LA TUMBA DE DRACULA VOL. 2 #1
Los inmortales
Guión: Mr. Multiplexor
Portada: Roberto Mata
Este número ha tenido la enorme suerte de ser leido y corregido por dos personas con la capacidad de crear terroríficas historias. Dob y Borja Suarez transformaron el número en lo que es ahora. Si éste tiene algún merito es en parte gracias a ellos. Aunque si contiene algún error es solo culpa mía (triste pero cierto). Podeis leer a estos dos increibles autores en las series Mtopicas de "Motorista Fantasma" y "Blade", respectivamente
Un mes antes del día.
El doctor Hoepker siempre ha sido una persona entusiasta, el coleccionismo
de manuscritos antiguos es tanto su trabajo de investigador como su pasión
mas intensa. Tiene corta estatura y algo de tripa aunque aún mantiene cierta
fortaleza física, más propia de la madurez que de la adolescencia. Su rostro
es pálido, como suele ocurrir con la mayoría de personas que pasan más
tiempo enfrente de las tenues luces de una lámpara que trabajando al aire
libre. Tiene una mujer ya mayor y dos hijos, el mayor de los cuales finalizó
hace medio año su proyecto de final de carrera en la escuela superior de
Arquitectura.
El doctor Hoepker ha amanecido hoy apoyado sobre su escritorio. Muchas veces
la emoción de encontrarse ante un manuscrito insólito le hace dormirse de
cansancio ante su mesa después de una noche en vela.
La secretaria, una mujer cuarentona llamada Rheins, decidió despertar al
profesor alrededor de las 8 de la mañana. No era la primera vez que le
enviaba a casa a dormir.
Sin embargo tras abrir la puerta y mirar de forma distraida hacía el lugar
donde se encontraba el profesor, sintió como si toda su vida se paralizara:
la sangre dejó de subir a su cabeza y su rostro se volvió lívido.
- Jesucristo, nuestro señor.
Sin poder dominar sus piernas cayó al suelo de rodillas; donde encontró la
cabeza decapitada del profesor Hoepker.
Dos noches antes del día.
Una mujer juguetea con su cabello nerviosamente. Lo tiene largo, rizado y
castaño. Realmente llamativo y bastante bello cuando te fijas en él
cuidadosamente. La chica tiene unos ojos preciosos, de un color tostado que
transmite mucha tranquilidad, pese a que el derecho está levemente más
rasgado que su equivalente izquierdo.
Quería finalizar su carrera y casarse con un novio formal (al igual que
tantas de sus amigas), aunque a veces hablaba de hacer alguna locura: algo
inesperado que rompiera su habitualmente mediocre vida.
Por desgracia "lo inesperado" decidió cambiar su vida.
Lleva una semana encerrada en el pequeño calabozo sucio y maloliente.
Su mente está hecha trizas y sus pensamientos no logran ser más que una
algarabía de retazos inconexos.
Juega compulsivamente con su pelo y lo enreda alrededor de sus dedos hasta
que se obliga a soltarlo cuando la circulación de éstos se corta. Sin ni
siquiera darse cuenta se ha hecho unas marcas en las mejillas y el cuello
con sus largas uñas.
Sus captores no le han dicho nada y únicamente recibe visitas de una chica
pequeña, morena, de pelo revuelto y vestido de colores brillantes. Sus
apariciones son tan extrañas que la cautiva a veces piensa que se podría
tratar de un producto de su ya desquiciada imaginación.
- Knock knock.
"¿Realmente he oido algo?" se pregunta la prisionera.
- ¿Acaso eres estúpida? Tienes que decir "¿quién es?"- dice la voz desde la
otra parte de la gruesa puerta de madera.
Le sigue un corto silencio. Finalmente nuestra protagonista cautiva se
decide a hablar:
- ¿Quién eres?
- Soy una niña mala- dice ella mientras entra en la celda. Al andar lanza
pequeñas patadas sobre los montones de paja. Hoy llevaba un vestido de una
sola pieza rojo clarito, casi rosa, con el dibujo de una enorme margarita de
pétalos azules en el centro.
- ¡No me hagas daño!
- ¿Cómo? ¡Yo nunca haría daño a nadie! Dime quién eres.
Tiernamente la niña mala abraza a su nueva amiga y le besa de una forma que
no logra tranquilizarla.
- No me hagas daño
- Shhhh... Shhhh... Tranquila, pequeña, eres un regalo excelente.
Hace aproximadamente ocho meses antes del día.
