#762 – Payaso II
Niños payaso
Por Carlos Fortuny
Fecha de publicación: Mes 174 – 10/12
Batcueva, Gotham.
Le había costado horrores ponerse en pie y subir al Batmóvil, afortunadamente el coche le había llevado a casa, y ahora era Alfred quien lo había bajado del coche y le atendía las heridas.
-Dilo Alfred, lo estás deseando…- Dijo Bruce con las pocas energías que le quedaban.
-Si cree que deseo que lo pase mal para poder llevarme la razón es que me conoce muy mal amo Bruce.- Le dijo el mayordomo mientras le curaba.
La cueva se quedó en silencio unos segundos.
-Pero se lo dije.- Añadió Alfred.
Y por primera vez en semanas, Bruce Wayne mostró un pequeño atisbo de sonrisa.
Al día siguiente…
Comisaría, East End, Gotham.
Se habían pasado la noche prácticamente en vela, apenas habían podido dar una cabezada en el incomodo sofá de la comisaría, pero Montoya y Allen eran buenos policías, demasiado buenos, pensó Gordon mientras los observaba desde su oficina. Con unos cuantos como ellos Gotham sería segura, pero desgraciadamente, la policía dejaba aun mucho que desear.
El comisario tampoco había vuelto a casa aquel día, 3 desapariciones, 3 niños de 15 años, sabía que aunque hubiera vuelto a casa no habría podido conciliar el sueño. Se planteó recurrir a Batman, pero ya andaba demasiado ocupado con el Joker, además, el murciélago no era lo que antaño, estaba claro que se encontraba afectado, a poco de quebrarse, algo que Gordon no podía permitir. Le habría gustado pensar que el motivo por el que no podía permitirlo era pura bondad, pero la verdad es que Gotham necesitaba a Batman, sin él la ciudad caería presa de las tinieblas.
Gordon se acomodó nuevamente en la silla y se dispuso a repasar por enésima vez las escasas pruebas de las que disponían, allí tenía que haber algo, algo a lo que se pudieran agarrar.
De pronto la puerta se abrió de golpe, haciendo que las alarmas del comisario enseguida se despertaran, sintió el impulso de llevar la mano al arma, pero consiguió controlarse. Era Montoya quien se encontraba en el umbral de la puerta jadeante con algunos papeles en las manos.
-Tenemos un vínculo.- Dijo finalmente para acto seguido tomar aire.
Los ojos del comisario se abrieron como platos, y saltó como un resorte del sofá para acercarse a la mujer y ver los papeles que llevaba. La joven enseguida se lo mostró.
-Los tres chicos acudían a unas extrañas reuniones. Era algo que llevaban muy en secreto, por eso no lo habíamos visto antes.
-¿Qué tipo de reuniones?
-No lo sabemos con certeza, pero Andrew Ward ha recibido un correo masivo de los organizadores de dichas reuniones, será esta noche cerca de cabo Carmine, en un antiguo parque de atracciones.
-¿Un antiguo parque de atracciones?- Preguntó Gordon.
Montoya se limitó a asentir, sabía lo que estaba pensando el comisario porque ella misma era lo primero que había pensado, el Joker podía andar detrás de todo esto.
-Avisa a todos, nos reunimos en 10 minutos para formar el operativo.- Dijo Gordon regresando con los papeles a su asiento, para estudiarlos detenidamente.
Acto seguido Montoya desapareció de la habitación y el comisario dejó que un suspiro de alivio escapara de su boca, aun quedaba mucho por hacer, pero por fin habían encontrado la pista que tanto necesitaban.
Murtagh Hotel, Gotham.
Antaño hubiera usado otros métodos más sutiles, posiblemente sensuales, pero ahora carecía de aquellas armas de mujer, más que eso, posiblemente ahora asustaría a los hombres más sin el disfraz que con él. No, ahora era una nueva mujer, y ahora tenía nuevas armas.
-Le… le repito que no le puedo dar esa información…- Tartamudeó el recepcionista del hotel, un joven pecoso y pelirrojo de unos veintipocos años.
-Chico, te aseguro que no quieres verme de mal humor.- Se limitó a decir Nightwing mientras apoyaba su mano derecha en su cadera, cerca de una de sus pistolas.
No había habido ningún indicio de que el joven Abbott se hubiera alojado en el Hostal Murtagh, Nightwing ya se había asegurado de ello minutos antes, pues el dueño del hostal amablemente le había enseñado toda la lista de clientes de las últimas semanas después de un poco de persuasión. Lo cual dejaba el hotel como única opción de alojamiento para Nathaniel.
-No me hagas repetirme.- Insistió Nightwing en tono amenazador.
El joven dudo unos segundos más, pero finalmente cedió, no iba a jugarse la vida por un cliente.
