Alpha Flight #131

Alpha Flight #131El mundo necesita héroes… Vindicador, Puck, Shaman, Sasquatch, Estrella del Norte, Sombra y Natura son los más grandes de Canadá, son… Alpha Flight.

#131 – Nuevos comienzos
Por Rocket
Portada de Vic Montol


Fecha de publicación: Mes 4 – 8/98


Amanece en Ottawa, el hombre que acaba de despertar se llama Eugene Milton Judd. Apenas se ha vestido cuando llaman a la puerta. «¿Quién será tan temprano?» se pregunta mientras se dirige hacia la puerta. Al abrirla, se encuentra con tres hombres vestidos completamente de negro.

-«¿Eugene Judd?

-«¿Si?

-«Venimos de parte del gobierno canadiense, haga el favor de acompañarnos»


La Universidad Next Flight en Regina, este internado parece normal ante los ojos de los ignorantes canadienses, que no saben ni la mitad de lo que aquí ocurre. Hoy dos estudiantes serán graduados aquí. En el comedor de la Universidad, una chica se despide de sus amigos, su nombre es Anette Couling.

-«Estarás contenta Anette…, hoy vas a graduarte.»

-«La verdad es que sí, llevo mucho tiempo esperando este momento.»

-«Espero que tengas suerte, me han dicho que no pasarás por las divisiones inferiores, vas a ir directa a los grandes.»

-«Ojalá tengas razón, parece un sueño.»

Mientras, en una de las muchas habitaciones, un chico de color, con ascendencia francesa termina de hacer su maleta. Nunca le han gustado las despedidas, piensa, pero sabe de sobra que el motivo de estar aquí solo es que no tiene a nadie que quiera despedirle. Se ha pasado años esforzándose a tope, luchando contra quien hiciera falta para ser el mejor, lo que no le ha hecho ganar ningún amigo, pero, a la vista de su inminente graduación, parece que por fin lo ha conseguido. Su nombre es Patrick Rendudier, pero eso a nadie le importa.


En esta casa de Montreal viven desde hace siete meses James y Heather Hudson. Se necesitarían muchas vidas para pasar por lo que ha pasado esta pareja desde que se conocieron. Abandonaron su antiguo hogar para vivir tranquilos y olvidarse de una vez por todas de Alpha Flight y el Departamento H, parecía que lo habían conseguido, hasta ahora…

-«Heather, tranquilízate, en la carta dice que han cambiado la junta directiva, ya no está el General Clarke, nos puede ir bien…»

-«Me da igual Mac, no pienso volver a tomar parte de Alpha Flight…»

-«Pero nuestro país nos necesita…»

-«Sí, claro, siempre nos ha necesitado y nos ha usado como sus marionetas, me niego a seguirles el cuento otra vez…»

-«¡Oh, mierda!, yo no puedo dejarlo pasar…, lo siento, pero tengo que irme, si me necesitas estaré allí.»

James sale de la casa convencido de que es su deber acudir ante su país, nunca ha prestado la suficiente atención a su mujer y lo sabe, por lo que se arrepentirá de este momento. Heather se queda mirando la puerta, apretando la carta que acaban de recibir de parte del Departamento H hasta que la mano pierde su color por falta del riego sanguíneo, no puede reprimir las lágrimas.

-«Mac, siempre has sido un idealista…»


Los indios, los nativos americanos, casi han desaparecido. De los pocos que quedan la mayoría se ha mezclado con el resto de la población americana, perdiendo sus costumbres y ritos milenarios. Solo unos pocos quedan aislados en reservas como la situada cerca del lago Athabasca, lugar donde ahora se encuentra Michael Twoyoungmen, un hombre que renunció a una prometedora carrera como médico para seguir los pasos marcados por el espíritu de su abuelo. Lleva una semana visitando a unos amigos, y acaba de notar hostilidades en la reserva. El motivo, la intrusión de unos hombres blancos en un territorio donde se les rechaza por los actos cometidos hace siglos que han llevado a estos indios casi al exterminio. Michael casi puede sentir que esos hombres le buscan, porque ¿a quién van a buscar sino en un lugar donde lleva muchos años sin poner el pie el hombre blanco?.