Lady Chamberlain viste de la manera clásica, como se solía hacer hace un
siglo, con atuendos bordados y joyas de intrincados diseños. Arrastra unos
largos faldones, y va cubierta desde el cuello hasta las muñecas con una
camisa de seda.
- ¿Querido?- inquiere con suave y delicada voz.
Avanza por el pasillo largo y estrecho de una biblioteca. El polvo se
acumula en lugares que nadie se ha preocupado de cuidar en los últimos
trescientos años. Apenas existe ninguna luz, salvo la lunar que entra por
unas pequeñas ventanas en el techo.
- ¿Querido? Nuestros hijos nos esperan a la cena.
Estanterías de libros perfectamente colocados se extienden hasta donde
alcanza la vista. La mayoría de ellos son terriblemente viejos.
- He dado instrucciones de que la comida no sea servida hasta que volvamos,
sería terriblemente maleducado retrasar el momento- afirma contundentemente,
algo contrariada.
Finalmente la dama encuentra una figura familiar de pie, totalmente absorta
ante una estantería.
- ¿Qué es lo que ocurre?
- Querida. He descubierto algo asombroso.
El olor de la sangre los atrae. Se retuercen intentando escapar de la
dimensión en la que se les retiene eternamente atormentados.
Las almas de aquellos que mueren libres de pecado viven para contemplar la
eterna gracia de Dios. Existen también aquellos que deben pasar por el
purgatorio y, finalmente, los que van a uno de los Infiernos existentes.
Pero...
¿Qué ocurre con la mente o parte incorpórea de un vampiro cuando éste muere?
Hay personas que los consideran menos que animales y por ello deducen que su
destino es simplemente desaparecer. Sin alma no hay más alla, argumentan.
Pero lo que no tienen en cuenta es, que pese a lo mucho que se ha
distorsionado el tema, los vampiros si que tienen alma: un alma corrupta y
mancillada. Un alma tan oscura que puede llegar a ser confundida incluso con
la ausencia de ésta.
Los vampiros tienen su propio lugar una vez que dejan de tener forma física.
Algunos como Dracula, han estado allí para luego volver al mundo de los
vivos, aunque en la mayoría de casos es una experiencia tan traumática que
el simple hecho de tener forma corpórea les hace olvidarla. Incluso a una
mente tan poderosa como la del señor de los vampiros.
Os describiré el Infierno de los Vampiros:
Es un lugar árido, como la mayoría de dimensiones infernales. Allí las almas
de los vampiros giran y giran enloquecidas por la falta de sangre. Imaginad
lo intenso del tormento de un vampiro cuando vive entre los vivos que le
obliga a hacer todo tipo de actos degenerados para saciar su sed de sangre.
Imaginad ese tormento amplificado en un mundo donde no sólo esa ansia no
puede ser satisfecha sino que además los vampiros no pueden "morir".
Millones y millones de almas en pena, emitiendo un sonido ensordecedor.
Y hay una persona que esta noche abrirá un portal desde su mundo al nuestro.
Nuestra anterior cautiva ha llegado a perder la noción del tiempo, no hay
nada capaz de indicarle cuantos días le han privado de libertad. Calcula que
serán aproximadamente cinco, pero no lo juraría. Todo ese tiempo sin hacer
nada, con la mente en blanco, parece haberse hecho eterno.
Oye un lejano sonido que le indica que pronto tendrá visita.
La puerta se abre.
- Hoy es el gran día, pelirroja ¿sabes que siempre me hizo ilusión tener tu
color de cabello?- dice una voz familiar-, no sabes la envidia que te tengo.
- ¿Qué vais a hacerme?
- Pregunta equivocada. Pero no te preocupes, no te mataremos- la chica
morena y menuda se había hecho unas trenzas para la ocasión.
- ¿No vais a hacerme daño?
- Algo sí que te dolerá. A algunas chicas les gusta y a otras les duele-
afirma hablando con experiencia-, pero si te mantienes callada, con un poco
de suerte no morirás. Sígueme.
Y una mujer conduce a la otra hasta una sala enteramente de marmol muy bien
iluminada. Allí las esperan tres personas, y sólo de un vistazo resulta
evidente que uno de los hombres es el amo y señor de los otros dos. Su
aspecto parece acercarse a la cuarentena, pero sin llegar a sobrepasarla.
Viste impecablemente, con un traje que sería más adecuado para un miembro de
la realeza inglesa de mitades de siglo que para un hombre de la actualidad.
Consulta su reloj de cuerda y lo cierra justo al entrar sus dos invitadas.
- Creo que podemos comenzar- ordena.
- Tumbate ahí- le dice la chica morena de aspecto juvenil a su acompañante-.
