Un poder supremo en las manos de un adolescente, un pasado en una era indómita y salvaje, un cruel destino que amenaza con cumplirse… Pero ante todo un ser humano que lucha por sobrevivir en un mundo que no es el suyo.
#26 – Compras y conversaciones
Por Xumer
Fecha de publicación: Mes 21 – 1/00
Resumen de lo acontecido en el episodio anterior, si lo has leído y te acuerdas pasa de leértelo.
Ha habido un cambio de planes, se suponía que Nate pasaría todo este numero viajando por el plano astral, debido a que hace dos episodios su cuerpo quedo maltrecho a consecuencia de pasar demasiado tiempo en el desierto sin loción solar.
Niños, no toméis el sol sin poneos antes loción solar. Menos si vais de vacaciones al Sahara.
Bueno, la cuestión es que al final he cambiado de opinión, me pareció que os aburriríais en un absurdo viaje astral a ninguna parte y he hemos saltado temporalmente 20 días que es lo que tarda en curarse en cuerpo de Nate. Para celebrar que por fin se encuentra bien Forja se lo ha llevado a él y a los miembros más jóvenes de Factor-X de compras a un centro comercial de Nueva York.
Ah, por supuesto este numero transcurre entre los números 138 y 139 de Factor-X, ambos inéditos, pero como a nadie le debe importar un carajo, ajo y agua.
Centro Comercial de Nueva York.
Hoy caminan entre sus clientes varios que podríamos calificar como especiales… más que Cantantes y estrellas de Cine, ya que su diferencia es incluso genética. Son mutantes.
El mayor de ellos es Forja, ex-líder de Factor-X y actual genio inventor.
Junto a él están Maxine, Jon, Tat y Fiambre, con las habilidades de: ralentizar el tiempo, controlar mentalmente a muy bajo nivel, mover objetos y hablar con los muertos, respectivamente. Todos son recientes miembros de Factor-X y ninguno de ellos ha cumplido la mayoría de edad.
Por ultimo lugar esta Nathan Grey, Hombre-X que acaba de recuperar el control de su cuerpo tras un desafortunado accidente1.
– ¿Forja? ¿Podemos ir al Salón Recreativo de la esquina?- Pregunta uno de los jóvenes miembros de Factor-X.
– Por supuesto, Nate y yo os esperamos aquí.-
Los jóvenes se van corriendo, como si tuvieran miedo de que Forja cambiara de opinión.
– ¿Que te pasa, Nate? Te veo muy apático.-
– Hummm.- Nate había sido educado por el Forja de otra realidad, que se había convertido en su mejor amigo. Aun estaba un poco reticente a hablar con este Forja, aunque tuviera el mismo tono de voz y parte de la apariencia de su amigo sabia que no era el mismo. Sin embargo le podía dar una oportunidad.
– La verdad es que me siento un poco extraño, por mi resurrección y todo eso.- Le contesta Nate.
– Ah.- Forja parece pensar un momento.- No creo que debas preocuparte por ello, estar vivo es lo que importa. Si te sientes extraño por algún motivo religioso solo deberías pensar que aun no era tu hora y ya esta.-
– No, no era eso exactamente lo que me preocupaba. ¿Conoces esa teoría de que antes de morir toda tu vida pasa por delante de tus ojos?-
– Si.-
– Pues la vi. Era realmente penoso, ver como había malgastado mi vida. Saltando de dimensión en dimensión siempre peleando contra malvados y nunca haciendo nada que realmente me llenase.-
– Te entiendo, pero has de tener en cuenta de que aun eres muy joven y tu vida apenas ha comenzado, aun te quedan muchos años por delante.-
Ambos guardan silencio, pensativos
– Puede que tengas razón, puede que no.-
– Se un poco más positivo Nate…-
– La cuestión es que ya estoy harto de ir por ahí sin rumbo, de enfrentarme a un villano detrás de otro sin ningún objetivo y sobretodo estoy harto de ser manipulado… –
Forja carraspea.
– Tienes razón Nate, nada vale la pena si no tienes algún tipo de objetivo.-
En esos momentos Maxine, la mutante para-el-tiempo sale del Salón Recreativo y se dirige hacia ellos. Nate y Forja interrumpen la conversación al verla acercándose.
– Forja, me voy a esa tienda de ropa, estaré allí.-
– Vale, Max.-
– Nos vemos Maxine.- Repite Nate.
Forja mira a Nathan.
– Estoy contigo al cien por cien.- Le dice, retomando la conversación.- Dejame que te invite a una hamburguesa.-
Ambos se levantan.
