QUASAR #61
Adivina quién ha vuelto...
Guión: Doctor Cómic y Bergil
Portada: Quasar volando sobre la Tierra, y un cartel que dice: "¡Ha vuelto!"
En un lugar indeterminado de la Vía Láctea, a mitad de
camino entre su agujero negro central y el borde exterior, una
gigantesca forma semiesférica de color amarillo pareció
surgir de la nada. Si alguien hubiera estado observando y mirara con
atención, habría podido ver una forma humanoide, de una de
cuyas muñecas acababa de brotar la energía que
había originado la antena. Porque no otra cosa era la misma, sino
un gigantesco constructo de energía, sintonizado con las gemas
que adornaban las bandas que ceñían sus muñecas,
los emblemas que atestiguaban su calidad de Protector del Universo.
Porque todos los protectores del Universo, excepto uno, las
habían llevado1; y todos sus portadores, excepto tres,
habían sido protectores del Universo2.
- Bueno, ahí va otra. Con ésta hacen 575.
Ya sólo me faltan un par de millones para completar la red que
me permitirá monitorizar a escala cósmica las disrupciones
que supongan una amenaza para el Universo. Si el asunto de los Axi-tun
no me hubiera retrasado, convirtiéndome temporalmente en un proscrito
universal, ahora podría llevar esta tarea mucho más adelantada.
Quién sabe qué amenazas pueden estar teniendo lugar ahora
mismo, mientras yo no cumplo con mis deberes de Protector del Universo
como se espera de mí. - Súbitamente, una pulsación
de la banda derecha atrajo su atención -. ¿Qué
es eso? Parece que algo ha sido captado por la antena número...
¡UNO! ¡Ésa es la de la Tierra!
No puedo creerlo... ¡la firma energética de la Presencia
ha desaparecido! ¿Qué significará eso? Espera un
momento... podría "llamar" a mamá y preguntárselo.
Dicho y hecho. Actuando con el pensamiento, Wendell
Vaughn envió, a través de los años luz que le separaban
de la Tierra, una señal que cruzó el subespacio y activó
una esfera de energía. En Oskosh, Wisconsin, Lisa Vaughn se despertó
en mitad de la noche (su hijo no había tenido en cuenta que,
en el momento de llamar, en la Costa Este de los Estados Unidos la gente
podría estar durmiendo) al ver pulsar una luz ambarina por
debajo de la puerta de su cuarto de baño. Poniéndose la
bata, se dirigió hacia allí, y observó que lo que
habitualmente parecía un sencillo adorno esférico se encontraba
destellando. Al tocarlo (la esfera estaba programada de modo que
sólo se activase si era tocada por ella o por su hija), apareció
en ella el rostro de su hijo.
- ¿Wendell? ¿Eres tú?
- Sí, mamá -contestó Quasar-. "¿Quién
iba a ser, si no?" -, pensó.
- ¿Qué tal estás? Se te ve cansado, hijo
mío. ¿Comes lo suficiente?
- Sí, mamá, no te preocupes. Oye, te llamaba porque he
recibido una señal de la antena que dejé cerca de la
Tierra, que me indica que la firma energética de la Presencia ha
desaparecido. ¿Qué es lo que ha ocurrido?
- No puedo decirte gran cosa, hijo mío. Las noticias dicen que
algo ha ocurrido en una de esas repúblicas ex-soviéticas
de nombre impronunciable, pero no dan muchos datos, y ellos tampoco
aclaran la cosa. Parece que ha habido un enfrentamiento entre
superseres, pero no te puedo aclarar más.
- Gracias, mamá. De todos modos, todo esto me parece muy
extraño. Me mantendré vigilante -Quasar no quería
preocupar a su madre ni darle falsas esperanzas, pero cabía la
posibilidad de que Sergei hubiera muerto verdaderamente. Y, en tal caso,
su exilio forzoso de la Tierra habría concluido. Aunque como
Protector del Universo no podía circunscribirse a un planeta,
podría ver a sus familiares y amigos sin el temor constante de
ponerlos en peligro que supondría el que la Presencia descubriera
que Quasar seguía vivo.
