De niño, el hijo de Jack Batallador Murdock quedó ciego a causa de un trágico accidente. Ahora, cuando el sistema legal no resulta suficiente, el abogado Matt Murdock adopta su identidad secreta y se convierte en… Daredevil
#1 – El niño sin miedo
Por Moisés Hassan
Portada de Adrián Suárez
Fecha de publicación: Mes 182 – 6/13
Josh Fukuda es un estudiante de quince años de la Escuela Midtown. Vive en la misma casa donde nació, en el cruce de la 42 con la Décima Avenida, junto a sus padres y a su hermana pequeña Joy.
Takeshi Fukuda, su padre, nació en Tokyo, donde creció y estudio arquitectura, pero obsesionado con el Edificio Chrysler, decidió emprender un viaje para conocer Nueva York. Rápidamente comprendió, que por mucho que se viera antes en el cine o en las revistas, la realidad de la ciudad es embaucadora como una sirena.
Holly Green fue la mujer y a la primera persona que conoció Takeshi al llegar a la ciudad; habían hablado previamente por teléfono para que ella le enseñase la ciudad. Ella había cursado filología japonesa y quería practicar, por lo que se ofreció como guía para Takeshi y un grupo de turistas que fueron a ver la Ciudad que Nunca Duerme.
Aunque Josh a veces se pelea con su hermana, la quiere y la protege más que nadie. Adora a sus padres, le encanta la devoción que sienten ambos por su trabajo aunque no entiende la arquitectura y le cuesta ver a su madre impartiendo clases.
En el colegio, algunos niños se meten con él, le gritan «amarillo» y le recriminan Pearl Harbour, aunque lo único que sepa de ello es a través de la película protagonizada por Ben Affleck. Josh es estadounidense, nació y creció en Nueva York y solo ha visitado Japón en una ocasión cuando fue a visitar a sus abuelos.
Josh detesta que, porque su padre sea japonés, todo el mundo asuma que él es un amante del manga y el anime, y detesta aún más que sea cierto. No puede evitar evadirse en los mundos de ficción que imaginan los autores, y sueña con poder dibujar algo similar algún día. Su manga favorito es «Dr. Slump» de Akira Toriyama. Considera que mucha gente da por sentado al autor puesto que tuvo la obra cumbre del cómic japonés en occidente con «Dragon Ball», pero la imaginación que derrocha en esta obra previa, le resulta divertidísima.
Imitando a sus personajes favoritos, Josh ha terminado desarrollando un talento estupendo para el dibujo y sueña con poder estudiar en la High School of Graphic Communication Arts. La escuela tiene previsto abrirse durante este año y será a tan solo diez minutos andando desde su casa. Holly ya está aplicando para poder obtener una beca que financie sus estudios, aunque los dos tienen trabajo estable, la construcción está bastante parada desde la crisis inmobiliaria y Takeshi sigue adelante con reformas y licencias. Ganan lo suficiente para que no falte nunca de nada en casa, pero los caprichos han ido cesando y ya es bastante cara la educación en Estados Unidos, como para poder acceder a una escuela privada sin beca.
Las cosas ya estaban bastante complicadas antes del accidente.
Todo ocurrió hace cuatro meses, dos semanas, tres días y doce horas, desde entonces Josh no ha podido leer un solo manga. Ese fue el día que Josh perdió la vista.
No fue nada épico. No salvo la vida a nadie, no se le derramo residuos radiactivos, no hubo ningún alienígena, ni sacrifico una parte de sí mismo para obtener un poder especial. No, fue un proceso rutinario y doloroso.
Ocurrió durante una excursión a una fábrica industrial. Randy Gallagher considero bastante divertido echarle metanol en la botella de agua a Joshua. La profesora no se enteró hasta que fue demasiado tarde, estaba demasiado ocupada consultando su correo en el móvil y los empleados no pusieron las medidas adecuadas para alejar a un niño travieso del combustible industrial.
Los médicos pudieron intervenir pronto impidiendo para frenar la muerte del joven, pero ya había afectado a la vista y no se pudo hacer nada.
Con efecto inmediato Randy fue expulsado del colegio y la profesora fue sancionada, pero a vista de Takeshi Fukuda fue un mero arreglo para eximir al colegio de responsabilidades. Él sabe que tienen que tener todas las licencias en regla y proveer de acceso para discapacitados en todas sus obras y la administración es extremadamente estricta en ello, por lo que no piensa transigir una negligencia semejante cuando su hijo es el afectado.
Entiende que Gallagher hizo una travesura, pero era responsabilidad de la profesora estar pendiente de esos asuntos, sobre todo cuando se les lleva a un lugar tan peligroso que no cumple las normativas vigentes de seguridad industrial.