-Sí que se alojó ese joven. Lo recuerdo porque pagó todo en efectivo, una estancia de varias semanas.- Respondió el recepcionista intentando no mirar a la cara a Nightwing asustado.- Pero… hace semanas que no pasa por aquí…
-¿Y no llamasteis a la policía?
-Dejó suficiente dinero como para no dejar ningún dato…- Respondió entre asustado y avergonzado.
-Necesito ver su habitación.- Dijo Nightwing tajantemente.
-Lo siento, pero recogimos su habitación, había pasado el plazo de los días que pagó.
La respuesta no le gustó a Nightwing, y el chico lo notó, por un acto reflejo hizo amen de defenderse, pero enseguida se tranquilizó un poco al ver que el justiciero no le hacía nada.
-Maldita sea…- Masculló Nightwing.- Pero al menos tendréis sus pertenencias.
-¡Sí! ¡Sí, eso sí que lo guardamos!- Respondió el joven saltando como un resorte. Se alegraba de ser útil, quizás eso le librara de una paliza.
El joven corrió a una habitación que hacía las veces de consigna y regresó con una maleta.
-Esto es todo lo que tenía…
Centro Comercial Spencer, Gotham.
Se encontraba agotado, tanto mental como físicamente, pero aun así seguía adelante. Las heridas causadas por este nuevo Joker eran demasiado recientes, y sabía que debía descansar, pero también sabía que no lo haría igualmente, no mientras Dick siguiera allí fuera, no mientras Tim siguiera en aquella cama de hospital.
Así que realmente lo que hacía en esos instantes era descansar, o lo más parecido a descansar que podía permitirse. Mientras buscara al nuevo Joker no pensaría tanto en Tim y Dick, así que en cierto modo estaba guardando reposo.
Batman recorría el centro comercial con la esperanza de encontrar algo que le condujera al nuevo Joker. La policía ya había acordonado la zona y estaban a la espera de los especialistas, pero eso no había evitado que el murciélago se colara en la escena del crimen.
Finalmente Bruce dio con algo, algo más allá de una pista, un As de corazones.
Cogió la carta con cuidado y miró el reverso, había una foto de una especie de fábrica abandonada. ¿Una trampa? ¿Quería jugar el nuevo Joker con él? Fuera como fuese el siguiente paso estaba claro, encontrar ese lugar y ver a que tipo de trampa se enfrentaba.
En algún lugar de Gotham.
Nightwing estaba estudiando con cuidado el interior de la maleta en un callejón sucio y maloliente. Había aparcado su moto junto a un contenedor de basura que ahora usaba a modo de mesa para poder sacar todo el contenido de la maleta.
Algo de ropa, útiles de aseo y poco más era todo lo que contenía la maleta, nada que le pudiera servir. Pero si había ido a Gotham por motivos ocultos, puede que la pista que buscaba se encontrara oculta. Notó que tras el forro de la maleta se ocultaba algo grueso, de un diferente grosor al cartón que mantenía rígida la maleta. Sin ninguna sutileza rasgó el forro con una especie de batarang con forma de ave que guardaba en el cinturón.
Y allí estaba lo que había estado buscando. Pero lo que encontró le puso los vellos de punta. Recortes de periódicos del Joker. ¿Porqué ese chico buscaba al Joker?
Tras un vistazo rápido no encontró nada que le dijera donde podía encontrarse el chico, era siniestro que tuviese tantos recortes del payaso, pero no le aportaba ninguna pista útil, hasta que encontró un papel arrugado, en él se había impreso una dirección en un mapa callejero.
-Parque de Atracciones Little Carmine…- Susurró para si mismo Nightwing.- ¿En que te has metido chico…?
Parque de Atracciones Little Carmine, Gotham.
Dentro de una gran carpa desgastada que emulaba las del circo, un grupo de ocho jóvenes de quince años esperaban impacientes. Todos ellos ataviados con ropajes de payasos. Los jóvenes conversaban animados, como si de fans a la espera de su estrella favorita se tratasen.
Finalmente los jóvenes payasos quedaron en silencio cuando un grupo de payasos adultos hicieron acto de presencia, se trataba de un grupo de cuatro personas con máscaras de payaso, el primero de ellos resaltaba bastante de los demás, pues era mucho más alto y corpulento. Además, a diferencia del resto era el único que en lugar de usar máscara se había pintado la cara y tenía el cabello teñido de un rojo chillón.
-Hola hola niñitos, Soy Rudy el grandote.- Dijo el payaso enorme con una sonrisa que parecía la de un niño de siete años, lo cual le daba un aspecto de lo más siniestro.- Me alegro mucho de que halláis aceptado nuestra invitación hoy, yo seré vuestro anfitrión.
