Portada: Podemos ver un inmenso mar, del que sobresalen montañas, y en medio de ese mar una plataforma flotante inmensa llena de cadáveres de soldados Shi'ar y humanos.
Amanece, poco a poco el sol va haciéndose más grande en el cielo azul. Los
pájaros cantan, las nubes se levantan... Un nuevo día...
La mansión base secreta de la afamada Patrulla-x y de sus colaboradores poco
a poco va volviendo a la vida. La primera en aparecer es Danielle Moonstar,
y es que no quiere perder lo poco que le queda de su herencia cheyenne. El
suyo es un pueblo que se levanta con las primeras luces del sol y se acuesta
con las primeras luces de la luna.
-Vaya pinta que tengo - pensó Dani mirándose en el espejo - vaya bolsas que
tengo en los ojos, ¿Es eso una arruga? ¡Mierda! ¡Otra espinilla! ¡No hay día
que no me salga una! - abrió un tubo y se puso una espesa capa de crema
"mata espinillas" - estoy inflada, parece que me he dormido con la sábana al
cuello, será mejor que desayune antes de que me vea nadie y me dé una buena
ducha.
Dani se puso una bata y sin hacer ningún ruido ni encender ninguna luz se
dirigió a la cocina.
Los cheyennes son famosos por su austeridad y culto a las tradiciones, son
buenos madrugadores, pero no es el único pueblo indígena con esas
tradiciones, sobre todo la del vicio de madrugar.
Una vez en la cocina, Dani encendió la luz, se dirigió a la nevera... -
¿Donde está la leche?-murmuró Dani.
- Aquí - dijo James Proudstar, miembro de otra tribu de grandes tradiciones
y demás, los apaches.
- ¡¡Ahhh!! ¡Mierda!- gritó a su pesar Dani- ¡Casi me matas del susto!
James no contestó, siguió mirando a un gran vaso de leche que tenía entre
las manos. Tenía mal aspecto, parecía no haber dormido.
- Parece que no has dormido - dijo Dani - ¿Una mala noche?
- Una mala vida - dijo James en tono crepuscular.
- ¿Tan mal estás? - dijo Dani.
- Estoy muy harto, después de cada pelea siempre me digo a mi mismo que ésta
será la última vez, pero siempre hay otra.- contestó James.
- ¿Cómo os fue con Cable? - preguntó Dani con tono alegre, intentando
distraer a James.
- Verás...
Estuvimos con Cable, sí. Es más, hicimos una entrada triunfal, bueno, al
principio no teníamos ni idea de dónde estábamos, pero no tardamos en
descubrirlo. Aparecimos en una especie de cañón, era como un corredor de
montaña, no podíamos ver nada, decidimos seguirlo y llegamos a una zona más
ancha. Cerca podíamos oír mucho ruido. Eran gritos, explosiones...
- ¡Todo el mundo al suelo!- gritó Dominó. La coordinación fue instantánea.
Ríctor, Caliban y yo nos tiramos al suelo, un segundo después una moto
voladora pasaba sobre nuestras cabezas lanzando un gran rayo de energía.
- ¿Donde estamos?- preguntó Rictor.
- ¡No es momento para preguntas!- contestó Dominó con muy mal humor.-
¡Debemos buscar un lugar alto, necesitamos perspectiva! ¡Ya habrá tiempo
para preguntas!
A Ríctor no le gustó la respuesta, pero no dijo nada. Todos nos movimos
rápidamente, vimos un sendero que conducía a la cima de un pequeño
montículo, lo seguimos y llegamos a la cima.
Lo que vimos nos dejó con la boca abierta, no nos lo esperábamos. El paisaje
era increíble, frente a nosotros podíamos ver un inmenso mar, de vez en
cuando aparecía alguna montaña de gran altura como en la que estábamos, pero
lo que más nos sorprendió fue LA GUERRA. Y es que no tenía otro nombre lo
que vimos. Sobre plataformas gigantes, que parecían tener kilómetros de
largo, se estaba librando una gran batalla. Había explosiones por todos
lados, se veían multitud de muertos. Pudimos distinguir claramente dos
bandos, y es que la lucha era entre Humanos y el pueblo Shi'ar.
- Caliban siente dolor- dijo Caliban dejándose caer al suelo.
