Ponte al dia. Resumen y Bios por cortesía de XuM.
Cachorros actualmente esta a las ordenes de Factor-X. Bajo el nombre de
Factor-X Rojo. El grupo solo lo forman cuatro personas.
Carter: Ingreso en Factor-X y en la misma misión les traiciono. Hace unos
capítulos se disculpo con todos y dijo que había sido presa de un repentino
ataque de locura, le han dejado reingresar en el grupo pero realmente nadie
se fía de él.
Falls Edge.
El despacho de Forja siempre fascino a Maxine. Era como entrar en la gruta
del tesoro. Estaba lleno de estanterías con curiosos cachibaches. Media
docena de ordenadores apartados en un rincón de la lujosa habitación, cada
uno realizando una serie de cálculos secretos.
- ¿Que quieres, Maxine?
La líder de Factor-X Rojo entra sin pedir permiso y se sienta frente a la
mesa donde Forja estaba leyendo una serie de manuales.
- Quería hablar largo y tendido.
Forja levanta la vista. Ve que Maxine parecía nerviosa, debía ser un tema
muy serio, decide dedicarle toda su atención y deja los enormes manuales
encima de la mesa.
- ¿Que ocurre?
- Voy a dejar Factor-X Rojo.- Dice la muchacha. Forja va a decir algo, pero
Maxine levanta la mano antes de que lo haga.- No puedo seguir así... En
serio, Forja, esto me supera. No puedo seguir siendo la líder. En serio que
es demasiado para mí. Quiero que alguien me sustituya.
Forja se decide a hablar.
- El Factor-X ordinario no se puede permitir trasladar ninguno de sus
miembros. Ultimamente nos enfrentamos a retos demasiado importantes... Y
sabes de sobra que no puedo dejar a Factor-X Rojo con solo Jon, Mondo y
Carter.
- Lo se.
- En primer lugar ninguno de ellos tiene las aptitudes para ser líder de
campo.
Maxine levanta los ojos del suelo. Forja se da cuenta de que los tenia
rojos.
- Tranquila, Maxine. Tranquila.- Forja se estira y la abraza.
Ella solloza un poco.
El resto de miembros de Factor-X Rojo practicaba en la Sala de Peligro.
Jamie Madrox y Val Cooper observaban desde la sala de control.
- ¿Has hablado últimamente con Jon?- Pregunta la coordinadora.
- No.
- Antes erais buenos amigos ¿no?
- Si, pero ahora esta muy ausente.- Contesta Jamie.- Ha cambiado.
Debajo de ellos Jon utiliza una cañería para romperle la cabeza a un robot.
- Yo creo que solo es temporal. Esta en la edad.
- Espero que sí.
En ese momento entra Maxine en la sala de control.
- ¿Le has comentado el problema a Forja?- Pregunta Val.
- Si.- Contesta la líder de Factor-X Rojo.- Gracias por ofrecerme tu apoyo
antes de que lo hiciera.
Apenas se notaba que hubiera estado llorando. Pero Val se da cuenta.
- ¿Que ocurre?- Pregunta Jamie Madrox.
- Factor-X Rojo vamos a trasladarnos a Nueva York. Estaremos en reserva por
si se produce algún problema que no podáis resolver, pero no participaremos
activamente en tantas misiones como hasta ahora.
- ¿Te encuentras bien, Maxine?- Pregunta Val Cooper.
- Ahora si.
Un par de días después.
El Piso de Forja esta localizado en Manhattan. Una de las zonas
residenciales mas caras de toda Nueva York.
Se podría decir que Forja lo tenia casi totalmente abandonado. En raras
ocasiones lo visitaba. Normalmente lo que solía hacer es mantenerlo en
alquiler para que no se desaprovechara ese maravilloso piso.
Este constaba de un enorme salón. Tres cuartos de baño. Siete habitaciones
para invitados. Una amplia cocina. Una terraza que se extendía paralelamente
a la sala de estar y varias de las habitaciones. Por descontado todo estaba
decorado siguiendo el estilo de "Nuevo Hogar".
La puerta de la entrada se abre totalmente.
El sonido inunda el piso por primera vez desde hace dos meses (el alquiler
es sumamente caro y no todo el mundo puede permitírselo).
- Guau.- Murmura Carter al entrar. En una pequeña bolsa de mano llevaba
todas sus pertenencias. Desde su desgraciado accidente con la Avispa había
vendido su colección de cosas relacionadas con esta. Le había ingresado en
un centro psiquiátrico, el había aceptado. Realmente no necesitaba objetos
en su vida cotidiana. Quizá solo una muda limpia.
Llega hasta el salón.
- Este sitio es GENIAL.- Les dice a los demás.
Mondo entra cargando con un enorme baúl. Lo llevaba repleto de recuerdos de
su isla natal, Samoa, a veces, cuando sentía nostalgia, el simple hecho de
ir a su habitación le quitaba la morriña.
- Un lugar precioso para vivir, amigo Carter.- Responde.
Carter se acerca hasta uno de los ventanales y lo abre para salir a la
terraza.
