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En el alba de un nuevo milenio, un grupo de seres, nacidos con poderes inimaginables, lucha por conseguir un equilibrio utópico entre dos especies. Denostados por aquellos a los que pretenden ayudar, el sueño de la coexistencia sigue vivo... ellos son... MUTANTES.

Mutantes

Mutantes Anual #1
El fin de una era
Guión: Cifra2

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PORTADA: Reed Richards en claroscuro. Detrás, sin que Reed le preste la mínima atención, ensimismado en sus pensamientos, el Dr. Muerte, observándole.

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Éste hombre se llama Reed Richards. Conocido universalmente como el ser humano más inteligente del planeta, como héroe legendario... Éste hombre está a dos pasos de tocar fondo.

Y para ser sinceros, no lo ve venir. Sedado en su cabina de confinamiento, apenas puede pensar.

- ¿Ya estás despierto, Richards?

La inconfundible y metálica voz de su némesis, Victor von Muerte resonó en la tétrica profundidad de la mazmorra... Reed luchó en vano por articular una palabra, consiguiendo sólo en cambio emitir un leve gemido de protesta. Confusamente, miró a su alrededor... una parte esperando que su mirada se cruzase con la de alguna rata despistada... otra sabiendo que Muerte no le encerraría en un sitio donde hubiese ausencia de limpieza. Pero los retazos inconexos en los que su mente estaba convertida no le ayudaban precisamente ni a hacerse cargo de la situación. No, Reed Richards no era "él mismo" en ese momento. Apenas pudo balbucear una respuesta.

- ¿Otra vez, Víctor? ¿Qué quieres esta vez?

El Dr. Muerte paladeó el momento. Era un momento esperado, algo que siempre le resultaba agradable hacer... comunicarle a Richards su fin, el fin de su sueño. Aunque esta vez esperaba que fuera la definitiva.

- En el fondo lo sabes. Lo de siempre. Destruirte a tí y a todo lo que significas.

- En serio, Víctor... tú... deberías superar tus complejos...

- Déjame recapitular, Richards. ¿Te acuerdas de tus diarios1?

Reed disimuló una risa desquiciada... no podía creer que Muerte volviera con un tema tan viejo...

- Víctor, por el amor de Dios... estaban falsificados, y eso ya lo sabemos todos...

- No, Richards. Si eran falsos, yo no lo hice. Sabes que mi palabra es ley, así que no tienes derecho a dudar de mí en esto. Lo que me intriga es porqué dudaste tú de ello. Para eso estás aquí. Para eso estamos aquí todos.

Al lado de Muerte, se hizo la luz. Sentados, estaban Sue, Johnny y Ben. Sin grilletes. Sin collares anuladores de poderes. Expectantes.

- Pero, ¿qué está pasando aquí?

- Richards, es el momento de la verdad. Te presento al Sr. Zanek, un latveriano muy especial...

A su lado, se acercó un hombre de unos cuarenta años, rubio, con barba... algo regordete y con aspecto bonachón... dentro de unos años, cuando las canas se adueñasen de su fisonomía, podría fácilmente pasar por un Santa Claus cualquiera y los niños le pararían por la calle pidiéndole regalos.

- El Sr. Zanek no habla inglés, así que disculpa si no entiende lo que dices o lo que podamos hablar entre nosotros. Zanek es un mutante con un poder especial... es un telépata capaz de recomponer los recuerdos perdidos.

- Víctor, le has dicho lo que tiene que poner en mi mente...

- No, Richards. Sé lo que te pasó en la Zona Negativa. Cómo te fueron robados recuerdos por un tirano alienígena2 Zanek lo va a arreglar y te doy mi palabra que NO tiene instrucciones de qué "descubrir".

Richards rió levemente, sabiendo que era imposible evitar esto, mientras Muerte comentó algo a Zanek, que comenzó a trabajar de inmediato en la mente de Reed.

Sue miraba impasible a Reed. Susan conocía bien a Muerte, y cuando Muerte le ofreció garantías - "si quisiera mataros, ya lo habría hecho, Susan... sabes que te respeto demasiado como para jugar con vosotros indignamente" - dudó unos minutos si aceptar la oferta de Víctor. Pero luego la conclusión era inmediata... la posibilidad de devolver una parte integral de los recuerdos de Reed era demasiado atractiva. Ella convenció a Ben y Johnny para seguir adelante.