- Tranquilo, no pasa nada- le dijo Ríctor poniendole la mano en la cabeza.
En ese momento oimos un zumbido sobre sus cabezas, era una moto voladora
Shi'ar, que no dudó en dispararnos.
- ¡Demonios, nos hemos dejado sorprender!- gritó Dominó. Todos esquivamos el
disparo, pero el pico sobre el que estábamos no soportó bien el golpe. Se
resquebrajó y comenzó a caer con nosotros hacia el agua.
El agua estaba helada y era salada. Cuando conseguí salir a respirar estaba
junto a Caliban y Dominó. No había ni rastro de Rictor. En ese momento llegó
un lancha fuera borda, estaba pilotada por Humanos.
- ¿Estáis bien? ¿Cuántos sois? - preguntó un guerrero al acercarse.
- Sí, estamos bien- dije yo. Subimos todos a la barca.
- Falta un compañero nuestro- dijo Dominó.
- Daremos una vuelta para localizarle- dijo el guerrero.
Dimos unas vueltas por la zona en la que caímos, pero no había rastro de
Rictor.
El piloto de la lancha nos llevó hasta una de las plataformas, no hicimos
más que pisarla y se acercó otra mota voladora disparando. Cogí unos restos
de chatarra y se los lancé, la moto estalló en el aire, todo pasó muy
rápido, la guerra nos envolvió, y poco a poco nos dominó.
La verdad es que todo acabó tan rápido como empezó, los Shi'ar comenzaron a
replegarse y finalmente se retiraron del campo de batalla. Estábamos
exhaustos, rodeados de cadáveres y restos humanos, oímos un ruido, y como
siempre la primera en reaccionar fue Dominó. Esta vez no había peligro,
sobre la montaña de chatarra y cadáveres en la que estábamos aparecieron
Cable y Ríctor.
- ¡Rictor!- grité-¿Qué tal estas?¿Dónde estabas?...
- ¡¿Que hacéis aquí?!- cortó Cable con un grito. - ¡No sabéis donde os
habéis metido!¡Debéis volver a la Mansión enseguida! - La perorata hubiera
seguido, de no ser por la inesperada llegada de un personaje encapuchado.
- Cable, debemos hablar- dijo el personaje.
Cable rabió un poco y dijo:- vamos al campamento base.
Ninguno de nosotros dijo una palabra, estábamos totalmente agotados.
Una vez en el campamento base entramos a una tienda de campaña en la que
estaban reunidos los jefes de los distintos batallones humanos, nos
presentaron, estaban: Cable, Boak, Tetherstone, Once, varios generales más
que no me acuerdo cómo se llamaban, y descubrimos que el encapuchado era...
- ¡Sam! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has llegado aquí?- dijo Rictor exaltado. Y es
que no se habían percatado de que el que tenían delante no era "exactamente"
Sam.
- Hola Ríctor- contestó con voz cavernosa Sam- Cuanto tiempo.
- Dejémonos de chorradas- dijo enfáticamente Cable- ¿Cómo está la situación?
Sam comenzó a contar lo que había pasado:
- No va bien Cable, el emperador ha aterrizado en la Tierra, todavía no
hemos localizado el lugar exacto, pero creemos que ha traído consigo a la
Guardia Imperial.
- Esto cambia mis planes -dijo Cable.- Bueno, será mejor que descansemos,
mañana será un día muy largo. Sam, lleva a estos descabezados a una tienda
para que descansen.
No dijo más, se levantó de la silla, salió de la tienda y se fue.
- ¡Qué alegría!- dijo Sam abrazando a Rictor. La verdad es que el ambiente
cambió radicalmente, todos estábamos alegres por ver a Sam, aunque fuera el
del futuro. Una vez se acabaron los saludos y demás, nos sentamos todos
alrededor de la mesa y Sam comenzó a explicarnos ¡Por fin! lo que estaba
pasando.
- Veréis, esto es más complicado de lo que parece. Estamos siendo invadidos
por el imperio Shi'ar. Parece ser que a Ad'ak Summers-Neramani V, actual
emperador del imperio, no le basta con tener a su cargo varias galaxias,
ahora se ha encaprichado de la "joya" del sistema solar, la Tierra, así que
comenzó a desplazar tropas. Empezó con muy pocas y en zonas poco pobladas,
pero al final nos dimos cuenta por la cantidad de naves que utilizaban el
espacio aéreo de Afganistán, que no se usaba desde la explosión de la gran
bomba de fluor, que cambió no solo el paisaje, sino también el clima de todo
el continente. Esta ha sido la primera gran batalla que hemos librado, y ya
hemos tenido importantes bajas, por eso aunque a Cable no le hace gracia, os
ha tenido que dejar quedaros, y es que como ataque la Guardia Imperial no sé
qué vamos ha hacer.
