NEO AVALON
La Luz
Guión: Xumer
Colaboradores: Kleinsberg y Carlos Correia
La música suena levemente y se van anunciando uno a uno los asistentes a la
cena.
- Mr. Luz, Jefe de la Diplomacia de Neo Avalon.
Se trata de un hombre de corta estatura, el pelo engominado hacia atrás, el
pequeño bigote recortado. Todo él inmaculadamente vestido con un traje
blanco a medida.
- Saludos Doctor Muerte.
- Bienvenido a Latveria-, no da tiempo a mas, debido a la larga cola de
gente que espera ser presentada al monarca anfitrión.
El recién llegado se distancia de su aliado y se mezcla entre la gente.
Pronto se siente fuera de lugar y decide salir a tomar el aire en la
terraza.
Pasan un par de minutos hasta que alguien se atreve a abordarle.
- Hola, mr Luz. Soy Boris Shorvachov, embajador de Symkaria.
- Si conoce mi nombre presupondré que ya conoce todo acerca del papel que
desempeño.
- Así es.
- Entonces no es necesario ningún tipo de presentación.
El embajador se queda algo intranquilo por una respuesta tan fría.
- He de admitir que me sorprende semejante falta de tacto en alguien que se
encarga de la diplomacia de su país, sobre todo cuando no sabe si está a
punto de recibir una oferta de alianza por parte del representante de otra
nación...
- Oh, su país - subrayando "país" con un deje burlón- no quiere establecer
relaciones amistosas con el mío, pero tendrá que hacerlo. No pueden ignorar
a su opinión pública-. Contesta con prepotencia.
- Dios mío... ¡Nunca me había sentido tan insultado! ¡Mi país, Symkaria, se
siente profundamente herido por su insistente mala educación!
- Usted no representa a Symkaria-. Interrumpe la Luz.
Shorvachov balbucea como un idiota. Oportunamente el Doctor Muerte se
aproxima a los dos invitados.
- ¿Ocurre algo digno de mi atención?
- Si, respetado anfitrión. Un hombre ha suplantado la identidad del
embajador de Symkaria. Este hombre para ser exactos.
El impostor reacciona rápidamente.
- ¡¡Esto es un ultraje!!
- Presentaré mis disculpas en el improbable caso de que me equivoque-.
Explica el representante de Neo Avalon.
El Doctor Muerte indica a uno de sus sirvientes que acompañe al invitado
acusado de mentir a una sala contigua.
Los dos hombres quedan solos.
- Me sorprende la elección de Magneto como jefe de su diplomacia.
- Digamos que tengo un don para saber cuando se me miente.
El hombre que mas adelante sería conocido como la Luz nació del sexto
matrimonio de su padre con una mujer. Se le estableció como el noveno en la
línea de sucesión. Pese a su tardío nacimiento antes de alcanzar la mayoría
de edad había logrado quitar de en medio a tres de sus rivales.
Su padre consideraba que su prole debía desarrollar todas sus aptitudes al
máximo, y en contadas ocasiones mostraba algún tipo de aprecio por esta.
- Hijo- le dijo en una de las pocas atenciones que tuvo hacía él-. Nunca te
fíes de nadie. Nunca permitas que nadie conozca tus debilidades y averigua
las de tus rivales. Solo así triunfaras.
Cuando logró colocarse en cuarto lugar en la línea sucesoria fue descubierto
su secreto y desterrado por su propio padre. Pese a la agradable ambición
que veía en el joven retoño nunca podría permitir que heredase una parte de
su honor.
Quedó proscrito.
Cualquier otra persona en su lugar se hubiera desmoronado, pero él buscó
otro camino.
- Si no puedo ser el rey de los humanos... Tendré que serlo de los mutantes-
pensó mucho mas adelante.
El sistema de admisión de Neo Avalon es bastante complejo. De momento aun es
un proceso experimental y auxiliar, a falta de otro mas eficaz.
Aun así se puede decir que es seguro a casi un cien por cien.
La Luz mira una infinidad de pantallas al mismo tiempo. Sentado frente a
ellas mientras estas reproducen a gran velocidad una entrevista al sujeto a
tratar.
De vez en cuando la Luz marca algún número y una pantalla se apaga.
Indicando que el sujeto miente.
Cuando acaba la sesión mas de cuatro quintos de los monitores están
apagados.
Era increíble que tal cantidad de gente no estuviera dispuesta a decir la
verdad. Que mintiera conscientemente. En las respectivas entrevistas que les
habían hecho ya habían sido advertidos explícitamente de que cualquier tipo
de mentira les descartaría en el proceso de selección.
Al final incluso se verían obligados a aceptar a sucios humanos en Neo
Avalon para que se hicieran cargo de ciertos aspectos técnicos.
Una vez vio un documental acerca del famoso detector de mentiras, que medía
alteraciones en el pulso para detectar cuando una persona mentía.
Quizá su poder estuviera relacionado, o quizá leyera el lenguaje corporal.
La Luz no lo sabía a ciencia cierta, aunque de algo estaba seguro. En sus 47
años de edad, desde que conoció su existencia, no le había fallado ni una
sola vez.
El hombre que mas adelante fue conocido como la Luz nació con el factor-x.
Un gen mutante que al alcanzar la pubertad le permitió detectar un aura
especial alrededor de los demás. Un aura que le indicaba claramente
cambiando de color cuando el sujeto mentía. Ya fuera consciente o
inconscientemente.
Con ese poder y una exhaustiva entrevista grabada a los aspirantes se
impedía la llegada de infiltrados a Neo Avalon.
