BULLPEN #8
El Bullpen del miedo I
Guión: Mr. Multiplexor
Prólogo.
Es una noche lúgubre. La lluvia cae con estrépito sobre las calles de Nueva
Nueva Badajoz, los truenos hacen temblar las puertas acristaladas del
recibidor del edificio Marveltopia, y los relámpagos iluminan su interior en
cada estallido de luz. Por la alfombra roja que lleva hasta las escaleras,
rodeada de premios y célebres portadas - Generación Perdida #2, Excalibur
#109, The Ultimates #1 - pasea una sombra estilizada. El ruido de sus pasos
es amortiguado por el fragor de la tormenta. Se trata de una sombra esbelta,
de formas femeninas, que ojea periódicamente su muñeca derecha, escrutando
la hora.
Se trata, nada más y nada menos, de Gwen13, la representante del género
femenino en Marveltopia, ya que otras como Cajunita, Fenix, Mujer-X, Hulka o
Zelda Von Carstein - señora de narutaki - han carecido de su implicación,
han escrito mucho menos o simplemente nunca ha existido. Vestida estilo
Buffy, parece esperar a alguien que llega tarde. Pasea nerviosa arriba y
abajo, y, muy femeninamente, se sobresalta con cada trueno que descarga
frente al edificio.
Un crujido hace que nuestra heroína desvie la atención de su reloj y del
mal tiempo hacia la puerta del fondo del recibidor. Aislada tras las
escaleras por un corredor, es la puerta que conduce al sótano. Gwen,
medrosa, decide no prestar atención al ruido, que por lo demás es
ensordecido por el temporal.
Un nuevo golpe, esta vez en el suelo, bajo sus pies, la hace sobresaltarse.
Su rubia melena oscila ante los temblores que el terror le provoca.
- Gweeeeeeeeen.... - murmura una voz tétrica, que hace que un escalofrío le
recorra la espalda.
La escritora de "El Equipo" vuelve a pasear nerviosa, mirando a un lado y a
otro, tratando de controlarse para no huir despavorida por las escaleras
hacia sus habitaciones, las que comparte con Carlos Correia, el editor
supremo.
- Gweeeeeeeeen.... Nnnoooo pueeeedeees ignnoooraaarmeee..
- ¿Vicente? ¿Cariño?
- Veeeeeen hacia laaaa pueeeerrtttaaaa....
Gwen avanza con precaución hasta quedar junto al pomo de la puerta del
sótano. Mob no ha utilizado el poyete para recostarse, por lo cual deduce
que esta noche Jose Cano ha debido dejarlo dormir en su despacho o que se ha
quedado otra vez atrapado en el ascensor. Golpea con sus delicados nudillos
la madera.
- ¿Vicente?
Con un chirrido aterrador la puerta se abre de golpe y cuatro brazos
deformes, de color verde y que despiden un olor hediondo, aprisionan a Gwen
sujetándola por varias zonas erógenas, arrastrándola al interior mientras
chilla aterrada. La puerta vuelve a cerrarse con un golpe seco, y el
anterior cártel que figuraba en la misma, donde ponía "Sótano", cae, dejando
en su lugar uno nuevo donde en letras rojas y desdibujadas puede leerse:
"Oficinas de Terrortopia."
En la puerta del despacho puede leerse: "Rafa Heras. Buscadores." En su
interior encontramos a un joven de veinte y pocos años, con barba de una
semana, gafas y aspecto simpático, sentado tras un escritorio sobre el que
se acumulan los más variados objetos. Frente a él se despliegan dos portales
dimensionales, en uno mete la mano de vez en cuando para sacar algún
utensilio extraño, el otro lo cambia de mundo paralelo a mundo paralelo con
un mando a distancia.
