Frío. Sentía frío en su cara. Estaba acostado sobre algo frío. El piso. Estaba acostado sobre el piso. Le dolía todo el cuerpo.

Abrió los ojos. Se encontraba en una pequeña celda con unos gruesos barrotes de metal y estaba encadenado a la pared. "¿Cómo rayos llegué aquí?" Pensó Doug. Se levantó y se frotó la cabeza tratando de recordar...estaba caminando en el bosque, hubo una explosión...después todo estaba en blanco. Le dolía mucho la garganta y trató de articular alguna palabra.

- ¿H-hola?- Dijo con voz quebrada - ¿Hay alguien ahí?

Por un momento no oyó ningún ruido, pero luego escuchó el sonido de unas cadenas, seguido de una débil que voz le respondió:

- ¿Doug? ¿Eres tú? – El sonido provenía de la celda de al lado.

- ¿Scott? ¿Estas ahí? ¿Qué pasó?

- Nos tendieron una trampa y nosotros caímos. Fue todo culpa mía... ¿Tu también estás encadenado?

- Si, pero creo que puedo romperlas... Solo tengo que... Grrrrr!!! – Doug empezó a tirar de las cadenas hasta que... ¡CRAC!

- ¿Lo lograste?

- Si.

- Bien, ¿Crees que puedes doblar los barrotes de la celda?

- Mmm.... podría intentarlo pero no se si...

- Vamos, se que puedes hacerlo.

- Está bien...

Doug agarró dos de los gruesos barrotes y trató de separarlos con todas sus fuerzas. Al principio creyó que no estaba pasando nada, pero luego notó que se estaban empezando doblar lentamente.

- Ya casi...ya casi... ¡YA! – Había doblado los barrotes de tal forma que había quedado un espacio tan grande como para que pudiera salir.

- Bien ahora necesito que me ayudes a mi. – Dijo Cíclope. Doug salió de su celda. Afuera había un largo pasillo desierto y al final había una puerta. Fue hasta la celda de su compañero, estaba tirado en el piso, estaba muy herido. Tenía puesto un extraño artefacto parecido a una "máscara de hierro" que le tapaba los ojos, probablemente para que le impidiera lanzar rayos oculares.

Doug repitió el proceso. Agarró dos garrotes de la celda de Scott y empezó a separarlos. Ya no le parecía tan difícil. Entró en la celda y le cortó las cadenas.

- Gracias Doug. – Dijo Cíclope mientras trataba de pararse con dificultad. Estaba muy débil.

- ¿Dónde está Lobezno? ¿Y Jean, Tormenta y Pícara? ¿A ellas las habrán atrapado?

- No creo, ellas se quedaron en el ave negra...- Cíclope salió al pasillo. – Oye, con esta cosa no puedo ver nada, así que tú me tendrás que guiar.

- ¿Como un perro lazarillo?

- Si, algo así. Bueno, vamos a buscar la salida.

Mientras tanto, en la mansión X, Hank se encontraba solo en su pequeña y obscura habitación, tumbado en su cama y meditando.

Apenas había muerto Mihail, Hank sintió un gran vacío en su alma. Sentía que ya no tenía razón para vivir y hasta había pensado seriamente en suicidarse... Pero hacía unas horas Mihail se le había aparecido en frente de sus ojos y eso fue como una luz que lo animó y lo ayudó a seguir. "Era él. No era su fantasma. Era él. Se apareció al frente mío...quería decirme algo, quería advertirme de algo, tal vez... No. No estoy loco. Pícara también lo vio. Ella estaba conmigo y también lo vió...Yo sé lo que vi. No estoy loco... No lo estoy..."

- Hank. – Dijo de repente una voz que salió de la nada. Hank reconocía esa voz, la podría haber reconocido en cualquier lado.

- ¡Mihail! ¡OH, Dios mío volviste! – Bestia se levantó rápidamente de su cama y se acercó a Mihail. Lo contempló por un rato, en silencio. Ninguno de los dos decía ni una palabra. Bestia acercó su mano lentamente a la cara de Mihail para tocarlo. Cada vez estaba mas cerca, y mas, y mas... y cuando estuvo a punto de tocarlo...desapareció.

- ¡¡¡Mihail!!! ¡¡¡No te vallas!!!¡¡¡ No me dejes!!! – Dijo Bestia moviendo los brazos en el lugar donde segundos antes había estado Mihail, con la esperanza de que se apareciera de nuevo. – No me dejes... - Bestia se arrodilló en el piso y rompió a llorar. Estaba solo de nuevo.

- ¿Qué te pasa Jean? ¿Te encuentras bien? – Preguntó Pícara. Hacía como una hora y media que Jean estaba con los ojos cerrados y frotándose la cabeza con ambas manos, parecía preocupada.

- No puedo contactarme con Scott, ni con los otros. Temo que les halla pasado algo malo.- Dijo Jean

- ¿Quieres que valla a echar un vistazo? – Dijo Tormenta.

- No, tenemos que quedarnos esperando a ese maldito escuadrón anti – mutante y obligarlo a retroceder antes de que Magneto los atrape y los use para decorar su sala de estar. – Dijo Pícara.

- Oigan, ¡Creo que ahí vienen! – Dijo Tormenta al ver a lo lejos unos cincuenta helicópteros que se acercaban.

- ¡Son demasiados! – Dijo Pícara.

- Deja que me yo encargue... - Dijo Tormenta. Salió volando del Ave negra y quedó suspendida en el aire por unos segundos. Sus ojos se pusieron en blanco y de repente el cielo se llenó de unas grandes y negras nubes.

- ¡¿Qué diablos es eso?! – Dijo el piloto de uno de los helicópteros que iba a la cabeza del grupo. Las nubes cada vez cubrían más el cielo y se empezaron a formar tres grandes tornados.

- ¡¡¡¡¡RETROCEDAN!!!!!

Todos los helicópteros dieron una media vuelta huyendo desesperadamente de los tornados.

- ¡Si! ¡Lo conseguimos! – Dijo Pícara.

- Malditos mutantes...No nos van a dejar pasar...- Dijo uno de los pilotos mientras se alejaban de la isla. – ¿Quieren jugar así? – Tomó la radio del helicóptero y dijo:

- Señor general, los mutantes ofrecen resistencia y no nos dejan entrar en la isla. Solicitamos refuerzos, cambio- Una voz ronca y vieja salió de la radio y le contestó:

- Los refuerzos no servirán de nada contra esos monstruos, necesitamos llevar a cabo el plan "B".

- ¿El plan "B" señor? ¿Usted se refiere a los...?

- Si...Necesitamos llamar a los CENTINELAS.

- Mira cómo huyen, malditos cobardes – Dijo Tormenta mientras miraba a los helicópteros alejarse.- Creo que ya puedo detener esto...- Sus ojos se pusieron en blanco otra vez y los tornados y las nubes se esfumaron.- Eso fue fácil.

- Demasiado fácil – Dijo Jean.- Acabo de entrar en la mente de uno de los pilotos escuché que iban a llevar a cabo un plan "B", y que a llamar a los "centinelas".

- ¿Centinela? ¿Que es eso? ¿Un grupo especial? – Dijo Tormenta.

- No lo sé...- Dijo Jean - Pero no creo que sea nada bueno.

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