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Unidos por el destino, separados por la naturaleza. Entre la amistad y el odio, el bien y el mal discurren las aventuras del mas extraño grupo héroes...
 
Ultimate: Defensores

ULTIMATE DEFENSORES #2
El guardián de la gema
Guión: T-Reilly

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PORTADA: La portada muestra al presidente de Empresas Richmond, Kyle Richmond, observando un reloj de arena, que mantiene entre sus manos. En el fondo se ve un gran cristal, de una ventana, a través de la cual se observa el cielo estrellado y el reflejo de la Dra. Extraño.

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Kyle Richmond deambula a oscuras entre aquellas sombras que convergen en su despacho. Allí en el piso 30 del Edificio Richmond, Kyle se siente en casa, aquel es su santuario, allí se siente invulnerable, aunque quizás, tras esa errónea sensación se esconde la mayor de las debilidades, su miedo a la soledad.

- ¿Que te perturba, Kyle?...

La voz proviene de aquel enorme ventanal, allá en la parte este de la oficina. La luz de la Luna entra a través de los cristales, recortando una figura de mujer. Mientras observa las estrellas tras aquellos cristales, con la mirada perdida en la infinidad de cielo, continua hablando a su anfitrión:

-¿Vuelves a pensar en tus padres?

-Vamos Laura, no hace falta que me psicoanalices, estas aquí por que necesito tu mística ayuda con nuestro "misterioso" amigo, no requiero de tu presencia en ningún otro aspecto.

La Dra. Laura Extraño, se gira para dirigir su mirada hacia Kyle y con paso firme se dirige hacia él, contoneando sus caderas entre la oscuridad, con su melena de cabellos negros, como la noche, que caen delicadamente sobre su capa roja. Allí, unos centímetros ante él, se detiene, su mano izquierda libera a su derecha del guante, de cuero rojo, que la cubre, para seguidamente extenderla acariciando la mejilla de Kyle.

-¡Basta!, ¡¿Que clase de burla es esta?!

El presidente de empresas Richmond, rechaza tal caricia de malos modos girándose hacia la oscuridad.

-Kyle yo...

La frase no conoce fin, siendo interrumpida por un rugido que surge de lo mas profundo de la sala, allí donde la oscuridad reina por completo y nacen las sombras.

-Creo que nuestro misterioso amigo ha despertado- dice Kyle, girando levemente la cabeza hacia la oscuridad.

La Dra. Extraño hace un ademán con la mano y cuatro puntos flamígeros aparecen sobre la oscuridad, conformando los extremos de una zona cuadrangular, en la que se encuentra la gárgola, aquella encontrada en el castillo Lucien, ultima adquisición de Richmond.

-Buenas noches amigo, me llamo Kyle Richmond, ¿Cómo te llamas?

La gárgola comienza a incorporarse, mientras emite breves gruñidos. Su cuerpo se alza en pie, firme ante los ojos de Kyle. Su mirada se turba perdida en aquel entorno que no reconoce y que es totalmente diferente de cualquier otro que pudiese generar el mundo que conoce. La gárgola extiende sus enormes alas de aspecto demoníaco, mientras observa sus propias garras, tomando control de su cuerpo adormecido.

-Estas entre amigos - dice Kyle extendiendo la su mano, en señal de amistad hacia la gárgola.

Pero la gárgola no interpreta aquel acto como amistoso y se revuelve, dirigiéndose hacia él con intenciones amenazadoras.

Tan rápido como un suspiro, un pensamiento la Dra. Extraño alza la voz y grita a la bestia mientras le señala con su dedo índice:

-¡Alto!, ¡Por el espíritu de Vishanti!

Cadenas con vida propia comienzan a surgir del suelo aprisionando a la bestia, hasta el punto de encerrarlo en lo parece un capullo de metal, que solo deja libre la cabeza de la gárgola, la cual cae al suelo indefensa.

