#8 – Reino de Sangre I
Revelaciones
Por Tomás Sendarrubias
Fecha de publicación: Mes 172 – 8/12
En el Tablero…
FICHAS BLANCAS (No metahumanos)
Rey de Blancas: Dmitri Pushkin |
FICHAS NEGRAS (Metahumanos)
Rey de Negras: Carter Hall |
Isla de San Jano, el Tablero.
Bárbara Gordon desactiva la imagen de Oráculo del panel de control de su habitación, y resopla, recostándose en su silla de ruedas. Casi por instinto se lleva las manos al cuello, que nota rígido y tenso. Toma de nuevo aire y lo deja salir despacio, tratando de relajar lo más posible sus músculos, pero es consciente de que esa vez no servirá de mucho. Lo que necesita es una hora en manos de Eddie, su fisioterapeuta. Eso y un baño caliente, con mucha espuma. Suspira de nuevo. Al menos no ha sido un trabajo demasiado difícil, y lo ha podido hacer desde su habitación, sin tener que recurrir a los sistemas del CyC. Rusia y Ucrania habían denunciado movimientos de tropas en Pokolistan, y Jaque Mate había acudido para asegurarse de que el General Zod simplemente estaba haciendo lo de siempre: mover sus ejércitos para mantener inquietos a sus vecinos. Dmitri era el experto en la zona, de modo que le hubiera correspondido dirigir la misión, pero no hacía mucho que Brion y él habían vuelto de Marruecos, donde Jaque Mate había evitado que el gobierno comenzase a reunir un ejército de niños metahumanos. La misión había sido dura, y las fichas blancas aún estaban buscando sustituta para el Caballo de Reina Blanca tras la muerte de Jacqueline (1), así que finalmente, había sido Carter quien había asumido el mando. Él, Faust y Asesina Zorra Fantasma estaban en Moscú con varias unidades de peones, pero los dos especialistas en apoyo informático eran de Blancas, y Bárbara estaba mucho menos preocupada por la sustitución de Jacqueline que Nigel, así que se había ofrecido voluntaria.
Como esperaban, simplemente se trataba de Zod haciéndole ver al mundo que seguía ahí, y por lo que Bárbara, como Oráculo, había podido extraer de las bases de datos de defensa de Pokolistán, el General no tenía planificado nada a corto plazo. Por supuesto, aquel pequeño país soviético seguiría siendo un polvorín político mientras Zod siguiera en el poder, pero de momento, no explotaría. Arani se trasladaría a Moscú para actuar como enlace de Jaque Mate con las autoridades rusas durante un mes más, pero Carter y los demás estaban ya prácticamente volviendo a San Jano.
Una misión de rutina más.
Bárbara retira la silla de ruedas del panel de control y se dispone a dirigirse hacia el Damero, donde los miembros principales de Blancas estarían debatiendo el nombramiento de un nuevo Caballo de Blancas que se ajustase a la Regla del Par, a las exigencias de la ONU y a las peticiones de las diferentes naciones. Dmitri había propuesto a Tatsu Yamashiro, Katana, antigua aliada de los Outsiders. Cumplía todas las exigencias de la Regla del Par (mujer, sin poderes) y no había japoneses dentro de la Realeza (aunque había países que consideraban la presencia de la vietnamita Chesire y de la china Asesina Zorra Fantasma como suficiente presencia asiática). Pero mientras se aparta de su ordenador, ve una carpeta, situada en un rincón del escritorio, y sus manos se detienen sobre las ruedas. Lleva meses hackeando el ordenador de Amanda Waller, prácticamente desde su incorporación a Jaque Mate, y aún no ha tenido tiempo de revisar los datos que ha obtenido. Los sistemas que protegían los ordenadores de la Reina de Blancas eran buenos, y Bárbara no se había querido arriesgar a alertarla de sus intenciones, de modo que había recurrido a un sistema mucho más tedioso de analizar: el phreaking van Eck, utilizando un aparato que grababa un mapa magnético de la pantalla de Amanda, copiándolo para su posterior análisis. A grandes rasgos, Bárbara no podría acceder al interior del disco duro de la Reina de Blancas, pero podría ver todo lo que esta hubiera visto en su ordenador.