-Queremos ver al Joker.- Se quejó uno de los jóvenes.
El rostro de Rudy se torno en una expresión de furia total.
-¡¡¿QuiÉN tE ha DAdo PermIso pARA inTErRuMPIrmE?!!
Los jóvenes dieron un paso atrás asustados, y el rostro del gigante se volvió a transformar en la sonrisa de un niño.
-Perdonar, perdonar, es que a veces pierdo un poco la cabeza ¡Jujuju! ¡Rudy malo! ¡Rudy malo!- El payaso cubrió su rostro con sus enormes manos, y de golpe volvió a descubrir su rostro.- ¡¡Cu-cu!!
El ambiente se relajó un poco, aunque ahora más que nunca, la mayoría de los jóvenes payasos tenían claro que venir no había sido una buena idea. Rudy iba a retomar su discurso, pero las tres puertas que daban al lugar estallaron por un fuerte golpe simultaneo. Y la policía de Gotham capitaneada por Bullock empezaron a tomar posiciones en torno a los payasos.
-¡Quietos payasos! ¡No queréis darme una escusa para que os patee el culo!- Gritó Bullock con cara de pocos amigos.
-¡¡UNa vEZ pAsE, peRo Dos!! ¡A mI NaDIe mE inTeRRumPe! ¡mATaDlOs!- Grito el gigante visiblemente enfadado y enloquecido mientras lanzaba al suelo a dos policías de un solo golpe.
Los otros tres payasos echaron mano de sus semiautomáticas y empezaron a intercambiar disparo con las dos docenas de policías que había en el lugar, estos enseguida empezaron a retroceder en busca de alguna cobertura. Los payasos eran inalcanzables ya que usaban a los niños para cubrirse, pero la policía estaba totalmente en campo abierto, razón por la que más de cinco agentes fueron heridos en pocos segundos.
Afortunadamente para estos algo iba a atraer la atención de los payasos para que pudieran retroceder tranquilamente hasta los asientos donde podrían resguardarse de los disparos. Unas bombas de humo empezaron a estallar alrededor de los payasos, evitando que estos pudieran ver a los agentes, ya estuvieran en pie, o en el suelo herido.
Nightwing cayó desde el cielo, desde uno de los trapecios donde había aguardado su momento. Llevaba allí todo el día, esperando a ver de que hablaban esos payasos con los niños, pero la policía había entrado demasiado rápido, y ella había sido demasiado lenta reaccionando, cada muerte de un agente sería culpa suya. Pero no era momento de pensar en ello.
Con un rápido movimiento, Nightwing desarmó de una patada a uno de los payasos, mientras disparaba a otro en el brazo, obligándole a soltar su arma.
El otro payaso con semiautomática se volvió rápidamente hacia Nightwing, pero no lo suficiente, con un golpe seco la chica hizo que el arma volara de la mano del payaso, y acto seguido la heroína noqueó a su adversario con una patada de 360 grados.
Enseguida Nightwing se maldijo por su estupidez, había prestado demasiada atención a los secuaces y demasiada poca al cabecilla. Su idea había sido noquear a los payasos con semiautomáticas antes de que hicieran daño a ningún niño antes de hacer frente al grandote, que si bien era el más peligroso, iba desarmado y no pondría en tanto peligro a los demás como los armados. Pero ahora la chica se hallaba en los brazos de Rudy, quien le había cogido por la espalda y ahora le estaba dejando sin aire por la fuerza del abrazo.
-¡Va a matarlo!- Dijo Montoya a Bullock mientras señalaba a Nightwing.
-Maldita sea…- Gruñó Bullock mientras intentaba apuntar al payaso que quedaba en pie, que intentaba desesperadamente recuperar su arma.- ¡Hay que sacar a esos niños de en medio!
Montoya asintió y miró a Crispus, quien enseguida dio un par de gritos, tras lo que él y otros 3 agentes volvieron a saltar a la pista central en pos de los niños. Por su parte Renee simplemente se concentraba en su respiración mientras apuntaba al payaso que en esos momentos recuperaba su arma.
Un niño se cruzó en su trayectoria, luego otro, era un tiro difícil, pero ella era buena tiradora y si el payaso recuperaba su posición, aunque solo fuera uno pondría en grave peligro a Crispus y los demás, por no decir que a Nightwing se le acababa el tiempo.
Renee volvió a respirar, el payaso puso sus ojos sobre un chico, posiblemente para usarlo como escudo, pero no pudo dar ni un paso hacia él, un disparo le impactó en el hombro derecho y el payaso cayó.
-¿Porqué luchas? ¿No te gustan los abrazos de Rudy? ¡Si Rudy te quiere mucho!- Dijo el payaso apretando aun con más fuerzas.