Kyle mira a su compañera con gesto de sorpresa y a regañadientes expresa su gratitud hacia esta.

-¿Sois una hechicera, mi señora?

La voz áspera que sorprende a ambos proviene de la gárgola, cuya expresión cambia de amenazadora a temblorosa.

-En efecto, soy la Dra. Extraño, conocedora del poder de los arcanos y portadora del poder de Vishanti. - explica Laura Extraño, mientras se acerca curiosa hasta una posición mas próxima a la bestia. -¿Quién eres y de donde provienes?

-Entre los míos se me conocía como Isaac, soy el primogénito de mi clan y servíamos a los amos hechiceros, protegiendo la gema.

-¿La gema dices?, ¿Que es, esa gema?- pregunta Kyle desde una posición mas atrasada, aun temeroso de la gárgola.

La gárgola se retuerce evidenciando incomodidades y con pase de manos de la Dra. Extraño, estas desaparecen, deshaciéndose en el aire cuan polvo lanzado al viento.

-Gracias mi señora. -Añade con gratitud la gárgola.

-No hay de que Isaac, pero prosigue tu relato por favor.

-Nuestra raza siempre sirvió a los amos hechiceros, los cuales nos confiaron salvaguardar la Gema del Alma, un artilugio que podría ser devastador en malas manos, pero que ni los más poderosos eran capaces de destruir. -Isaac se incorpora, de pie, de nuevo frente a sus anfitriones, toma aire y prosigue. -Desde el origen de los tiempos la Gema del Alma pasó de manos humanas a otras y mi pueblo siempre estuvo allí para vigilar y salvaguardarla.

De repente la majestuosa figura de la gárgola se desvanece y es recogida en los brazos de la Dra. Extraño y Kyle Richmond, que la conducen hasta un cómodo sillón, donde puede descansar.

-Aguarda, traeré agua. -exclama Kyle mientras se dirige hacia una jarra que reposa sobre su escritorio en la parte mas alejada de la estancia.

Mientras Kyle acerca a su desvanecido invitado un baso del ansiado liquido, Laura Extraño reclama una nueva respuesta.

-Isaac, fuiste encontrado, cuando apareciste de la nada, en un gran salón del Castillo Lucien, ¿Qué hacías allí?

-Comenzadas las cruzadas... creo recordar, el noble Jean Luc de Fontaine, supo por libros antiguos de la existencia y el poder de la Gema del Alma, tras una búsqueda incansable, lograría hacerse con ella arrebatándosela a unos nórdicos...

Con la ayuda de la Dra. Extraño, el sediento Isaac se incorpora para tragar agua del vaso que Richmond le acerco, tras beber un largo sorbo, humedece sus labios y entregándole el vaso a Kyle, prosigue su relato.

-...el señor De Fontaine, engarzó la gema en una mascara que siempre llevaba puesta, pero el poder de esta lo consumía rápidamente, ya que tal poder no puede ser controlado por un simple mortal. La paranoia de que le arrebataran su gema le llevo a ocultarse con varios de sus súbditos en un castillo abandonado, rebautizado como el Castillo de Lucien, se trataba de una antigua abadía, ubicación templaría, la cual había sido construida, o mejor dicho, esculpida en el interior de una montaña, si mientras una parte se mostraba al mundo, los pasillos de la parte oriental discurrían por las entrañas de la montaña.

-Pero... ¿Qué ocurrió Isaac?. -Apremia Kyle.

-Mis últimos recuerdos se remontan a un ataque de las fuerzas templarías en busca de herejes, al mando de un antiguo conocido; El Caballero Negro...

Repentinamente un nuevo desvanecimiento le sobreviene a Isaac y Kyle Richmond hace acudir a sus médicos que le atienden presurosamente, llevándolo en cuestión de segundos a la sala medica.

De nuevo a solas, de nuevo en penumbras. Las sombras parecen cobrar vida.