Rezando para no encontrarse con imágenes de coprofagia o bestialismo, Bárbara vuelve a acercarse a su ordenador, y abre la carpeta.
El Damero.
-¡Estás loca!-exclama Dmitri, apuntando con un dedo a Amanda Waller, que permanece sentada, con los ojos clavados en su equivalente masculino. El rostro del Rey de Blancas está enrojecido por la ira, y parece a punto de atragantarse con su propio enfado, pero Amanda permanece completamente impertérrita, como si no la estuvieran gritando a ella.
-Es el Caballo de Reina Blanca lo que hay que remplazar, Dmitri. Yo elegí a Jacqueline, es lógico que yo tenga que remplazarla.
-Amanda, para cuando me ofrecieron el cargo de Rey de Blancas ya habías elegido prácticamente toda la estructura de este lado de Jaque Mate. He trabajado quien tú decidiste que debíamos trabajar. Pero ahora estoy aquí y me niego a dejar que conviertas el lado de Blancas en tu puto Escuadrón Suicida.
-Elegí a los mejores…
-Amanda-la interrumpe Dmitri, mirando de reojo a Chesire-. Ya he aceptado una asesina convicta en nuestro lado del tablero, no voy a aceptar una segunda.
-Creo que la lealtad de Jade está fuera de discusión después de todo lo que ocurrió con Capucha Escarlata (2).
-¿Realmente crees que Gunbunny es la mejor opción que tienes para cubrir el puesto de Caballo? Los caballos son nuestros generales de campo, y Gunbunny…
-Es una excelente tiradora cuya personalidad se ha visto anulada durante años por ese cerdo asqueroso de Gunhawk. Ya ni siquiera se hace llamar Gunbunny, es Pistolera. Y tenemos ya suficientes expertos en artes marciales, Dmitri. Jacqueline era una francotiradora, y ella es aún mejor. Y puedo dar fe de su rehabilitación, se ha tratado en Belle Reeve.
-Creo que deberíamos tener en cuenta el veto de la ONU a más miembros de la Realeza estadounidenses-interviene Nigel-. Y realmente no creo que haya algo más… yanqui que una chica con sombrero de vaquera y pistolas.
-Bunny no es estadounidense-sonríe Amanda-. Nació en Panamá, su nombre real es Ana Lucía Gabriel, Bunny (3) es solo un alias de cierto mal gusto.
-No…-comienza a decir Dmitri, pero Amanda niega con la cabeza.
-Ya he enviado el nombramiento a Naciones Unidas y ha sido aceptado. No os estoy pidiendo permiso, sólo os informo. Bunny estará aquí mañana, preparada para ejercer de Caballo de Blancas. Tariq, necesitaré que apoyes a Bunny durante un par de meses. Es una gran tiradora, y ha recibido lecciones de estrategia en Belle Reeve, pero aún tiene mucho que aprender sobre el trabajo de campo…
-Estoy harto de tu política de hechos consumados, Amanda. Completamente harto.
Amanda se encoge de hombros, torciendo los labios en una sonrisa que hace que Dmitri sienta la necesidad de hacerla desaparecer de su cara a puñetazos.
-Supongo que podemos dar por terminada la reunión-masculla el Rey de Blancas, y en ese momento, la puerta del Damero se abre, y Bárbara entra, pálida y seguida de Jesse Chambers, la Reina de Negras.
-Esto es una reunión de Blancas, Jesse, no sé por qué…-comienza a decir Amanda, pero Bárbara la interrumpe.
-Yo he solicitado la intervención de Negras.
-¿Qué?-pregunta Amanda.
-Bárbara, ¿qué ocurre?-interviene Dmitri, y ella enrojece levemente antes de acercarse a la mesa.
-Dmitri, me temo que el lado de Blancas queda bajo supervisión completa de Negras.
-¡Eso no es posible!-exclama Amanda, mientras todos los miembros presentes de la Realeza de Blancas se miran atónitos. Dmitri se incorpora, plantándole cara a Jesse, pero de pronto su rostro cambia y se vuelve hacia la Reina de Blancas.
-¿Qué has hecho, mujer?-gruñe Dmitri, y Amanda frunce el ceño.