Para él la vida de su hijo es lo primero y agradece a los médicos el servicio dado, pero no va a transigir en lo demás.
El proceso se está alargando más de lo debido, y aun no tienen cita para los juzgados. Durante este tiempo, Josh ha estado en casa con un profesor particular para aprender a leer en braille y Joy ha abandonado el colegio por obligación de sus padres, se ha tenido que ir a uno más alejado de su casa, lejos de sus amigas.
Han podido permitirse un nuevo colegio gracias a contar con un abogado que se ofreció a llevar el caso completamente gratis, encargándose incluso de los costes del juicio. Únicamente ha exigido como honorarios que un diez por ciento del dinero obtenido tras la resolución del juicio, sea destinado a un colegio de niños invidentes, si la resolución es positiva.
El abogado se llama Matthew Murdock, y es también ciego. Cuando conoció a Josh, a este no le hizo mucha gracia y no termino de fiarse de él. Josh siempre se fijaba en los rostros para saber si alguien estaba mintiendo o no y como ya no puede hacerlo, ha perdido parte de su instinto.
En la primera reunión, Josh permaneció callado, mientras Matt contaba cómo debían proceder para ir preparados al juicio. Al final de la misma, se acercó y dijo con un tono seguro y tranquilizador:
– No tengas miedo. Todo va a salir bien.
La estancia de Josh en el hospital fue bastante tranquila. Él estuvo relajado durante todo el tiempo, estaba demasiado triste como para perder la calma. Además de Murdock, Josh recibió dos visitas fuera de lo común.
Por un lado, Harold Saxon, candidato a Alcalde de Nueva York presento sus respetos a la familia Fukuda, ofreciendo su ayuda en el caso de ser necesario. Esto fue una prueba de la trascendencia mediática de lo ocurrido.
La otra visita inesperada fue de Randy Gallagher, se sentía fatal por lo que había ocurrido, nunca pensó que le fuese a hacer tanto daño. Vino acompañado por su hermano mayor Brian, quien le amenazó con no volver a dirigirle la palabra a no ser que se disculpase. Randy le explico a Josh que se sintió presionado a hacer esa gamberrada, y que lamenta mucho lo que había hecho.
Josh sabía lo crueles que podían ser los niños y quiso despachar rápido a Randy, pero Brian insistió en que debía disculparse correctamente. El resto de días de la semana Randy siguió presentándose a la misma hora para hacer compañía a Josh. Durante la primera semana, apenas le dirigió la palabra, pero la segunda semana empezó a descubrir cosas de Randy que le sorprendieron mucho.
Desde hace ya tres meses, Josh y Randy son muy buenos amigos, y comparten todo tipo de anécdotas.
Fueron meses muy duros para la familia Fukuda. Holly tuvo que faltar varios días a sus clases para poder cuidar a Josh y sobre todo para preparar todo lo necesario para el juicio. A Joy no le hacía ninguna gracia todo lo que estaba ocurriendo, le daba pena la situación de su hermano, pero haber dejado el colegio y salir en los periódicos no resulta cómodo para una niña de doce años. Por su parte, Takeshi perdía los nervios el tener que lidiar con tanto trámite burocrático para velar por el bien de su hijo, además se sentía desamparado por primera vez desde que llegó a la ciudad.
A pesar de la desconfianza de Josh, de no haber sido por la presencia de Murdock y su compañero Foggy Nelson, la situación hubiese sido mucho más complicada, tanto que no querían ni planteárselo. Takeshi estaba contento por el servicio que les prestaba, Murdock era una persona sabia que conocía las costumbres japonesas y las respetaba, en ningún momento dudó de la familia, ni de su honestidad. Era un profesional del derecho y lo demostraba, todo un privilegio verle en acción.
Por otro lado, no solo hacía su trabajo si no que se preocupaba de ofrecerles un trato personal. Un par de veces, tuvieron un almuerzo familiar con las esposas de Matt y Foggy: Karen y Elizabeth. Fue bastante agradable, Matt preparo un pollo con ciruelas estupendo acompañado de arroz basmatí.
La presencia de Matt, tranquilizaba mucho a Holly, quien cuando se enteró de lo que le ocurrió a su hijo, sufrió una pequeña crisis de ansiedad. Pero gracias al abogado, no solo comprendió que podrían ganar el caso y ayudar con el dinero a su hijo, sino también que Josh podría tener una vida plena a pesar de ser invidente.
Matt era una persona independiente, era capaz de leer el papel impreso mediante el tacto y distinguir con quien estaba hablando por el sonido de su voz. No tenía ninguna necesidad de ayuda, aunque cuando estaba con Karen, entraba siempre agarrado de ella, como si fuese el pilar sobre el que se sostenía. Holly estaba convencida de que era un mero convencionalismo, y que servía mas para Karen que para Matt.