- Sam- dijo Dominó- ¿Cómo es posible que estés aquí, ahora?.
La cara de Sam se apagó, y volvió ese semblante cetrino que vimos al
principio.
- Es triste volver a ver con vida lo que se dio por muerto hace mucho
tiempo-contestó Sam- a vosotros os tenia en un lugar especial de mi extensa
memoria, por ser los amigos más cercanos a mi nacimiento, pero luego de
vosotros llegaron otros, y otros... solo mantuve nexo con Cable debido a sus
saltos temporales. Soy Externo, y por lo tanto inmortal. Necesitabamos que
yo llegara intacto al futuro para ayudarle a ganar esta guerra, sin las
intervenciones de Dyscordia o Tolliver, por eso Cable tuvo que ir al pasado
a protegerme. Me alegro de veros, pero también me duele. La vida humana es
breve pero intensa, la mía es larga, de hecho eterna, lo que me hace ser
apático. Conocí el amor varias veces y lo perdí otras tantas. Decidí no
volver a amar. La vida es una cosa extraña, justo cuando sabes como usarla,
se va. En mi caso aun no sé que hacer con mi vida, la mayor parte de las
noches me acuesto rogando con no despertar, pero..
Un soldado entró en ese momento.
- Ya están listas sus camas-dijo- síganme.
Después de la perorata de Sam, aquella interrupción nos vino muy bien.
Estabamos agobiados por ver a Sam en ese estado y deseábamos hablar entre
nosotros sobre lo que había sido aquel día.
Nota del guionista: Obviamente, esta parte no la narra Sendero, porque no
la conoce, pero como es necesaria para que entendais la historia, os la
ponemos
Era noche cerrada, no había luna, pero un gran destelló apareció en el mismo
lugar en el que aparecieron Dominó y cia., pero esta vez el destello dio
paso a ¡Cazador de Cabelleras!
Cazador es un profesional, no se inmuta al ver el paisaje, el macabro
paisaje, lleno de cuerpos muertos en estado de putrefacción, devorados por
pájaros y peces. Busca a Sendero de guerra, ese es su objetivo y prioridad.
Tarda 45 minutos en encontrar un "taxista" que le lleve hacia el que busca.
Una vez allí escucha atentamente la conversación que mantienen Cable y Sam
con Fuerza-X. Decide descansar para lograr su objetivo al día siguiente.
Nadie en todo el campamento se percata de su presencia.
A la mañana siguiente se reunieron los lideres de la resistencia. Fue una
reunión larga y llena de discusiones sobre la mejor forma de acabar con
aquella invasión. A las tres horas se llegó a una determinación, debían ir
directamente a por el emperador, era la única forma de desestabilizar al
ejercito Shi'ar y conseguir echarles.
Tomada la decisión de atrapar al emperador, comenzaron los preparativos para
su localización. La que yo creí que sería una larga búsqueda no llevó
demasiado tiempo. Estaba yo pensando en lo difícil que podía ser cuando
Cable pareció concentrarse, de hecho hasta comenzó a sudar. No pasó nada.
Pasados cinco minutos vimos un destello fuera de la tienda. Y apareció un
personaje bastante extraño, vestía habito de monja y llevaba la cara
cubierta por un velo, nosotros no le quitábamos la vista de encima. Se
acercó a Cable, este le preguntó dónde estaba el emperador Shi'ar. Ella se
sentó en el suelo, comenzó a brillar, levitó y apareció una especie de
espejo de Blancanieves delante de ella. Dijo algo en voz baja que no
llegamos a oír. Desapareció el espejo, dejó de levitar, se levantó y dijo:
"Está en una gran nave en el Gran Cañón del Colorado". Comenzó a andar en
dirección de la puerta, al llegar al umbral se giró y dijo con odio a Cable:
"la deuda está saldada, no me vuelvas a llamar ¡NUNCA!". Dicho esto salió de
la tienda, volvimos a ver un destello y no la volvimos a ver.