- Bof, que barbaridad, ahora todo son dimensiones en las que Ana Rosa
Quintana se casó con el Príncipe Felipe. Vamos a ver que pasa en el mundo
ese en el que Hitler ganó la Segunda Mundial. - presiona el botón del mando
a distancia, pero compone un gesto de asco inmediatamente, y vuelve a
cambiar. - Que desagradable.
Una sombra se recorta contra el cristal de la puerta y golpea con los
nudillos.
- Adelante. - dice Rafa.
Por la rendija que se entreabre asoma la cabeza Narutaki, el joven y no muy
alto escritor de Bebes-X y director de la línea 2055, que viste una camiseta
de Nirvana.
- Oye Rafa, el editor quiere verte ahora mismo en su despacho, dice que es
urgente, que tienes que buscarle una cosa.
Rafa bufa con hastío.
- A saber que se le ha perdido ahora. Ve y dile que cojo mi equipo de
rastreo y me planto allí en dos segundos.
Mientras Naru desaparece, el escritor de Buscadores hace honor a su nombre y
se coloca bajo el brazo la bolsa en la que porta sus útiles de rastreo.
Rafa camina con desenvoltura por los pasillos de las oficinas MarvelTopia,
en pocos meses se ha acostumbrado completamente al desquiciado ambiente.
Esquiva a Jesús Quintana, que huye aterrorizado de un par de los monos de
DOB que se han quedado sueltos, y procura no pisar los muñecos de Caballeros
del Zodíacos tirados por el suelo antes de subir al ascensor. Allí se
encuentra con Cifra2, que lleva su habitual parafernalia de corresponsal de
guerra, además de una cámara Super8 al hombro.
- ¿A qué piso vas? - pregunta con educación.
- Al último. Voy a tomar unas panorámicas desde la terraza para mi
documental "Marveltopia: The Movie."
- ......
Las puertas se cierran y los dos se quedan en silencio. Cifra2 mira al techo
mientras silba y Rafa se pone las manos a las espalda y juguetea con los
pulgares, meneando al mismo tiempo las puntas de los zapatos mientras se las
mira.
- Mal tiempo anoche, ¿eh? - dice Cifra.
- Sip. - contesta Rafa.
Heras mira como siguen contando los pisos, Cipher tararea una canción.
- ¿Sabías que soy gay?
- Lo leí en el tablón de anuncios.
Ambos asienten con la cabeza durante un rato sin mirarse.
- Tienes mi apoyo y eso, por salir del armario, ya sabes. - añade al cabo de
un rato Rafa. - Aunque soy hetero, ¿eh?
- Claro, claro. - contesta Cifra. - Es que Marveltopia es como un gran
familia.
- Claro.
- Ya te digo.
El ascensor llega a su destino y cuando las puertas se abren cada uno se
dirige en una dirección bufando.
Rafa llega hasta las puertas del despacho de Carlos. Junto a ellas encuentra
sentado a Blai Collado, el Ultimate Caído, escritor de Neal Conan a la
espera de la marcha de Cifra de la serie, que habla sólo.
- ¡Kleinsberg! ¡Kleinsberg! Ellosss nossss lo quitaron, si, precioso mío,
nosss lo quitaaaarooon... Pero Diginuevo se vengara, ssssi, Blai, ssssi...
Conteniendo las ganas de salir disparado lo más lejos posible del llamado
Triunvirato Demente, Rafa consigue pasar junto a él y penetrar en el
despacho del editor, en cuyo correspendiente letrero figura: "CARLOS
CORREIA, EDITOR SUPREMO, GLORIOSO Y TODOPODEROSO."
