Flash #185

Flash #185Es el ser más rápido del universo. Él es…

#185 – Revanchista
Por David Guirado


Fecha de publicación: Mes 171 – 7/12


Wally West se encontraba victorioso, delante del inconsciente Digger Harkness, mejor conocido como el Capitán Boomerang. Sin embargo, el sentimiento de victoria había sido una sensación efímera, puesto que Flash inspeccionó a supervelocidad la zona en la que se encontraba.

No pudo evitar sentir repulsión y un profundo sentimiento de tristeza al comprobar el reguero de cadáveres que poblaban la ciudad. No daba crédito a sus ojos, al ver por si mismo como los cuerpos sin vida adornaban Keystone City.

Había personas que habían perecido chamuscadas, como una chica cuyo cuerpo encontró Wally desfigurado e irreconocible encima del capo de un choche. Otras congeladas, como estatuas sin vida, como un anciano cuyo último aliento dio mientras paseaba a su perro.

Flash empezó correr por los alrededores y comprobó que en el centro de la ciudad las calles estaban destrozadas y habían cadáveres por doquier en las aceras. Keystone City parecía un campo de batalla.

– Por favor, que esto sea otra alucinación- rogó Wally West, tras pararse un momento a digerir lo que estaba viendo. (1)

Una llamarada, que apenas pudo esquivar, le sacó de su momento de meditación. Ola de Calor, el Capitán Frío y el Hechicero del Clima estaban enfrente suya.

– ¿¿Snart?? ¿Eres tú?- preguntó Wally al ver al Capitán Frío convertido en un autentico hombre de hielo.

– Mi nombre es Frío- respondió el villano.

– Esta vez, habéis ido demasiado lejos. Habéis asesinado a docenas de personas sin piedad. Vais a pagarlo muy caro, tengáis o los poderes aumentados- declaró Flash.

– Condenado velocista, ¡ha llegado la hora de que mueras!- exclamó el Hechicero del Clima, mientras le lanzaba un relámpago, el cuál Flash esquivo con facilidad.

– Mardon, obtuve mis poderes gracias a un relámpago, nunca jugaran en mi contra- comentó Wally mientras le daba un serie de puñetazos en el rostro.

Sorprendentemente, el Hechicero se reía mientras el velocista le golpeaba.

– Esta vez los villanos van a ganar- dijo Mardon mientras perdía un diente a causa de los golpes de Flash.

Un fuerte huracán generado por el Hechicero logró que Wally cesase en su afán de machacar el rostro de James Mardon.

El Capitán Frio construyó con sus poderes una especie de estaca gigante de hielo, mientras Mardon distraía al velocista.

Ola de Calor lanzó una serie de llamaradas a Wally, pero este las esquivó.

– Nada es más rápido que yo, a estas alturas deberíais saberlo- declaró Wally.

El Hechicero del Clima empleó sus poderes de generar fuertes vientos para impulsar contra el velocista escarlata la estaca de hielo construida por Frío, pero Wally West se limitó a vibrar sus moléculas para que esta le atravesase.

Leonard Snart intentó congelar a Flash mediante sus propias manos, pero este se aparto, haciendo que su helado enemigo convirtiese en hielo únicamente a un árbol.

– Ahora es mi turno- dijo Flash con un marcado tono serio- Insisto, por muchos poderes que tengáis los villanos, sigo siendo el hombre más rápido del mundo.

Flash empezó a correr en círculos alrededor de Snart, empezando el villano a mirar a los lados, intentando localizar al velocista escarlata. Sin embargo, fue inútil. Wally se movía demasiado rápido para él.

– Sé un hombre y da la cara- sentenció Snart.

Esas palabras cayeron en oídos sordos, ya que Flash continuo corriendo alrededor del Capitán Frio, generando un vórtice a su alrededor. El villano se vio arrastrado por la corriente y empezó a dar vueltas dentro del torbellino, muy a su pesar. Cuando hubo alcanzado la velocidad adecuada, Flash lo lanzó contra el suelo, dejándole inconsciente.

– ¿Quién va ahora?- preguntó retóricamente Wally, dirigiéndose al Hechicero del Clima.

– Me sorprendes, West, nunca habías sido tan agresivo- comentó Mardon, mientras lanzaba un rayo a Flash.

