MOTORISTA FANTASMA VOL. 3 #86
Venganza Metálica II
Guión:
DOB
PORTADA: El Motorista fantasma en un bar, con sangre y despojos humanos, por todos los sitios
El viento soplaba con una fuerza inusitada. La pequeña arenisca del parque,
se agitaba en pequeños remolinos, como intentando increpar a los que la
pisaban día a día, o tal vez, intentaba gritar algún insulto o alguna
amenaza, que pusiera fin a la escena que se contemplaba, desde hacia
minutos, en su reino. Un demonio - por la calavera que tenia por cara y el
fuego que brotaba de ella - intentaba estrangular a un humano corriente -
por sus vestiduras y su frondosa barba, y ese olor tan particular a alcohol
barato - Humano que se resistía a morir. Que luchaba con fuerzas para no
desistir en su empeño: ese instinto de supervivencia que le hacia agarrarse
con fuerzas a la vida. Aunque en el fondo, deseara morir como el que mas.
Sobre todo si en su conciencia, cargara con un peso insostenible durante
años, que había despertado, mas si cabe, tras un error que había provocado
la muerte de una persona inocente. Provocar un castigo, infligir dolor.
Frank Castle lo deseaba con fuerza. Pero esta vez hacia su persona. Aunque,
no por ello se dejaba morir. Debía ocurrir, pero no sin antes vengar a un
inocente.
Ante Frank Castle, mas conocido como El Castigador, se hallaba El Motorista
Fantasma, en algunas situaciones, el mejor aliado que alguien que buscara
castigar a un culpable, podía encontrar. Pero esta vez, eso no era así.
Aquel hombre de rostro calavérico, había abandonado "el camino". El único
camino que se debía seguir. Había matado a un inocente, sin darle cuartel.
Por lo tanto era culpable. Y como culpable debía ser castigado. ¿Cómo lo iba
a castigar? En ese momento no lo sabía. Mas si estaba atrapado y a punto de
perecer. Era una buena pregunta, no había duda.
La saliva no pasaba ya por su garganta, y su cara se estaba poniendo
bastante roja. Se quedaba sin respiración. Aquello era un problema.
En aquel momento, tras la mirada fija del Motorista Fantasma, comenzó a ver
su vida, como en una película. Él estaba sentado en una butaca. Y en la
pantalla del cine, salía él, de pequeño - los dos se observaban, el uno
frente al otro - Tras esto comenzó su estancia en Vietnam. Sintió dolor y
miedo. Ansiedad y muerte. Muerte que provocaba en nombre de su país.
Disfrutaba, lo tenia que admitir. Tras esto, comenzó el parque, el dichoso
parque. Allí lloró de impotencia ante el cadáver de su mujer y sus hijos.
Juró venganza. Él seria la muerte. Y disfrutó - aunque hasta ese momento no
lo supiera - por todas las muertes que desde ese día provocó. Después vino
el silencio. Y después del silencio, vino Nikzo.
El titulo que rezaba en la pantalla del cine era claro:
NIKZO O EL ORIGEN DE LOS SINTEZOIDES
(ALGUNOS DE LOS HECHOS QUE A CONTINUACIÖN SE RELATAN, OCURREN ENTRE EL
NUMERO 17 Y EL NUMERO 18 DE EL CASTIGADOR)
- Contar quien es Nikzo es contar quienes son los Sintezoides. Y por
supuesto contar lo que son los Sintezoides, es contar como llego a parar
Emetiquía al infierno de Corazón Oscuro - relataba un hombre vestido de
smoking con un micrófono en la mano; que estaba sentado en una banqueta de
patas metálicas. Frank Castle observaba la pantalla atentamente.