Aún así, Sue no podía disimular su nerviosismo...

En la mente de Reed... el rostro de una mujer apareció... bella, amable, tierna.

"Mamá"

Reed no podía recordar el rostro de su madre desde su pérdida de memoria en la Zona Negativa. Cualquiera que fuese el resultado de este test, Reed pensó que sólo por eso ya merecía la pena.

Lágrimas asomaron del rostro de Reed. Como acto reflejo, Sue tampoco pudo evitar llorar.

- Rotura del perímetro defensivo, amo.

- ¿Qué? ¿Quién?

- Parecen los Vengadores y la Patrulla X, señor...

Muerte guardó un escrupuloso silencio. Miró a Reed otra vez. El rostro de Reed comenzaba a cambiar... la angustia apareció.

- Yo... no...

En su mente, una conversación con un Erik Leshnerr más joven, en la Universidad... La conversación se tornó discusión rápidamente... Leshnerr estaba interesado en una patente suya sobre una aleación metálica de curiosas propiedades reflectantes de ondas. Richards no lo sabía en aquel momento, pero ese metal pasaría más tarde a ser la base del casco del supervillano conocido como Magneto... de todos modos, Leshnerr fue bastante explícito sobre quién era y qué quería. No le ocultó sus ambiciones, su arrogancia... en el fondo, quería asustar a Richards.

No tardó mucho Richards en recibir una segunda visita en la Universidad... Charles Xavier. Ambos hablaron sobre Leshnerr, y en esa conversación, sin que el otro lo supiera, nacieron la Patrulla X y Los 4 Fantásticos. Ambos coincidieron en la necesidad de parar a Leshnerr y la amenaza de los mutantes superpoderosos fuera de control al precio que fuese. Echaban de menos una fuerza como los Invasores, que durante la 2ª Guerra Mundial hicieron frente a la amenaza Nazi... Richards no pudo evitar pensar que la amenaza mutante era mucho mayor. No temía la evolución de la raza humana, sino el periodo de transición, la extinción del Homo Sapiens a manos de unos pocos individuos del Homo Superior. Leshnerr le ATERRORIZABA.

Pero Richards era un genio. Recordó sus conversaciones con Xavier. El Gen X estaba latente, de hecho era una parte rota de otro gen común a todos los humanos... así Richards identificó a individuos propensos - a partir de sus genes - a tener progenie mutante. Pero fue un paso más allá.

Llegó a la conclusión que quizás podría provocar la mutación artificialmente en esos individuos. Como buen científico que juega a ser Dios, comenzó a experimentar en sí mismo y con sus más allegados. Si fue el destino quien quiso que él, su prometida, su futuro cuñado y su mejor amigo fueran individuos perfectos para el "cambio" es algo que se le escapaba.

De pronto recordó las noches en vela. Las dudas. El terror a lo desconocido. Cómo las palabras de Magneto sobre la evolución, sobre el dominio... la demostración que le hizo de su poder y sus últimas palabras antes de despedirse... "no te cruces en mi camino, insecto".

Y sí, lo hizo. Recordaba perfectamente cómo deliberadamente no sólo debilitó las protecciones antiradiación sino que en realidad las convirtió en canalizadores que condujeron determinadas longitudes de onda directamente a la cabina de la tripulación de la nave.

- Yo...

Los muros se derrumbaron... Más bien, se abrieron como decía la Biblia que se abrían abierto las aguas del Mar Rojo ante el poder manipulador de la materia de Ace.

- ¡¡¡Muerte!!!

Muerte ni se molestó en mirarle... con un leve gesto, lo paralizó.

- Indigno gusano, ¿crees que te iba a dejar suelto sin una inducción mental que te impidiera atacarme?

Ace efectivamente acabó paralizado, disponible para que los centinelas dispusieran de él... No pudieron... para algo Estrella del Norte le había seguido... en una fracción de segundo desarmó a los guardias y los dejó fuera de combate.

