Estaba yo tranquilamente en mi despacho, lejos del mundanal ruido cuando me llego un mail.
«Querido Xum, no he quedado nada satisfecho con la imagen que diste de mi en tu primera columna de ¿Quien es Quien en Marveltopia?, por eso he mandado un escuadrón de robots asesinos a tu despacho…
Pense que sería mas divertido avisarte.
Chuck!»
Maldito editor del demonio. Ya veis queridos lectores como de dura es la vida de una estrella del fanfic. De todas formas, gracias a un par de trucos que aprendí de la forma mas dura pude escapar del edificio del Bullpen Marveltopia con vida.
Al hallarme en la calle sin libros, comics, ordenador u otra forma de entretenimiento me senté en el bordillo aburrido…
No conté ni tres segundos hasta que una enorme mole verde se sentó a mi lado.
– Hola Banner.
– ¡Xum! ¿Quieres escribir para mi fanfic?
– Ni siquiera continuo con mis series de Marveltopia ¿y quieres que escriba para Action Tales?
– Has visto estas portadas, estos dibujos…
– ¡Mira! ¡Un guionista novato!- exclamo señalando al vacio.
– ¡¿Donde?! ¡¿Donde?!- Aprovechando la distracción me escabullo entre los miles de papeles que Banner había dejado al lado mio.
Este sitio no era seguro y tendría que esperar al menos una semana hasta que Correia les diera otra orden a sus robots asesinos.
¿Que hacer?… ¿Que hacer?…
Debería seguir con la serie de entrevistas, aunque claro, sin acceso al edificio del Bullpen Marveltopia.
A no ser que…
Je je je…
Sería una misión difícil, pero Correia se arrepentiría de haberme exiliado del edificio cuando entrevistara a su mas temible nemesis.
Iré en la busqueda del temible ¡¡¡DOC COMIC!!!
CONTINUARÁ…