Y la mejor manera de averiguarlo era acercarse a Titán y usar la
computadora planetaria, I.S.A.A.C., para rastrear la señal
energética de la Presencia. Lo que no dejaba de ofrecer sus
riesgos, puesto que, a tan corta distancia de la Tierra, también
Quasar corría el peligro de ser detectado.
Dicho y hecho. Aproximándose al plano planetario del sistema
solar de la Tierra por debajo, para intentar minimizar las posibilidades
de ser descubierto, Quasar llegó a Titán tres días
después. Allí fue calurosamente recibido, tanto por Mentor
como por su hijo Eros.
- ¡Quasar! ¡Querido muchacho! ¿Qué te trae por
Titán?
- ¡Quasi, colega! ¡Cuánto tiempo sin verte!3
¿Qué noticias traes de la Tierra?
- Mentor, Eros, creedme si os digo que es un placer volver a veros. Sin
embargo, mi visita no es en esta ocasión completamente
desinteresada. Precisamente por noticias de la Tierra vengo a
Titán. Tenéis que saber que no piso mi planeta desde hace
meses, puesto que otro humano, llamado la Presencia, me culpa de la
muerte de su hijo Vanguard, al que recluté para derrotar a los
Desafiadores -un grupo de bandidos espaciales- cuando éstos
secuestraron a Kayla Ballantine, mi novia por aquel entonces4. En su
ansia de venganza, llegó a amenazar con matar a mi familia, por
lo que tuve que fingir que me asesinaba y desaparecer de la Tierra5.
No he vuelto a pisar mi planeta desde entonces, ni siquiera cuando
estuvo a punto de ser destruido por las maquinaciones de Votan el
Axi-tun6. Me he dedicado más a mi tarea de Protector del
Universo, colocando antenas para monitorizar el espacio y estar al tanto
de posibles amenazas. Precisamente recibí hace poco una
señal de la que vigila la Tierra, indicándome que la firma
energética de la Presencia había desaparecido de repente.
Si I.S.A.A.C. pudiera aclararme qué es lo que ha pasado, me
sería de gran ayuda.
- ¡Cómo no! - respondió Mentor. El anciano
Titán se había conmovido con la historia de Quasar y
deseaba ayudarle de todo corazón-. Ahora mismo vamos a la sala de
control de I.S.A.A.C., y le pediremos que te ayude.
Una vez en la cámara, Quasar le explicó la
situación al gigantesco ordenador.
- Entonces... ¿has entendido lo que quisiera que hagas?
- Por supuesto. Sin embargo, no puedo hacerlo.
- ¿Por qué? ¿Excede tus capacidades? ¿No
puedes rastrear una firma energética individual a esta distancia?
- En absoluto. La distancia no es ningún problema. Pero, aunque
me has descrito los poderes del ser llamado la Presencia con gran
detalle, eso no me basta. Necesitaría una manifestación de
su energía para saber qué he de rastrear.
- ¡Uf, I.S.A.A.C., vaya susto que me has pegado! Si ése es
todo el problema, no te preocupes -como muchos otros seres, Quasar
olvidaba a veces que I.S.A.A.C. era una máquina, y le
atribuía sentimientos-. Mis bandas pueden reproducir cualquier
tipo de energía con la que hayan entrado en contacto.
¿Cómo quieres que emita la energía?
- Bastará con que dirijas un rayo hacia el sensor que se
encuentra debajo y a la izquierda, según tu posición, de
mi pantalla principal.
- Muy bien -. Quasar se concentró, enviando a sus bandas la orden
de recuperar y enviar todas las energías percibidas que tuvieran
relación con Sergei-. ¡Ahí va! - y un fino rayo de
energía surgió de su muñeca derecha, impactando en
el centro del sensor indicado por I.S.A.A.C.-. ¿Cuánto
crees que tardarás?
- Es difícil precisarlo. En cualquier caso, tan pronto como tenga
un resultado definitivo os avisaré.
- Sí claro... perdona, es que esto es muy importante para
mí.
- Por supuesto.
A continuación, los tres seres que podían hacerlo
abandonaron la sala.
