X-Men #60

Temidos y odiados por un mundo que han jurado proteger…

#60 – Un día tranquilo
Por Carlos Correia


Fecha de publicación: Mes 28 – 8/00


«¿Quieres más café?», preguntó Jean Grey.

«No, gracias,» le contestó Lorna Dane.

Scott, Jean, Alex y Lorna estaban reunidos en la casa de los dos primeros, situada en una cabaña dentro de los terrenos de la Escuela. Aunque habían dejado el grupo tras la pérdida de poderes de Jean1, no querían desvincularse del todo de sus amigos.

Alex y Lorna, por su parte, estaban ocupados con los preparativos de su boda2. Además, Alex había ocupado el puesto de su hermano como líder del grupo, aunque estas últimas semanas habían sido bastante tranquilas, y se había pasado la mayor parte del tiempo entrenando en la Sala de Peligro.

«Y bien, hermano, ¿echas de menos el estar todo el día dando órdenes?»

«No, Alex. Estar con Jean aquí en la cabaña es suficiente. Además, he buscado trabajo en Nueva York. El lunes empiezo a trabajar en la emisora de radio en la que estuve hace unos años3. Mi antiguo jefe se acordaba de mi, y me ha dado un puesto en las noticias del mediodía.»

«Felicidades, Scott. ¿Y tú, Jean? ¿También vas a trabajar, o te vas a quedar en casa?»

«No, yo me quedaré. Además, tengo una sorpresa que daros esta noche en la cena.»

«¡Ah, si!», exclamó Lorna. «Ya no me acordaba. Charles ha preparado esta noche una reunión para todos. Creo que ha llamado a Sean y a Júbilo, aprovechando que Moira está por aquí, ¿no?»

«Sí, así es, así que tendrás que ponerte otra vez la corbata, hermanito», dijo Scott.

«Ya, vale, pero no cambies de tema. ¿Qué sorpresa es esa, Jean? No nos tengas en ascuas…»

«Tendrá que esperar, señor Summers, como todo el mundo.»


«¡Eh, Harry, trae otra ronda!», gritó Lobezno al camarero.

En uno de los reservados del bar se habían reunido Ororo, Logan, Remy y Pícara, en uno de esos momentos de descanso tan atípicos en las vidas de estos mutantes.

«¿Y bien, por donde íbamos, mes amis?», preguntó Gambito.

«Creo que», le respondió Pícara, «mientras tus ojos se iban detrás de aquella rubia, el resto estabamos hablando sobre Bishop, cajun.»

«¡Ah, oui! ¿Ha habido algún cambio en su estado?»

«No, cajun. El chico sigue en coma. Sea lo que sea con lo que le dieron, le ha dado muy fuerte», respondió Logan. «El mamón de SHIELD gritó algo de uranio empobrecido, pero eso es munición antitanque, no radiación, así que no tenemos ni zorra de lo que le pasa.»

«Esperemos que Moira logre algo», dijo Ororo. «Por cierto, Bobby ha llamado esta mañana. Vendrá a la cena de esta noche.»

«¿Qué tal está? Desde que decidió irse a Nueva York no hay quien le vea el pelo4…», dijo Pícara.

«Bien. Parece que su chica y él se han instalado ya, pero me dijo que nos lo contará todo cuando llegue.»

«Espero que sea tan jolie como dice», comentó Gambito. «Quizás prefiera a un hombre de verdad como yo.»

«Seguro, nene. ¿Aún estás celoso porque me fui con Bobby tras besarte5

«¿Celoso yo? ¿Por qué debería? Obviamente yo he ganado, n’est ce pas?»

«Claro, Remy, claro…»


«No lo entiendo», dijo Moira. «No hay explicación a su estado, Charles. Bishop no tiene nada. La herida sanó completamente, gracias a las máquinas Shiar, pero no despierta. ¿Y dices que no has podido acceder a su mente?»

«Así es, no puedo. Su mente está totalmente en blanco, resguardada tras una serie de barreras mentales. Y temo romper esas barreras, no sé qué efecto causarían en su psique.»

«Entonces me temo que no hay nada que podamos hacer por el momento. Habrá que tener paciencia… como siempre.»

«Tus investigaciones sobre el virus del Legado siguen sin dar resultado, ¿no?»

«Así es. Hemos aclarado muchas cosas, pero por cada descubrimiento que hacemos, nos surgen nuevas incógnitas. Es realmente frustrante.»

«Lo supongo. Pero no desesperes. Al final, todo acabará bien.»

«Tras tantos años, y aun eres optimista. Nunca he podido saber cómo lo logras.»


Tras salir del bar, Gambito se había ofrecido a llevar a Pícara en su moto, mientras Ororo y Logan volvían andando, continuando la conversación.

