MASACRE VOL. 3 #6
TODO LO QUE USTED QUERÍA SABER SOBRE LA FUNDACIÓN ÉXODO Y NUNCA SE ATREVIÓ A PREGUNTAR II
DESCUBRIMIENTO
Guión:
Alex García
Portada: El Hombre Dragón, sujetando en su mano derecha la máscara ensangrentada de Masacre.
- Bien, señor Wilson, ¿qué tal se encuentra hoy? - la voz del Hombre Dragón
está cargada de sarcasmo mientras se dirige a Masacre, el cual está atado a
lo que parece una mesa de operaciones; a su lado, en una mesa idéntica está
Siryn, una mordaza especial le impide usar su poder sónico.
- Pues ahora mismo coincide con que me pica un huevo; así que si me hace el
favor de desatarme para que pueda rascarme me haría muy feliz.
- No se cansa nunca, ¿eh Masacre? Hablador hasta el final... final que se
acerca muy rápidamente. No debió intentar matarme1.
- Tal vez si usted no me hubiese escacharrado mi factor curativo esto no
estaría pasando.
El Hombre Dragón sonríe enigmáticamente.
- A su factor curativo no le pasa nada, Wilson. Simplemente el cáncer que
una vez tuvo ha vuelto y con tanta fuerza que su poder regenerativo apenas
puede contenerlo... de ahí que sus heridas tarden más en curarse. Aunque al
final... no importará nada.
- ... O sea, que encima que me manosea y me pone un lunar donde antes no lo
tenia, va y me mete cáncer. Hágame el favor de traerme el libro de
reclamaciones que se va a cagar.
- Oh, podría hacerlo... pero los muertos no tienen derecho a reclamar. Si lo
prefiere le contaré a cambio una historia... un sueño de un mundo mejor.
- Si sale Sandra Bullock, ya he visto la peli.
- Escúcheme, Masacre, usted, su compañera, todos los superhumanos, son la
clave para un proyecto que llevo décadas concibiendo - el gigantesco
androide se vuelve y aprieta un botón en una consola: un holograma de un
hombre aparece sobre ellos. El hombre tiene el pelo rubio y un tono dorado
de piel que casi harían pensar que se trata de Adam Warlock -. Éste es el
resultado.
- Genial... así que ha inventado el bronceador definitivo. Pues sepa que yo
odio la playa, y no solo porque me quemaba de pequeño; los mayores me hacían
comer arena.
- Lo que ve, Wilson, es un proyecto... es el futuro de la raza humana.
Combinando el ADN de los superhumanos que reclutamos - ya sea
voluntariamente o no -, estamos cada vez más cerca de crear un ser superior,
un hombre inmune a cualquier enfermedad o veneno, pletórico de poder, con el
potencial de convertirse en la raza dominante del universo.
- Espere que esta peli ya la he visto: usted va a crear muchos de esos y con
ellos dominar el mundo, ¿A que sí?
- Eso es sólo un bonus - el gigante sonríe -, pero lo verdaderamente
importante es que crearé una utopía, un mundo en el que todos sean
iguales... terminaré con el hambre, las enfermedades, el racismo, la
guerra...
- Y con los McDonalds, no te jode. Si cree usted que la humanidad va a dejar
de darse leches por ser todos igual que figuritas de los Oscars está peor
todavía de lo que yo creía. La humanidad no se lleva sacudiendo hostias
entre ellos durante miles de años por ser de colores, Einstein.
- Tranquilo, Wilson, todo está previsto - se vuelve hacia el otro ocupante
de la sala, un hombre con bata de científico - tómeles muestras de ADN e
implánteles un chip de control - mira a Masacre y se frota la barbilla -;
mejor póngaselo a ella. Él no durará mucho tiempo... asegúrese de que le
eliminan cuando termine las pruebas.
- Ey, por mí si me dejan vivir mis últimos momentos en un pisito en las
Bahamas no pongo quejas - dice Masacre mientras las puertas se cierran tras
el Hombre Dragón, el cual se queda estupefacto al ver al Capi Loco ante él.
- ¿Qué haces aquí? - pregunta.
- Me han enviado a poner a dar las buenas noches a mi amiguito de rojo
cuando el médico termine de vacunarlo.
- Asumo que quieres decir que te vas a encargar de eliminar a Masacre.
- Eso he dicho.
- Ya. Por supuesto. Bien, llama al equipo de limpieza cuando termines.
- Chao grandullón.
- Hombre, si es el sonrisas - dice Masacre al ver entrar al Capi Loco por la
puerta -. ¿Has venido a ver el show?
