PORTADA: La Patrulla-X preparándose para atacar a un Juggernaut que está de espaldas al lector.
Cain Marko llevaba semanas vagando por el Medio Oeste americano. Desde que
abandonó el Club Fuego Infernal, por los remordimientos de haber matado a
una de sus compañeras1 no se había sentido cómodo en ningún sitio.
Exceptuando un pequeño enfrentamiento con Hércules antes de abandonar Nueva
York2, lo único que le apetecía era emborracharse... cosa bastante
difícil cuando uno está poseido por el rubí de Cyttorak. Se había metido en
alguna que otra pelea de bar, nada importante... Sólo quería olvidar.
"Perdone... ¿puedo ver su documentación, señor?"
"¿Es a mi?", respondió curioso Cain, mirando al hombre que tenía a su lado,
un sheriff típico de estos lugares.
"Sí, es a usted. Documentación, por favor."
"¿Puedo preguntar qué he hecho?"
"No proteste. Le he pedido su documentación."
Cain esbozó una ligera sonrisa, y de un pequeño toque con su dedo lanzó al
policia a la otra punta del bar.
"Déjame en paz. No sabes quién soy."
El sheriff, algo atontado por el impacto, sacó su arma, y apuntó a Cain.
"¡Me has atacado! ¡Eso es un delito federal! ¡Ponte en el suelo, con las
manos sobre la cabeza! ¡Estás detenido!"
"Je". Cain se puso en pie, y se acercó lentamente al sheriff, que abrió
fuego. Las balas rebotaron en el indestructible cuerpo del Juggernaut, que
cogió al hombre por los brazos, y lo lanzó a través de la cristalera.
"Ahora me habeis cabreado", dijo el Juggernaut. "Creo que voy a destrozaros
el pueblo."
"Inmoviliza a ese robot, Proudstar", gritó Tormenta desde el aire, lanzando
varios rayos a unos misiles que la perseguían. "Lanzallamas, encargate de
los tentáculos que le están entorpeciendo."
Era una sesión rutinaria en la Sala de Peligro, para acostumbrarse a
combatir juntos. En esta ocasión, Tormenta era la que practicaba con los dos
nuevos reclutas. Típica misión: llegar al botón del pánico. Complicaciones,
las habituales: robots, tentáculos, misiles, trampas...
"Tentáculos fundidos, Proudstar", informó el inglés, que acababa de
lanzarles una potente llamarada, que los había derretido. "Abreme paso y
llegaré al botón, y así podremos irnos a tomar cerveza."
El indio, deshaciendose de los restos de los tentáculos, se lanzó como una
locomotora hacia su oponente, lanzándolo hacia una de las paredes,
oportunidad que aprovechó Lanzallamas para salir corriendo hacia su
objetivo.
De repente, el suelo se abrió a sus pies. El joven perdió el equilibrio,
aunque consiguió agarrarse al borde y, con un impulso, salir del agujero
antes de que volviera a cerrarse.
"Ufff...", exclamó. "Por poco."
"Ten más cuidado, Lanzallamas", gritó Tormenta, que se dirigía a cubrirle,
tras deshacerse de los misiles. "Espera siempre lo inesperado."
"Lo sé, Tormenta, lo sé...", respondió, mientras lanzaba una llamarada a una
sierra que acababa de intentar rebanarlo. "Lo aprendí por las malas."
Saltando por encima de los escombros y restos que tenía delante, por fin
llegó junto al botón. De un puño, rompió el cierre de plástico, y lo
presionó. La Sala se detuvo, desapareciendo los componentes holográficos, y
mostrando una amplia sala de paredes metálicas, y algunos restos humeantes
de las partes reales.
"Buen trabajo, los dos", dijo Tormenta, aterrizando junto a la puerta.
"Descansad cinco minutos, y volvemos a empezar."
"¿Otra vez?", respondió Lanzallamas, asombrado. "Llevamos dos semanas en que
no hacemos otra cosa que entrenar... ¿No crees que va siendo hora de
tomarnos un descanso?"
"Mira, David", le respondió la africana. "Sólo con el entrenamiento adecuado
podremos confiar unos en los otros, saber cuáles son nuestros puntos
fuertes, y cuales nuestros débiles --"
Una proyección astral de Mariposa Mental apareció ante ellos.
'Perdonad la interrupción, pero os necesitamos en la sala de control.'
"Enseguida vamos, Betsy. Parece que al final tendrás el descanso que pedías,
David."
"No se yo... me huelo a que va a ser otra cosa."
Tormenta, Proudstar y Lanzallamas entraron en la Sala de Control, donde ya
se encontraban los restantes miembros del grupo. Un monitor gigante ocupaba
una de las paredes de la habitación, y en él podían ver a una comentarista
de televisión, mostrando lo que parecía ser una zona de guerra.
"¿Qué es eso, Warren?", preguntó Tormenta.
"Es San Pedro, en Colorado. La televisión dice que ha sido un tornado...
pero fijaos bien. Ordenador, amplia zona A-4."
La zona indicada pasó a ocupar toda la pantalla. En ella se veía un hombre
gigantesco, enfundado en un traje escarlata, que estaba destrozando a golpes
un edificio.
"Juggernaut", dijo Proudstar.
"Así es. Ororo, tenemos que detenerlo. Es nuestra responsabilidad."
"Lo sé, Warren, pero no sé si estamos preparados."
"Tormenta, ya me he enfrentado anteriormente a Juggernaut", dijo Proudstar,
tomando la palabra. "Se le puede vencer."