- Bueno, Wendell, ¿qué es lo que piensas hacer?
- La verdad es que no lo sé, Eros -, respondió el
terrestre mientras ambos héroes paseaban por una de las amplias
avenidas que existían en el interior de la luna de Saturno-. Todo
dependerá del resultado del sondeo de I.S.A.A.C. Si me confirma
que la Presencia ha muerto, eso significará que puedo volver a la
Tierra sin peligro para mi familia. Por otra parte, mi tarea de
Protector del Universo no me permite afincarme en un planeta. He de
estar patrullando constantemente, no puedo bajar la guardia ni un
instante para que no pase con Época lo que ocurrió con
Eón7. ¿Qué clase de protector sería, si
no?
- Claro, claro... -respondió Eros. La verdad es que el
Titán encontraba un poco abrumadora la sensación de
responsabilidad que se desprendía de las palabras del vengador
cósmico. Aunque había madurado, Eros seguía siendo,
por temperamento, un trotamundos, siempre en busca de aventuras con las
que distraerse. Su estancia en Titán comenzaba a aburrirle, y
sentía de nuevo aquella comezón que le impulsaba a surcar
las estrellas y que hizo que se uniera a los Héroes Más
Poderosos de la Tierra8.
- Eres más transparente de lo que te gusta aparentar, Eros.
Aunque comprendes lo que digo, no compartes mis sentimiento. ¿No
es así?
- No es eso, es que...
De repente, Eros se vio interrumpido por una atronadora voz de bajo:
- ¡Saludos, Quasar! Estoy contento de verte. ¿Qué es
lo que te ha traído a Titán?
"Uf, salvado por la campana", pensó, mientras
el gigante de piel verde conocido como Drax el Destructor se acercaba
a ellos.
- Saludos, Drax, pero...
- ¿Cómo es que ya no soy tonto? No, no te preocupes, tu
cara lo dice todo -. Quasar había puesto una cara de gran
extrañeza al no oír al ser que contenía el
espíritu de Arthur Douglas hablar de sí mismo en tercera
persona.- Mi hija9 decidió reparar el mal que me causó
al matarme10 y me devolvió la inteligencia11. Ahora estoy
reacostumbrándome a pensar, antes de partir a buscar a Thanos12.
- Quasar -la metálica voz de I.S.A.A.C. resonó en el
aire-, si eres tan amable de venir, te mostraré los resultados
del examen.
- En fin, Drax, ha sido un placer volver a verte. Me alegro de tu
recuperación y te deseo suerte en tu búsqueda - y, sin
más, Quasar salió disparado.
- Discúlpale, Drax -explicó Eros-, pero es que la
información que tiene I.S.A.A.C. es muy importante para
él. Sabes que generalmente es un modelo de educación y
cortesía.
- No te preocupes, Eros, lo comprendo y le disculpo. Ve con él,
que ya veo que te mueres de ganas.
- Bueno, I.S.A.A.C., ¿qué es lo que has descubierto?
-Quasar ardía de impaciencia, y los nervios le traicionaban
aunque Mentor y Eros estuviesen tras él-. ¿Qué ha
ocurrido con la Presencia?
- Bien, la energía que me proporcionaste se está
desvaneciendo. Conociendo el período de vida media de la
radiación emitida por la Presencia y extrapolando los resultados,
podemos concluir que dicha energía dejó de emitirse hace
ciento nueve horas terrestres, quince minutos y... diecisiete segundos.
- ¿Es decir?
- Es decir, que puesto que la emisión de la citada
radiación es un fenómeno inseparable e inevitable de los
poderes de la Presencia, puede colegirse que, o bien el sujeto llamado
Sergei ha perdido dichos poderes, o bien ha fallecido.
- ¿Eso es todo?
- No, todavía hay más. Rastreando el espectro
electromagnético de la Tierra, he recogido las emisiones de
vuestras estaciones de radio y televisión, así como las
comunicaciones entre ordenadores. El resultado es que parece fuera de
toda duda que la llamada Presencia ha muerto.
- ¿Cómo ocurrió?