Nightwing estaba al borde del desmayo, segundos antes había tenido que soltar sus pistolas por la fuerza del abrazo, pero ahora directamente no podía ni pensar, solo se debatía entre la consciencia y la inconsciencia, temiendo que el payaso la partiera en dos.
Entonces disparos empezaron a sonar por doquier, y la fuera del abrazo disminuyó. La joven volvió a abrir los ojos, la policía había sacado a los niños de allí y ahora disparaban a Rudy, aunque las balas no parecían hacerle heridas mortales, ni acababan de tumbarlo.
Nightwing no desaprovechó la ocasión, deslizó su mano hasta su cinturón y sacó el batarang con forma de ave, el cual usó enseguida clavándoselo al payaso en su pelvis. Esto hizo que finalmente la fuerza del abrazo se redujera a cero. La heroína rodó por el suelo a la vez que cogía sus pistolas, para acto seguido acercarse al payaso mientras tocaba unos botones de su pistola y darle un tiro en la cabeza, el cual cayó redondo.
La policía enmudeció ante esto, y ahora no sabían si bajar las armas o apuntar a la justiciera.
-¿Qué… qué demonios…?- Balbuceó Bullock.
-Tranquilo, no está muerto.- Se limitó a decir Nightwing.
Había calculado el daño que le habían producido los disparos, así como la fuerza y la distancia necesaria para dejarlo inconsciente. Además había cambiado el modo de la pistola a balas de goma.
-Y ahora…
Nightwing guardó sus armas y haciendo caso omiso de la policía de Gotham se acercó al payaso al que previamente Montoya había disparado en el hombro.
-¿Dónde está Nathaniel Abbott?- Preguntó Nightwing sin mostrar emoción alguna mientras pisaba el hombro herido del secuaz.
El payaso empezó a gritar retorciéndose de dolor, mientras intentaba dar a entender que contaría todo lo que sabía.
Batcueva, Gotham.
No había llegado hacía demasiado, y se había sumergido directamente en el ordenador, buscando la fábrica que aparecía en la carta. No debería ser difícil, había escaneado la carta, y ahora el propio ordenador analizaba fabricas de características similares en Gotham. Por lo que Bruce se limitaba a mirar la pantalla. Una pequeña ventana emergió en un rincón de la pantalla “Llamada entrante Oráculo”. Bruce suspiró y se debatió entre si contestar o no a la llamada, pero finalmente lo hizo esperando que se tratara de trabajo, y no de algo personal como se temía.
-¿Qué quieres Barbara?
-¿Bruce? ¿Estás bien?
Batman no respondió, se limitó a soltar otro suspiro.
-Se que estás pasando por algo muy duro, no te encierres, no des la espalda a quienes nos preocupamos por ti.
-Tú no lo entiendes…
-¡¿Qué?! ¡Bruce, son Dick y Tim! ¡¿crees que eres el único que lo está pasando mal?! ¡¿crees que Alfred no se preocupa por ellos?!- Gritó la chica furiosa, y enseguida recupero la compostura, hablando con una voz llena de tristeza y amargura.- Pero solo nos queda seguir adelante…
-No voy a dejar de buscar a Dick…
-Nadie te lo ha pedido… pero tienes que tomártelo con calma, agotado no eres útil. Necesitamos al mejor Batman para encontrar a Dick y traerlo de vuelta. Y te aseguro que yo no he dejado de buscarlo ni un día.
-Barbara…
-Lo encontraremos Bruce, y conseguiremos que vuelva.
Un pitido emergió del ordenador: “Coincidencia encontrada, 98% parecido”.
-Tengo que irme Barbara, ya hablaremos…
-Cuídate Bruce.
Antigua fábrica abandonada, Gotham.
La fábrica parecía llevar años abandonada, verjas destrozadas, ventanas rotas, mugre por doquier. Pero Nightwing estaba seguro de que era el lugar correcto. Aquel payaso había estado demasiado asustado como para mentirle.
Observó el lugar pausadamente, revisando con la mirada cada resquicio del lugar, buscando alguna señal que le indicara que allí había alguien, pero todas las luces parecían apagadas, y reinaba el silencio. Dedujo que el lugar más posible para que se encontraran sería el sótano. Así que sin pensarlo más se puso en marcha, o eso hubiera querido, pero entonces una voz la sobresaltó a su espalda.
-¿Quién demonios eres tú?- Preguntó una voz ronca y cansada.
La joven enseguida reconoció aquella voz, la voz del murciélago, y enseguida supo que esto no acabaría bien. No había querido cruzárselo, pero en Gotham aquello era imposible.
-Nightwing.- Respondió la joven tranquilamente mientras se volvía hacia Batman.
Aquello le sentó a Bruce como un puñetazo en el estomago, había oído rumores sobre un nuevo Nightwing en Blüdhaven, pero esperaba que solo fueran eso, rumores.
