GENERACIÓN-X #22
Enlaces I
Prólogo
Guión: Mario Losada
PORTADA: Vista cenital de todos los personajes del grupo (de
arriba abajo, de izquierda a derecha): Banshee, Reina Blanca,
Sincro, Pellejo, Penitencia, M, Vaina,
Júbilo y Cámara.
Los alumnos que la componen proceden de distintos paises y culturas:
- Cámara. Jonothon Starsmore. Inglaterra.
- Júbilo. Jubilación Lee. U.S.A.
- M. Monet Saint Croix. Argelia.
- Pellejo. Angelo Espinosa. U.S.A.
- Penitencia. ¿?. Yugoeslava.
- Sincro. Everett Thomas. U.S.A.
- Vaina. Paige Guthrie. U.S.A.
Tras los acontecimientos acometidos en la macrosaga de Onslaught, una nueva
amenaza se cierne sobre la próxima generación de hombres-X:
Utiel, un ser extremadamente poderoso proveniente del espacio exterior.
¿Qué misterios guarda en su interior?.
Un sol primaveral asomaba su cara ante las gentes de
Massachussets. Se respiraba un dolor en el planeta acuciado por la pérdida
de sus leyendas. ¿Quién les iba a proteger si los héroes
habían muerto?. No, no han muerto todos. Aún.
No necesito medio de transporte. No necesito otro instrumento que mi
cuerpo, mi espíritu y mi alma para llegar a ese planeta tan
remoto que antaño acogiera mi real presencia: La Tierra. Es
tiempo de encajar los puzzles que a mis hermanos y a mí nos han
sacado de nuestro largo letargo.
Academia Xavier para jóvenes talentos.
El taxi esperaba a la entrada. Un triste Mondo dejaba la mansión
y sus compañeros mutantes expectantes por su partida
tenían poco que decir. Las maletas reposaban sobre el abrasivo
asfalto
-Se que es un poco precipitado irme de esta manera, casi sin avisar
-Mondo no podía reprimir las lágrimas-. Siento no poder
despedirme de Pellejo y Cámara. Siento no haber sido un autentico
héroe.
-Ey, compañero -se acercó Júbilo
abrazándole-. No necesitas salvar al mundo para ser un
héroe. En tu isla te necesitan más que aquí, todos
entendemos tu decisión y en el fondo te envidiamos.
-Ejem -una tos seca y forzada de Banshee hizo entender a Júbilo
que como casi siempre hablaba más de la cuenta.
Júbilo se percató enseguida pero no mostró signos
de importarle.
-Mondo, vuelve cuando quieras -se atrevió a decir.
-Gracias -su mirada recorrió el rostro de los presentes.
Allí estaban Banshee y la Reina Blanca (la hermana de Cordelia) a
los que consideraba compañeros más que profesores (aunque
bien es cierto que Emma le daba escalofríos cada vez que le
miraba) y por otro lado Vaina, Sincro, M, Penitencia (la callada
Penitencia) y Júbilo. ¿Cómo no llegar a querer a
Júbilo?. Podía ser una pesada y una charlatana pero su
espontaneidad la convertían en el punto de unión del
grupo. Si, en efecto, Jubilación Lee era el nexo de
Generación-X y eso significaba más que un enorme poder o
la perfección en cada una de sus decisiones. Miró a M.
-Eres una autentica incógnita Monet incluso por encima de
Penitencia -pensó.
Cada uno de los presentes se fue despidiendo a su manera salvo la
mencionada Penitencia. La pobre chica parecía indiferente a su
marcha.
-¿Haréis el favor de dar un enorme abrazo a Cámara
y Pellejo de mi parte? -preguntó ya dentro del taxi.
-Si esperas un poco más podrás hacerlo tu mismo
-sugirió Banshee con una antigua pipa en la mano- Están a
punto de llegar.
-Quiero dejar esta vida cuanto antes. Quiero dejar Onslaught y Émplaca y
el Club de Fuego Infernal... No estoy preparado aún.
