ULTIMATE EXCALIBUR #1
Excalibur
Guión: Narutaki
PORTADA: El logo de la serie en grande ocupando toda la portada de fondo blanco. Las letras son transparentes y en el interior de cada una podemos ver a uno de los integrantes de Excalibur excepto en un par de letras que siguen amarillas.
Vestido con una levita negra espera en un puente sobre el río Támesis
rodeado por la densa niebla un joven conocido como Feron. Nació hace ya unos
cuantos años en Irlanda, pero, no por motivos personales ni de trabajo, si
no por gusto y voluntad propia se mudó a Inglaterra. Pelo corto y negro como
el azabache. Sus ojos y con ellos su mirada se pierden entre la densa
niebla.
Detrás de él, prácticamente en idéntica posición permanece inmóvil e
impasible. Su aspecto llama la atención del joven Feron, es algo así como un
hombre con rasgos de león. Su cara se asemeja a la del rey de los animales,
su cuerpo es fornido y musculoso y su cabellera larga y castaña. Antes de
acercarse para comprobar si es un mutante decide usar sus poderes empáticos
para comunicarse con él.
# Muy buenas... sí, sí, usted, gírese por favor #
Más bien es Feron quien se sorprende cuando el hombre que está tras de él y
con el cual se ha comunicado se gira mirándolo serio, sin un ápice de
sorpresa. Con paso firme camina hasta él y se postra allí, mirándolo de
arriba abajo. Feron se asusta un poco ante el fiero aspecto del mutante que
está ante él.
- Buenas noches Feron.
- Esto... -totalmente confundido- Feron, si... ar... ¿cómo sabe mi nombre?
- Te estaba buscando.
- ¿A mí? -señalándose.
- Si, Feron. Un amigo me ha mandado en tu búsqueda.
- ¿En mi búsqueda? ¿Qué puede querer tu amigo de un chico como yo?
- Tu sabrás -riendo- Tranquilo Feron, no tienes porqué preocuparte, no vengo
más que ha hacerte una propuesta.
El joven mutante con poderes mágicos le mira sorprendido. Kylun de nuevo
esboza una sonrisa en su cara de felino.
- Adelante -dudoso.
- Mi amigo; el que me manda en tu busca, está formando un grupo de mutantes
que se dedique a proteger las islas británicas, principalmente y Europa en
general.
- ¿Super-héroes?
- Más o menos...
- Más o menos no. Sí.
- Bueno, llámale grupo de super-héroes si te quedas más tranquilo. El caso
es que mi amigo y yo somos conocedores de tus poderes. Te venimos observando
meses atrás y creemos que encajarías bien en el grupo. Queremos que te unas
a nosotros. Te proporcionamos lo que necesites para un pleno desarrollo de
tus poderes y a cambio tan solo pedimos que los uses en nuestro favor.
Sabemos que eres un diamante en bruto. Si tu quieres podrás ser pulido.
Por unos instantes se hace un incómodo silencio. La escena recuerda a la de
una película. Dos siluetas la una frente a la otra rodeadas por las nubes
bajas de Londres con el río Támesis a sus pies. Feron comienza a darle
vueltas a su cabeza. Balance de pros y contras por los cuales unirse o no a
un grupo de mutantes cuyo objetivo era proteger su patria. Finalmente toma
una decisión.
- Bah... aquí en Londres estoy solo, vivo de alquiler y trabajo en un
maldito McDonalds friendo patatas De Luxe todo el maldito día. -frotándose
la barbilla- De acuerdo. ¿Dónde vamos? ¿Dónde tengo que firmar?
Ambos mutantes ríen a carcajadas rompiendo cualquier pizca de tetricidad que
hubiera en el ambiente. De pronto el más musculoso de ambos tiende su mano.
- Soy Kylun, mutante, como tú -Feron completa el apretón de manos-
bienvenido a Excalibur.
