Marvel Spotlight #17 – Desliz Temporal #2

Marvel Spotlight #17Robert Stackpole era un joven normal, hasta que se ve metido de lleno en una asombrosa aventura de viajes en el tiempo y el espacio. El es… ¡Desliz Temporal!

#17 – Desliz Temporal #2
La última esperanza II
Todo empezó en Yancy Street (otra vez)

Por Mujer-X


Fecha de publicación: Mes 21 – 1/00


En el último número pudimos ver cómo Advenimiento conquistaba OtroTiempo acabando con todo ser presente en aquel lugar a excepción de un novicio. También pudimos conocer a Robert, Brad, Mara, Ellen y demás gente. Pero ahora vamos con nuestra historia de hoy…

Robert está paseando por la famosa calle Yancy. A pesar de haber empezado el día discutiendo otra vez con su novia, al final no parece haberle salido del todo mal. Ha conseguido un trabajo y además su jefa es muy guapa, ¿qué más se puede pedir?.

Ahora que lo piensa quizás debería ir con su novia e intentar explicárselo todo razonadamente. Sí, sería lo mejor, ahora ya estaría un poco más calmada y podrían hablar.

«Sigue soñando Robert, ya sabes cómo se pone cuando se enfada aunque esta vez tenga razón. Durante el día le habías dicho que no ibas a salir con Brad de noche ¿y qué haces tú?. Pues salir con Brad. Un diez, chaval»

– Hola Robert, te estaba esperando.

Delante de Robert se encontraba un hombre de dos metros de altura con un físico impotente y que llevaba una larga túnica con capucha que impide ver los rasgos de su cara.

– ¿Te conozco?

– No pero yo a ti sí.

«Perfecto, me ha tenido que tocar un loco. Qué suerte la mía.»

– Esto te va a doler un poco.

– ¡Eh!. ¿Qué quieres hacerme?

Robert intenta escapar corriendo pero el hombre le agarra el brazo y le pone un extraño disco en la frente.

– ¡Quítame eso de encima!

– El dolor se pasará pronto.

El disco empieza a brillar y en es momento Robert grita de dolor retorciéndose en el suelo mientras ve cómo todo comienza a hacerse borroso. Al mismo tiempo comienza a tener visiones, visiones de guerra, de masacres, de hombres, de animales… es abrumador. Y tan de repente como vinieron las visiones desaparecen al igual que lo hacen el hombre y Robert de la calle Yancy.

– Ya puedes abrir los ojos.

Robert no se había dado cuenta de que había caído inconsciente. ¿Cuánto tiempo habría estado durmiendo? y más importante ¿dónde estaba?. Aquello no se parecía en nada a la calle Yancy, más bien parecía un túnel en el que las paredes no dejaban de dar vueltas.

– ¿Dónde estamos? -preguntó un poco mareado-.

– Esto es lo que podríamos denominar un túnel del tiempo, un lugar desde el cual se puede acceder a todos los tiempos posibles.

– Claro. Esto es la cámara oculta, ¿verdad?

– No, esto no es la cámara oculta. Esto es la realidad y la realidad te necesita.

– ¿A mí?. Creo que te has equivocado de persona.

– Créeme no lo he hecho. Sé con toda seguridad que tú eres el elegido.

– ¿El elegido?

– Sí. Eres la única persona que puede recibir los poderes para viajar en el tiempo que te he dado.

– ¿Qué poderes?

– Te lo mostraré. Acércate un poco al túnel.

Robert así lo hizo. En cuanto se acercó, el túnel mostró una imagen de un extraño mundo poblado por grandes criaturas semejantes a los dinosaurios.

– ¿Qué es eso?

– Es la Tierra, un planeta donde nunca se extinguieron los dinosaurios y en el que el hombre nunca apareció.

– Increíble.

– Con el tiempo te ayudaré a que puedas viajar a donde tú quieras, es relativamente sencillo. Además también te mostraré otra parte de tus poderes que tendrás que usar contra Advenimiento.

– ¿Contra quién?

– Advenimiento. Es el motivo por el que todos estamos aquí. Advenimiento es un ser con grandes poderes que quiere conquistar todos los tiempos y someterlos a su voluntad. Atacó mi mundo y yo tuve suerte de poder escapar. Ahora te necesito para que me ayudes a acabar con él o si no tu mismo tiempo estará perdido.