- Estrella, ¡detente!

Era Sue Richards quien pronunció estas palabras... ya llegaban a la estancia el Capitán América, Cíclope, Spiderman y Jean Grey... como avanzadilla del grupo que había venido al rescate de Los 4 Fantásticos a petición de Franklin Richards.

- ¿Estás loca, Sue? ¿Muerte os secuestra y nos dices que no os rescatemos?

- Esto es más complicado de lo que parece, Jean Paul. Muerte acaba en el fondo de hacernos un favor.

Jean Grey usó sus poderes mentales para ver que Sue no sufría ningún tipo de manipulación...

- Tranquilos... mis poderes telepáticos no están al 100% todavía, pero no está controlada... dejémosles explicarse.

El resto de los Vengadores y Patrulla que había venido al rescate - Thor, Lobezno, Águila, Hombre de Hierro - llegó y también se mantuvo a la expectativa.

- ¿Reed?

- Yo... lo hice... - Reed no podía evitar llorar - yo... tenía miedo... lo hice para proteger...

Ben sentenció:

- El camino al infierno está labrado por buenas intenciones, Reed.

- Ben, yo...

- Puede que vuelva, Reed. Pero tendrás que darme tiempo.

Reed perdía consistencia, la elasticidad le hacía que partes de su cuerpo cayeran, como derretidas...

- ¿Johnny?

Johnny no dijo nada. Ni siquiera se encendió. Sólo dirigió su mirada a Spiderman y le dijo...

- Peter, vamos. Necesito un amigo con quien hablar.

Parker dudó un segundo antes de acompañar a John Storm afuera.

- Que me aspen si comprendo qué pasa... - afirmó Thor.

Lobezno lo miró un punto divertido...

- ¿Sue?

Sue no podía mirar a Reed a la cara. Ya no más. Su mente era asaltada por las noches sin dormir. Por el drama de Ben. Por las veces que Johnny estuvo a punto de morir por llevar su vida de superhéroe. Por cómo sufrió en su primer embarazo y cómo estuvieron a punto de perder a Franklin en el parto. Por cómo perdieron a su segundo hijo. Jean sintió todo esto y sintió pena por los dos, por Sue y por Reed.

- Al final la verdad sale a la luz.

Victor, arrogante como siempre, no pudo evitar un tono triunfal. Sue reaccionó... Un campo de fuerza enorme agarró a Victor desde debajo de la armadura.

- Susan, te ordeno...

- ¿Me ordenas qué, Victor? ¿No tienes ya lo que querías? ¿No acabas de destruir a Los 4 Fantásticos?

Un shock recorrió la sala. Sue había afirmado lo impensable.

- ¿Cuál es tu problema, Víctor? ¿Envidiabas algo más que la inteligencia, el éxito y el reconocimiento de Reed? ¿Envidiabas SU FAMILIA?

- Susan, no ha destruido a...

- No te engañes, Jean. Lo ha hecho. Ha sacado un esqueleto del armario que nunca debió salir.

- Pero...

- ¿Te crees que Reed nunca iba a confiar en mí un secreto así? Yo lo sabía. Siempre lo supe. Nadie conoce a Reed mejor que yo. Pero Reed estaba incompleto. Disimulaba, pero su falta de recuerdos le estaba matando... le obsesionaba haberse quedado sin infancia ni juventud. Cualquiera que fuera el precio de recuperarlas, valía la pena.

- Pero Ben y Johnny...

- Volverán. - a Sue le tembló la voz al decirlo - Siempre vuelven. Comprenderán porqué se hizo. Comprenderán que si no hubiese pasado, este planeta habría sido destrozado cien veces cien. Que el sacrificio fue necesario. Que fue un honor que Reed confiara en ellos para esta tarea.

Muerte no podía creer lo que oía.

- Mujer, éste hombre os vendió...

Sue se volvió colérica. Su campo de fuerza reventó literalmente la armadura de Muerte, dejándolo desnudo e indefenso. Su cara desfigurada a la vista de todos, como reflejo de su pútrida alma.

- No, éste hombre nos salvó a todos.