Kyle se cruza de brazos y con gesto de confusión camina dubitativo hasta estar frente a su escritorio.

-¿Que te parece tal relato?. -Pregunta la Dra. Extraño, que permanece de pie tras él.

-Fantástico cuanto mas, gárgolas, magos, caballeros negros, objetos mágicos... todo parece extraído de un cuento de hadas infantil.

-Parece, pero sabes también como yo que no lo es.- Recrimina la Dra. colocando su mano sobre el hombro de Kyle.

Richmond se retuerce, como evitando tal contacto.

-Basta de juegos Laura, creo que será mejor que te marches, aunque espero no te reclamen otras obligaciones, me gustaría contar con tu presencia, parece que nuestro amigo te teme o respeta. -Mientras dice esto Richmond camina hacia el otro lado del escritorio para sentarse en su sillón giratorio y dar la espalda a su compañera.

-¿Solo por eso, reclamaras mi presencia?

La Dra. ojea un periódico que descansa sobre el escritorio de Richmond y seguidamente se marcha sigilosamente, con andares que parecen propulsados por una suave brisa. El silencio se vuelve soledad cuando el chirrido de una ventana abierta anuncia a Richmond la partida de la Dra. Extraño.

Kyle gira de nuevo sillón para pulsar un interruptor del intercomunicador, sobre su escritorio. Cerca de este un periódico, con fecha de hace dos años. Kyle pasa su mano suavemente sobre los titulares, mientras lee:

"MISTERIOSA DESAPARICION. La joven cirujano Laura Extraño, desapareció hace una semana de su domicilio... la policía es incapaz de hallar cualquier prueba y continua totalmente desorientada... el prometido de la Dra. Extraño, Kyle Richmond, auspiciado en la desesperación, ofrece una multimillonaria recompensa por cualquier información valiosa..."

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La noche pasó y el sol de la mañana se alza lleno de vitalidad, como un recién nacido.

Isaac se despierta sobre un cómodo colchón, envuelto en sabanas de raso rojo. Jamás imagino, ni por asomo, descansar en un lecho digno de sus señores humanos, nunca su noble raza fue digna de tal cortesía.

Lentamente se incorpora, con delicadeza, temiendo rasgar con sus toscas garras tan delicada tela.

Se encuentra en un lujoso aposento, donde existen artilugios desconocidos para él, en los que parece residir magia de algún tipo. Al fondo de la estancia, lo que parece un cuadro con imágenes, animadas, en su interior, le llama la atención. Una bella mujer, en el interior del retrato parece dirigirse a él, parece explicarle acontecimientos ocurridos en aquel reino misterioso, en el que se halla:

"...Carmen Sánchez, para las noticias de las tres, del Canal 28: Mientras prosiguen los movimientos anti-mutantes por todo el mundo, debido a los recientes ataques pertrechados por estos, en la noche de ayer, tuvo lugar otra actuación del héroe enmascarado, al que todos han bautizado como Halcón Nocturno, en la cual evito la muerte de tres niños, atrapados en un incendio. Halcón Nocturno, ¿Héroe o Mutante?...

Isaac es sabedor que ningún humano dedicaría su tiempo a darle explicaciones a una grotesca gárgola, así que simplemente la ignora.

Por unos minutos camina en círculos, en aquella estancia tan extraña, hasta llegar a una enorme ventana desde la cual observa la gran urbe que le rodea.

-¿Sorprendido?, Mr. Isaac.

Una voz femenina, tras él, llama su atención, haciéndole girar bruscamente, desconfiado, su actitud se torna agresiva, volviéndose apacible en cuanto ve la escultural belleza de...

-Patricia Walker, a su servicio, aunque puede llamarme Patsy, todos lo hacen. Soy la jefa de seguridad y asistente del señor Richmond, el cual me pidió que me ocupase de que su estancia fuese agradable, así que... qué le apetece: ¿descansar o tal vez conocer las maravillas de nuestro tiempo?

