MarvelTopia
Marvel
 
 
 
Estela Plateada. Señor del Fuego. Legado. Sota de Corazones. Bill Rayos Beta. El Hombre Imposible. Poseedores de poderes sobrehumanos que han jurado preservar el status quo del Universo.
 
Poderes Cosmicos

PODERES COSMICOS VOL. 2 #36
¿Quién experimenta con el experimentador?
Guión: Bergil

-----

Portada: Dibujada por Ángel Medina. Un plano picado sobre los tres antiguos miembros del Enclave, que adoptan una posición defensiva mientras la sombra de una cabeza se cierne sobre ellos.

-----

Resumen de lo anterior: Alarmados por el aumento de la entropía que percibían en el Universo, los tres antiguos miembros del Enclave se dirigían hacia la Tierra cuando fueron atrapados por una misteriosa entidad. Despertaron en lo que parecía un planeta desierto, pero se trataba de una ilusión, que vencieron concentrándose en hacerlo. Entonces...

-----

Shinsky, Morlack y Zota se miraron entre sí.

- Bueno, y ahora ¿qué hacemos? -dijo Morlack.

- Está claro, Maris -contestó Zota-. Nos vamos de aquí. Y cuando digo aquí, no me refiero exclusivamente a esta habitación. Me refiero a que recobremos nuestra perdida libertad y averigüemos quién o quiénes nos han hecho prisioneros... y por qué.

- Estoy de acuerdo, amigo mío -dijo Shinsky. Salgamos de una vez-. ¿Hacia dónde?

- Hacia allá -dijo Zota, señalando un punto frente a ellos-. Vamos -y despegaron. Esta vez no hubo necesidad de coordinarse por medio de la palabra: lo hicieron instintivamente.

-----

Repentinamente, un ser de varios metros de altura se irguió ante ellos. El tono general de su piel era morado, y en su rostro exhibía una frondosa barba, por encima de la cual refulgían dos ojos desprovistos de sentimientos. Los tres científicos retrocedieron hasta ponerse fuera de su alcance.

- Observad qué cosa mas curiosa -dijo Morlack-. En un radio de unos diez metros alrededor de ese ser, todo parece desarrollarse a un ritmo mucho más rápido que el natural. ¿Será algo inherente a este ser o, por el contrario, achacable a la aceleración de la entropía que observamos antes de ser capturados?

- Creo que no cabe ninguna duda, Maris -dijo Zota-. Debe ser algo propio de esta entidad.

- ¿Cómo estás tan seguro, Carlo? -preguntó Shinsky.

- Está claro. Si se tratara de algo provocado por la aceleración de la entropía, el fenómeno no se limitaría a este ser, sino que tendría unos efectos más generalizados, más amplios. Como no los tiene, podemos concluir que se trata de algo generado por esta entidad1.

- En ese caso, amigos míos, y aunque es indudable que las energías que nos transformaron2 nos concedieron un vigor que excede con mucho al natural de nuestra edad, sugiero que no pongamos a prueba los límites del mismo y nos alejemos de aquí -dijo Morlack.

- Pero... ¿y este ser? -preguntó Zota.

- ¿Qué? -replicó Shinsky.

- ¿No pudiera ser que esté prisionero? ¿No deberíamos liberarlo?

- Si bien por una parte tienes razón, Carlo, no sabemos en qué clase de mundo nos encontramos. Es posible que se trate de un mundo prisión, y que el ser que, no necesito recordártelo, se nos está acercando... que ese ser, digo, se trate de un peligroso criminal que esté encerrado pagando por abyectos crímenes. También es posible que nos encontremos en alguna clase de mundo-hospital, en el que confinen a seres como éste que, indudablemente, provocan un efecto en su entorno que altera el normal orden de las cosas. O, por último, puede ser que nos hayan recluido en alguna clase de zoológico cósmico, de museo de rarezas espaciales, en cuyo caso ni él ni nosotros deberíamos estar aquí . Pero es una posibilidad contra dos, y no me arriesgaré a dejar libre a un posible criminal.

- Comprendo tu punto de vista, Wladyslav, pero ¿pensarías lo mismo si la situación fuera la contraria?

- A decir verdad, Carlo, no lo sé. Lo que sí sé es que esta situación es la que tenemos que afrontar, y creo que lo que yo propongo es lo más sensato. Quizá no lo más humano, pero sí lo más prudente.

