PODERES COSMICOS VOL. 2 #7
... más dura será la caída
Guión:
Bergil
Portada: Se ve una Nébula gigantesca de medio torso para arriba, con la boca abierta en una carcajada. En su puño derecho sostiene a Mentor (con cara de estar siendo estrujado) y a Drax (que se apoya con ambas manos en la de Nébula intentando escapar).
PRÓLOGO
La voz del Extraño reverberó en
las paredes de su laboratorio:
-¡Es imposible! Ni mi tecnología más
avanzada logra penetrar su piel. Debo seguir intentándolo...
RESUMEN DEL NÚMERO ANTERIOR
Decidida de una vez por todas a asumir la herencia
de su abuelo, Nébula emprendió viaje a Titán para
obtener un misterioso artefacto fabricado por Thanos. Apercibidos de su
presencia, Mentor y Drax -que se encuentra en la luna de Saturno tras la
aventura con el Extraño- intentaron detenerla. El titán fue
reducido por Nébula y Geatar; cuando Drax encuentró a Nébula,
descubrió que sostenía en sus manos un Nulificador Supremo.
PRIMERA PARTE: LOS CHICOS MALOS
-¡Estás perdido, Drax! ¡Toda
tu fuerza, tu tan cacareado poder, tu furia asesina, no te sirven de nada
en este momento!
Drax sopesó las opciones que tenía.
Por mucho que le molestara reconocerlo, si aquel aparato funcionaba como
se suponía que debía hacerlo, Nëbula tenía razón.
No podría huir a suficiente velocidad para escapar de la onda nulificadora,
y sólo pondría en peligro al resto de Titán; tampoco
podía, como habría sido su reacción tan sólo
unas semanas antes, cuando era una masa de músculos sin un cerebro
digno de tal nombre. Sólo podía encomendarse a una fuerza
superior (Dios, Cronos, el Destino) y esperar.
-Despídete de la existencia, Drax. Con
este artefacto en mis manos no eres nada. ¡Qué digo nada!
Con todos tus músculos, eres como un insecto frente a mí.
¡Adiós! -Nébula se concentró en Drax y activó
el Nulificador. Al instante, el Destructor desapareció de la sala,
como si nunca hubiera existido. -Y ahora tú, querido bisabuelo.
¡Otra cucaracha que desaparece! -Dicho y hecho. El caído cuerpo
de Mentor también se desvaneció en el aire.
De repente, Nébula estalló en carcajadas.
Pero no se trataba de una manifestación de alegría. La risotada,
que despertó extraños ecos en el antiguo laboratorio de Thanos,
hizo estremecerse a Geatar, a pesar de la lealtad que le inspiraba su capitana.
Porque cualquiera que escuchara aquella risa se echaría a temblar,
pues denotaba un estado de pura histeria: la persona que la emitía
se hallaba más allá de la línea que separaba cordura
y locura.
-¡Al fin soy suprema! ¡Ya nada podrá
detenerme! ¡Tengo en mis manos el arma definitiva!
De repente, un sonido metálico la distrajo
de sus ensoñaciones. La puerta del laboratorio acababa de cerrarse,
aparentemente por sí sola. Y aquélla era la única
entrada -y, por lo tanto, la única salida- que conocía Nébula,
merced al estudio de los datos almacenados en la Santuario II. Para empeorar
las cosas, no había trazas de picaporte visible, ni ningún
otro mecanismo que permitiera salir de la estancia. Estaban encerrados
con el arma definitiva en un laboratorio en las entrañas de Titán.
-¡Esto no me puede pasar a mí! ¡Un
plan trazado tan cuidadosamente no puede irse al garete por una puerta
cerrada! Dispara a la puerta, Geatar, y vámonos de aquí.
-Como ordenéis, Capitana -. Echándose
el fusil al hombro, Geatar lo graduó a la intensidad máxima
y apuntó, mientras retrocedía hacia el fondo del laboratorio.-
Retiraos, por favor.
Una vez que Nébula se halló a su
lado, Geatar apretó con suavidad el gatillo. El rayo de energía
surgió de la boca de su arma e hizo impacto en la puerta. El estallido
les deslumbró momentáneamente. Cuando pudieron volver a enfocar
la visión y el humo se disipó, pudieron ver con asombro que
la puerta no parecía tener un arañazo.
-Parece que mi abuelo sabía construir las puertas.