- Refundiendo todos los datos que he recogido, lo que
sucedió fue más o menos lo siguiente: enfurecido por la
desaparición de su país, la llamada "Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas", y por lo que él
consideraba la claudicación del orgullo nacional de su país,
el individuo llamado "La Presencia" atacó la base espacial
rusa de Baikonur, a la que acusaba de colaboracionismo con los intereses
capitalistas por permitir la presencia de occidentales en la estación
espacial MIR. La situación llegó a ponerse tan tensa que
los rusos, desesperados, llegaron a pensar en utilizar un misil nuclear
para detenerle. Sin embargo, fue el Protectorado del Pueblo quienes
le detuvieron. Enfrentado a ellos, la Presencia sobrecargó sus
poderes más allá del límite que su cuerpo toleraba,
y se provocó un colapso que acabó con su vida.
- Bien I.S.A.A.C., muchas gracias. Y a vosotros, Mentor y Eros, hasta la
vista. Marcho a mi planeta a saludar a mi familia.
- No tan rápido, Quasi. Mientras venía hacia aquí
he recibido una llamada por mi credencial de vengador. Se nos convoca a
una reunión en la Mansión de los Vengadores, así
que me voy contigo a la Tierra. De todos modos, ya me estaba aburriendo
aquí... No te lo tomes a mal, padre.
- No te preocupes, hijo mío. Vuelve cuando puedas. Y tú,
Quasar, sabes que aquí siempre te recibiremos bien.
- Gracias, Mentor, hasta la vista.
Cuando Quasar y Eros llegaron a la Mansión de los Vengadores, se
encontraron en primer lugar a Thor, la Bestia y el Capitán
América, que parecían estar repasando la lista de los
miembros del grupo13.
- Eh, sí, Steve, sigamos con esto. ¿Quién toca
ahora?
- Mmm, los Guardianes de la Galaxia no, son inaccesibles. Supongo que
Starfox, que no ha veni...
- ¿He oído mi nombre? -dijo una voz repentinamente.
El trío de Vengadores miro asombrado para ver que, de repente,
Eros de Titán había aparecido en la Sala de
Reunión. Pero lo más sorprendente, para ellos, fue que
viniera acompañado por el vengador cósmico.
- ¿Quasar? ¿Cómo puede ser? ¡Estabas muerto!
-preguntó el aún asombrado Capitán América.
- Es una larga historia -contestó Wendell.
- Bueno, tendremos tiempo de sobra una vez terminemos con esto. Pero lo
importante es que hayas vuelto -dijo alegre el Capitán.
- Ya sabes lo que dicen, Vengador una vez, Vengador siempre. No
podíamos faltar a una fiesta -dijo Starfox sonriente como
siempre.
- ¿Qué hacíais? -preguntó Quasar.
- Actualizando los paraderos de los Vengadores -contestó el
Capi.- Bien, Quasar y Starfox están aquí. Pájaro
Burlón, Doctor Druida, Caballero Luna, Thunderstrike, Chaqueta
Amarilla II y Gilgamesh están muertos, me temo.
- ¿Gilgamesh muerto? -preguntó Eros asombrado.- Es
imposible, los Eternos no podemos morir. Tendré que investigar
eso...
- Oye, Capitán -interrumpió Quasar-. Cuando venía
para acá, he captado un residuo de energía que me era
totalmente desconocido. ¿Qué ha ocurrido?
- ¿No te has enterado? Perdona, se me olvidaba que has estado
"muerto". Resumiendo, una entidad llamada Onslaught, nacida a partir de
los peores instintos de Magneto y el Profesor Charles Xavier, estuvo a
punto de destruir a la raza humana. Unidos todos los héroes
logramos derrotarla, pero no sin bajas.
- ¿A qué te refieres?
- La Avispa y el Hombre de Hierro cayeron en la batalla.
- ¡Qué me dices! -exclamó Eros. No podía
creer que no volvería a ver a la diminuta Janet, siempre de buen
humor y cambiando de uniforme en cada aventura.
- Como lo oyes. Además, un mutante con poderes magnéticos,
un tal Joseph, también cayó. El precio fue terrible, pero
Dios sabe qué habría ocurrido en otras circunstancias14...
