La naturaleza los creó únicos. La juventud los hizo rebeldes y la sociedad los convirtió en foragidos. Son el siguiente paso en la evolución humana. Nacieron con fantásticos poderes y habilidades. Reunidos por el luchador de la libertad conocido como Cable, los impulsivos mutantes conocidos como X-Force lo cuestionan todo, incluyendo la sabiduría y los ideales de quienes les antecedieron. Negándose a vivir según reglas impuestas por una generación que nunca les comprendió, X-Force lucha por la supervivencia de su especie en un mundo que los desprecia y los teme.
#60 – ¿Quién eres tú y por qué tienes mi cara?
Por Carlos Correia
Fecha de publicación: Mes 3 – 7/98
Dominó llegó a la Mansión de la Patrulla pocos minutos después de que Cable hubiese desaparecido, transportado al futuro por Blaquesmith, su antiguo maestro. Las últimas palabras de Nathan habían sido:
«X-Force está en peligro. Fuego Reinante ha vuelto…«
Fuego Reinante. La primera vez que se enfrentaron a él, Feroz cambió de bando y Mancha Solar desapareció. La segunda vez, resultó ser el propio Mancha Solar, aparentemente poseído por alguien, y sólo pudieron liberarlo cuando Cable entró en la mente de Roberto y le enseñó la filosofía Askani, con la que logró dominar su psique maltrecha. Si el monstruo había vuelto, todos los chicos podían estar en peligro.
«Y ahora Nathan ha desaparecido, y tengo que salvarles el culo a esa panda de mocosos…«
Aunque en el fondo, había llegado a apreciarlos.
«Espero que hayan dejado alguna nota en la Mansión«, pensó Dom mientras entraba.
Sam despertó. Estaba de pie, pegado a la pared, sujeto a la misma con un campo de energía. Intentó moverse… imposible. Intentó usar su poder para liberarse… imposible.
«Bienvenido al mundo de los vivos, Guthrie.»
Frente a él estaba Danielle Moonstar, su antigua compañera, a la que habían venido a rescatar. Estaba en la misma posición que él, de pie, con los brazos en cruz y las piernas abiertas.
«Eres el primero en despertar. Supongo que tendrá que ver con eso que dicen sobre que eres un Externo. ¿Estás bien?»
«Si, Dani. ¿Y tú? Parecías malherida antes.»
«Estoy viva, Sam.»
«¿Dónde estamos?»
«En una celda especial. Nuestros poderes están anulados, como supongo que habrás comprobado. Y la energía que nos mantiene presos la genera un mutante llamado Cerco. Uno de los nuevos «fichajes» de Fuego Reinante.»
«¿Quién es, Dani? ¿Por qué es igual que Bobby?»
«Es Roberto DaCosta, Mancha Solar», contestó Dani. «Sólo que una versión más adulta, incluso mayor que la última que viste. Esta tiene unos cuarenta años, y, como podrás suponer, viene del futuro.»
«¿De qué futuro? ¿No será aquel que nos encontramos una vez, no?»
«No, Sam. Según me contó, es de un futuro en el que los mutantes fueron exterminados. Sólo quedaron con vida él y su hija, Locus, a la que ya conoces, junto a un puñado de desgraciados, asesinados por el Gobierno de los Estados Unidos y sus Centinelas.»
«¿Su hija?» preguntó Sam con extrañeza. «¿Quién es la madre?»
«A ver, campesino. Es rubia y abre portales, ¿quién podría ser?»
«¿Magik? ¿Bobby e Illyana? Pero si se llevaban fatal.»
«Pues si, Yanna. Aparentemente, en esa línea temporal no murió tan pronto como aquí.»
«Increíble.»
«Bueno, como iba diciendo, murieron casi todos. Tras la lucha contra Onslaught, en la que murieron los Vengadores y los Cuatro Fantásticos de esa Tierra, todo el mundo comenzó a perseguir a los mutantes. Poco a poco, surgió un líder, un hombre extraño llamado Bastión, que lanzó una Operación: Tolerancia Cero contra todos los mutantes, logrando exterminar a la mayoría. La Patrulla se enfrentó a él, pero resultó ser Molde Maestro, el primer Centinela, que había regresado de su paso por el Cristal de Roma, y los mató. Hace seis meses, nuestro Bobby llegó a este futuro, donde Fuego, con la ayuda de un mutante llamado Rompementes, fue poseído. Según parece, su intención era evitar la masacre, usando al FML.Pero algo falló. Cable lo liberó demasiado pronto, y tuvo que venir en persona. Pero los poderes de Locus no son perfectos, y llegó un par de meses antes de la cuenta. Se hizo con el control de FML, que no tenía líder tras la desaparición de Dyscordia, y nos puso a buscar a Gyrich, pues decía que él sería quien despertaría a Bastión. Y vosotros lo rescatasteis, y desapareció, volviendo al futuro con Locus tras haber mandado a nuestro Bobby para allá. Nada había cambiado. Así que volvió, y descubrió que yo estaba aquí siguiendo instrucciones de Cable. Me capturó y os hizo venir.»
