Generación-X #47

generacionx47La nueva generación de mutantes necesitaba preparación para enfrentarse al mundo que les rodeaba. Por eso nació la escuela de Generación-X situada en la Academia Xavier, Massachussets. Regida por Emma Frost, antigua Reina Blanca y Banshee, un ex hombre-X, ha intentado estar a la altura de las circunstancias.

#47 – La matriz Asgard III
La ecuación divina

Por Tomás Sendarrubias


Fecha de publicación: Mes 180 – 4/13


Hace unas semanas, Svartalfheim.

-Vendrán…

Las palabras de Malekith cayeron como nieve gélida sobre el campo helado en el que se encontraba. El señor de los Elfos Oscuros se encontraba erguido en un claro, rodeado de inmensos robles y alerces, fuertemente enraizados en la tierra y cuyas ramas se extendían enredándose unas con otras creando un vasto tapiz de sombras que impedía que la luz se la Luna tocara una sola brizna de hierba. Había dos palmos de nieve cubriendo el suelo, Malekith estaba cubierto de ella hasta más arriba de los tobillos, aunque no sentía el frío. Sus ojos centelleaban como trozos de hielo limpio en la oscuridad del bosque, el negro corazón en el centro del reino de los Elfos Oscuros. Tras él, escondidos en las sombras de la noche, había una docena de Svart Alfar, armados con arcos casi tan altos como ellos y afiladas espadas con el acero empapado de veneno negro, opacas para no revelar su posición bajo la luz de la Luna. El viento frío agitó el cabello blanco de Malekith, que onduló y volvió a caer sobre sus hombros, mientras comprobaba que las runas estaban correctamente talladas en los árboles a su alrededor. Doce runas de protección que aseguraban que el parlamento que allí se desarrollaría no llevaría ningún peligro para el Rey de los Elfos Oscuros, pues aunque Malekith tenía esperanzas puestas en ese encuentro, no era tan estúpido como para confiar en unos aliados así.

-Mi señor…-siseó uno de los Elfos, acercándose al Rey-. Han pasado cuatro ciclos desde que….

-Silencio-ordenó Malekith, y una estrella fulguró con más fuerza en el cielo-. Como dije… vienen.

La estrella que había titilado con más intensidad pareció hacerse mayor en el cielo, hasta que los Elfos Oscuros tuvieron una clara sensación de caída, como si un meteorito cayera sobre ellos. La luz inundó el cielo del bosque, y los Elfos, acostumbrados a la Oscuridad, tuvieron que cubrirse los ojos, incluso el rey Malekith, cuyos ojos lagrimeaban, cegado por el resplandor. Cuando la luz desapareció y los Elfos Oscuros pudieron volver a abrir los ojos el resplandor del cielo se había extinguido, y en el centro del claro, a menos de diez pasos de Malekith se encontraba la criatura a la que estaban esperando. Los Elfos Oscuros la examinaron, una forma bípeda de cerca de dos metros de altura, de color cobrizo y con un rostro que se asemejaba a una extraña mezcla entre un caballo y un lobo. Líneas negras recorrían su piel de reflejos metálicos, como rastros de viejas quemaduras, provocando un curioso efecto luminoso, como si la Luna iluminase las líneas de un viejo mapa.

-Llegáis tarde-dijo Malekith, y la criatura asintió, emitiendo un gruñido que podía haberse asemejado a una risa-. Nadie hace esperar al Rey Elfo.

-Soy Shimtar-respondió la criatura, como si aquello fuera respuesta suficiente. Malekith asintió, aunque aquello no se asemejaba para nada a una disculpa o explicación.

-Eres el enviado, ¿no es cierto?-continuó diciendo Malekith-. Tus líderes me prometieron…

-No hay líderes en Falange, todos somos Uno-respondió Shimtar, con un tono completamente aséptico. Sus ojos dorados se clavaron en Malekith, y el Rey Elfo notó cierta inquietud.

-Bien. Vuestros emisarios se comprometieron a ayudarnos a tomar Asgard y a apartar a Odín del trono-afirmó Malekith-. Nuestra palabra es Sí. Podéis traer a vuestro ejército, yo os dirigiré contra los Aesir…

-Hay algo que debéis saber, Malekith de Svartalfheim-le interrumpió Shimtar, haciendo que los Elfos Oscuros musitaran palabras de descontento, nadie trataba así a su rey-. Nuestros emisarios os dieron un objeto, un transpondedor, con el que podríais contactar con nosotros para darnos vuestra respuesta. Cuando conectasteis ese objeto, asumimos que vuestra respuesta era sí. Nuestro ejército está ya aquí.