- ¿Quién era esa, Cable?- preguntó Rictor.
- No es de tu incumbencia- contestó secamente Cable. - Ya tenemos el
objetivo localizado, hemos de irnos -continuó Cable.
La verdad es que nosotros no sabíamos que hacer, confiábamos totalmente en
Cable y ni nos planteamos si lo que hacíamos era lo correcto o no, nos
estábamos limitando a seguir la corriente.
Formamos un pequeño grupo de ataque para lograr infiltrarnos en la nave,
mientras otro grupo, capitaneado por Sam, realizó un ataque de las fuerzas
humanas a los S'hiar, esta vez en CentroEuropa, como medida de distracción.
Nuestro grupo de infiltración estaba formado por Cable, Boak, Tetherstone,
Dominó, Rictor, Caliban, Once y yo.
- Once, teleportanos al Cañón -ordenó Cable.
La teleportación nos introdujo directamente en la nave, en un pasillo, que
abandonamos rápidamente para no ser detectados.
Se movieron con tanta rapidez que no se percataron del "polizonte" que les
siguió, que no era otro que Cazador de Cabelleras, el cual llegó al mismo
pasillo, pero se fue en otra dirección.
Nos dividimos en dos grupos de búsqueda, en uno ibamos Fuerza-x y Cable, en
el otro Boak y los demás. No obtuvimos mucha resistencia. Según la teoría de
Cable, para localizar los aposentos del emperador sólo debíamos buscar los
pasillos con más guardia y seguirlos. A Cable todo le resulta fácil, ya le
conoces. El caso es que fuimos avanzando por pasillos concurridos,
deshaciendonos de todo aquel con el que nos cruzábamos, y sin que nos
pudieran detectar gracias a un aparato que Cable llevaba consigo, una
especie de distorsionador de ondas o algo asi, hasta que llegamos a una
puerta enorme, que parecía reforzada.
- Hay que echarla abajo, creo que hemos encontrado la guarida del lobo- dijo
Cable con sorna.
Caliban y yo retiramos los cuerpos inconscientes de los 15 o 20 Shi'ars que
protegían esa puerta, y entre Cable y Dominó se encargaron de echarla abajo.
El golpe de gracia lo dimos Caliban y yo.
Después de un par de empujones la puerta cayó, y pudimos ver... ¡El
hangar!, el maravilloso plan de Cable nos llevó a la salida de la nave.
- Veo que la edad te nubla la cabeza- comentó ácidamente Dominó.
Cable ni se inmutó, se limitó a dar media vuelta y seguir por donde habíamos
venido. Los demás no dijimos nada.
Después de una larga caminata-lucha por la nave, preocupándonos de que
ningún soldado diera la alarma, llegamos a una puerta reforzada, engalanada
con el escudo de la familia Neramani.
- Creo que ésta sí es la puerta que buscábamos - dijo Rictor- ¡Echémosla
abajo!
- Atrás - dijo Cable- La volaré.
- ¿No ser mejor abrir con botón?- dijo Cáliban.
Todos nos miramos sorprendidos, después de todo era la mejor idea.
- Está bien, que le de Dominó a distancia y entremos de golpe...
Y así lo hicimos, pero lo que vimos no era lo que esperabamos encontrar.
La puerta se abrió rápidamente, entramos todos juntos con Rictor a la cabeza
creando un escudo de ondas sísmicas con intención de protegernos. Una vez
traspasada la puerta, nos dispersamos por la gran habitación del emperador.
- ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien!, ¿Qué tenemos aquí?- se oyó a una voz decir.
Esa voz correspondía al emperador Ad'ak.
Todos nos paramos a contemplar la habitación y ver en que situación nos
encontrábamos.
La habitación tenia varias plantas de altura, Ad'ak estaba en su trono, que
estaba al fondo de la sala, y a los pies del trono pudimos ver lo que
quedaba del otro grupo de asalto. Estaban todos derrotados, estaban
inconscientes si no muertos. El brazo de Boak estaba destrozado, parecía
aplastado y quemado a la vez.
- ¡Tal vez tengáis más suerte que vuestros compañeros de clase! ¡Ja, Ja,
Ja! -dijo Ad'ak riéndose.