«Entonces, ¿no te importa que Alex sustituya a Ciclo? Creía que te gustaba dirigir al equipo.»

«Si, así es», contestó Tormenta, «pero creo que es bueno para Alex dar este paso. De todas formas, yo le apoyaré en todo, seremos colíderes en la práctica.»

«El chico ha madurado desde la última vez que estuvo con nosotros, desde lueg… ¡¡Elfo, sal de entre los árboles!!»

Ante la cara de asombro de Tormenta, Rondador Nocturno salió de entre las sombras.

«¡Unglaubich! ¿Cómo me has detectado? Estaba a contraviento, y no he hecho ningún ruido…»

«Respiras, elfo, y es suficiente.»

Los dos amigos se dieron la mano, y luego Kurt abrazó a Tormenta.

«¿Cuándo has llegado? No os esperábamos hasta esta noche…»

«Sí, lo sé, pero Kitty lleva días nerviosa, con eso de que vais a conocer formalmente a Pete, y…»

«… Os ha hecho adelantar el viaje, ¿no? ¿Y dónde está la enana?»

«Detrás tuya, Logan.»

Kitty Pryde salió atravesando el suelo tras Lobezno, cogiéndolo por sorpresa.

«Lo has logrado, Kitten, me has sorprendido. No es algo que muchos hayan logrado.»

«Será que te vuelves viejo con la edad, Logan», contestó Kitty, dándole un beso.

«O que la gatita ha aprendido trucos nuevos. ¿Dónde has escondido a ese novio tuyo?»

«Está esperándonos algo más adelante.»

Siguieron andando, y a lo lejos apareció la silueta de un hombre, embutido en una gabardina, y fumando un cigarrillo.

«¡¡Pete!! ¡¡Ven aquí!!», gritó Kitty.

El hombre se acercó. Era Pete Wisdom, ex-agente de Aire Negro y actual miembro de Excalibur, y novio de Gata Sombra. También era un mutante, con la habilidad de lanzar dardos de calor por la punta de sus dedos.

«Ororo, Logan, este es Pete Wisdom.»


Warren y Betsy habían ido a recoger a Bobby y a Jacke a Nueva York, donde ahora residían, para llevarlos a la cena. Habían quedado junto a las Torres Gemelas, ya que Betsy quería ir de compras por la zona. Warren la había estado acompañando, aunque se había aburrido a los cinco minutos, como casi todos los hombres que tienen que ir de tiendas, y había terminado esperándola en la zona de deportes, mirando un nuevo juego de palos de golf. Al cabo de un par de horas, Betsy volvió, cargada de bolsas y más bolsas de vestidos y demás ropas, y se dirigieron al punto de encuentro.

Allí ya les esperaban la pareja, y, tras unas rápidas presentaciones, se dirigieron al coche de Warren (un Sedan negro) y pusieron rumbo a la Mansión. Betsy y Jacke enseguida comenzaron a hablar, a abrir las bolsas y llenar todo el asiento trasero con todas las ropas recién compradas. A Warren y a Bobby les esperaba un viaje muuuuy largo…

[[SI, VALE, ES ALGO MACHISTA, LO SÉ, PERO ESTA MAÑANA ME HA TOCADO IR DE COMPRAS CON UNA AMIGA Y TENGO EL RECUERDO DEMASIADO RECIENTE :P]]


Logan se había llevado a Kurt y a Pete a un lado, mientras Ororo hablaba con Kitty.

«Es… un poco mayor que tu, ¿no?»

«Si, bueno, pero nos queremos.»

«Si tu estás segura de tus sentimientos, eso es lo importante. Has crecido mucho, y confío en ti. Sé feliz.»

«Gracias, Ororo.»

Las dos se fundieron en un abrazo.

Mientras, Logan hablaba «amistosamente» con Wisdom.

«Bien, Wisdom, escúchame bien, porque no lo voy a repetir. La chica es muy especial para mi, y si le haces el más mínimo daño, me aseguraré de que sea lo último que hagas. ¿Está claro?», dijo, mientras con una de sus garras agujereaba un árbol.

«Sí, Lobezno, señor», contestó Wisdom, tragando saliva. A pesar de sus años de experiencia como agente secreto, Lobezno era capaz de poner nervioso a cualquiera. «No le haré daño. La quiero, y su felicidad es todo lo que deseo.»

«Bien», dijo Logan guardando las garras. «Parece que nos entenderemos. Vamos a tomar unas birras, elfo. Invita el chico.»


El sedán de Warren llegó a la mansión, y sus cuatro ocupantes bajaron del coche. Betsy se despidió de ellos hasta la cena, y llevó sus compras a la habitación. Abrió la puerta y…

«¡¡Brian!! ¡¡Meggan!! ¡¡Habéis llegado!!»

Los dos hermanos se abrazaron cariñosamente.

