2055: 4 FANTASTICOS #1
Adios
Guión:
Narutaki
09:00 h. Burdeos (Francia)
Amanece un día soleado en Burdeos. Al sonar los despertadores los chiquillos
se levantan de sus camas cual resorte. Pero hay un hombre que hace ya mucho
rato que está despierto, su barba de días le da un toque maduro, no es que
haya estado de fiesta, está perfectamente sobrio. Los primeros rayos de sol
entran por la ventana del comedor dándole en la cara, iluminando débilmente
su cabello oscuro, pero parece no inmutarse. Permanece inmóvil, sentado en
una silla mirando fijamente la pared y dándole vueltas entre sus dedos a un
llavero en forma de cohete.
En el piso de arriba de su casa suena el despertador, entonces reacciona.
Camina lentamente hasta la habitación, como si temiera algo, su rostro
refleja el miedo y está extremadamente pálido. Su habitación está muy
recogido apaga el radio despertador y contempla la habitación como si fuera
algo excepcional.
Su padre, un hombre mayor, de pelo blanco, vestido con bata de estar por
casa de color granate bordada en amarillo entra en el cuarto de su hijo y se
sienta en la cama frente a él, mirándole orgulloso a los ojos.
- Hijo mío -en el timbre de su voz se ven reflejadas la solemnidad y el
orgullo- hoy por fin vas ha hacer realidad tu sueño, tras tanto estudiar hoy
por fin vas a salir de este planeta.
- Papa, yo de veras estoy muy contento, pero... tengo mis dudas.
- ¿Dudas? ¿Qué dudas? Llevas estudiando desde que eras un adolescente para
poder ir al espacio, has sido formado como nadie, has luchado por llegar
donde estás. ¿ Que dudas tienes? Dímelo, si puedo ejercer de padre y
ayudarte, lo haré encantado -dice levemente preocupado .
- No son dudas... es solo... oh, vaya estupideces....
- ¿Miedo? -intuye- ¿Miedo de qué?
- Es muy grande la responsabilidad que tienes cuando entras en un misión de
ese tipo. Cualquier pequeño fallo puede costarte la vida.
- Eres una persona grande, uno de los mejores hombres que he conocido, estoy
orgulloso de ti, eres parte de mi, sangre de mi sangre, hijo, se que eres
la persona más capacitada para subir ahí arriba y llevar a cabo la misión
más difícil que exista.
Padre e hijo se funden en un tierno abrazo. Ambos bajan las escaleras. Ahora
Alexandre lleva en la espalda una mochila y una bolsa más grande cuelga de
su mano izquierda. Ambas bolsas son blancas y llevan el logotipo de la AME
(Agencia Mundial Espacial). En la puerta espera un hoovercoche con el motor
rugiendo, al volante el joven hermano de Alexandre, Carlo Marceu Ahora, los
dos hermanos y su padre montados en el coche ponen rumbo al aeropuerto.
09:05 h. Tarragona (España)
Hace ya dos horas que ha amanecido en la ciudad catalana que en su día fue
la capital del imperio romano en la península Ibérica, conocida como
Tarraco, donde los mejores pensadores acudían en busca de paisajes
inspiradores.
En un apartamento que da a la playa, se encuentra un hombre, que aunque no
lo aparente es especial. Salvador Pacheco. Pelo largo y negro como el tizón,
perilla. Vestido de traje y corbata está en el balcón de su apartamento,
contemplando como las olas del mar se funden con la arena al llegar a la
playa. Mientras observa la bella escena va dando caladas a su cigarrillo.
De pronto las puertas que dan al balcón se abren, tras ellas aparece una
mujer delgada, pelirroja y con la cara llena de pecas. Tiende sus brazos por
encima de los hombros de Salvador.
- Bien, ya me marcho Carmen.
- Espero que todo vaya bien, si te pasara algo... -mira al suelo sin saber
como acabar la frase.
- Tranquila mujer, en unos días, estaré aquí de nuevo, sano y salvo.
La pelirroja acaricia su estomago forzando una sonrisa.
- Cuando vuelvas quizá ya este aquí el también...
Niega con la cabeza, cansado de lo mismo.
- Ya hablamos este tema, me sabe muy mal y seguramente no me dejara dormir
saber que puedo ser padre estando de viaje, pero no puedo hacer nada Carmen,
oh dios santo, hemos hablado mil veces de esto, discutido, lanzados
reproches. ¿Por qué haces que me tenga que marchar de esta manera?
- No... déjalo... -le da un tierno beso, aun enfadada.
Tras este corto diálogo Salvador entra dentro del apartamento con aire
furioso y la chica se queda fuera en el balcón, desolada, con dos lágrimas
recorriendo lentamente sus mejillas. Llega al recibidor, coge su trolley
verde y una maleta llena de ropa. Cierra la puerta haciendo ruido y pone
rumbo al aeródromo de Reus.
09:30 h. Sede de Cabo Cañaveral de la AME (U.S.A)
En la puerta principal dos militares con un brazalete con las siglas "MP"
estampadas en negro sobre fondo blanco. Cargan en sus manos sendas
metralletas de láser atadas a sus cuerpos por cintas de cuero.
Al ver acercarse un hoovercoche con el emblema de la Agencia en el morro se
hacen a un lado y luego caminan hasta la puerta sin mirarse si quiera para
escoltar a sus pasajeros. La puerta se abre hacia arriba y descienden tres
personas.
Angelina Dos Passos, con el pelo recogido en una larga trenza. Su pelo
castaño con mechas rubias cae sobre su espalda.
