había sido tener que aguantar a Cynthia, que así se llamaba la dependienta, y sus constantes insinuaciones. No era mala chica, pero no le vendría mal un poco de calma.

Y eso mismo buscó Ben al acabar la jornada laboral, decidió dirigirse hasta la casa de los Parker con un relajado balanceo arácnido.

Últimamente ser un superhéroe no había sido una tarea fácil, y menos en New York, primero el infierno se había desatado, justamente en aquellas azoteas por las que Ben Reilly, el nuevo Spiderman, ahora se balanceaba. Después, y en un periodo de tiempo bastante corto, la magia se había vuelto loca e Hidra y su zodiaco habían dominado el país. Incluso Kingpin había acabado como presidente de los Estados Unidos de América. A Ben solo se le ocurría una persona peor para el puesto, pero afortunadamente el viejo John Jonah Jameson no se había decantado por la política, y se conformaba con seguir tocando las narices con los periódicos.

Todas estas cosas llevaba Ben en la cabeza cuando unos gritos le alertaron, tardó unos segundos en identificar su procedencia, pero no le costó demasiado trabajo, allí abajo, en un callejón, una mujer era abordada por tres hombres de apariencia amenazante. Con un acrobático giro Spiderman cambió la dirección de su balanceo y saltó entre la mujer y los asaltantes. Antes de caer pudo observar que se enfrentaba a un hombre con una navaja, otro con un bate, y por último uno armado con una llave inglesa.

-¿Sabéis? Son ocasiones como estas las que me alegran el día.- Dijo Spiderman mientras caía frente a los asaltantes, a quienes se les desencajaba la mirada.

-Ssss… ¡Spiderman!- Gritó el de la navaja echando a correr.

Con un certero disparo, Ben enredó sus pies en telaraña haciéndolo caer de bruces.

-Pero que maleducado, no había acabado. Veréis…- Dijo esquivando sendos ataques.- Después de viajar por dimensiones.- agarró el bate, arrebatándoselo a su dueño y tirándolo al contenedor.- luchar contra demonios…- pateó al hombre de la llave inglesa en la cara dejándolo inconsciente en el acto.- y que esa vaca del crimen acabara como presidente, se agradecen mucho los matones de toda la vida.

Dicho esto enredó a los tres en una tela de araña.

-¿Ya sabéis que toca? ¿No?- Dijo Ben divertido mirando una farola cercana.

Una vez colgados, Ben se limitó a devolverle el bolso a la joven a quien no le salían las palabras, pero él tampoco le iba a dar tiempo a encontrarlas. Con un salto se puso nuevamente en marcha.

-¡Ten cuidado con los callejones!- Gritó Ben mientras se balanceaba.

---

Oscorp Industries, New York.

-Verás Peter, Oscorp Industries tiene muy mal nombre, no voy a maquillarte nada, pero queremos que eso cambie, necesitamos que eso cambie, y para ello necesitamos a jóvenes como tú.- Dijo Max Modell, un reputado científico.

Ambos estaban sentados en un despacho, antigua propiedad de Norman Osborn, ese hecho ya ponía a Peter los pelos de punta.

-Verá señor Modell, he acudido a esta cita porque creo en lo que intenta hacer, pero tengo que decirle que trabajar en una empresa de duendecillos me echa bastante para atrás.

-Lo comprendo perfectamente, pero también fue amigo de Harry Osborn, ¿no es así?, creo que podemos limpiar su nombre, dejarle un legado mejor a su hijo. Pero sobre todo creo que este lugar tiene un gran potencial para hacer el bien, y sería irresponsable por nuestra parte no hacer todo lo que estuviera en nuestra mano.

No era un secreto que la debilidad de Peter eran las responsabilidades, y no podía negar que Max Modell tenía mucha razón, el bien que podía traer Oscorp al mundo era incalculable, aun así no podía evitar sentir cierto miedo.

-Déjame enseñarte algo.- Dijo Max.

La siguiente hora se dedicó a un paseo de ambos por todas las instalaciones, donde Peter podía acceder a cualquier departamento y preguntar lo que fuera, allí había infinidad de científicos igual o más capaces que él. Tanto que se llegó a preguntar el porqué de tanta insistencia para contratarlo, pero la pregunta se respondía por si sola, siempre había querido trabajar como científico, y Reed le había echado un cable recomendándole a ciertos colegas de la profesión. Y estaba claro que no había nada mejor que una recomendación de Reed Richards, pasabas de don nadie a científico del años sin haber hecho nada.

---

Residencia de los Parker, Queens, New York.

MJ se había pasado buena parte de la tarde cuidando de May y preparando la cena mientras su marido había acudido a una entrevista de trabajo, se le hacía muy raro que Peter pudiera aceptar un trabajo en Oscorp, puede que la sombra de Norman se hubiera desvanecido del todo, pero aun así esa empresa le daba mala espina, como si fuera algo sucio que por mucho que te empeñaras en limpiar nunca lo lograrías. Pero era el trabajo que Peter siempre había deseado, por fin un lugar donde desempeñar su verdadera vocación, científico. MJ se volvió a concentrar en la cena mientras pensaba en lo raro que era conocer los gustos tanto de su marido como de sus dos «hermanos», si bien le tenía mucho cariño a Ben, y Miles también se lo estaba ganando, la situación siempre sería rara, ya que por mucho que insistieran no eran hermanos, eran tres Peters.