Holly se imaginaba como sería la vida de su hijo una vez pudiese sacar partido al resto de sus sentidos tal y como hacia Matt, pero sabía que ello requeriría varios años de práctica y esfuerzo. A pesar de ello, la partía el alma pensar que Josh no fuese capaz de volver a dibujar, porque la escritura se puede realizar mediante un teclado, pero ¿cómo podría coger un lápiz si no sabía el resultado de lo que hacía?
Josh siempre había sido un niño introvertido, con muchas capacidades propias aún por descubrir. Pero le estaba costando mucho a adaptarse a su nueva condición. Un chico de su edad debería estar aprendiendo gramática, historia y límites matemáticos, no a leer en braille. No era nada fácil y aunque el profesor que tenía era bueno, no terminaba de cogerle el punto.
De la misma manera, le resultaba aun complejo poder distinguir quien le hablaba, por la voz. A sus padres y a Joy les distinguía con bastante facilidad, pero incluso a sus amigos les resultaba difícil. A pesar de que eran pocos los que fueron a verle al hospital. No sabía si no habían ido porque no habían podido, porque les resultaba difícil verle así, o porque ni les importaba. Aunque tampoco quería pensar mucho en ello.
Le preocupaba enormemente, no poder volver a coger un libro y ver las palabras, ver la cara de Jessica Biel, ver capítulos de «Los Simpsons»… ver a su madre riendo, a su padre sentirse orgulloso de sus hijos o a su hermana alegrarse al abrir los regalos que recibe cada año. Había dejado a medias «El guardian ante el centeno» y ya no sabría cómo acabaría «One Piece».
¿Se le olvidarían las caras de sus padres?
Eran demasiadas cosas las que rondaban por su cabeza y le quemaba tener que dedicar el tiempo a cosas del juicio, porque estaba convencido de que no iban a ganar e incluso, si ganaban no iba a cambiar nada. Los niños seguirían siendo crueles, los profesores irresponsables, las empresas maximizadoras de beneficio no invertirán en poner más seguridad y los abogados solo querrían fama. La familia seguiría teniendo deudas médicas y el seguiría sin recuperar la vista.
En ningún momento se llegó a plantear, ni en su extensa imaginación, la probabilidad de volver a recuperar la vista. Es irreal, por supuesto, pero para un niño de quince años no debería serlo y menos en una ciudad como Nueva York. Si se ha visto a héroes volver de la muerte, ¿por qué no iba a poder un niño recuperar la vista?
Se preguntaba porque ningún héroe le había ayudado. Piensa que es por vivir en «La cocina del infierno», un lugar al que no parecen querer ni acercarse. Supuestamente, el barrio tenía un defensor propio, pero Josh nunca le había visto. De hecho, solo había visto una vez a Spiderman, en una pelea contra el Electro, pero tampoco pudo ver demasiado, puesto que la policía había acordonado la zona, para que nadie se acercase al villano y saliese herido.
Joshua Fukuda no era consciente de que el primer lunes del mes pasado, sería el día en que todas sus preocupaciones desaparecieran.
Randy sacó a Josh de casa para dar una vuelta, quería enseñarle una tienda de música, que le había recomendado su hermano. Brian pensó que sería estimulante para Josh conocer otros estilos de música y disfrutar de este arte en todo su esplendor. Además, les venía bien a ambos salir un poco de casa, puesto que últimamente estaban un poco enclaustrados.
En el camino, pasaron por el Clinton Park donde empezaron a oír mucho ruido, y Randy alerto a Josh de un gran incendio que estaba teniendo lugar. En el centro del caos, estaba una figura reinante rodeada de leones. Todo era bastante extraño, Randy no entendía que hacia Spiderman creando esa catástrofe.
La situación no hizo más que empeorar, pero a Josh le extrañaba mucho esa situación, puesto que no solo escuchaba gente gritar y no sentía ningún calor como el que debería provocar el supuesto incendio. Pero entonces, algo ocurrió.
No parecía que fuese a atacar a la gente, como estaba haciendo Spiderman, si no a salvarles. Josh reconoció los pasos de una figura que se posó al lado de los dos jóvenes
El guardián de la cocina del infierno.
El hombre sin miedo.
Era Daredevil.
Randy no cabía en su sorpresa y antes de lanzarse a la acción tuvo tiempo para tranquilizar a los niños. Se acercó y les dijo:
– No tengáis miedo. Todo va a salir bien.
El mundo de Joshua Fukuda dio un vuelco radical. Le habían confesado un secreto, y además uno muy importante. Matthew Murdock, el abogado que les estaba llevando el caso, era Daredevil y a su propia manera, se lo había revelado a él.