«¿Y ahora que quiere? Este no es su pasado. Aquí Onslaught no ha matado a los Vengadores ni a los 4F. ¿Por qué no se ha ido de vuelta al futuro? Este no es su pasado.»
«Según parece, hay algún problema con los viajes temporales desde hace unos meses, y se ha quedado aquí atrapado1. Y se ha vuelto loco.»
«¡oooooooowwwww! ¡mi cabeza!»
Tabitha «Bum-Bum» Smith, la joven mutante conocida ahora como Fusión, acababa de despertar.
«Fusión, ¿estás bien?» preguntó Sam, preocupado por su novia.
«¿Sam? ¿Qué ha pasado? No puedo moverme.»
«Estamos atrapados en un campo de fuerza, y nuestros poderes están anulados. No podemos escapar,» contestó Sam.
«Genial, otra vez indefensos,» pensó Bum-Bum. De hecho, el miedo a estar indefensa, y a ser usada es lo que hizo que adoptara recientemente el nombre de Fusión, y una actitud de «chica dura» de la que empezaba a cansarse. Esto la había aislado de sus amigos y del hombre que amaba, y se encontraba más sola que nunca.
«¿Qué podemos hacer? ¿Crees que Cable vendrá a por nosotros?» preguntó.
«Eso espero. Les dejé una nota en la mansión. He estado intentando contactar con él telepáticamente, pero no he podido.Sólo nos queda esperar.»
Siniestro estaba sentado frente a una gigantesca pantalla de ordenador, mientras esperaba ansioso los datos que necesitaba. Un mensaje aparecía en el monitor:
Siniestro era un hombre paciente. Cualquiera que llevase vivo más de cien años acabaría siéndolo. Pero ahora no. La chica que había capturado, esa tal Riesgo, era una completa desconocida para él. Esperaba que en su base de datos, en la que almacenaba los datos de miles de mutantes, recogidos durante toda su vida por todo el mundo, se encontrase la respuesta. ¿Quién era esa chica?
Al cabo de unos minutos, un nuevo mensaje apareció en pantalla.
«¡Maldición!» – gritó Siniestro. «Parece que tendré que enviar a alguien para que averigüe lo que quiero saber.»
Se levantó, y se dirigió hacia otro monitor.
«Ordenador, quiero un Cazador de Cabelleras. Implanta recuerdos tipo Alpha.»
respondió el ordenador, con voz de mujer.
Pasaron algunos minutos. Siniestro permanecía inmóvil.
Siniestro seguía impasible.
Una puerta se abrió. De ella salió un Cazador de Cabelleras, exactamente igual que el original, que años atrás fue uno de los primeros Merodeadores de Siniestro2.
«Cazador, tengo una misión para ti. Eres peor rastreador que Dientes de Sable, pero no me puedo fiar de él para algo así. Quiero que averigües quien contrató a esta chica, y me lo traigas. Quizás debas hablar a Sendero de Guerra.»
«Entendido, Siniestro. No te fallaré.»
«Será mejor para ti que no lo hagas. Vete.»
Cazador de Cabelleras salió de la habitación, y desapareció entre las sombras del pasillo. Siniestro volvió a quedar solo.
«Ordenador,» dijo al cabo de un rato, «volvamos al ADN de Scott Summers. Esta vez quiero estudiar su cruce con el ADN de Lobezno. Veamos que logramos mezclando a esa fiera salvaje con las características especiales de Cíclope.»
La pantalla se quedó fija. Al cabo de unos minutos, el ordenador volvió a hablar.
«Perfecto,» dijo Siniestro. «Parece que nuestro Cíclope es todo lo que esperaba y mucho más…»
Cuando Dominó llegó a la isla ya era de noche. Había encontrado la nota de Sam, y enseguida cogió una de las naves que había en el hangar y se puso en camino.
