MOTORISTA FANTASMA VOL. 3 #85
Venganza Metálica I
Guión:
DOB
PORTADA: Tres hombres, de frente, rodean a un cuarto que está de espaldas, sentado en una silla, atado con cadenas. El hombre sentado tiene la cabeza agachada. La oscuridad los rodea.
UN ALMACÉN CUALQUIERA EN NUEVA YORK 03:09
La escena es clara: cuatro hombres - tres de pie, uno sentado-, cajas de
madera que compiten por llegar al techo y. suciedad en el suelo. Los hombres
van ataviados con trajes de Armani bastante caros. El hombre que se
encuentra sentado, es un pobre infeliz, el típico "carne de cañón" que
nunca nadie recuerda cuando se va, mas que por la típica frase de " sabía
que te irías antes que yo". Este personaje está fuertemente sujetado con
cadenas a una silla metálica. En el suelo, muy cerca de este pobre imbécil,
se puede apreciar pequeñas manchas de sangre. Una sangre que momentos antes
corría por sus venas, aceleradas por el nerviosismo de encontrarse en una
situación sin salida. Al lado de este hombre, -un poco mas lejos de los
otros tres que se hallan enfrente- uno con unos alicates y un puro, Los
otros, mientras, están intentando mantener la compostura ante la víctima.
Hay un radiocassete viejo, que susurra una canción de syntpop americano, con
bastantes reminiscencias del sueco -bastante animada: Una mujer cantando y
el típico synt propio de esta clase de techno - NOTA DEL AUTOR: Los que
hayan escuchado alguna vez algo de esta música, sabrá bien lo que digo -
El hombre de los alicates, Pedro (que lo llamaremos a partir de ahora jefe
de la banda o torturador) fuma del puro que tiene en su mano derecha.
Caladas fuertes y rápidas (se traga el humo) influenciadas por la alta
adrenalina que está quemando, en su acción de sacar una información clave. O
sea: ¿Por qué te has chivado?
Ricky Roonie (que lo llamaremos de ahora en adelante persona inocente que ha
pagado el pato o víctima, a secas) se pregunta las sabias preguntas de ¿cómo
coño ha llegado a esta situación? O también la típica de - ¿qué coño quieren
que les diga?. Yo no he hecho nada - O quizás la mas acertada en ese
momento, cuando el dolor, y digo dolor, va a venir muy pronto, sobre todo si
le quieren -como le han dicho - extraer las uñas con unos alicates: -¿Cuándo
van a venir a rescatarme los buenos?-. La lastima, es que no tiene, por
ahora, ninguna respuesta.
TORTURADOR: ¿Entonces no quieres contarme por qué has tenido que decir lo de
nuestro envío a Europa, verdad?
VICTIMA: -Yo no he dicho nada. Lo juro.
Típico, muy típico piensa el Torturador.
TORTURADOR: Tú -señala a uno de los que se encuentran atrás - tráeme esa
ramita del suelo. (Hay una pequeña rama en el suelo)
Ramón (que lo llamaremos de ahora en adelante verdadero culpable de la
situación que está ocurriendo o verdadero culpable a secas) sabe
perfectamente que Ricky Roonie es inocente, por lo menos de lo que en este
momento se le acusa. Él no se pregunta ni "¿qué coño quiere que les diga?"
Ni "¿cuando vendrán los buenos?" . No. Lo único que desea es que su jefe
acabe pronto con él infeliz "pagamuertos". Sabe perfectamente que no ha
podido chivarse, porque él ha sido el que lo ha hecho - la policía paga
bien. Y él tiene que mantener a dos queridas- Como sabe lo que le haría su
jefe si lo supiera. Así que calla y va a por la ramita que se encuentra en
el suelo.
VERDADERO CULPABLE: - Toma - dice entregándole la ramita. -Acaba pronto-
piensa.
TORTURADOR: Ves esto - señala a la ramita -. Imagínate que es tu uña.-
Pedro, agarra la rama con los alicates y en un golpe seco, la parte por la
mitad.