Y dicho esto ambos caminan charlando amistosamente por mitad de Londres. Uno
escocés y el otro irlandés. Pero ambos mutantes.
Cerca de donde se han conocido Kylun y Feron suele haber reuniones entre
bandas mafiosas del país. En el Pink Panter Pub se reúnen y discuten sus
problemas mientras toman copas. Más de una noche el suelo se ha teñido de
rojo manchando el claro parqué ya obsoleto. Una delegación de una triada
china está allí esperando para reunirse con una de las bandas más
reconocidas de la ciudad. En realidad más que una delegación es un represent
ante. Joven, musculoso, de complexión atlética. Pelo negro y de tamaño
ciertamente largo recogido en una pequeña coleta. Camiseta de tirante roja y
pantalón negro. En su brazo un tatuaje en forma de tribal. En absoluto está
nervioso y frente a él tiene a un capo mafioso analizando detenidamente el
contenido de un maletín que el mismo le ha entregado. De pronto el mafioso
habla con dos secuaces que franquean sus espaldas estos hurgan en sus
americanas. En la barra una joven atiende a todos los movimientos. Los
guardaespaldas del capo apuntan con sus pequeñas pistolas al joven asiático.
Éste los mira sonriente.
- Supongo que ésta debe ser la más que reconocida hospitalidad de las bandas
inglesas -irónico.
- Muy gracioso joven Yang. Pero tu triada te ha vendido, todos y cada uno de
los billetes que contiene este maletín son tan falsos como mi fidelidad a la
reina de Inglaterra.
- ¿Jefe? -pidiendo autorización para abrir fuego.
Éste asiente. Ipso facto el joven se cuelga de una lámpara y luego salta
sobre los dos matones lanzándolos al duelo y arrebatándoles sus armas de las
manos. Se pone de pie en la mesa y tira de la corbata del mafioso
ahogándolo. De pronto la joven que observaba desde la barra pone su mano en
el hombro del chico.
- Loto Rojo... déjalo, no merece la pena. Acompáñame.
- ¿Qué? -extrañado.
- Te lo explicaré mientras paseamos. Acompáñame, te lo pido por favor.
- Que sepas mi nombre me llena de intriga puesto que no te he visto en mi
vida. Así que haré caso e iré contigo.
Baja de la mesa. Se gira de pronto y le da un puñetazo en la cara al mafioso
acobardado rompiéndole la nariz y de nuevo camina con la chica. Ahora fuera
del local pasean en silencio hasta que Loto Rojo se decide a hablar.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Te sigo y observo desde tu llegada a Londres.
- ¿Trabajas para alguna mafia? -poniéndose en guardia- ¡Contesta!
- No, en absoluto. Me llamo Rahne Sinclair. Mis amigos y enemigos me conocen
como Loba Venenosa. Soy mutante.
Loto deja de caminar y contempla a la mujer a la cual acaba de conocer.
- ¿Mutante?
- Si, mutante.
- ¿Porqué me sigues? -añade- Creo que estoy en derecho de saberlo.
- Estamos formando un grupo de protección para el Reino Unido y en menor
medida para el continente Europeo. Los míos y yo sabemos que tu triada te ha
vendido, que estás solo y tanto aquí como en China te quieren muerto. Debido
a tus cualidades en lo que se refiere a las artes marciales y tu experiencia
en salir de situaciones difíciles -burlona- te quiero proponer que entres en
el grupo.
Loto se pone en cuclillas mirando al suelo ante la atenta mirada Sinclair.
Mira un charco que tiene a sus pies y que moja sus botas. Tras un corto
periodo de tiempo ocupado por su meditación alza la cabeza dirigiendo su
mirada hacia la chica.
- ¿Y quién me asegura que vosotros no me queréis ver muerto al igual que mi
triada y ese capullo al que le he fracturado la nariz?
- Nadie te está obligando a nada. Simplemente es una especie de simbiosis.
Tu nos proporcionas tu fuerza, agilidad y técnicas de combate y nosotros
protección. No hay más.