-Amanda-comienza a decir Jesse-. ¿Qué tienes que contarnos del proyecto Schaasburg?
-Absolutamente nada-responde Amanda, sosteniendo la mirada de Jesse, que chasquea la lengua.
-Bárbara, por favor…
-Hay indicios de que la Reina de Blancas mantiene un proyecto personal en connivencia con el gobierno de Estados Unidos… Ha estado enviando información de los archivos de Jaque Mate a varias personas dentro del Pentágono. Información confidencial sobre misiones, sobre particulares… Todo lo que podría ayudar a Estados Unidos a hacerse con su propio ejército de metahumanos.
-Amanda…-masculla Dmitri. Después de lo ocurrido en Marruecos, no podía creerse que hubiera encontrado algo así en lo que Jaque Mate estuviera participando-. De qué está hablando Bárbara….
-Bárbara está hablando de temas que no debería ni siquiera conocer. Y no puedo exponer nada sobre el proyecto Schaasburg, ya que es Alto Secreto de Estados Unidos.
-¿Cuándo te vas a dar cuenta de que Jaque Mate no es una agencia al servicio de Estados Unidos, Amanda?-suspira Jesse-. Que servimos a algo más grande que un solo país…
-No tengo por qué contar nada sobre Schaasburg-sisea la Reina de Blancas, y Jesse niega con la cabeza, encogiéndose de hombros.
-Lo siento, Dmitri, pero los estatutos son claros. El Lado de Blancas ha quedado puesto en entredicho, así que el Lado de Negras asume el control completo temporal de Jaque Mate. Por supuesto, salvo la Reina de Blancas, los demás mantendréis vuestros rangos, y actuaréis como miembros consultivos. Pero no tenéis poderes directivos ni fácticos… y no podéis salir de San Jano.
-Esto es una mierda-sisea Nigel, pero Dmitri asiente.
-Es lo correcto y lo establecido por nuestros estatutos fundacionales. Y Bárbara… has hecho lo que tenías que hacer.
-Claro-sisea Chesire-. Ella siempre hace lo correcto.
Bárbara la mira de reojo, pero no dice nada.
-Sería apropiado que os retiraseis a vuestras habitaciones-continúa Jesse-. Excepto Nigel y Bárbara, os necesitaremos en el CyC.
-No husmeéis en el asunto de Schaasburg-gruñe Amanda, incorporándose y dirigiéndose a la salida del Damero, seguida de Jade, y más reticentemente, de Tariq y Ben-. Hay cosas que no necesitáis saber.
-Amanda…-gruñe Dmitri, dando un golpe sobre la mesa-. Cállate. Cállate de una puta vez.
-Lo siento, Dmitri-dice Bárbara, mientras el Rey de Blancas sale de la habitación, y él se detiene y le pone una mano en el hombro, con una sonrisa triste, sin decir nada.
La puerta se cierra tras Dmitri, dejando solos en la sala a Jesse, Bárbara y Nigel.
-Bien-dice Jesse-. Necesito contactar con el grupo de Carter. Vamos a averiguar todo lo que podamos sobre ese proyecto Schaasburg… Y vamos a intervenir.
Crossing Red, Dakota del Norte.
«Desde luego, el tío Sam sabe esconder bien sus proyectos», piensa Hawkman, mirando el pueblo que se extiende ante ellos. Crossing Red, Dakota del Norte. 687 almas, según el cartel que había en la entrada del pueblo, y ni una de ellas en la calle. Una calle principal, una cafetería llamada «Larry´s», un par de bares, un cine… Nada que pudiera llamar la atención. Oráculo les había pasado toda la información durante el vuelo, y cuando Carter había conseguido tranquilizarse lo bastante como para no querer arrojar a Amanda Waller desde un kilómetro de altura para ver como se expandía por el suelo, se habían desviado en su vuelo de regreso desde Pokolistán a San Jano para visitar Dakota del Norte, donde los datos de Oráculo situaban el proyecto Schaasburg.