-«Perdonen, solo queremos hablar con Michael Twoyoungmen…»

-«Ese soy yo, ¿qué se les ha perdido aquí?»

-«Disculpe, pero tenemos órdenes de darle esta carta…»

-«¿Del Departamento H?, aquí dice que van a reabrir Alpha Flight, ¿es eso cierto?»

-«Nosotros no sabemos nada, solo tenemos que darle la carta»

-«Está bien, llévenme con ustedes. Tengo que dejarte, Lobo Blanco, cuídate»


Desde la disolución de Alpha Flight1 nadie ha vuelto a saber nada del doctor Walter Langowski, mejor para él. En este laboratorio en Terranova tiene toda la tranquilidad que le da su actual situación, al fin y al cabo, nadie conoce su localización actualmente, ¿o sí la conocen?. Ese ruido en la puerta de acceso al laboratorio… parece como si estuvieran llamando, pero ¿quién está lo bastante loco para adentrarse en esta llanura helada y llamar a la puerta como si fuera el vecino de enfrente?. «Está bien, tendré que abrir», piensa Walter mientras se dirige a la puerta.

-«¿Quién es?

-«Soy yo, mon ami, Estrella del Norte, ¿me recuerdas?»

-«Claro que sí Jean Paul, espera, ahora mismo te abro»

-«Gracias por dejarme pasar, hace fresquito ahí fuera»

-«¿Cómo sabias que estaba aquí?, no se lo dije a nadie»

-«Fue el Departamento H, me mandó aquí»

-«¿El Departamento H?

-«Sí, han reabierto Alpha Flight y quieren que te unas»

-«¿Sigue el General Clarke?

-«No, yo ya me he unido, me prometieron que intentarían que se uniera Mac, Heather, Judd, etc.»

-«Bien, espera que termine mi último experimento y ahora te acompaño»


En un desolado lugar de la isla de Vancouver, se encuentra la Estación de Exploración del Medio Ártico, un edificio realmente grande, pero no es nada comparado con la treintena de niveles subterráneos que se ocultan bajo esta tapadera.

Aquí se encuentra la nueva base de operaciones de Alpha Flight, en el séptimo nivel bajo el suelo se está celebrando una esperada reunión. Aquí se encuentran los nuevos de Alpha Flight: Puck, Vindicador, Shaman, Sasquatch, Estrella del Norte, Natura y Sombra, junto a ellos se halla su nuevo enlace, el General Huntman.

-«Bien, como sabréis el gobierno canadiense ha decidido reabrir el programa Alpha Flight, junto con sus filiales asociados Beta y Gamma Flight. Mi nombre es Huntman, general Huntman, la nueva junta directiva me ha nombrado como vuestro enlace con el gobierno. La mayoría ya os conocéis, pero puesto que también hay nuevos miembros me gustaría que os presentarais vosotros mismos.»

-«Hola a todos, mi nombre es Eugene, pero en combate prefiero ser conocido como Puck«

-«Yo soy James McDonald Hudson, también conocido como Vindicador«

-«Venga, hombre, podéis llamarle Mac. Yo soy Walter y si queréis saber mi nombre de combate solo tenéis que verme transformado.»

-«Jean-Paul, mes amis»

-«Bienvenidos, me llamo Michael y es un honor conoceros.»

-«Hola, gracias por la acogida, como veis soy nueva, mi nombre es Anette, me han asignado el nombre código de Natura y mi poder me permite controlar a los animales.»

-«Patrick o si lo preferís Sombra. Puedo fusionarme con las sombras.»

-«Bien, tras vuestra breve presentación os enseñaré vuestras habitaciones. Debéis saber que esta es vuestra base de operaciones fija, por lo que de ahora en adelante viviréis, comeréis y dormiréis aquí. El gobierno ha invertido una buena suma de dinero en la equipación de esta base, por lo que tendréis a vuestra disposición hasta un submarino. Bueno, se me hace tarde, aquí tenéis una tarjeta de identificación personal para cada uno, os servirá entre otras cosas para abrir la puerta de vuestras habitaciones que están situadas en el nivel 2. Hasta luego».

