FACTOR-X #204
¿Qué quiere decir eso?
Guión:
José A. Cano
Portada: Javier Cuevas
La historia hasta aquí: Bueno, ha pasado un año desde el gran crossover mutante "Crisis de Fe" y Las Guerras Infernales, y el status de Facto-X no ha cambiado mucho. Hay un departamento en cada ciudad con un barrio mutante importante (FX Nueva York, FX Los Ángeles, etc.) y uno central, en el Nido de las Águilas, con Shard de jefe de campo y Forja coordinándolo todo.
Factor-X Élite: Forja, Shard, Fortachón, Hombre Múltiple, Noche, Empática, Comando, Electroshock, Cáliban, Warlock y Autoestopista.
Capítulo 1: El hombre que creía ser un grano de máiz.
- ¿Qué hay de nuevo, Doc?
- No lo sé, Guido, ¿hay algo que quieras contarme?
Fortachón, vestido con un elegante traje blanco de sport, chaleco de cuello vuelto bajo la chaqueta, saca un un yo-yo de su bolsillo y lo despliega con un latigazo del cordel. Se acomoda en el sofá.
- ¿Soy el único que continúa visitándole?
- ¿Por qué? ¿Eso te haría sentir incómodo?
- Eso es que sí.
En el ventanal a la espalda de Guido se distingue el skyline de Nueva York. El psicólogo de pelo verde carraspea. El mutante sigue jugando con su yo-yo, arriba y abajo. Sobre la mesa de la consulta hay un ajedrez.
- Bueno, sabes que no puedo hablar de ello, pero seguramente también sabrás que Caliban y Electroshock tienen la obligación por contrato de recibir terapia. Igual que todo el grupo, después de ciertas misiones.
- Pero yo soy el único que viene voluntariamente.
- ¿Quieres que hablemos hoy de eso? ¿De por qué crees que necesitas terapia?
- Quizás disfruto de su conversación, Doc. Siempre ha sabido apreciar un buen chiste.
- No creo. Si quisieses ser mi amigo podrías haberme invitado a una cerveza.
- ¿Quiere que le invite a una cerveza?
- ¿Querrías que quisiera?
- ¿Vamos a competir a ver quién puede contestar más veces con otra pregunta?
- ¿Alguna vez has ganado?
- Jejeje...
- Guido, de todos los miembros de Factor-X a los que he trado debes ser el más maduro emocionalmente. Si tú empiezas una conversación para plantear por qué sigues viniendo es que quieres hablar de ello. Y creo que eres capaz de expresarlo por ti mismo sin toda esta esgrima verbal...
- Jejeje... De acuerdo, Doc -Fortachón se gira hacia el ventanal, luego levanta la cabeza hacia el techo, sin dejar de jugar con el yo-yo. Resopla.- Es sólo... ¿Ha visto esas típicas películas de guerra en las que el capitán siempre tiene un sargento broncas pero buenazo? Como el que hacía Tom Sizemore en Salvar al soldado Ryan. El tipo manda menos pero es cómo el encargado de mantener la cohesión del grupo...
- ¿Y tú eres ese sargento broncas en Factor-X?
Guido recoge el yo-yo y lo deja encima de la mesa, junto al ajedrez. Levanta un alfil blanco y lo mira sobre la palma de su manaza.
- Bueno, no exactamente. Forja y Shard dirigen el cotarro, y eso están bien, pero a veces sus cabecitas se estresan demasiado, no piensan con claridad y necesitan alguien a su lado que desengrase un poco y sepa mantener la perspectiva... Eso está bien, pero...
- ¿... descubres que empiezas a tener responsabilidades?
- Algo así.
- Bueno, antes de la guerra1 ya fuiste jefe de grupo, ¿no?
- Sí, pero eso era diferente, era para las cámaras... Bueno, se me da bien... No, yo soy más bien... ¿Ha visto Los siete samurais, Doc? Cuando están reclutando a los siete, el segundo al mando llega y le dice al jefe que han encontrado un tipo simpático, que está todo el tiempo haciendo bromas, y lo recomiendo diciendo "con la espada es normal, pero nos ayudará a mantener la moral alta"...
- ¿Me estás diciendo que estás cansado de ser "el payaso"? Porque no creo que nadie en te considere así, Guido.