VICTIMA: -Yo no he sido. Yo no he sido - rompe a llorar
El cuarto hombre. Roberto (que lo llamaremos de ahora en adelante, policía
infiltrado en la banda o policía, a secas)
Espera pacientemente a que la tortura acabe y así pueda meter a Pedro en la
cárcel acusado - por lo menos - de asesinato. Es un delito capital y es por
lo único que podrían meterlo entre rejas. Es una pena lo del "bobo" - se
refiere a la víctima - pero ya ha esperado dos años - en los que ha estado
infiltrado- para ese momento, y por mucho que le apene, va a ser quien le
dé la cabeza de Pedro Ramirez " el puro". Siempre en la guerra hay víctimas
inocentes -intenta justificarse-
TORTURADOR: ¿Vas a contármelo? O voy por las uñas.
VICTIMA: Se lo juro. Yo no he sido. Yo no he.... - un puñetazo de Pedro lo
hace callar. Mas sangre cae al suelo.
TORTURADOR: Apaga esa puta música - señala a Roberto "el policía". ¿Creéis
que con este ambiente puedo torturar a alguien? Joder.
El policía apaga la radio.
En este momento, tú que estas leyendo esto -si no eres muy retorcido--
querrías que apareciera algún héroe. O bien el Motorista Fantasma- que para
algo es su serie - o algún personaje invitado --como por ejemplo El
Castigador, invitado en esta saga- Pero no. No apareció ninguno de ellos.
Tras apagar Roberto la radio, lo único que en ese almacén se pudo escuchar,
fue tremendos y continuados gritos de dolor. Gritos que culminaron con unas
últimas palabras de Ricky Ronnie y un disparo. Tras esto. Los tres hombres
abandonaron el almacén, dejando atrás un cuerpo inerte, con una cara
deformada por las heridas y el sufrimiento, y unas uñas en el suelo. Como
bien dijo Roberto: En la guerra siempre hay víctimas inocentes.
DANNY KETCH "EL MOTORISTA FANTASMA"
Un BMW arranca y se marcha por la carretera general. A los minutos, una
figura aparece, como si hubiera sido convocada por la muerte de Ricky. Una
figura que camina erguida entre las sombras, como invisible. Las puertas del
almacén se abren ante su presencia. A lo lejos se sigue contemplando un
cadáver. Un cadáver al que El Motorista Fantasma se acerca.
Dentro del almacén, un goteo intenso y continuado se detiene.
- Los muy hijos de puta me han matado - Una voz se escucha cerca del
Motorista. Este gira la cabeza. Las llamas lo acompañan.
Apoyado contra la pared se observa una figura semitransparente. Es el propio
Ricky Roonie que yace en cuclillas sobre el suelo. O Mejor dicho: su
espíritu.
-¡Cabrones! - se queja -- y mi mujer y mi hija ¿qué les diré ahora?- Ricky
Ronnie llora, aunque ninguna lagrima toca el suelo.
El Motorista Fantasma, vuelve de nuevo la cabeza hacia el cuerpo físico de
Ricky. Lo observa durante un rato.
--Yo te vengaré-- dice el Motorista Fantasma con una voz siniestra e
insensible
--¿Quién eres?--- pregunta Ronnie
-Descansa- dice El Motorista
Un gran fuego brota del cuerpo muerto de Ricky, que al momento se convierte
en cenizas.
Tras esto, el espíritu de la víctima desaparece, quedando todo en silencio,
restaurándose de nuevo el goteo de agua.
Al poco de contemplar los últimos restos de Ronnie, El Motorista Fantasma se
acerca al suelo y, una tras otra, recoge todas las uñas del suelo,
juntándolas en su mano. También desaparecen.
La venganza, en ese momento, es un hecho.