Tras decir esto, Huntman desapareció en uno de los ascensores, mientras, cada miembro de Alpha Flight se dirigió a sus habitaciones exhaustos por el largo viaje hasta aquí, acordando hablar de lo ocurrido hasta entonces el día siguiente, pues ahora les esperaba una apacible y reconfortante noche.


¿Dónde estaba Heather?, se preguntaba Eugene. Una de las razones de volver a unirse a Alpha Flight era estar con ella, pues sentía hacia ella un profundo amor. Nunca podría decírselo, pues estaba casada con su mejor amigo, pero se sentía tan bien a su lado… Aquella noche apenas pudo dormir, no sabía el porqué, pero su mente se llenó de tantos, y tan entrañables, recuerdos que casi no pudo dar descanso a su mente.


¿Qué había hecho?, ¿acaso estaba loco?, estas preguntas se hacía James McDonald recordando cómo había dejado sola a su mujer. Él realmente la amaba, la amaba más que a cualquier cosa, ¿cualquiera?, no, solo había una cosa a la que amaba más, su país, Canadá. Muchas veces se había reprochado ser un idealista, pero nada podía hacer, uno es como es y es casi imposible cambiar. Se repetía una y otra vez que sería más útil aquí que en su casa, pero en el fondo lamentaba haber tomado esta decisión.


Estrella del Norte estaba tumbado en la cama de su habitación cuando de pronto volvieron los dolores. Parecía que esos extraños dolores habían desaparecido hace un tiempo, pero el caso es que estaban volviendo. No se atrevía a contárselo a nadie, pues no quería alarmar a sus amigos con esos dolores y que luego no se debieran a lo que temía tanto, pero ¿y si era verdad?, ya no creía las mentiras de Loki sobre su origen asgardiano, pero entonces solo podían deberse a una cosa…, ¡no!, no debía volver a pensar en eso hasta que no estuviera completamente seguro.


Michael estaba intranquilo, Elizabeth había vuelto a enfadarse con él y había decidido volver a independizarse. No sabía cómo lo hacía, pero cuanto más unido quería estar con su hija, más distante era su relación. Quizá se debía a sus viejas tradiciones indias que su hija no comprendía por haberse educado en una sociedad tan distinta de la india, quizá por la falta de una madre, para él no era nada sacar cosas de su zurrón mágico comparado con la dificultad de llevarse bien con su hija.


¡Cuánto había echado de menos a Alpha Flight!, para Walter la satisfacción de llevar a cabo un experimento con éxito no se podía comparar con la excitación de estar en el campo de batalla luchando hombro con hombro con sus compañeros de equipo, pero siempre había un hombro al que más se acercaba, el de su compañera Aurora. Todavía estaba enamorado de Jeanne-Marie, ¿sería posible que ahora que se había unido Estrella del Norte, su hermano, se uniera ella?, la verdad es que lo estaba deseando.


Por fin, tantos años de duro trabajo habían valido la pena. Patrick había conseguido formar parte de Alpha Flight, su sueño acababa de ser hecho realidad. Allí estaba él junto a Estrella del Norte, su ídolo. Ambos procedían de Quebec, lugar donde su padres, inmigrantes franceses, se habían asentado hace décadas y donde él nació. Su esfuerzo le había hecho saltar las barreras en que se convertían Beta y Gamma Flight, pues de haber sido ascendido a una de estas subdivisiones, tendrían que pasar otros años de lucha y entrega constante para convertirse en un Alpha.


Al contrario que sus compañeros, Anette tuvo una buena noche. Desde pequeña tenía una facultad que muchas personas envidiarían, no importaba los problemas o preocupaciones que tuviera, pasara lo que pasara, nada más meterse en la cama siempre se quedaba profundamente dormida. Esta noche no fue una excepción.


Amanece un nuevo día. Nos encontramos en la sala de juntas, como ya sabréis situada en el séptimo nivel bajo el suelo. Aquí se encuentran reunidos todos los miembros de Alpha Flight por un asunto urgente.