– ¿Te puedes creer…- Dice Nate.- … que tras todo el tiempo que llevo aquí aun no he probado una hamburguesa?-
– ¿En tu dimensión no habían?- Pregunta Forja.- ¿Entonces que comíais?-
Forja bromeaba, pero en realidad sabia por lo que había pasado Nate, había sido criado por su contrapartida en otra realidad y una banda de forajidos. Todos habían muerto en los brazos de Nate antes de que este llegase a esta realidad.
– Mejor que no lo sepas…- Contesta Nate a la pregunta de Forja.
– ¿La quiere con mostaza?- Pregunta el dependiente.
– La mía no… Pero póngale aritos de cebolla. ¿Y tu, Nate?-
– No lo se…- Responde él.
– Entonces que sea como la mía.- Dice Forja.
Tienda de Ropa Bull & Pear.
Maxine avanza entre las estanterías hasta que encuentra unos pantalones vaqueros que le gustan, tienen un color mas oscuro de lo normal y son justo de su talla.
Le pregunta a la dependienta donde se puede cambiar y se dirige hacia donde le indica. Al llegar a los probadores pasa el primero (ocupado) y se mete en el segundo. Se desabrocha sus pantalones…
– Ahhh. Jii ji ji.-
La voz proviene del probador de su derecha, es una voz femenina.
– Shhh, deja de hacer ruido, nos oirán.-
Maxine se sube rápidamente sus pantalones y se los abrocha sin hacer ruido. Oye otra risita.
– Desiree… o dejas de hacer ruido o nos pillaran.-
La curiosidad puede mas que el sentido común y Maxine se sube sigilosamente a un taburete para mirar por encima del probador.
Se encarama y ve como dos chicas, una rubia y otra morena se están besando salvajemente. La rubia esta sentada encima de la morena (que esta sobre el taburete), ambas tienen los pantalones medio bajados y la mano de su pareja entre las piernas.
Los ojos de la morena se fijan en ella. Rompe el beso y se dirige a Maxine.
– Venga, únete a nosotras. Aunque seas jovencita te podemos enseñar.- Le dice.
Maxine se sonroja como un tomate y sale corriendo de los vestidores y de la tienda.
Afuera, en el centro comercial.
– A lo mejor estoy exagerando.- Proclama Nate mientras intenta introducir la toda hamburguesa en su boca.
– No, ni de cerca.- Le contesta Forja.- Te lo estas tomando muy bien teniendo en cuenta que estabas muerto. Ah, no te la comas de golpe, saboréala.-
Nate parece pensar.
– A lo mejor eso es lo que he hecho mal estos años, ir a saco, sin saborear nada.-
– Eso lo sabrás tu mejor que nadie.- Le anima Forja.
A lo lejos ven como Maxine se acerca.
– ¿Que pasa Max? Se te ve roja.- Pregunta Forja.
– Humm… ¿En serio? Bueno… No sé.- Contesta confusa ella.- ¿Que hacíais?- Dice para cambiar de conversación.
– De hamburguesas… Aquí el amigo no había probado nunca ninguna.-
– Gueftan muy guenas.- Dice Nate con la boca llena. Se lo traga.- Perdón, están muy buenas, quería decir.-
En ese momento llegan los demás.
– Ya es la hora… ¿no?- Dice Jon.
– Si, no puedo esperar a ver Evil Dead 4, con Bruce Campbell.- Responde Tat
– Si, vamos.- Les dice Forja.- No os quejareis que no os mimo, eh, una tarde entera en el centro comercial, con cine y todo.-
– Te queremos, tito Forja.- Bromea Tat.
– No os lo creeréis, pero tampoco he estado nunca en el cine.- Dice Nate.
Tienda Bull & Pear.
Michael se cansa de esperar. Se levanta de la incomoda silla en la que estaba sentado y se dirige a los probadores. Se para frente a la primera puerta y la golpea con los nudillos.
– Vamos a llegar tarde a la película.- Proclama fríamente.
– Michael, yo si que estoy, pero tu hermana no.- Dice Desiree, la rubia de antes.- ¿Quieres ayudarme?-
– No, pero acabad pronto.- Responde frío como el hielo.
Mientras tanto…
Supongo que os creeríais que Shaw no iba a aparecer en este episodio.
Hell’s Kitchen
Una limusina aparca. La puerta delantera se abre y de ella salen dos hombres corpulentos vestidos de smoking. Uno de esos hombres abre una de las puertas traseras, de ella sale un hombre. Este destaca entre sus matones, tiene cierta forma de moverse que le da un aspecto regio. Lleva puesto un abrigo negro muy mullido, lo cual no es de extrañar por que hace un día bastante fresco.
