"A veces pienso que estoy solo viendo una película, cualquier cosa que me haga ver las cosas con perspectiva, soportando..."

Los pensamientos pertenecen a Sangre Azul, quien mira desde un rincón escondido...

- ¡¡Pet!! ¿a dónde me llevas?

- Tranquila, sígueme y te juro que lo pasarás como nunca.

- Jamás pensé que fueras un morboso, Pet.

- Pero cariño, si sólo me conoces desde hace unas horas.

- Si, pero siento que te conozco de toda la vida - abraza a Pet y lo besa. - Venga, subamos.

Los pierdo de vista, suben por las escaleras y al poco un grito hiela la noche. El sonido del grito rebota en todos los rincones del puerto y dentro de mí. Me acerco, miro, el horror entra dentro de mí, dejándome helado por dentro y por fuera.

- Sé que eres tu, Romanoff. ¡¡¡Despierta!!! (en ruso)

- ¿Dónde estás? Sal de donde estés. ( seguimos en ruso)

Veo como la golpea una y otra vez. Miro sus ojos... está muerta... le ha abierto la cabeza, agarra la cabeza con las manos y vuelve a repetir lo anterior. Coge un cuchillo, pasándolo por la piel fría de la chica, la sangre brota y comienza a inundarlo todo. Se vuelve loco, arranca las vísceras una a una, las esparce alrededor, le corta el pelo, ya dentro de un rito establecido. Poco más tarde se marcha, mis manos se crispan, aun siento un mareo interno. Me siento y comienzo a llorar por mi propia impotencia, preso de mi propio juramento. Sigo llorando. Algo tengo que hacer.

El asesino se sumerge en sus propias paranoias mientras vuelve a casa...

"Otra más y no aparece. ¿A cuántas voy a tener que matar más? Sé que estás ahí, Romanoff, no escaparás a tu destino, como no lo hizo tu maldita estirpe."

Está ya en casa. Se ducha, comienza a limpiarse lenta y pausadamente, como si el agua limpiara sus pecados. Sale de la ducha, se acuesta y el sueño irrumpe en su mente...

Estoy otra vez en algún lugar de la estepa. No sé que hago aquí, yo nunca estuve allí, pero es tan real... Me acerco como un lobo a su presa, están allí, una familia con sus dos hijos. Llevo 2 días vigilando. Hay alguien más en la casa, ahora no la veo. Disparo, dos veces, dos blancos. Preparo dos balas más, pero súbitamente la oscuridad me envuelve otra vez...

Es de día en el Distrito 69 de la Cocina del Infierno.

- ¿Dónde esta Aniston? Llega tarde.

- No te preocupes, Watkins, ten en cuenta que no tenia donde dormir. Jeje. Además, la Viuda tampoco ha llegado.

Una puerta.

- ¿Hablabais de nosotros?

- ¿Jeff? ¿Dónde has encontrado a la Viuda?

- Por el camino, Kyle, por el camino.

- Ya.

- Bueno, dejémonos de insinuaciones, tenemos un trabajo que hacer. Como supongo que ya os habrán informado, me han hecho responsable de esta investigación, así que...

Otra puerta.

- Chicos, han encontrado a otra.

- Mierda. Rourke, avisa a la gente, desplaza al lugar, que no toquen nada, quiero revisar todo personalmente.

- Ok.

- Watkins, Je... Aniston, ¡vamos!

Estamos llegando al almacén. Me acerco poco a poco a otra escena dantesca. Preparo mi estómago mientras pienso en lo que hecho de menos a Galactus o alguno de esos... era más fácil...

- ¡Dios mío!

- Tranquila, Ascha.

- Hay que parar esto como sea.

- Tienes razón, Jeff, ¿pero dónde está el hilo que nos permita sacar la madeja? No aparece.

- Allí hay otro mensaje - dice Rourke.

Me acerco. La letra es enrevesada, cuesta algo más entenderla, traduzco, pienso, y un escalofrío me recorre el cuerpo. Recuerdos olvidados que poco a poco salen a la luz.

- ¿Qué dice, Viuda?

- Jeff, algo así. Pronto acabaré con tu maldecida estirpe, te encontraré, Romanova.

- Por tu cara, Viuda, diría que sabes algo.

- Si, Ascha, algo ilumina mi mente.

- ¿Algo que ver con tu famoso apellido?... Romanoff

- Si, Rourke, una herencia difícil de llevar en Rusia. Se cuenta que una vez aniquilados los últimos zares se propuso aniquilar totalmente el apellido Romanoff para evitar cualquier intento de vuelta, así que se creo una división que se ocuparía de la eliminación de la estirpe, poco a poco, sin levantar grandes sospechas, utilizando un único asesino para la gran tarea. Se eligió a uno de los asesinos del zar.

- Para ser un cuento te sabes muchos detalles, ¿no?

- Sí, Ascha.

