ULTIMATE LOBEZNO #3
Noche del alma IV
Guión:
Kleinsberg
PORTADA: Una conciencia se desplaza por el plano astral. Flota en ondas de pura percepción sin objeto, sigue las corrientes de miríadas de instantes y sortea sin esfuerzo las barreras entre mundos
Cuando le quitaron la tiza siguió dibujando con las uñas hasta sangrar,
cuando le cortaron las uñas siguió con los dientes hasta destrozárselos y
cuando le devolvieron la tiza no cesaron sus rítmicos movimientos de cabeza
tic tac tic tac. Recubrió con círculos el suelo las paredes el techo, los
círculos de su piel. Doce divisiones en cada uno, doce muescas profundas y
dolorosas en su pecho y cada vez más pastillas de más hermosos colores tic
tac tic tac y jeringuillas aterradoras que gotean tic los relojes del mundo
tac resuenan al unísono y el chico los oye y oye los que fueron y los que
serán y cada tic tac de su cabeza medueledoctormeduelelacabeza abre tictac
puertas y cierra y cuenta esferas en su cráneo con doce divisiones cada una
y juega a entrechocarlas y cuando llegue a infinito parará.
Una conciencia se desplaza por el plano astral. Flota en ondas de pura
percepción sin objeto, sigue las corrientes de miríadas de instantes y
sortea sin esfuerzo las barreras entre mundos, busca la entrada a una
realidad.
Logan se esfuerza en beber y beber, vencer de una vez su maldito factor de
curación y embotar sus sentidos, aturdir sus instintos, adormecer su afán de
supervivencia.
Logan maldice y apura otra copa. Bebe con la garganta apoyada en su puño
cerrado. Beberá hasta casi perder el sentido.
Logan no quiere sucumbir de nuevo a la bestia que lleva dentro y esta noche
pondrá fin a su vida.
Víctor Creed gruñe en sueños y reduce a jirones otra camisa de fuerza. En su
sueño Víctor Creed está en la celda, encadenado a la pared, como en la
vigilia. En su sueño Víctor Creed toma la cadena con las dos manos y sopesa
su fuerza, como en la vigilia. Y como en la vigilia sabe que podría
arrancarla y liberarse y salir abriéndose paso a través de los débiles muros
y la blanda carne de guardas y médicos. Y como en la vigilia sabe que afuera
acecha Lobezno, anhelando vencerlo de nuevo, aniquilarlo por fin. Y en su
sueño Víctor Creed se acurruca asustado para dormir de nuevo.
Más allá de una tempestad, fruto del eco de un mundo muerto, la conciencia
contempla un destello, una señal, una llave. Con un pensamiento se sumerge
en la vorágine de poder y se ve arrastrado al mundo al que quiere ir.
Lentamente el espacio y el tiempo de la realidad que está profanando la
rodean y conforman, y la conciencia se deja llevar y se da a sí misma figura
astral, imagen sin carne. Y se da a sí misma un nombre para este plano:
Hombre de los dones.
En su sueño Víctor Creed despierta y contempla frente a él una extraña
presencia que se manifiesta: contempla su plateada coraza sin mácula, su
yelmo que es un puro reflejo, contempla el poder que irradia y su ausencia
de sombra.
Resuenan en mi cráneo la música y la estridencia, las luces y el humo. "Me
gusta cómo te mueves. Salvaje". La beso sin dudarlo y se ríe porque tiene
que agacharse.
Y sigo bebiendo
Las defensas han caído
Música y luces y gente y gente, nuestros alientos de whisky son ahora sólo
uno. Su mano en mi cuello. Nos movemos en la pista de baile frenéticos e
incansables, su pecho se agita perlado en sudor.
Bebí y bebí hasta aturdir mi conciencia y no fui lo bastante rápido.
Entre risas y gruñidos, besos y mordiscos llegamos a su coche. Cada caricia
es una descarga eléctrica y no hay tiempo que perder. Mis dedos se enredan
en su rubia melena. Es pasión, somos deseo contra deseo. "Eres salvaje
Logan, eres salvaje1"
Permaneció agazapada en los límites de mi consciencia y emboscó mi cuerpo
con un zarpazo certero.