-Antes de que empieces a gritarme, te diré que no soy ninguno de tus pupilos para que me sermonees. Así que puedes ahorrártelo.- Le dijo la chica bruscamente.
Esto sentó aun peor a Bruce, no tenía derecho de decidir quién podía ser un superhéroe y quien no, ni tan siquiera podía reclamar la identidad de su antiguo pupilo, pero aquello no le gustaba, y no iba a disimularlo.
-Gotham es mi ciudad, no pintas nada aquí.- Le dijo seco el murciélago.
-Mira, podríamos entrar en un debate sobre si puedo o no actuar en Gotham sin tu permiso. Pero solo estoy aquí por un trabajo, bastante tengo con Blüdhaven, así que por lo que a mi respecta puedes quedarte Gotham para ti solito en cuanto acabe…
Bruce estuvo a punto de contestarle, pero la verdad es que no tenía tampoco ninguna gana de discutir, estaba demasiado cansado, así que decidió soportar su compañía por el momento.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó el murciélago sin esconder su mal humor.
Nightwing mantuvo la mirada del murciélago en silencio durante algunos segundos, pero finalmente decidió colaborar.
-Estaba buscando a un joven, Nathaniel Abbott, su rastro me condujo a otros jóvenes desaparecidos que al parecer este nuevo Joker ha estado reclutando, o secuestrando, no lo se.- Dijo dubitativa.- En cualquier caso parece que este es el último lugar donde vieron a Nathaniel.
-Puede que no te guste lo que encuentres…- Se limitó a decir Batman mientras avanzaba hacia la fábrica.
-¿Qué quieres decir?- Preguntó Nightwing adaptándose a su paso.
-Están en el sótano, y al parecer son cerca de diez.- Dijo Batman ignorando la pregunta mientras observaba una especie de radar que devolvía señales de calor.
Por toda respuesta la chica sacó sus dos pistolas, preparándolas para el enfrentamiento, lo cual volvió a ser un golpe bajo para Batman.
-No voy a matar a nadie.- Se apresuró a decir la chica al observar la mirada del murciélago.
-No vas a usarlas, mi ciudad, mis reglas.
-Esto es absurdo…
-Si te veo usar una pistola serás la primera de la que me encargaré.
Sótano de la antigua fábrica abandonada, Gotham.
-¡¡¿Que han capturado a Rudy y a todos mis reclutas?!! ¡Inútiles!- Grito histérico el joven Joker.
Llevaba varios minutos gritando a sus hombres, en particular al que le había traído las noticias. La escena en si era bastante absurda, cinco hombres adultos asustados por los gritos de un adolescente maquillado de payaso. Mientras en un rincón de la sala reposaba otro payaso, su rostro y su mirada perdida habría hecho pensar que tendría setenta años, pero su cabello y complexión hacía pensar que era mucho más joven.
-¿Y ahora que hago yo? Mis dos juguetitos han palmado ya, y este está sin pilas.- Dijo señalando al payaso anciano.
-Lo siento jefe, saldremos ahora mismo y le conseguiremos nuevos juguetes.- Respondió el matón que le había traído la noticia.
El Joker se le quedó mirando con cara de pocos amigos, y entonces estalló.
-¡¿Juguetes?! ¡Son personas vale!- Gritó escandalizado.
-Pero usted ha dicho…- Tartamudeó el matón asustado.
El Joker se acercó a su hombre con una mirada tierna y le cogió la cabeza apoyando las palmas de sus manos en las mejillas de este.
-Tienes que aprender un poco de respeto…- Dijo el Joker en un susurro.
Con un movimiento rápido y brusco el Joker le partió el cuello a su subordinado entre risas.
-Bueno bueno… ¿Por dónde íbamos? ¡Ah, sí!- Dijo el chico con una enorme y siniestra sonrisa.- ¿Vais a traerme nuevos juguetes?
-¿Qué te parecemos nosotros como juguetes?- Pregunto una voz desde la oscuridad a la vez que agarraba a uno de los matones del Joker.
-¡¡Batman!!, que emoción tenerte de visita, pero deberías haber avisado, no me ha dado tiempo a limpiar.- Dijo el chico avergonzado.
Antes de que nadie más dijera nada, Nightwing cayó como un felino sobre otro de los hombre del Joker, dejándolo inconsciente de un rodillazo.
Los dos secuaces restantes echaron manos a sus armas, pero un batarang se las arrebató de las manos.
-¡Y encima has traído compañía! ¡Tú no estabas invitado!- Le dijo a Nightwing mientras le lanzaba un puñetazo.
Nightwing intentó detener el puñetazo, que a priori no parecía demasiado fuerte. Pero aquel no era un chico normal, el golpe la hizo rodar varios metros, como si un toro la hubiera arrollado.