Isaac se vuelve hacia la ventana y sus afiladas uñas recorren la superficie del cristal como queriendo rasgarla.

-Comprendo, haré los preparativos para una excursión.

Y con una sonrisa desaparece tan rápidamente como apareció, dejando a Isaac confundido.

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Horas mas tarde Patsy Walker camina junto a un apuesto caballero, por una avenida, en la cual bulle el va y ven de la gente.

El hombre parece perdido, asustado quizás, observa los vehículos; taxis, utilitarios, camiones, motocicletas, etc... que circulan a toda velocidad, en un orden que no comprende, marcado por extrañas luces que se enciende y apagan, tras el humo que los, extraños, transportes desprenden.

-¿Que le parece lo que lleva conocido de nuestro tiempo, Mr. Isaac? -Pregunta la chica a su apuesto acompañante.

-Mi raza, aunque orgullosa nunca gozo de tales privilegios Patsy, así que me reconfortaría que omitieses el titulo de Mr. o Sr., además este mundo me parece algo, caótico, la muchedumbre se mueve alocadamente de un lugar a otro, entre este humo, es mas, aunque me gusta me incomoda esta magia que usas para cambiar mi aspecto.

-Ja, ja, ja, ja, ja, Mr. ¡Oh!, perdón... Isaac, el inductor de imágenes no es magia, solo ciencia. El reloj de pulsera que te dimos, expulsa en el aire unas partículas que te rodean, fusionándose con el oxigeno, a tu alrededor, haciendo que la gente al respirarlo caiga bajo el influjo del aparato, mostrándole aquella imagen seleccionada en el inductor. -Explica atentamente Patsy Walker.

-¡Oh!, perfecto, será mejor que lo dejemos en magia. -Añade Isaac llevándose las manos a la cabeza y sonrojándose por su ignorancia.

Patsy comienza a reír y su sonrisa parece conquistar a Isaac, que se queda ensimismado observándola, cuando un olor extraño llama su atención, olfateándolo y siguiéndolo hasta la puerta de una cafetería.

-¿Que ocurre, Isaac?. -Pregunta preocupada Patsy.

-Ese olor, ¿qué es? -Añade la gárgola, con la curiosidad de un niño pequeño.

-Ja, ja, ja, ja, son bollos, vamos, esta cafetería me gusta, tomaremos algo y los probaras. -Dice la mujer, tomando la mano de su compañero.

La pareja entra en la cafetería y toman asiento. Su mesa, colocada junto a la cristalera, permite a Isaac observar el bullicio en la calle, continuando con su expectación.

La camarera se aleja, tras tomar nota a Patsy, que observa la expresión en la cara de su compañero, como la de un niño que descubre el mundo.

-¿Te sorprende este tiempo?

-No Patsy, no me sorprende, me asusta.

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177A de Bleecker Street, Green Wich Village, hogar de la Dra. Laura Extraño y de su asistente, el fiel Wong.

El asistente y alumno, asiático, de la Dra.; Wong, camina por los pasillos de aquel sombrío y extraño lugar. Extravagantes artilugios y siniestros objetos mágicos cuelgan de las paredes, junto a placas en las que reza su nombre, algunos impronunciables.

Su camino, sobre aquella alfombra púrpura que cubre el suelo del pasillo, le conduce a hasta dos grandes puertas de cedro, cerradas. Wong extiende su mano y un chisporroteo le hace retractarse de su acción. Wong cierra los ojos y murmulla algunas palabras en voz baja, tras un pase de manos las puertas se abren por si solas.

Wong continua el camino marcado por aquella alfombra púrpura, que le conduce hasta una espaciosa estancia, donde objetos, más extraños, si cabe, que los vistos en el pasillo, descansan sobre estanterías o dentro de vitrinas de cristal, como trasladado del mundo real a uno fantástico, Wong siente un escalofrió al entrar en el estudio de la Dra. Extraño.