El velocista se apartó velozmente, con lo que el gesto de su enemigo fue inútil. Flash corrió a una alta velocidad, lo que permitió que pudiese usar la fricción, corriendo hacia arriba por una pared cercana al Hechicero del Clima. Empleando el impulso, se lanzó contra él, sin tener que esperar a que el villano dejase de volar.

Sin solución de continuidad, Flash empezó a golpear con fuerza la cara de Mardon, desconcertándolo y no permitiendo que este se concentrase y pudiese emplear sus poderes.

– ¿De qué sirve que ahora tus poderes provengan de ti? ¿Acaso impiden que te parta la cara?- provocaba Wally, mientras pegaba con fuerza al Hechicero, quien empezaba a sentir como su cara se estaba hinchando.

– Por favor, basta- llegó a suplicar el criminal.

Wally West prosiguió con su paliza.

– Habéis traspasado una línea. El reguero de cadáveres que habéis dejado por la ciudad no será olvidado- dijo el velocista.

James Mardon perdió la consciencia, hecho que provocó que Flash dejará de golpearlo. Wally comprobó que el Capitán Frio permanecía también inconsciente.

– Dos menos. Falta el tercero- musitó Flash, viniéndole a la cabeza que Ola de Calor estaba junto a Mardon y Snart.

Flash, se maldijo por olvidarse de ese asesino. Desconocía su paradero e indudablemente había aprovechado la confusión durante su lucha con Frio y e Hechicero para poder marcharse. No le cuadraba demasiado, pero era una fuerte hipótesis. Ola de Calor es un maniaco obsesionado con quemarlo todo, sería más lógico pensar que estaría esperando la ocasión idónea para achicharrarlo todo…


 

Ola de Calor había notado algo en el rostro de Flash. Mientras el velocista escarlata se enfrentaba a sus compañeros villanos, observó algo inusual en su adversario: su ira. En cierta forma, quizás retorcida, Wally West había pensado en los villanos como una versión atípica de unos antihéroes, pero las crueldades a las que estos habían sometido Keystone, asesinando a gente por doquier, habían cambiado la actitud del velocista.

Mick Rory lo vio en la forma tan fácil que empleó Flash para derrotar a Boomerang, Frío y el Hechicero. Los venció de una forma aplastante, sin contemplaciones, como si se estuviese conteniendo.

Ola de Calor se encuentra obsesionado por el fuego y una de sus mayores ambiciones es conseguir quemarlo todo, pero hasta su ansia se vio frenada por el temor a ser derrotado de nuevo por Flash, optando por huir. Ya habría otra ocasión de poder achicharrar. Si era encarcelado su deseo se vería frenado.

Sin embargo, por mucho que Rory hubiese salido corriendo, había un importante error de planteamiento en el plan de Ola de Calor.

– ¿Vas a algún sitio, Rory?- preguntó irónicamente Wally West con una sonrisa diabólica.

El velocista, sin ningún esfuerzo había encontrado a Ola de Calor.

– Seamos serios, Rory. ¿Pensabas escapar de mi corriendo?- insistió Flash- ¿Del hombre más rápido del mundo?

Ola de Calor lanzó sin contemplaciones una llamarada en dirección a Flash, con la esperanza de achicharrarlo vivo. Ni que decir tiene que la velocidad de West fue más que suficiente para esquivarla.

– Por mucho que Kogix os haya aumentado los poderes, no puedes quemar aquello que no puedes ver- sentenció Wally.

Su adversario empezó a soltar llamas a lo loco, pero el superhéroe se movía a grandes velocidades, impidiendo que el villano pudiese acertarle.

A Ola de Calor se le vino un plan a la mente. Crearía un muro de llamas que impidiese que Flash pudiese acercársele siquiera. Fue pensado y hecho. Mick Rory creó un circulo de llamas alrededor suyo, de tal forma que el corredor no pudiese alcanzarle.

– Keystone acabará ardiendo- proclamó Ola de Calor.

– No será hoy cuando eso ocurra- contestó Flash.

En esos instantes, Wally empezó a hacer vibrar sus moléculas y atravesó como si nada el círculo flamígero.

– Se acabó el jugar con los villanos al gato y al ratón. Esta vez vais a ir a la cárcel… para siempre- musitó Flash, mientras dejaba inconsciente de un golpe a Ola de Calor.