-¿Qué diablos?- Se preguntó la chica.
-Lo admito, estoy un poco dopado.- Dijo el chico con una risita infantil.
-¿Dónde está Nathaniel?- Preguntó la joven haciendo caso omiso al payaso.
Pero el Joker solo se reía. Mientras Batman, agarraba a los dos secuaces y los estampaba a uno contra el otro, no quería jugar, solo acabar con todo aquello.
Lanzó un batarang al Joker, que este detuvo con facilidad, pero se trataba de un engaño, el verdadero ataque venía detrás, Batman había corrido y saltado para golpearle en el pecho con sendas piernas, esto hizo que el payaso cayera, pero enseguida se levanto riendo. Batman le estaba esperando, y le acertó con un puñetazo en plena cara, seguido de otro, y otro. Pero no hubo un cuarto, el payaso enfadado detuvo esta vez el golpe con su mano y empezó a estrujarle el puño a Batman.
-¿Sabes? Ya se porqué mi papi nunca te ha matado, eres muy divertido.
Esto pilló por sorpresa a los dos héroes, seguramente era solo una forma de hablar, aquel chico estaba enfermo y a saber que pasaba por su mente, pero la mera posibilidad de que el Joker pudiera traer un niño al mundo les hizo tener un escalofrío.
Batman intentaba librarse inútilmente del Joker lanzándole patadas a las rodillas, pero el Joker seguía apretando, partiéndole al murciélago los huesos de la mano. Fue Nightwing quien consiguió que lo soltara, después de acertarle al Joker en la cabeza con un golpe con ambos puños.
-Estoy pensando que el doctor podría hacer unos juguetes muy divertidos con vosotros.- Dijo el Joker entusiasmado.- Pero supongo que no os ofreceréis como cobayas humanas tranquilamente, ¿no?
Por toda respuesta los dos héroes se lanzaron al ataque, Nightwing por arriba, Batman por abajo.
-Ya lo pensaba…
El joven detuvo la patada doble del murciélago, que tenía como objetivo sus rodillas, pero eso hizo que desprotegiera la parte superior, lo cual aprovechó Nightwing para golpear sendos lados de la cabeza con sus puños.
El Joker se tambaleó ligeramente, y respondió enseguida enfadado con un manotazo que hizo volar un par de metros a Nightwing que cayó sobre una televisión de mala manera. Por su parte Batman consiguió resistir la patada del chico cruzando sus puños sobre su pecho. Acto seguido el murciélago respondió con un rodillazo en la boca del estomago del chico, seguido por un puñetazo en la cara, mientras el Joker se limitaba a reír.
Poco a poco Batman dejaba de ver a aquella versión pequeña del Joker, y empezaba a ver al autentico, al que tanto le había arrebatado, y mientras más se imaginaba que era el auténtico, más fuerte le pegaba, como si aquello sirviera para traer a Dick de vuelta, para despertar a Tim, para resucitar a Todd.
Un golpe tras otro el guante de Batman se empapaba de sangre mientras la risa del Joker se apagaba, y a medida de que esa risa se desvanecía, también lo hacía el autentico Joker. Hasta que Batman pudo ver la realidad, un niño machacado, sangrando como antaño le hubiera hecho el Joker a Todd, a que recuerdo lo atormentó, y solo pudo alejarse rápidamente.
Nightwing se reunió con el murciélago magullada, y tras ver al niño supo que Batman no estaba bien. Ahora entendía perfectamente porque Alfred le había pedido a ella que buscara a Nathaniel y no a su señor, que ahora parecía como ido. Bette se acercó al chico, esperando que estuviera vivo.
-No te preocupes, solo esta inconsciente.- Dijo Nightwing intentando tranquilizarlo.
Pero si bien era un alivio el no haberlo matado, eso no era suficiente, había perdido el control, estaba desquiciado, y ahora lo veía con claridad. La chica se dio cuenta del malestar del murciélago y se acercó a él.
-Puedo hacerme cargo desde aquí.- Es lo único que dijo la chica.
Y esta vez Bruce no tuvo ganas de discutir, solo quería irse de allí, así que se limitó a asentir y desaparecer.
Sótano de la antigua fábrica abandonada, Gotham.
-¡Despierta!- Gritó Bette a uno de los matones del Joker.
Había aprovechado para atar a todos, sabía que la policía llegaría en breve, de echo ya escuchaba desde fuera las sirenas. Pero aun quedaba un tema por resolver, y quería hacerlo antes de que la policía entrara en acción.
-¿Dónde? ¡¿Dónde está Nathaniel Abbott?!
-Malditos enmascarados.- Maldijo en un gruñido el matón.