William Silver, de aspecto tosco, casi dos metros diez de alto y musculatura
bastante marcada. Al igual que los otros dos viste el chándal blanco a rayas
grises de la Agencia. A la altura del corazón, bordado con letras negras
escrito su apellido "Silver".
Nada más bajar saluda al estilo militar a los dos miembros de la "Militar
Police". En la chaqueta de su chándal no pone Silver si no "Adams". Hijo del
gran coronel de la marina Christopher Adams, el joven astronauta porta su
mismo nombre. Pelo corto muy engominado y rubio. Las gafas de sol sobre la
cabeza descienden a los ojos cuando el sol le da en la cara.
- Buenos días señorita Dos Passos -dice uno de los militares.
- Buenos días Charly. ¿Qué tal has pasado la noche? -amable.
- Bien, ha habido muchas salidas y entradas, los de arriba -refiriéndose al
ejecutivo- no han dejado de entrar y salir con informes y demás.
- Espero que nos volvamos a ver pronto.
- Esperaré ansioso -sonriendo ampliamente.
Entran en el edificio dejando atrás a los dos jóvenes soldados del ejercito
norteamericano.
17:00 h. Sala de Juntas de la AME en Cabo Cañaveral
El presidente, un hombre muy bien vestido, de aspecto afable y pelo cano los
mira sonriente. Su papada vibra cada vez que mueve nervioso sus labios o
murmura algo.
La mesa con 12 sillas. Siete de ellas están ocupadas. Siete jóvenes
astronautas, uno por cada silla. Miran atentos a sir Stephen Harkon.
- Señores, el hombre siempre a ansiado conquista el universo. La Agencia
Mundial Espacial ha invertido grandes cantidades de dinero en esta misión.
Vosotros habéis pasado muchas pruebas para estar aquí. Tanto el dinero
invertido como vuestro esfuerzo, como el nuestro, es demasiado como para
fallar. El mundo entero estará esta noche frente a sus holotelevisiones para
ver como parte de sus seres viaja en la Bush II rumbo a uno de los satélites
de Júpiter, uno de los últimos rincón del sistema solar... Silver, Dos
Passos, Marceu, Pacheco y compañía, para todos vosotros, cuando volváis os
he reservado un asiento ahí abajo -señalando la sala de ingeniería- pero
antes, debéis partir, trabajar y regresar con los deberes hechos.
Todos se miran satisfechos unos a otros.
- Podéis tomaros la tarde libre, pero no cometáis excesos no os metáis
ningún tipo de mierda antiestrés o anfetaminas, a las 21 horas efectuara el
despegue, os quiero ver media hora antes por la pista y bien despiertos.
Buenas tardes.
Abre la puerta de la salita invitándoles a salir. Aceptan de buen grado. Los
siete, en bloque se dirigen a la cantina.
Alexandre se acerca a la mesa portando una bandeja que sostiene algunas
bebidas refrescantes y botellines de agua. La deja sobre el plastico y se
sienta junto a Christopher. Silver rie.
- ¡Tenia ganas de volver a veros europeos! -alegre y gesticulando- ¿Qué tal
todo?
- Bien, el Girondins ha ganado la liga francesa en el año del 150
aniversario de su fundación -orgulloso.
- Bah, nada tiene que ver el fútbol europeo con el Americano, eso si que es
fútbol, la garra, la emoción y el espectáculo, la gente gritando en las
gradas, las miradas asesinas de los jugadores, eso es deporte, Denver
Broncos son los mejores desde hace décadas.
En la otra fila de asientos Angelina charla con Salvador que tiene la mirada
algo turbada.
- No se, la nueva nave esta bastante bien, pero la Bush I... ¡je! Mi hermano
Matthew viajo a bordo de ella y dice que además de incomoda era muy poco
ergonómica.
- La ultima vez que estuve en el centro técnico de Barcelona tenían un panel
de control idéntico al que llevara la nave y me hicieron trabajar con el,
esta muy bien estructurado -sacude la cabeza de pronto.
- ¿Estas bien?
- Oh si, se me ha metido algo en el ojo.
Christopher se ha unido a la otra conversación igual que Botanch, el suizo.
- Pues claro que no, ¡Miami Dolphins!
- Nah, este año habéis ganado pero no volveréis a tener jugadores como Dan
Marino.
- William... ¿lo llegaste a ver jugar? -irónico.
- En videos...
- Como todos los aquí presentes entonces.
21:05 h.
La tierra tiembla, el fuego generado por los motores se puede ver a varios
kilómetros de distancia. Los altos cargos de la AME sentados en sus cómodos
sillones observan junto con delegaciones de los países de origen de los
astronautas el despegue de la nave.
Los mandos tiemblan, el piloto, Adams, el mas joven de todos no duda, los
sostiene con firmeza, rectos, venciendo las tentaciones dejarlos ir.
Mientras, a su derecha el francés comprueba los niveles de peso y
combustible de la nave. Todo correcto.
Angelina y Lillian Buchanan teclean sin parar sendos teclados de ordenador
conectados con el motor de la nave y el sistema de seguridad de abordo.
Todos abrochan sus cinturones, unos artefactos colocan la nave de color
rojizo en posición vertical. Al notar las sacudidas algunos ríen y otros se
tornan aun más serios. Agarran los apoyabrazos de sus asientos y notan como
poco a poco la nave se pierde en el aire. Poco después atraviesan la
atmósfera, el cielo azul se vuelve oscuro y la tierra una pequeña esfera en
tonos azulados y marronosos.
EL CORREO FANTASTICO
Para poner a parir al guionista, para decirme que no os ha gustado el numero, para amenazarme de muerte... para lo que queráis.