– Eh sí.

«Esto es de locos… yo no soy un superhéroe»

– ¿No sería mejor llamar a los Vengadores para que luchasen contra ese Advenimiento?

– Ellos no pueden hacer nada contra él… ya lo han intentado.

– ¿Qué quieres decir?

– Mira allí.

Como antes se formó una imagen en el túnel del tiempo donde aparecieron diversos Vengadores que luchaban contra Advenimiento y su ejército. Los Vengadores fueron masacrados. Robert estaba temblando.

– Pero si los Vengadores no pudieron con él… yo no podré.

– Sí que lo harás, con el entrenamiento debido.

– No, tú también tienes esos poderes, ¿verdad?. Pues úsalos y vence a Advenimiento.

– No puede.

La sangre de Robert se heló con aquella nueva voz. Se giró lentamente para ver a un hombre vestido con una armadura totalmente negra. Sin embargo lo más aterrador no era la armadura en sí, lo más aterrador era la aureola de maldad, odio y resentimiento que emanaban de aquel hombre.

– Cuanto tiempo sin verte Tak´lit. La última vez fue en Corbos, una lástima que no tuvieras agallas para matarme.

– Cometí ese error… una vez… no lo volveré a repetir.

– Ahora soy mucho más fuerte y estoy más seguro de mi misión… y por si no lo ves -dijo señalando hacia un inmenso contingente de soldados- mi ejército se ha multiplicado sustancialmente.

– No podrás ganar, ríndete y abandona esta estúpida lucha.

– ¿Que no podré ganar?. ¡Ah! lo dices porque ya has encontrado al Desliz Temporal… que interesante. Será un honor luchar contra él como dice la «sagrada» profecía.

Tak´lit miró hacia Robert que estaba pálido. El chico no tenía ninguna posibilidad, todavía no había sido entrenado y ni siquiera sabía los rudimentos de sus poderes. Estaba indefenso. Sólo quedaba entonces un camino.

– No, el chico no luchará hoy. Yo lo haré por él.

– Como quieras.

Tak´lit rebuscó en su túnica y sacó dos guantes de hierro que se colocó en sus manos y sacó también un bastón de madera.

– Vaya, veo que sigues usando tus viejas armas.

– Exacto.

Tak´lit extendió sus manos. De los guantes salieron dos potentes descargas eléctricas que Advenimiento esquivó sin ningún problema.

– No has perdido reflejos -dijo Tak´lit-.

– Ahora soy mucho más fuerte.

Advenimiento atacó con un potente rayo láser pero Tak´lit movió su bastón rápidamente y rechazó el rayo.

– Deberías saber que mi bastón puede con todo tu arsenal.

– Ya lo sé.

Los dos comenzaron entonces un gran combate con cientos de rayos yendo y viniendo a una velocidad casi increíble. Mientras tanto Robert observaba tembloroso lo que estaba pasando. No le gustaba el tal Tak´lit pero Advenimiento le aterraba desde el fondo de su ser y no era una sensación muy agradable.

Tak´lit esquivó el rayo desintegrador de Advenimiento sin embargo Advenimiento se movió a una velocidad muy superior a lo normal y logró coger por la espalda a su adversario que, en un vano intento de recuperar la posición, hizo girar su bastón en el aire para acabar golpeando la cabeza de Advenimiento. Sin embargo Advenimiento no se dejó llevar por el dolor que sentía y consiguió conectar una serie de puñetazos y patadas en el estómago de Tak´lit.

– ¿Qué me dices ahora?. ¿QUIÉN es el más poderoso?.

Tak´lit retrocedía mientras sangre azul caída de su boca. El resultado del combate había sido previsible desde el comienzo, los poderes de Advenimiento era mucho mayores que los suyos y los sabía utilizar a la perfección. Ahora mismo Advenimiento era imparable para cualquiera. Sólo Robert, en un lejano futuro podría vencerle si tenía la fuerza de voluntad necesaria para afrontar el duro entrenamiento. Y todo esto pasaba por la cabeza de Tak´lit mientras seguía analizando la difícil situación. Por un lado y como ya había dicho Robert era la pieza fundamental en la derrota de Advenimiento y la salvación del tiempo; por otro lado Robert necesitaba a Tak´lit, el único ser que podía enseñarle a usar sus poderes.

