ULTIMATE IRON MAN #1
Comienzo Ultimate
Guión: Taker
Portada: Margarita Expinoza
Es un hermoso día de verano. El cielo está despejado, y un sol radiante se
alza por el horizonte. Los edificios de la ciudad de Nueva York se presentan
imponentes en esta mañana. Todo es paz y tranquilidad.hasta que se escucha
el sonido estridente del motor de un jet, y aunque los habitantes de esta
gran ciudad piensan que ese ruido es molesto, al observar el cielo y
percatarse que ese sonido viene de la espalda del hombre de hierro conocido
como Iron Man, esos mismos habitantes comienzan a sentirse seguros.
- ¿Es una hermosa mañana, no es así Señor Anthony?
- Así es Homer. Perfecta para probar esta nueva armadura.
- He de decir que el negro, el rojo y el amarillo le quedan muy bien, señor.
- Homer, ¿qué te he dicho sobre eso de llamarme "señor"?
- No puedo evitarlo, señor. Está dentro de mi programación.
- He de reprogramarte. Si vas a estar dentro de la armadura, quiero que seas
un ordenador más amigable.
De pronto, el hombre que vuela dentro de la armadura emite un grito de
dolor. El grito es tan intenso, que hasta los "oídos" cibernéticos de Homer
quedan resentidos.
- ¿Señor Anthony, qué sucede? ¿Se encuentra bien? ¿Asumo el control de la
armadura?
- No, tranquilo Homer. No ha pasado nada. Ha sido un dolor de cabeza, pero
ya ha pasado.
- Me alegra escuchar eso, señor.
- Eeeeeem, ¿Homer? ¿Por qué has apagado los receptores visuales?
- No he apagado nada, señor. Revisé los sistemas de la armadura junto con el
ingeniero Ebersol antes de abandonar la hidrobase, y todo estaba funcionando
al 100 %.
- Homer, no veo nada.AAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!
- Señor, creo que debo asumir el control de...¡ALERTA DE PELIGRO! ¡COLISION INMINENTE!
En ese momento, Anthony Stark despierta empapado en sudor. Ha conseguido
conciliar el sueño después de semanas de insomnio, pero siempre tiene la
misma pesadilla. Y siempre termina igual: Iron Man chocando contra un
edificio destrozándolo y matando a mucha gente. "Tal vez eso no sea solo un
mal sueño, sino mis más profundos temores", piensa mientras se dirige al
cuarto de baño. Al llegar a esa habitación se mira frente al espejo.
- Ese no soy yo - piensa mientras se peina su negra cabellera y se masajea
su barba -. Tony Stark era un hombre vigoroso, no como ese tipo que se ve en
el espejo.si no fuera por.
Y Tony Stark recuerde ese fatídico día, unas semanas atrás.
- Bueno señor Stark, me temo que tengo una mala noticia. He descubierto la
causa de esas continuas jaquecas que le aquejaban. Debo advertirle que.
- Venga Doctor Connors, no se ande con rodeos y dígame pronto lo que sucede.
- Ejem.usted tiene un adenoma hipofisiario
De pronto, la voz de una persona conocida para Stark lo saca de sus
rememoranzas.
- ¿Se siente bien, señor Stark?
- Jarvis! Em, sí, estoy bien. Solo tuve otra pesadilla.¿por qué preguntas?
- Es que vine a traerle el desayuno, y lo ví parado ahí repitiendo las
palabras "adenoma hipofisiario".
- Siento haberte preocupado Jarvis, pero estoy bien. Solo estaba recordando
ese día, el día que conocí esa fatal noticia. ¿Tienes idea lo que es un
adenoma hipofisiario, Jarvis?
- Eeerrr, no señor, soy un mayordomo y no un médico.
- Es un tumor, Jarvis, un tumor. Tengo un tumor del tamaño de una pelota de
golf en la parte posterior de mi cerebro.
- Señor, yo no.
- Tranquilo Jarvis, que de algo hay que morir. Solo mantén el secreto, y lo
más importante, no se lo digas a papá. Ahora voy a tomarme un baño, después
tomaré mi desayuno.