En ese momento se cerró de golpe la puerta por la que habíamos entrado.
-¡¡Replegaos!!-gritó Cable.-¡Vamos!
Todos nos juntamos.
-¿Cómo han podido hacerlo? ¿Quién ha podido?- dijo Ríctor. No tardamos mucho
en averiguarlo.
-¡Me aburro!, ¡Que comience el segundo round!- dijo Ad'ak- ¡A mí la Guardia
Imperial!
-¡Preparados!- dijo Cable.
En ese momento apareció la Guardia Imperial Shi'ar. Cuatro seres de lo más
variado, que nunca habíamos visto antes.
- ¡Dejadme que os presente a vuestros ejecutores! - dijo entre risas Ad'ak.
- ¡Cielo Negro!- dijo Ad'ak a la vez que una belleza rubia con un traje
negro lleno de brillos color plata se elevaba del suelo y una vez encima
nuestra lanzó un rayo de luz negra hacia nosotros.
- ¡Rictor, toda tuya! - ordenó Cable. Dicho esto Rictor lanzó una descarga
de ondas sísmicas que quebró el rayo de luz negra como si fuera cristal.
- ¡Disco!- gritó Ad'ak. Esta vez el que avanzó hacia nosotros subido en un
disco rojo fue un chico delgado y con melena roja, que llevaba un traje
rojo. Una vez cerca lanzó un disco pequeño color rojo que alcanzó a Dominó.
En ese momento se disparó el arma que tenía Dominó en la mano y le dio en la
pierna.
-¡Demonios!- se ha disparado sola- dijo Dominó tapándose la pierna con un
pedazo de tela de su manga.
-¡Dúctil!- continuó vociferando Ad'ak. Este nuevo ataque vino de un tipo que
parecía una pompa de jabón, color verde, era translucido. Se acercó a
nosotros pero su objetivo era claro, ¡Yo!.
-¡Atención Sendero!- dijo Cable.
Al ver que se acercaba a mí le lancé un golpe al centro de su "pomposo"
cuerpo, pero lo único que hice fue atravesarle y permitirle ponerse en mi
cabeza, y dejarme sin respiración. Me desmayé. Veía lo que pasaba entre
niebla, no sentía nada.
- ¡Ojancano!- gritó desgañitándose Ad'ak. En ese momento comenzó su
embestida el cuarto miembro de la Guardia Imperial que se había quedado para
proteger al Emperador. Era un ser humanoide, era bajo lleno de pelo y tenía
un solo ojo en la frente. Su ataque fue directo y fuerte.
- ¡Viene por mí!- dijo Caliban, resaltando como siempre lo obvio.
El Ojancano lanzó un golpe a Caliban que le dejó en el suelo sin aire .
A partir del momento se produjo un ataque conjunto de la Guardia Imperial.
Dúctil se lanzó a por Cable, envolviéndole por completo, o intentándolo,
porque Cable no le dejaba envolverle, le mantenía alejado con su
telekinesis.
El Ojancano continuaba dándose golpes con Caliban, que recuperado del primer
ataque parecía estar muy igualado en fuerza con él.
Dominó levantó su pistola y apuntó a Disco, pero éste le lanzó otro de sus
discos rojos. Dominó oyó un *Beep Beep* familiar.
- ¡Atención todos se me ha activado una granada de plasma! -gritó Dominó.
Antes de terminar la frase ya había lanzado la granada con todas sus
fuerzas. La granada dio contra una de las paredes de la sala y explotó,
dejando un boquete en uno de los lados.
Rictor continuaba lanzando rayos de plasma a Cielo Negro, pero ésta se
limitaba a esquivarlos y lanzar al grupo nuevas descargas de luz negra.
La batalla estaba muy igualada, no se podía ver claro quien iba ganando. El
único que disfrutaba era Ad'ak, que sentado en su trono no perdía ojo de lo
que pasaba.
- ¡Esto no es normal! ¡Estos matados no pueden haber acabado con Boak, era
demasiado duro para ellos! - dijo gritando Dominó a Cable.
- ¡Ya me he dado cuenta! - le contestó Cable. - ¡Esto ha durado demasiado!-
continuó Cable- ¡Atención grupo! ¡Cambio de pareja! ¡Rictor-Ductil!
¡Dominó-Cielo Negro! ¡Caliban-Disco! ¡Yo me encargo de Ojancano! ¡Cuidado
con Sendero!