- De todas maneras estamos hablando del primer cuarto del siglo veinte. Ha llovido un poco desde entonces. Dudo mucho que eso siga existiendo, a no ser que tengas alguna prueba, Viuda.

- Es lo bueno de ser espía, te acabas enterando de todo. Algo sé, pero en teoría se disolvió hace mucho.

- De resucitar cosas que estaban muertas los héroes sabéis un poco...

- Sí, Jeff, algo.

La Viuda se sumerge un segundo en sus propios pensamientos, cuando de nuevo observa que la están vigilando otra vez. Esta vez no va a dejar que se le escape...

- Pero Viuda, eso no resuelve una duda que tengo. ¿Eres una Romanoff? Por lo tanto... ¿Viuda?

- No está, Rourke, salió volando.

- Ya veo, Ascha.

- Creo que por eso me gusta tanto.

- No paras, Jeff, no paras.

- Carpe diem, Kyle.

- Venga, vamonos de aquí, chicos. Tenemos un informe que hacer.

Mientras Kyle y Ascha se adelantan, el sargento Constanza se acerca a Aniston...

- Chicos, esperad. Nuestro asesino ha cometido su primer y último error.

Apartamento de Kyle O'Rourke.

- Bien hecho, Noel.

- Tuvimos suerte de que el dueño lo confirmara, pero, ¿cómo pudo ser tan descuidado?

- Quizás sus propias ansias le estén empezando a traicionar, Kyle.

- Puede, Noel, el caso es que mañana pueden cambiar muchas cosas. Por cierto, empiezo a reunir rumores bastante fuertes sobre tu familia. Creo que los bajos fondos se están removiendo con los Constanza.

- ¡Deja en paz a mi familia, Kyle! Sabes perfectamente que ni yo quiero saber nada de ellos ni ellos de mí...

Kyle se acerca a Noel. Lo abraza. Lo besa...

- Lo sé, Noel, y también sabes lo que te quiero.

- Y yo, Kyle y yo...

Rusia. Un despacho remoto desordenado.

- ¡¡Anain!!

- General Okaiv, no le esperaba.

- Ya veo, Anain. ¿Qué sabe de la fuga?

- Está todo controlado, hay un agente de limpieza. Pronto acabará este feo asunto.

- Eso espero, por su propio bien, Anain.

Y con esto se marcha, dejando a Anain con sudores fríos.

Alrededores de la casa de la Viuda. Una figura en el tejado vigila la zona, mientras otra por detrás se acerca.

- No te muevas, Sangre Azul.

Sangre Azul se da la vuelta.

- ¡Qué sorpresa!

- Ya veo lo emocionado que estás. Verás, en estos momentos estás rodeado por varios agentes dispuestos a matarte a la mas mínima. Así que va siendo hora de que desembuches, y si no te he convencido con lo anterior, recuerda que soy la Viuda Negra, y como tal mi picadura es mortal.

- ¿Por donde quieres que empiece?

- ¿Por el principio? ¿Quién eres?

- Pertenezco a una organización encargada de proteger a la familia Romanoff, o lo que queda de ella. En este caso a ti. Vigilo al asesino para que no se te acerque.

- Un momento, ¿organización? Pues la verdad, viendo los resultados, no sois muy buenos. ¿Protegerme a mí? ¿Vigilar al asesino? ¿Y las otras chicas muertas? Y ya que estamos, ¿qué sabes del asesino?

- Del asesino poca cosa sé, que trabaja por la zona. En si no lo vigilo, sólo siento su sed de sangre. Forma parte de mi poder.

- ¿Y quien me garantiza que no eres el asesino?

- Porque sé cosas de ti, como lo de tus sobrinos, o debería decir tus...

- ¡Silencio! Además, todo el mundo sabe que no tengo sangre real.

- Oh, sí la tienes, Viuda, si la tienes.

Madrugada en casa de Ascha Watkins.

- Me gusta mucho tu pelo rojo, Ascha.

- Natascha.

- ¿Cómo?

- Natascha, Victor, me llamo así. Lo de Ascha es para acortar.

- Natascha.

- Si, así me llamo, mi ruso favorito. Gracias por la velada, Victor.

- Petr.

- ¿Cómo?

- Me llamo Petr de segundo nombre.

- Pues a su apartamento, estibador del puerto ruso de nombre Victor Petr...

- Sí... buenas noches, Natascha pelo rojo...

Negro sobre rojo

Hola, que tal. Espero que hayáis disfrutado del tercer episodio de la Viuda. Disculparme por la tardanza (mas de medio año), pero aquí está por fin y ya normalizado todo. De aquí a dos semanas los Power Pack atacarán también, jejeje. Como veis se están solucionando muchos de los misterios presentados, pero también se abren otros...

Así que os espero, a vosotros y a vuestras opiniones.

HAWKEYE@MIXMAIL.COM