- Como quiera, señor. Y confíe en mí. No le diré nada a nadie.
- No esperaba menos de ti, Jarvis.
Tony Stark entra al baño, esperando que la ducha pueda relajarle un poco.
Mientras tanto, Jarvis se presta a preparar la ropa de Tony, pero se queda
mirando sospechosamente la billetera que Tony había dejado en su mesita al
lado de la cama. Piensa "Mi amo es uno de los hombres más ricos del mundo.
No notará unos dólares.".
Una hora más tarde, Tony ha llegado a la Torre Stark, el símbolo más grande
de su imperio multimillonario en la industria aeronáutica, y base central de
Empresas Satrk Inc. Como es de costumbre, lo primero que hace es saludar a
su secretaria, la señorita Karen Fitzgerald, y luego entra a su oficina. Se
sienta tras su escritorio, en el cual se puede apreciar una libreta, muchos
lápices y un ordenador, y contempla por unos segundos la ciudad de Nueva
York, y es que desde su oficina puede contemplarla toda por completo. Luego
dirige su mirada a la Zona Cero, el lugar donde debía estar el World Trade
Center y las torres gemelas. Para terminar con la rutina de las mañanas,
pide a su secretaria que la traiga un café. Esta, muy eficiente, aparece con
el café en tan solo un momento. Son las 8:30 A.M.
- Ya lo tenía listo, señor Stark. Solo estaba esperando que me llamara.
- Entonces a partir de mañana no se lo pido más, y solo me lo trae.
- Esta bien señor. Por cierto, ha llamado el señor Nick Furia. Dijo que era
urgente.
- Gracias, señorita Fitzgerald. Le llamaré a su móvil.
- Ah, además le ha llegado esto.
La señorita Fitzgerald le entrega a Tony un sobre. Este tiene un sello
estampado que dice CONFIDENCIAL.
- Mmmm...interesante. Gracias señorita Fitzgerald. Puede retirarse.
- Está bien, señor Stark. Si me necesita me llama.
Mientras la señorita Fitzgerald abandona la oficina, Tony Stark se queda
observando el sobre. Lo ha enviado un empresario muy conocido en el negocio
armamentista. Su nombre es Norman Osborn. Tony abre el sobre, el cual
contiene varios papeles, documentos que contienen gráficas, estadísticas y
datos financieros. Al parecer, Osborn le ha enviado a Tony una propuesta
digna de considerar. Luego de una vista rápida a los documentos, Tony
comienza a leerlos detenidamente, con el fin de estudiar todas las
posibilidades.
Luego de leer todos los documentos, proceso que le toma cerca de dos horas,
Tony recuerda que tiene una llamada telefónica que hacer. Toma el teléfono y
marca el número correspondiente. Luego de unos momentos, la llamada se hace
efectiva, y Stark reconoce inmediatamente la voz de su interlocutor.
- Aquí Furia.
- Hola Nick. Soy Tony. Siento no haber podido llamar antes, me distraje con
el trabajo.
- Sí, ese es un vicio muy malo. A ver cuando te lo quitas.
- Ja, no has perdido tu sentido del humor. ¿Para qué me llamabas?
- Eso no puedo decírtelo por teléfono. Necesito que nos reunamos hoy a las
12:00 en nuestro escondite de siempre.
- Oh, sí. Aquel lugar ultra secreto. Hay un problema, tenía algo planeado
para esa hora.
- Esto es urgente Tony.
- Está bien. Voy a ver si lo puedo cancelar.
- Eso espero. Nos vemos.
Furia cuelga el teléfono. En el vestíbulo, un hombre de color se acerca
confidentemente hacia el escritorio de la señorita Fitzgerald. Tiene el
cabello crespo, corto, y lleva unos jeans y una casaca de cuero café. La
señorita Fitzgerald lo observa un segundo, y luego hace la pregunta de
rigor.
- Buenos días. ¿En qué puedo servirle?