Apártate tú ahora, Geatar. Lo que ha eliminado a un eterno
y a Drax el Destructor no debería encontrar problemas en destruir
una simple puerta -. Concentrándose en la puerta, Nébula
apuntó con el objeto que sostenía en sus manos y lo activó.
Pero el efecto fue nulo: ni estallido, ni humo, ni nada-. ¿Qué?
¿Cómo es posible? Nada debería resistir el efecto
del Nulificador Supremo -. Cediendo a un frenesí de rabia, Nébula
arrojó lejos de sí el Nulificador y empezó a golpear
los ordenadores de la estancia. Su fuerza, incrementada por las prótesis
mecánicas que le habían sido injertadas por el doctor
Mandibus1, causó
estragos en la maquinaria.
-Capitana, deteneos -, intentó calmarla Geatar-. Así
no arreglaréis nada...
-Sí, Nébula, detente. Así no vas a arreglar nada,
y sólo empeoras tu situación.
Sorprendidos por la voz que acababan de escuchar, Nébula y Geatar
se giraron en redondo. Ante ellos se encontraba Drax, sin un arañazo,
como si nada le hubiera sucedido.
-¿Qué? ¡Es imposible! Te acabo de destruir con
el Nulificador. No deberías existir.
Tomando la vía de los hechos, Geatar apuntó y disparó
al pecho de Drax. Pero la bola de energía le atravesó sin
producirle efecto ninguno.
-Bueno, entonces quizá no sea yo, sino mi fantasma. De todos
modos, ya morí una vez 2,
así que me conozco el camino de vuelta de los salones de la Parca.
Claro, que si fuera un fantasma, no podría hacer... ¡esto!
-y avanzando con decisión, Drax lanzó a Geatar un directo
a la mandíbula, que arrojó al lugarteniente de Nébula
al otro lado del laboratorio, donde, tras chocar con la pared, cayó
al suelo desvanecido -. Vaya, parece que con esto de ser fantasma no controlo
demasiado mi fuerza. Creo que me he pasado un poco, no quería darle
tan fuerte al pobre tipo.
-¡Estás acabado, Drax! -bramó Nébula, mientras
buscaba con la vista el Nulifocador que había arrojado en un momento
de ofuscación. Cuando lo divisó, se arrojó hacia él,
y, cogiéndolo, se volvió mientras apuntaba a Drax-. Lo que
hice una vez, ¡puedo repetirlo!
Pero el Nulificador produjo en Drax el mismo efecto que en la puerta:
ninguno en absoluto.
-Ya, bueno, parece que tu juguetito se quedado sin pilas. En cualquier
caso, dicen que la discreción es la mejor parte del valor, así
que... ¡hasta luego! -y girándose, Drax echó a correr
y dobló la esquina.
-¡Espera, lechuga hipertrofiada! ¡No escaparás tan
fácilmente! -echando a correr detrás de él, Nébula
dobló la misma esquina, sólo para encontrarse con un muro
de roca sólida, por el que ningún ser vivo podría
pasar. Dándose la vuelta, se acercó a Geatar, que seguía
desvanecido. Fantasma o no, el golpe de Drax le había dejado incosnciente.
-Parece que tus planes no están saliendo como pensabas, ¿eh,
bisnieta?
-Esto ya es demasiado -, dijo Nébula, mientras se daba la vuelta
para enfrentarse a Mentor que, al igual que Drax, parecía extrañamente
indemne-. Tendré que concluir que la inteligencia de Thanos fue
sobreestimada en exceso, si es que no es capaz de acabar ni con su propio
padre. Bueno, si eres como Drax, me basta con mantenerme apartada de ti
para que no me puedas golpear, seas o no un fantasma.
-Olvidas una cosa, querida. A diferencia de Drax, no
me es imprescindible el emplear el ataque físico, sino que puedo
lanzar rayos de energía 3.
¡Como éste! -y uniendo la acción a la palabra, de
la mano extendida de Mentor brotó un rayo que fue a estrellarse
a escasos centímetros de la cabeza de Nébula -. Es mejor
que te rindas, antes de que sea demasiado tarde.
-¡Nunca! ¡No, ahora que estoy tan cerca de conseguir todo
lo que siempre he deseado! ¡Jamás! -Enloqueciendo de nuevo,
Nébula apuntó con el Nulificador a Mentor y lo activó.
Mentor generó una barrera brillantísima que deslumbró
incluso el ojo robótico de Nébula. Nada le sucedió
al Eterno; pero Geatar, que se encontraba desvanecido tras él (pues
ambos, Mentor y Nébula, habían ido girando uno en torno al
otro), desapareció, como ya les había ocurrido antes a Drax
y a Mentor.