La bestia está suelta y nada puedo hacer.
En su sueño Víctor Creed despierta y contempla frente a él una extraña
presencia que se manifiesta: contempla su plateada coraza sin mácula, su
yelmo que es un puro reflejo, contempla el poder que irradia y su ausencia
de sombra.
- Víctor Creed - dice la figura.
Un extraño sentimiento inunda a Creed: respeto sin temor, admiración sin
deseo. Veneración.
- Víctor Creed. Incontables son ya las derrotas y sin cicatrizar perviven
las humillaciones. Tengo un don para ti.
En su mano reluce una caja de ébano, cerrada, cuajada de grabados
intrincados y cambiantes.
- Poder. Fuerza. Voluntad. Victoria sobre Lobezno. Sólo una cosa te pido:
cerca de ti, en este encierro de hormigón acolchado y calmantes, hay un
semejante a ti, ¿puedes olerlo verdad? Es como tú, un ser tocado por el
futuro, uno de los llamados mutantes. Ve por él. Arráncalo de su letargo
obligado, inunda sus terminaciones nerviosas con todo el dolor que sepas
inflingir. Luego él liberara su poder y yo estaré junto a ti, en alma y
cuerpo.
- Se abrió paso como un animal. Como una bestia2.
Lobezno sangra y sueña sobre el cadáver de Susan.
"Reposa ahora, reposa ahora3".
Una presencia fría se posa sobre su frente y luego, muy despacio, se clava
en ella y traza un doloroso arco hacia arriba, partiendo su cráneo por la
mitad. Pero eso es imposible, Logan sabe que su esqueleto es indestructible.
La herida irradia una luz corrupta, oscura y densa como una burla del bien,
y aun así, fascinante y bella. La luz se expande viscosa. Luego percibe la
luz una llamada, se repliega sobre sí misma y es atrapada.
- Abre la caja ahora.
Dice el Hombre de los dones.
Víctor Creed obedece.
El interior de la caja es como un pequeño teatro: una bruma lechosa se
disipa en seguida, dejando al descubierto una especie de diminuta figura:
son Logan y Víctor Creed, frente a frente, en guardia y vigilantes, prestos
a saltar el uno sobre el otro. No pueden separarse pues están unidos, una
especie de cadena cartilaginosa y viscosa brota de sus pechos,
conectándolos, y Víctor Creed pude apreciar en esa cadena un rostro de gran
belleza, y un nombre viene a su mente: Susan. Está a punto de pronunciarlo
cuando un gesto de las diminutas figuras llama su atención: el pequeño Logan
lanza una extraña risa casi inaudible, extiende sus garras y corta
limpiamente la cadena por la mitad, destrozando el hermoso rostro, cuyos
ojos, casi imperceptibles, ruedan hasta el fondo de la caja y lloran allí
sin cesar.
Luego una tenue y pútrida luz surge de la caja bañando el rostro de Creed.
1.- Ultimate Lobezno 1
2.- Ídem
3.- En Ultimate Lobezno 2
EL RINCÓN DEL GLOTÓN
Pues bueno, pues aquí estamos, con un par de dudas importantes que aclarar,
cortesía de Rafael Heras:
"Me gusta como esta escrito, le das mucha fuerza a la narración, el problema
es que sigo sin tener muy claro que es lo que pasa con la historia y creo va
muy lenta para ser una miniserie, ¿era una miniserie, no?"
No está mal que lo preguntes no, nada mal... sí, es una miniserie, pero
olvidé indicarlo en los números anteriores, I'm sorry. En cuanto a lo del
avance lento... bueno, la verdad es que pasar lo que se dice pasar, pasan
pocas cosas, pero de naturaleza compleja, por lo que es conveniente ir paso
a paso.
Como siempre, gracias a los demás que se toman también la molestia de
escribir sus críticas, todas son bien recibidas.
Y nada, el próximo número será el desenlace final, y en él todo se
aclarará... ¿todo? Mejor no adelantemos acontecimientos...
Hasta Lobista
kleinsberg@yahoo.es