- Y me honra el hecho de inaugurar nuestra embajada en los enormes Estados
Unidos, donde residen tantos de los nuestros que recibirán una bienvenida
con los brazos abiertos si deciden solicitar la doble nacionalidad.
Corta la cinta y posa frente al alcalde demócrata de la ciudad.
Luego ambos pasan a una sala cerrada donde los periodistas les avasallan a
preguntas, la mayor parte de ellas relacionadas con Magneto.
La Luz las esquiva con una sonrisa seductora en la cara, evitando mostrar su
enojo al darse cuenta de que Neo Avalon era siempre asociado a Magneto, el
amo del Magnetismo.
Concluye el día con una entrevista privada con Xavier, experto en mutantes,
del que el mismo Magneto ya le había hablado.
Pero aunque ambos hablan largo y tendido intercambiando puntos de vista
acerca del papel de los mutantes en la sociedad moderna, es otra cosa la que
llama la atención de la Luz.
- Creo reconocer a su guardaespaldas.
- Eh... Si. Es uno de mis antiguos alumnos llamado... Bishop.
- Curioso nombre. Me gustaría oír su opinión al respecto de Neo Avalon.
- Sí...- Responde un confundido Charles Xavier-. Por supuesto.
Indica con un gesto a su ayudante que se acerque. El mismo Bishop se
sorprende que se le requiera en la conversación.
- Dígame, señor Bishop. ¿Que opina usted del experimento utópico que
planeamos llevar a cabo con Neo Avalon?
- Eh... Bueno...- Contesta con su voz grave-. Bien, me parece bien.
- Esta siendo cortes, Bishop. Dígame lo que realmente piensa.
El hijo del átomo parece aun mas confundido ante la franqueza del asiático.
- Bueno...
- La verdad.
- De acuerdo, no me fío un pelo de Magneto. Y sospecho que se trata de otra
de sus estratagemas...
La Luz finalmente sonríe directamente a Bishop, utilizando todo su encanto.
- Me alegra que sea sincero. Y si quiere una confidencia yo tampoco confío
ciegamente en Magneto. Por esa razón creo que Neo Avalon llegará a buen
puerto. Ambos si que creemos en el proyecto que hemos empezado, aunque nos
miremos por el rabillo del ojo.
- Creo - interviene Xavier- que a pesar de todo Magneto ha hecho bien
depositando su confianza en usted... ¿está usted de acuerdo conmigo?
La Luz asiente incómodo, incapaz por primera vez en años de descifrar que se
oculta tras una mirada.
La charla prosigue mientras la Luz desplaza su atención progresivamente de
Xavier a un cada vez mas incomodo Bishop.
Finalmente llega el momento de las despedidas y la Luz se muestra
especialmente cortes.
- Espero que ambos se decidan a visitarnos cuanto antes. Si lo hacen pueden
estar seguros de que les dedicaré toda mi atención personal.
Xavier sonríe cortésmente y Bishop parece confundirse aun mas. Pero antes de
despedirse Xavier lanza un disparo letal, impropio de él por lo que le había
contado Magneto:
- A propósito, si me permite un consejo de viejo doctor en psicología... no
se esfuerce tanto en mostrarse impasible, suele denotar falta de autoestima.
La Luz lanza una mirada asesina y reprime su ira a duras penas... Se
reconforta pensando que un ataque tan directo es signo de que Charles Xavier
le considera un rival a tener en cuenta.
La Luz levanto su imperio económico en Singapur, lejos de su hogar paterno y
comenzó a reclutar mutantes asiáticos para que le ayudaran en sus planes.
Planes que se veían continuamente frustrados por un gobierno dispuesto a
realizar redadas y ejecuciones periódicas sobre los miembros de su equipo.
Aun así vio su gran oportunidad al aparecer Magneto en su ciudad durante una
especie de confrontación entre los Vengadores y la Patrulla-X. Pensó que
gracias a este finalmente podrían lograr la proyección que deseaba.
Pero sus planes se vieron frustrados al ver que su antigua fuente de
inspiración había sido rehabilitada y deseaba alcanzar la coexistencia con
los humanos.
De nada le sirvió el encuentro con Magneto, salvo quizá fortalecer
moralmente a sus compañeros mutantes.
Pese a todo, mucho tiempo después, fue el mismo Magneto el que se presentó
ante él con una idea en mente.
Neo Avalon.
Y fue una oportunidad que la Luz no pudo dejar pasar.
El una de las suites mas lujosas de la Embajada de Neo Avalon en los Estados
unidos de América, la Luz mira a la ciudad de noche.
La televisión retrasmite unas declaraciones de Xavier a la salida de la
recién inagurada embajada: "Aunque no coincido con todo lo que Magneto
quiere hacer en Neo Avalon si que creo totalmente loable su interés por
ayudar a la consolidación de los derechos de los mutantes"
La Luz sorbe un poco del licor de arroz que tenía en su copa y decide apoyar
sus brazos desnudos en el cristal.
Aunque no puede sentirse plenamente satisfecho de su confrontación con
Xavier, se deleita en cambio pensando en su guardaespaldas...
- Quizá mas adelante...
Sabía que cuando quería algo solo era cuestión de tiempo conseguirlo.
Fantasea con la idea de disfrutar de su victoria, pero desgraciadamente a su
mente vuelven los recuerdos de su único momento de debilidad manifiesta.
El día que sus padres le descubrieron con uno de sus sirvientes.
Suspira y bebe de la copa intentando alejar de si mismo los fantasmas de su
atormentado pasado.
"Nunca permitas que nadie conozca tus debilidades y averigua las de tus
rivales".
Quizá era esa la única herencia que su padre finalmente le había dejado.
Pero pensaba utilizarla a fondo...
Fin de esta crónica.