-Esto es el colmo, querida bisnieta. No sólo eres incapaz de
derrotar a los que intentan detenerte, sino que eliminas al único
que te apoyaba incondicionalmente. Decididamente, es mejor que te deje
sola; con un poco de suerte, lo más probable es que te derrotes
tú misma y nos ahorres a los demás el trabajo. En espera
de ese momento, quedo tuyo afectísimo -. Y girándose, Mentor
dobló la misma esquina que antes había doblado Drax. Moviéndose
por reflejo, Nébula siguió al eterno, aunque sabría
lo que encontraría: la misma pared de roca desnuda, y ni rastro
de su bisabuelo.
-¡No! ¡Esto no es justo! ¿¡Qué es lo
que me está pasando!?
De repente, un rayo pareció surgir de la nada e impactó
en la mano derecha de Nébula, arrancándole el Nulificador
que sostenía. Inmediatamente, su cabeza se movió violentamente
hacia atrás, como si hubiera recibido un puñetazo en la barbilla.
Cayó desvanecida al suelo, mientras que el Nulificador se elevaba,
aparentemente por sí mismo, y se conectaba a una de las terminales
de ordenador que aún quedaban intactas. A los pocos segundos, aparecieron
las figuras de Mentor y Drax.
-Bueno, esta vez estuvo cerca, pero parece que hemos conseguido salir
con bien.
-Cronos te oiga, Drax.
SEGUNDA PARTE: LOS CHICOS BUENOS
-Despídete de la existencia, Drax. Con este artefacto en mis
manos no eres nada. ¡Qué digo nada! Con todos tus músculos,
eres como un insecto frente a mí. ¡Adiós!
Drax sintió que la energía procedente del artefacto que
Nébula sostenía en su mano derecha le atravesaba, y al instante
todo pareció aumentar vertiginosamente de tamaño a su alrededor.
Nébula y Geatar medían kilómetros de altura, y Mentor
era una mole gigantesca en el suelo.
-Y ahora tú, querido bisabuelo -. La voz de Nébula atronó
en sus oídos- ¡Otra cucaracha que desaparece! -. Mentor había
desaparecido. Elevándose, Drax voló hasta alcanzar una de
las consolas de ordenador que poblaban toda la sala. Al pasar frente a
la pantalla, contempló con asombro su reflejo: se había transformado
en un cletrop gonsaviano, un pequeño insecto que abundaba en todo
tipo de naves espaciales. Volviéndose hacia donde recordaba que
se encontraba Mentor, se lanzó en un rápido vuelo. Y efectivamente,
allí encontró una cucaracha. Cogiéndola entre sus
patas delanteras, despegó y voló hacia la puerta del laboratorio.
Recorrió los pasillos vacíos hasta llegar a los niveles superiores
y enfiló el corredor que llevaba a la sala de control de I.S.A.A.C.
Una vez ante el gran ordenador planetario, depositó a la cucaracha
en el suelo y se dirigió hacia la pantalla principal, empezando
a hablar excitadamente.
-Lkj jlkj ajpoi asude pqw piq qpiw qiqoe qqp wqoerqo qpo q pqpe q...
-¿Cómo? -la metálica voz de la computadora resonó
en toda la sala.
-Daitgdoy tqcuaew Nreaénbñuylaar shfab slqlkeygfacdsow
kap Teistwaásne...
-Seas quien seas, sigue hablando. Empiezo a descifrar tu lenguaje -.
Operando a gran velocidad, I.S.A.A.C. estaba procesando los mensajes que
le llegaban, buscando las pautas de lenguaje.
-...syf sqgujel qnroys ha crotnivebretiado a Mwednttor y a mcí
edn isntshectos...
-Creo que ya lo tengo. Sigue hablando.
-¡Uf, menos mal! Te decía, I.S.A.A.C., que soy Drax. Nébula
ha llegado a Titán y nos ha convertido a Mentor y a mí en
insectos con un artefacto que ha encontrado en un laboratorio secreto que
Thanos tenía en las profundidades de la luna. Tenemos que detenerla,
o todo el Universo estará en peligro.
-Como tú digas. ¿Tienes algún plan?
-Pues sí. De hecho, necesitaremos tu ayuda. Acércate,
Mentor. Esto es lo que haremos...