ROBERTO "EL POLICÍA" 18:42
Hace un día malo, nublado, muy nublado. El viento es bastante intenso y hace
frío, mucho frío. Los grandes edificios despuntan en lo alto, con ese toque
de metal y cristal tan característico de Nueva York. Roberto debe de hacer
una llamada a sus superiores, contándoles todo lo que ocurrió la pasada
noche, en el almacén. "El puro" ha cometido un error. Lo malo, dentro de lo
bueno, es que murió un inocente. Por cierto, bastante violentamente. Hoy
Roberto, aunque tiene las uñas ya bastante largas, no se ha atrevido a
cortárselas. Y, hoy por hoy, duda de hacerlo nunca. Pero por lo menos tendrá
un cargo mejor que el de detective del departamento. Dejara de ser un don
nadie. Se convertirá en el inspector que siempre quiso tener su madre en la
familia. Una familia bastante repleta de representantes de la justicia. Eso,
siempre que no lo maten antes de declarar, claro. A el "puro" le cabreará
bastante lo de ir a la cárcel. Otro inconveniente es que tendrá que cambiar
de ciudad. Le encanta Nueva York. Ojalá muriera aquí. Pero eso no será, de
momento, viable. Las tormentas siempre pasan. Ese será el momento, tras la
tempestad. Hasta quizás, con un cargo mejor que el de inspector. Jefe de
departamento. Ese seria el mejor premio. El ansiado empleo: Un buen sueldo y
el mayor cargo ostentado en la familia.
Roberto camina, hasta llegar a una cabina. Allí hace la llamada.
El parque donde está situada la cabina, esta desierto- debe estar desierto
para no correr el peligro de que lo trinquen los secuaces de "el puro- El
viento en vez de amainar se vuelve mas enfurecido. Los arboles que rodean el
parque, mueven sus ramas marchitas violentamente. El gris parece dar tono a
cada rincón de aquel recinto cerrado por un pequeño muro, con columpios en
el centro, en los que ningún niño está jugando. En fin, un triste parque. O
por lo menos así lo piensa Roberto.
La llamada termina. Roberto ha hecho bien su trabajo. Así se lo ha dicho su
superior.
Fuego.
Por un momento, Roberto, se acuerda de su niñez. Una niñez plagada de
insatisfacciones. Llena de amargura por la muerte de su padre, a manos de un
criminal al que perseguía. A su madre no le hizo en principio mucha
ilusión -lo de meterse en el cuerpo- pero después, estuvo encantada
Metal
Roberto se sienta en el pequeño muro que rodea el parque. Saca un cigarro
del bolsillo y lo enciende.
En ese momento, le asaltó a la mente los gritos que había escuchado la noche
anterior, y sintió un escalofrío en su espalda.
Hueso
Tras el escalofrío vino la duda ¿Hice bien en dejarlo morir? Las ordenes que
tenia eran claras. Presenciar algún delito en el que tomara parte activa "El
puro" Pero su cara. Dios. Los gritos. ¿Cómo pudo sufrir tanto?
Cuero
Pero debía hacerlo así. Es mejor que muera una persona a que mueran mil ¿no
es verdad? Se preguntó.
-Sus uñas. La carne bajo sus uñas...- Roberto cerró el puño destrozando el
cigarro.
--¿Por qué lo hice? - dijo en voz baja ¿Por qué dejé que ocurriera? Soy un
policía. Mi deber es proteger al débil ¿Por qué lo deje morir?
En ese momento, Roberto sintió miedo. Un miedo como nunca había
experimentado.
A su espalda, de pie, estaba El Motorista Fantasma.
- ¿Quién...? - Roberto se vuelve. El cigarro cae al suelo.
DANNY KETCH "EL MOTORISTA FANTASMA"
El Motorista Fantasma se encuentra frente a frente con lo que será una de
sus víctimas. El fuerte viento despliega las llamas que salen su cráneo. Sus
ojos profundos y fríos se clavan en los de Roberto.
A lo lejos, en unos apartamentos, alguien apalea a una mujer indefensa, todo
por servir la sopa fría. El hombre fuera de si, sonríe.
Mas lejos todavía Alguien piensa un deseo antes de tirar una moneda dentro
de un pozo. Un deseo que jamas se cumplirá.
Al otro lado del planeta, tras una prueba atómica, alguien cree ver a Lilith
y Zarathos besándose en el epicentro. Un beso en el que ninguno de los dos
muere.
Cerca de allí, el Doctor Mann encañona a una prostituta con la escopeta "
que tira fuego". Primero la violara y después vendrá el gancho.
En los limites del infierno de Corazón Oscuro, el arlequín se postra ante
los pies del ciego soberano de Emetiquía. Con sus dientes devora las
entrañas de su hija bastarda.