- Aun cuando comparto tus objeciones, Carlo -terció Morlack-, estoy de acuerdo con Wladyslav. Lo que él dice es lo más sensato.

- De acuerdo, Maris -cedió Zota-. No se hable más.

-----

Los tres amigos no dijeron una palabra más y emprendieron el vuelo. Sin solución de continuidad, los escenarios iban pasando uno tras otro. La diversidad de los seres que contemplaban les inclinó a pensar que, de las tres posibilidades que habían barajado, la de que se encontraran en un museo o zoo galáctico era la más probable.

- ¡Eh, amigos! -indicó Zota-. ¿Veis lo que yo?

- Si supiéramos en que dirección mirar, sin duda -contestó Morlack, zumbón, demostrando que no había perdido el buen humor-. ¿A qué te refieres?

- A aquel magnífico ejemplar de Ailurus fulgens que tenemos debajo de nosotros. ¡Qué tamaño más increíble!

- Sí, ya lo veo... pero me parece que te equivocas.

- ¿Qué quieres decir?

- Que no se trata, en ningún caso, de un Ailurus fulgens.

- ¿Qué es, entonces?

- Suponiendo que debamos remitirnos a las especies que pueblan la Tierra, yo diría que se trata de un espécimen hiperdesarrollado de Procyon lotor. Juraría, además, que la especie a la que pertenece este ejemplar, o al menos él mismo, ha debido desarrollar algún grado de inteligencia, como lo demuestra el hecho de que vista y porte lo que, a simple vista, yo diría que son armas.

- Carlo, me temo que Maris tiene razón -intervino Shinsky-. Lo que vemos me recuerda más a un mapache que a un panda menor. ¡Observad qué saltos pega! Un panda menor jamás podría brincar así sobre sus patas traseras...

-----

Los tres amigos siguieron atravesando escenarios. Tantos, que perdieron la cuenta. Hasta que, sin previo aviso, se encontraron ante una puertas gigantescas.

- El que ha construído estas puertas -dijo Zota- debe ser de un tamaño descomunal...

- ... o tener un ego de tamaño descomunal -concluyó Morlack.

- En cualquier caso -terció Shinsky-, debemos estar preparados para cualquier cosa. No sabemos qué puede esperarnos detrás de estas puertas.

- Bueno -dijo Morlack-, ¿y cómo entramos? ¿Llamamos al timbre, dondequiera que esté, o...?

- Bueno, a lo mejor es algo tan sencillo como empujar -sugirió Shinsky-. ¿Me ayudáis?

Los tres aplicaron sus manos a la pulida superficie de la puerta y empujaron simultáneamente. Ante su sorpresa, la puerta giró sobre sus goznes y se abrió en silencio, dejándoles ver una amplia sala repleta de monitores en una de sus paredes. Dichos monitores mostraban distintos escenarios, algunos de los cuales reconocieron los tres terrestres por haber pasado por ellos.

La luz que desprendían los monitores no bastaba para disipar la oscuridad de la sala. Sin embargo, permitía adivinar la forma de un ser antropomórfico, aunque de tamaño mucho mayor que un hombre terrestre normal, derribado sobre una mesa, al fondo.

Zota, Morlack y Shinsky levantaron vuelo y se acercaron con precaución a la caída figura. Tal precaución resultó innecesaria, pues el ser no se movió. Se encontraba comatoso, inconsciente o en un estado de sopor. Sin embargo, vivía: el pecho gigantesco subía y bajaba rítmicamente. Sin embargo, el distinguir con nitidez los rasgos de la figura de nada sirvió a los tres científicos. Nada les dijeron sus ropajes, rojos y verdes. Nada la poderosa cabeza, coronada por una espesa mata de pelo blanco. Nada los rasgos adustos de la cara, entre los que descollaba un enorme bigote de afiladas puntas. Parecía claro que aquel ser era el dueño, o al menos el vigilante, del mundo en el que se encontraban. Pero ¿qué... o quién... le había dejado en aquel estado?

De repente, los tres amigos experimentaron a la vez un estremecimiento, como si hubieran oído el eco de una risa siniestra...

-----

1.- Efectivamente, se trata de un efecto provocado por la presencia del ser. Se trata de Ego-Prime, un fragmento del planeta viviente desgajado del mismo por la exploradora rigeliana Tala Nile, en El poderoso Thor # 201 y siguientes. Esto debería daros una pista bastante clara acerca de dónde se encuentran los creadores de Kismet.