Muerte apenas pudo articular palabra en los minutos siguientes, mientras los héroes salían de la estancia y marchaban de vuelta al hogar. Pasaron eternos minutos hasta que Muerte comenzó a reir.

- ¿Señor?

Era Zanek, que le hablaba en su Latveriano natal. Había vuelto con una bata, para que su amo pudiera cubrirse.

- Mi buen Zanek, qué gran victoria la de hoy. - dijo Muerte, vistiéndose.

En los ojos de Zanek se adivinó la confusión. A pesar de poder costarle la vida, no dudó en contestar.

- No entiendo, amo.

Muerte se giró un tanto sorprendido. No porque Zanek no comprendiese lo que había ocurrido - cómo podría siquiera arañar la superficie de su plan - sino por el valor demostrado al contestar cuando en apariencia él podría pagar su "derrota" con el primer súbdito que pasara por delante.

- Por supuesto que no entiendes, Zanek. Es cuestión de tiempo que Los 4 Fantásticos se vuelvan a unir, pero ya nada será igual. La confianza en Richards está resquebrajada y nunca volverá a ser la misma. Tampoco Vengadores y Patrulla X volverán a confiar en él. Incluso Richards tendrá que vivir sabiendo de su traición. Están básicamente acabados. Además, está Ace.

- ¿Ace, señor? ¿Cuál es su papel en todo esto?

Muerte, sonrió con su boca deformada.

- Ace, mi buen Zanek... si te dijera su papel en todo esto... él, que es el más inocente e ignorante de todos... tendría que matarte. Y te aprecio demasiado para eso.

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EPILOGO

Dos días después, en un comunicado oficial, Fantastic Four Incorporated anunciaba el cese temporal de actividades de Los 4 Fantásticos "por motivos personales de sus miembros".

Ese mismo día, la Antorcha Humana era admitida como miembro de Los Vengadores. No hubo comentarios oficiales al respecto.

Los Vengadores recibían además una confirmación de la alineación actual de la Patrulla X con motivos informativos: Estrella del Norte, Águila y Ace eran confirmados, junto a Lobezno, Cíclope, Jean Grey, Gatasombra y Rondador Nocturno. Esta información fue suministrada por una nueva política de colaboración entre ambos grupos, deseosos de eliminar la falta de intercambio de información que les había llevado en demasiadas ocasiones a malentendidos. La Patrulla X consideraba además que los Vengadores podrían ser su "contacto" con el Gobierno en casos de nuevas crisis como las de los Centinelas.

En algún lugar del espacio, Xavier meditaba si volver a la Tierra y dejar su nueva Patrulla X skrull en manos de su amada Lillandra. Echaba de menos la Tierra, por mucho que amase a su ahora esposa. Sí, la tentación de quedarse era muy fuerte, pero...

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1.- El motivo de todo el tinglado en la miniserie X-Men vs. Fantastic Four. La Patrulla pidió la ayuda de Reed para curar a Gatasombra de sus heridas de guerra provocadas en la masacre mutante, pero Reed afrontaba sus propios fantasmas personales tras descubrir sus compañeros unos diarios que parecían probar que Reed les usó de conejillos de indias para crear un grupo de superhombres. La miniserie se cerró con la conclusión de Sue Richards que los diarios habían sido falsificados por el Dr. Muerte como plan de destrucción de Los 4 Fantásticos. Muerte jugó un papel ambiguo en ese final, sin negarlo ni afirmarlo.

2.- En la mítica saga de la Zona Negativa de la Etapa Byrne. Reed perdió parte de su memoria, casi todo lo anterior al accidente, incluído el rostro de su madre. Por eso, no era capaz de acordarse de los diarios al cien por cien.

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CORREO MUTANTE

Y así acaba el primer ciclo de Mutantes. Se acabaron las presentaciones, las fichas ya están en posición en el tablero y ahora sí que puedo a comenzar a jugar.

El próximo mes, el Equipo Azul de la Patrulla X contra nuestros plagios alienígenas favoritos... Si James Cameron pusiera demandas...

Er, sí y el Equipo Azul de la Patrulla X es... se admiten apuestas.

 
 
   
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