Flash debería sentirse orgulloso. Había derrotado con extrema velocidad  a una reunión de sus más infames enemigos. Hasta el día de hoy, inconscientemente o no, se había contenido por algún extraño motivo en sus encontronazos con ellos. La masacre de inocentes que habían llevado a cabo consiguió que Wally West cesase de usar unos guantes de goma contra ellos y que se emplease a fondo.

Por mucho que tuviesen poderes aumentados, él era el hombre más rápido del mundo y no deberían haber representado una dificultad para él.


 

Mientras tanto, en la prisión de Iron Heights, una gran pléyade de villanos estaba escapando hacia la libertad. (2)

Chatarra, Doble o Nada, Magenta, Alquitran y Murmullo, villanos a los que Flash había encerrado a lo largo de toda su carrera se disponían a marcharse a tomar Keystone.

– Ha llegado la hora de poder tomar lo que legitimante nos pertenece- sentenció Chatarra.

– Ahora nada nos podrá detener- dijo Doble o Nada.

Tan sólo una de las presentes, se mostraba algo más reacia que el resto.

– Podéis hacer lo que queráis. Tengo mis propios planes- añadió Magenta.

Antes de que nadie pudiese tomar una decisión en firma o mejor dicho, materializarla, un suceso misterioso les frenó sus intenciones. Un portal se abrió delante de ellos, saliendo de dentro el Amo de los Espejos de la ventana de un coche cercano a la prisión.

– ¿Qué te parece? Zumbido tenía razón. Este era el momento y el lugar- susurró el escocés.

– ¡¡Amo de los Espejos!!- gritó Chatarra.

– Así me llaman- contestó.

Un momento de silencio se hizo entre las dos facciones de villanos. El Amo de los Espejos formaba parte de una especie de bando contrario a los criminales que tenía delante.

– Frío, Boomerang y los demás siempre nos habéis mirado por encima del hombro, por no pertenecer a la galería clásica de villanos de Flash. ¡Maldita panda de elitistas! ¿Y ahora tienes los cojones de aparecer delante nuestra como si nada?- se quejó Doble o Nada.

– Ya no trabajo con Snart y ese grupito. Ahora colaboró con gente que goza de mayor visión absoluta. Gente que necesita de vuestros servicios- comentó el Amo de los Espejos.

– Ni lo sueñes, maldito bastardo. Mientras nosotros nos pudríamos allí dentro, tú has estado correteando por ahí, sin acordarte de liberarnos. Ahora que somos libres nosotros dirigiremos nuestros propios destinos. Pírate de aquí, cerdo sin madre- le desafió Doble o Nada.

Los ojos del Amo de los Espejos se enrojecieron de ira. Mc Cullogh no estaba dispuesto a ser menospreciado por nadie. Sin embargo, recordó las palabras de Zumbido. Tras un instante en que parecía mascarse la tragedia, el villano escocés aparentó relajarse y dio media vuelta.

– Está bien. No compráis lo que quiero intentar vender. Eso lo puedo respetar- confesó el Amo de los Espejos, dispuesto a marcharse.

El villano dio unos cuantos pasos, aparentando volver por donde había venido. Ya estaba creando un portal para volver cuando escucho una voz que sonaba como el sonido de unos coches en el desguace.

– Yo compro. Voy contigo, escocés. Si tras todos estos años, los villanos habéis entrado y salido mientras que otros han estado entre rejas siempre, es por algo. Me interesa ascender de categoría- dijo Chatarra.

– ¡Oh vamos! Idiota. Nunca les hemos interesado, más que como mera carne de cañón. Que se limpien su propia mierda- protestó Doble o Nada.

– No eres nuestro líder. No decides por mi. Yo voy- insistió Chatarra.

Murmullo, mudo como estaba, no podía hablar. Pero levanto el pulgar hacia arriba, apoyando a Chatarra.

– Contad conmigo- dijo Alquitrán- Yo también quiero ser alguien.

–  Esos planes de los que hablabas, ¿incluyen a Wally West?- preguntó Magenta.

El Amo de los Espejos sonrió.

– Por supuesto- respondió.

Magenta no dijo nada más y se puso al lado de Mc Cullogh.

– ¿Todos os apuntáis?- preguntó incrédulo Doble o Nada- Me parece increíble.