- Em, necesito hablar con el señor Stark.
- Déjeme revisar en la agenda. ¿Cuál es su nombre?
- Er, en realidad no hice una cita.
- Bueno, él está ocupado en estos momentos, y no creo que pueda atenderlo.
En su oficina, Tony se prepara para hacer otra llamada. No se siente seguro
sobre el hecho de llamar a quien debe, especialmente porque no sabe como
reaccionará. Después de todo, sus reacciones son impredecibles. Al fin se
anima, y llama de todos modos.
- ¿Diga?
- Eh, Pepper, soy yo, Tony.
- ¡Hola amor! No reconocí tu voz.
La muchacha a quien Tony llama es Pepper Potts, su novia. Han estado
saliendo por algunos meses, y su relación iba viento en popa.
- Deberías cambiar tu teléfono.
- No, es el tuyo el que está fallando. Estoy casi lista para nuestra cita.
- Estooo...em...ha surgido algo importante. Tú sabes, negocios. Creo que no
podré asistir a nuestra cita hoy, amor.
Silencio
- ¿Pepper? ¿Estás ahí?
- Ah, sí Tony.
- ¿Qué sucede?
- No, nada. Me distraje un momento con la televisión.
- Te has enojado.
- No, que va. Si no podemos vernos hoy, tal vez otro día.
- Vaya, -piensa Tony - ha reaccionado mejor de lo que pensé.
- ¿Qué te parece el próximo viernes?
- Déjame ver mi agenda.- Tony revisa una pequeña libreta que tiene en su
escritorio. Busca le fecha indicada para ver si tiene algún compromiso- pues
sí, es perfecto. Entonces el viernes a las 20:00. ¿Te parece tener una
velada romántica?
- Perfecto. Espero que ahora no surja nada.
- Trataré de evitarlo. Adiós.
Pepper cuelga el teléfono. Se encuentra en su apartamento. Es una hermosa
chica rubia, delgada y de ojos claros. Observa una foto de Tony que tiene en
su velador al lado de la cama. "¿Quién me mandó meterme con un ocupado
multimillonario?", piensa de improviso. Y es que ella solo es una chica
simple, de clase media, a la que Tony conoció en un bar. Fue amor a primera
vista. Pero ella se da cuenta de que tal vez deba enfrentar la realidad, y
de que ellos viven en dos mundos separados.aunque fue feliz mientras duró.
En la Torre Stark, Tony sale de su oficina para dirigirse a su destino,
cuando escucha a la señorita Fizgerald discutiendo con el hombre de color.
- Lo siento, pero ya le he dicho que el señor Stark no puede atenderlo sin
una cita.
- Es que es urgente.
- Lo siento. Deberá volver mañana.
- No sea tan dura, señorita Fitzgerald - dice Tony -. Aun me queda una media
hora. Señor, pase a mi despacho.
Ambos hombres entran a la oficina. Tony se para detrás de su escritorio y
ofrece sentarse al hombre de color. Este agradece y se sienta.
- Te ruego disculpes a mi secretaria, pero es de lo más eficiente que hay.
- No te preocupes Tony. De todas formas no esperaba que me conociera.
Tony se levanta del escritorio, se dirige a un mueble que está junto a la
ventana. Abre una de sus puertas para descubrir una licorera. Toma una
botella de champaña y un par de copas y vuelve a su escritorio. Destapa la
botella y procede a llenar las copas. Le entrega una al hombre, y
seguidamente le habla.
- Y dime, ¿cómo trata la vida a mi viejo amigo James Rhodes?
- Bueno, después de que participamos en la guerrilla colombiana, todo ha
sido difícil para mí. Conseguir un empleo decente me ha sido una tarea casi
imposible.
- ¿No estabas con ese empresario...cómo es su nombre...Hammer?
- Oh, sí, pero ese empleo no era el que yo esperaba. Por eso estaba aquí,
para ver si tú me podías ayudar.
