Luna llena.

- Thomas...

- Dime, Jenna.

- Son las nueve. He de irme ¿necesitas algo antes de que me vaya?

- No, eso es todo.

- Bien. Si necesitas algo... Cualquier cosa, no dudes en llamarme a mí número privado, Thomas.

- Muy amable, pero no será necesario, Jenna.

- De acuerdo.

- ¿Jenna?

- ¡¡¿Si?!!

- Que tengas un buen fin de semana.

- Gracias, Thomas.

Luna llena.

- ¿Quien te quiere a ti? ¿Quién te quiere a ti, gatita?

- Meeeau...

- ¿Quien te quiere, pequeña?

- Puurrr...

- ¿Quien te calienta la tripita con suaves caricias? Dime quien.

- Puuurrrrr...

- Sight... ¿Tu también estas sola, gatita?

- Purr...

- ¿Tú también?

Dos personas en lugares distintos levantan la vista hacía la luna llena.

Ambos quedan mirándola con una mezcla de tristeza y añoranza.

Thomas Fireheart recoge de su escritorio un par de cápsulas de color morado y se las coloca encima de la lengua, ayudándose a engullirlas de un vaso de agua, las ingiere de un trago.

Felicia Hardy suelta a la pequeña gata atigrada que estaba acariciando y se cruza de brazos rodeandole por las caderas.

Exactamente en el mismo instante. Ambos emiten un pequeño e involuntario suspiro.

EL PUMA.

Thomas Fireheart desconecta el motor de su cuatro por cuatro y pone los pies en el polvoroso terreno. Camina lentamente hasta el tiki donde vivía su tio, Shaman de su tribu.

Cuando se introduce a traves de la obertura se ve abrumado por la fuerza de los olores, una mezcla de madera quemada y hierbas medicinales.

- Veo que has venido de nuevo a mí, Thomas.

- Así es.

- ¿Que te trae esta vez?

- Tengo sueños, alegorías que carecen de sentido, en los que mato a gente.

- ¿Sabes lo que significan?

- Lo sospecho. Creo que son recuerdos reprimidos de cuando me volví loco¹, de cuando perdí mi humanidad...

El shaman asiente, corroborando que él había llegado a la misma conclusión. Thomas se sienta y mantiene un semblante totalmente serio.

- Mi vergüenza. Mi caída...

- Nos fallaste a todos, pero si no eres capaz de asumirlo nunca podrás estar a la altura de tu misión. El error es inherente a la condición humana.

- ¡¡No!! Jamas... Jamas podré ser perdonado. Nunca...

- Un hombre que no acepta sus errores queda atrapado en ellos para siempre.

LA GATA NEGRA.

- Solo hay tres cosas que me gusten más que comprar.- Piensa Felicia Hardy al columpiarse desde un edificio a otro con su garfio.- En tercer lugar esta jugar a hacerme la heroína...

Se posa como una pluma encima de una cúpula de cristal. Utiliza una de las garras incorporadas en sus guantes para abrir cuidadosamente un agujero lo bastante grande para colarse a través de él.

- El segundo lugar...- Sigue pensando la Gata.- Lo ocuparía lo que ahora mismo estoy haciendo.

Esboza una sonrisa.

- La gata ladrona de joyas.

Estira la zarpa y recoge un precioso collar de brillantes de aspecto tribal. Las alarmas comienzan a sonar... La cuerda de la Gata se encoge a velocidad de vértigo, ella aprovecha el impulso en el momento que atraviesa la cristalera para salir despedida y reengancharse a otra cornisa.

- Este truco de balancearme lo aprendí del mejor.- Piensa para sí.

Mientras que el Museo Nacional de Hartdale comienza a llenarse de policías ella ya esta camino a su hotel.

- ¿Lo que mas me gusta?- se dice a sí misma.- Lo mismo que a todas las chicas...

Al día siguiente.

Thomas Fireheart ordena los papeles de su mesa y lee uno de los documentos que mas tarde firmaría. Importantes negocios aguardaban su beneplácito. No había formado su imperio multinacional de la nada, lo había construido con duro esfuerzo y hábiles tratos empresariales. Era todo un "hombre hecho a sí mismo americano", el claro exponente de como un hombre con talento puede triunfar en la Tierra de las Oportunidades. Thomas también era mucho mas que eso...