-Que eficientes-masculló Malekith, y algo semejante a una sonrisa se trazó en los labios afilados de Shimtar-. La alianza entre Falange y Svartalfheim…

-La Falange envió emisarios semejantes a otros reinos. Svartalfheim ha sido sólo el primero en contestar.

-¿A los otros reinos?-preguntó Malekith aturdido.

-Sí. Sólo necesitábamos que uno de ellos activara el transpondedor para localizar la señal y anular cualquier defensa que nos impidiera entrar en vuestro reino. Simplemente, habéis sido los más codiciosos. Lamento el retraso, Rey Elfo, nuestras fuerzas estaban en vuestra ciudad. Svartalfheim ya pertenece a Falange.

-¿Qué? ¡No!

Shimtar alzó una mano y docenas de flechas volaron de las manos de la criatura para alcanzar a los Elfos, ignorando las defensas mágicas del bosque. Malekith se sentía débil, y trató de alzar sus manos para responder con un poderoso hechizo, pero la magia se negaba a acudir a él. Sus seguidores se convirtieron en cenizas, mientras la piel de Shimtar brillaba más, y sus ojos parecían más vivos, más depredadores.

-Falange necesita alimento. Vuestra magia lo es. Los Elfos lo sois. Vos… podéis ser útil a la Unidad de otra manera.

Malekith trató de  huir, pero unos zarcillos tecnorgánicos se lo impidieron. Notó el sonido de Shimtar tras él… y luego, una luz resplandeciente le cegó mientras gritaba.


Ahora, Asgard, el Fresno Mundial.

-Una jodida Torre de Babel-masculla Emma, mirando el inmenso Fresno que se alzaba ante ellos, completamente cubierto de la materia tecnorgánica de Falange, que aún resplandecía por la energía absorbida a una docena de gigantes y otras criaturas que acababa de sintetizar como alimento, tomando toda su energía. De ellos, apenas quedaban los restos quemados de cenizas tecnorgánicas.

-Tenemos que avisar a la Patrulla-X, al Señor y la Señora Summers…-balbucea Vaina, recordando su cautiverio en manos de Falange algunos años atrás junto a M, Pellejo, Sincro y la fenecida Destello (1). Entonces, Falange había conseguido capturar a casi todos los miembros de la Patrulla-X, y Banshee, Júbilo, Emma Frost y Dientes de Sable habían liberado a Paige y los demás. Ya entonces Falange había estado a punto de cumplir su objetivo… y ahora, Paige sentía una pesada sensación de déja vù. Notaba los latidos del corazón a flor de piel, y notó que Billy tiraba de su manga, señalando hacia un punto en la altura de la Torre de Babel. Al menos una docena de figuras eran distinguibles allí en el centro de la enorme construcción que amenazaba con devorar el Yggdrasil.

-Thor-dice Emma asintiendo. Allí aparecía, recubiertos por la amalgama tecnorgánica de la Falange, Thor y otros de los dioses de Asgard, convertidos en simple alimento o fuente de energía para aquella enorme maquinaria. Lady Sif, Volstagg, Hogun, Fandral, Balder, Amora…

-Si han podido hacer eso con Thor podemos directamente saltar al primer pozo tecnorgánico que Falange nos tenga preparados-gruñe Billy, y Kelda hace un mohín, clavando sus hermosos ojos azules en él.

-Oh, no, William-gimotea ella, apoyándose en el hombro del muchacho-. Si perdemos la esperanza… ¿qué nos queda?

-Nada-replica él, abrazándola-. Realmente nada. Señorita Frost, me temo que yo soy nuevo en todo esto… ¿Podemos hacer algo?

-Quizá si los Vengadores, los Cuatro Fantásticos y la Patrulla-X nos respaldaran podríamos hacer frente a esto. Nosotros solos no. Esa cosa que cubre el Árbol del Mundo es lo que llaman una «Torre de Babel», una gigantesca antena con la que los miembros de Falange llaman a los suyos. Y si ya han tomado Asgard y el Yggdrasil, no tardarán en poder extenderse al resto de los mundos, incluyendo…

-Incluyendo la Tierra-dice Billy y Emma asiente-. Kelda, ¿sabemos cómo empezó todo esto?