- Mmmm...me lo has puesto difícil. No hay muchas vacantes libres, y la gente
que está aquí ha trabajado para mí desde el inicio de Stark Inc. Pero veré
que puedo hacer por ti.
Tony comienza a revisar unos archivos en su ordenador. Después de unos
momentos, mira a James y comienza a hablar.
- Tengo algo que es justo para ti. Hay una vacante libre para guardia de
seguridad. ¿Qué te parece? No será mucho, pero es lo que hay.
- No, es perfecto. Además, tu sabes que estoy muy bien entrenado para ese
tipo de trabajo.
- Pues, enhorabuena entonces, ya tienes empleo. Ahora brindemos y luego te
presento al personal. Empezarás mañana. Y tómate pronto esa copa, que tengo
que salir.
- Sí jefe.
- Vamos James, no me vengas con esas...
A muchos kilómetros de Nueva York, más concretamente en las costas de
Alaska, se puede apreciar a un buque navegando por el Océano Artico. En su
popa lleva una insignia pintada. Es el escudo de Stark Inc. En él hay unos
cinco hombres, los cuales están conversando sobre lo que deben hacer.
- Bien, estamos cerca del lugar indicado.
- Si, - dice otro hombre- es hora de probar los equipos.
- Recuerden muchachos, que deben tener cuidado, - les recuerda un hombre
pelirrojo un poco subido de peso, que viste un traje negro y corbata. Los
otros hombres piensan en la forma en que tal tipo tan formalmente vestido
puede soportar el frío - y si descubren algo pónganse en contacto
inmediatamente.
- Entendido señor Hogan.
- Se supone que aquel barco hundido en el que el señor Stark está interesado
está por este lugar. Sean cautelosos e infórmenme antes de aventurarse a
rescatar algo.
- Sí señor Hogan, seguiremos sus instrucciones al pie de la letra.
Cuatro de los hombres van a un cuarto que hay en el buque. Es un cuarto
donde se ven trajes de submarinismo. Proceden a ponérselos, y luego se
colocan las escafandras. A continuación pruebas los tanques de oxígeno y
chequean los comunicadores internos. Una vez preparados, los cuatros hombres
se dirigen hacia donde estaba Hogan, que se había ido al timón.
- Listos, señor.
- OK. Procedan con cautela, y que tengan suerte.
Los cuatros hombres se aprestan a cumplir su misión, y una vez llegan al
punto indicado se zambullen y comienzan a hundirse, esperando cumplir la
misión que se les ha encomendado, porque de llegar a cumplirla se les ha
ofrecido un generoso bono es sus sueldos.
De vuelta en Nueva York, en un restaurante para ser precisos, Anthony Stark
está sentado en uno de los puestos más exclusivos del local, muy alejado de
las otras mesas. En la mesa, elegantemente decorada con un fino mantel de
terciopelo, un cenicero con un cigarrillo a medio fumar, y una botella de
champaña que ya ha sido destapada, y prueba de ello es la copa que está
hasta la mitad con dicha bebida. De pronto se le acerca un hombre y lo toca
en el hombro.
- ¿Tony?
Muy pocas personas llaman Tony a Anthony, así que él asume que es un
conocido. Se voltea para ver quien le ha llamado tan familiarmente, y se
encuentra con un hombre de color, alto y fornido. Además es calvo, y tal vez
la seña que más lo distinga es un parche que lleva en su ojo derecho.
- Nick!
- Veo que has dado con el lugar.
- Sí. Cuando hablaste del escondite, asumí que te referías a nuestro antiguo
lugar de reuniones, antes de partir a aquella guerrilla. Hoy he visto a
James, y me ha pedido empleo.
Nick Furia procede a sentarse al frente de Tony. Pide una copa vacía cuando
el garzón pasa por su lado. Busca algo en el bolsillo de su chaqueta; de
hecho, lo que busca es un puro. Se deshace del envoltorio, lo enciende y
comienza a fumarlo. Luego de eso, le contesta a Tony.
- Tal vez algún día podamos reunirnos los tres de nuevo, pero ahora hay un
asunto más importante sobre el cual debemos hablar.