-Comprendo tu postura Mondo, créeme, la comprendo he incluso la
comparto.
-Adiós amigos.
-Adiós....
El coche se fue alejando lentamente hasta desaparecer de vista. Un
compañero, un amigo se había ido de sus vidas. Lentamente
se fueron incorporando a sus tareas.
Penitencia escrutaba el suelo en cuclillas en el mismo lugar donde Mondo
permaneció por última vez. Pasaron muchos minutos y se
acercó la hora de la comida. La joven mutante dio media vuelta y
dejó atrás parte de su pasado.
Desde una ventana Emma Frost, la antigua mentora de Los Infernales,
observaba el jardín donde Pórtico hacía girar su
bramadera. La velocidad se fue intensificando hasta que se
teletransportó a otra parte.
-Qué rápido pasa el tiempo y que poco saboreamos los
buenos momentos -pensaba Emma-. Unos vienen y otros se van. La batalla
que los grandes héroes libraron contra Onslaught me ha hecho
recapacitar muchas cosas. Ya perdí a un grupo de mutantes, no
volverá a pasar una segunda vez. Lo juro.
Los mutantes. Los mutantes del mañana. El futuro de la humanidad.
Mi objetivo empieza con su eliminación. Donde otros fallaron, yo
Utiel triunfaré. La Tierra será fuego y ruinas. Mis
hermanos se morirán de envidia. Traigo un mensaje a los
terráqueos, un mensaje de muerte.
Júbilo, Monet, Paige y Everett estudiaban en el salón de
la mansión. El barroquismo del mismo se contraponía con
los llamativos uniformes de los mutantes. La joven Júbilo, la
última mujer-x, estaba a punto de estallar.
-¡No aguanto más! -gritó en medio del silencio
sepulcral de la sala-. Ni un minuto más. Odio estudiar.
-Cállate Júbilo, no me dejas concentrarme -contestó
en tono airado su compañera M.
-¿Qué te desconcentro?. Pensaba que nada te podía
inmutar -el tono irónico crecía en boca de la mutante-. La
perfecta M. La misteriosa M. ¿Qué más cosas te
guardas en la recámara?. ¿Acaso no tendrás otro
hermano asesino como Émplaca?.
-¡Basta Júbilo! -el corpulento Sincro se levantó de
su silla y se interpuso entre ambas.
Una mirada desafiante de Júbilo pero poco más.
-Lo habéis conseguido. Me voy -con un portazo lo hizo.
-¿Sabéis que le pasa? -preguntó atónita
Paige.
-Lobezno se ha marchado y nadie sabe donde está1,-M
respondió por Sincro.
-Vaya por Dios -Paige levantó los hombros-. Espero que se
encuentre bien.
-Logan ya ha pasado por cosas similares, seguro que esta historia tiene
un final feliz.
-Eso espero M, eso espero.
En la planta superior Sean Cassidy y Emma Frost acercaban posturas
respecto a la mejor educación de sus protegidos.
-Parece que poco a poco estamos consiguiendo que nuestros chicos sean
más que un grupo, que sean una familia unida -una sonrisa en boca
de Banshee.
-Deberías tener en cuenta que esos chicos son mutantes, y los
complejos creados por la sociedad que los rodea hace que su propia
aceptación de lo que son, transcurra con dificultad.
Sean se movió un poquito en su cómodo sillón.
Enfrente de él, al otro lado de la enorme mesa de cristal, una
Emma Frost más humana mostraba la más grata de sus
sonrisas. ¿Trataba de imitarle?. Dios, con esta mujer
podría suceder cualquier cosa.
-Quizás...
-Quizás no mi querido Sean. Penitencia no habla con nadie. No
sabemos si porque no puede, porque no sabe o porque no le interesa.
-Touché.
-Hay más. Vaina, la hermosa Paige, siempre queriendo ser la
primera de la clase. Intentando ser otra persona, ser su hermano, cuando
debería darse cuenta que ella es mejor por si misma.