- Por eso, empezaremos por contar el origen de Emetiquía - El hombre de
smoking bajó una pequeña pantalla de cine - dentro de la pantalla de cine
que Frank Castle observaba -. Y con su mano derecha señaló con una larga
vara -que inexplicablemente apareció en su mano- un título, que rezaba lo
siguiente:
EL ORIGEN DE EMETIQUIA
- Todo empezó por culpa de D´Spayre - la pantalla cambió y apareció una
imagen de Desesperación
Tras la posesión de Odio por parte de Desesperación, las fuerzas universales
quedaron trastocadas. Esto provocó la recreación de un mundo antiético
llamado Emetiquía, que se asentó en los limites del Infierno reinado por
Corazón Oscuro. Este mundo, que había existido en todos los planos
existentes, en cualquier de las realidades alternas, se alimenta de lo que
lo había formado: Odio.
Fueron las almas de todos los que sufrieron, en el intento fallido por
adueñarse del universo de D´spayre, las que lo moldearon, a semejanza de
todas las partes oscuras, que reinan en cada ser que fue afectado por la Ola
de Desesperación. Si piensas algo malo, algo se recreara allí. Si matas,
crearas un asesino. Como tú has hecho siempre, Frank. - El hombre del
smoking se dirigió hacia el único espectador que poblaba la sala de cine-
Haz algo malo y tu reflejo se verá en Emetiquía.
Todo lo malo le da vida -siguió hablando- Emetiquía es la recreación del
instinto perverso que todos llevamos dentro. Cada cierto tiempo, para que
este submundo pueda subsistir, se señala a una persona con el estigma de
Emetiquía. Esa es la única condición que puso el soberano, Corazón Oscuro,
para permitir que aquella nueva zona fuera alojada en su infierno. Eso y una
no-intromisión en ninguno de los asuntos del señor de demonios.
El citado estigma, que coloca su ciego soberano, se llama "ra-sax" Y hace
que el Señalado, obtenga almas para Corazón Oscuro. En la actualidad, existe
un joven niño que lo lleva impuesto. Él será el primero de los
Estigmatizados. La nueva legión del hijo de Mefisto.
- Y ahora te hablaré de los Sintezoides - la pantalla cambió y apareció un
nuevo título:
LOS SINTEZOIDES
Dentro de ese mundo antiético, existe una facción oprimida de viejos
guerreros llamados Sintezoides. Aspiran al trono ostentado por el ciego
soberano. Son viles y atroces en sus cometidos. Creados del mismo Odio que
los demás habitantes de este mundo, pero con una particularidad: no son
orgánicos como el resto. A lo largo de los siglos, donde pasaron asentados
en este mundo, pero en otras realidades distintas a la que tu te hayas,
fueron esclavos. Hechos de despojos, del metal que fabricaban ellos mismos.
Al principio eran humanos como tú, pero fueron torturados y recluidos en
oscuros campos, donde el metal se les fue incrustado en todas las partes de
su cuerpo. Aleaciones de metal con las que sustituían las partes orgánicas
con el que "el dador de vida" los había formado. Soldados al principio de
los tiempos, pero que ahora se hayan en una revolución, intentando derrocar
al ciego soberano de Emetiquía.
La única particularidad que los aleja de ser perfectos, es la adicción a una
sustancia que les fue implantada con el metal. Una sustancia que desata sus
más bajos instintos, y que los hace rápidos y mortales, pero que los
esclaviza por su consumo, llevándolos poco a poco hacia la muerte. Uno de
estos soldados es Nikzo. El culpable de todos tus males.
Otro título apareció en la pantalla - dentro de la pantalla que Frank Castle
observaba -
NIKZO
Nikzo escapó de su mundo. Antes incluso que Emetiquía formara parte del
infierno de Corazón Oscuro. Mucho antes incluso de que tú nacieras, Frank.,
y de que ,por supuesto, naciera tu mundo.
Nikzo fue uno de los primeros soldados artificiales que "El ciego" creara
del metal. Y el único que por una anormalidad -quizás genética - no estaba
obligado a introducir esa sustancia en su cuerpo. Por lo cual, al verse
librado de esta carga, que esclavizaba a los de su especie, decidió partir
en busca de una cura para su raza.