- Ahora por ahora no tengo nada mejor que hacer. Aquí no conozco a nadie y
volver a mi país sería caminar hacia el cementerio...
- Sígueme, nos esperan.
Ambos caminan de nuevo en silencio, sin mediar palabra, cada uno pensando en
lo suyo. Ahora las nubes del cielo no pueden contenerse más y descargan el
agua que contienen en forma de leve lluvia sobre la capital inglesa.
Saca su paraguas para protegerse de la suave llovizna que empieza a caer.
Mira inquieto el reloj. Camina arriba y abajo dando vueltas a la parada del
autobús. Vuelve a mirar el reloj. Resopla nervioso, angustiado e incluso
algo enfurruñado.
- Mujeres...
Pasa un rato hasta que decide sentarse. Y tal y como sus posaderas tocan el
húmedo banco de la parada llegar el autobús. De él tan sólo bajan dos
personas. Un hombre mayor de pelo blanco, muy alto y vestido de traje y
corbata y una joven rubia ataviada con unos tejanos desteñidos y una camisa
negra. El pelo recogido en dos divertidas coletas. El hombre que la espera
desde hace rato la mira enfadado. Ella lo entiende a la perfección.
- Lo siento Brian. Perdí el primer autobús y este se retraso.
- Sabes que nos esperan. Deberías ser más puntual Meggan. Ya no se como
decírtelo.
La joven le da un beso en los labios acariciando su pelo.
- ¿Porqué te empeñas en ser tan serio y tenerlo todo tan controlado?
- Pues sencillamente porque hoy tenemos que hablar con los nuevos miembros
del grupo y si llegamos van a pensar que somos unos irresponsables.
- Venga, pues deja de darle a la sin hueso y ¡vamos!
Ambos corren al interior de un coche. Un Ford Fiesta de color negro.
- La próxima vez me vienes a buscar tu a casa y así no llego tarde.
- Tu madre me haría pasar a tomar chocolate o pastas de té.
- Déjalo...
La chica introduce un CD en el reproductor del coche. De pronto comienza a
sonar The Who, vieja banda de rock británico. Tuvieron su momento de gloria
en los 70, ahora no son más que tres viejos roqueros.
El coche llega a toda velocidad frenando justo delante de la puerta de la
mansión Bradock. En el porche esperan Kylun, Feron, Loba Venenosa y Loto
Rojo. Bajan del coche y se reúnen en seguida con el resto de mutantes. Se
saludan rápidamente y entran al interior de la gran residencia de Brian
Bradock. Todos toman asiento en unos cómodos sofás de una sala presidida por
una gran chimenea de obra vista sobre la cual se puede admirar la Union
Jack, bandera del Reino Unido. Brian hace que uno de sus criados sirva té y
ponga una bandeja con pastas sobre la mesa. Cuando el sirviente sale Meggan
cierra las puertas de acceso a la sala con llave. El dueño de la casa se
pone en pie dispuesto a comenzar su discurso.
- Gracias por haber acudido. Supongo que Loba Venenosa y Kylun os habrán
explicado por encima porqué estáis aquí. Yo me dispongo a profundizar más
sobre el tema.
Loto Rojo da un sorbo de té sin dejar de mirar a quien habla.
- La idea de crear un grupo de mutantes viene ya de largo. Varios meses
atrás, tras los últimos atentados reivindicativos del IRA en
Irlanda -mirando a Feron- se me ocurrió la idea de crear un grupo mutante
para proteger las islas. No obstante, sabemos que hay amenazas mayores que
el IRA, eso es solo una minucia comparado con mutantes malvados y criminales
que usan sus poderes para llevar a cabo sus planes delictivos. Espero poder
contar con vosotros para defender el Reino Unido.
- Estás hablando en todo momento de un grupo mutante y yo no lo soy.