Mientras el Capitán América comunicaba la nueva
situación post-Onslaught a los héroes más poderosos
de la Tierra, Quasar y Eros se despedían.
- Bueno, Eros, voy a ir a ver a mi familia. Hace meses que no los veo.
- Lo comprendo, Quasar. Yo marcho a Olimpia a ver qué es todo ese
asunto de la muerte de Gilgamesh.
- Cuando termine, iré a verte. También echo de menos a
Makkari.
- Hasta la vista, pues.
- Hasta pronto.
- ¡Wendell! ¡Eros! ¡Esperad! -el Capitán
América les detuvo cuando se disponían a partir.
- ¿Sí, Capi? ¿Qué quieres?
- El Escuadrón Supremo acaba de llamar desde el Proyecto Pegaso.
Se disponen a regresar a su Tierra. Te lo digo porque sé que son
amigos tuyos, por si quieres despedirte.
- Gracias Capi. Parece que el saludo a mi madre tendrá que
esperar. ¿Vienes, Eros?
- Bueno, no creo que un poco de tiempo más me impida averiguar
qué ha ocurrido con Gilgamesh. Vamos allá.
Cuando aparecieron en el Proyecto Pegaso, Quasar provocó la misma
reacción de asombro:
- ¿¿¡¡Quasar!!?? Pero... pero... si estabas
muerto -dijo el asombrado Doctor Espectro.
- Parece que los rumores de mi muerte fueron exagerados. Y
también parece que he llegado justo a tiempo. ¿Os vais a
casa?
- Si la maquina de Espe funciona, lo intentaremos -dijo Alambre.
- Bueno, yo sólo había venido para deciros que estaba
vivo, pero el Capi me llamó diciendo que os ibais y se me
ocurrió darme prisa. Bueno, pues solo era eso, deciros
adiós. Que tengáis buen viaje -la emoción de ver
que sus buenos amigos volvían por fin a su mundo había
hecho que Quasar no narrara los hechos como exactamente habían
ocurrido, pero ¿qué más daba?
- Muchas gracias, Q. Ven a visitarnos algún día -dijo
Alondra.
- Lo intentaré. Adiós -dijo el Vengador Cósmico, y
se fue en un destello de luz como había venido, acompañado
de Starfox15.
-A propósito, Eros, ¿sabes cómo llegar hasta
Olimpia?
- Sí, Quasar. En una de mis primeras aventuras como vengador16
conocí a mis parientes terrestres, y aunque no por mi voluntad,
visité su ciudad.
- ¡Uf, menos mal! Yo nunca he estado en Olimpia, y nos
íbamos a ver en un brete si dependiéramos de mí
para llegar. Te diré lo que vamos a hacer: yo voy a hora a ver a
mi madre, y nos encontramos en Olimpia.
- ¿Y cómo piensas encontrar un sitio en el que nunca has
estado?
- Rastrearé la señal localizadora que emite tu credencial
de Vengador con mis bandas cuánticas.
- Muy bien Quasar. Hasta la vista, pues.
- Hasta luego.
Acelerando, Wendell Vaughn se dirigió hacia la casa de la
familia, en Oskosh. Aterrizando en un bosquecillo cercano, guardó
su uniforme en una de las gemas de sus bandas17 y vistió ropa
de calle, para no llamar la atención de los vecinos. A buen paso
se dirigió hacia su casa.
- ¡Hola, Wendell! ¿Dónde has estado? Hace mucho que
no se te ve por aquí.
- ¡Hola, señora Cranston! He estado de viaje.
- Ten cuidado, Wendell. Uno nunca sabe qué puede comer en esos
sitios del extranjero.
- Lo tendré, señora Cranston. Cuídese.
Sin más encuentros, Wendell entró en la casa.
- ¡Hola! ¿Hay alguien en casa!
- ¿Sí? ¿Quié...? ¡¡¡WENDELL!!!
Has vuelto a casa -y madre e hijo se fundieron en un abrazo.