Dejame ver tus piernas.
Sin darle tiempo a reaccionar y a una velocidad inusitada le hace dos
precisos cortes en las pantorrillas. La prisionera al ser agredida se
intenta levantar bruscamente, pero sus piernas le fallan y cae al suelo.
- ¿Por que haces esto?- llora suplicante, ignorando el intenso dolor de sus
piernas.
- Recuerda lo que te dije- le avisa su atacante al mismo tiempo que con el
filo de su navaja le da otros tres cortes aleatorios.
La victima no puede evitar lanzar un grito de dolor cuando el puñal la
penetra consecutivamente en la mejilla, pecho y costado.
Nota como la sangre comienza a escapársele, y cae al suelo abrazándose los
riñones mientras intenta en vano despertar de esa pesadilla.
El hombre que parecía organizarlo todo empieza a pronunciar ciertas palabras
en un idioma que fonéticamente recuerda al alemán. Después de cuatro
minutos, un minúsculo punto de color grisaceo aparece justo encima de la
mujer que se desangraba.
- ¡Qué pequeño!
- Vulture si vuelves a interrumpir el ritual te colocaré junto a tu
agonizante amiga- dice Lord Chamberlain con una voz fria como el invierno-.
Y pese a ser pequeño servirá perfectamente para nuestro propósito.
De todos los presentes, la mencionada pelirroja es la única que esta
suficientemente cerca el punto para mirar a través de él, como si de una
cerradura se tratara. Lo que ve le hiela la sangre.
Frente al fuego de la chimenea los dos jovenes gemelos hijos de Lord
Chamberlain leen silenciosamente sus respectivas lecturas. El chico: el
periodico, y la niña: una novela antigua con los bordes gastados.
Se giran al unísono, espectantes, al oir llegar a su madre.
- Niños...
- Díganos, madre- responde su hija.
- Vuestro padre y yo hemos decidido que no tendréis que volver a vuestros
respectivos internados. Ya sois bastante mayores y queremos teneros cerca,
muy cerca de nosotros. Ha llegado el momento de que asumais aquello que
tanto tiempo hemos pospuesto. ¿Creéis que estaréis preparados?
- Seguro que estaremos a la altura de las espectativas- dice convencido el
hijo.
La sala de mármol es el escenario de uno de los acontecimientos más extraños
e inquietantes jamás ocurridos. Unos seres de niebla intentan salir
precipitadamente del mencionado agujero, se aproximan lenta y con gran
esfuerzo a la sangre de la mujer pelirroja, sólo para volver a ser
absorbidos por el mismo vórtice como si de un resorte se tratara.
Algunos se aproximan casi hasta tocar la sangre y otros por el contrario
vuelven al mundo en el que vivían nada mas salir de él. Cada intento se
producía en cuestión de instantes y ninguno llegaba a conseguirlo.
Lord Chamberlain parece estar decepcionado. Finalmente llega a soltar un
suspiro.
- Ninguno lo conseguirá. He sido un necio al intentarlo.
Pero entonces y como si sólo lo hiciera para desmentirle, uno de los
espectros comienza a aproximarse lenta pero constantemente al charco de
sangre. Aparece una sonrisa en el rostro del hechicero.
- Sí. Hazlo... Puedes lograrlo.
El espectro parece tener una fortaleza muy superior al resto de sus
congéneres, una voluntad inquebrantable. Casi está al borde de la sangre
cuando se produce otro hecho totalmente inexplicable. Una nueva forma
comienza a acercarse a la que iba en cabeza seguida de otras dos. Las tres
utilizan su substancia para empujar o intentar apartar de su camino a la
anterior.
- Imposible. ¿Qué está ocurriendo?- murmura sorprendido Chamberlain.
La lucha es brutal y emocionante, pero el hechicero que había convocado la
prueba deja de mostrar sorpresa para pasar a un enfado al ver que el portal
comienza a cerrarse sin que ninguna de las presencias haya conseguido llegar
a la sangre de la vida.
De nuevo el espiritu más fuerte le contradice, y consigue llegar finalmente
al lago tras un tremendo esfuerzo que arrastra con él a sus tres
contrincantes.
Al posarse encima de la charca de sangre las tres presencias se empapan de
ella y adquieren forma corpórea.
Para entonces la cautiva apenas está consciente por la perdida de sangre,
pero en su último suspiro cree reconocer frente a ella el rostro más
fascinante que jamás ha visto. Seguidamente nota un terrible dolor y placer
al sentir como justo antes de morir su garganta se desgarra.
