ULTIMATE EXCALIBUR #3
Los caballeros de la tabla redonda I
Guión: Narutaki
PORTADA: El Capitán Britania volando delante de un dragón de piel azulada y colmillo enormes que tiene sus alas extendidas.
Riendo malicioso y sentado en su tenebroso trono de roca observa cuanto le
rodea. Su sirviente, de cuerpo deformado y mirada enloquecida permanece
arrodillado ante él que de vez en cuando le propina una patada en el
estómago por el mero placer de verle sufrir. Éste no habla, se limita a
gemir en voz baja y asumir que no es más que un asqueroso siervo que vive
gracias a su venerable señor. Adversario utiliza sus poderes mentales y
consigue visionar lo que sucede en el Páramo del universo. Ríe divertido.
Sentada en su sillón de piedra cubierta por las más delicadas sedas, su pelo
recogido en dos moños y un mecho fino de su cabello negro que le acaricia el
blanco y virgen rostro. Se concentra cerrando los ojos. Frunce el ceño
rastreando el Páramo del universo hasta dar con al aura de Brian Bradock.
El aspecto del lugar es algo más que deseador. El cielo oscuro igual que el
suelo, formado por una fina arena de tonalidad negruzca. No hay rastro
alguno de vida, tan solo Excalibur.
Caminan en fila, uno tras otro, poco a poco, dan cada paso con sumo cuidado
hasta que uno a uno caen en la cuenta. Betsy es la primera en pararse pero
Feron se le adelanta.
- ¿Dónde vamos Brian?
Meggan mira algo enfadada al joven mutante. Loto Rojo pone una mano en el
hombro de ésta tranquilizándola.
- Buscamos a nuestros...
# Vais a morir #
Una voz de ultratumba interrumpe al líder del grupo. Se miran unos a otros.
Sin saber como todos lo han oído, pero de manera individual. Loba Venenosa
mueve su peludo cuerpo hasta Feron y se encara con él.
- ¿Se puede saber que haces?
- ¿Qué... qué...?
Kylun los separa.
- Cálmate Rahne. ¿No recuerdas el miedo que le da todo esto al chaval? No ha
podido ser él.
- Lo que decía -retoma la palabra Brian- Buscamos a nuestros enemigos.
Puesto que no sabemos ni donde estamos nosotros ni donde están ellos...
andamos. Ya que al menos así no nos aburrimos.
Loto Rojo pone los ojos en blanco y mira al cielo.
# Vuestra muerte esta próxima. Caeréis #
Se vuelven a sobresaltar.
Loba se dirige de nuevo a Feron y lo coge de la camiseta a la altura del
pecho.
- ¡¿Quieres dejar las bromas para otro día?!
- Haya paz -interviene el oriental.
- Yo... ¡Yo no he hecho nada!
- Eres el único con poderes empáticos y aquí no hay nadie más que nosotros.
- Él no lo ha hecho -tajante Kylun.
- ¿Por qué le defiendes?
- Tranquila Rahne, no lo defiendo, solo que no creo que haya hecho nada.
Siguen caminando pero antes de completar 200 metros la marcha vuelve a
detenerse. Kylun pide silencio mediante señas y agudiza su oído. Sin previo
aviso desenvaina sus espadas. Las mueve de una lado a otro sosteniéndolas de
manera firme. Los demás se alertan.
- ¿Qué sucede McKay?
Antes de que el escocés conteste Betsy ya mueve su katana.
- Detrás de aquella duna. Escucho alaridos, murmullos... Tened
cuidado -calla de nuevo- se acercan.
Allí donde señala Kylun, tras la oscura montaña de arena una treintena de
pequeños seres de piel amarillenta y pelos de diversos colores y medidas
variadas aparecen corriendo empuñando hachas y espadas.
Sinclair corre hacia ellos. Salta y cae llevándose con ella a varios de sus
enemigos.
Kylun alternando derecha e izquierda siega cabezas sin muestra alguna de
piedad.
El Capitán Britania destroza fisicamente a sus adversarios mientras la
katana de su hermana desgarra abdómenes y corta brazos.
Poco a poco. Lentamente disminuye el número de criaturas.
Arrinconan a Feron entre dos. El chico los mira aterrado. Kylun aparece y
arrebata la vida de los dos, pero no sin antes llevarse un zarpazo en la
cara. La herida sangra.
Pronto termina todo.