Aterrizó y bajó de la nave. Era una profesional, y tras tantos años siendo mercenaria sabía moverse sin ser detectada, y sumando eso a su poder mutante, que hacía que las cosas le salieran «bien», no le costó nada llegar hasta el complejo que alojaba al FML.
Se paró. Había notado que había alguien tras ella. ¿Cómo era posible? Se escondió tras una roca, y vio salir a una extraña criatura de entre las sombras. Parecía una mezcla de hombre y de pájaro, que andaba totalmente desgarbado, y con unas grandes alas en su espalda. Y llevaba uno de los viejos uniformes de los Nuevos Mutantes, todo roto por el paso del tiempo. Dominó creía saber quien era. Había estado leyendo todos los informes sobre los muchachos desde que se mudaron a la mansión…
«¡Pst! ¡Cabeza de Chorlito! ¡Ven aquí!»
La criatura se paró. Giró su cabeza y vio a Dominó entre las sombras. Entonces, dijo:
«¿A-mi-ARWK-ga?»
«Chsssssss, más bajo, Chorlito, o nos encontrarán. Ven aquí.»
Cabeza de Chorlito obedeció, y siguió a Dominó entre las rocas, hasta llegar a uno de los barracones en los que estaban los miembros del FML.
«Bien,» pensó Dominó. «Aquí tenemos a Brazos, Segador y a otros dos que no conozco. Parece que están borrachos. Lo mejor será actuar con rapidez.«
Cogió una bola de su bolsa. La hizo rodar al interior de la habitación. A los pocos segundos, comenzó a soltar un gas somnífero muy potente. Los cuatro hombres quedaron aún más dormidos.
«De ahí no se levantan ni aunque estalle una bomba,» pensó Dominó. «Ahora a por las chicas.«
Dominó y Cabeza de Chorlito siguieron avanzando. En otro barracón, encontraron a Pulgarcita, y otra bola hizo el trabajo.
«Si no me equivoco, ya sólo queda Locus,» pensó Dominó. «Y luego, a por los muchachos.«
De repente, Cabeza de Chorlito comenzó a gritar.
«Pe-ARWK-li-gro, ARWK, ARWK-yu-dARWK.»
«¿Qué diablos…? ¡Tú!»
Eso fue todo lo que Dominó consiguió decir. De entre las sombras salió Feroz, una antigua miembro de Fuerza-X, que dejó el grupo para unirse al FML. La última vez que la vieron, acabó encerrada, acusada el asesinato de varias personas, entre las que se encontraban su madre y dos de sus hermanos.
«No creerías que iba a seguir siempre en esa celda, ¿verdad?» siseó Feroz.
Dominó la estudió. Desde la última vez, se había vuelto aún más felina, y estaba perdiendo las características humanas. Sus facciones eran casi totalmente felinas, y su pelaje se había vuelto más espeso, como una gran tigresa.
«Déjame en paz, Feroz, o te mataré.»
«¡VOY A MATARTE, ESTÚPIDA PRESUMIDA!» gritó Feroz, a la vez que saltaba sobre su antigua maestra.
Dominó la esquivó, rodando por el suelo.
«¡Cabeza de Chorlito, aléjate!. ¡Busca a los Nuevos Mutantes, deprisa!»
Cabeza de Chorlito se elevó, pero no se alejó. Parecía dudar entre ayudar a su nueva amiga o buscar a sus antiguos amigos.
Dominó sacó una pistola, y comenzó a dìspararle a Feroz. Pero ésta era aún más ágil que antes, y los esquivaba mientras se burlaba de Dominó.
«¿Qué pasa, furcia? ¿Ya no sabes disparar?»
De repente, saltó hacia delante, y logró atrapar a Dominó. La desarmó de un zarpazo, y la inmovilizó en el suelo.
«Creo que te voy a rajar poco a poco, puta,» dijo.
Pero antes de que lograra hacerle el menor corte, Cabeza de Chorlito se lanzó sobre ella, la cogió por la cola con sus poderosas patas, y se elevó con ella. Feroz pataleaba, intentando alcanzar a Chorlito, pero lo más que lograba era rasgarle los pantalones. Chorlito siguió volando, internándose en el océano. Cuando ya estaban a varias millas de la costa, la soltó.
«ARWK-di-os, chi-cARWK gARWK-to.»