- Bueno, pues no te detengo más.
- Bien. En la mañana fui al Pentágono. Presenté todos mis argumentos para
respaldar la existencia de mi proyecto, incluyendo aquel de tu ayuda con el
financiamiento y el respaldo aeronáutico. Después de un rato, he sido
autorizado para llevarlo a cabo, pero antes debí consultar con las Naciones
Unidas. Ellos tampoco me pusieron ningún problema.
- Pues, vaya que eres un tipo con influencias. Eso significa que tendré que
despedirme de algunos millones, ¿no es así?
- Si no fuera por tu invaluable...ejem, perdón, no quise decir eso...si no
fuera por tu ayuda, este proyecto vital no podría llevarse a cabo.
- Lo se, era como un sueño para ti. Bueno, después de todo creo que deberé
re-estudiar aquel trato que Osborn me sugirió.
- Hey, eso sería útil. Después de todo, Osborn es parte de la industria
armamentista...aunque no me fío del todo de él.
- Dime, ¿ya has bautizado el proyecto' ¿Has contactado a alguien?
- Bueno, aun son asuntos clasificados, pero ya he contactado a unas cuantas
personas. Sobre el nombre, puedes llamarlo "Proyecto Ultimates".
- Vaya, muy rimbombante. Después de todo es tu estilo, pero debo confesar
que me esperaba un nombre algo así como "Comandos Aulladores", o tal vez
"Fuerza de Choque". - Ambos comienzan a reír. Luego de unos momentos dejan
de hacerlo y se miran con más seriedad - De todas formas, S.H.I.E.L.D. me
suena bien.
- Sí, pero ese nombre ya está tomado. Y antes que lo preguntes, no fue mi
idea. Fue de Dugan.
- Mmmm, ya veo. ¿Entonces no me vas a contar a quiénes has contactado ya?
- No, espera cuando llegue el momento. Pero hay algo en lo que creo me
puedes ayudar.
- ¿Qué puede ser eso?
- Necesito que me ayudes a contactar a Iron Man. - cuando Furia ha dicho
"contactar", lo dijo en un tono irónico, pero discreto. Sin embargo, esta
ironía no pasó desapercibida para Tony. Este está a punto de abrir la boca
cuando es interrumpido por una voz áspera.
- ¡Señor Stark! ¡Señor Stark!
(Oh, no. No él.), piensa Tony, cuando se da cuenta de quien es quien lo
interrumpe. Se trata de J. Jonah Jameson, el ex redactor del mejor periódico
de la ciudad, que ahora se dedica a editar la revista Interview, que trata
sobre la farándula, es decir, los ricos y famosos.
- Señor Stark, que grata coincidencia el encontrarlo aquí.
- Sí, muy grata - dice Tony con voz monótona -.
- Señor Stark, me gustaría saber cuando podemos concretar una entrevista. Es
para un artículo que estoy elaborando sobre...
- Lo siento Jameson, pero en este momento estoy muy ocupado, y de todas
formas no estoy interesado en dar entrevistas.
En ese momento, Jameson se da cuenta de que Tony está siendo acompañado por
Nick Furia, uno de los líderes de S.H.I.E.L.D., la agencia de espionaje más
poderosa de los Estados Unidos. Jameson saca un bolígrafo de unos de sus
bolsillos, y apunta a Furia con él mientras le habla.
- Bueno, señor Furia, aprovechando la ocasión, me gustaría saber qué opina
sobre las constantes intrusiones de Estados Unidos en...
Furia no le deja terminar la pregunta y contrataca.
- Mira Jameson, sin comentarios y no me voy a referir al asunto. Y si
vuelves a apuntarme con ese bolígrafo te tiraré a mis abogados y te acusaré
de intento de homicidio.
Jameson al darse cuenta que no es bienvenido en el lugar, carraspea y se
despide, retirándose de la mesa. Stark y Furia esperan unos instantes, y
luego se desternillan de la risa llegando casi a llorar. Pero las risas se
detienen abruptamente, y Tony reanuda la conversación.
