- Es importante que lo hagas.

Superman se encuentra en medio de la oscuridad de la Batcueva, aún así las temibles sombras que su amigo ha utilizado para aterrorizar a los criminales parecen retirarse de su alrededor, como si le repelieran. “Algo curioso”, pensaría Batman en otro momento, pero ahora está concentrado en otra tarea más importante, y no tenía tiempo para distraerse con otros asuntos. Tiene que concentrarse en la pantalla...

- No utilices ese tono conmigo. La LJA sabe que tengo mis prioridades. Y el resto del mundo puede irse al diablo.

- Esto no es sólo sobre la Liga... aunque tu presencia les agradaría. El mundo está herido, Bruce, debemos...

Batman separa la vista de la pantalla por primera vez desde que Superman llegó, y le mira fijamente.

- No puedo responsabilizarme del dolor del mundo. No ahora.

Los dos héroes quedan frente a frente, desaprobándose mutuamente. Pero antes de que puedan decir nada, el familiar destello azulado del teletransporte de la Liga anuncia la llegada de Wonder Woman, antigua princesa de Themyscira.

- Kal. Bruce. Cada uno llora su dolor a su manera. Lo menos que podemos hacer es respetarlo.

Es la voz de la razón, que impera ante dos hombres demasiado afectados emocionalmente para pensar con claridad.

- Si cambias de opinión, Batman, el teletransporte de la Liga está a tu disposición, como siempre, - le dice Wonder Woman al tiempo que ella y Superman desaparecen de nuevo, dejando atrás a un Batman aun concentrado en su misión.

Una figura sale de entre las sombras. Es Tornado Rojo.

- Haciendo una aproximación, había al menos decenas de miles de naves espaciales envueltas en la batalla. Robin y el resto de Justicia Joven podrían estar en cualquier parte.

La mirada de Batman lo fulmina, con decisión.

- Los encontraremos.

- Eso debería valer. La versión de la LJA de una vela ardiendo en la ventana.

El que habla es Flash, Wally West, refiriéndose al gigantesco “Aquaman” que está ante la LJA, en medio del Atlántico.

- Y mucho más fácil que intentar encontrar un árbol para atarle un lazo amarillo, - bromea Linterna Verde

- Bueno, este aparato tiene dos funciones, - explica Atom. - La primera será como baliza para que Aquaman o cualquier atlante pueda volver a casa. Y la segunda para advertir a los barcos de mantenerse lejos de este... abismo¹.

- Seguiré trabajando con mi anillo, - dice Kyle Rayner. - Veremos si de algún modo puede llegar a donde quiera que estén.

- Hablaré con Tempest sobre lo que ha pasado aquí exactamente, - continúa Flash. - Sé que cuando Barry murió nunca abandoné la esperanza de que, de algún modo, de alguna manera, iba a aparecer corriendo por la puerta en cualquier momento. Arthur no merece menos.

- ¿Soy el único que está asustado por este lugar?, - interrumpe Plastic Man. - Es decir, Aquaguy y esa sonda de Imperiex saltaron por los aires y es como si estuviéramos en medio de la película de los Diez Mandamientos. ¿Quién dice que estos muros de agua no se derrumbarán y todos nos convertiremos en comida para peces?

- Oficialmente, - responde el Detective Marciano, ignorando a su compañero, - el status de Aquaman es desaparecido en combate. No sólo él... también toda la población de Atlantis.

- Su sacrificio en la batalla contra Imperiex es muy propio de él. Siempre fue Atlantis primero, él segundo. Los océanos. La vida acuática. Fueron... son suyos para protegerlos y servirlos. Un amigo. Un rey. Un héroe, - dijo Superman.

- Qué hombre tan extraordinario... aún más por su habilidad para restar importancia a lo que hacía, - concluyó Wonder Woman. - Habiendo sido una princesa, estoy orgullosa de llamarlo Rey. Y como mujer... le haré saber lo que pienso cuando le vuelva a ver.

En la costa de Maine...

- Aquí es donde todo comenzó... o así reza la leyenda: una mujer de las profundidades del mar, un hombre de la tierra, y un amor que los consumió a ambos.

El que habla es Tempest, antiguo compañero de Aquaman. Tras él, sus compañeros de los Titanes Arsenal, Nightwing y Donna Troy.

- ¡¡Arthur!! – grita, con rabia. - Ni siquiera sé qué estoy haciendo aquí. La historia de mi vida...

- Tempest... – Troy lo abraza. - Garth... si hay algo que podamos hacer... alguna manera de ayudar...

- Es divertido... – confiesa Garth. - Arthur hizo lo mismo antes de... irse. Me llamó "Tempest" pero luego se corrigió a sí mismo y dijo Garth... creo que así sabía que le escucharía. Donna, puso toda su confianza en mi para salvar Atlantis, y no sé si lo hice o no.

- Dolphin y tu chico podéis quedaros con nosotros todo el tiempo que queráis, - intervino Arsenal. - Afortunadamente, huh, no estaban cuando... estooo... mierda.