-Con él-afirma ella, señalando hacia la base del Árbol-. Con Malekith.


Castillo de la Encantadora.

-¡Las defensas de este sitio no aguantarán otro golpe como ese!-exclama Michael van Patrick, situado en una de las almenas de la torre de vigilancia de la Fortaleza de la Encantadora. A pesar de que Amora no estaba y los «invasores» aun no identificados sobre los que Kelda había avisado a los muchachos parecían drenar toda la magia, el sitio aún tenía ciertas barreras contra «invitados extradimensionales». Una docena de barcos de extraño aspecto habían llegado a las recortadas costas situadas frente al castillo, y habían desembarcado su macabra carga, centenares y centenares de cadáveres caminantes y perros de grandes colmillos y cuya saliva caía ácida sobre el suelo, con hocicos que destilaban fuego infernal. Y tras ellos, aparecía una figura oscura, regia, siniestra…

«Hela» había dicho el Hombre de Hielo, reconociendo de inmediato. Sabían que Muspellheimn y Jotunheimn habían liberado a sus ejércitos sobre Asgard, y ahora parecía que Niflheim también había abierto sus puertas para aprovecharse de la debilidad de los Aesir. Los muertos caminaban hacia Asgard, dispuestos a ocupar el lugar que hasta ese entonces habían ocupado los Aesir y los Vanir, las Valquirias y los Einherjar.

Obviamente, el ejército muerto viviente no podía hacer demasiado contra las barreras mágicas de Amora, pero el sabueso infernal que parecía encabezar aquel ataque… eso era otra cosa.

-¿Qué cojones es eso?-había preguntado Júbilo cuando lo habían visto aparece, grande como un elefante, y con unos colmillos que parecían dagas supurantes de fuego.

-Garm-había dicho Michael-. El Perro del Infierno, el sabueso de Hela.

-Pues estupendo-murmuró Júbilo, observando desde arriba como las tropas de los muertos intentaban rodear el castillo.

Eso había sido algunas horas atrás, y en algunos momentos Júbilo había pensado que se marcharían y les dejarían tranquilos, pero poco a poco, los muertos habían comenzado a asediar el castillo, para sorpresa de sus escasos ocupantes.

-Creen que hay alguien importante dentro-gruñe Bobby, encogiéndose de hombros-. Si Hela supiera quien está aquí, se moriría de risa otra vez y seguiría hacia delante, dejándonos rodeados de un pequeño grupo de su versión del Amanecer de los Muertos mientras se iba a hacer cosas realmente importantes. Pero la magia de Amora resiste y ella debe creer que Thor, o Amora, o Sif, o Odín o alguien así se ha refugiado aquí. Y no le hará mucha gracia ver que no es así.

-Quizá nunca se entere-dijo Sincro.

-Se enterará cuando entre y nos aplaste a todos-masculla Bobby, sombrío, y Everett y Nezhno se miran, abatidos.

-Venga ya-replica Júbilo, apareciendo de un salto-. Si Lobi estuviera aquí, ya estaríamos decapitando muertos vivientes. Salgamos ahí y demos a esos muertos una buena paliza que les den ganas de volver a sus tumbas. Los gigantes de fuego a lo mejor nos pueden, los de hielo también… ¿pero los muertos?  Son lentos y poco listos.

-Y ella es Hela, la diosa de la muerte. Con mirarte mal, lo tiene solucionado, Júbilo.

-El Perro grande vuelve-dice Michael-. Si vamos a hacer algo, será mejor que lo hagamos ya.

-¡No podemos hacer nada!-grita Bobby, y en ese momento, Nezhno da un golpe en la mesa de la sala haciéndola rechinar.

-¡No es para eso para lo que la Señorita Frost nos dejó aquí con usted, señor Drake! ¡Se supone que tiene que protegernos, no decirnos que vamos a morir!