Jenna Taylor, su asistente personal, le abre la puerta al señor Frenz, director del "Heartsdale's Museum Of Arts", una de las propiedades de Empresas Fireheart.

- Tome asiento, señor Frenz.

- Si...- El señor Frenz parecía bastante nervioso. Thomas se da cuenta y le indica que hable.- Vera, señor Fireheart, podía simplemente haberle enviado el informe sobre las obras de arte robadas ayer.

- Hubiera sido más adecuado que concertar una cita.

- ... Pero ha sido un robo. *HM* Poco común...

- ¿Poco común?

- La pieza robada es "El colgante del Alba".- Murmura, casi susurra Frenz.- Y siendo como es parte de su colección privada, de conocido valor emotivo para usted consideré que lo correcto sería venir a comunicárselo en persona.

- Alto...- Fireheart parecía confundido.- ¿Como han podido sortear los ladrones todas las alarmas de seguridad?

- Era un ladrón bastante poco común.- Frenz coloca cuidadosamente con sus enormes manos una carpeta encima de la mesa.- Fotografías, también tenemos un video.

Thomas echa un vistazo rápido al dossier.

- Podemos deducir que dentro de una semana mas o menos pedirán un rescate por la pieza, como usted sabe de sobra ese tipo de obras son prácticamente imposibles de mover en el mercado negro. Demasiado importantes para ser vendidas a cualquiera.

- Le rogaría que me dejara a solas.- Pide educadamente Thomas mientras observa un ampliado de la cara del ladrón de cuadros.

- Por supuesto, comprendo que este afectado por el robo de la pieza. Después de todo esta estuvo en poder de su familia durante generaciones, pero no tema que recuperaremos "El colgante del Alba" cueste lo que cueste.

- Y tanto que lo recuperaré.- Se dice Thomas Fireheart.

Una semana después.

La Gata esta lavándose.

- Simplemente adoro los baños con burbujas, MJ.- Le dice a su minúsculo teléfono móvil.- ¿Os da mucho trabajo la pequeña May?

Escucha.

- Si, A esa edad suelen hacerlo mucho, dale tiempo.

Pausa.

- Claro que me encantaría ir a comer. Hace muchísimo tiempo que no veo a Peter.

Felicia aprovecha que su amiga Mary Jane hablaba para echar en el baño unas sales aromáticas.

Se ríe ante un comentario de MJ.

- No seas boba.

Suena el timbre. Sale de la bañera y se pone una bata ajustadísima.

- Oye, te dejo, que llaman a la puerta. Luego me visto y os veo a la comida. Adiós, adiós, besitos...

Cuelga el teléfono y lo deja en una mesa cercana a la entrada. Abre la puerta sin pensarlo dos veces. Después de todo era la Gata Negra ¿de que podía tener miedo? Imprudente por naturaleza, atrevida, tenía que ser fiel a su leyenda.

Ve ante sí a un hombre bastante apuesto, parecía el típico hombre de negocios, pero unos peculiares rasgos indios ("nativos americanos") le hacían parecer un poco exótico.

Felicia actúa como de costumbre. Sin intimidarse, sonríe al desconocido.

- ¿Que te trae aquí, encanto?

- Señorita Hardy, lamento no haber concertado una cita, pero mucho me temo que usted tiene algo que pertenece a mi empresa.

- ¿Empresa?

- No ha sido muy difícil seguirle la pista. Hace exactamente nueve días usted estuvo en Heartsdale, Nuevo Mexico...

- Si.- Responde ella, interrumpiéndole intencionadamente con animo de confundirlo.- Una bonita ciudad.

- También se llevó de allí "El colgante del Alba", una pieza sumamente valiosa del Museo de las Artes de Heartsdale.

La Gata parece confundida cuando entiende a lo que se refería.

- No... No se a lo que se refiere.

- Tomamos una lista de todos los residentes en los hoteles de Heartsdale ese día. Cotejamos los datos y quedo como nuestra única candidata. Creame no fue muy difícil descubrir que usted es la Gata Negra.

- ¡¿Quien...?! ¡¿Quien es usted?!

- Thomas Fireheart.

- Señor Fireheart...

- Dígame.