En su búsqueda, no la halló. Y, como castigo, fue destruyendo mundo tras
mundo, cegado por la ira. Hasta que llego al tuyo: La Tierra.
Nikzo, el innomblable. Así lo llamaron tus antepasados. El demonio de metal.
Quizás fue una casualidad o un hecho irremediablemente ilógico, lo que lo
impulsó a venir a tu planeta y buscar su destrucción. Igual de ilógico, que
el ver que en ese mundo, sus poderes mermaban en intensidad. Lo que le hizo
ser presa fácil y ser enterrado vivo hasta la actualidad. Justo cuando te
encontró a ti.
Tu no te acuerdas. Por eso te lo recordare yo.
Fue en el Puente Hudson, un hombre encapuchado se te acercó. Se trataba de
Nikzo. Estaba tan perdido como tú, en aquel momento, ya que te hallabas con
Amnesia, por culpa de una explosión en un combate contra El Frente de
liberación Mutante. No os saludasteis. No dijisteis nada. E igual de ilógico
y casual que su llegada a la Tierra, fue el sentir que tu locura podía ser
el perfecto sustitutivo de aquella droga que tanto ansiaba. Aquel regalo que
le conferiría sus verdaderos poderes. ¿Quizás fueron las drogas con las que
experimentaron contigo en la prisión de la Isla de Ryker? La respuesta te la
dejo a ti.
Y como un vampiro la sorbió. Sin que te dieras cuenta. Allí quedaste, de
pie. Sin saber ni siquiera, que él había estado a tu lado.
Nikzo voló. Desató el mal de su interior. Pero eso es otra historia.
NIKZO PARTE II O EL POR QUÉ DE LA VUELTA DE LA MEMORIA DE EL CASTIGADOR
(ESTO OCURRE ENTRE EL NUMERO 19 DE EL CASTIGADOR Y EL NUMERO 84 DE EL
MOTORISTA FANTASMA)
Empezaremos por Ivette:
IVETTE
Fue la chica que salvaste, mucho antes de tu encuentro con Nikzo. Incluso
mucho antes, del combate con El frente de liberación Mutante. Una puta al
servicio de "La gorda". Una chica que había cometido unos cuantos errores y
había llamado mas de lo debido la atención.
Y tú la sacaste de todos sus líos. Porque era inocente. Y lo más importante:
Porque estaba viva.
Si, estaba viva, eso fue lo que más te llamó la atención. Viva como nunca
habías visto a nadie. Ese condimento del que mucha gente carece y que tanto
te endulzaba. Hasta quizás hubo amor por ella, si aun en ti podía existir
esa palabra. Nunca supiste cuanto sentías por ella, hasta que no llegó el
trágico final.
Nikzo necesitaba de nuevo alimentarse de ti. ¿Una nueva casualidad o era tu
destino?
EL ERROR DE FRANK CASTLE O EL NACIMIENTO DE UN NUEVO HOMBRE
Fue cuando Nikzo vino a por ti la segunda vez cuando ocurrió.
Por esa época una mujer te había acogido en su casa. Había sido amable
contigo. Pero tú no conocías tu nombre. Nada de lo de antes existía en tu
cerebro. No sabias que castigabas, que protegías al inocente. No. Hasta que
lo encontraste de nuevo.
Ivette recorría todos los días la zona donde "la gorda" operaba. Aferrándose
a la posibilidad verte de nuevo. De sentirse de nuevo a tu lado. Todos los
días en los que tú te preguntabas quien eras, ella te buscaba. Te
necesitaba. Recorrió cada lugar que habías visitado estando juntos. Cada
banco. Cada parque. Hasta que te encontró y te llamó por tu nombre - Frank -
Frank Castle, en ese momento se estremeció de la butaca, desde donde
contemplaba su pasada vida.