- No por mucho tiempo, mamá -dijo Quasar cuando pudo hablar-. La
dura vida del esforzado protector del Universo, ya sabes... Sin ir
más lejos, ahora mismo tengo que marcharme a investigar una cosa.
Pasé sólo para confirmarte que la Presencia ha muerto, y
que, por lo tanto, podré venir con más frecuencia por la
Tierra.
- Bueno, hijo haz lo que debas. Cuídate y vuelve cuando puedas.
- Vale, mamá. Hasta pronto. -Saliendo de la casa por la parte de
atrás, Quasar despegó rápidamente para evitar ser
visto y ascendió -. Ahora es el momento de probar ese truco del
que hablan todos mis colegas voladores. Si me mantengo estático y
dejo que la Tierra gire debajo de mí, debería llegar
rápidamente a mi destino. ¡Probemos! -y,
concentrándose, Quasar pasó del dicho al hecho-.
¡Mecachis! ¡Cuanta agua hay ahí abajo! Subiré
un poco para coger perspectiva... ¡Demonios, no tuve en cuenta que
la rotación de la Tierra jugaría en mi contra!
¡Estoy en medio del Pacífico! Bueno, un anclaje un poco
más largo debería dejarme... ¡justo aquí, en
el Egeo! Ahora, a ver si sintonizo con la tarjeta de Eros...
¡sí, ahí está!
Dirigiéndose directamente a la fuente de la señal que
captaban sus bandas cuánticas, Quasar pasó en un instante
de lo que parecía la tranquila campiña griega a una ciudad
de arquitectura entre clásica y futurista.
- ¡Quasar! -le saludó Eros mientras se acercaba-.
¡Por fin has llegado! ¿Qué te retuvo? Bueno, no
importa -añadió de inmediato, sin darle tiempo a
responder-. Ven, te voy a presentar a estos primos lejanos míos:
ésta es Thena, la jefe de los Eternos terrestres. Este rubiales
es Ikaris...
- Si, ya nos conocemos18. Hola, Ikaris, ¿cómo te va?
- ...el chaval es Duende (no le pierdas de vista), el
negro de aquel extremo es Festos, el ingeniero de la ciudad, el desviante
es Karkas...
- ¿Un desviante? Pero yo creía que...
- ¿Todos los desviantes eran malvados? Las generalizaciones son
peligrosas, humano...
- ... y aquí está Gilgamesh. Vivito y coleando, como
puedes observar.
- Ya lo veo. ¿Qué es lo que ha ocurrido, Olvidado?
- No lo sé. Eros me ha dicho que una persona que creíais
ser yo murió hace poco19. Lo único que puedo suponer es
que se tratara de un ser de otra Tierra paralela. Y, desde luego, no de
un Eterno, porque como es bien sabido...
- ¡Los Eternos no pueden morir! -corearon Wendell y Eros.
- Eso.
- Oye, Eros, no veo por aquí a Makkari. ¿Es que no
está en Olimpia?
- Oh, sí, pero tiene un pequeño problema.
- ¿A qué te refieres?
- Creo que su amigo podrá explicártelo mejor que yo.
- ¿Quién? ¿Tú? -exclamó sorprendido,
cuando un hombre de cabello y barba intensamente rubios se le
acercó-. ¡El Alienígena Enterrado!
- Bueno, ese fue el nombre que di cuando nos conocimos20. Sigo sin
recordar mi nombre, pero ahora me hago llamar Avance Veloz. En cuanto a
tu amigo Makkari, él y yo participamos en un Maratón
Galáctico21. Ganó él, pero para hacerlo tuvo que
derribar las barreras mentales que limitaban su velocidad. Como
resultado, quedó atrapado en la hipervelocidad, y sólo los
seres superrápidos como yo podemos comunicarnos con él.
- Y ahora, ¿dónde está?
- A eso iba. Vinimos a Olimpia por si sus parientes podían hacer
algo para curarle, pero hace un par de días que no le he visto.
- ¿Qué dices? Espera un momento, y realizaré un
barrido con mis bandas... ¡Sí! Aunque débil, puedo
captar un rastro de teleportación. Tendré que aumentar la
intensidad del barrido... ¿qué es eso?
