(El lugar, un cementerio. El nombre en la lápida es Steve Bagley. Frente a ella se encuentra un joven que usa un uniforme de policía. Se ha quitado el casco por respeto, y el viento juega con su cabello negro. Su nombre es Brandon, y es el hermano del hombre que yace en la tumba.)

- Las cosas no van bien, hermano. Mientras más pistas reúno, la gente no cree que tu muerte haya sido provocada por alguien más. Hace un mes murió otra persona; su nombre era Martha McKenzie, y ¿Tú qué crees?...también "extravió" algo, un arete. ¿Qué coincidencia, no?....Te extraño, Steve, y aun no comprendo porque te hicieron esto, pero juro que algún día lo descubriré y vengaré tu muerte...Y está lo otro, eso de la "Revolución" que he oído hace un mes...aun no entiendo de que se trata. No he vuelto a ver a esa chica misteriosa, y con respecto al tipo que llevé al cuartel, el jefe Smith lo entrevistó en persona...luego de unos días lo dejó libre y prohibió que se hablara del tema, incluso lo calificó de "asunto clasificado"...es muy extraño, no entiendo bien que sucede...

(De pronto, suena el ordenador que Brandon tiene en su guante izquierdo. Luego de levantar la pantalla se da cuenta de que es la alarma del reloj que lleva incorporado el ordenador.)

- Bueno hermano, ya es hora de irme. Otra arriesgada misión. Otro día vendré a aburrirte de nuevo con mis problemas.

(Dicho esto, Brandon se coloca el casco y se dirige a la salida del cementerio. Una vez allí se monta en su moto-jet y arranca.)

- Por suerte, puedo atravesar fácilmente la ciudad en mis moto-jet. Es duro pensar que Nuevo York 3 es lo único que quedó en pié luego de tantas catástrofes. Aun no puedo creer que las bombas nucleares que los enemigos lanzaron en la 3ª guerra mundial haya consumido toda la vida de este planeta, excepto por esta ciudad...es casi inverosímil...pero, ¿Por qué se llama Nueva York 3? Eso significaría que esta es la tercera vez que se construye, pero me ha dado una respuesta satisfactoria. Solo hablan de leyendas, y del año 2060, y de cosas que es difícil creer que hayan existido. Además el nombre es poco original, ¿Por qué no le habrán puesto Neo York, o Mega York? Después de todo es bastante grande. Oh, bueno, que más da. Ya estoy llegando a mi destino. Rayos, prefiero enfrentarme a una banda de asesinos que a estos...

(Brandon se estaciona en el lugar adecuado y entra a un edificio. Es un museo.)

(En otro lugar, un joven se encuentra en su habitación. Todo está en perfecto estado. El joven es rubio, alto y de complexión mas bien delgada. Habla por holófono con alguien, un joven de su misma edad.)

- Sí, lo sé, pero...no sé, esto se está poniendo muy arriesgado...tú sabes, ya hay mucha gente que...en serio, esto de la Revolución me está hartando...sí se que es importante, pero...

(El joven no alcanza a notar una silueta que se mueve a sus espaldas. Continúa con su charla.)

- Está bien, tu ganas, por ahora...Ok, ¡Por la Revolución! Adiós.

(El joven termina con la llamada. La silueta se abalanza sobre él. Es un hombre alto, robusto, que usa una chaqueta de cuero. Lleva su rostro cubierto con una máscara tan negra como sus intenciones.)

- Me informaron bien. Creo que mi tiempo perdido aquí sí valdrá la pena.

- ¿Qui...quién es Ud.? ¿Qué quiere de mí?

- Bueno chico, me enviaron a terminar contigo y tus colegas revolucionarios. Son solo órdenes, chico, nada personal.

- Pe...pero...yo no hecho nada...

- Sí, sí, bla, bla...mira chico, déjame rebanarte el cuello para largarme pronto de aquí, ¿Sí?

- NOOOOOOooooooo...

- Tanto escándalo. ¿Ves? Te apuesto a que ya no duele. ¿Te molestaría prestarme tu holófono? Eso pensé, gracias.

(El hombre deja el cuerpo sin vida del chico en el suelo. Toma el auricular del holófono y marca un número. La llamada es conectada, pero en la pantalla del teléfono no aparece nadie; solo un mensaje que dice SOLO AUDIO)

- Ya terminé con el chico...sí, lo sé, que parezca un accidente...Ok...nos vemos en el lugar de siempre...