Fortachón coloca el alfil en su lugar. Se echa en el sofá y empieza a jugar con el yo-yo otra vez.
- ¿Sabes ese del tipo que creía ser un grano de maíz?
Samson suspira.
- No.
- Verás, es un tío que cree que es un grano de máiz -Guido sonríe, paladea el chiste-. Los médicos consiguen curarlo y sale del sanatorio. Un día después regresa: se ha encontrado a una gallina y tiene miedo de que se lo coma. Los médicos lo calman, le dicen "pero hombre, si ya sabes que eres un hombre y no un grano de máiz, ¿de qué tienes miedo?". Y él responde: "Sí, claro, yo lo sé, pero, ¿y la gallina?".
Capítulo 2: Ayúdame a desenredarme.
Un bloque de viviendas en el barrio mutante, un antiguo tenement de Nueva York con familias de clase media baja que tienen problemas con la calefacción y para llegar a fin de mes. El sótano se encuentra acordonado y dos policías discuten al otro lado de la cinta, con sus equipos parados bajo al cadáver de un hombre blanco, clavo y cuarentón que gotea desde el techo, casi una docena de agentes de la ley parados por un problema de jurisdicción.
- Esto es cosa del NYPD -dice el hispano al mando de la unidad, de paisano y con gabardina.
- No vamos a discutirlo, detective Hidalgo2 es un caso mutante -responde Mente Maestra II, uniforme de Factor-X con chaqueta y galones.
Desde el hueco de la escalera, una pequeña multitud de vecinos, en su mayoría mutantes con sus más y sus menos deformidades, ocultos por sospechosas gabardinas alguno. Varios agentes del NYPD intenta apartarlos con escaso éxito.
- Stadler era humano. Y un detective de nuestro departamento.
- Hasta que fue expulsado el año pasado. Estaba a sueldo de Sebastian Shaw y era un chivato de la mafia mutante3.
- Eso no...
- Tendrá que admitir que el modus operandi no parece el de los italianos o los irlandeses, ¿verdad? -señala el cadáver, inexplicablemente pegado al techo.
- Sabe que tiene razón -el grupo de curiosos se abre separado por un pequeño equipo de Jamies Madrox, delante de ellos guía, mostrando su placa, Shard, acompañada por la joven Empática, Electroshock, el larguilucho y pecoso Autoestopista, Cáliban y el veterano Comando, todos con sus uniformes negros con la X blanca en el pecho, Shard con una chaqueta como la de Mente Maestra-. Factor-X valora mucho la colaboración del NYPD, detective Hidalgo, pero este caso puedo estar relacionado con varias investigaciones relacionadas con la seguridad nacional -se detiene junto a ellos-. No queremos que se marchen, pero tienen que tener claro que el caso lo llevamos nosotros.
Hidalgo refunfuña.
- Informaré a los míos -dice, mientras se marcha.
- ¿A quién has traído? -Shard se dirige a Martinique.
- Pues... Don Nadie lleva un rato dando vueltas por ahí a ver que encuentra, supongo que Cáliban habrá captado su olor... -responde, malhumorada.
- Cáliban tiene muchos olores... -dice el rastreador, agazapado como un sabueso junto a Shard.
- ...y ahí dentro están Forense y Cuarentena -señala a la escena del crimen, donde se encuentran una mujer asiática y bajita que flota alrededor del cadáver y un tipo con máscara de gas que le da indicaciones desde el suelo, ambos con uniformes de FX-. Devi, Recordman y Alfiletero están atendiendo una llamada en el Upper East Side. Seguramente una gilipollez de pijos.
- Ya. Encárgate de interrogar a los vecinos con ese Hidalgo y llévate a Patricia y Autoestopista. Cáliban y Electroshock ayudarán con la escena y Comando y los Jamies asegurarán el perimetro...
Cada uno cabecea y se dirige a su lugar. Empática se acerca a Mente Maestra mientras van en busca de Hidalgo, le pasa un brazo por la cintura.
- Te eché de menos.
Le lanza un beso, pero la otra aparta la cara.
- No es el momento.
En la escena, Caliban olisquea por los rincones acompañado de un par de técnicos del NYPD -que al estar curados de espanto no se extrañan de nada- y Cuarentena, el FX de la máscara de gas. Electroshock usa los cables de la mochila que lleva la espalda para auparse hasta la altura del cadáver, donde flota ya Forense.