La enorme habitación lo recibe a oscuras, sólo la luz que se filtra por las
rendijas que dejan las cortinas le permite notar como varios bultos se
mueven entre las sombras a su alrededor. Escucha un chasquido y nota el
zumbido de unos altavoces que transmiten el sonido de una cinta de cassette
que se pone en marcha. El estruendo de la Cabalgata de las Valquirias de
Wagner lo hace llevarse las manos a los oídos mientras observa como la
sombra que se oculta tras el escritorio del editor se mueve poco a poco
hacia el haz de luz que da en el centro de la habitación. Pero un nuevo
chasquido interrumpe el fragmento de El Anillo del Nibelungo y la letra que
despiden los altavoces descoloca tanto a la sombra misteriosa - que se
detiene a medio movimiento - como a Rafa:
"The raging mob has lost its nerve
Theres more of us but who goes first
No one dares to cross the line
The cops know that theyve won
Its all over but not quite
The pigs have just begun to fight
They club your heads, kick your teeth
Police can riot all they please."
Rafa casi puede oir chirriar los dientes de la sombra, y la escucha hablar
con una voz que no es la de Carlos y que le resulta familiar.
- ¡Eres un inútil y un marginal! ¡Mira que grabar encima tu música ratonera!
- Heras nota que se dirige a otra sombra encorvada que hay a su izquierda,
la cual se arrastra hasta una esquina para hacer sonar un nuevo chasquido
que acaba con la música.
- Vale ya, tío. - contesta. - Has cambiao, tío, desde que mandas has
cambiao.
- ¡Pero sí sólo llevo en el puesto unas horas! - contesta la sombra primera,
que una vez perdida la atmósfera dramática de la revelación de su identidad,
da un par de pasos y descorre las cortinas.
La luz descubre a un tipo con barba y pelo largo, suelto y algo desgreñado,
a medio camino entre Jesucristo y Alan Moore, y que lleva una camiseta de
Thundercats. Rafa reconoce al escritor de Factor-X al instante.
- ¡Cano! ¿Qué haces tú aquí?
Previsiblemente, Heras comprueba la identidad del resto de sombras. La que
confundió las cintas es, como no, Mob, el parásito oficial y ascensorista
nominal, que recoge su propia melena en una coleta. Las dos que flanquean la
salida son Narutaki, que ya sirvió de recadero, y Ashler Ash, escritor de
Anime Wars y corresponsable del proyecto Super Sentai Big Heroes. El aspecto
de Ashler imprime respeto, un auténtico samurai, con peinado cuarteado y
coleta, kimono, faldones, y amenazante katana al costado.
- Siéntate, siéntate, que te comento. - dice Jose, señalando uno de los
sillones que hay frente al escritorio. - No te preocupes, no se trata de
otro golpe de estado. Ha sido Carlos el que me ha dejado de encargado del
cotarro mientras esta fuera. - explica el Advenedizo mientras se sienta
frente al guionista de Buscadores, también en una de las sillas de
invitados, en lugar de en la de Correia.
- ¿Esta Carlos fuera?
- Sí, tiene un Simposio de Editores Supremos y Todopoderosos en Barbados,
van tipos como Doc Banner y tal... Salió esta mañana en su jet privado. Como
sucesor de XuM, me toca quedarme al frente del tinglado.
- ¿Y estos? - dice Rafa, señalando a sus compañeros.
- Bueno, me he traido a Mob para que deje de bloquear el ascensor y los
servicios. Y en cuanto a Naru y a Ashler, como son mis coguionistas,
facilita nuestro trabajo que estén aquí y me ayudan a coordinar. ¡Es
increíble la cantidad de cosas que hace Chuck y nosotros ni nos damos
cuenta!
La conversación se ve interrumpida cuando llaman a la puerta, y, sin esperar
a que nadie acuda, la abren desde fuera. Aparecen entonces Luis Capote y
Jorge Cantero. El primero se sostiene sobre su bastón temblando levemente,
lleva la boina y la bufanda. El segundo lleva el uniforme de Mercurio con
una enorme E rodeada de estrellas en el pecho. Detrás de ellos se aprecia a
Rocket, que lleva un gorrito y una camiseta del Deportivo de la Coruña, y
también un bulto blanco.
- Así que es verdad. - dice Cantero.
- ¿Qué pasa? - interroga Cano de malos modos.