¿Quieres que siga?.
La pregunta de Emma si incomodó a su compañero no
pareció demostrarlo. Sean prefería escuchar, podía
aprender algo.
-Pellejo es rebelde, macarra... M es el misterio del equipo, sus ataques
de autismo están fuera de toda lógica.
-Bueno -intervino Banshee arqueando las cejas-. No va a ser todo
negativo.
-Déjame acabar. Júbilo es pretenciosa, inestable, siempre
hablando de la Patrulla y de su "querido" Lobezno.
-Ya sabes, se tiende a mitificar el pasado. La edad de oro. Siempre lo
sucedido nos parece mejor que el presente.
-Ja, ja -la ironía se hizo eco en palabras de Emma-. Si yo tengo
un pasado negro, ¿cómo debe ser mi presente?, peor
todavía ¿y mi futuro?.
-No te atormentes.
-No lo hago. Simplemente quiero construir un futuro mejor para los de mi
especie. Quiero tener un futuro. ¿Recuerdas que antes dijiste que
estábamos consiguiendo crear una familia?.
-Si lo recuerdo. No entiendo...
-Yo sólo quiero una cosa. Que cada uno se acepte como es y lo que
en verdad es. Sólo así pensaremos en un futuro mejor que
el pasado.
-Emma, me estás dando una lección de humanidad.
-De humanidad no Sean, de sentido común.
-¿Qué hay de Sincro y Cámara?.
-¿De verdad quieres que siga?.
Ya llego. Ya llego. Mi poder no tiene parangón. En este orbe
seré el amo. Mis otros hermanos no tendrán opción.
Entre los siete seré el líder que guíe a la
familia. Es un derecho que me ganaré con honor. Ya llego. Ya
llego.
Un taxi abollado y mugriento hizo su entrada en la mansión.
Pellejo y Cámara salieron por la ventanilla de atrás. Al
parecer las puertas se habían atrancado.
-Vamos chicos, espero que el viaje haya sido de vuestro agrado
-comentó un pato con enorme puro en su pico.
-Gracias por el viaje de regreso a casa Howard -Pellejo le tendió
la mano.
Sean y Emma salieron a su encuentro corriendo.
-¿Dónde estabais?.
-¿Os parece bien lo que habéis hecho?.
-Son peores que mis viejos -alegó Howard el pato mirando al
cielo.
-¿Esto es una broma? -Gritó Emma-. ¿Quién es
ese pato?.
-Lo siento chicos pero no aguanto más. Me voy2 -dijo Howard.
-Un momento. Exijo una explicación de todo esto.
El taxi arrancó con Emma corriendo detrás suya. Sean y sus
alumnos tuvieron que contener la sonrisa.
-Estaremos en contacto. Cuidaos -gritó Howard mientras sacaba la
mano en forma de despedida por la ventanilla. El taxi se alejó
con rapidez.
Una Emma enfurecida pasó de largo hacia la mansión dejando
de lado a sus recién llegados y al propio Banshee.
-Preparaos luego para un castigo monumental -rechinó a su altura.
Cámara tragó saliva, Pellejo miró el pavimento.
-No os preocupéis, se le pasará -objetó un amable
Sean-. Sabemos lo que os ha pasado y no os castigaremos siempre que
prometáis no hacerlo de ahora en adelante. Nos habéis
proporcionado un susto de muerte.
Pellejo sonrió. -Perdona Sean. Sentí pánico por
Cámara y me pareció hacer lo correcto. Te aseguro que
confiaré más en vosotros.
-La confianza no se gana a base de palos Angelo, se gana con
cariño y quizás eso es algo que Emma y yo no hemos sabido
daros. -Una mirada seria y el cariz rudo de la expresión que
surgió de boca de Banshee parecía indicar que era
así lo que pensaba-. Muchas cosas van a cambiar -o están
cambiando- y espero que no se conviertan en palabras arrastradas por el
viento.