Volando de vuelta al laboratorio, Drax y Mentor -o, mejor dicho, el
cletrop y la cucaracha- atravesaron el vano de la puerta segundos antes
de que una corriente de aire provocada por I.S.A.A.C. al abrir una de las
compuertas que daban al vacío cerrara la puerta violentamente.
-¡Esto no me puede pasar a mí! ¡Un plan trazado
tan cuidadosamente no puede irse al garete por una puerta cerrada! Dispara
a la puerta, Geatar, y vámonos de aquí.
-Como ordenéis, Capitana.
Cletrop y cucaracha apartaron sus ojos multifacetados para no quedar
deslumbrados ante el previsible estallido. Cuando volvieron a mirar, la
puerta seguía en su sitio.
-Parece que mi abuelo sabía construir las puertas. Apártate
tú ahora, Geatar. Lo que ha eliminado a un eterno y a Drax el Destructor
no debería encontrar problemas en destruir una simple puerta. ¿Qué?
¿Cómo es posible? Nada debería resistir el efecto
del Nulificador Supremo.
-Capitana, deteneos. Así no arreglaréis nada...
"Bueno, si esto no es mi entrada, nada lo será", pensó
Drax. Al instante, la figura de Drax el destructor se materializó
en el centro de la sala. Drax el cletrop voló hasta colocarse en
el centro de su pecho.
-Sí, Nébula, detente. Así no vas a arreglar nada,
y sólo empeoras tu situación.
-¿Qué? ¡Es imposible! Te acabo de destruir con
el Nulificador. No deberías existir.
Viendo que Geatar se aprestaba a disparar, Drax se desplazó
lateralmente para evitar ser achicharrado por el rayo que el lugarteniente
de Nébula le disparó.
-Bueno, entonces quizá no sea yo, sino mi fantasma. De todos
modos, ya morí una vez , así que me conozco el camino de
vuelta de los salones de la Parca. Claro, que si fuera un fantasma, no
podría hacer... ¡esto! -. Colocándose en el centro
del puño de su sosias, el insecto se lanzó hacia la mandíbula
de Geatar a toda velocidad, impactando justo en el centro de su mentón
-. Vaya, parece que con esto de ser fantasma no controlo demasiado mi fuerza.
Creo que me he pasado un poco, no quería darle tan fuerte al pobre
tipo.
-¡Estás acabado, Drax! Lo que hice una vez, ¡puedo
repetirlo!
Drax volvió a apartarse, dejando que Nébula disparara
contra su réplica de tamaño natural.
-Ya, bueno, parece que tu juguetito se quedado sin pilas. En cualquier
caso, dicen que la discreción es la mejor parte del valor, así
que... ¡hasta luego! -. Tras doblar la esquina, la figura antropomorfa
de Drax se desvaneció en el aire.
-¡Espera, lechuga hipertrofiada! ¡No escaparás tan
fácilmente!
Cuando Nébula se agachó hacia Geatar, Mentor apareció
en el centro de la sala. Drax cogió a la cucaracha con sus patas
y voló hasta situarse a la altura del esternón de la figura
recién aparecida, que comenzó a girar para que Nébula
le siguiese en su movimiento, y así colocarse entre ella y su caído
lugarteniente.
-Parece que tus planes no están saliendo como pensabas, ¿eh,
bisnieta?
-Esto ya es demasiado. Tendré que concluir que la inteligencia
de Thanos fue sobreestimada en exceso, si es que no es capaz de acabar
ni con su propio padre. Bueno, si eres como Drax, me basta con mantenerme
apartada de ti para que no me puedas golpear, seas o no un fantasma.
-Olvidas una cosa, querida. A diferencia de Drax, no me es imprescindible
el emplear el ataque físico, sino que puedo lanzar rayos de energía.
¡Como éste! -y la cucaracha apuntó con sus cuatro patas
delanteras a Nébula, lanzando un fino rayo que fue a estrellarse
a escasos centímetros de la cabeza de Nébula -. Es mejor
que te rindas, antes de que sea demasiado tarde.
-¡Nunca! ¡No, ahora que estoy tan cerca de conseguir todo
lo que siempre he deseado! ¡Jamás! - Cuando Nébula
activó el Nulificador, la cucaracha generó un círculo
brillantísimo, al objeto de cegar a Nébula. Drax voló
rápidamente hacia Geatar, le cogió por el cinto y le arrastró
hacia las sombras, con lo que, al recuperar Nébula la visión,
su lugarteniente había desaparecido.