Nikzo te buscó como ella. Y los dos te encontraron al mismo tiempo. Fue el
verla, saber que la querías, sentir el peligro, lo que te hizo recobrar la
memoria, volver a tu mente del olvido. Y fue esa misma capacidad de amar la
que la mató.
- No sigas - dijo gritando Frank desde su butaca.
Una de las balas que iban hacia Nikzo fue la que la acabó con la vida de
Ivette. ¿Cómo fue a parar esa pistola a tus pies?. Llámalo de nuevo
casualidad o destino, como quieras.
Nikzo, ese día, se vio incapacitado de vampirizarte, y se fue obligado a
huir. Y allí te dejó, junto a ella. Un error bastó para reencontrarte. Un
error para buscar un Castigo. Tu castigo.
- Y ahora la parte que más me gusta. El futuro. O lo que deberías hacer.
LA BUSQUEDA DE NIKZO, O POR QUÉ DEBES DE HACER LO QUE TE DIGO COMO MAXIMA
PRIORIDAD EN TU VIDA.
Nikzo te acecha. Quiere esa locura de nuevo en su cuerpo, ahora sabe que la
locura lo puede hacer fuerte. La suerte es que otros fueron tratados con lo
mismo que tú, en la prisión de la Isla de Ryker. Suponiendo que sea eso la
razón por la que te hace preferible para él. Lo malo es que tarde o temprano
te cogerá. Tú, debes buscarlo y vengarte. Tu deber es salvar al inocente.
Salva a los que, como tú, poseen el alimento de Nikzo y sálvate a ti. Yo te
dejaré con vida. Tú, deberás matarlo.
- Y si no quiero - dijo Frank ya levantado de su asiento
- Querrás Frank, por Ivette -
- No la metas en esto - gritó Castle
- Yo no la meto. Tú la metiste - sentenció el hombre de smoking
El cine se fue difuminando tras estas palabras. La pantalla se convirtió en
pinturas borrosas de colores.
- ¿Quien eres? - preguntó Frank cuando todo se deshacía.
Nadie le respondió.
Cuando recobró el sentido, el parque seguía allí. Ya no estaba en el cine.
Como tampoco estaba el Motorista Fantasma. Se había ido. Frank se levantó y
se espolvoreó la arena de la ropa. Miró a un lado y al otro. Allí no había
nadie aparte de él. - Nikzo - pensó. -Debo encontralo- Y comenzó a andar.
Pronto el parque quedó en silencio. El viento había amainado. El lugar se
había convertido en un sitio de paz. Roberto, el policía, yacía en el suelo.
DANNY KETCH " EL MOTORISTA FANTASMA"
El Motorista fantasma buscaba, en los corazones de las gentes que
caminaban, cual hormigas, por el centro de Nueva York, el paradero de su
nueva víctima, uno de los sicarios de "Él puro". Ellos, pobres humanos,
rehuían su mirada, y se apartaba ante el hecho de ver un cráneo de fuego
andante, que vestía un cuero negro lleno de tachuelas. Él buscaba y buscaba.
Su presa tenia un nombre. Aquel hombre que había vendido a Ricky Roonie, la
víctima que debía vengar.
Se aproximaba poco a poco. Lo sentía en su interior. En ese fuego que
desprendía su cuerpo. Ese fuego infernal que le daba forma como Espíritu de
la Venganza. Una de las creaciones de Mefisto.
Escuchaba las sirenas de la policía a lo lejos. Sabía que lo buscaban, pero
no por ello pararía. No antes de consumar la venganza. No antes de matar a
Ramón Gracia.
Danny Ketch, en el interior del Motorista, se daba cuenta de que cada vez
estaba perdiendo más y más el control.
Un control del que se apoderaba alguien que compartía El espíritu de la
venganza con él. Y que estaba allí, en alguna parte de aquel vacío negro
donde residía su cuerpo, cuando se convertía en El Motorista Fantasma.
¿Quién era?. No lo sabía.