- Hola, soy Carter -se presenta él.
- Yo me llamo Tina -contesta la mujer-. Perdona, Carter, pero creo que sólo tienes poderes eléctricos...
- Ya, ya... -él saca de la mochila un disco no más grande que la palma de su mano y lo extiende bajo el cuerpo-. Pero traigo esto.
Carter emite un chispazo y el disco se enciende, proyectando el holograma de un adolescente rubio vestido de FX.
- ¡El programa Cifra! -Forense parece entusiasmada- ¡Nunca había trabajado con él!
- Espera que te escanée -dice Electroshock.
El holograma mira directamente a la agente. Parpadea.
- Designación: Forense. Agente del FXNY. Ajustándose a los parámetros de su mutación.
- Guau -Tina casi babea.
Mente Maestra deja a Empática y el torpe Autoestopista interrogando a un anciano y sujeta a Shard con un codo, apartándola de su charla con el detective Hidalgo.
- Dime qué pasa.
- Este caso es de nivel Factor-X Élite. Tú mandaste el aviso, no sé a qué viene esta reacción.
Martinique intenta llevarla a un rincón del sótano, Hidalgo las sigue con la mirada, ella baja la voz.
- Yo sólo os estaba avisando, ¿qué se supone que...?
- Puede... y sólo puede... que haya sido La Hermandad.
- Venga ya...
Una docena de Madrox despejan la entrada del edificio tras clarear el acceso al sótano, acompañados por el medio cyborg Comando.
- Manda un par de dobles a cubrir esa esquina, Hombre Múltiple. No creo que quede nadie a quien detener, pero esa escalera de incendios es una salida demasiado tentadora.
Un par de Jamies surgen del que está junto a Bohannon y se dirigen al lugar.
- Te las sabes todas, ¿eh, Comando? Pero no son dobles, todos son yo, ¿sabes? Nada de descontrolarse ni aspectos de mi personalidad, en este año y medio he aprendido a controlar mi poder perfectamente4 -el duplicado se apoya en la pared que tiene detrás y se mete las manos en los bolsillos de la gabardina-. Tío, debes pensar que soy idiota, pero, ¿te crees que acabo de caer que con el tiempo que llevas con nosotros5 aún no estoy seguro de si tu mutación es algo más que ser ágil y fuerte?
El veterano permanece en silencio. Se gira hacia un grupito de la multitud. Luego hacia otro.
- No mires todavía. A las dos. Alto, con una gabardina como la tuya. Mira las botas.
Un duplicado empuja a Hidalgo e interrumpe una nueva charla con Shard.
- ¡Está aquí!
Ya fuera del edificio, acompañada por un buen montón de duplicados, Electroshock, Comando, Cáliban y Mente Maestra, la líder de Factor-X señala al hombre de la gabardina, que huye por la escalera de incendios que señaló Bohannon tras derribar con su vara extensible a los dos Jamies vigilantes.
- ¡Gámbito! -brama Shard.
Él se detine a media subida para guiñarle un ojo.
- Martinique, señor Bohannon, por el ascensor. Carter, súbenos a Cal y a mí. Jamie, centuplícate, aisla el puñetero barrio... y que Recordman y Devi vengan cagando leches -grita a Mente Maestra mientra siente uno de los cables de Electroshock enrollándose alrededor de su cintura.
Carter escala el edificio utilizando cables de la luz y el teléfono que controla con su mochila. Cáliban va señalando el camino.
- El edificio de al lado.
Shard se encarama a la terraza en cuanto está lo suficientemente cerca del borde. Hay una caseta de acceso a las escaleras del bloque, un bidón del suministro de agua, varias cuerdas de la ropa y un par de antenas de televisión, pero ni rastro de Gámbito.
- Está aquí -informa Cáliban, agazapado junto a la puerta de las escaleras.
Carter anima un par de cables de televisión y de la ropa.
- Lo vamos a pillar.
- ¡Cállate! -ordena Shard.
Un silbido y la puerta junto a la que se situaba Cáliban explota en un estallido carmesí. El exmorlock queda atrapado e inconsciente bajo unos cuantos cascotes. Carter y Shard no tienen tiempo de preocuparse por él cuando una sombra negra y marrón pasa por encima de ellos. La mochila de Carter empieza a brillar.