- Sepa usted, caballero, - comienza Capote, haciendo de portavoz, mientras
levanta indignado un puño. - que nos hemos presentado aquí en cuanto su
amigo de usted, el señor Ultron, nos ha informado de la coyuntura que lo ha
llevado a ocupar este despacho, hemos decidido personarnos en su presencia
para presentar nuestras más enérgicas protestas. Consideramos que por edad,
experiencia, veteranía en este empresa y conocimientos atesorados,
cualquiera de nosotros cuatro se encuentra mejor preparado que usted para
ocupar el puesto de editor sustitutoeventual hasta que se produzca el
regreso de nuestro respetado jefe, el señor Correia, al que solemos apoyar
en todas sus iniciativas, pero que consideramos que se ha excedido en sus
atribuciones al colocar a un jovencito en un lugar de tanta responsabilidad.
Cano sopla entre dientes con fastidio.
- ¿Cuántos números dices que sacaste el año pasado abuelo?
Capote aprieta los puños y sus nudillos se marcan visiblemente, mordiéndose
los labios. Cantero permanece igualmente callado, pero Rocket se asoma entre
los dos y señala con un dedo a Jose.
- A mi no me asustas con bravuconadas, recuerda que fuíste mi negro en
Hércules y ...
Mob, aparentemente ajeno a la tensión generada en la sala, se acerca al
escritor de Alpha Flight y lo interrumpe diciéndole:
- Oye, Isra, ¿y los tomos de Los Invisibles que te presté? - donde antes
estaba Rocket sólo queda una pequeña corriente de aire, se ha esfumado sin
dejar rastro. - ¿Isra?
Capote y Cantero se miran con alarma mientras Cano sonríe de medio lado. El
bulto blanco tras ellos se mueve con rapidez y los aparta, irrumpiendo en el
despacho. Levanta la cabeza y el sombrero de mago con la punta doblada deja
de cubrirle la cara. El cayado, la barba blanca, la túnica. Jose y Rafa se
levantan con sobresalto, Naru y Ashler se apartan con respeto, Mob se queda
con la boca abierta.
- ¡Bergil el Blanco! - exclaman los cinco a la vez. Capote y Cantero se
sonríen.
Bergil blande su bastón hacia los que comparados con él no son más que unos
simples novatos aprendices en el arte del fanfic.
- ¡Ah, jóvenes imprudentes! ¡Aquí tenéis a Bergil el Blanco, que viene a...!
- Yo no aguanto otra parrafada. Ashler, ventila esto, anda.
Sin abrir la boca, el aludido se vuelve hacia los veteranos y enlaza las
manos a un costado apoyándo las muñecas. Los otros lo miran con curiosidad.
- Kaaaaame... - comienza a decir.
Los veteranos se miran entre sí, inquietos.
- No irá a...
- ... Haaaameee... - continua Ash.
Antes de que terminen los tres ya huyen despavoridos pasillo abajo, con Jose
cabeceando satisfecho.
- Que idiotas, si estas cosas solo pasan en los tebeos. - murmura Ashler.
- Bueno, Rafa, a lo que iba...
Pero antes de que Jose comience a explicar, por la rendija de la puerta,
mientras Mob la cerraba, se cuela un nuevo visitante. Se trata de Zemo, con
máscara, cartucheras - vacías - a lo Western y toda la parafernalia.
- ¡Yo también protesto! - comienza a decir antes de poner el primer pie
dentro del despacho.
- Lo que faltaba. - suspira Jose mientras se lleva las manos a la cabeza.
- Yo soy el Editor de Ultimate, me corresponde ascender.
- Pero ¿tu no te habias ido de Marveltopia?
- Ah, si, es verdad. - dice Helmut, al tiempo que se da con una mano en la
frente. - Lo siento, a veces se me olvida.
- De acuerdo, Zemo. Oye, ahora estoy muy ocupado. - señala a Rafa. - Otro
día quedamos a hablar.