- ¡¡Puedes irte al carajo!!- Felicia le cierra la puerta en las narices a su invitado y mas nerviosa de lo normal comienza a ponerse el traje de Gata Negra. Abre una ventana y salta al vació.

Casa de los Parker-Watson.

Mary Jane esta durmiendo a la pequeña May Parker-Watson.

- Y justo así ocurrió todo.- Le cuenta Felicia a su mejor amigo.

- Un tema complicado...- Admite Peter Parker.- ¿Como me has dicho que se llamaba?

- Thomas FallHart.- Se equivoca

- ¿No será Fireheart?

- Si eso.- Admite la Gata.- ¿Le conoces?

- Me suena.- Dice pensativo Spiderman.- ¡¡Ya recuerdo!!

- ¿De que lo conoces?

- ¡¡ES EL PUMA!!

- ¿El Puma?

- Si... Ahora que lo pienso... Creo que cuando me enfrenté contra él² por primera vez aun estábamos saliendo.

- ¿Nosotros dos?

- Si.

- Pues si que hace tiempo de eso. - Dice Felicia.- Creo que me acuerdo. Era un tipo así con pinta de animal ¿no?

- Mas o menos.

- No puede ser el mismo, el Thomas Fireheart que me amenazó era un nativo americano con pinta de contable.- Felicia utiliza el termino contable de forma despectiva.

- Ocurre que se transforma... Le estuve ayudando a combatir contra el Todopoderoso. Luego se metió en un grupo. Finalmente se volvió una especie de fiera y quedo atrapado en su forma de Puma.- Dice Peter.- Luego con la ayuda de una tipa rara volvió a ser humano de nuevo.

- Buen resumen, cerebrito.

- Gracias.- Parker sonrie.- Supongo. Espero que se haya olvidado de que sabía mi identidad secreta. Ya me metió en un lió cuando compró el Bugle...

- ¿Entonces se volvió feral?

- Si, Eh, Felicia, se lo que estas pensando. Devuelvele lo que robaste y no te metas en líos. Espero que no vayas a hacerle chantaje.

- ¡Yo solo me defiendo, Pete!

- Nos vas a meter a los dos en un lió, Felicia.

Una hora más tarde.

- Me alegra que haya entrado en razón, señorita Hardy.

Thomas Fireheart cree que se había producido un cambio de actitud en Felicia, poco sospechaba lo que le venía encima.

- No he entrado en razón., Señor Puma.

Al oír su nombre Fireheart se gira como un resorte.

- ¿Que me ha llamado?

- Puma, cariño.

- ¿Co...? ¿Como?- Murmura Thomas a la vez que nota como sus latidos se incrementan.

- No pienso devolverte el collar, rojito.- Dice refiriéndose al color de la piel de Fireheart.- Tu conoces mi identidad y yo la tuya. Se podría hablar de un empate.

Thomas esta perplejo. Poco a poco la presión arterial aumenta. Su cuerpo tiembla.

- Y estoy seguro de que tu hiciste cosas más feas con tu identidad secreta que yo con la mía... Sal de mi casa, montón de basura.

- ¿Que?

Sin poder evitar que le empujara (después de todo la Gata era mucho mas fuerte que Thomas en forma normal).

Este queda a solas en el descansillo. Su cuerpo andaba totalmente revolucionado, notaba un brutal incremento de adrenalina circulando por su flujo sanguíneo. A trompicones saca un bote de pastillas. Las abre e ingiere tres. Luego se sienta y practica técnicas de relajación hasta que se tranquiliza y ahuyenta al espíritu del animal que luchaba en su interior.

Ya mas tranquilo sale del hotel-residencia donde la Gata vivía.

- Por las buenas no vamos a conseguir nada ¿no?- se dice a sí mismo.- Tendremos que hacerlo por las malas.

Saca su móvil y agenda. Marca un número.

- ¿Embajada de Symarkia?

1.- El Puma recobro el control entre el Asombroso Spiderman 395 y el Espectacular Spiderman 218.

2.- Asombroso Spiderman 256 - 258

Full Moon

Hola a todos. Vuelvo tras un imperdonable lapso de tiempo y el abandono temporal de mi anterior serie asignada: Clandestine y comienzo una nueva serie que será limitada, a no ser que me enganche y cuando termine esta aventura me de por continuar.

Espero vuestros comentarios.

jesusquintana@mixmail.com