La pequeña May empezó a llorar, posiblemente a causa de que su madre había estado demasiado centrada en la cocina e intentaba llamar la atención de su madre, ya que esta la había dejado encerrada en su parque, y es que desde que la niña había empezado a gatear y a dar sus primeros pasos no paraba.

Afortunadamente la puerta de la entrada sonó, y MJ suspiró aliviada.

-Ya estoy en casa chicas.- Dijo desde la puerta un contento Peter, quien enseguida se dio cuenta de que su pequeña lloraba.- Ey, ¿qué le pasa a la pequeña princesa de la casa?

Peter se acercó al parque y vio como su hija estiraba los brazos hacia él, en un intento de que su padre la cogiera. Entonces dijo aquella maravillosa palabra «papá», Peter no recordaba haber escuchado nada mejor en toda su vida.

Sin dudarlo un segundo Peter cogió a su hija en brazos y la llevó hasta la cocina mientras le hacía cosquillas sin parar.

Cuando los vio entrar en la cocina a Mary Jane se le iluminó la cara, aunque enseguida fingió cara de disgusto y regañó a Peter por mimar tanto a May.

-¿Ves lo que dice colega?, recuerda esto cuando luchemos por tu custodia.- Se limitó a decir Peter, con lo que MJ solo pudo reír.

Después Peter le relató cómo había sido su visita a Oscorp Industries, y como creía que de verdad había cambiado, además su sentido arácnido no había saltado en ningún momento, aunque esto podía deberse a los problemas que había tenido con él desde hacía algún tiempo.

No tardaron mucho en llegar Ben y Miles, quienes como buenas copias de Peter no dudaron un segundo en echar una mano en la cocina y hacerle algunas carantoñas a May. Con lo que en pocos minutos todo estuvo dispuesto y los cuatro se encontraron en la mesa listos para degustar la lasaña.

-Perfecto, comida italiana…- Dijo con un toque de ironía Ben.

-¿Que dices?, nos encanta la lasaña.- Replicó Kaine.

-Y esta aun más.- Añadió Peter dando un beso a su mujer.

-Lo sé, lo sé, pero es que acabo de encontrar trabajo… como repartidor…

-¡Felicidades Ben!- Dijo MJ efusivamente, sabía que el joven había estado mucho tiempo buscando un trabajo con el que poder coordinar su trabajo como Spiderman, después de que lo de la policía no funcionase.

-No sé si me alegro tanto de tenerlo, si, es un sueldo, pero tendríais que ver el lugar…- Protestó Ben.

-Te dije que te unieras a SHIELD, aun estoy preparando a mi equipo, habría sitio para Spiderman en él.- Dijo Miles con el semblante serio.

-Deja deja. Después intentaras reclutar a Peter y formaremos la patrulla arácnida.- Bromeó Ben, quien tenía claro que no se iba a unir a la organización de la que formaba parte su hermano.

-¡Los 3 Spidertásticos!- Exclamó entonces Peter.

-¡Los Spider vengadores!- Continuó la broma Ben.

-Vale, vale, ya lo pillo, aunque tu no deberías bromear tanto después del nuevo trajecito que te has puesto…- Contraatacó Miles.

-¿Qué le pasa a mi traje?- Preguntó Ben aturdido.

-¿Que le pasaba al antiguo?- Preguntó Peter.- Chaqueta de cuero, ¿en serio?

-¡¡Es antibalas!!- Protestó Ben.

-Lo que es, es horrible…- Dijo Miles sonriendo.

-¿Para cuándo la Spider moto a juego con la chaqueta?- Preguntó Peter divertido.

-Ya vale chicos, dejar al pobre Ben…- Dijo MJ pasando su brazo por encima del hombro del joven.

-Nadie me entiende, que duro es ser un clon incomprendido…

Todos rieron y empezaron a degustar la estupenda lasaña que MJ había preparado, hasta que surgió el tema de la entrevista de trabajo de Peter.

-¿En Oscorp?- Preguntó Ben confuso.

-Sí, he conocido a su director, Max Modell, es el principal responsable, y me ha dado buena espina, de verdad creo que intenta cambiar las cosas.- Dijo Peter pensativo.

-No se Peter, puede que sus intenciones sean buenas, pero nada positivo puede salir de trabajar en Oscorp, lo que habría que hacer es cerrar toda la empresa.- Dijo Miles, quien había tornado su rostro en seriedad completa.

-Lo se, todas las dudas que hayáis podido tener ya las he tenido yo.- Dijo Peter haciendo una breve pausa.- Pero si tengo el poder para transformar Oscorp en algo bueno para el mundo, ¿no tengo también la responsabilidad?

