MARVEL PREMIERE VOL. 2 #1
Si te encontraras a un Badoon...
Guión: Nighthawk
PORTADA: En plano medio se ve a Bicho y a Jazmín vestida para su boda a base de flores. A su lado Acroyear. Alrededor felices habitantes de Kakiklak. De fondo se ve la imagen traslúcida de dos Badoon amenazantes. Detrás de esta imagen una nave de guerra Badoon dispara dos rayos de muerte hacia la pareja.
En Arcturus IV siempre es de día. Al menos eso
era antes de la guerra, nubes de polvo oscurecen ahora nuestros cielos(1).
En la granja de Ogord y Salaan vive la
pequeña Aleta y Stakar(2), su hermano
adoptivo. Aleta se aburre. No tiene con quien jugar, su padre no le
hace caso y su hermano es tan raro...
Aleta juega con una rubia muñeca de trapo en un campo de trigo
recién cortado, cerca de su casa; mientras la sostiene en sus
manos, delante de ella, le habla con la voz que suelen usar las
niñas para hablar con sus muñecas:
-¿No crees, Mari, que Stakar es el niño
más tonto de todo el mundo? No sé porque papa tuvo que
traerlo con nosotros. Nunca juega con nadie. No tiene ningún
amigo. Y encima no me hace ni caso. Es que es tonto ¿No lo crees,
Mari?
Por el camino que va hasta su casa, Aleta ve a lo lejos una figura que
viene caminando con andar pausado.
Aleta deja de hablar con su muñeca y se queda mirando
extrañada: -¿Quien será ese? Hasta aquí
nunca viene nadie andando.(Piensa la niña).
Al irse acercando, la figura del extraño caminante se le iba
haciendo más clara. Era un hombre, parecía llevar mucho
andado. Tan despacito iba que cada paso que daba, seguro le costaba un
terrible esfuerzo. Al rato pudo distinguir sus fatigados rasgos. La cara
estaba poblada por una barba encanecida. Su pelo había sido
castaño pero los años lo habían dejado casi todo
blanco. Vestía un abrigo que le debía proteger de la
lluvia, pero debajo había una vestimenta extraña y
brillante, toda azul y amarilla, que contrastaba con el resto del
personaje al parecer nueva e impoluta, parecía de un astronauta.
La mirada estaba ausente pero había una determinación en
su expresión que a Aleta le costo muchos años olvidar.
Aleta se extraño mucho cuando vio a aquel vagabundo rondando.
Parecía tan viejecito. Su curiosidad venció al miedo y se
acerco a él. El extraño se dirigió a ella con un
hilillo de voz y le pidió agua. Aleta lo llevó al granero.
-Es mejor que no te vea papa. No le gustan mucho los extranjeros.
Fui a por un poco de agua y al llegar al granero ya estaba allí
Stakar, hablando con el vagabundo. Siempre sabia lo que iba a pasar, que
niño tan resabido(3). Me acerqué y mientras Stakar
hablaba con él:
-Pero niño, tú eres tonto. No ves que este señor
esta muy cansado y no tiene fuerzas para hablar, tontito.
-LO SE (respondió Stakar). PERO HAY
ALGO QUE DEBE DECIRNOS.
-Oye, es que tú siempre lo sabes todo ¿no?
(dijo Aleta bastante contrariada). Y, a ver, porque estaría
interesado este viejecito en contarnos algo a nosotros. Listo.
Entonces habló el viajero, como un susurro:
-Debéis prestar mucha atención niños, porque esto
que voy a deciros es muy importante que lo recordéis. Muchas
personas dependerán de lo que un día pasó en el
lugar donde yo nací hace más de mil años.
-Sabelotodo (rumió Aleta entre dientes, mientras
miraba a Stakar)
Con la respiración entrecortada y haciendo un gran esfuerzo el
viejecito había empezado a contar una historia....
Erase una vez en un lugar muuuy lejano las gentes celebraban
que eran libres de nuevo. Había caído el tirano, Karza
había sido derrotado por los Micronautas(4). Planetas que llevaban muchos
años sometidos, como el planeta Kaliklak, se habían liberado(5). En Kaliklak la vuelta de Bicho había conseguido,
con la ayuda de su novia Jazmín, lo imposible.
Pero no podía ser todo alegría. El yugo de Karza y su
inmenso ejercito de soldados perro habían sometido a todo un
Universo, pero también lo había protegido del exterior.
Sin esta barrera otro ejercito invasor había entrado en el
Microverso. Una raza ávida de conquistas arrasaba en aquel mismo
momento varios mundos aislados y débiles, eran la Hermandad de
los Badoon.
En la superficie de uno de estos mundos las tropas Badoon van
recolectando esclavos de entre las ruinas, aún calientes, de
pequeñas aldeas. Los suben a enormes naves, que despegan para
llevar su mercancía a otras aún mayores.
En Kaliklak se vivía una ceremonia muy especial. Aprovechando el
jubilo general, se celebraba la boda de los dos mayores héroes
del planeta: Bicho y Jazmín. Después de largos años
de exilio Bicho había conseguido volver al lado de su chica y era
el momento de hacerla su esposa. Los Micronautas habían tenido
que partir en una misión de reconocimiento, pero el mejor amigo
de Bicho, el rey Acroyear, no había querido faltar. La
alegría de los insectívoros era indescriptible. !Hasta se
rumoreaba que habían visto sonreír al rey de Spartak!.