-Te ha quedado muy poético -sugirió el hasta ahora serio
Cámara en un tono jovial.
-Jajaja -sonrió el mutante escocés-. Venga chicos, vayamos
a saludar al resto.
-Tengo muchas ganas de verlos -levantó la voz Angelo con ansiedad
mientras estiraba el brazo derecho para golpear la espalda a su mentor.
-Bueno -suspiró Sean-. Tengo noticias que daros.
-Adelante, por nosotros no te cortes jefe.
-Mondo se ha marchado a su isla, Penitencia anda perdida en el bosque,
Júbilo se ha enfadado con M y está de mal humor, Vaina
estudiando, M en un ataque de autismo y Sincro en la sala de
entrenamiento. Por cierto, Artie y Sangui están de
excursión.
-Vamos Sean, no me dices nada nuevo.
-Lo de siempre -agregó Cámara.
Un sorprendido Banshee se rindió ante sus alumnos -Decididamente
no sé que hacer con vosotros. Hasta incluso tú Jonathan,
pareces cambiado, más jovial-. Suspiró con una sonrisa en
los labios-. Me alegra teneros de vuelta.
-Y a nosotros nos alegra estar en casa.
Los mutantes, el homo superior ha superado claramente al homo sapiens
sapiens y eso se ha convertido en una seria amenaza para el resto de las
razas que pueblan su galaxia. Para eso estoy yo aquí, para
subsanar esa descompensación. Las jóvenes generaciones
serán las primeras en caer.
Ya falta poco.
-Esta cena no me gusta -Júbilo quebró el sosiego en la
mesa del comedor en nuevo ataque de furia.
-Pues te la comes -ordenó M.
-A ver si te vas a comer tu plato y el mío listilla.
En el barroquismo del comedor, como el resto de la casa, Banshee y Emma
cubrían las cabeceras de la mesa. En un lado Vaina, M,
Júbilo y Penitencia -el lado de las chicas- y en opuesto, el de
los chicos, Pellejo y Cámara -que parecía comer algo- se
daban codazos y pellizcos bajo la atenta mirada de Sincro.
-Comportaos en la mesa -la dureza de la mirada de Emma surgió
efecto en los dos mutantes ya que pararon en sus gracias-. Y tú
Jubilación Lee, si no quieres cenar a la cama.
-Vale está bien, haré un esfuerzo.
-De todas maneras Júbilo tiene razón, la comida es una
porquería -Sincro parecía hacer la pelota a su
compañera.
-Eso, Everett, encima anímala...
Algunas cosas no cambiaban.
La Tierra. Ahí está ese pequeño orbe azulado.
¿Qué diablos es esto?. Una especie de red
energética la rodea para detectar intrusos exteriores. En fin, me
parece que mi presencia ya no es un misterio para alguno de este
planeta. He sido detectado.
Luego. La paz y la armonía reinaban de nuevo en la
mansión. Todos dormían, algunos soñaban, otros no.
Jubilo no paraba de dar vueltas en su cama. El sudor recorría su
cuerpo y bañaba las sábanas blancas. El sueño era
muy intenso.
Emma Frost se levantó de un sobresalto en medio de la noche.
-¡Dios!. Algo va mal. Capto una gran amenaza que se cierne sobre
nosotros. Un enorme peligro... Lo he perdido. He de advertir a los
demás.
-¡¡¡¡¡¡¡¡AAHHHHHHH!!!!!!!!
-un grito de Júbilo rompió el dulce dormir de algunos.
Sincro fue el primero en llegar a su cuarto. La joven presentaba un
aspecto demacrado y sudoroso. El temblor de su cuerpo y el calor que
desprendía la conferían un aspecto enfermizo.
-¡Vamos a morir todos!. ¡Vamos a morir todos! -no paraba de
gritar.
-¿De que hablas Júbilo? -preguntó Vaina desde la
puerta mientras Everett la calmaba.