Yo seguía viéndolo todo nublado, no podía ni moverme, estaba impotente. Fue
una batalla grandiosa. El cambio en las tornas fue inmediato, la batalla
continuó unos pocos minutos más.
Rictor se mantuvo a distancia de Dúctil, comenzó a crear ondas sísmicas
centradas en su cuerpo gelatinoso y comenzó a hacerlo vibrar. Dúctil comenzó
a estirarse para soportar las ondas sísmicas, hasta que no pudo más y
explotó, dejando toda la sala llena de mucosidad verde.
Dominó se acercó a Cielo Negro y cuando vió que sus manos comenzaban a
brillar con luz negra le lanzó una bala bengala, que hizo estallar la
energía negra en sus manos, cayendo al suelo gritando de dolor.
Caliban lo tuvo fácil, se acercó a Disco, que estaba ya presa del pánico,
viendo el destino de sus compañeros. Disco le lanzó un disco rojo a Caliban.
En ese momento se cayó una de las burbujas de energía luminosa con que se
iluminaba la sala, y le dio en la cabeza. Caliban sonrió, siguio avanzando y
con un solo golpe dejo inconsciente a Disco.
Cable había estado observando la batalla, envolviéndome a mí en un capullo
de energía telekinetica y sujetando al mismo tiempo a Ojancano. Cuando vio
que la batalla tocaba a su fin deshizo mi campo de protección y lanzó un
ataque psíquico contra Ojancano, el cual cayó al suelo inconsciente.
En ese momento me recuperé totalmente, y pude ver la siguiente sorpresa que
nos guardaba Ad'ak.
Nos reagrupamos, íbamos a lanzarnos contra Ad'ak cuando delante nuestro cayó
un rayo enorme,quemando toda la zona.
- ¿Tormenta?- dijo sorprendido Caliban.
- ¡No en este tiempo! - contestó Cable.
- Creo que este si será un gran problema- dijo Dominó.
- ¡Venido del pasado y del futuro...! - dijo Ad'ak con una sonrisa en la
boca.
No estábamos preparados para nuestro siguiente contrincante.
- ¡El líder de la Guardia Imperial, y mi protector personal...! !THOR!-
gritó efusivamente Ad'ak
Cayó otro rayo, se oyeron dos detonaciones y después de aclararse el humo
teníamos enfrente nuestro a Thor, o lo que quedaba de él en ese tiempo.
Tenía el pelo a parches, como si se hubieran arrancado, sus ojos permanecían
en blanco, era incapaz de hablar, solo profería gruñidos, y todos pudimos
ver un hilillo de baba cayendo de su boca. Lo que también pudimos ver todos
fue un disco metálico en su nuca.
- ¡Lleva un disco de control puesto!-dijo Dominó-¡No penséis en el como el
Thor de nuestra época!
Por desgracia Mjolnir seguía en su poder. Nos lanzó un nuevo rayo que nos
hizo caer al suelo. Olía a quemado por todas partes y el humo llenaba la
sala. Comenzamos a levantarnos, estábamos un poco desesperanzados, después
de todo acabábamos de salir de una batalla.
- Ya sabemos quién le hizo esto a Boak- dijo sarcásticamente Dominó.
Nos estábamos preparando para la batalla cuando oímos una voz débil que
decía: "Esto debe terminar". Hubo un destello y Thor desapareció.
Cable se dirigió corriendo hacia Once, que dijo:- "Lo he mandado al polo
norte, tardará en volver, puede que incluso el frío destruya el disco de
control". Una vez dicho esto cayó, esta vez para siempre.
Cable se levantó y se lanzó hacia el trono corriendo, pero se paró en seco.
El trono estaba ocupado por el cuerpo sin vida de Ad'ak. Tenía la cabeza
reventada.
- La suerte ha estado de nuestro lado, debe haberle alcanzado metralla
durante la batalla- dijo Dominó.
Cable transmite una señal y la nave es ocupada por las fuerzas rebeldes.
Estábamos recomponiéndonos de la sorpresa cuando apareció Blaquesmith.
Dominó no lo dudó, se lanzó contra el. - ¿En qué estabas pensando cuando nos
metiste en medio de una batalla?- dijo sacando un nuevo arma.
- ¡Basta!- gritó Cable.