-Esto es el colmo, querida bisnieta. No sólo eres incapaz de
derrotar a los que intentan detenerte, sino que eliminas al único
que te apoyaba incondicionalmente. Decididamente, es mejor que te deje
sola; con un poco de suerte, lo más probable es que te derrotes
tú misma y nos ahorres a los demás el trabajo. En espera
de ese momento, quedo tuyo afectísimo -. La figura de Mentor se
giró y, al igual que la de Drax, se desvaneció al doblar
la esquina.
-¡No! ¡Esto no es justo! ¿¡Qué es lo
que me está pasando!?
Desde su posición en el aire, sostenido por Drax, Mentor lanzó
un fino rayo hacia la mano derecha de Nébula, arrancándole
el Nulificador. Inmediatamente, Drax le dejó en el suelo y voló
directo hacia su cabeza, golpeándola en la barbilla. Nébula
cayó desvanecida al suelo, mientras que Drax cogía el Nulificador
y lo conectaba a una de las terminales de ordenador que aún quedaban
intactas. A los pocos segundos, aparecieron las figuras de Mentor y Drax.
-Bueno, esta vez estuvo cerca, pero parece que hemos conseguido salir
con bien.
-Cronos te oiga, Drax.
EPÍLOGO
Drax y Mentor se reponían de lo sucedido en una de las salas
de Titán, mientras que Nébula y Geatar yacían en los
calabozos de Titán.
-Lo que nos ha salvado, Mentor, es que Nébula, a pesar de ser
tremendamente inteligente, está completamente loca, y su enajenación
tiende a ofuscar su discernimiento.
-Concuerdo contigo, Drax. Cualquier persona en su sano juicio habría
esperado un poco, habría razonado y habría llegado a la conclusión
de que algo no estaba funcionando como debía.
-Hay que reconocer que el truco de los dobles holográficos nos
ha salido a la perfección. Pero nada podríamos haber hecho
sin la perfecta coordinación que establecimos con I.S.A.A.C., desde
el momento en que cerró la puerta hasta el final, cuando se conectó
con el Nulificador y revertió nuestro estado. Sin embargo, hay una
cosa que no comprendo: ¿por qué no funcionó el Nulificador?
-Si me permitís -, interrumpió I.S.A.A.C.-, puedo aventurar
varias explicaciones posibles. Quizá Thanos nunca pensó en
hacer un Nulificador, porque sabía que la ciencia de Galactus está
mucho más avanzada que cualquier cosa que pueda llegar a crear.
O bien no lo sabía, pero por eso mismo no lo consiguió. O
no pretendía anular, sino sólo matar, puesto que la Muerte
no recibiría a aquéllos que simplemente son anulados. O,
por último, no estamos ante un Nulificador, sino ante un Transmutador
Supremo, capaz de afectar incluso a un eterno y a la creación de
otro. En cualquier caso, el aparato deberá permanecer a buen recaudo
en las bóvedas acorazadas, para que nadie pueda hacer mal uso de
él.
-Cierto, I.S.A.A.C., así es como debe ser -, aseveró Mentor-. A propósito, hay una cosa que aún no te he preguntado: ¿por qué te interrumpiste a mitad de una frase, cuando ibas a decirme dónde se encontraban Nébula y Geatar? 4
-Alguien me desconectó, Mentor.
-¿Qué? -interrumpió Drax-. ¿Es posible tal cosa?
-Sí, Drax, lo es - contestó el ordenador-. Pero lo más misterioso es que poco después fui reactivado... ¡por tí!
-¿Cómo lo hice?
-Es la única conclusión. Por lo que me habéis contado, al ser transformado por Nébula, volaste hasta uno de los ordenadores. Por fortuna, al posarte lo hiciste sobre el contacto que anulaba la desactivación anterior.
-¡Ja ja ja! ¡Pobre Nébula! Desde luego, algunos nacen con estrella y otras nacen estrelladas. Gracias a Cronos por ello.
1.- Como se vió en Estela
Plateada # 72
2.- En Vengadores # 220. Le mató
su hija Dragón Lunar.
3.- Se vió en La Muerte del
Capitán Marvel, por ejemplo.
4.- Ver Poderes Cósmicos # 6
Próximo episodio: Jack y Ganímedes viajan a Contraxia.
¿Qué encontrarán allí? Y no olvides escribir
a Autopista hacia el espacio - Correo de los lectores bergil@altavista.net