-Mi señora, lleváis todo el día entre libros, debéis descansar.

La voz apaciguadora de su asistente no parece llegar hasta los oídos de Laura extraño, la cual se mantiene en medio de la estancia, leyendo un gran libro, de paginas ajadas por el tiempo, mientras decenas de volúmenes orbitan, flotando en el aire, al rededor de la Dra.

-Perdona Wong, no te oí, ¿Qué decías? -Expresa la hechicera, tras percatarse de la visita de su asistente.

-Decía que debéis descansar, lleváis aquí buscando información desde que llegarais anoche de la entrevista con Mr. Richmond.

-Lo siento Wong, pero Kyle me necesita, no puedo fallarle de nuevo... otra vez no.

Decepcionado por la respuesta de su maestra, Wong, hace una reverencia y manteniendo la cabeza agachada susurra suavemente, como un pensamiento que se escapa de su corazón:

-Otros también necesitamos de su presencia...

Y mientras, su reverencia continua, alargándose hasta que sale de la estancia, dejando de nuevo a la Dra. a solas con sus libros de magia y sus tomos de hechicería.

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La tarde comienza a caer y el atardecer entristece a Isaac.

-¿Que te ocurre, Isaac?. -Pregunta preocupada su compañera.

-Nada, solo recuerdos que me trae el ocaso.

-Háblame de tu especie. -Añade entusiasmada Patsy.

-¿Mi Raza?... pues, siempre hemos vivido o mejor, habíamos vivido bajo la sombra de los humanos, jamás nos dejábamos ver y tras ocasos como este salíamos de la oscuridad para disfrutar de un mundo que también nos pertenecía.

-¿Los humanos no os veían?, ¿Por que?

-Por que si lo hicieran hubieran compartido nuestra cena... como primer plato, los grandes magos maldijeron mi raza por la degeneración que esta sufrió. -Explica muy seriamente la gárgola.

-¿Degeneración?

-Si, veras, en el principio de los tiempos, los diferentes dioses que habitaban la tierra tenían a su servicio multitud de criaturas mágicas; elfos, duendes, unicornios, etc... los cuales podían disfrutar del mundo como les placiera, con la única salvedad de que no podían copular...

-¡Vaya!. -Exclama sorprendida la mujer.

-Un día los dioses se dispusieron a dormir, oportunidad que los seres mágicos, bellos como las estrellas o el dulce amanecer, aprovecharon para dar rienda suelta a su lujuria. Los dioses despertaron y al ver tal orgía maldijeron los frutos de aquellas incestuosas relaciones y así surgió mi raza.

-No puedo negarte que estoy sorprendida, es como si me contaras un cuento de fantasía.

-Puede que te lo parezca, pero nada mas lejos de la ficción, esta leyenda paso de generación en generación de nuestro clan, escrita en el libro de "Ferbus, El escriba de los dioses". -Tras decir esto Isaac levanta la cabeza y mira fijamente a Patsy, para continuar hablando. -¿Y usted señorita Walker?

-Patsy, llámame Patsy, pero no te entiendo, ¿Yo?, ¿Que?

-Que, ¿cual es su historia?

-Oh, pues nada especial comparada con la tuya. -Dice, mientras esboza una leve sonrisa. -Estudié filosofía en la universidad de Princeton, donde conocí a mi marido, Robert Baxter, que mas tarde se alistaría en el ejército. Tras años en el ejército, vinimos a vivir a New York, cuando Robert pasó a trabajar para su amigo de la infancia, Kyle Richmond, como jefe de seguridad.

-Entonces estas casada. -Se pregunta Isaac.

-Viuda. Hace un año mi marido y Kyle viajaron al amazonas, para una investigación, pero algo pasó y el grupo entero desapareció, solo se encontraron dos componentes del grupo, un porteador que murió en breves horas y Kyle, que permaneció en coma varios meses. Cuando despertó nada recordaba.

