– ¿Eh? Grunt…
– Rich, despierta. Tu comunicador lleva sonando una hora.
– ¿Comunacor?
Gordon Shumway, compañero Centurion Nova, le pega otro empujon.
– Rich, parece importante- dice con voz grave.
El terraqueo recupera algo mas de consciencia y mira el comunicador, tenía siete llamadas perdidas. Nada mas y nada menos que de la Reina Adora, jefa absoluta de los Novas.
– ¡Maldita sea! ¿Que ocurre?- pregunta Rich con un subidon de adrenalina. Mientras tanto activa su enlace cibernetico con el traje y se viste por completo.
– Debe ser urgente, la Reina Adora ha llegado a bajar a nuestros barracones. Creo que es algo relacionado con tu sector- dice Shumway mientras se acaricia la enorme narizota melmaquiana.
– ¡Joder!- Rich sale corriendo de la habitación. En el centro del salón de recreo de los Centuriones Nova estaba plantada majestuosamente la mujer que dirigía los destinos de la fuerza de paz mas poderosa del universo.
– Sr. Rider… Su sector galactico esta en peligro, una lluvia de meteoritos esta a punto de colisionar con su planeta natal. Ha de ir a evitar la tragedia inmediatamente.
Rich se despide con un saludo militar de la bella emperatriz Adora y utiliza para salir al espacio una escotilla despresurizadora que habían instalado en uno de los ventanales del salón. Sin perder un instante se dirige al portal adecuado y lo cruza marcando mediante su traje de Centurion Nova la frecuencia que le llevaría a su planeta natal.
Alcanza la máxima velocidad y consigue llegar a la Tierra antes de la lluvia de meteoritos.
Se relaja por completo durante los primeros segundos, sabe que debe ponerse al máximo de energías para proteger a su mundo.
Utiliza su visión Nova (una especie de radar de largo alcance) para reconocer la fuente de problemas.
Durante tres horas no ocurre nada, sin embargo Rider se mantiene alerta.
Dos horas mas tarde empieza a sospechar la verdad.
– Seré pardillo.
Pese a ello no puede evitar dejar pasar otra hora por si las moscas. Sin embargo finalizada esta y aun sin ningún rastro en kilometros a la redonda de la «inminente» lluvia de meteoritos decide que ya ha hecho bastante el ridiculo.
A su regreso a Xandar sus compañeros le reciben con aplausos.
– Has aguantado mas tiempo del que pensamos- le comunica Gordon Shumway, que había ejercido de gancho.
– Me arrepiento de haber apostado que volverías a las tres horas- contesta el Skrull Muraitak, aun bajo la forma de la Reina Adora.
En una pantalla de plasma aparecen las apuestas de cada Centurion Nova acerca del tiempo que le llevaría darse cuenta del engaño.
– ¿Nadie aposto que me daría cuenta del engaño antes de irme?- pregunta ofendido Rich.
La respuesta de sus compañeros es evitarle la mirada y silbar distraidamente.
Pronto en sus pantallas…
¡CENTURIONES NOVA VOL. 2!