"No te equivoques, James. A Juggernaut no se le puede vencer. Como mucho, se
le puede frenar."
"Tranquila, cariño. Usaremos la misma táctica que en Escocia. Absorveré sus
poderes, le quitaremos el casco y Betsy le freirá el cerebro", intervino
Pícara.
"No creo que funcione de nuevo, Pícara, pero es nuestra mejor opción.
Warren, ¿cuánto tardaremos en llegar?"
"Poco. He invertido todo lo posible en mejorar el Pájaro Negro."
"Pues adelante. Y que la Diosa nos proteja."
Cain Marko seguía destrozando la ciudad. La violencia le relajaba.
Descargaba adrenalina. Y así olvidaba poco a poco el sentimiento de culpa.
Culpa. Algo que no había sentido prácticamente nunca en su vida. Siempre le
echaba la culpa a los demás de sus problemas y fallos. Pero, esta vez, no
sabía por qué, no podía. Y no sabía como enfrentarlo.
Apartó estos pensamientos golpeándo un coche, hundiéndolo en la acera. La
gasolina estalló, provocando una pequeña explosión. Cain ni siquiera se
inmutó.
Un silbido, producido por un objeto que cortaba el aire, llamó su atención.
Miró hacia arriba, y, pese a que el Sol le cegaba, lo vió. Dos figuras caían
sobre él. Sonrió. Parecía que ya había encontrado su distracción.
El impacto fue tremendo. El suelo cedió ante sus pies, provocando un enorme
socabón. Cuando se despejó el polvo, Cain seguía en pie, con los brazos
cruzados sobre su pecho, mientras que sus dos atacantes estaban a varios
metros de distancia, incorporándose.
"¿Sólo vosotros dos? Me decepcionaríais..."
"Tranquilo, grandullón", le respondió Pícara, mientras ayudaba a levantarse
a Proudstar. "No dejaremos que eso pase."
Tras ella aterrizaron Tormenta, que llevaba a Lanzallamas, y Arcángel, que
hacía lo mismo con Mariposa Mental.
"Bonito equipo, alitas. Habéis ascendido al indio, y tenéis a un nuevo
niñato, ¿eh? ¿Y el peludo con garras, os ha abandonado?"
"Juggernaut", respondió Arcángel. "Entrégate. No podemos dejar que sigas
destrozando este pueblo sólo por capricho."
"Claro, alitas. ¿Y quién me lo va a impedir? ¿Acaso ha venido mi hermanastro
para intentar dejarme seco?"
"Xavier ya no es parte de la Patrulla, Juggernaut. ¿No lo sabías?"
"Je. Entonces sí que no tenéis oportunidad."
Y el Juggernaut echó a correr hacia ellos.
CONTINUARÁ
1.- Como se vió en Hombre-X #37
2.- En Hércules, vol. 2, #2-3
X-MANIA
Bueno, aquí vemos un poco más de esta nueva versión de la Patrulla, más
implicada en el mundo, más... proactiva (bonita palabra, de esas que se usan
en los Telediarios sin que nadie sepa lo que significa). Y tenemos villano,
uno de los clásicos, una buena piedra de toque para esta nueva alineación...
ya veréis en el próximo número...
Veamos qué opina el personal...
Reilly dice que la alineación no le gusta especialmente... que querría más
personajes antiguos... Hombre, la gracia de la alineación es que es nueva, y
que los personajes (algunos, al menos), están poco aprovechados... ahora,
que yo sea capaz de hacer algo con ellos es otra historia, jejeje...
Jose Cano opina que no hay en realidad cambio de status, sino que todo sigue
igual... Algo cambiará, ya vereis... ¡dadme tiempo, hombres de poca fé! Y lo
de por qué viven en una nave, ya lo verás explicado...
Rafael Heras opina que no se ha definido correctamente el rol del grupo...
lo sé. Pero... ¡es que aún no hemos llegado a esa parte!
Ultron es más crítico. Dice que las portadas son malas, y que hubiera
bastado con dar enlaces a las fichas de los personajes... buenjo, eso
hubiera sido aun más cutre que lo que yo hice, ¿no?
Jorge Cantero nos comenta que el número le parece impersonal, que no me meto
en la mente de los personajes... Sí, lo sé, es algo que intento mejorar,
pero a veces se me va la pinza demasiado y no conecto con los personajes...
de todas formas, hacía tanto que no escribía un número de la patru yo solo,
que casi se me había olvidado...
Xum, mi antiguo compañero de fatigas, dice que prefiere verme escribir
Marvel Kid o Mundo Encadenado. Bueno, es cuestión de opiniones, jejeje.
Blai, comenta que sitúo bien el momento del grupo, pero que no le convence
el que Xavier disuelva el grupo. En fin, eso es algo que llevamos ya
bastantes números planteando, su paso a la política, sitio en el que no está
bien visto estar relacionado con grupos terroristas... como en ocasiones se
ha considerado a la Patrulla...
Y para acabar, Jose Gonzalez también comenta que por qué no se han ido a uno
de los chalets de Warren, en vez de a una fábrica. Es algo que explicaré,
tranquilos... También dice que David Cassidy le recuerda a Neal Sharra...
pues no se me había ocurrido, la verdad... como no ha vuelto a salir desde
hace tanto... También le sobra Arcángel, al que todo el mundo parece tenerle
manía, y pide a Médula, que no podemos usar, pues no existe en MarvelTopia,
sorry...
Y eso es todo...
Mutativos saludos.
Carlos Correia.