-Lo siento. -Exclama Isaac con gesto apesadumbrado.

-Tranquilo, ya...

Patsy no puede terminar la frase, un estruendo hace que todo el local se tambalee, derribando a los dos protagonistas de sus asientos. Tras unos instantes de confusión el estruendo cesa, momento que aprovechan Isaac para ponerse en pie y observar a través de la ventana, de cristales rotos, como una explosión a tenido lugar en medio de la calle. Decenas de heridos rodean el epicentro de la explosión.

-¿Estas bien? -Pregunta la gárgola mientras ayuda a su compañera a incorporarse.

-Si pero yo no diría lo mismo de tu inductor de imágenes. -Añade preocupada la chica.

Isaac se mira a sí mismo percatándose de que de nuevo su grotesca forma demoníaca es visible, pero no le importa y se lanza a ayudar a los heridos, animando a su compañera que haga lo propio.

-Vamos, mas tarde nos preocuparemos de tu objeto mágico.

Pero cuando apenas han dado un paso avanzando de su posición, algo extraño sucede. De entre el humo que reside allí donde la explosión tuvo lugar comienzan a surgir soldados robóticos que comienzan a atacar a la gárgola y a su compañera.

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Horas más tarde. Edificio Richmond, sede de Empresas Richmond.

Kyle camina por los enormes pasillos de su basta sede empresarial. Los diseños vanguardistas y el estilo contemporáneo se fusionan en la ostentosa pero escueta decoración de los pasillos de la planta 30.

-Excelente Prof. Hamilton, me alegran los avances en el Proyecto Warlock. -Informa a su acompañante en aquel paseo.

-Ahora mismo parto, en jet privado, para Islandia, probaremos la resistencia de Adam a temperaturas extremas en los fiordos helados de ese país. -Añade el Prof. Hamilton, mientras prosigue su caminar. -Mis compañeros ya están allí con Adam.

-Vaya me hubiera gustado despedirme de él, pero últimamente estoy muy atareado, espero que Adam lo comprenda.

-Lo comprenderá, no se preocupe Señor Richmond.

Los dos hombres detienen sus caminar al llegar junto a un lujoso ascensor de cristal, para despedirse.

-Bueno Prof. me pondré en contacto con usted cuando llegue mañana a Islandia, suerte.

-Gracias y tenga confianza Sr. Richmond.

Ambos hombres se dan la mano, tras esto el Prof. Hamilton sube al ascensor, comenzando su viaje hasta los hangares superiores del edificio, donde reside una de las flotas de jets privados de la Empresa Richmond.

Kyle sigue, sonriente, con la mirada el ascenso de su acompañante, cuando el vibrador de su teléfono móvil, le anuncia una llamada. Con sorpresa y aun entusiasmado por los avances de su nuevo proyecto extrae, felizmente, el teléfono del bolsillo interior de su chaqueta.

-Richmond al habla.

La expresión de Kyle se torno colérica.

-Enseguida voy para allá.

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Minutos más tarde. Planta 27, donde residen las instalaciones médicas del edificio.

-¿Cómo esta doctor?

Patsy Walker esta sentada en una camilla, mientras es atendida por un medico. Su rostro expresa preocupación al no recibir respuesta alguna del medico que la atiende. Desesperadamente mira a su alrededor, buscando sin suerte.

-Vamos "doc" dígame algo. - Añade impaciente.

-Esperamos que el Sr. Richmond llegue, el también ha de saber el estado de la gárgola.

-Se llama Isaac... -Recrimina enfurecida.

Las puertas de la enfermería se abren de par en par, dejando paso al dueño de la empresa, que aparece exhausto y jadeante, por celeridad de su viaje.

-¿Que le ocurre a Isaac? -Es lo primero que Kyle pregunta.

-Estoy bien, gracias Kyle. -Añade irónicamente Patsy, a lo que acompaña una mirada acusadora de Kyle.