Bicho y Acroyear hablan mientras el insectívoro se prepara para
la ceremonia, vistiéndose con hojas y ramas verdes, como manda la
tradición de Kaliklak.
-Oye, de verdad,..Tik...camarada, no tenías
que quedarte conmigo. Seguro que te lo pasarías...Tik...mejor
con los demás en esa misión de...Tik...exploración.
-He querido acompañarte en este momento Bicho, hemos pasado
muchas. Acuérdate que nos conocimos en no muy buenas
circunstancias, pero me alegro de que me consideres tu amigo.
-No te pongas tan...Tik...serio, grandote. Ya
es hora de que siente un poco la cabeza.¿No...Tik...crees?
Mientras en el exterior de la atmósfera del planeta
verde, las naves Badoon se van agrupando, preparándose para el
ataque masivo a los desprevenidos habitantes de Kaliklak. En la nave
insignia, un general Badoon observa el verde orbe con serio gesto. Levanta
la mirada y, mientras su bífida lengua serpentea, da la orden:
¡¡¡¡Por la gloria de la Hermandad de los Badoon.
Hasta la muerte!!!!
En la superficie un sinfín de flores vuelan,
en una cascada de colores, mientras los novios se acercan, de la mano,
a la fuente que mana del Arbol Sagrado. Tras ellos, los invitados, encabezados
por Acroyear, rey de Spartak. Los bailes y los vítores de la
multitud no cesan ni un segundo. Es entonces cuando las naves Badoon
irrumpen, soltando su cargamento de fuego mientras los habitantes de
Kaliklak miran a los enrojecidos cielos, boquiabiertos.
Las primeras salvas caen entre la multitud, esparciendo , salvaje, la
sangre verde de cientos de insectívoros entre el resto de
presentes. El pánico cunde al instante.
Rápidamente Bicho toma el mando, cogiendo su vara explosiva,
salta hasta lo alto de un árbol cercano y de allí, en un
salto prodigioso, llega hasta el ala de uno de los cazas Badoon. A pesar
de la velocidad que le empuja, Bicho avanza arrastrándose y con
su vara provoca una explosión dentro de la cabina, que hace que
la pequeña nave pierda el control. Antes de que se estrelle en el
suelo, Bicho vuelve a saltar para posarse sobre otro de los cazas que
descienden, a cientos, desde las naves nodrizas invasoras.
Jazmín manda a las escasos insectívoros armados en un
día tan festivo para Kaliklak. Los Badoon habían elegido
bien su momento. La joven, con su pistola de plasma ya en la mano y
aún cubierta de flores y sangre, ordena a las tropas que busquen
cobijo.
Entre tanto Acroyear usa enormes piedras, que arranca del suelo con sus
manos, para arrojarlas a los Badoon, sembrando el cielo con las
explosiones de sus cazas. El rey de Spartak consigue así ir
mermando, él solo, a los invasores. Pero la furia de los
cañones se va concentrando en el spartano, que resiste como
puede, desviando con su espada las descargas.
Desde todas direcciones los cazas Badoon convergen en la figura de
Acroyear, erguido en un campo lleno de cadáveres. Un Badoon se va
acercando por detrás de Acroyear preparado para barrer al molesto
Micronauta. De repente saltando entre los cazas surge Bicho en el ultimo
momento para apartar a Acroyear de la trayectoria de un traicionero
cañonazo láser. Acroyear se gira y parte en dos el caza
que estuvo a punto de matarle.
Espoleados por la figura de los dos héroes luchando contra todo
un ejercito. La multitud de insectívoros se olvida de la
superioridad Badoon y de la masacre que han presenciado, y atacan al
unísono usando todas las armas de las que disponen. Con
Jazmín a la cabeza consiguen rechazar la oleada invasora.
Mientras, en el exterior de la atmósfera del planeta verde, las
naves Badoon se van agrupando. El general sigue con su gesto serio, sabe
bien que quien pierde una batalla no ha perdido la guerra. Los numerosos
cruceros de guerra Badoon van rodeando Kaliklak, listos para arrasarlo,
a la espera de una orden. Y entonces, mientras su bífida lengua
serpentea, el general sonríe.
(1) En Arcturus IV una guerra nuclear
devastó el planeta muchos siglos antes pero aún quedan
algunas secuelas, como son las nubes de polvo, que oscurecen los cielos
que iluminaban permanentemente dos soles gemelos.
(2) Ogord en sus días
de soldado había "adoptado" a un niño mutante que
era, milagrosamente, humano. Este niño es Stakar, que sería
conocido unos años después como Halcón Estelar
y su hermanastra es Aleta. Los dos serán miembros de los Guardianes
de la Galaxia.
(3) Halcón Estelar,
ya adulto había conseguido viajar al pasado, donde su alma se
"introdujo" en el bebe Stakar, él mismo. Así el
niño adquirió todos los conocimientos de lo que sería
su vida futura. Aunque supongo que haciendo esto creará una realidad
alternativa, por lo que sus "predicciones" no tienen porque cumplirse
siempre.
(4) Karza, que dominaba el Microverso,
es derrotado en Micronautas #11
(5) Kaliklak es liberado por Bicho y
los rebeldes liderados por Jazmín en Micronautas #13 y #14
EL DISCO DEL REGISTRADOR
Me podéis mandar los mensajes que queráis a mi dirección:
nighthawk@ozu.es