El irlandés y el escocés se vuelven al oír gritar a Loto Rojo. Meggan le
hecha alcohol sobre una herida en el hombro. Brian Bradock le sostiene. Los
dos se miran con cara de complicidad y riendo caminan junto al resto.
- ¡Hemos ganado!
- ¿De veras lo crees Feron? -pregunta Betsy.
- Iluso... -completa Brian.
Kylun clava las espadas en la arena y se estira en el suelo. Mira al cielo.
De pronto todo tiembla. Se incorpora como un resorte. Meggan se abraza a su
novio. Feron comienza a moverse inquieto.
Un nuevo temblor.
De la arena sale volando algo así como un lagarto con alas de unos cinco
metros de largo. Piel escamosa y de color azul eléctrico. Grandes colmillos
y punzantes pinzas. Vuela en circulos ante la atenta mirada de los
componentes de Excalibur
Brian mira a su hermana y esta asiente con la cabeza entendiendo la mirada.
Britania coge de las axilas a Mariposa Mental y vuela sobre el dragón.
Cuando puede desciende y posa a su hermana sobre la espalda de éste.
Elizabeth hunde su espada en la piel de la sierpe voladora que parece no
inmutarse. Impotente repite el acto varias veces con igual resultado. De una
sacudida se la quita de encima. Feron la recoge antes de que impacte contra
el suelo.
Britania vuela alto.
En tierra firme Kylun sosteniendo una de sus espadas con ambas manos grita
fiero al animal.
El Bradock vuela de nuevo rápido y se coloca frente a la criatura llamando
su atención. Consigue su objetivo, ser perseguido.
Vuela en zigzag en un vano intento por marearlo.
De pronto desciende en picado y a un palmo del suelo vuelve a retomar la
posición horizontal. El dragón de piel azul le sigue.
Ahora el Capitán vuela en dirección al mutante de Glasgow. Éste aprieta sus
dientes y se mantiene en tensión.
El líder de Excalibur vuela raudo por encima de Kylun. Se acerca el momento.
Tras él, el dragón. Kylun levanta su espada y la sostiene con fuerza.
El ser volador planea unos metros más y cae al suelo estrepitosamente
mostrabdo una grande y larga herida en el vientre.
Su asesino mantiene la espada en alto y tiene la respiración alterada.
El Capitán hace piruetas en el aire.
Feron salta con los brazos en alto y Loto Rojo esboza media sonrisa en su
rostro.
Todos se reúnen en torno al triunfador. Finalmente deja caer su espada al
suelo y respira aliviado.
Roma asiente complacida y feliz sentada en su trono en algún lugar del
universo.
- ¡Maldita sea!
Adversario da un puñetazo en el brazo de su asiento. Se levanta moviéndose
de manera airada. Su sirviente, un tipo con joroba y vestido con ropajes
negros lo mira atemorizado.
- ¡Esa cría y sus estúpidos héroes!
Su cuerpo se enciende por momentos. Magma gotea por las grietas de su piel.
Señala a Malus, su sirviente.
- Voy a viajar hasta el Páramo. Me enfrentaré en persona a esos estúpidos.
- Pero... pero señor, ¿eso no sería romper las normas?
- Malus...
Adversario lo tira de una patada al suelo.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no cuestiones mis decisiones?
- Lo... lo siento... se.. señor.
- Ahora debo irme. A mi regreso recibirás tu correspondiente castigo.
Malus mira al suelo y su señor envuelto en llamas desaparece.
De pronto una nube de humo amarillento aparece ante ella. Y de la densa
bruma surge el gran hechicero Merlyn.
- Padre... ¿qué os trae por aquí? ¿Todo marcha bien?
- No hija mía.
- ¿Qué sucede?
- ¡Partámos, no hay tiempo que perder! Adversario viaja ya rumbo al Páramo
para acabar el mismo con tus muchachos.
- ¡Tramposo!
- Deberías haberlo imaginado. Y ahora ¡Vámonos!
De nuevo la nube de humo amarilla, y a su lado una en tono rosado. Roma y
Merlyn, su padre se dirigen ahora al lugar que posiblemente será la tumba de
los héroes británicos.
Allí sin saber lo que se avecina espera Excalibur optimista confiando en una
fácil victoria contra un desconocido a la vez que poderoso enemigo.
EL MENSAJERO DEL REY ARTURO
Para cualquier duda, consulta o insultos al guionista "El mensajero del Rey Arturo" (kefrem2001@yahoo.es).