El siguiente en entrar es Jon. Llevaba dos maletas de mano y una enorme
mochila de excursionista a la espalda.
- El tío Forja tiene pasta.- Comenta el telepata. Tira sus maletas encima de
los sofás del salón.- ¿Como nos repartimos las habitaciones?
- Ya veremos.- Grita Maxine desde la entrada. Mondo deja su baúl y corre a
ayudarle con sus maletas. Ambos entran cargando con un montón de grandes
maletas de viaje. Maxine tenia un cachorrillo de gato agarrado a su hombro.
Salta y rebota contra el suelo, causando unas pequeñas burbujas cinéticas.
- No deberías haber intentado traértelo todo el primer viaje, amiga Maxine.-
Dice el samoano.
- PERO SI NO LO HE HECHO... Aun tengo los armarios de Falls Edge totalmente
llenos.- Contesta Maxine.- Algún día tendré que volver para traerme lo que
me queda.
- Meau.- Afirma el gato, queriendo participar en la conversación.
Mondo se da cuenta de que Maxine estaba mas contenta desde que delegaron
parcialmente sus responsabilidades como Factor-X Rojo. Forja tenia claro que
sin ella no existía el equipo. Prefería tenerlos en reserva a arriesgarse a
que elementos inestables como Jon y Carter pudieran fastidiarlo todo en un
momento dado.
Jon era también una buena razón para alejar a Factor-X Rojo de Falls Edge.
Quizá el equipo necesitara un respiro.
- Deberíais salir a ver las vistas.- Les dice Carter desde la terraza. El
gatito se le acerca.
- ¿Meau?- De un ágil salto se coloca encima de la barandilla.
- Cuidado no te caigas.- Le advierte Carter.
No tuvieron ningún problema a la hora de repartirse las habitaciones. Eran
todas mas o menos iguales.
Mondo se fue a comprar comida y Carter se ofreció a acompañarle.
Jon y Maxine se quedaron desempaquetando sus pertenencias.
En media hora el telepata ya lo ha colocado todo en su habitación.
Llega hasta el salón y se sienta enfrente de la televisión a la vez que
enciende la enorme pantalla panorámica. Llaman al timbre.
- VAAALE... Ya voy.- Grita.- Esos imbéciles deben haberse dejado las llaves.
Abre la puerta.
- ¿Esta Maxine Thompson?
- MAAAAAAAXIIIINEEEEEEEEEE...
Nadie le contesta.
Va andando hasta la habitación de Maxine. Justificando que era la líder
había elegido la antigua habitación de Forja, era un poco mas grande que las
demás y tenia una cama de matrimonio.
- ¿DONDE ESTAS?
- Cuarto de baño.- Oye muy bajito. La habitación de Forja, ahora de Maxine,
tenía su propio cuarto de baño, mejor que los demás, con Jacuzzi y todo.
- Vale.- Jon vuelve a la entrada.- Oye, tío, ahora no puede salir.
- ¿Me puedes firmar esto?- El repartidor le pasa una recibo. Jon lo firma.
- ¿Que es?
- Ni idea.- El repartidor llevaba una caja bastante voluminosa de un metro
por un metro. Lo levantaba gracias a una especie de carrito utilizado mucho
para este tipo de entregas a domicilio.
Jon lee las pegatinas y se imagina lo que es.
Le pide al repartidor que lo deje en una de las habitaciones vacías.
- ¿Que ocurría?- Maxine encuentra a Jon en el salón, acompañando al
repartidor a la salida.
- Nos han enviado un paquete.- Una vez despedido el extraño Jon acaba la
frase.- Forja nos ha enviado un paquete.
- ¿El centro de comunicaciones?
- Supongo. Me pica la curiosidad, vamos a abrirlo.- Dice Jon.
Maxine nota cierta mejora en el comportamiento de su amigo. Quizás el
también se veía estresado por todas las misiones de Factor-X Rojo. Les había
venido muy bien el cambio de aires.
Una vez desempaquetado, el envío resulto ser muy completo. En primer lugar
tenian alrededor de cien microcámaras para cubrir todas las posibles
entradas a su piso. Una especie de antena circular que había que colocar
arriba del todo del edificio que les serviría de radar. Maxine encuentra
unos pequeños comunicadores que se ajustaban a la oreja. También había unas
seis mochilas propulsoras.
- No se ni para que sirve la mitad de cosas que veo.
- Un ordenador...- Dice Jon mientras que saca una pequeña plataforma plana.-
Si nos lo manda Forja debe ser la polla.
- Aquí hay una cerradura especial para la puerta. También crea un campo de
fuerza inquebrantable alrededor de ella. Una vez instalado posiblemente sea
mas fácil atravesar la pared que entrar por la puerta.
Jon abre el ordenador, aparece un holograma de Forja.
- Hola chicos. Espero que os guste mi piso. Aquí os incluyo todo tipo de
gadgets que supongo que os ayudaran a la hora de manteneros en contacto
conmigo. También adjunto...
Mondo sirve la cena en la mesa de la cocina.