Lord Chamberlain no puede creer el inexperado resultado de su pequeño
experimento.
Después de saciarse de la sangre de su joven víctima, el recien resucitado
rey de los vampiros levanta el brazo hacia el cielo, desafiando al mismisimo
Dios mientras que su voz retumba fuertemente en toda la estancia marmólea:
- ¡DRACULA VIVE!
Al lanzar una risa ronca y gutural todos los presentes se sienten
paralizados por el miedo. El vampiro parece recuperar el sentido de la
realidad y se gira hacía la persona que le había devuelto al mundo de los
vivos. Escrutándole cuidadosamente con sus terribles ojos de color carmesí,
mientras su mente intenta adivinar los motivos que le han impulsado a
cometer el terrible acto que acababa de condenar a miles de personas en el
futuro.
- ¿Quién eres?
- Lord... Lord Chamberlain- contesta el mismo, recuperado parte de su
aplomo.
- Un noble como yo- Dracula sonríe. Detrás suyo las tres figuras que le
habían acompañado en el viaje se retuercen en el lago de sangre, demasiado
debiles para levantarse. El rey de los vampiros parece percatarse por
primera vez de ellos y se gira para contemplarlos-. ¿Ellos?
Su rostro pasa de estar sorprendido para dar paso a una enorme sonrisa que
se forma lentamente en su cara como una melodía.
- ¡Ellos!- exclama.
Seguidamente comienza a reirse a mandíbula batiente. Los dos ayudantes de
Lord Chamberlain y la mujer infantil de trenzas morenas dan un paso atrás
involuntariamente a causa del miedo.
Sólo el mismo anfitrión se atreve a dirigirse a su recién incorporado
invitado.
- ¿Los conoce?- pregunta.
Dracula se gira como si le sorprendiera su presencia y, mientras aún le mira
con hilaridad, responde con una enigmática sonrisa.
Unos minutos después, como si de dos viejos amigos se tratará, Lord
Chamberlain y Drácula caminan juntos por el pasillo que lleva a la mansión.
Una mujer se interpone en su camino.
- Os presento a mi esposa y madre de mis hijos, Lady Chamberlain- explica el
anfitrión.
- Es un placer- dice Drácula sensualmente mientras sonríe a la bella dama.
- Él es Lord Drácula.
- Resulta un orgullo tenerle de invitado. He preparado la cena pensando que
tendría hambre después de tan largo viaje.
- JA JA JA...- Drácula, sin animo de ser descortés, rompe en una sonora
carcajada-. Aunque honrado al ser invitado a semejante festín, he de
declinar el privilegio de participar en él.
- ¿Y a qué se debe esa negativa?- pregunta Lord Chamberlain.
- Los vampiros preferimos otro tipo de manjares diferentes a los que suelen
ingerir los humanos.
- Creame cuando le repito que somos más parecidos de lo que en principio
pudiera pensar. También cuando afirmo rotundamente que ésta es una cena en
la que cualquier vampiro desearía participar.
Dracula mira totalmente atónito a su anfitrión.
- Vosotros... ¿También sois...?
- Así es.
Dracula lanza otra carcajada, pero la interrumpe para decir:
- Ardo en deseos de conocer a sus hijos.
- Espero que resulten de su agrado- responde educadamente Lady Chamberlain
mientras le sirve un plato al invitado.
ENTERRADO A SEIS PIES DE PROFUNDIDAD
Saludos, mortales y bienvenidos al primer número de esta nueva y terrorífica
serie. Este pequeño relato que teneis entre vuestras manos me ha costado
horrores de escribir, y aun así no ha quedado tan bien como me hubiera
gustado que quedara. De hecho mi objetivo en esta serie era conseguir que
sintierais miedo de la oscuridad, pero dado lo dificil que me ha resultado
escribir terror me conformo con un ligero malestar.
Podría intentar volver a escribirlo de cero, pero me conozco lo suficiente
como para saber que no tengo capacidad y si lo intento lo más probable es
que lo acabe dejando.
Prefiero publicar este imperfecto número e intentarlo de nuevo en el
siguiente. Así al menos el lector podrá seguir como se desarrolla la
historia e incluso puede que le resulte curioso el ver mi progreso (si es
que este se produce).
Antes de marchar reiterar mi eterno agradecimiento a Borja Suarez y Dob, que
han conseguido hacerme aprender mas de lo que jamas hubiera pensado con sus
siempre acertadas críticas. Es toda una suerte tenerles en Marveltopia y
poder contar con ellos para leer sus números o que lean los tuyos.
Terrortópicos saludos.
Mr Multiplexor.