-«Bien, el motivo de esta precipitada reunión es una emergencia que puede provocar graves daños si no se soluciona. El Frente de Liberación de Quebec, un grupo terrorista, nos envió un comunicado pidiendo la independencia de Quebec o detonarían una bomba, como viene siendo habitual mandamos a un grupo de agentes antiterroristas para anular el problema, pero cual fue nuestra sorpresa al recibir un comunicado en el que nos mostraban que habían capturado a nuestros agentes. Esto nos lleva a pensar que poseen un grupo de seres superpoderosos a su disposición. Vuestra misión es llegar a Edmonton, donde se encuentran, liberar a los rehenes, anular la bomba y neutralizar a los terroristas del modo que consideréis oportuno. El líder del equipo será Vindicador. Bien, ¿hay alguna pregunta?

-«¿Cómo llegaremos a Edmonton?»

-«En un avión que les espera en el nivel 1, Walter. ¿Alguna pregunta más?»

-«Bien, entonces pueden partir inmediatamente»


Después de dos horas de vuelo en el avión supersónico proporcionado por el Departamento H, Alpha Flight llega a Edmonton. Allí son recibidos por el alcalde de la ciudad, el señor Freepile.

-«Alpha Flight, supongo»

-«Sí, señor. Soy Vindicador y estoy al cargo del equipo»

-«Muy bien, los terroristas se encuentran encerrados en la planta de refinamiento de petróleo, donde dicen que harán estallar la bomba si no se cumplen sus pretensiones»

-«Es lo malo de este tipo de fanáticos, no les importa explotar junto con la planta si se llevan consigo a un buen puñado de inocentes. Alpha Flight, adelante»

Ahí enfrente se encuentra la planta petrolífera. A simple vista parece un lugar apacible, pero dentro se encuentra el Frente de Liberación de Quebec, un grupo terrorista con poder suficiente para volar la planta y quien sabe para que más. El primero en entrar fue Vindicador, las cosas parecían tranquilas, por lo que le siguió todo el grupo. Alpha Flight continuó andando, despacio, todo seguía tranquilo, hasta que una lanza de luz cruzó el cielo y se clavó en Walter. Éste instintivamente se transformó en su alter ego, Sasquatch, lanzando un rugido que podía ser interpretado como un grito desafiante. Cuando Alpha Flight se quiso dar cuenta, estaba rodeada por el Frente de Liberación de Quebec, formado por los mutantes: Lanza Solar, cuyo poder consiste en la creación de jabalinas de fuego listas para ser lanzadas; Ogro, un mutante con el tamaño, fuerza y fealdad de la criatura por la cual recibe su nombre; Jacques, con el poder de transmutar sus manos en afiladas garras; Ruiseñor, esta chica puede proyectar ondas sónicas con una potencia mucho mayor que la de este pájaro; y Bala, con una velocidad superhumana. La aparición del FLQ tuvo una respuesta inmediata, al instante estaba Vindicador dando órdenes a su equipo para que los combatieran.

-«Sasquatch, dirígete contra el grandote; Puck, intenta algo contra él rápido, vamos, actuad…»

La batalla se fue fraguando con una gran rapidez, todos los miembros de Alpha Flight daban el cien por cien de su esfuerzo por vencer, por su país, ¿todos?, no, Estrella del Norte actuaba de un modo extraño, Jacques se había lanzado contra él, pero Jean-Paul no le golpeaba con todas sus fuerzas, parecía como si no quisiera dañarle. Sasquatch le lanzó un puñetazo a Ogro, éste lo recibió con una sonrisa en el rostro y sin apenas inmutarse, devolviéndole otro golpe en la boca del estómago a Sasquatch que le hizo rugir de nuevo mientras escupía sangre, desde luego era un combate igualado. Lanza Solar arrojó una de sus jabalinas de luz pura a Sombra, pero éste se quedó quieto esperándola y justo cuando le iba a golpear transmutó su cuerpo en sombras, absorbiendo la lanza y volviendo después a su forma natural.

-«¿Pensabas dañarme?, ¿acaso no has visto nunca a la oscuridad de la noche tapar la luz del día?»