Por momentos, además de recuperar la memoria, tomaba constancia de lo que
se había convertido. ¿Cómo había llegado a esa situación? Eso era algo que
también se perdía en su recuerdo.
Aunque si algo si recordaba era el rostro de su hermana Barbara sonriéndole.
¿Cuándo había ocurrido esa escena? Era imposible, ella estaba muerta.
Espíritus de la Venganza, manicomios, niños con chupa-chup, todo parecía una
locura.
Pero algo que tenía por cierto era, que fuera lo fuera lo que había pasado,
él tenía la culpa.
Sentía moverse al Motorista. Escuchaba las sirenas de la policía. Y, algunas
veces, un grito ahogado, de alguien con el que chocaba la manifestación de
la posesión, que desde tiempo atrás había formado parte. Pero no reconocía
las sensaciones que le azotaban. Era como un mal que crecía poco a poco. Un
mal, del que comenzaba a tomar parte. Había matado dos veces desde que había
visitado Nueva York, y sabia que habría más. El Motorista Fantasma se había
vuelto loco. O peor, se había convertido en lo que siempre había sido: Un
demonio.
Era tarde. Ya había encontrado a su víctima.
Y Como demonio, entró en el bar "La guarida".
Como demonio, mató, uno a uno, a los secuaces que allí protegían a Ramón
Gracia. Sin inmutarse, llenándolo todo de sangre y vísceras.
Como la venganza, lo encontró en uno de los reservados del bar, fumando
crack mientras una puta se la chupaba.
Y no le dio tiempo a decir nada. Ni a él. Ni a ella. Fue rápido y
silencioso.
Danny gritó en el vacío interior de El Motorista fantasma. A su lado alguien
reía.
En el infierno de Corazón Oscuro, los demonios menores, comenzaron a gritar.
Un grito que se escuchó en todo el reino.
Y en la Tierra, El Motorista Fantasma, disfrutaba. Mordisco tras mordisco.
La sangre formaba parte de la Venganza.
CORREO AL OTRO LADO
Si, esta vez hay una carta :-)
La primera es de Alex, el guionista de, entre otras, Masacre y Aparecido.
Por supuesto muy recomendables.
Que tal , Dob:
Aquí estoy con la carta acordada (Dios mio, aun no le he escrito a rocket,
me va a capar).
Bien, sobre el motorista:
En general me gusta bastante, aunque tengo que admitir que a veces me
pierdo, pero no porque no te expliques bien sino por los cabos sueltos (los
últimos números me han ayudado mucho). Dejando eso aparte, tengo que
felicitarte en lo que creo que es tu punto fuerte: la prosa. Después de
leerme varios números de un tirón creo que eres uno de los guionistas con
mas potencial de Marveltopía, recreas muy bien la atmósfera y le das
identidad a los personajes; aparte te expresas muy bien, con claridad y sin
repetirte (sobre todo con la gran bestia negra, el "dijo").
Como ves, en los últimos episodios se va aclarando todo. Por lo menos un
poco.
Y ahora has metido al Castigador, a ver que tal este número. Y no olvides
explicar lo de su pérdida de memoria (y de paso lo de su pérdida de
guionista :D).
Ya habrás visto que el Castigador ha tenido un fugaz paso por esta serie.
Veremos si alguien ahora, con todo aclarado, coge de nuevo la serie.
Pues eso, nada mas, sigue así.
P.D: Gracias por la carta al Aparecido, te la publico en el siguiente
número. Y me pensaré lo de Ojo en el cielo, diga lo que diga Forky XDDD
Alex
"
Muchas gracias Alex, por todas las cosas que dices. De verdad
Espero con mucha expectación tus episodios de Aparecido, una nueva serie en
Marveltopía. ¿Qué todavía no la has leído? Pues corre y léela. Seguro que no
te defrauda. A mí, me encanta.
Si quieres comentar algo de la serie, escribe a:
Nraven@teleline.es