Bárbara había intentado averiguar algo sobre la denominación, pero lo único que sabían era que Schaasburg era el nombre germánico de una de las ciudades que habían formado parte del Siebenburgen (4) de Hungría Oriental durante la Edad Media. El nombre actual era Sighisoara, en Rumanía. Carter sabía como se elegían los nombres en las altas esferas del Pentágono, y suponía que se trataba, como tantas otras veces, de un nombre puesto al azar. Algún becario habría tirado un dardo sobre un mapa del mundo, y se había elegido Schaasburg como podría haber sido Miami.
Todo parecía normal, salvo por el hecho de que no había un alma en las calles. Ni niños jugando, ni ancianos en los porches… nada absolutamente. El Raptor de Jaque Mate estaba oculto en un valle cercano, para acercarse a la población de la forma más discreta posible.
-Un pueblo de metahumanos-masculla Carter-. ¿Cómo puede haber ocurrido eso? ¿Un meteorito?
-Hay algo raro-dice Faust, y Carter se gira hacia él. También Asesina Zorra Fantasma observa el lugar con una mueca de desprecio.
-¿A qué te refieres?-pregunta Hawkman, llevando su mano hacia la empuñadura de la maza que pende de su cinturón. Si algo ha aprendido en el tiempo que ha trabajado junto a Faust, ha sido a confiar en sus impulsos y corazonadas.
-Es como si el pueblo estuviera rodeado de una estática mística. Intento sentir algo de lo que hay ahí… pero no veo nada, me da dolor de cabeza-explica Faust, mirando a Carter, y Li Shen asiente.
-Las líneas del dragón están corrompidas aquí-masculla la kitsune-. En el cartel pone seiscientas ochenta y siete almas. Yo no percibo ninguna…
-Bueno, suponíamos que esto iba a ser raro-afirma Carter, haciendo un gesto para que Faust y Asesina Zorra Fantasma le siguieran-. Veamos que pasa aquí.
El trío avanza por la calle principal del pueblo, y Carter no puede evitar las películas del Oeste que veía de pequeño. Se ve a sí mismo como John Wayne, Rock Hudson o Richard Widmark caminando por la calle principal de algún pueblo de California, preparados para desenfundar en cualquier momento. Una sensación extraña le atenaza el corazón. El sol aún no se ha puesto siquiera, debería haber gente en algún sitio.
-Deberíamos salir de aquí…-sisea Li Shen, empuñando sus dos dagas con tanta fuerza que los nudillos se le habían puesto blancos.
-¡Hola!-exclama Carter, y de inmediato, Asesina Zorra Fantasma a un brinco, sobresaltada y apuntando a Carter con sus cuchillas. La voz de Hawkman desapareció, como absorbida por el vacío, sin levantar siquiera un eco.
-Llama a los refuerzos, Carter-susurra Li Shen-. Tenemos un grupo completo de peones a veinte minutos de aquí…
-¿Para qué se enfrenten a nada, Shen?-responde Carter-. No tiene sentido… y además, el comunicador no funciona.
-No funciona ningún comunicador-gruñe Faust-. No puedo contactar ni con ellos ni con San Jano.
-Esto no tiene ningún sentido… -masculla Hawkman-. Vamos a ver qué hay aquí, entraremos en ese edificio-ordena, señalando una construcción ligeramente más alta que el resto de los edificios del pueblo, probablemente el ayuntamiento. Se encontraba en una pequeña plaza cuadrada, y frente a él, había una pequeña iglesia de tipo colonial, con una campana situada sobre la entrada.
Li Shen sisea, mira a su alrededor, y asiente. Todos sus impulsos la instan a tomar su forma de zorro y salir huyendo de allí, siente un miedo que no había sentido nunca y que es incapaz de explicar. Se siente vacía, como si la hubieran arrancado de los caminos de la vida y arrojado a la nada.
Hawkman empuja las puertas del ayuntamiento, y en ese momento, Asesina Zorra Fantasma no resiste más la situación. Con un aullido de miedo, se transforma en un zorro de pelaje rojizo, y huye, gañendo, lejos del edificio.
-¡Shen!-grita Carter-. ¡Shen!
-Carter, no sé que está pasando aquí, pero todos mis instintos me dicen que la siga, que salga de aquí corriendo y sin mirar atrás.