Vindicador lanzó una descarga electromagnética sobre Ruiseñor, pero ésta la detuvo con un certero escudo sónico, contraatacando con unas ondas concentradas en un pequeño punto, de modo que actuando como si de un cuchillo se tratase penetraron el brazo izquierdo de Vindicador. A Shaman no le dio tiempo a sacar nada de su bolsa mística, pues Bala le alcanzó con un golpe en la cabeza a la velocidad de una bala, dejándole noqueado. La batalla se desarrollaba con una baja por parte de Alpha Flight, pero pronto se igualó el marcador. Sombra se movía en círculos, -«¿Por qué no dejas de moverte?»- gruñía Lanza Solar, hasta que el motivo quedó bastante claro. Tal y como Sombra pretendía, Lanza Solar se puso de tal modo que la sombra de una grúa atravesaba a la de los dos contendientes, momento que aprovechó Sombra para fundirse con la sombra de la grúa y aparecer en la sombra de Lanza Solar, justo a su espalda, y extrayendo los puñales que llevaba sujetos debajo de las muñecas los cruzó dos veces por la espalda de Lanza Solar, dejándole caer semiconsciente y con unas profundas heridas en la espalda. Natura empezó a llamar telepáticamente a los animales cercanos gracias su empatía natural con todo tipo de animales. A pesar de su gran agilidad, Puck era incapaz de golpear a Bala, quien debido a su gran velocidad lo esquivaba continuamente. -«Vamos, combáteme Jean-Paul, ¿o es que los recuerdos te hacen más daño que yo?»-, grita Jacques a Estrella del Norte.


El pasado. Hace mucho, mucho tiempo. Dos jóvenes permanecen escondidos en un piso franco, saben que fuera está la policía esperando que salgan. Estos dos jóvenes pertenecen al Frente de Liberación de Quebec, sus compañeros acaban de colocar una bomba que ha acabado con diez personas y después han huido, dejándoles solos para que vayan aprendiendo a cuidarse de sí mismos.

¡Mérde!, Jacques, está lleno de polis. ¿Cómo vamos a escapar?»

-«Tu eres quien sabes volar, Jean-Paul, piensa en algo y apártate de la ventana, no vaya a ser que te vean y te disparen»

-«Tranquilo, estoy a cubierto. ¡Joder!, no tenían que haber puesto la bomba, se suponía que estaba el piso vacío, allí había una docena de personas. Yo solo soy un mensajero, no quiero que mis manos lleguen a mancharse de sangre inocente con hechos como el acontecido hoy»

-«Lo sé hermano, pero eran las órdenes. Si no te gusta, ya sabes, puedes abandonar el Frente»

-«No, no soy un cobarde, continuaré junto a ti»

-«Bien, entonces… ¡cuidado!»

Jean-Paul creía que estaba a cubierto de los policías, pero no se había fijado en la ventana que tenía a su espalda, y mucho menos en el francotirador que estaba apuntándole desde allí. La acción fue instantánea, sonó el disparo y Jacques se lanzó sobre su mejor amigo, pretendía apartarle a tiempo, y lo consiguió, pero a costa de recibir el balazo en pleno estómago.

-«Nooooo, Jacques…»

-«Tienes que sacarme de aquí Jean-Paul, por favor»

-«Eso está hecho, me has salvado la vida, te debo una, pase lo que pase estaré contigo hasta el final»


El presente. Jacques apartó a Estrella del Norte de un empujón y se dirigió hacia donde estaba Sasquatch, allí Ogro y él se estaban dando una paliza mutua, cuyas consecuencias se apreciaban en los cuerpos llenos de heridas y que aguan- tarían poco más. El combate estaba muy igualado entre los dos mastodontes, pero la igualdad duró poco. Jacques se lanzó a la espalda de Sasquatch y allí hundió sus afiladas garras repetidas veces hasta acabar con Sasquatch en el suelo. Pero la batalla iba a volver a igualarse.

CONTINUARÁ

1.- Alpha Flight #130 USA.


CARTAS DESDE CANADA

En esta nueva etapa que comienza de Alpha Flight me gustaría conocer vuestras opiniones sobre la serie, vuestras preguntas, vuestros personajes favoritos, ¿queréis que se una algún Alpha que no aparezca en este número?, ¿odiáis a alguno especialmente? Todo lo que queráis saber, discutir, o lo que sea, podéis hacerlo en CARTAS DESDE CANADÁ, vuestro correo de Alpha Flight (incluso podéis sugerir un nuevo nombre para esta sección). Bueno, me despido ya, mi dirección es rocket@100mbps.es

Espero vuestras cartas.

Israel López Fernández (también conocido como Rocket)

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