- Vale, Jose. Nos vemos.
Zemo se queda parado justo enfrente de Jose.
- ¿No te ibas?
- Si. Adios, me voy.
Zemo continúa totalmente parado.
- ¿Zemo? - ante la ausencia de reacción, Jose se dirige a Naru. - Llevatelo,
anda.
Narutaki pone una mano en el cogote a Zemo y lo acompaña hasta la puerta.
- Naru, tu escribes en Ultimate. No me eches. ¡Cómo me eches te meto un
virus que te va a reventar el ordenador para siempre jamás!
- Si, Zemo, sí...
Por fin, Jose se vuelve hacia Rafa.
- A ver si ahora me dejan explicarte. Necesitamos que rescates a Gwen13.
- ¿A Gwen? ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha hecho Vicente?
- No, no... - Jose aparta la sugerencia gesticulando con alarma. - No ha
sido Vicente. Anoche Gwen cometió el error de asomarse al sótano y los
trolls de Terrortopia la raptaron como trofeo. No creo que le hagan nada,
porque son bichejos deformes y asexuados, pero quizás la hayan cogido como
mascota y la tendrán atrapada a saber donde. He seleccionado un equipo
especial de guionistas que te ayudaran en tu tarea.
- No parece un encargo muy difícil, ¿para qué más gente? Me acercaré a las
oficinas de Mux y...
Cano extiende una mano para pedirle silencio.
- Nada de eso. Verás, la distribución del sótano ha... cambiado un poco,
desde que Mux se instaló allí con Kobas para crear Terrortopia. A decir
verdad ahora mismo es un laberinto intrincado lleno de trampas y recovecos,
en el que es imposible orientarse a falta de un mapa. Mux y Kobas dominan
ese submundo compartiendo el poder y ningún guionista que no escriba para
Terrortopia puede internarse en su territorio sin temer por sus seguridad.
- ¿Y no es mucha molestia? O sea, vale que Gwen es la única tía, pero
tampoco es que sea esencial, ni escribe mucho ni es una maravilla. Si ni
siquiera está buena. De hecho hasta parece un tio.
Jose se pone en pie y camina por la habitación con las manos enlazadas a la
espalda. Se para junto a una estanteria y coge una vieja foto en blanco y
negro que presenta a Correia rodeado por sus hombres de confianza, hace
años: XuM y Fcopp, abrazados y enamorados; Doc Comic, adusto y grave, junto
a su amigo, mucho antes de que peleasen, sosteniendo en brazos un bebe que
no puede ser otro que Henry Pym; Capote, aún joven y fuerte, enseñando
orgulloso un escudo del Capitán América; Bergil, con su hábito nuevo y
reluciente y apenas una pequeña barbita apuntándole en la barbilla; Aleix
Gabarre y Rocket, enseñando las portadas de sus primeros números en Hombre
de Hierro y Alpha Flight... Junto a esta foto se encuentran las de
compañeros desaparecidos incluso antes de que se hiciera: Raker, Huess,
Mario Losada, Anjuin Elenkhan... Cano sorbe una lágrima y se vuelve hacia
Rafa.
- Vivimos tiempos difíciles, Rafa. Tras la marcha de Doc Comic y la crisis
de los Minis, pensamos que nada más podría hacer tambalear MarvelTopia, pero
la revolución Ultimate y su secesión final han desestebalizado los cimientos
de nuestro fanfic. Ahora... No podemos permitir que los Terrortópicos crean
que pueden hacer lo que les de la gana cuando les de la gana, haya que
educarlos, enseñarles donde están los límites, hacer con ellos...
- ¿... lo que XuM no pudo hacer con Ultimate?
Jose entrecierra los ojos para sostener la mirada de Rafa.
- Es posible... Ahora que lo comprendes. ¿Aceptas?
Rafa se mira las puntas de los zapatos.