- Menos mal que nos deshicimos de ese pesado.
- Sí, Tony, un segundo más y no se que habría hecho.
- Eso del intento de homicidio fue muy bueno.
- Sí, sí. Ahora dime, ¿qué hay de Iron Man?
Tony estaba bebiendo un sorbo de champaña en ese momento. Cuando escucha la
pregunta de Furia, la traga sin degustarla. Furia sabe que lo ha incomodado,
pues se dio cuenta que Tony trataba de evitar el tema. Son muy pocas las
personas que saben sobre le identidad secreta de Tony, y Nick Furia no era
una de ellas. Pensar en la posibilidad de que lo sepa lo ha hecho ponerse
nervioso.
- ¿Qué hay de él?
- Venga, Tony, no te pongas nervioso, que te delatas solo.
- No se que quieres decir.
- Venga, Tony. Soy uno de los jefes de la organización de espionaje más
importante del país, no creas que no lo supe desde el primer momento en que
vi a Iron Man volar sobre la Gran Manzana. Además, no se me ocurre pensar en
otro genio capaz de construir una máquina voladora como esa.
- Sí, y no es lo único que hace. Me has atrapado Nick. Debo confesar que la
proposición me interesa, pero soy un hombre de negocios, y no tengo el
tiempo suficiente para dedicarme por entero al proyecto.
- Bueno, eso lo podemos arreglar después. Por cierto, hay una islita que me
interesaría que conocieras.
- Supongo que eso significa más dinero...
Ambos pasan un rato más juntos, y luego se paran. Tony paga la cuenta, salen
del restaurante y se despiden.
- Bueno Nick, me alegro que todo haya marchado bien.
- Vamos Tony, si no fuera por ti, el proyecto no podría llevarse a cabo.
Espero que te nos unas.
- Sí, lo pensaré. Cuídate.
- Tú también.
Ambos se dan la mano. Luego, Nick da media vuelta y se va caminando. Tony
sube a su auto y lo arranca. Comienza a conducir con dirección a la Torre
Stark. Una vez que llega allí, toma el ascensor para llegar al piso en donde
está su oficina. Cuando las puertas se abren, se acerca a la señorita
Fitzgerald.
- Buenas tardes, Señor Stark.
- Buenas. Dígame, ¿algo para mí?
- Eh, sí. Lo llamó la Doctora Sofen para confirmar su cita. Quiere que le
devuelva el llamado.
Karla Soften es una siquiatra que ha estado tratando a Tony este último
tiempo, principalmente debido a los trastornos que el tumor le causa.
- Está bien, gracias. Yo arreglaré eso con ella en persona. ¿Algo más?
- No señor. Eso es todo.
- Entonces estaré en mi oficina.
Tony entra en su oficina. Se sienta detrás del escritorio y medita por unos
instantes todo lo que le ha sucedido hoy. Luego toma el teléfono y marca un
número. Después de unos segundos, le responden. Es la voz de un hombre.
- ¿Sí?
- ¿Morgan?
- ¿Tony?
- Así es. ¿Cómo está mi primo favorito?
- Venga Tony, soy tu único primo. Es de madrugada por acá.
- Lamento haberte despertado Morgan. Quería preguntarte cómo van las cosas
en Stark Europe.
- Bueno, todo va bien por acá. Nuestras acciones han subido un montón.
- Perfecto. Tal vez pronto me tendrás por allá.
- ¿Sucede algo malo?
- No, nada. No te preocupes y sigue durmiendo.
Tony se despide de su primo y cuelga. A continuación, recibe una llamada
telefónica. Tony contesta.
- ¿Sí?
- ¿Tony? Soy Happy. Hemos encontrado algo que me gustaría que vinieras a ver
en persona.
- ¿Se trata del barco?
- No, es algo...raro...verás, no te lo puedo contar por teléfono.
- Está bien. Iron Man irá lo más pronto posible.
- Ok, Tony, buen viaje.