- No sabia que pudieras cocinar.
- No soy muy bueno, amiga Maxine. Aun tengo mucho que aprender.- Dice
modestamente el samoano.
- Esto esta de puta madre, Mondo.- Dice Jon escupiendo la mitad de la comida
sobre el mantel.
- Esta bueno.- Añade Carter.- ¿Que vais a hacer mañana?
- Primero hay que conectar todos los aparatos de seguridad y comunicación
que nos ha mandado Forja.- Dice Maxine.- Luego yo pensaba acercarme a la
universidad para intentar enterarme de si aun esta abierta la matricula para
alguna carrera. Aun no estoy muy segura de que quiero estudiar, pero habrá
que mirar...
- ¿Te puedo acompañar? Me gustaría enterarme de si existe algún curso de
programación.
- Claro.- Contesta Maxine.- ¿Tu que vas a hacer Mondo?
- Quiero obtener algún titulo para poder ejercer de cocinero profesional.
- Ah... ¿Jon?
- Mañana me tirare todo el día en pijama, viendo la tele.
- Hum...
Maxine piensa que quizá había que darle tiempo. Tampoco se podía pasar de
nada a todo.
Jon abre la puerta de su habitación.
Se quita la camiseta.
- Por fin me libro de esos imbéciles...- Se gira y mira a un rincón oscuro
de la habitación.- ¿Como has entrado sin que sonaran las alarmas?
Un par de destellos azules aparecen en la esquina tenebrosa.
- Tengo mis secretos. Uno de ellos es que las alarmas buscan intrusos,
personas, seguro que nunca sonaran ante un simple aumento de la energía
ambiental.
- Te echaba de menos, Fatuo. ¿A que has venido?
Los destellos desaparecen brevemente. El mutante desprendía muchisima
energía por los ojos. Un simple parpadeo y todo el edificio podría
desaparecer en un crater.
- He visto el pasado. He visto el futuro. Hasta he viajado en el tiempo para
abortar un presente alternativo en el que todo el mundo moría.
- Me aburres.- Dice Jon mientras que se tumba en su cama.
- Te hemos estado observando. Has evolucionado psíquicamente al siguiente
estado.
Jon le ignora con una completa indiferencia.
- Essex ha decidido recoger la manzana del árbol.- Explica Fatuo.- Una
lastima que tenga que matarte.
- ¿Que?
En un súbito pero suave movimiento Fatuo coge a Jon por el cuello y le hace
atravesar el cristal de su habitación.
Los fragmentos de vidrio estaban clavados en su espalda. Fatuo le aguantaba
con un brazo. Era lo único que impedía que no cayera desde el rascacielos.
La fuerte brisa le araña la cara.
Maxine entra en la habitación.
- Muy bien, cariño. Veo que tus reflejos son tan buenos como siempre.- Dice
el mutante milenario.
Jon estaba llorando de miedo.
- ALTO, FATUO. NO TE MUEVAS...- Le grita la líder de Factor-X Rojo.- NO LO
HAGAS.
- Mata a su cuerpo. Mata a su mente.- Repite Fatuo.
Los ojos de Jon se iluminan de un color amarillo brillante, en un intento
desesperado por utilizar su poder. Poco a poco el brillo se va apagando.
Maxine es incapaz de creer lo que acaba de ver.
- Le has... LE HAS... MATADO.
- Así es. Una lastima... Me caía bien.
Fatuo se teletransporta con un destello azul.
Brisa.
Viento.
Luces.
El cuerpo muerto de Jon se aplasta contra el duro asfalto de la acera. Deja
una enorme mancha roja en esta.
Arriba.
Arriba Maxine se asoma por la ventana sin creer sus ojos.
Tarda un par de segundos en comprenderlo.
Jon.
Se lleva las manos a los ojos.
Muerte.
Fin de la serie.
ODIO ESTA SERIE
No se si os acordáis, lo mas probable es que no. En el numero 35, en el
correo dije una de mis frases mas memorables...
Esto no es una serie, es una enfermedad. Quizá algún día consiga
superarla... Hasta entonces tendréis Cachorros en vuestros buzones mas o
menos semanalmente.
Señores y señoras, me he curado.
No se muy bien como lo hice, simplemente ocurrió. Creo que con esto ya se
puede poner punto y final a Cachorros. Con la muerte de Jon, nada menos...
Sinceramente no puedo asegurar que nunca vaya a tener una recaída. En
Factor-X dije que no volvería y no lo he hecho (ahora que Jose_C esta mas
que acomodado es aun mas difícil), creo que con Cachorros ya esta todo
hecho, la verdad, los personajes iniciales están quemados, los nuevos quizá
no encajen con el espíritu autentico de la serie.
Buen numero. El 40.
Bueno, chicos, lo dejo. Tampoco quiero aburriros.
Bastante aburrida ha sido ya la ahora difunta serie de los Cachorros.
:P
XuM.
PD: Si veis el numero 41 de Cachorros en vuestro correo es que he tenido una
recaída. No me lo echéis en cara, soy débil.