- El espectáculo es mi vida - agarra al científico y lo estrella contra la
pared, dejándolo inconsciente. Acto seguido procede a desatar a Masacre.
- ¿Y esto?
- Son gente muy aburrida. Vamos a conquistar el mundo, blah, blah, blah. Tú
me caes mejor, tienes diálogos más profundos.
- Sí, ¿verdad? Nunca entendí por qué me echaron de la obra del instituto
sólo por querer hacer una versión de Peter Pan pero con menos ropa...
Atada en la mesa, Siryn se pregunta cuándo se acordarán de que está ahí o
por lo menos si alguien puede pegarle un tiro para acabar con el parloteo de
esos dos...
- Bien - dice Siryn -, ¿y ahora cómo saldremos de aquí?
- Teletranspórtame, Scotty - dice el Capi Loco hablando a un pequeño disco
negro que lleva en el pecho.
- Buff, que quieres que te diga, Star Trek nunca me ha molao mucho, sobre
todo las últimas pelis, que ya parecían "Geriatric Trek". Por lo menos la
Nueva Generación tiene un par de hembras, rowrrr... ¡Por Dios, que el
capitán es un calvo! ¿Dónde se ha visto un calvo liderando un grupo de
gente? Con la mala imagen que da.
En ese momento el disco empieza a crecer rápidamente, el Capi Loco se
aparta y el disco llega a ser tan grande como una persona, y un hombre de
color blanco, cubierto de pequeñas manchas negras redondas, aparece desde
dentro de él. Instintivamente Masacre echa mano e sus armas, pero el recién
llegado levanta las manos despacio.
- Tranquilo, Masacre, he venido a ayudarte.
- Éste es Scotty - dice el Capi.
- En realidad soy... la Mancha.
Siryn se vuelve educadamente, incapaz de contener la risa. Wade está a
punto de caerse al suelo, casi incapaz de respirar de tanto reír.
- ¿La Mancha? Macho ten cuidado que creo que el terrible Mr. Propper está
por aquí cerca. JUAJUAJUAJUAJUA.
Mancha suspira.
- Siempre lo mismo. En fin, si habéis acabado nos vamos.
Salen a un despacho bastante grande, lujosamente decorado. Sentada en la
mesa está una mujer morena, ojeando unos informes; alza sus ojos marrones y
al ver al grupo sonríe y se levanta.
- Es un placer conocerle en persona, Masacre - estrecha la mano de Wade -, y
a usted también, Siryn. Mi nombre es Tracy Weiss, y soy la psicóloga jefe de
la Fundación. Seguramente se preguntarán qué está pasando aquí.
- Bueno, si te va a llevar mucho tiempo explicarlo podemos quedar para
cenar, nena. ¡Ay! - codazo de Siryn en las costillas.
- Todo esto es muy raro - dice Siryn -. Por lo que yo sé el Hombre Dragón
siempre ha tenido la mentalidad de un niño de dos años, y de repente va y
dice que lleva décadas desarrollando un plan para fabricar a la Humanidad
perfecta. No es el Hombre Dragón, ¿verdad?
- No. Y sí. Acompáñenme.
Al fondo de la habitación hay una puerta plateada, que desentona con el
resto de la decoración; la doctora la abre y entran en una habitación
blanca; en el centro hay una camilla como de hospital, con un hombre
durmiendo en ella. Diversos cables unen al hombre con máquinas situadas
alrededor de la camilla. Al lado de la entrada hay otra puerta, posiblemente
un ascensor.
- Éste es Marvin Flumm, alias Mentallo2. Y es el causante de todo esto.
- ¿Le importaría explicarme como la Bella Durmiente es el responsable de
todo? - pregunta Wade.
- El señor Flumm lleva con nosotros bastante tiempo... el tiempo que lleva
en coma, para ser más exactos. Al parecer su mente fue dañada en una lucha
con Hulk3; el señor
Exodus tiene bastantes influencias, así que consiguió traerle aquí.
"Las habilidades telepáticas de Mentallo no pueden compararse a las de
otros mutantes, aunque sospechamos que eso se debe a barreras de su
subconsciente. El caso es que combinando el poder de su mente con el de
nuestras máquinas, conseguimos lo impensable... una transferencia mental.
Sólo nos faltaba el cuerpo al que transferir la mente... hasta que
conseguimos al Hombre Dragón.
"El Hombre Dragón es en realidad el fundador de Éxodo... un anciano de más
de 80 años llamado Maximilliam Exodus.
- Que guay, yo quiero el cuerpo de David Hasselhoff - dice el Capi Loco.