Feroz cayó en el mar, rugiendo como un gato. Mientras, Chorlito dio media vuelta y volvió junto a Dominó.
«Gracias, Chorlito. Pero ahora Fuego Reinante sabrá que estamos aquí,» dijo Dominó cuando Chorlito aterrizó.
«Si, Dominó. De hecho, hace mucho que sabía que estabas aquí, pero tenía que probar a mis hombres. No hay que decir que no han pasado la prueba, obviamente. Ahora, adiós.»
Fuego Reinante lanzó una descarga, que alcanzó a Dominó y a Cabeza de Chorlito, que quedaron inconscientes.
La puerta de la celda se abrió. Sam, Dani y Tab miraron hacia allí. Los demás seguían inconscientes. Fuego Reinante entró en la habitación, arrastrando a Dominó y a Cabeza de Chorlito.
«Aquí tenéis compañía, mutantes. Espero que os gusten.»
Arrojó a los dos contra los cautivos. Dominó cayó sobre Mancha Solar.
«¿qué diablos? ¿Dominó? ¡¡¡¿¿¿FUEGO REINANTE???!!!»
Al ver a Fuego Reinante, Roberto DaCosta comenzó a activar su poder. Rápidamente, su piel se volvió completamente negra, y comenzó a emitir energía. Se puso de pie, rompiendo el campo bioenergético de Cerco. Sus compañeros cayeron al suelo.
«¿Cómo diablos lo ha hecho?» preguntó Sam, mientras su compañero se lanzaba contra Fuego Reinante, atravesando la pared.
«Fuego Reinante cometió un error, según parece,» dijo Dani. «Se le olvidó que el nivel de poder de Bobby es ahora muy similar al suyo, y el campo no anula su poder. ¿O no has notado que cuando entró siguió ‘encendido‘?»
«Es verdad,» dijo Sam. «Rápido, saquemos a los demás de aquí y ayudemos a Bobby.»
Fuera, Mancha Solar y Fuego Reinante se intercambiaban puñetazos volando sobre la isla.
«Esta vez acabaré contigo, infeliz,» dijo Fuego. «No eres digno de ser un DaCosta.»
Siguieron peleando, mientras, en la isla, Sam, Dani y Tab sacaban a Caliban de la celda, que estaba comenzando a despertar.
«Tenemos que ayudar a Bobby. Voy para allá,» dijo Sam.
«No, Sam. Tenemos que buscar a Locus. Hemos de devolverlos a su tiempo,» dijo Dani. «Caliban, busca a Locus, deprisa.»
«Caliban obedece, amiga. Caliban siente a Locus.»
Mientras Fuego y Mancha Solar seguían su pelea, Caliban condujo a Sam y a Dani en busca de Locus, mientras Fusión intentaba despertar a sus compañeros.
«Venga, Jimmy, despierta,» gritaba Fusión a su compañero Sendero de Guerra.
De repente, delante de ella, un disco de energía amarilla comenzó a aparecer, a unos dos metros de altura. El disco comenzó a descender, y de él apareció un hombre negro y una mujer rubia, ambos de unos cincuenta años.
«¡Oh, mierda!» dijo Fusión. «Otro DaCosta.»
«Roberto DaCosta para servirle, señorita Smith,» contestó el recién llegado. «He oído hablar de usted.»
«¿Quién se supone que eres tú? ¿Un clon de Fuego Reinante? ¿El hijo futuro de Bobby? ¿Y quién es la rubia? ¿Un remake de Madonna?» preguntó irónica Fusión. Todo esto le parecía ridículo. En aquella isla había tres versiones distintas de uno de sus compañeros. «Esto es peor que ver Regreso al Futuro II,» pensó.
«Soy Roberto DaCosta, y provengo de una línea temporal que ya visitaron algunos de tus compañeros, cuando huían de Magus3,» contestó el nuevo DaCosta. «La ‘rubia‘ es mi compañera Amara Aquila, Magma. Nos han enviado aquí para que os ayudemos a resolver el problema que tenéis entre manos. Venimos a llevarnos a Locus y a Fuego Reinante.»
«Por mi encantada, viejo. Como si te los quieres comer con pepitoria. Pero me parece que tendrás que ir tú a cogerlos.»
De repente, Locus cayó a los pies de DaCosta. Tras ella llegaban Caliban y Dani.