«Bets, te estábamos esperando. Queremos decirte algo», dijo el Capitán Britania. «Meggan y yo hemos decidido casarnos. Y nos gustaría que fueras nuestra madrina.»

«¿Os vais a casar? ¡¡Por fin!! ¿Cuándo?»

«Aun no tenemos fecha», le contestó Meggan, «pero tampoco hay prisa. Queremos que todo sea perfecto.»

«¿Entonces qué, hermanita, serás nuestra madrina?»

«Claro, Brian, claro. Será un honor para mi.»


«¡¡¡¡Lobiiiiii!!!!», gritó Júbilo, nada más entrar en el bar y ver a su amado Lobezno sentado al fondo, junto a Pete y a Kurt. Sean, detrás de ella, intentó sujetarla, pero fue imposible. En menos de tres segundos cruzó todo el bar y saltó encima de él, dándole un gran abrazo. Todos se echaron a reír, mientras Banshee acercaba una silla a la mesa.

«¿Qué tal, Sean? ¿Ya has conseguido que Emma deje de ir en ropa interior por la Academia?», preguntó Kurt.

«Oh, si, claro, elfo, ahora ya usa pantalones y todo. Es un gran avance.»

«Me alegro de verte, irlandés. Y seguro que Moira también», dijo Logan.

«Y yo, Logan. Desde que contrajo el virus del Legado nos hemos visto muy poco, tiene miedo de contagiarme, y no quiere que me acerque a ella.»

«Te quiere mucho, Sean, y te necesita», dijo Rondador.

«Lo sé. Sólo que me gustaría que alguna vez lo demostrara.»


Horas después…

Todos estaban sentados alrededor de la mesa, con Xavier en la cabecera, y sus alumnos y amigos a los lados. En momentos como estos, echaba de menos a los que ya les había dejado (el Cambiante, Ave de Trueno, Cifra, Warlock, Illyana…).

Sólo faltaban sus dos primeros alumnos, Scott Summers y Jean Grey, que le habían dicho que llegarían un poco tarde. Pensó en ponerse en contacto telepático con ellos, pero recordó que la perdida de poderes de Jean aún era reciente, y no le gustaría que se sintiera mal al notar su falta.

Todos charlaban animosamente. Júbilo se había sentado junto a Lobezno, y le estaba contando como ella sola había logrado derrotar a Utiel, sin que la estúpida de Monet hubiera hecho nada6. Sean y Moira hablaban también, a pesar de que ésta seguía intentando no respirarle encima, no fuera a contagiarle el virus del Legado. Jacke se sentía algo desbordada por todo esto, y Bobby intentaba distraerla gastándole bromas a Gambito.

Al cabo de unos minutos, se abrió la puerta del salón. Cíclope y Fénix entraron, cogidos de la mano. Todas las miradas se dirigieron hacia ellos.

«Amigos», comenzó Jean. «Queremos aprovechar que estamos todos aquí reunidos para daros una gran noticia. Estoy embarazada. Scott y yo vamos a ser padres de una niña.»

Todos corrieron a abrazarlos y felicitarlos, y la celebración duró toda la noche.

FIN


1.- Como vimos en el número anterior.

2.- Alex le propuso matrimonio a Lorna en Patrulla-X #338.

3.- Hace siglos, por allá por Patrulla-X #48.

4.- Tal y como se ve en la serie del Hombre de Hielo.

5.- Pícara besó a Gambito justo antes de la Era de Apocalipsis, cuando creían que el mundo se acababa, y absorbió parte de sus recuerdos.

6.- Como vimos en Generación-X #22-25.


SALA DE GUERRA

Hola a todos… por última vez.

Éste será el último número de la serie X-Men en MarvelTopia. Dado que yo soy el guionista tanto de la serie de la Patrulla-X como de ésta, he decidido juntar todos los argumentos y personajes en la colección de la Patrulla, para lograr así (o al menos intentar) mantener una periodicidad que hasta ahora me ha sido imposible de mantener.

De todas formas, si alguien quiere hacer la serie de X-Men, podrá hacerlo, pero no podrá usar a ninguno de los personajes que hay hasta ahora… al menos durante bastante tiempo, pues tengo planeada varias sagas que hacen imposible el repartir a los personajes. Claro que, con la de mutantes que hay libres, en cualquier momento se puede formar un nuevo equipo, ¿verdad?

En fin, espero que os haya gustado el número, que, como habéis podido ver, ha sido uno de esos episodios «tranquilos», en los que los personajes hablan y hablan y no hay peleas. Y espero, igualmente, que os haya gustado la «sorpresa» del final.

Cualquier comentario que queráis hacerme, os lo responderé en el correo de la Patrulla-X.

Ha sido un placer.

Mutativos saludos…

Carlos

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