-No podemos volver sin presentar un motivo, Sebastien. ¿De qué se supone que estaríamos huyendo?
Faust lanza un gruñido, y sigue a Hawkman al interior del ayuntamiento.
San Jano.
-Waller-dice Jesse, entrando en las habitaciones de Amanda. Esta se encuentra sentada en un sillón junto a la ventana, con un libro en las manos. Una biografía de Henry Kissinger (5). «Que apropiado», piensa la Reina de Negras. Amanda cierra el libro y lo deja sobre una mesita cercana-. El representante de Estados Unidos ante la ONU nos ha ordenado tu puesta en libertad inmediata. Si eso no ocurre, retirarán su apoyo a Jaque Mate.
-Era cuestión de tiempo-responde Amanda, encogiéndose de hombros-. ¿Dónde está Dmitri? No habíamos concluido nuestra reunión…
-Dmitri está reunido con las Naciones Unidas tratando de demostrar por qué no puedes seguir al frente de Jaque Mate.
Amanda guarda silencio, y frunce el ceño.
-Cría cuervos…-susurra, y los labios de Jesse se curvan en una amarga sonrisa.
-Querías una comparsa, no un compañero, Waller-dice-. Lamento decirte que, por muy agradable y simpático que pueda ser, Rocket Red no es ningún pelele.
-No, supongo que no. Pero si no has venido para sacarme de aquí y dejarme retomar mis funciones antes de que consigáis hundir esta agencia, ¿qué haces aquí, Jesse Chambers?
-Aún estás a tiempo de contárnoslo, Amanda.
-No voy a hablar nada de esa operación con vosotros, niña Es confidencial.
-Amanda, el equipo de Carter está en Crossing Red-responde Jesse, suspirando-. En mitad de ese maldito proyecto Schaasburg. Pero no conseguimos hablar con ellos, no hay comunicación con la zona.
-¡Mierda!-exclama Waller, incorporándose-. ¿Hall está en Crossing Red? Sois una panda de estúpidos suicidas, Jesse, no sabéis lo que habéis hecho…
-Hawkman está con Faust y Asesina Zorra Fantasma. Está bien protegido.
-Están muertos, niña. Todos y cada uno de ellos. Están muertos.
1.- Ocurrió en Jaque Mate 6, durante el Amanecer Escarlata.
2.- Como podéis ver en los números de Titanes, Jaque Mate, DC Premiere y JSA relacionados con Amanecer Escarlata. O bueno, os puedo resumir que Jade fue elegida por Capucha Escarlata para ser su Reina del Crimen… y ella decidió “traicionarlo” y ponerse del lado de Jaque Mate y los héroes.
3.- Es algo así como “conejita”, en rollo chica de playboy
4.- Las Siete Ciudades, en alemán
5.- Secretario de Estado de Nixon y Ford, marcó la política exterior de Estados Unidos durante años, hasta el punto de que en 2001 fue vuelto a llamar a la Casa Blanca por Bush Junior. Aunque recibió el Nobel de la Paz por su política de apertura ante la URSS y China y el alto el fuego en Vietnam, fue el autor de buena parte de las intervenciones de Estados Unidos en la política interna de lugares tan diferentes como Argentina o Angola, donde se violaron de forma continuada los derechos humanos.
TABLERO DE JUEGO
Bueno, y como había dicho, aquí empiezan los jaleos internos de Jaque Mate, centrados, como no podía ser de otra manera, en la figura de Amanda Waller. Pero claro, los conflictos internos no vienen solos, así que ahí tenemos el Proyecto Schaasburg para darle sustancia a la cosa… y la incorporación de un posible nuevo personaje al elenco de Jaque Mate. ¡Bunny la Pistolera! ¿Os acordáis de ella? Buscad, buscad… se llamaba Gunbunny… y no es broma…
Nunca dejara de sorprenderme lo bien que se te dan las series grupales. Y el partido que le sacas a todos estos personajes, en teoría secundarios.
Gran inicio de saga, y con muchas ganas de leer que ocurre con Hall y cía en Crossing Red.
Por poner algún «pero», he echado en falta alguna mención de Barbara sobre Dick (pero vaya, eso ya son tikismikeces mías xD)