- No te preocupes, Arsenal. No hay una forma correcta que describa lo que hice. Usé la magia para ponerlos a salvo. Sólo que no puedo dejar de pensar en que debería haberme llevado a mí en su lugar.

- ¿Es ese...? – interrumpe Nightwing, ante la visión de un borrón escarlata a través del mar.

- Siento llegar tarde, - se disculpa Flash, frenando una vez alcanza la costa. - Estaba con la LJA y... llego tarde.

- No te has perdido nada, Wally, - le dice Tempest. - Un poco de autocompasión. Si Arthur está ahí fuera en algún lugar... voy a necesitar a alguien con el que poder hablar de verdadera magia.

- Garth... – le interrumpe Flash, sacándolo de sus pensamientos. - Sé que no quieres pensar sobre esto justo ahora pero... con Arthur desaparecido... de hecho, con toda Atlantis perdida... ¿no significa eso que eres el nuevo Aquaman?

Cuartel general de la SJA. Nueva York. Una animada partida de póquer entre tres viejos amigos: Jay Garrick, Ted Carter y Alan Grant, o, como son más conocidos, Flash, Wildcat y Centinela.

- Ted, ¿estás dentro de fuera? – pregunta Jay.

- No lo sé, - responde. - ¿Estoy dentro o fuera?

- Está dentro, Jay... – interviene Alan. - Sólo apuesta.

Flash reparte las cartas a supervelocidad, mientras continua la conversación.

- ¿Recordáis la noche en la que sacó aquella "escalera"? Se sentó ahí como el gato que se comió al canario. Sólo que ella no era un gato, más bien una tigresa.

- Gran cara de póquer, - sentencia Ted.

- Esa cara... podía meterme en problemas con Joan sólo... por existir, - confiesa Jay.

- Sí, pero ella nunca jugó esa... heh... carta, - dice Alan. - Podía iluminar la sala, pero la oscurecería si hiciese que alguien se sintiera incómodo.

- Pedazo de tía, - dice Ted. - Y del tipo de "tía" a la que le podías decir eso y no se ponía en plan...

- ¡¿Qué estáis haciendo?! – grita Sand, que acaba de entrar por la puerta. - ¿Todavía no estáis vestidos? Todo el mundo está abajo esperándoos y... ¿de dónde habéis sacado esa mesa?

- Estaba en el almacén, - responde Centinela. - No te creerías algunas de las cosas que hemos encontrado. Siéntate chico, y juega una mano. O pensándolo mejor, - rectifica - no te sientes, ya tenemos un cuarto jugador.

- ¿Habéis estado bebiendo?

- Yo sólo soda. Además, Sand... – contesta Jay, - aquí todo el mundo es mayor de 21. E Hipólita era...

Se hace el silencio, que interrumpe Ted.

- ...mayor de 21

Los tres amigos estallan en risas.

Sand se da la vuelta, enfadado, abandonando la habitación.

- Hey..., - le grita Ted, - no te vayas enfadado, Sand...

- ¡¡Sólo vete!! – gritan Jay y Alan al unísono.

Sand, desde el umbral, se dirige a Superman y a Wonder Woman, que estaban esperándolos.

- Me disculpo por su comportamiento.

- No lo hagas, - le responde Diana. - Si hubiese sido uno de ellos el fallecido, mi madre estaría haciendo exactamente lo mismo.

- Pero no están ni siquiera vestidos. El memorial empieza en...

- No llegarán tarde, - le corta Superman. - Ellos no.

En cuanto Sand cierra la puerta, los tres amigos comienzan a vestirse, y cuelgan de la pared otro de los hallazgos del almacén: un enorme cuadro de Hipólita.

- Vayamos a decirle adiós a nuestra chica, - concluye Jay.

Smallville, Kansas. Superman y Wonder Woman aterrizan junto a una estatua. Es el memorial dedicado a Strange Visitor², una de las víctimas de la guerra. Junto a la estatua hay sentado un hombre.

- Ya era hora, - les dice.

- ¿Disculpe? – pregunta, sorprendida, Diana.

- ¿Por qué debería? ¿Por qué debería perdona a cualquiera? Sharon está muerta. Dijeron que murió como una heroína. Pero a la hora de su funeral, nadie se molestó en venir.

- No puedo hablar por todo el mundo, Billy... – interviene Superman. - Es Billy, ¿verdad? ¿Nos conocimos en Metrópolis? Estaba con Strange Vis... Sharon, al final... y cada centímetro de ella murió como una heroína.

- ¡Si estuviste allí cuando ella murió, deberías haber hecho algo para salvarla! – le gritó Billy. - ¿Qué? ¿Piensas que podías venir aquí a su pueblecito, decir un par de palabras, y luego volver a vuestros cuarteles secretos... o donde sea que os reunáis... y pensaste que todo iba a estar bien? Bien, pues no lo está. Algunos de nosotros... muchos de nosotros tenemos que vivir en este mundo. ¡Me importa una mierda si "cada centímetro de ella murió como una heroína"! Se ha ido. Y quizás si cada uno de vosotros hubiese perdido a alguien que os importase... ¡¡tendrías la más mínima idea de lo que estoy hablando!!