-Si Lobi…

-¡Cállate Júbilo!-continúa Nezhno-. ¡Estoy cansado de escuchar esa frase! Tengo una casa, y amigos, y familiares a los que quiero volver a ver aunque no estoy muy seguro de si ellos me quieren volver a ver a mí. Y me da igual si son muertos vivientes, dragones u hordas de orcos lo que viene a comernos, ¡no voy a ponérselo fácil! Así que, dígame, Señor Drake. ¿Podemos hacer algo o nos tumbamos y dejamos que nos aplasten?

Se escucha un crujido como de mil cristales rotos, y en su interior, todos son conscientes de que Garm ha conseguido romper la barrera mágica de la Encantadora. Los gritos y aullidos de los muertos comienzan a escucharse por los pasillos mientras Garm y su camada de Perros del Infierno se sitúan como avanzadilla. Las puertas principales del castillo estallan en una lluvia de astillas, y finalmente el Hombre de Hielo asiente.

-¡A las Torres!-ordena, pero Sincro niega con la cabeza.

-¡Señor Drake yo puedo ayudarle!

-¡No!-ordena de nuevo-. ¡A la Torre! ¡Nezhno, si quieres volver a ver a los tuyos, llévatelos de aquí!

-Pero señor Drake…

-Vamos Ev-ordena Nezhno, cogiendo a Sincro por los hombros y apresurándose a subir las escaleras, con Michael y Júbilo corriendo ante él.

Cuando está seguro de encontrarse a solas, Bobby Drake mira hacia la puerta, y su cuerpo parece crujir mientras se convierte en hielo. La propia habitación comienza a congelarse, y cuando la puerta estalla debido al frío, el Hombre de Hielo grita y se desliza a toda velocidad por los pasillos dispuesto a enfrentarse al ejército de los muertos y a la propia Diosa de la Muerte.


Al pie de Yggdrasil.

-¿Qué hacemos?-pregunta Vaina, y Frost hace una señal con la mano para que espere.

-Estoy tratando de entrar telepáticamente en una de esas cosas… -dice Frost señalando hacia la Torre de Babel-. Lo que Falange hace es tratar de anular la individualidad de las criaturas a las que toma. Yo quiero reforzarla y…

ALARMA ALARMA ALARMA ALERTA DE PENSAMIENTO INDIVIDUAL. ENTIDAD/PERSONA/CARBONITA EN ÁREA YGGDRASIL/DESIGNACIÓN ARBOL DEL MUNDO/DESIGNACIÓN MUNDO 1 A.K.A ASGARD. ALARMA ALARMA ALARMA ALERTA DE PENSAMIENTO INDIVIDUAL…

Genial-gruñe Frost-. Absolutamente genial.

-Supongo que era cuestión de tiempo-replica Billy, mientras una docena de criaturas tecnorgánicas parecen liberarse del Árbol del Mundo, y dirigirse hacia ellos, criaturas con aspecto lupino, que olisquean el aire, con sus ojos resplandecientes con un brillo rojizo.

-ENTIDADES MUTANTES IDENTIFICADAS EN BASE DE DATOS FALANGE: CODNOMEN EMMA FROST, AMENAZA DE NIVEL ALFA, CODNOMEN PAIGE GUTHRIE, AMENAZA DE NIVEL GAMMA…

-Eso me ofende-gruñe Paige, mientras con un tirón se arranca la piel en jirones enteros para mostrar un cuerpo hecho de piedra, dispuesta a luchar con los miembros de Falange.

-…CODNOMEN DESCONOCIDO, AMENAZA DE NIVEL DESCONOCIDO. ENTIDAD ASGARDIANA, CODNOMEN KELDA DE LOS AESIR, AMENAZA DE NIVEL: NO REPRESENTA AMENAZA PARA FALANGE. ABSORBER Y ASIMILAR.

Los lobos tecnorgánicos ubicaron finalmente a los cuatro «visitantes», y corrieron hacia ellos, cruzando la plaza con unos sonidos sorprendentemente amenazadores y lupinos.

-¡Abajo!-grita Paige cuando el primero de los lobos salta sobre ellos, chocándose con ella, convertida en una mole pétrea. Su puño impacta con el morro de la criatura, que restalla al romperse el material tecnorgánico de la criatura. Kelda grita cuando otro de los lobos se acerca a ellos mostrando unos afilados colmillos con el color del silicio quemado, pero el lobo de pronto se detiene, con la mirada aturdida. Kelda y Billy miran hacia Emma y ven una gota de sangre deslizarse desde la nariz de la mujer hacia su boca.

-He entrado-dice Emma, tratando de no ser absorbida por la marea de pensamiento único de  Falange.

Fueralobosfueralobosfueralobosfueralobos…-masculla Billy notando que Kelda se aferra a él con tanta fuerza que le corta la circulación del brazo izquierdo, provocándole un hormigueo. Con un efecto imprevisto, el poder de Billy parece cortocircuitarse con los lobos de la Falange, de forma que estos parecen estallar, con un ruido semejante al de un bol de palomitas en el microondas y haciendo que Emma se vuelva hacia él.

-Eso les ha dolido, William-afirma la directora, limpiándose con el dorso de la mano el hilo de sangre que brota de su nariz, sintiendo el miedo del colectivo Falange al perder a varios de sus miembros así.

-Genial-masculla él-. Pero creo que deberíamos hacer algo más que rechazarles, ¿no?

-¡Señorita Frost!-grita Paige al ver que Emma cae al suelo de rodillas y por un momento, parece que sus ojos centellean con un brillo apagado, como de circuitos-. ¡Billy, haz una barrera o algo así!

-Claro, ¿cómo no?-gruñe él, pero pese al gritito de Kelda pasa a primera línea concentrándose mientras los lobos tecnorgánicos se disponen a rodearles-. Quieroprotecciónquieroprotecciónquieroprotección…             

Los lobos gruñes, y Paige se arrodilla junto a Emma, tomándole las manos a pesar de su forma pétrea.

-Señorita Frost…

-Intentan echarme…-masculla Emma, aferrándose con fuerza a las manos de Paige-. Apartarme o asimilarme y no puedo permitirles ni una cosa ni otra. Es… duro. Pero son… diría que son jóvenes, diferentes de lo que nos atacaron hace tiempo, mucho más desorganizados. Han llegado aquí atraídos por la magia de Asgard, y por una llamada… Por… ENTIDAD EMMA FROST EN PROCESO DE ASIMILACIÓN…

-¡Señorita Frost!-dice Paige, sacudiendo a Emma, que abre los ojos. Un borbotón de sangre mana de su oído izquierdo.

-Malekith les llamó…-continua Emma-. Malekith fue el primero en caer porque él tiene la llave de… ENTIDAD EMMA FROST INDIVIDUALIDAD EXTIRPADA NO HAY MÁS EXISTENCIA QUE FALANGE NO EXISTE NADA MÁS ALLÁ DE FALANGE. OBJETIVO: ENTIDADES AKA PAIGE GUTHRIE AKA WILLIAM KAPLAN AKA KELDA DE LOS AESIR. OBJETIVO PRIORITARIO: ASIMILAR. OBJETIVO SECUNDARIO: MATAR.

-¡No!-grita Paige, cuando Emma Frost parece saltar sobre ella, tratando de agarrarla del cuello mientras un ataque telepático trata de cruzar sus defensas psíquicas como un ariete. Paige trata de retroceder, mental y físicamente al mismo tiempo, mientras pone en marcha los sistemas de defensa que la propia Emma Frost se ha encargado de enseñarle. Imagina muros, a cual más fuerte, mientras golpea con la bota el rostro de Emma, apartándola de ella. Kelda grita al ver a Emma Frost atacar a Paige, y Billy se da la vuelta, mientras el poder telepático de Emma Frost  le golpea como un martillo.

-¡Billy márchate de aquí!-grita Paige, pero Billy niega con la cabeza.

-¡No voy a dejarte aquí, Paige! ¡No…!

-¡Kelda, llévatelo!

-¡Billy, no podemos!

-¡No voy a irme, Kelda no…!

-¡Vete Billy!

-¡Mierda! Quierosalirdeaquíquierosalirdeaquíquierosalirdeaquí…

Cuando Billy desparece, Paige suspira y cede. Y a través de Emma Frost, Falange entra en ella.


Castillo de la Encantadora.

Como un destello blanco, el Hombre de Hielo cruza la amplia galería que da acceso al castillo de Amora, a toda velocidad sobre una plataforma de hielo. Crea un ariete ante él y sale de forma explosiva por un rosetón de la fortaleza, encontrándose sobre el ejército de los muertos de Hela y los lobos de Hel con Garm al frente. Con un grito, Bobby hace que docenas de púas de hielo caigan sobre la explanada del castillo. Un lobo gigantesco trata de alcanzar al Hombre de Hielo, con los colmillos rechinando de fuego, pero una punta de hielo le atraviesa desde la garganta haciéndole caer sobre la nieve en un charco de sangre.

-Drake-sisea Hela, al ver al Hombre de Hielo hacerles frente. No es la primera vez que se encuentra con el Hombre de Hielo en Asgard y siempre ha sido un espíritu que se le ha escapado. No entiende qué hace protegiendo en palacio de la Encantadora, pero tampoco le importa demasiado-. Garm, quiero su corazón.

El Sabueso de Hel gruñe, y con un rugido se arroja, no sobre Bobby, sino sobre la plataforma que le sostiene, haciéndola estallar en docenas de pedazos, y obligando al Hombre de Hielo a extender numerosas columnas de hielo para apoyar su rampa. Las garras de Garm arañan el hielo, y su aliento de fuego golpea de pleno a Bobby, que siente el calor agobiante incluso en su forma de hielo. El hedor y el calor le aturden, y Garm no pierde el tiempo, alcanzándole con un zarpazo que le hace caer al suelo. El Lobo salta tras él, mientras los muertos vitorean la lucha, exaltados. Hela se relame…

Y el suelo estalla junto a Bobby y Garm cuando, como pesadas bombas, Nezhno y Sincro chocan contra el suelo. Garm retrocede pero no puede evitar un poderoso puñetazo en pleno hocico, y gañe trastabillando ante Nezhno, cuyas bandas de vibranium resplandecen con la fría luz del hielo.

-Niños-sisea Hela, recordando a otros niños de Xavier, a Moonstar la Valquiria, a aquellos que más de una vez han frustrado sus planes…  y se siente furiosa.

Sincro conecta con el poder del Hombre de Hielo, y una barrera gélida aparece alrededor de ellos, mientras Nezhno vuelve a saltar sobre Garm, haciendo retroceder al Lobo.

-Le quiero-susurra Hela, fascinada por el poder y la fuerza que puede ver en el alma de Nezhno Abidemi, y su voluntad se extiende por el ejército de los muertos, que tratan de alcanzar a Nezhno con sus manos ganchudas, con sus espadas y lanzas, pero el hielo de Sincro crea estacas que les obligan a apartarse.

-Vamos, vamos…-masculla desde la Torre Michael, observándolo todo, mientras Nezhno y Sincro tratan de escapar con el Hombre de Hielo.

-¡Quiero tu alma!-grita Hela, y Nezhno se detiene en el aire, como atrapado en una red. Grita, y Sincro puede ver como si un holograma oscuro se superpusiera a su rostro, gritando con una voz independiente de la de Nezhno, como si gritase con su cuerpo y con su alma.

Desde arriba, Michael ve un movimiento, y sus manos se cierran como garras sobre la balaustrada.

Una explosión de colores y luz, como fuegos artificiales aparece ante Hela cuando Júbilo, que no debería estar allí abajo, que había seguido a Nezhno y Sincro solo por su cabezonería utiliza sus poderes. El plasma es inocuo para la diosa de los muertos, pero rompe su concentración el tiempo suficiente para que Nezhno escape de sus garras.

-¡Chupa plasma, tía muerta!-grita Júbilo, y de pronto, el grito muere en su garganta. Hela ha perdido demasiadas almas por culpa de los niños de Xavier, por culpa de los mutantes. No habrá una nueva Moonstar.

-¡No!-grita Sincro, y escucha el aullido que Michael lanza desde la torre cuando Júbilo trastabilla y cae.

La joven de ascendencia vietnamita tiembla tratando de llevar el aire a sus pulmones. Quiere pedir ayuda, pero sabe que no hay nadie cerca que pueda ayudarla. Ni Lobi, ni Gambito, ni Tormenta… ni siquiera esa pesada de Kitty Pryde… ni siquiera… Sincro… Paige… Angelo…

¿Dónde están todos en ese momento?

¿Dónde…?

Con un pensamiento perdido, Jubilación Lee muere y Hela, sonríe.


1.- En La Alianza Falange: La Próxima Generación, hace muchos años.

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