«Aquí tienes a Locus, DaCosta. ¿Quién os ha enviado? ¿Y por qué nos ayudáis? La última vez no éramos precisamente amigos,» preguntó Dani, que era una de los Nuevos Mutantes que fueron al futuro del que provenía este nuevo Bobby.
«Si, Danielle, tienes razón. La última vez que nos vimos, habíamos instaurado una tiranía mutante. Pero las palabras de Xavier nos hicieron recapacitar, y hemos hecho lo posible para que humanos y mutantes vivan en paz. Creo que vamos lográndolo, aunque cuesta mucho,» respondió Magma.
«¿Y quién os ha enviado? ¿Cómo sabíais que estabamos aquí?» preguntó Fusión.
«He jurado no decirlo, pero lo sabréis con el tiempo. De todos modos, vosotros no podréis derrotar a Fuego Reinante. Nosotros si.» Diciendo esto, DaCosta sacó un arma de su cinturón. «Este es un anulador que creó Forja hace años, con el que quitaron los poderes a Tormenta4. Ahora lo usaremos con Fuego Reinante.»
Magma usó sus poderes y su cuerpo comenzó a arder. Lanzó un chorro de tierra y lava hacia Mancha Solar y Fuego Reinante. El chorro los alcanzó a ambos, que estaban completamente absortos en la lucha. Cayeron. Fuego Reinante golpeó contra el suelo. Mancha Solar fue recogido en el último instante por Bala de Cañón, que apareció de detrás de un barracón.
«¿Estas loco? ¡Has herido a Bobby!» gritó Sam.
«Ah, Guthrie, ya era hora de que salieras de tu escondite. Tranquilízate, el rayo prácticamente no lo ha tocado. Magma ha ganado mucha precisión en todos estos años,» contestó DaCosta.
Sam observó a su compañero, que yacía inconsciente entre sus brazos. Apenas tenía un par de quemaduras y moratones en el pecho. Respiraba, y estaba recuperando la consciencia.
«Bien, hemos cumplido con nuestra misión. Estos dos no os volverán a molestar. Pasarán el resto de su vida en la cárcel, si no logramos sanar sus mentes, dijo DaCosta.
Cogió a Fuego Reinante, que estaba repleto de quemaduras y golpes, mientras Magma cogía a Locus. El disco de energía apareció a la altura de sus pies, que desaparecieron.
«¡Adiós, amigos!. ¡Nos volveremos a ver… algún día!» gritó DaCosta, cuando el disco ya prácticamente los había hecho desaparecer.
«Bien,» dijo Sam cuando desaparecieron. «Habrá que volver a casa. Parece que Fuego Reinante no volverá a molestarnos.»
«Si,» contestó Dani. «Quizás sea la última vez que veamos a ese loco.»
«¿Te llevamos a algún lado, Dani?» preguntó Sam.
«Creo que va siendo hora de que vuelva a casa. Sam,» contestó. «Vayamos a la Mansión.»
1.- Si quieres saber qué pasa con las líneas temporales, léete los Vengador es los próximos meses.
2.- Ver la saga «Masacre Mutante» en Patrulla-X #210-213.
3.- Ver los Nuevos Mutantes #47-50.
4.- Ver la Patrulla-X #185.
PROXIMO NÚMERO: Descubriremos qué le ha pasado a Danielle Moonstar durante todo este tiempo, y otra antigua compañera aparecerá para cenar.
Bienvenidos al primer correo. Este mes tenemos una carta de GreMi0, nuestro colega de Excalibur.
Vamos a ver, GreM. Simonson hizo algunas historias buenas de los Nuevos Mutantes, a pesar de que todos la odiemos por matar a Cifra, Magik y Warlock. Pero no por eso vamos a dejar de lado a los personajes que creó ni las historias que contó.
Sobre el status de Dani, espero que entre este número y el siguiente te quede claro.
¿Quién envió a Risque a espiar a Cable? Aun tardarás un poco en saberlo. En cuanto a quien se la llevó, obviamente fue Siniestro. Y la Mansión durante Onslaught no estaba precisamente protegida. Aunque, como es normal, la Patrulla ya la ha remodelado (si no, ¿para qué sirve el dinero de Warren?)
¿Boda entre Cable y Dominó? Quien sabe… Para saberlo, así como el destino de Cable, sigue con nosotros.
Y no te metas con Blevins, que algo bueno tendrá.
Eso es todo. Hasta el mes que viene, ¡X-Forzados saludos!