(Termina con la llamada y observa algo que brilla en la cama del chico.)

- Vaya, bonita hebilla la de este cinturón. Creo que será el trofeo de hoy.

(El tipo quita la hebilla del cinturón y la guarda en uno de los bolsillos de su chaqueta.)

- Un día de estos me van a atrapar por culpa de esta manía...pero ¿Qué es la vida sin riesgos? Adiós, chico.

(El tipo abandona la habitación a través de la ventana que da hacia el patio y emprende su huída.)

(De vuelta en el museo, dos niños están discutiendo.)

- ¡Eres un idiota Tomy!

- ¡No, tú lo eres!

- ¡Eh, ustedes dos, dejen de pelear!

(La voz de Brandon luce tensa. Definitivamente no la está pasando bien.)

- Venga, no discutan y únanse al grupo, o se van a perder el salón de armas.

- Está bien señor Halcón, lo siento.

- Yo también. ¡Vamos Tomy!

(Los dos niños corren y se unen al resto de los niños que hay en el lugar. De hecho, ellos sonla "arriesgada misión" de Brandon. Comienza a pensar mientras camina.)

- Creo que el jefe Smith me ha hecho esto a propósito. Él sabe como odio a los niños, y encima me pone de niñera...uh, ¿Qué es ese salón?...¿Salón de escudos? Creo que es nuevo, pues nunca antes lo había visto. Le echaré un vistazo ahora que puedo.

(Brandon entra al salón y queda maravillado al ver los escudos que este contiene.)

- Vaya, son hermosos. Es increíble encontrar cosas así en estos tiempos, tomando en cuenta la cantidad de tiempo que ha pasado.

(Brandon se clava su mirada en un escudo muy particular. Es de forma circular, de colores rojo, blanco y azul, y tiene una estrella blanca en el centro. Está colgado en una pared poco visible. Un tipo que se encontraba en el lugar le habla.)

- ¿Hermoso, no? Dicen que perteneció al Capitán América original.

(En otro lugar, más concretamente en una oficina del edificio Polytech, encontramos a una joven sentada tras un escritorio. La placa que tiene en la puerta de la oficina tiene grabado su nombre, Clarice Williams. No se ha sentido muy alegre este último tiempo, ya que se encuentra un poco distanciada de su esposo, un joven llamado Brandon.)

- Este último tiempo ha sido difícil para mí, o tal vez deba decir nosotros. Me duele estar distanciada de él, pero era lo mejor que podíamos hacer. Ya hemos estado separados por cinco meses, pero...aun lo extraño y lo amo, me es difícil estar sin él...tal vez ya es hora de armarme de valor...

(Clarice toma el holófono y marca el número de Brandon. La pantalla holográfica muestra el estado de la conección, y luego aparece brandon en pantalla.)

- ¡Bradon!

- ¡Hola! Soy Brandon. En este momento no me encuentro, pero si quieres dejarme un mensaje...

- ¡CLICK!

(Clarice corta la llamada con una gran decepción. Haber visto la imagen de su amado esposo la había llenado de esperanza.)

- Como siempre, no estás cuando te necesito. Veo que aun tienes cosas más importantes que yo...

(Casi sin darse cuenta, una lágrima comienza a rodar por su mejilla.)

(De vuelta en el museo, Brandon tiene una cara de asombro e incredulidad. Brandon toma el escudo en sus manos para verlo más de cerca.)

- ¿Pero qué dices? ¡Qué perteneció al capitán América?

- Así es, o al menos es lo que dicen. Este es su escudo, y es indestructible.

- Pero, ¿Cómo puedes creer eso? Son solo leyendas que le cuentan los abuelos a sus nietos para hacerlos dormir. ES como eso de la tal Caperucita Roja.

- Bueno, no se ha demostrado que el Capi haya existido, pero aun no se ha demostrado lo contrario.

- Que niñato, de seguro todavía crees que Papá Noel existe y que recorre el planeta en un platillo volador.

- Venga, más respeto señor, que yo no le he insultado.

- Lo siento, es que es difícil creer que aun haya gente que crea en esas cosas.