- Mierda, mierda, mierda -se la quita a toda velocidad y la tira por el borde del edificio- ¡Sigo teniendo poderes, capullo!
- ¡Hay gente abajo, imbécil! -le grita Shard.
Pero los cables de la ropa ya están bailando descontrolados a su alrededor.
- Tranquila, chère -interviene el cajún, apareciendo a la espalda de Carter-. Sólo era para brillar, no para explotar -le da un puñetazo tras la oreja, dejándolo K.O. y arrojándolo sobre Shard.
- Me cago en... -ella intenta desembarazarse de su compañero inconsciente mientras lanza un rayo con uno de sus puños a los pies de Gámbito.
El ladrón lo esquiva fácilmente de un salto, se hace con uno de los cables de televisión ya inertes y consigue enlazar las manos de Shard con las de Carter, haciéndolos caer al suelo.
- Ahora no puedes usar tu poder sin herir al chaval, ma belle bête.
Shard entrecierra los ojos. Los dos se giran hacia la derecha, la azotea del edificio vecino, cuando oyen el ruido del metal contra el ladrillo a toda velocidad: Comando cogiendo carrerilla. El cyborg aterriza y Gámbito rueda sobre sí mismo para apartarse, lanzándole una andanada de cartas que obligan a Shard a agacharse y proteger a Electroshock con su cuerpo. Comando dispara con uno de sus brazos mientras Gámbito sigue saltando y en movimiento. Se encarama sobre los cascotes que cubren a Cáliban. Comando cambia rápidamente de posición para no darle al sabueso de FX y salta hacia el cajún. Este lo esquiva y saca su bastón, golpeando entre las piernas al veterano. Lo hace caer en equilibrio precario sobre el bordillo de la azotea.
- Excusez-moi, monsieur Comando, pero los dos sabemos que sobrevivirá a la caída -y le da una patada que lo derriba a ocho pisos de altura.
- ¿Y si había alguien debajo? -dice Shard, enredada con el cuerpo de Carter, luchando por desatarse.
Gámbito coloca su baston justo en el nudo entre las manos de ella, retorciendo la presa a distancia.
- Estoy seguro de que Jamie ha cumplido despejando la zona. Tenemos que dejar de vernos así, chère6.
- Vete al carajo.
- ¿No se te ha ocurrido que puedo tener ganas de hablar?
- ¿Ah, sí? -ella continúa retorciendo las manos, intentando liberarse.
- Estoy aquí haciéndole un favor a unos amigos comunes... -mueve las cejas inclinándose hacia ella, volcando el peso en el bastón- Unos amigos que creen saber quién ha matado a Stadler y por qué.
- ¿Y qué quieren... esos amigos?
- Estar en contacto... Qué me avises si los pescas, porque quizás no todos los chicos malos sean igual de malos, ¿verdad?
Shard frunce el ceño y aparta la mirada, dejando de forcejear.
- Me estás pidiendo que si encontrarmos a Pícara te la entreguemos para que la lleves con la Patrulla-X.
- Ssh, por favor -Gámbito sonríe-. ¿Qué es eso? ¿Celos?
- No te lo creas tanto, Lebeau... -se gira de nuevo hacia él-. Ningún miembro de La Hermandad, ningún hombre-x va a...
- ¿Ni siquiera a mi viejo amigo Bishop? -la interrumpe.
- Qué te den.
Un disparo de advertencia silba por encima de la cabeza de Gámbito.
- ¡Arriba las manos! -grita el detective Hidalgo desde el hueco de la puerta.
Remy se gira hacia Shard
- Siento tener que marcharme así, chère -un as de picas le aparece en la bocamanga de la mano que sujeta el bastón-. Espero que no olvides nuestras amenas conversaciones.
Antes de saltar y mientras le tira la carta al policía, Gámbito se agacha y le estampa a Shard un beso en la frente que la hace enrojecer hasta la punta de las orejas. Hidalgo esquiva media baraja sin dejar de disparar, pero sólo le da tiempo a conseguir asomarse por el borde la terraza y comprobar que Gámbito ha desaparecido cuando llega a la altura de la líder de FX.
- ¿Qué ha sido eso?
Shard sacude las manos, enganchadas a Carter.
- Ayúdame a desenredarme...