Roberto, enfrente del Motorista, comienza a temblar. Ni su repentina muestra
de arrepentimiento, logrará apartarlo de la venganza del muerto Ricky
Ronnie. El Espíritu de la Venganza, comienza a blandir sus cadenas al
viento. Las llamas de su cráneo comienzan a crecer
FRANK CASTLE "EL CASTIGADOR"
Frank Castle, podía llamar casualidad al hecho de que a las 19:07, en la
Ciudad de Nueva York, caminara cerca de un Parque- que él creía en el
momento de decidir ir hacia allí- abandonado. Sin niños y madres que le
hicieran recordar la muerte de sus hijos y de su mujer por una banda armada.
Podría llamarse casualidad. Aunque era costumbre. Ya que cada día, en los
últimos meses, solía ir por allí a la misma hora, mas o menos. Sobre todo,
después de recobrar la memoria gracias a Ivette. Una chica que mató -si, mató- en una
casualidad, quizás, aunque sería mejor llamarlo error. Ya que así no tendría
que echarle la culpa a ningún dios o demonio. Es mejor el auto-castigo, así
no tendrá miedo cuando decida volarse el mismo la tapa de los sesos, o
cuando se la vuelen los "malos", claro. Él es El Castigador, que mejor
castigo que ese. Vivir, es lo que cuenta. Hasta que llegue la muerte. Del
modo que sea. Que más da el atormentarse cada noche mientras duerme, ver a
Ivette en el suelo en un charco de sangre, que su boca lo llame de camino a
la muerte. Que más da ¿verdad? Él es el castigador. Él es el bien. Da igual
lo que sienta. El culpable ha de morir. El inocente vivir. No quiere
preguntarse por qué coño tuvo que morir Ivette. Ni que se supone que está
haciendo un viejo conocido suyo, llamado El Motorista Fantasma, con sus
cadenas a punto de atacar a un poli encubierto, que durante unos meses ha
estado viniendo y haciendo llamadas -nada se le puede escapar a Frank-. Que
más da ¿cierto?
Aunque, por esa misma regla de tres -la de proteger al inocente- ahora
debería hacer él eso mismo. Es un poli ¿es que no se da cuenta el
"chamuscado"?
Lo malo de esta casualidad o de, mejor dicho, esta costumbre, son dos cosas.
La primera y más importante es que no lleva ahora mismo ningún arma - una
mala costumbre la de ir al parque- Y la segunda es que sabiendo que El
Motorista no ataca a inocentes, debe de tener una buena razón esta vez.
Aunque ninguna que lo haga cruzar la línea- llámese matar, sea de los malos
o no- Y por lo que observa, es eso mismo lo que va a hacer con el poli.
DANNY KETCH "EL MOTORISTA FANTASMA"
La cadena tiembla a cada giro que da, provocando un silbido en el aire que
anuncia la muerte.
- Chamuscado- Un grito se oye a lo lejos. En la misma entrada del parque.
El motorista gira la cabeza hacia donde proviene el grito. La cadena sigue
girando. Allí contempla a un hombre que viste una gabardina beige con una
frondosa barba en su cara. El hombre corre hacia él.
-Lo conozco....es... - se oye dentro de El motorista. Es Daniel Ketch, que
habla.
-No es nadie- se escucha una segunda voz. - Culmina tu venganza y vete, no
debes dejar que te coja. Porque sino, nunca veras a tu hermana.
--Pero este hombre es inocente y al otro lo conozco ¿de qué lo conozco?-
dice Ketch
-Mátalo. Culmina tu venganza-
FRANK CASTLE " EL CASTIGADOR"
-¿Qué hace? ¿Es que no me recuerda?-
Frank corre hacia El Motorista
- Tendría que haberme afeitado-
-Chamuscad... - Comienza a decir, pero es interrumpido ante un hecho que
nunca tendría porque haber ocurrido. Algo que jamas esperaría de aquel
hombre con la misma particularidad que él. Castigar al culpable, salvar al
inocente.
ROBERTO "EL POLICIA"
Sabe que va a morir. Sabe que hizo mal en dejar morir a aquel hombre. Un
demonio está frente a él. Y lo va matar.
En un momento, rápido y amargo, recuerda a su madre, a su padre, a aquel
niño que siempre quiso criar, a aquella mujer que nunca amaría. Y por
último, a aquel pobre infeliz por el que está en esta situación. Aquel
"bobo" que dejo morir para subir un escalón mas en su carrera. Y allí
enfrente lo ve. De pie, semitrasparente, observándolo en silencio,
tranquilo, en paz. Roberto nunca pudo llegar a gritar. La cadena de El
Motorista le destrozó la cabeza.