2.- En Vengadores # 262-263

-----

En el próximo número: No, no averiguaremos quién es el culpable del estado del Extraño. Para eso tendréis que esperar a que ataque la saga La caza de los Primigenios , una historia que ya tenía pensada desde antes de escribir Emociones Primarias. Así que ya podéis imaginar si hace tiempo. Esa saga culminará (o eso espero) en el número 50 de la serie, que espero poder hacer convenientemente largo. Y para comenzar la saga quedan, al menos, media docena de números, así que armaos de paciencia. En cuanto al tema del siguiente número, emplearé unos personajes y escenario que, al menos de momento, no han aparecido e esta serie (se admiten apuestas). Nos leemos.

-----

Antes que nada, señalar que lo de incluir al Mapache Cohete en este número es una especie de broma. Parece que el bicho se esfuerza es desmentir la presunción de inteligencia, porque cada vez que algún ser visita el planeta en cuestión, allí aparece impepinablemente nuestro prociónido amigo... aunque en la visita del héroe anterior hubiera sido liberado. A ver si va a ser como esos presos que, por haber pasado toda su vida entre rejas, en cuanto son puestos en libertad hacen todo lo que pueden por volver a prisión...

Este mes tenemos carta, de Fordcopp. Comenta que:

"Lo primero, gracias Santiago por el resumen del 34. En el primer número aprovechas para explicar lo que ha pasado con las Célibes y de paso que Ganímedes se entere. El numero es un largo tocho explicativo que reconocerás que puede parecer a priori un poco indigesto, pero has conseguido que no me pierda (¡milagro!) y que a mi por lo menos me ha servido para situar a un personaje que apenas conozco. Una duda que me queda ¿Cómo es que el padre de Thomas Raye es el Doc Horton? ¿Ese retcon es de la era marveltopica o ya se dijo en Marcel con anterioridad?"

No es que el padre de Thomas Raye sea el doctor Horton: es que Thomas Raye es una falsa identidad que adoptó el doctor Phineas T. Horton tras la Segunda Guerra Mundial, y con la que se casó con la madre de Frankie Raye, novia de la Antorcha Humana y -actualmente- heraldo de Galactus. Y el retcon es de Byrne, al comienzo de su etapa como autor completo de El mejor comic-book del mundo.

"En el segundo otra historia monográfica de los creadores de Warlock y Ella (Kismet), y como siguen capturados por quien sabe quien. El numero lo he visto como una "revisión" del mito de la caverna (Platón era?) pero que podías haber mejorado un poco el final que me ha parecido un poco soso."

Me agrada que veas tantas lecturas en mis historias. Desde luego, ponerme a revisar a los filósofos clásicos y sus concepciones del mundo es una tarea que me excede... lo cual no quiere decir que, subconscientemente (o inconscientemente o, más probablemente, aconscientemente) no estuviera influido por ellas.

"Mola la estructura de los números continuando las historias de los múltiples personajes de la serie e ir avanzando poco a poco. Esto solo funcionara con cierta regularidad a la hora de publicarlos."

Trabajando con una colección de grupo (aunque se trate de un grupo tan sui géneris como éste, en el que la mayoría de los miembros no se conocen entre sí, y que lo único que tienen en común es el escenario en el que transcurren sus historias), el ir haciendo avanzar poco a poco todas las tramas paralelamente -y provocar que coincidan en algún acontecimiento de peso, algo que hice en los números 10 a 12 de esta colección, y más todavía con Emociones Primarias- es la única manera de hacer que la situación de alguno de los personajes no quede en el olvido, para los lectores... y para mí. Estoy de acuerdo en que eso sólo funciona si hay regularidad a la hora de escribir los números, algo que, por desgracia, parece que no soy capaz de conseguir, a pesar de la gran acogida que obtengo con mis (escasas e irregulares) publicaciones.

En estos dos últimos números he preferido centrarme en los creadores de Adam Warlock y Kismet, porque creía que su situación era un cabo suelto que tenía que resolver.

"Esperemos que los proximos numeros estén dedicados a personajes que conozca un poco mas: Genis, Sota de Corazones, Nova..."

Hombre, de Nova hemos tenido apariciones recientes, y Sota de Corazones lo mismo. Y a Genis le dedicamos el primer anual de esta serie, así que...

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.