Los dos se tranquilizaron.
Blaquesmith dijo a Cable- "Habéis ganado la batalla, pero la guerra
continúa, debéis ir a Europa".
- ¡No!- contesta Cable-¡Ellos no!- dijo señalándonos- ¡Solo Dominó!
Dominó miró a Cable y le dijo:- Mi lugar y mi vida están en otro tiempo, no
me puedo quedar, lo siento.
Su semblante era serio, pero Dominó no lloró, no sabia.
Cable la miró y dijo:- Este es mi lugar y mi tiempo, me debo a esta causa.
Diciendo esto nos despedimos de él, Blaquesmith nos devolvió a la mansión.
- No he podido dormir, no soy cobarde, mi pueblo es valeroso, pero no quiero
morir sin dejar un legado al mundo, que perdure mi estirpe en el tiempo.
Tener una mujer y... perdona Dani, pero ¿qué es eso verde que tienes en la
cara?
Dani al principio se extrañó, pero de pronto recordó su crema
"mataespinillas", su cara hinchada... "Nooo"- gritó Dani subiendo corriendo
las escaleras hacia el cuarto de baño.
En el camino se cruzó con Rictor que entró en la cocina y se encontró a
Sendero llorando de la risa.
-¿Qué pasa?- dijo.
En ese momento sonó el timbre, Rictor abrió la puerta.
- ¡Holaaa! -dijo Rictor, y es que en la puerta estaba Sally Blevins, alias
Desliza.
Mientras esto sucedía una persona en una sala hecha de rocas, con habito de
monja y un velo cubriéndole la cara observaba una especie de cristal. En él
pudo observar lo que desencadenó su ayuda a Cable. Entre otras cosas pudo
ver la marcha de Fuerza-X, teleportados por Blaquesmith. Tambien pudo ver
como éste teleportaba a Cable al campamento base. Lo que más la llamó la
atención fue lo que pasó cuando se quedó solo en la sala esperando al equipo
que se encargara de la Guardia Imperial y del cuerpo del emperador.
- Nos has sido de gran ayuda - dijo Blaquesmith. - Te debemos mucho -
continuó.
En ese momento de detrás del trono apareció Cazador de Cabelleras, que no
dudó en disparar a Blaquesmith, pero este desvió las balas con la mirada.
- Entrar por el agujero que dejó la bomba de Dominó fue muy inteligente. Que
disparases al Emperador no fue muy ético pero sí util, no sé porque lo
hiciste, pero gracias -continuó Blaquesmith.
Diciendo esto teleportó a Cazador de Cabelleras a su tiempo.
En su rocosa habitación, una mujer sonrió debajo de un velo.
ARMA JOVEN
¡Hola!
Aunque parezca mentira (no, no voy a cantar a ese grupo de lozanas que
amenizan nuestros oidos con sus bellas melodias), hemos vuelto... ¡¡¡y no
han pasado seis meses!!! Parece que esto de los "negros" funciona, jejeje...
Bien, pasemos a las cartas...
Ben Reilly, guionista de Spider-Man, y próximamente de otras series como
Hombre-X o Resistencia Mutante, se alegra de que nos hayamos deshecho de
Estrella Rota, que parece que no le cae bien... ¿problemas de homofobia? Si
ni siquiera es gay, leches, jejeje
Y si, el número es quizás un poco precipitado, pero la verdad es que
queremos acabar esta etapa cuanto antes, y quizás nos estemos dando
demasiada prisa...
En fin, ya nos dirás qué te parece éste...
Dob, el extraño escritor de la extraña serie del extraño Motorista Fantasma,
también nos escribe, y nos dice que lo mejor del número en su opinión es la
explicación del origen de Estrella Rota (el mérito es en gran parte del
Doctor Cómic, que a mi me duele la cabeza cuando pienso esas cosas), pero se
queja de que nos hayamos cargado a Mojo... bien, ten en cuenta que éste era
Mojo V... el que nosotros conocemos y queremos es el Mojo I (sí, ese que se
cargó Jim Lee)... y que en Bebes-X tenemos a Mojo III en danza... creo que
son demasiados Mojos... que esto no es MojoTopia aun...
Bien, ya está todo por este número. Nos vemos en el siguiente.
¡Hasta la próxima, corazones!
¡X-Forzados saludos!