-Tranquilícense señores, nuestro espécimen, es decir Mr. Isaac. -Rectifica el doctor tras una mirada acusadora de Patsy. -Se encuentra estable, solo sufrió un desfallecimiento durante la batalla, generado quizás por un aletargamiento de sus músculos por la inactividad durante siglos, aunque me gustaría que permaneciera aquí para hacerle un chequeo completo.

-Bien, de acuerdo doctor, muchas gracias. -Indica Kyle.

El doctor dedica una sonrisa a ambos, antes de girarse para emprender su retirada hasta una sala contigua.

-Bien Patsy, explícate, ¿Qué ha pasado? -Exige una explicación, Kyle.

-Estábamos tomando un café y conversando, cuando una explosión tuvo lugar en medio de 5º avenida con Weedell street, Isaac y yo acudimos a socorrer a los heridos cuando un grupo de soldados robóticos comenzaron a atacarnos.

-¿Soldados robóticos?

-Exacto, tras la batalla, Isaac se desvaneció y cuando la gente comenzó a abuchearnos, por creernos unos de esos mutantes, lo monte en un taxi y lo traje aquí, ¿Qué querías que hiciera? - Recrimina la chica.

-Pues como jefa de segu...

Kyle intenta terminar la frase pero su teléfono vuelve a sonar.

-Richmond al habla... ¿Cómo?... ¿Agente Dugan?... ¿Shield?... voy para halla.

Tras colgar el teléfono, lo vuelve a guardar en el interior de su chaqueta, girándose hacia Patsy, para señalarla con su dedo índice furiosamente, tanto que el enfado le hace no poder articular frase, tras lo cual se marcha.

-Estirado de mierda. -Añade despectivamente Patsy.

Continuara.

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GREENWICH VILLAGE. MI SANCTA SANTORUM.

Aquí esta el segundo numero de Ultímate Defensores. Como podéis comprobar, el cambio de época nos ha traído nuevos personajes, que seguramente os sonaran de alineaciones de los Defensores y/o Nuevos Defensores.

Con las pistas que podéis encontrar en el número, supongo que os imaginareis la alineación de este grupo. ¿No?. Bueno, repasemos; por aquí se han dejado caer varios conocidos del universo Marvel:

La Gárgola, El Caballero Negro (Vaya, ¿Qué pintara el Caballero Negro por aquí?), Kyle Richmond, Halcón Nocturno, Patsy Walker, Robert Baxter (¿De qué me suena ese nombre?, ¿Mejor amigo de Kyle Richmond?, creo que no), Adam Warlock ( ¿Y este tipo que hace aquí?), Wong y el Dr. Extraño... ¡Ups!, ¿Dr.?, quise decir; Doctora.

Muchos os preguntareis por que el cambio en el personaje de Extraño, y aunque podáis pensar que es una especie de provocación, a modo de anzuelo, con el que pescar vuestra atención (Que en pequeña parte lo es, XDDD), la idea del cambio de genero de este personaje responde simplemente a una forma de hacer mas atractivo el personaje. Para el arco argumental que tengo pensado para los Defensores, una Dra. Extraño da mas juego con respecto a la relación con otros personajes; como serán Wong, Kyle Richmond, etc.. por cierto, SI, aparecerá Stephen Extraño, para alegría de aquellos nostálgicos.

Si logro mi intención tras leer el numero os quedareis con preguntas, como:

¿Proyecto Warlock?, ¿Adam Warlock?, ¿Que pinta en los Defensores?...

¿Que paso entre la Dra. Extraño y Kyle Richmond?...

¿Halcón Nocturno?, ¿Será un Defensor?...

¿Que paso con las demás gárgolas?...

¿Shield?, ¿Que quiere Shield de Richmond?...

Y supongo que algunas mas, buenos pues la repuesta a esas preguntas y a otras en el numero tres de: ULTIMATE: DEFENSORES

 
 
   
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