Trocitos de él cayeron al suelo, tras una nueva pasada de la cadena. Aunque
sus uñas quedaron intactas en sus dedos y nadie lo remató con un disparo en
la cabeza.
EL PARQUE 19:09
Alguien, llamado Frank Castle, salta sobre alguien que se llama Danny Ketch,
y que ahora está transformado en El Motorista Fantasma. Un Motorista
Fantasma bastante cambiado, desde la última vez que los dos se encontraron.
Los dos caen al suelo.
- ¿Por qué lo has hecho? ¿Te has vuelto loco?- dice Frank
EL castigador tras caer al suelo con El M. F. aprovechando el impulso, da
una voltereta en el suelo y se pone de pie. El Motorista también.
Frank toma impulso apoyándose en el muro y con una patada lo tumba al suelo.
Rápidamente El M. F. se levanta y comienza a blandir su cadena. Giro tras
giro.
-¡Mierda!- Frank comienza a correr.
La cadena, a su paso, destroza una gran parte del muro. Frank salta. La
cadena le pasa rozando.
El Castigador comienza a toser, y toma aire - falta de entrenamiento, se
llama-
El Motorista Fantasma camina lentamente, aproximándose, poco a poco, a
Castle, que yace en el suelo cogiendo aire.
-¡Hijo de puta!-
La cadena de El Motorista Fantasma, volviendo a su destino, golpea
fuertemente el cuerpo de Frank, haciendo que este salga despedido unos
metros y haciendo un surco en la arena del parque.
El Motorista Fantasma se acerca, poco a poco.
-Una costilla, posiblemente dos, cabronazo - dice Frank en el suelo.
Las llamas de El Motorista comienzan ha hacerse alargadas. Está preparado
para dar el golpe de gracia.
Pero en ese momento EL castigador, crujiendo algo dentro de él - con el
consiguiente dolor- se levanta rápidamente, y de un puñetazo, tumba al
Motorista en el suelo.
- ¡Que hijo de puta! Ves. También yo sé golpear -
El Motorista Fantasma, como congelado, yace inmóvil en la arena.
Frank le da una patada en la cara. "El cráneo de fuego" no se mueve.
DANNY KETCH "EL MOTORISTA FANTASMA"
-Mátalo- dice una voz interior
-No puedo. Lo conozco. El es...¿por qué no puedo saber quien es?-
-Quiere matarte, no lo ves en sus ojos- La voz habla
-No puedo matarlo, es inocente. Yo no mato. ¿Por qué he matado a aquel
hombre?- dice Ketch
-No era inocente. ¿No lo recuerdas?-
-Pero yo no he matado nunca. Y he matado dos veces desde que estoy en esta
ciudad ¿Quién eres? ¿Por qué me haces hacer esto?-
FRANK CASTLE "EL CASTIGADOR"
Ha estado pateando su cara, pero "el de fuego" no se ha inmutado. Parece
estar en otro lugar. No puede con él. Lo sabe. Debe hacer algo... pronto. Si
por lo menos tuviera alguna de sus pistolas.
Tarde muy tarde. Despertó del letargo.
EL PARQUE 19:15
Las llamas comienzan a crecer de nuevo. El Espíritu de la Venganza se
levanta. Frank intenta golpear su cara - digo intenta pues no lo hace-
El viento parece enfurecido. La arena del parque se levanta. Los columpios
se agitan en su particular vaivén
Alguien al otro lado del parque, hace una fotografía. Mañana tendrá una
buena foto de portada para el periódico.
En el lado contrario de donde se encuentra situado el periodista, El
Motorista Fantasma tiene agarrado del cuello al Castigador. Un Frank Castle
que se ahoga, ante la fuerte presión en su garganta.
Lejos, en una casa, se escucha un Réquiem.
CORREO AL OTRO LADO
Sigue sin haber cartas.
¿Morirá o no morirá El Castigador?(Ya sé lo que vais a decir: Pues no. Pero
y si...) Opinad de esto o de lo que queráis, enviando un mail a:
Nraven@teleline.es