Una vez que termina la llamada, Tony se comunica con su secretaria. Le pide
que no lo interrumpan, y que no estará para nadie. Luego cierra la puerta de
su oficina con un candado electrónico oculto en la licorera, y presiona un
botón oculto en su escritorio. Se abren unas compuertas al fondo de la
oficina, que en realidad son las puertas de un pequeño ascensor. Tony entra
y oprime el botón de "bajada". Las puertas se cierran, y el ascensor
comienza a bajar a una velocidad asombrosa. Una vez llega a su destino, las
compuertas se abren nuevamente. Cuando Tony estudiaba los posibles terrenos
para construir la Torre, notó que uno tenía un subterráneo que conectaba con
el subsuelo de la Zona Cero, el lugar donde estaban las Torres Gemelas y el
World Trade Center. Sintió que esa conexión le sería útil algún día, así que
adquirió ese terreno y selló el subterráneo para todo el mundo, excepto para
el sistema de ascensor privado que lo conecta con su oficina. Ahora, frente
a sus ojos, aparece una especie de base subterránea, con multitud de
ordenadores y, tal vez lo más impresionante, una pared gigantesca con
multitud de armaduras de Iron Man. Tony se acerca a un ordenador que analiza
unos datos.
- Homer.
Luego de decir esto, una proyección holográfica de color verde aparece
frente a él. Tiene figura humanoide. De hecho, es el cerebro de todo el
sistema de ordenadores de esa base, y también del ordenador integrado del
casco de Iron Man.
- Aquí estoy, Señor Anthony.
- Homer, llámame Tony, solo Tony.
- Está bien, señor Solo Tony.
- Ah, olvídalo.
- ¿Formateo el sistema?
- Venga, deja las bromas, que vamos a dar un paseo.
- Los sistemas de la nueva armadura están casi listos, señor. El ordenador
está copiando la información de la base de datos, y la armadura está cargada
al 80 %, señor.
- Muy bien, Homer.
Tony se acerca a uno de los ordenadores. Está conectado mediante una serie
de cables al casco de una de las armaduras. Al lado de este ordenador, el
resto de la armadura está siendo alimentada con el combustible que esta
necesita para funcionar. Es la armadura que aparece en los sueños de Tony.
Una armadura de colores rojo y amarillo. Tiene un potente propulsor en la
espalda, y unas alas enormes, que la hacen ver majestuosa. Tony se pone un
traje especial de color negro que diseñó, parecido a los que usan los
pilotos de la Fórmula 1. Cuando todos los sistemas de la armadura están a
plena potencia, procede a ponérsela. Luego se coloca el casco.
- Homer, todo está en orden. Entra.
- Está bien, señor.
Homer comienza a desvanecerse, pero en realidad está entrando al ordenador
de la armadura. Luego dice "Todos los sistemas activados".
- Vamos, Homer, no es necesario que digas eso. Me doy cuenta de que los
sistemas se activan cuando la pantalla del caso se enciende.
- Sí, lo sé señor. Es solo que me parece más divertido.
- Sin comentarios. Vamos, abre la compuerta.
- Entendido.
Una porción del techo de este subterráneo se abre, revelando un túnel. Ese
es el túnel que se conecta con la Zona Cero, que al estar desocupada le
sirve como punto de despegue. Así, toda la gente cree que Iron Man despega
desde Zona Cero, y nadie sospecha que recorre un camino de túneles desde la
torre hasta allí. Una compuerta oculta del suelo de Zona Cero se abre, y por
ellas aparece Iron Man, usando su más reciente armadura. Como es típico, la
gente se sorprende de verlo tan cerca, y los más afortunados turistas
aprovechan de tomar algunas fotografías, si es que alcanzan.
- ¿Destino, Señor Stark?
- Alaska, Homer. Vas a conocer Alaska.
CORREO DE HIERRO ULTIMATE
Este es mi primer número de esta serie. Espero que os haya gustado. Para comentarios, sugerencias, críticas o fotos pornográficas, podéis escribirme a jocampos@alumnos.ubiobio.cl
Taker.