- ¿El qué? -preguntaron Avance y Eros al unísono.
- Hay una nave orbitando la Tierra. Cuando vinimos no la detecté
porque estaba camuflada, pero ahora, al seguir hasta su fuente el rastro
de la teleportación, he podido descubrirla. Creo que de
allí ha partido quien haya raptado a Makkari.
- Y a más gente -interrumpió Ikaris.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó Quasar.
- Los hijos de Thena han desaparecido. Y tenemos noticias de que
también lo han hecho varios desviantes de Lemuria...
- Esto es más grave de lo que parece. Iré a investigar.
- Te acompañaremos.
- No es conveniente, Ikaris. Es mejor que vaya yo sólo delante,
por si hay problemas, en vez de meternos todos juntos en la boca del
lobo.
- De acuerdo, Quasar. Como gustes.
Elevándose, Quasar llegó al cabo de pocos minutos ante una
gigantesca nave espacial que orbitaba la Tierra. De no haber sabido que
estaba allí, su sistema de camuflaje habría impedido que
la descubriera. Una compuerta se abrió, invitándole a
entrar. Quasar avanzó con precaución por el pasillo, hasta
que llegó a una espaciosa sala en cuyo centro había un
sillón de alto respaldo, y sentada en él una figura
humanoide.
- ¿Qué deseas, muchacho?
- ¿¡Tú!?
Por fin, Quasar comprendió la razón de las desapariciones.
Pues se hallaba en la nave del mayor acaparador de entes de todas clases
del Universo. Estaba en la nave del Primigenio llamado Taneleer Tivan.
Estaba ante el Coleccionista.
1.- El Capitán Marvel, por las razones expuestas en Quasar #
23-25.
2.- A saber: Richard Grayson, William Wesley y Maelstrom. En Quasar # 1,
1 y 22, respectivamente.
3.- Quasar y Eros no se ven desde Quasar # 59.
4.- En la saga Desafío Estelar.
5.- En Quasar # 60.
6.- En Starmasters # 1.
7.- El mentor cósmico de Quasar fue asesinado por Maelstrom en
Quasar # 23.
8.- Hace muuuuuucho, en Vengadores # 231.
9.- Heather Douglas, a.k.a. Dragón Lunar.
10.- Hace más todavía, en Vengadores # 220.
11.- En Poderes Cósmicos
Unlimited # 4 (inédito en España).
12.- Esto ocurre antes de lo narrado en Poderes Cósmicos # 3 a
5.
13.- No nos digas que todavía no te has leído Vengadores #
403.
14.- Nosotros sí lo
sabemos (pssst: Héroes Reborn). Pero eso es una realidad
alternativa, no el verdadero Universo MarvelTopía...
15.- ¿Tampoco has leído Escuadrón Supremo # 1?
16.- A partir de Vengadores # 246.
17.- Puede hacerlo desde Quasar # 18.
18.- Se conocieron en Quasar # 29
19.- En Vengadores # 391.
20.- En Quasar # 17
21.- Quasar # 58.
ZONA QUANTICA
Hola a todos, fieles lectores MarvelTopicos. Bienvenidos
al primer numero de esta nueva serie de MarvelTopia. Nos ha costado
un poco sacarlo (como habréis notado, ya que ha habido referencias
en otras series a este numero, antes siquiera de haberlo sacado),
pero aquí esta, y espero que os guste. Vamos a intentar seguir
el tono que Mark Gruenwald, alma-mater de la serie, y guionista de todos
los números excepto uno le dio. (Por si alguien no se ha dado
cuenta, soy un gran fan de Gru, como puede testificar que también
escriba Escuadrón Supremo, otro serie que también hizo
Gruenwald) Por otro lado, Bergil es un gran fan de las series cósmicas,
como pueden atestiguar su docena de números ya publicados de
Poderes Cósmicos. Haceros un favor y leedla, no solo es la serie
que mas veces sale al año en MarvelTopia, también es una
de las mejores.
Y ya esta bien por hoy. Os espero aquí el próximo numero.
No faltéis.