A partir de ese momento, un mundo de posibilidades se abrió para el joven. Su ceguera ya no iba a ser una discapacidad, si no que estaba dispuesto a convertirlo en una habilidad, que sería capaz de perfeccionar.
Si un invidente como el, era capaz de luchar contra el crimen y de llevar una vida profesional sin problemas, él no iba a ser menos.
Era su secreto. Y no estaba dispuesto a compartirlo con nadie.
Randy estaba demasiado perplejo viendo la batalla en la que Daredevil tumbó a Spiderman, quien cayó de golpe, adoptando su imagen real. Era Misterio, el villano del hombre araña, había interpretado su papel para desprestigiar a su némesis.
Misterio había realizado una escenografía típica de una gran producción, creando la ilusión visual. Por eso a Joshua le resultaba compleja entender la situación. ¿Por qué había fuego y no olía nada a quemado?
Ese fue el día en que Joshua empezó su segunda vida.
Su familia se dio cuenta de un cambio significativo en la actitud del primogénito. Ahora tenía más confianza en sí mismo que nunca, y empezó a confiar en Matt Murdock y sobre todo en Randy. Algo dentro le decía que no era solo por quedar bien, si no que Randy de verdad se lamentaba de lo ocurrido y quería solucionarlo.
En la última semana, tuvo lugar el juicio. No solo salió a testificar por lo ocurrido Josh, si no también Randy, un obrero de la fábrica que Matt había convencido y un inspector de seguridad que informo de las irregularidades que tuvieron lugar en la visita por ambas partes.
Matt llevo una acusación bastante moderada, sin ir a hacer daño, pero que dejó a los acusados sin respuesta en repetidas ocasiones. Matt fue el encargado de dar la cara, pero en ningún momento dejo de lado a su inestimable amigo Foggy quien realizó una excelente labor de investigación, además de dar la cara ante la prensa, sin resultar sensacionalista.
Como era de esperar los Fukuda ganaron el juicio. Consiguieron el dinero que solicitaron para cubrir los gastos médicos y una cantidad por daños y perjuicios, que destinaron por completo a la asociación que sugirió Matt (en torno a un treinta y cinco por ciento del total percibido).
Su idea no era lucrarse con el juicio, tenían demasiado orgullo para ello. Solo querían cubrir los gastos que no cubriría el seguro y además esperaban que algo así no volviese a ocurrir.
El circulo mediático desapareció rápidamente y la familia pudo seguir sus planes rutinarios, aunque Josh tenía hoy otros planes distintos.
Espero a que todos estuviesen dormidos, se acercó al balcón y susurro: «Daredevil».
Lo susurró varias veces, hasta que pasados tres minutos, el héroe escarlata apareció ante él. Daredevil, tendió la mano al joven para después agarrarle bien del cuerpo y llevarle hasta el tejado de su edificio. Josh no se creía lo que estaba pasando, pero al sentir la brisa fría en su cara.
– Antes de que digas nada: No voy a entrenarte para ser un superhéroe. Voy enseñarte a aprovechar tus otros sentidos y con el tiempo no vas a echar de menos la vista. Para empezar la lección, quiero que te concentres, te olvides del ajetreo que se oye de los ruidos abajo y me digas, que nos rodea.
Al instante, Matt permaneció en silencio, para que su alumno pudiese escuchar con atención. A pesar de la frustación inicial, Josh se hizo consciente de que esta sería su prueba de fuego y actuó en consecuencia. Un nuevo mundo se abrió ante el en ese instante. Oyó el aleteo de un pájaro en el edificio de enfrente, un gato moviéndose en su el portal de su casa y, sobre todo, el bastón que su maestro estaba lanzando contra él.
CONTINUARÁ…
Bueno, no puedo decir que me sorprenda el número (ya lo había leído), así que tampoco puedo decir que sea un comentario repentino, que hace ya algunos meses que lo leí. Como he dicho con Caballero Luna, me parece genial que Daredevil vuelva a tener coleccion regular (Moi, confio en ti), y me parece un punto de arranque muy original para la nueva etapa, descentralizar la atención del héroe y recurrir a su entorno para contar una historia independiente. Un consejo: pon muchos párrafos de diferentes colores, al jefe le encanta… 😛
Dejando aparte que te odio por poner los textos de DD en rojo, por lo demás buen número, hay que ver qué planeas hacer con el chico. ¿Un sidekick a la vista?
DevilBoy :p
Buen número, eso sí, sin nada de acción pero con mucho sentimiento jejeje, a ver como continuamos esto!!! ^^
Lo lamento, pero si queréis ver acción, iros a la futura «Outsider», puesto que en Daredevil de momento va a estar un poco calmado 😀
Gracias por todos los comentarios, me alegro de que os haya gustado. No va a ser devilboy tranquilos 😀