Todos quedaron en silencio, pues las palabras de Peter habían caído como unas pesadas losas de adamantium. Había sabido elegir perfectamente las palabras, porque eran las mismas que le habían convencido a si mismo.

-Voy a aceptar el trabajo.- Concluyó Peter.

El silencio volvió a llenar la sala, y esta vez fue MJ quien lo rompió cambiando de tema.

-Bueno Miles, y cuando nos vas a traer a… mmmmm- Dijo pensando un poco el nombre hasta que dio con él.- Laurie, ¿no?

Miles seguía pensando en Oscorp y en todas las posibles consecuencias, y tardó unos segundos en reaccionar ante la pregunta, pero en cuanto pensó en Laurie se le iluminó el rostro.

-Laurie si, aun no le he hablado de vosotros, pero estoy deseando hacerlo, o sea, conoce mi vinculo con Spiderman, pero no con Peter. Os prometo que la próxima vez intentaré traerla.- Dijo sinceramente.

-¿Y tú Ben?- Dijo MJ cambiando la mirada de uno al otro.

-¿Yo?- Dijo Ben pensativo, y entonces sonrió.- Sin chica, trabajo basura, pero con Spiderman, la suerte Parker es toda mía.

Todos rieron ante el comentario.

---

Aparcamiento solitario, Bronx, New York.

Los gritos de una chica resonaban con gran intensidad mientras su novio era apaleado por cinco hombres armados con bates de béisbol, pero en aquel barrio daba igual cuanto gritaras, la ayuda nunca llegaba.

-¿Que no toquemos a tu chica? ¡¿Que demonios te creías que iba a pasar pringado?!- Dijo uno de los macarras golpeando con tal fuerza que el bate le saco un diente al muchacho, que calló inerte al suelo.

Era imposible saber si el muchacho seguía vivo o muerto, pero eso no detuvo los golpes y patadas mientras otro de los agresores se acercaba a la chica riendo. Pero la sonrisa se le transformó en asombro cuando una espada surgió de su pecho, un segundo después estaba muerto, y la chica gritaba aun más.

-Esta no es mi misión, pero no puedo quedarme de brazos cruzados viendo como la escoria como vosotros sigue con vida.- Dijo la figura encapuchada de la espada.

El encapuchado no era demasiado alto ni corpulento, vestía totalmente de oscuro, y usaba una cazadora de cuero con capucha y unas gafas de sol para ocultar su identidad.

-¡¿Que cojones te pasa a ti?!- Preguntó uno de los hombres asustado al ver el cuerpo inerte y sangrante de su compañero.

Con un rápido movimiento decapitó a otros dos de los hombres, y atravesó el corazón de un tercero.

-No… no es justo…. ¡tienes una espada!

-No creo que vosotros hayáis sido muy justos con él…- Dijo mirando al muchacho del suelo.- Pero tienes razón… Toma…

El encapuchado le lanzó su espada, pero al intentar cogerla el matón se cortó con el filo y esta se le cayó. Aun así hizo caso omiso de la herida y recogió la espada con una sonrisa.

-Ahora verás monicaco…- Dijo con una sonrisa siniestra.

El hombre lanzó dos furiosos espadazos, pero el encapuchado los esquivó con facilidad. Acto seguido dio un salto mortal por encima del hombre y le cogió la cabeza retorciéndole el cuello hasta que sonó un leve crujido, como el de una rama seca quebrándose.

Sin decir ni una palabra el encapuchado cogió su espada y se fue.

---

SPIDERCUEVA

Bueno, pues tenemos un primer capítulo cortito y autoconclusivo, aunque ya voy mostrando pistas para futuros capítulos, como vemos en la última escena.

Mi objetivo con este capítulo era simplemente dejar claro en que punto tenemos a los personajes principales, aunque el elenco de secundarios se expandirá en un futuro. Y en fin, que sirva como un nuevo inicio, por si alguien quiere empezar a leer desde aquí, aunque recomiendo leer la anterior etapa arácnida que nos deja con buenos momentos, o la miniserie de Kaine, que estaba muy entretenida.

Mi intención con la serie es no sacar números hasta que tenga los arcos finiquitados, por lo que no esperéis el número 2 para el mes que viene, además intentaré contar con portadas originales, a ver en que queda la cosa.

También quiero intentar que nuestro amistoso vecino cuente con una serie regular, ya que lleva algún tiempo bastante olvidado, ¡y es algo que no podemos permitir!, no por nada es uno de los principales baluartes de Marvel, si no el principal. A ver si consigo dejarlo donde se merece en MarvelTopia también.

Poco más que decir, este es mi primer número dentro de la sección Marvel de Marveltopia (podéis leer más de mi en DCTopia y nuDCTopia), espero que os haya gustado, y si os queda alguna duda respecto al status quo de Spiderman, podéis preguntar en comentarios :p

¡Un saludo! ¡Nos vemos en el número 2!

Carlos Fortuny