- De acuerdo. - dice, mientras se incopora y estrecha la mano de Jose
Heras y Cano caminan por la primera planta hacia la sala de recreo. Van
seguidos por Mob. Narutaki y Ashler han sido enviados por Jose a la otra
punta del edificio a buscar a uno de los miembros del equipo que viajará a
las catacumbas.
- He seleccionado a los que he creido más adecuados para el trabajo, los
tengo aquí esperando. Sólo faltaba que tu aceptases liderarlos, te aseguro
que no te defraudarán. El último de los miembros se encuentra en estos
momentos... ocupado, Naru y Ash lo llevarán a la entrada del sótano y allí
os reunireis los seis.
Jose abre la puerta. Encuentran allí a seis marveltópicos, dos más de los
esperados. Se trata de IvanLD, Ultron, Sebastian, Ben Reilly, X-Cout y Ramón
Vidal. Los tres primeros están sentados en el sofá, los otros dos de pie y
algo desperdigados por la habitación. IvanLD va vestido con unos pantalones
vaqueros, una camiseta y una chaqueta, además de un ostentoso collar de
aparente oro, debajo de la chaqueta se aprecian los bultos de dos pistolas,
lleva gafas de sol y un rolex. Ultrón está equipado con un armadura que le
da un aspecto parecido al de Bender de Futurama, juguetea con una carta en
la mano derecha y lleva en el traje unas alas a rayas amarillas y negras que
le unen los costados con las mangas. Sebastian va completamente vestido de
negro, con una capucha y se ha colocado un sable enorme sobre las rodillas.
Ben lleva su habitual uniforme de Jedi, pero parece fastidiado y señala a
los dos que están de pie como queriendo decirle a Jose que se han empeñado
en venir. Ramón lleva una toga blanca y un peinado a lo Marco Antonio que le
da un aspecto afectado. Y finalmente X-Cout con una armadura enorme de
Predator y gesticulando de forma torpe ante Jose en cuanto lo ve entrar.
Desesperado por no hacerse entender, se quita el caso y aparece la cara de
un tipo flacucho y dentón, completamente azul.
- Dios, que calor da este traje. - cuando recupera el aliento, dice: - Jose,
tienes que dejarme ir.
- X-Cout, sabes que esta misión es delicada. Requiere sutileza.
- ¡Yo puedo ser muy sutil! ¡Mira!
X-Cout extiende un dedo del que sale un rayo de energía concentrado de
apenas unos milímetros de espesor en dirección a Ben. Éste desenvaina
rápidamente su sable láser y lo desvía, cargándose sin querer la tele y
cortándole un brazo a Sebastián, que cae al suelo y se agita como un rabo de
lagartija en un charco de sangre. El marveltópico colombiano ni se inmuta,
no dice siquiera un "ay".
- Diox.
Sebastian, sin abrir la boca, se está haciendo un torniquete con un trozo de traje.
- Joder, que duro es. - murmura Ultron.
- Oye, Sebastian, creo que así no vas a poder ir. - dice Rafa.
- Me queda el otro.
- Oye, te lo clonaré después, cuando volvamos, ¿eh? - se disculpa Ben.
X-Cout se dirige a Jose con aire preocupado.
- Ha sido culpa de Ben, yo no...
- Grrblft... Ramón, lleva a Sebastian a la enfermeria y ponle el brazo en
hielo hasta que Ben vuelva y se lo clone. X-Cout, puedes ir. - y Jose se
aleja murmurando. - No me extraña que Chuck se este quedando como una puta
cabra...
Rafa, Ben, Ivan, X-Cout, Ultron, Jose y Mob bajan por el ascensor hasta
llegar al recibidor, giran a la izquierda junto a las escaleras y aparecen
frente a la puerta. Allí los esperan Naru, Ashler y el misterioso último
componente del comando...
- ¡¿Él?! - dice Ultron, retrocediendo.
- Si lo sé, no vengo. - concluye Rafa.
- A mi este gachupín no me da miedo. - interviene Ivan con aire chulesco.