– Señor Shaw, la dirección es este establecimiento.- Dice uno de los guardaespaldas.
– Hum, una casa de disfraces, muy propio.- Contesta Shaw.- Esperadme aquí.-
El hombre de porte aristocrático entró en la tienda, al abrir la puerta sonó un cascabel. Desde detrás del mostrador salió un hombre con una mascara, su traje era completamente negro, por la excepción de algunos adornos blancos que formaban círculos alrededor de la frente y manos (esos daban la impresión de ser muñequeras).
– ¿Puedo ayudarle en algo?- Pregunta este hombre.
– Si, si que puede.- Dice Shaw, siguiéndole el juego ya que era obvio que este era Bullseye, el famoso mercenario que llegó a ser el asesino jefe de Kingpin, pocos hombres habían llegado a ese puesto, y menos aun seguían vivos.- Vera, buscó a Bullseye.-
– Oh, ¿de parte de quién? Me dijo que volvería enseguida.- Dice Bullseye, riéndose entre dientes.
– De parte de Shaw, creo que teníamos una cita, extraño que haya salido sabiéndolo.- Bromea Shaw.
– ¿Es usted Mr. Shaw?- Pregunta entusiasmado Bullseye.- Yo soy Bullseye.-
– ¿Usted?- Le toma el pelo Shaw.- Jamas lo habría adivinado.-
– Aja, pero dejémonos de formalismos y pasemos a los negocios.- Corta Bullseye.- dígame a quien quiere que mate y como quiere hacerlo. Yo pondré el precio.-
– No me ha entendido, señor Bullseye.-
– ¿Como?-
– Quiero que trabaje para mi de forma regular, de forma de asesino personal. Ponga un precio por su exclusividad.-
– Hmmm.-
Bullseye parece pensar mientras se dirige a uno de los estantes de la tienda. Encuentra una mascara sonriente que representa la comedia. Se la pone.
– ¿Cual es la finalidad de la vida, señor Shaw?- Pregunta Bullseye.
Shaw parece pensar durante un momento antes de contestar.
– La finalidad de la vida es la búsqueda de placer, cuanto mas placer obtienes mas has vivido.-
A Bullseye no parece gustarle del todo esa respuesta, se quita la mascara y la arroja al suelo. Rebusca entre los disfraces, al final saca una cara triste, el símbolo de la tragedia.
– ¿Cual es la finalidad de la vida, señor Shaw?-
– Evitar el dolor, la vida es una secuencia de finales tristes y de desgracias.-
– No, este disfraz no me acaba de gustar.- Bullseye se vuelve a quitar el disfraz lo echa a una pila de otros disfraces. Esta vez se aleja de la estantería y se gira hacia otra, continua revolviendo.
– Parece increíble que un hombre tan inteligente como usted, que incluso ha estado muerto…-
– …. No acabe de entender el significado de la vida.-
Bullseye se adentra mas en la estantería, descartando disfraces y echándolos la pila.
– Yo le explicare lo que es la vida.- Pausa.- La vida es caos, es anarquía, es la puta de los mil rostros… Pero eso no es todo.-
Al fin se para, parece haber encontrado algo. Se lo pone. Es una capa y capucha, como mascara lleva el rostro mancillento de una calavera.
– La vida es, por encima de todo, el preludio a la muerte. La vida esta condenada a acabar.- Dice con voz muy profunda.- Yo soy esa muerte, yo soy La Muerte. Yo soy la finalidad de la vida.-
Shaw se empieza a impacientar, algo de Bullseye le pone muy nervioso.
– ¿Tenemos un trato?- Pregunta con algo de nerviosismo.
– ¿Quiere hacer un trato?- Contesta Bullseye.- Estreche la mano delante de usted.-
Bullseye saca la mano desde dentro de la capa. Shaw la estrecha. Bullseye sonríe desde detrás de la mascara de Muerte.
En el suelo, están las mascaras de la comedia y tragedia, ambas rotas.
1.- El pobre perdió el uso de sus poderes y fue teletransportado al Sahara. De hecho hubiera muerto si no llega a ser por un golpe de suerte. Ahora que lo pienso REALMENTE MURIÓ, pero en el siguiente episodio resucitó como cualquier personaje Marvel que se precie.
Próximo Numero: Hombre-X #27: Las cosas se empezaran a poner calientes. Yo de vosotros no me lo perdería.
Xumer.