Pero en todo aquello había un problema y era Advenimiento y todos los soldados que tenían alrededor. La única salida que se le ocurría era recurrir a la misma táctica que utilizara su señor Kargull hacía tantísimos años atrás1 pero eso conllevaría su muerte y Robert no tendría maestro.

– Muy bien, ¿vas a rendirte?

«Buena pregunta. Tengo que concentrarme, relajarme y pensar en la situación. Discernir y enfocar es la primera lección que aprendí, ¿no?. Pues vamos a ello. En primer lugar comprobemos la carga de los guantes, sólo queda un disparo. ¡Maldita sea mi suerte!. Tendré que urdir una estratagema».

Encontró lo que buscaba a unos ocho metros de donde estaba. Uno de los soldados de Advenimiento se había separado un poco del grupo. En su mano tenía un arma y en su cinturón había varias granadas cegadoras.

«Tiene que funcionar». Tak´lit se fue acercando un poco hacia Robert, eso lo alejaba de su objetivo pero tenía que hablar con el chico.

– Escucha -susurró-. Voy a intentar algo. Cuando lo haga tienes que saltar hacia uno de esos tiempos. Luego te buscaré.

– ¿Saltar?. Pero ¿y si el tiempo es peligroso?

– Es más peligroso seguir aquí. Hazme caso, en cuanto me libre de Advenimiento y los suyos te buscaré.

– ¿Y si no sobrevives?. ¿Y si no me encuentras?

– Te encontré una vez ¿no?. Podré volver a hacerlo.

– Ah vale. ¡Eh!, no has respondido a la primera pregunta.

Tak´lit no quería hacerlo para no asustarle. Si no sobrevivía, bueno, el chico podría darse por contento si Advenimiento lo dejaba vivir en un mundo remoto.

Recordando su propio entrenamiento Tak´lit apartó todo pensamiento de su mente. Para él ahora sólo existían el soldado de Advenimiento y su arma, lo demás aran puras distracciones que debían ser obviadas para conseguir el objetivo final.

– Y bien… me estoy cansando de esperar tu respuesta.

«Vamos allá. Saldrá bien. Seguro…»

– De acuerdo Advenimiento… ¡vete al infierno!

Lanzó uno de sus rayos a máxima potencia obligando a Advenimiento a alejarse. Tak´lit comenzó a correr a toda velocidad recortando distancia rápidamente aunque a él le parecía que no avanzaba nada. Antes de que nadie pudiera impedírselo estaba delante de un soldado que temblaba ante la situación.

«Advenimiento cometió un error al llevar a seres vivos con él. Me aprovecharé de ello».

El soldado reaccionó tarde al ataque de Tak´lit debido al miedo y a su reciente incorporación a las tropas de Advenimiento. Su entrenamiento apenas había acabado dos meses atrás y sus reflejos eran todavía lentos para un combate. Tak´lit le quitó el arma sin esfuerzo, apuntó al primer corazón y disparó, luego apuntó al segundo corazón y volvió a disparar. Cuando el soldado caída muerto cogió las granadas cegadoras.

En ese momento sintió el ruido de las armas al cargarse. Tenía que moverse rápido y lo hizo. No se preocupó por las salvas de disparos que empezaban a caer sobre él y lanzó todas las granadas a la vez. Antes de que explotaran pudo ver cómo Robert saltaba hacia un tiempo, al menos el chico se salvaría.

Las granadas explotaron y una luz intensa cegó a todos los presentes. Tak´lit se dirigió a tientas hacia uno de los tiempos, sin embargo antes de que pudiera saltar un disparo le alcanzó.

«Grrr… tengo que conseguirlo»

Pese al dolor, Tak´lit consigue acercarse a uno de los «muros» del túnel y saltar hacia un tiempo indeterminado.

CONTINUARÁ

Próximo numero: ¿Dónde han ido Robert y Tak´lit?. ¿Les encontrará Advenimiento?. No os perdáis el próximo número


1.- Bueno, para nosotros desde el número uno.


CORRIENTE TEMPORAL

Hola, hoy me han pedido que conteste vuestras cortas. Así que lo haré con sumo gusto.

No hay cartas 😀

Ciao.

P.D: Esta estupidez no fue idea mía, lo juro.

mujer-x@terra.es

Tagged , , . Bookmark the permalink.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *