MOTORISTA FANTASMA VOL. 3 #88
¿Dentro o fuera? I
Guión:
DOB
PORTADA: Una calle desierta y en medio de ésta, suspendida en la nada, una puerta (tal como suena) La puerta está cerrada. Es la típica puerta de madera con pomo dorado. En la puerta, tallado en la madera, está escrito lo siguiente:
¿Estáis dentro o fuera?
Como ya he acabado la primera linea argumental de la serie, voy a repasarla
un poco:
Vamos a dividir el argumento en tres parte
- Danny Ketch
- Johnny Blaze y Sara
-
El bebe o perforación, El doctor Mann, Corazón Oscuro, Emetiquía y los
Espíritus de la Venganza
En este episodio voy a hablar de la segunda línea argumental. Como ha
quedado y las dudas que todavía están en el aire.
Johnny y Sara:
Sara encontró a Johnny Blaze en el Sanatorio Constantine Peek, medio
aturdido y con síntomas de poseer un nuevo Espíritu de la venganza. Sara
lo recogió de allí y después de confesarle Sara que ella también estaba
poseída por otro Espíritu de la Venganza, fueron hacia Nueva Orleans, según
ella, para salvar alguien. Alguien que ha resultado ser ella misma pero con
otro nombre: Sandy, aunque si nos fijamos en el final del episodio 83,
veremos que no es ella, dado su color de ojos y de pelo. Pero en el momento
de verla, ha pasado a ser a su imagen y semejanza. En el transcurso del
viaje hacia Nueva Orleans, parece que Blaze y Sara se han enamorado. O por
lo menos, acostado juntos. En el final del episodio 84, Johnny y Sara
vuelven a Nueva Orleans, después de enterrar a Sin Cara y Sandy, intentando
encontrar o mejor dicho intentando ser encontrados por la explicación que
les ha otorgado sus nuevos poderes: Sendos Espíritus de la venganza. Por
ahora tenemos varias cuestiones:
-
¿Sara y Johnny están poseídos por un Espíritu de la venganza?
-
¿Quién es el hombre que mandó a Sara a buscar a Johnny?
-
¿Por qué Sandy adoptó la forma de Sara cuando ésta la vio?
-
¿Quién es Sara?
-
¿Qué pacto hicieron, si hicieron alguno?
-
¿Por qué Johnny Blaze se encontraba en Constantine Peek?
Este "dentro o fuera" pretende ser un pequeño homenaje a todos los que
votaron en la sección de numero más raro a:
CUALQUIER NUMERO DEL MOTORISTA
FANTASMA. Pues bien, va para todos ellos.
NO QUERIAIS SOPA PUES TOMAR DOS TAZAS ;-)
Este episodio enlaza a continuación de lo ocurrido en el episodio 84 de la
misma serie
- ¿Y bien? - dijo Sara
- ¿Y bien? - repitió Blaze
- Si. Llevamos bastante rato y no ha pasado nada - Sara miró hacia los lados
de lo que era una calle desierta - Además, parece que no haya nadie por
aquí -
- Si, es bastante raro - Blaze se levantó del suelo. A su lado, un pequeño
papel era impulsado por el viento.
- Yo añadiría, "bastante raro" - Sara se adelantó hacia la carretera que
partía en dos la calle. - No hay ni un alma- Una pequeña brisa azotó el pelo
rubio de ella - Yo concluiría con "es demasiado raro"-
Blaze y Sara habían llegado a lo que era una Nueva Orleans desierta. Sin
coches, sin gente, sin ruidos. Era una ciudad muerta. Llevaban cerca de una
hora sentados, en la acera ,de lo que era una calle principal silenciosa y
solitaria. Blaze, al principio, pensó que aquello podía la resaca de un día
después de un Carnaval. Pero al cabo de dos horas, sin que nadie asomara la
cabeza, se quedó bastante extrañado. Era extraño, mucho, hasta para él
- La verdad es que si - Johnny Blaze se acercó hacia Sara. - ¿Y si caminamos
un poco? Tanto silencio me está empezando a recordar lo horrible de mi voz.
Es como pensar en voz alta -
- ¿Norte o Sur? - preguntó Sara
- Me da igual. Elige tú - Blaze miró a Sara
-Por allí - Sara señaló hacia un acalle que atravesaba la vía principal.
Caminaron un buen trecho. Todo era igual de desierto y silencioso. Tomaron
vías alternativas, alejándose de la calle principal, pero era igual:
Silencioso y solitario. En una de las calles, encontraron a un hombre,
muerto de un balazo en la boca. El hombre se encontraba a los pies de una
caja de madera, a su lado, tendida en el suelo como él, una botella de vino
envuelta en una bolsa de papel. Intacta Caminaron otro gran trecho hasta
que encontraron una iglesia. Allí dentro, se podía escuchar el pequeño rumor
de una voz. Una voz que clamaba por la pronta venida de la muerte
Blaze y Sara entraron en la iglesia. En el techo se divisaban los típicos
murales con motivos religiosos. A los lados los santos lloraban en sus
inertes formas. Los bancos donde la gente escuchaba la misa, estaban ahora
vacíos. Y tan solo el púlpito, pulcro y limpio, daba a entender que alguna
vez había alguien limpiado aquel lugar de Dios. Al lado de este púlpito, en
el suelo, en medio de un gran charco de sangre, una monja agonizaba con sus
muñecas cortadas.
Una monja muy joven y guapa, de afilados ojos negros y piel blanca y tersa.
Una mujer que en su cara denotaba el abrazo de la muerte, y que de no
tratarse de aquella situación en la que se encontraba, al borde del fin, se
podía haber dicho que era una de las más bellas mujeres que Blaze había
visto en su vida. Quizás hasta más que Sara.
-¿Por qué no me dejas morir? - gritaba la monja mirando al techo
Blaze y Sara la levantaron del suelo, cuidadosamente, ante las quejas de la
monja, que se negaba rotundamente a recibir algún tipo de ayuda
-Dejadme morir - repetía - Quiero morir ¿por qué no me dejas? - miro de
nuevo al techo
Blaze, miró hacia las heridas de las muñecas de la monja, que al contrario
de lo que pensaba, estaban cerradas.
-Tranquilícese hermana - Blaze miró a Sara. Ésta parecía distraída, mirando
algo que había en la pared, justo frente al púlpito
- Sara ¿qué pasa? - preguntó Blaze
- Es Él - A Sara le tembló la voz
La monja gritó. Blaze miró hacia la entrada de la Iglesia. Allí, en la
puerta se encontraba un hombre escudado entre las sombras.
- ¿Él? - preguntó Blaze un poco nervioso
El hombre, que se hallaba en la oscuridad, hizo un ademán, moviendo su brazo
izquierdo.
Los santos que se encontraban a los lados de la iglesia, se transformaron en
demonios. Seres con múltiples bocas y ojos desorbitados de varios colores
que, gruñendo, comenzaron a acercarse tímidamente hacia los tres.
La iglesia, entonces, comenzó a desplomarse. Los murales, que coronaban el
techo, empezaron a difuminarse y convertirse en pintura, que empezaba a caer
en goterones al suelo. Y del suelo, de entre estas manchas de varios
colores, emergieron varios seres, con la piel del mismo tono que el de la
pintura. Seres que se retorcían y gritaban palabras que Sara y Blaze no
entendían.
El hombre, envuelto en la oscuridad, desplegó sus dos brazos al aire. Y de
su interior, comenzó a asomar una gran boca, provista de unos grandes
colmillos, que rugía con furia. Después, entre los dientes de esta criatura,
surgieron múltiples tentáculos, que se abalanzaron rápidamente sobre el
cuerpo de Blaze. Que por la repentina embestida, cayó, tirando al suelo el
púlpito de madera.
La monja gritaba.
-Sara- Blaze también gritaba, envuelto en tentáculos que le oprimían todo el
cuerpo.
El techo cayo desplomado al fin, dejando descubierto un cielo de tonos
rojizos muy acentuados, con múltiples nubarrones negros, que atravesaban el
panorama a una velocidad endiablada. Tras la imagen del rojo cielo, emergió
una mayor, de un cielo estrellado, con miles de estrellas que caían hacia la
tierra. Pequeñas estrellas difuminadas por la velocidad que morían. Morían y
nacían. Nacían y morían. Tras esta imagen, Blaze vio un cielo verde, con
arboles que crecían invertidamente hacia el suelo. En las ramas de estos
arboles, abundaba un fruto rojizo y carnoso que parecía tener vida y propia;
como un corazón que palpitaba al son del crecimiento del árbol. Tras la
verde imagen, volvió la roja.
El rojizo cielo estaba poblado de relámpagos, que caían al cielo, envueltos
en una densa lluvia, inundando el interior de la iglesia. Lluvia que era
sangre.
Blaze, luchaba como podía contra el abrazo de las decenas de tentáculos que
le atenazaban todo el cuerpo.
En ese momento, se acordó del Espíritu de la Venganza. En la época en que
era el Motorista fantasma su poder solo se desataba cuando tenia que cumplir
una venganza. Cuando un alma debía ser vengada. Pero ahora era distinto.
Ahora no hacia falta eso
En un momento, quizás de locura, al escudriñar el rostro de Sara observó el
de su mujer. Su mujer. Su mujer. Debía de ser eso. En ese momento, su cuerpo
se empezó a llenar de llamas. Su cara, la media parte metálica, comenzó a
caerse hecha trizas al suelo, enseñando un hueso; una parte de su cráneo. El
espíritu de la venganza lo empezaba a poseer. Activamente.
A continuación, su cara empezó a deshacerse, igual que aquellas pinturas que
había caído del techo de la iglesia. Algo las quemaba. El fuego. El fuego
salía hacia fuera.
Sus dedos comenzaron a ser esqueléticos, desapareciendo todo rastro de
carne en ellos. Sus ojos adoptaron un tono carmesí. El abrazo de los
tentáculos ya casi no le dolía.
Sara, que estaba allí enfrente, contemplando a la persona que la había
traído de entre los muertos y que la había conducido hasta Blaze, no daba
crédito a lo que veía. ¿Por qué su creador intentaba matar al que era ahora
su amor? E igual que Blaze, el espíritu de la Venganza la poseyó.
La monja seguía gritando, cortándose las muñecas con las uñas de sus manos.
Sara, convertida en hueso y fuego, se acercó corriendo hacia el hombre que
estaba atacando a Blaze. En sus manos blandía las pequeñas katanas que antes
habían pertenecido a Sin Cara. Éstas, como con vida propia, destrozaban a
los demonios que se ponían a su paso, dejando el suelo lleno de espumajos de
varios colores. Cortaba brazos piernas, bocas, colas. Todo lo que le
separaba de ella y su creador.
Y cuando estuvo ya delante de él, lo miró fijamente:
- ¿Por qué me hace esto, padre? Tu fuiste quien me creaste para que fuera
con él. ¿Por que lo quieres matar ahora que ya estamos juntos?
Corazón Oscuro, entonces, posó sus ojos en ella.
La vio caer al suelo. Desplomada. En ese momento supo que la quería, mas que
a nada en su vida. Su sangre hirvió. Se enfureció. Obtuvo mas poder. Y
destrozó por completo todos los tentáculos.
-Sara - gritó entonces. Por segunda vez.
Del cielo seguía lloviendo sangre
Blaze contemplaba, ante su asombro, como el hombre de las sombras se
transformaba en Corazón Oscuro. El hijo de Mefisto Los ojos de Corazón
Oscuro se clavaron en los de Blaze. Y los de Blaze en Corazón oscuro.
De los dedos de Blaze comenzaron a salir metálicas cuchillas, que una a una
se fueron fundiendo, creciendo su tamaño, y adoptando la forma de una
metálica cadena. Una cadena que era agitada al aire.
Su boca, clamó venganza.
La cadena tembló, destrozando todo lo que había a su paso. Paredes,
columnas, bancos de madera, suelo, demonios, hasta que impactó contra
Corazón Oscuro.
El señor de Demonios ni se inmutó.
Volvió a hacer un ademan. Su cola comenzó agitarse.
La roja sangre resbalaba por el llameante cráneo de Blaze. Un cráneo muy
parecido al que un día había tenido, cuando era el Motorista Fantasma
original. Con la salvedad de que ahora, la parte que le había sido cubierta
con metal, a causa de las heridas que le habían infringido los Lilin,
parecía muy distinta al resto del huesudo cráneo. Era puntiaguda, muy
puntiaguda, como si algo en el interior de la zona ósea, intentara salir
hacia fuera.
Y así era. En ese momento, El espíritu de la Venganza que una vez había sido
Blaze, gritaba de dolor, como si algo en el interior de él, se estuviera
muriendo. Blaze, sentía un punzante dolor en todo el cuerpo. Lo peor, era
las palpitaciones que notaba en su cabeza, como si unos grandes tambores
estuvieran siendo golpeados dentro del cráneo Aquello dolía. Y mucho.
Ante el dolor, Blaze cayo al suelo, de rodillas. Con sus dos manos agarraba
fuertemente su cabeza. El crecimiento óseo seguía, haciendo que pequeños y
afilados trozos de hueso se formaran en todo su cuerpo. Quería salir. Algo
quería salir de él.
- Nada puedes hacer contra mí - dijo Corazón Oscuro. Su voz hizo que los
demonios rieran y rieran.
Y en el dolor, Blaze se vio ante Corazón Oscuro. No en ese momento. Aquello
había ocurrido antes. Mucho antes.
Y vio a Sara, otra vez cambiada. A su lado, y al lado de Corazón Oscuro.
Atrás, quizás unos meses.
Y todo se rompió. Las luces se apagaron. El universo durmió.
Al rato la luz vino
Blaze y Sara seguían en la misma calle que horas antes habían abandonado.
- ¿Y bien? - dijo Sara
- ¿Y bien? - repitió Blaze
- Si, llevamos bastante rato y no ha pasado nada - Sara miró hacia los lados
de lo que era una calle desierta - Además, parece que no haya nadie por
aquí -
-Si, es bastante raro - Blaze se levantó del suelo. A su lado un pequeño
papel era impulsado por el viento.
- Yo añadiría, "bastante raro" - Sara se adelantó hacia la carretera que
partía en dos la calle. - No hay ni un alma - Una pequeña brisa azotó el
pelo rubio de ella - Además, concluiría, con "es demasiado raro"-
Blaze, que no recordaba lo acontecido en la iglesia, se levantó del suelo.
- Y que sugieres que hagamos - Blaze miró a los lados de la calle.
- Podríamos recorrer la ciudad - sugirió Sara.
Blaze, inundado por una irremediable sensación de atracción por Sara se
acercó a ella y la besó.
Un beso que duro un minuto.
Tras el beso, y después de saborear la saliva de Sara en su paladar, Blaze
miró hacia el cielo. Una gota golpeó su cara.
-Tengo una extraña sensación - Blaze se secó la gota de la frente.
- ¿cuál? - preguntó Sara
-Creo que aquí hay algo que no encaja - Blaze hizo una pausa: Cuando iba a
comenzar a hablar vio a lo lejos una figura.
Era un hombre negro, de alta estatura. Su nombre era Blade.
Blaze lo observó fijamente.
-¿Lo conoces? - preguntó Sara
- Si, es Blade, un cazavampiros -
Blade, caminaba lentamente, como fatigado. En el momento de llegar ante Sara
y Blaze, cayo rendido al suelo. Murmurando.
- Me han robado un pensamiento. Lo he perdido. Se ha ido para siempre -
decía llorando.
- Blade - Blaze lo agarró por los hombros.
En ese momento, a lo lejos, Sara y Blaze, vieron a un niño con un antifaz
negro; en su mano portaba un pequeño chupa-chup. El niño, ante la atenta
mirada de los dos, movió su mano, como palpando el vacío y giró esta, como
agarrando algo de aquel vacío.
- Lo sabia - comentó Blaze
El niño abrió el vacío, formándose en éste, una puerta. De madera caoba y
con un pomo dorado. El niño lamió su chupa-chup dos veces.
- ¿Qué sabias? Blaze - Sara observaba como el niño entraba en esta puerta.
- Esto no es Nueva Orleans -
Blaze caminó hasta la puerta que había abierto el niño.
La puerta estaba suspendida en el aire. A su alrededor el aire parecía
contenido y Blaze le costaba un poco respirar
Blade repetía una y otra vez lo mismo - Lo he perdido. Lo he perdido - Sara
lo miraba con pena.
-Tráelo aquí - gritó Blaze desde la puerta
-Sr. Blade - Sara lo agarró por el hombro. Blade lloraba desconsoladamente.