La réplica de Nightwing a aquel comentario fue tan simple como un puñetazo en la cara, lo cual hizo que el secuaz se mostrara mucho más colaborador.
-Jajaja, ¿aun no lo entiendes?
-¿Entender el que?- Preguntó Bette.
-Ese chico es Nathaniel.- Respondió mirando al Joker.
-No…
El matón empezó a reírse, lo había pasado muy mal, pero joder a uno de aquellos héroes hacía que mereciese la pena. Nightwing estrello la cabeza del matón contra el suelo dejándolo inconsciente en el acto. Después se levantó lentamente y empezó a acercarse al Joker, había encontrado al chico, ¿pero en que estado? ¿habría vuelta a atrás desde aquello? Una tos la sacó de sus pensamientos, era el payaso viejo de la silla, y entonces lo vio claro, no era viejo, estaba como consumido, pero sin duda se trataba de uno de los chicos que la policía de Gotham buscaba. ¿Le pasaría aquello también a Nathaniel?
No tenía ningún vínculo con aquel chico, pero después de lo que le había costado encontrarle sintió que no lo podía abandonar ahora, se sintió responsable de él. A pesar de lo horrendo que estaba con aquel maquillaje y por la paliza propinada por Batman, ahora en su inconsciencia se podía intuir un buen chico. Una lágrima corrió por la mejilla de Bette, el chico era un monstruo, como ella. Y no lo abandonaría para que Arkham lo pervirtiera más.
-Volvamos a casa Nathaniel…- Dijo mientras se echaba al chico al hombro.
Comisaría, East End, Gotham. EPILOGO 1
En el despacho de Gordon, el comisario descansaba por fin, habían logrado cerrar el caso, aunque no lo bien que habría querido. Montoya entró en el despacho tras tocar en la puerta.
-Andrew Ward ha muerto.- Dijo Renee.
Gordon asintió, no había tenido muchas esperanzas de que pasara de aquella noche. Aun recordaba lo aterrador que había sido la visión de aquel payaso viejo, y de los cadáveres de otros dos payasos. Pero aun había sido mayor el golpe cuando habían sabido que se trataba de los tres jóvenes que buscaban.
-Así que alguien ha estado reclutando jóvenes para crear pequeños Joker, y al no resistir estos durante mucho tiempo el veneno del Joker, necesitaban nuevos reclutas.- Reflexiono en voz alta el comisario mientras Montoya asentía.
-Es aterrador…- Añadió la mujer.
-… Eso solo nos deja una duda…
-¿Quién está detrás de todo esto?- Dijo Renee acertando la duda del comisario.
-Está claro que de alguna forma el Joker habrá orquestado todo esto, nadie haría nada así sin su permiso, pero me niego a aceptar que esos matones de tres al cuarto hayan llevado todo este plan adelante.
-No parece que vayamos a sacar nada más de ellos, sea quien sea el que le hizo eso a los chicos, ellos no lo saben, ellos tan solo trataban con los Joker niños, quien esté por encima es un misterio…
Batcueva, Gotham. EPILOGO 2
Batman descansaba en la silla delante del ordenador, con la mirada fija en la pantalla. Se había quitado la máscara, y aunque sus ojos miraban en dirección al ordenador, su mirada estaba perdida. Se encontraba perdido entre sueños. No podía dejar de imaginarse a si mismo con el maquillaje del Joker, torturando a sus pupilos.
Su mano derecha, rota, caía por un lado de la silla, mientras la sangre goteaba en el suelo, sus heridas, causadas por la explosión se habían abierto en su mayoría, pero él no sentía dolor alguno, el solo soñaba despierto.
Mansión de los Abbott, Blüdhaven. EPILOGO 3
Nathaniel se estremeció nuevamente en la cama. Habían pasado días desde que Nightwing lo devolviera a casa, y desde entonces había estado velando por él. El mayordomo se acercó a la joven, que en esos momentos descansaba apoyada contra la pared sin perder de vista al Doctor Medianoche, quien en aquellos momentos preparaba un suero para Nathaniel.
Bette no había sabido a quien acudir, llevarlo a cualquier hospital podría por haber incriminado al chico. Además de que dudaba de que en un hospital ordinario pudieran hacer nada por él, por no contar con que en ese estado de locura Nathaniel pondría en peligro la vida del resto de pacientes. Así que finalmente llamó a Medianoche, si alguien podía salvar al chico ese era Medianoche, y de momento parecía que lo conseguía.
-Muchas gracias por todo Nightwing.- Dijo el mayordomo completamente emocionado.- No solo lo devolviste a casa, sino que también velas por él.
-Solo me aseguro de que no despertará convertido en otro Joker.- Se limitó a decir Bette.