El Amo de los Espejos abrió un portal que atravesaron Magenta, Murmullo, Chatarra y Alquitrán. Él espero a que sus nuevos aliados hubiesen pasado al otro lado del espejo. El escocés parecía dispuesto a marcharse también cuando se giró en dirección a Doble Nada.

– Por cierto, trozo de carne. Nadie me dice que no- explico el Amo de los Espejos mientras disparaba un arma.

Doble o Nada fue alcanzado por un impacto de bala de lleno, en pleno corazón. Sintió como si la vida  se le desvaneciese inevitable y lentamente.

– Pensé en gastar una de mis armas especiales. De las que convierten a la gente en trozos de cristal y esas cosas. Pero, ey, tenía ganas de cepillarme a alguien a la vieja usanza- dijo el Amo de los Espejos justo antes de marcharse a través del portal, dejando desangrarse a Doble o Nada.


Wally se encontraba recorriendo la ciudad como un loco, en busca de delincuentes que hubiesen adquirido habilidades metahumanas debido a las acciones de Kogix. No se vio defraudado con sus expectativas.

En su recorrido por Keystone se enfrentó con una pléyade de enemigos, siendo todos ellos rateros que hasta hace poco carecían de poderes. No obstante ahora la cosa había cambiado y Wally se había encontrado con adversarios que ahora podían levantar objetos con la mente, disparar rayos ópticos, generar pequeños campos de energía… Muchas habían sido las habilidades demostradas por sus rivales, pero Flash se estaba ocupando de ellos con una gran eficiencia, sin controlarse.

La masacre perpetrada en Keystone le había enseñado una cruda verdad: los villanos ya no se dedicaban a jugar, sino que la cosa había avanzado hacía un nuevo nivel. Por lo tanto, él se dedicaría a dejar de combatir con ellos como antaño, sino que pasaría a pelear contra los villanos con todas sus fuerzas y recursos. Sin contenerse.

Sin embargo, Flash desconocía en esos instantes la cadena de tragedias que estaban a punto de sucederle. Cualquier persona se sentiría muy tentada de decir que la vida de Wally West nunca volvería a ser la misma. Pero sería mucho más correcto decir que Wally West va a dejar de tener una vida.


 

Epilogo.        

Linda e Iris estaban sentadas, en una «Habitación del pánico» que la tía de Wally tenía preparada para situaciones de emergencia. Teniendo en cuenta el caos generalizado que reinaba por la ciudad, era lo más seguro. Poca gente conocía la existencia de esa sala, únicamente unas pocas personas.

Por eso Iris se sobresalto cuando escucho el sonido de alguien entrando a supervelocidad, vibrando sus moléculas para poder entrar en la sala.

– ¿Wally?- preguntó una esperanzada Linda.

Una figura con un traje muy similar al de Flash pero de color amarillo fue quien contestó su pregunta.

– Respuesta incorrecta. ¿Quieres probar otra vez?-  pronunció el Profesor Zoom.


REFERENCIAS A NÚMEROS ATRASADOS

1.- Una clara referencia a los números 180 y 181 de Flash, donde Wally experimentó una alucinación de un Keystone de pesadilla.

2.- ¿Te perdiste el número anterior, hereje?


CORREO EXPRÉS

Seguimos con los tie- ins con Armaggedon 2012. Ahora los villanos tienen los poderes aumentados, pero como podéis ver poco tienen que hacer ante un Wally West más que harto de los crímenes de sus enemigos. Naturalmente, no os podéis perder el relato del mes que viene, en la que la leyenda del velocista escarlata pegará un giro radical. Yo de vosotros iría sacando los pañuelos…

Otro cambio más del que quiero hablaros, es que ya no incluiré la sección de correo en estos relatos, ya que ha quedado obsoleto con el nuevo formato de la web, en el que podéis dejar los comentarios en la misma ubicación donde leéis los relatos, de incluir aquí también las cartas, la cosa quedaría redundante.

Sed felices y sobretodo, buenos.

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2 Responses to Flash #185

  1. Tomas Sendarrubias says:

    ¡Olé el Flash violento! Je, je ,je. Que futuro más oscuro le veo a las chicas, madre mía…

  2. Carlos Fortuny says:

    Tengo ganas del siguiente número y ver que pasa con Flash y ese cambio radical en su vida jejejej

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