Blaze, miró hacia el interior de la puerta. Allí se veía un pasillo sombrío.
No podía divisar el final
-Tráelo - gritó Blaze de nuevo - tenemos que entrar-
Cuando Blaze giró la cabeza y se disponía a intentar divisar el final del
pasillo, algo lo sobresaltó y le infundió tal miedo que lo dejó pálido.
Ante él se hallaba una monja - que alguna vez había sido muy guapa - con los
ojos y labios morados. La monja le tendía los brazos. Unos finos brazos,
casi esqueléticos, con unas muñecas cortadas, aun con las heridas abiertas,
que no dejaban de manar sangre. Tan solo dijo una frase antes de
desaparecer.
- Ella será la culpable de todo -
En ese momento, con Sara y Blade aun lejos, los edificios comenzaron a
temblar y a caer en pedazos.
En los huecos que dejaron los destrozados edificios, se formaron profundas
simas, de un color bermellón calizo. Y alrededor de las simas, montañas del
mismo color. De estas simas, comenzaron a brotar sangre y miles de demonios
aparecieron en esta sangre.
El cielo, entonces, volvió a convertirse en rojo. Y volvieron a aparecer en
el rojo cielo, negros nubarrones. Y la sangre comenzó de nuevo a caer.
La calle adoptó el mismo color rojizo, y allí volvieron a aparecer las
mismas simas - menores que las exteriores, pero con la misma sangre y los
mismos demonios brotando de ella. Sara aceleró el paso y Blaze se retrasó
para ayudarla. Entre los dos, asieron a Blade de un puñado y lo acercaron a
la puerta
- ¿Dónde estamos? - Preguntó Sara
Las risas de demonios se oían por todos los lados
- Si no me equivoco. Esto es el infierno - sentenció Blaze
- ¿El infierno? - Sara miró hacia el rojizo paisaje que le rodeaba, lleno
de profundas simas, altísimas montañas rojas y gigantescos lagos de
lava. -Esto es el infierno- pensó. - ¿y la puerta?- Sara señalo hacia el
interior. Los demonios comenzaban a acercarse, oliendo la carne humana.
- No lo sé. Pero será mejor que quedarse aquí - Blaze entró en la puerta
asiendo los brazos de Blade con fuerza. Sara después de mirar alrededor, lo
siguió cargando con las piernas. La puerta se cerró tras ellos.
El pasillo era sombrío El suelo estaba formado por baldosas blancas y
negras. El techo, era blanco, como tallado.
Nada se escuchaba allí. Pero se veía a lo lejos una luz.
Blaze y Sara recorrieron el pasillo. Sin mirar atrás. Y cuando llegaron al
final del corredor, no dieron crédito a lo que vieron ante ellos:
-No - dijo Blaze. Sara calló.
Ante ellos se hallaba una sala con las paredes blancas, iluminada con unos
focos fluorescente blancos, llenos de vida. Estaban allí de nuevo. En el
mismo sitio donde se habían conocido: Constantine Peek
CORREO AL OTRO LADO
Hulo, DoB.
Fale... Ya me he leído el ultimo del Motorista, esta muy bien, muy
interesante... Sobretodo me ha sorprendido el principio, el trozo de la
tortura, ya que tal y como dices el final parece cantado y das un giro
inesperado al no aparecer ninguno de los dos héroes...
Esa era mi intención. Pero era mas que nada para montar la historia sobre
esa situación. Me gusta llevar a los personajes extremos ¿qué pasaría
si....?
Y como veras, esta escena ha sido fundamental para el futuro del Motorista,
por lo menos, tal como lo teniamos
El nuevo tratamiento que le estas dando al Punisher es muy interesante, a
propósito... ¿Como dejaste a Blade?
A Blade lo has visto en este episodio y lo veras en el siguiente. Por lo
demás, estará disponible.....
¿Por qué digo esto? Solo os digo que esteis atentos a Cachorros, una de las
múltiples series de Xumer. Esperad y veréis....
Xumer
Pues nada. Gracias por la carta. Y desde aquí solo me queda deciros, que no
os cortéis, escribid que siempre es bueno recibir opiniones. Si os gusta, si
no os gusta ...etc
Un saludo a todos. Dob