-Si me lo permite, no se habría tomado tantas molestias si no le preocupara mi señor.- Dijo el mayordomo con una sonrisa.- Voy a prepararles un poco de te al buen doctor y a usted.
Herbert salió de la habitación, el hombre había agradecido cada uno de los días que le devolvieran a Nathaniel, a quien consideraba como su propio hijo. Bette no lo habría admitido, pero ver la sonrisa de aquel hombre había hecho que todo mereciera la pena.
-¿Y cómo estás tú?- Preguntó Medianoche.
La pregunta pilló de improvisto a Bette, quien tardó unos segundos en darse cuenta de que le preguntaban a ella.
-¿Eh?, estoy bien.
-Físicamente si, está claro… Pero emocionalmente…
-Estoy bien Doctor.- Se limitó a responder Bette cortante.
-Te estás cerrando, estás siguiendo el camino de Bruce, o uno aun peor.
Bette sabía que solo se preocupaba por ella, pero no hay nada que él ni nadie pudiera hacer. Posiblemente estuviera en lo cierto, pero aquella era su vida ahora, y la verdad es que no le apetecía hablar de ella.
-¿Cómo está Nathaniel?
El Doctor Medianoche suspiró ante el cambio de conversación de la chica, pero no la forzó.
-Está bien, mientras se inyecte diariamente este suero no habrá problema.- Dijo el doctor mostrando un maletín lleno de diales de suero.- Es más, su metabolismo a cambiado a mejor, algo de la mezcla del Joker lo ha… ¿Cómo decirlo? Mejorado.
-¿Que quiere decir?
-Sana más rápido, es más fuerte, más ágil.
-Tal y como lo dice parece que le haya hecho un favor…- Dijo Bette.
-Solo le miro el lado positivo, pero no, no era hacerle un favor lo que buscaba, pasadas las 24 horas sin inyectarse empezará a tener alucinaciones, pasadas las 48 dudo que pueda mantenerse cuerdo…
El Doctor Medianoche guardó repentinamente un silencio sepulcral mientras miraba al muchacho pensativo.
-¿Qué no me has contado?
-Si vuelve a perder la cabeza, probablemente sea para siempre.
En algún lugar de Gotham. EPILOGO 4
En una clínica oscura y destartalada de Gotham, un chico de quince años intentaba librarse de las ataduras que lo sujetaban a una camilla.
-Relájate chico.- Dijo un hombre asiático de baja estatura ataviado con ropajes de cirujano.- Esto solo hará que seas mucho más capaz, hasta que palmes claro. Pero bueno, habrás servido para hacer historia.
El joven volvió a forcejear con fuerza, pero era inútil. El hombre hizo caso omiso y encendió una cámara que grababa toda la sala..
-Doctor Moon iniciando la prueba 5 del experimento Jokers. Hemos cambiado a vagabundos, ya que era demasiado evidente la desaparición de chicos con familiares, por mucho que al Joker le divirtiera más. En este experimento además probaremos los efectos del suero en una persona desnutrida.
Y dicho esto el doctor empezó a hacer incisiones y pincharle diferentes sustancias al pobre joven que en esta ocasión serviría como su cobaya de pruebas.
Batordenador
Con esto acaba mi primer arco de Detective Comics, el cual, como podemos observar no se ha centrado para nada en Batman, y ese es mi objetivo, una serie que abarque más haya de las aventuras del murciélago. Pero sin olvidarnos de él.
Aunque por lo general no los encontraremos juntos en el mismo número creo que he conseguido mi objetivo, que era ante todo presentar a los protagonistas de la serie: Batman, el cuerpo de policía de Gotham y por supuesto Nightwing, personaje que me ha gustado bastante y del que más cositas tengo pensadas.
Poco más que decir, un saludo!!!
Y ya sabéis, cualquier cosa me tenéis vía Facebook, en chfortuny@yahoo.com o en la propia sección de comentarios de la web.
Me ha gustado mucho, Carlos. Y me encanta como utilizas a la nueva Nightwing, no sé si te lo he dicho antes. El concepto de la serie como lo explicas también me gusta bastante, el entorno del Murciélago siempre ha sido tan llamativo como el personaje en sí, y es genial que haya alguien decidido a sacarle partido. ¡¡Enhorabuena!!
Me alegra especialmente que te haya gustado la nueva Nightwing, más que nada por que eres su creador jejeje. La verdad es que me gusto mucho la evolución que sufrió el personaje en tus manos y he disfrutado mucho escribiendo sobre ella.
Sobre el resto, no puedo decir que este muy orgulloso, pero creo que el resultado final no está mal, y espero que poco a poco todo vaya mejorando. Al fin y al cabo todo es práctica ^^
Muy bien! Dando protagonismo a la nueva Nightwing, para que los lectores se acostumbren a verla… buen trabajo!