(De pronto, un ruido corta este diálogo. Viene del salón de armas donde se encuentran los niños que estaban al cuidado de Brandon. Él corre inmediatamente hacia el lugar sin notar que se lleva el escudo, y se encuentra con un tipo armado y con muy mala leche. Ha intimidado a los niños, y parece ser una cara conocida para Brandon. Brandon le habla.)

- ¿Bullet?

- Así es, mi querido Halcón. Bullet en persona. Hace tiempo que no nos veíamos. Aun no puedo olvidar el día que me encerraste tras las rejas.

- Venga, Bullet, yo solo cumplía con mi trabajo. Esto es entre tú y yo, deja en paz a los niños.

- Vaya Halcón, ¿acaso ya olvidaste mi afición?

(El tipo apodado Bullet comienza a acariciar morbosamente a un niño. Brandon le grita que se detenga y saca el rifle de su funda y apunta hacia Bullet. Este de inmediato muestra su arma y apunta hacia Brandon.)

- Ea, Halcón, si no han cambiado el reglamento, creo que esa arma no te servirá de nada.

- Sé que no puedo dar el primer tiro, Bullet. Solo quiero que nos calmemos y sueltes al pequeño.

- Vaya, que educado estás, tío. Pero ¿sabes?, yo soy el criminal aquí, y esto es lo que opino de tu educación.

(Bullet dispara su arma hacia Brandon lastimándolo en el brazo derecho, que es el brazo que usa para disparar su rifle. Brandon no soporta el dolor y siente su mano muy débil, por lo que deja caer su arma al suelo. Bullet se ríe de él.)

- ¡Ja, ja, ja! Después de todos estos años, mi sueño por fin se hará realidad. Te tengo sangrando, a mis pies y desarmado.

(Brandon mira su mano izquierda y sonríe para sí.)

- Por sino lo has notado Bullet, mi rifle no es la única arma que poseo en estos momentos.

- ¡Qué dices?

(Brandon no lo duda ni un momento y toma el riesgo. Lanza el escudo con todas sus fuerzas en dirección hacia Bullet. Este no alcanza a reaccionar, y se gana un tremendo golpe de escudo en la cabeza, cayendo al suelo inconscie nte. Por un giro inesperado del destino, tras el golpe el escudo se eleva un poco y va a dar justo a las manos de Brandon. Él usa su ordenador para comunicarse con la central y dar aviso de la situación. Todos lo niños celebran la hazaña del Halcón Mayor, y el tipo que estaba con él en el salón de escudos se acerca y le habla.)

- ¡Hey! ¡Eso fue genial! ¡Es justo como lo que dicen del capitán América.

(Brandon le contesta incrédulo.)

- Bueno, creo que debo darte chance. Después de esto, tal vez las leyendas sean un poco más que eso. Pero aun no creo que este escudo proviene de donde tú dices.

- ¡Cómo puedes decir eso después de lo que ha sucedido aquí?

- Por esto, mira.

(Brandon le enseña el escudo al muchacho. Debido a la fuerza del impacto, el escudo se había hundido un poco en el borde. El joven le habla con un poco de desilusión.)

-Oh, es verdad. Tal vez sean solo leyendas.

CONTINUARA...

Próximo Número: conocemos más a fondo el problema de Brandon y Clarice. Además, volvemos a ver a la chica misteriosa y el caso mcKenzie todavía tiene repercusiones.

¡Zona Revolucionaria! Correo de los Lectores.

Bienvenidos a esta segunda entrega de Revolución. Espero que les guste la historia y les haya gustado la sorpresita de este número, que sí me ha quedado un poco más largo. Gracias a las personas que me dieron sus opiniones. Creo que nota 5 no está mal para empezar. De todos modos, solo soy un novato en esto.

Nos "leemos" en otra ocasión.

Los Holófonos.

Los holófonos son aparatos avanzados de comunicación. Se parecen a los teléfonos convencionales: tienen un teclado numerado y un auricular para poder hablar y escuchar. La diferencia es que estos aparatos poseen una cámara para registrar la imagen del usuario, y un proyector de pantalla holográfica que muestra la recepción de la llamada o la situación de esta. Aunque es un aparato bastante popular y asequible, aun hay gente que prefiere el obsoleto teléfono. Un ejemplo es el Jefe Smith, como pudimos comprobar en el número anterior

Bye.

Jorge Campos AKA Taker