- Que poco estilo - responde Masacre -, yo quiero el de la Masa. Las hostias
que podría llegar a repartir...
- No lo entiendo - Siryn ignora a la pareja -, ¿Por qué nos está contando
esto?
- Los planes del señor Exodus, desde mi punto de vista como psicóloga,
son... una locura. Si reemplaza a la Humanidad con su nueva raza, ¿Qué hará
con los humanos ya existentes? No puedo ni quiero permitirlo; he ido
reclutando secretamente gente dentro de la Fundación para que me ayude a
detenerlo.
- Yo estaba trabajando aquí como científico y les vi implantar esas cosas en
todos los super humanos que capturaban; no me hacía gracia que me pudiera
pasar lo mismo, así que le revelé a la doctora mi identidad y la ayudo desde
entonces - afirma Mancha.
- A mí me reclutaron por mi gran carisma - dice el Capi Loco.
- Y por tu elegancia en el vestir, no me digas más - replica Wade.
- El Capi Loco es un caso especial - continúa la doctora -; su potente
factor curativo anuló casi al instante el dispositivo de control que se
implanta a todos los super humanos. Afortunadamente nadie se dio cuenta.
- ¿Cómo es eso? Su comportamiento no es muy reservado precisamente -
pregunta Siryn.
- Los controladores no convierten a los sujetos en... "zombis", Siryn.
Acondicionan al sujeto para sentir lealtad hacia la Fundación, pero el resto
de su personalidad sigue intacta, al menos en la mayoría de los casos; eso
hace que sean más eficaces en combate. Por eso el comportamiento del Capi no
llamó la atención. Yo lo descubrí porque él mismo me lo dijo en una
revisión, y un análisis por rayos-x demostró que el controlador había
desaparecido.
- ¿Hay algún modo de desactivar los controladores?
- En realidad, sí - sonríe -; la adecuada frecuencia de ultrasonidos podría
interferir con su funcionamiento y desactivarlos. Ése es su campo, querida.
- Gracias... creo. ¿Y ahora qué?
- Yo voto por un McDonalds - dice Wade. Todos se vuelven hacia el con cara
de pocos amigos -; bueno, no os pongáis así, si preferís un Burger King por
mí vale.
Metódicamente la doctora empieza a quitar cables del cuerpo de Mentallo.
- Ahora, si alguno de ustedes hace el favor de cargar con el señor Flumm, es
hora de acabar con todo esto.
- Yo mismo - dice el Capi Loco -, de joven trabajé de repartidor de patatas.
¿O sólo me las comía?
- Este tío desvaría - susurra Wade a Terry. Un suspiro de resignación es la
única respuesta de ella.
- Vamos - la doctora abre la puerta del ascensor y todos entran. Saca una
tarjeta de un bolsillo de su bata y la introduce en la ranura; después se
acerca al panel de control y dice: - subnivel 3.
El ascensor empieza a bajar a gran velocidad, Masacre hace un comentario
sobre su vejiga al que el Capi responde con otro sobre pañales para adultos.
Salen y se dirigen a una puerta sobre la que hay un cartel que reza:
LABORATORIO 213. SUJETOS DE EXPERIMENTACIÓN. La doctora saca nuevamente su
tarjeta y la introduce en una ranura cerca de la puerta, que suelta un
chasquido y se abre automáticamente. El grupo entra en una sala a oscuras.
- Aquí está - la Dra. Weiss enciende la luz, revelando una sala llena de
enormes tubos que contienen lo que parecen cuerpos humanos dentro; todos
miran estupefactos al fondo, a una figura que flota en un enorme contenedor
lleno de un líquido verdoso.
- Santo Dios - murmura Siryn.
- Qué bonito - dice el Capi Loco.
Wade no dice NADA. No dice nada porque se acaba de quedar de piedra. Uno,
porque el cuerpo horriblemente deformado que está ante él le es conocido.
Dos, porque ya no sabe quién es.
Y todo eso se debe a que:
- Pero... ¡Si ese soy yo!
PROXIMO NÚMERO: ¿Es Masacre un clon de sí mismo? ¿No se estará hartando ya de
tantas comparaciones con Spiderman? ¿Cuál es realmente el plan de Exodus?
Todo eso en el próximo número
1.- En el número anterior.
2.- Un gallifante para el que sepa en qué numero de
esta serie sale.
3.- En Increíble Hulk #404.
LA CHOZA DE WADE
Bueno, un numero cortito, pero por lo menos sale a tiempo. Espero vuestras
opiniones. Escribid a masacre@marveltopia.net