Los dos héroes se quedan petrificados. No saben qué contestar. Ignorándolos, Billy da la vuelta y se marcha.

- Él... estaba furioso... No podía saber... – dice Diana, rompiendo el silencio.

- Eso no hace que lo que dijo sea menos cierto, - responde Superman. - Aparecemos. Enciendo la "llama eterna", ¿y luego?

Usando su visión calorífica, Superman enciende el pebetero del monumento.

- Así. Quizás Batman tenía razón. ¿Tenemos que ser responsables del dolor del mundo? ¿Dónde está la esperanza, Diana? ¿Dónde está ese puñado de buenas noticias que nos inspira para continuar?

- Ya has hecho suficiente por un día. Vete a buscar a Lois.

- Lois. Casi me olvido... vamos a enterrar a su padre al atardecer. ¿Cómo puedo haberme olvidado?

Hace una pausa.

- Todavía hay mucho que hacer... ¿vas a estar bien?

- Soy la que se estaba preocupando por ti, - responde la princesa. - Vete. Estaré bien. Estaré bien.

La Atalaya, en la Luna

Tornado Rojo habla con Batman a través del sistema de comunicaciones de la LJA.

- ¿Batman? Creo que tengo lo que es comúnmente denominado como "Buenas y malas noticias". Las buenas noticias es que la computadora de la LJA, o lo que queda de ella, estuvo rastreando su nave cuando se estrelló.

- ¿Se estrelló? – pregunta Batman.

- Umm... sí, esta sería la porción de las malas noticias. Aparentemente, Justicia Joven aterrizó en Apokolips... o, más específicamente, donde Apokolips solía estar. Como el planeta de Darkseid ha dejado este universo volvemos a estar en la casilla de partida.

- Contaremos con Orión o Mister Miracle. Alguien que pueda acceder a un boom túnel.

- Si conozco a estos chicos, y los conozco... ahora mismo, cuando las cosas parecen peor, es cuando ellos aparecerán y...

Como confirmando sus palabras, en el exterior de la base un boom túnel aparece, y de él surge una pequeña nave espacial, que se estrella junto a la Atalaya. Usando sus poderes, Tornado se dirige hacia ella, esperanzado, mientras una escalerilla desciende de la puerta de la nave.

- ¡Extender el campo de fuerza ahora! – grita al ordenador.

La puerta se abre, y de ella surgen los jóvenes desaparecidos.

- ¿Tornado? – grita sorprendido Robin. - ¿Hemos vuelto? ¿Lo hemos conseguido?

En la batcueva, Batman no puede contener una sonrisa de alivio cuando oye al androide gritar que los chicos han vuelto.

Horas después...

Superman vuela en dirección a Smallville, a su antigua casa. En sus brazos lleva a su esposa, Lois Lane. Vienen de enterrar a su padre, otra de las víctimas de la guerra...

- Creo que ha ido bien, - le dice al oído Lois. - Tan bien como cabía esperar. A mi padre le hubiese gustado, y creo que eso es lo que importa. Lucy y Ron se quedarán con mi madre un par de días. El bebé la mantendrá ocupada...

Se calla de golpe. Acaba de ver su destino.

- Oh, Dios mío... – dice, angustiada. - Intentaste contarme cómo era, pero...

Ante ellos está la granja destrozada en la que vivían los Kent.

- Clark, - le dice a su marido, que se dirige a las ruinas. - ¿Qué vas a hacer? ¿Clark?

- Todos los que lucharon..., - dice, tras un momento, - especialmente tu padre, eran... los mejores del mundo.

El rostro del Hombre de Acero está lleno de lágrimas. En sus manos sostiene el abollado buzón de la granja.

- Smallville. La granja. Mis padres... Ganamos la guerra, Lois, ¿verdad? Ganamos...

1.- Se refiere al “hueco” que hay donde antes de la guerra se ubicaba Atlantis.

2.- Strange Visitor es una heroína con poderes eléctricos (como los del “Superman Azul”), que además era una amiga de la infancia de Clark Kent.

BIENVENIDO A DCTOPIA

Pues sí, tras muchos intentos, por fin arrancamos DCTopia...

Quizás os preguntéis por qué desde aquí. Buena pregunta... La respuesta... ¿Por qué sí? No, en serio, consideramos bastantes opciones y ésta fue la que más nos convenció.

En las próximas semanas irán apareciendo las distintas series que conformarán la línea. Algunas empezarán desde el número 1, y otras (las que necesiten clarificar más la situación de los personajes) en DC Premiere.

Buscamos guionistas dispuestos a colaborar, como siempre. Cualquier duda que tengáis, podéis escribirnos a dctopia @ sentinelstudio.com, y os responderemos gustosamente.

¡DCTópicos saludos!