-Siempre dando la nota -pensó M.
Emma llegó presurosa.
-Un enorme peligro se cierne sobre nosotros. Preparados para lo peor. Un
aviso telepático me acaba de llegar pero lamentablemente se ha
cortado.
Un rayo inundó el cielo. ¿Cómo era posible?. El
cielo parecía limpio de nubes.
-¡Está aquí! -esputó Júbilo.
-¿Quién?.
-¿De que hablas?.
Un trueno rompió los ventanales.
-Al suelo.
Ya. Por fin. La Tierra.
Una cúpula enorme, casi transparente, de diez kilómetros
cuadrados de base y altura rodeó la Academia Xavier.
-¿Qué es eso?.
-Mi sueño, es como en mi sueño -estalló
Júbilo.
El destino de estos mortales está sellado. Nadie entra ni sale de
aquí. Primero los jóvenes mutantes, luego el resto de sus
compañeros.
Rápidamente se aventuraron a mirar por la ventana. Un humeante
agujero causado por lo que parecía el impacto de un meteorito,
abarcaba la mayor parte del jardín. Los pétalos de las
hasta entonces cuidadas rosas, languidecían esparcidas sobre la
quemada hierba. Algún resto de fuego que moría a los pies
de la casa continuaba su agonía nocturna y la luna llena
proporcionaba una luminosidad envidiable. Era una bonita noche para
morir.
Utiel, el quinto de los siete hermanos, contemplaba la
destrucción causada por su llegada y sonreía hasta hacerse
sangre en el labio con sus enormes colmillos superiores.
Una poderosa espalda rosada que parecía dilatarse con cada latido
de corazón, un enorme tórax salpicado de su propia sangre
y unas poderosas extremidades con apéndices afilados le daban una
apariencia insuperable.
Desde la mansión, el grupo de mutantes contemplaba a ese ser
monstruoso. Una agonía se sumió en cada uno de ellos. Los
ojos de Utiel, el espejo del alma, se fijaron de pronto en el ventanal.
Los chicos se estremecieron y apartaron la vista. La crudeza de la
mirada del ser era inusitada, pregonaba sangre. Júbilo
sintió un pinchazo en la médula, ni siquiera Lobezno en su
estado más salvaje hubiera tenido esa sed animal. Volvió a
recordar el sueño. El sueño. El sueño. Utiel
reía y los cadáveres de sus compañeros le
acompañaban con una ruidosa carcajada.
CONTINUARÁ.
Próximo:
Generación-X nº23 ENLACES PARTE 2 DE 4 (Principio)
1.- Ver Lobezno nº106 para más detalles
2.- Ver Excalibur nº102 y Howard el pato nº1 para más detalles
La guardería
Bienvenidos al primer número de Generación-X en
MarvelTopía, el 22 si seguimos la numeración americana. Mi
nombre es Mario Losada y cualquier duda, crítica o
indicación que queráis hacerme remitiros a mi e-mail
ender@batch-pc.es
Quisiera advertir que esta colección cambiará bastante
respecto a la anterior etapa de Lobdell. No os cortéis en
comentarme todo lo que os parezca mal o lo que cambiaríais. Antes
de la publicación de este ejemplar que estáis leyendo,
tuve algunas discrepancias con los editores de la línea
editorial. El personaje principal de esta saga, Utiel -y sus hermanos-
al parecer no causaron gran simpatía por estos lares. Representan
las mitologías cristianas: los siete arcángeles y sus
contrapartidas en el Averno, los siete pecados capitales, los siete
días en que el Altísimo tardó en crear el Universo,
las siete trompetas de Jericó... Hago referencia a estos libros:
1. La Divina Comedia de Dante
2. El Paraíso perdido de Milton
3. El libro de Henoch (Apócrifo)
4. El Antiguo Testamento
5. Ángeles una especie en peligro de extinción de Godwin.
Eso es todo, espero vuestras cartas.
Nos vemos.