- Disculpas. Hablo de grupo mutante puesto que la mayoría somos mutantes. No
obstante que seas humano no cambia nada. Sigues siendo bien recibido en el
grupo.
Loto Rojo asiente con la cabeza dando un pequeño mordisco a una pasta de
hojaldre cubierta de chocolate.
- Me presento. Soy Brian Bradock. Mi nombre de guerra es Capitán Britania.
Puedo volar, resisto el impacto de varias balas y para mi levantar un camión
es como levantar una garrafa de agua para un chaval de 14 años.
- Yo soy Meggan Bradock. Soy su esposa. Puedo tornar mi cuerpo en la forma
que me plazca.
Meggan se transforma como por arte de magia en un ser idéntico a Loto Rojo.
Poco después adopta la forma de Loba Venenosa y finalmente recupera la forma
original.
- Mi nombre es Loto Rojo, no soy mutante como vosotros. No soy más que un
joven mafioso. Si dominar las artes marciales es considerado un poder,
podéis decir que ese es el mío.
- Rahne Sinclair -aparta su cabellera de la cara- Loba Venenosa, puedo
adoptar forma de lobo o un paso intermedio entre el lupino y el hombre.
Feron escucha atento.
- Kylun es mi nombre. Soy escocés, Colin McKay. Soy capaz de reproducir
cualquier sonido con tan solo oírlo una vez y estas -señalando sus
cartucheras- son mis espadas. No puedo herir con ellas a nadie cuyo corazón
este libre del mal.
- Bien... yo soy irlandés y me llaman Feron, poco más se de mi. Soy mutante
y bueno... puedo comunicarme mentalmente con la gente y volar.
- Y más poderes que debemos hacerte descubrir chico -replica Kylun.
- Bien pues, ya nos conocemos. Ahora tan solo debo comunicaros nuestra
primera misión.
Todos se sobresaltan ante las palabras del Capitán Britania. Meggan le da
una palmada en el hombro.
- Bien, nosotros, no seremos como otros grupos de super-héroes. Además de
luchar contra otros mutantes o villanos también debemos obrar por y para el
pueblo. Por eso, si vosotros aceptáis, nuestra primera misión podría ser
colaborar en las tareas de rescate de las personas que están atrapadas entre
los escombros de los 20 edificios que derribaron hace 2 días en Irlanda.
El silencio se adueña de la sala. Se miran unos a otros mientras cavilan. El
Capitán estrecha a Meggan contra el y le sonríe dulcemente.
# Os estáis empezando a poner empalagosos. Jijiji #
Brian y Meggan miran a Feron, éste levanta un pulgar sonriente. Loto Rojo se
pone en pie, serio y firme.
- Por mi de acuerdo.
- No se hable más pues. Ésta misma tarde ponemos rumbo a Dublín. Coged lo
que necesitéis. Podéis pasar el tiempo que queda en mi casa. Abajo, en el
sótano está aparcado mi jet, con el volaremos hasta la otra isla.
Loto Rojo pasa el rato leyendo una novela extraída de la biblioteca
particular del líder de Excalibur. Loba Venenosa y Meggan ven juntas un rato
la televisión junto a la chimenea. Britania, Kylun y Feron juegan una
partida a un juego de mesa llamado Sorry!
Finalmente llega la hora. Brian aparece vestido con un traje de licra blanco
que le cubre todo el cuerpo exceptuando la boca. En la parte que cubre la
cabeza y en el pecho dos banderas del Reino Unido. Caminan tras a él hasta
llegar al subterráneo donde se encuentra estacionado el jet.
Los mutantes lo miran con caras de sorpresa. Es todo negro, en los alerones
banderas inglesas, escocesas, galesas e irlandesas serigrafiadas. Todos
entran y toman asiento. Bradock se sienta a los mandos del avión, a su lado,
actuando de copiloto Kylun. Cuando todos se han abrochado los cinturones el
avión se eleva surcando el cielo..
EL MENSAJERO DEL REY ARTURO
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