Ante ellos se encuentra Vicente de los Santos, el Friki de las garras.
Vestido con un traje de presidiario blanco, del cual lleva la camisa por
fuera, Vichen está completamente rígido, como un tabla, de la cabeza a los
pies, sonriendo de forma impersonal. El único movimiento que se aprecia en
su cuerpo es el de sus ojos, que se mueven despacio de un guionista a otro.
- Tranquilos, tranquilos... - apacigua Jose los ánimos, situándose al lado
de Vicente y dándole una amistosa palmadita en el hombro. - El Friki sabe lo
que le conviene y es capaz de cualquier cosa por su amada Gwen, ¿verdad que
sí?
El psicópara abre la boca despacio, maquinalmente.
- Sí. - dice.
- Bien, bien, esto marcha. - concluye Jose mientras se frota las manos. Se
dirige a la puerta y entorna el pomo. - Bueno, hasta estar en lo que se dice
las oficinas de Terrortopia tendréis que pasar varios niveles hasta llegar
al Laberinto, el hogar del Kobasaurio propiamente dicho. He conseguido que
un par de guionistas Terrortópicos que también escriben en otras líneas nos
presten ayuda para llegar. - Jose abre la puerta. - Aquí tenéis a vuestro
primer guía.
Ante ellos se encuentra DOB. Huesudo, flacucho, de luto perpetuo, con su
corbata y sus ojeras, el guionista del Motorista Fantasma levita a unos
centímetros del suelo, con las manos entrelazadas a la espalda y aire
sereno, pero adusto. Media docena de monos lo rodean, en el suelo, chillando
y retozando.
- Me regocijo en saludaros. Si teneis la bondad de seguirme, os llevaré
hasta nuestro transporte.
Rafa saca de su bolsa un rastreador parecido al detector de los
Cazafantasmas y lo sigue sin vacilar. Vicente es el siguiente, ya que nadie
se atreve a darle la espalda. El cargantuesco Predator que es X-Cout y
Ultron van después. Ivan desenfunda sus dos pistolas y les quita el seguro.
Finalmente Ben despliega su sable láser y entra el último, utilizando la
Fuerza para cerrar la puerta tras de sí.
- ¿Sa-sabes algo? - se dirige Mob a Jose mientras se dirigen de nuevo a las
escaleras, dejando a Narutaki y Ashler atrás, custodiando la entrada.
- ¿Qué? - contesta Advenedizo, cerciorándose de que nadie puede oírlos.
- X-Cout quería ir porque espera tener una excusa para matar a
MrMultiplexor, y así vengar la muerte de XuM.
- Me lo imaginaba.
- ¿Y sabes lo que va a descubrir?
Jose le pone de improviso una mano en la boca y se lleva un dedo a los
labios.
- Calla, so yonqui... Lo importante es que Rafa comprenda el verdadero
objetivo de la misión antes de que lleguen al final, eso es todo.
- Pero ellos no pueden imaginar lo que les espera allí abajo.
En una oscura caverna, en el corazón de un oscuro laberinto, un hombre
oscuro recibe oscuras noticias. Sólo la luz de un tililante cándil ilumina
la máscara plateada que cubre el rostro de uno de los dos señores de
Terrortopia. Un sicario vestido con atavíos de troll pero de aspecto humano
se presenta a la puerta de sus habitaciones.
- Señor, ha pasado justo lo que dijisteis que pasaría. Un grupo ha penetrado
en el primer nivel, son guiados por DOB.
Una ahogada risa metálica resuena en la habitación.
- Son tan predecibles. Gracias, Borja, me has sido útil, puedes retirarte.
El hombre se inclina sobre los planos desplegados en su mesa de trabajo.
- Pronto sólo quedará un camino, MI camino. - hace una pausa dramática - El
de MR MULTIPLEXOR.
EL BUZÓN DE CHUCK
Locos... están todos locos...