Capítulo 3: ¿Qué quiere decir eso?
Una cafetería cerca del Detroit Institute of Arts, en la ciudad más grande del estado de Michigan. Dos amigas ocupan una mesa junto a uno de los ventanales, una más bien alta, morena, pelo corto; la otra más baja y clara de piel, el pelo castaño cayéndole sobre los hombros.
- ¿...y entonces...?
- Bueno, Jamie los retó a un partido de baloncesto, todos contra un equipo de sus dobles...
- ¡Pero es horroroso! ¡Todos los duplicados jugarían igual de mal!
- Ya, les pegaron una paliza, pero ya sabes cómo es, hizo tanto el payaso que cuando acabó se los había ganado a todos... Desde entonces no puedo llamar a casa sin que mi padre insista en invitarnos a otro fin de semana o quiera llevárselo a ver un partido o algo... Me lo imagino con su "yerno múltiple", pegándole puñetazos en el estómago para presumir delante de los amigos del club de campo de ser más "integrador" que nadie o algo así...
- Jajaja...
Maxine, Lápsus, acaba de reir y se apoya la mejilla en la palma de la mano.
- Dios... Sois una pareja formal que conoce a los padres y todo...
Claire, Noche, se encoge de hombros.
- No sé... Las cosas evolucionan así, supongo...
La camarera se detiene junto a la mesa:
- ¿Os decidís por algo, chicas?
- Estamos esperando a unos amigos... Ah, parece que ahí están...
La camarera hace una seña de volver en un rato mientras se acercan dos chicos de la edad de Maxine y Claire. El más alto tiene el pelo largo por la nuca, castaño, con el flequillo cayéndole por la cara y medio tapando un cicatriz, barba de tres días, lleva una especie de camisa anticuada de estilo medieval y una funda alargada en la espalda como la que usan los estudiantes de ingenieria para guardar los planos. Su acompañante va cubierto hasta arriba por una gabardina, además de llevar sombrero y gafas de sol. Se va desprendiendo de ellos conforme entran en el local y ve que Noche envuelve la mesa con un pequeño campo de oscuridad, casi imperceptible para el resto de comensales pero suficiente para que el sol se note menos.
- ¡Manuel! -Maxine se cuelga del cuello de su antiguo compañero para saludarlo, obligándolo prácticamente a sentarse a su lado.
- Ey, Quentin -Noche da dos besos al joven vampiro.
- Puedes bajar ese campo de oscuridad, cariño, nuestro Harry Potter particular me ha "vacunado" contra la luz del sol que no sea directa para las próximas 24 horas.
Fiambre ríe a carcajadas. Claire, inclinándose sobre la mesa, le da un puñetazo amistoso en el brazo, por encima del codo que todavía no ha soltado Maxine.
- Te has hecho un tío durante este año, ¿eh, Manny? ¿Tienes muchas historias que contarnos de tus misiones de postguerra?
Él hechicero levanta las manos, más grandes y encallecidas que la última vez que se vieron, sin dejar de sonreír.
- Os sorprenderíais de lo aburrido que he estado... Me interesa más lo que tengáis que contarme vosotros... -se gira hacia Maxine-. Así que jefa de FX Los Ángeles, ¿eh?
- ¿Cómo te hiciste esto? -Maxine le aparta el flequillo y señala la cicatriz.
- Te lo creas o no, tropecé.
La camarera se para junto a la mesa de nuevo.
- ¿Bebidas?
- Café con leche.
- Un batido.
- Café solo.
- Yo nada, querida, el médico me ha prohibido comer hasta que anochezca.
La camarera arruga la nariz y se marcha.
- Uf... Quen, de verdad que te gusta pasearte por...
- Lo cierto es que no puedo negar que tengo algo de hambre, ¿qué me decís del grandote de la esquina, el deportista? ¿Creeis que me dejaría chupárselo todo?
Manuel suelta otra carcajada. Claire le da un codazo.
- Por favor, no seas tan exhibicionista.
- Ay. No sé como la novia del Hombre Múltiple puede ser tan remilgada.
- He oído tantas versiones de ese chiste...
- ¡Y antes salías con Fortachón! -interviene Manuel
- ¿Dónde está Tat? -pregunta Maxine
Los otros tres se giran hacia ella. Quentin carraspea.
- Cariño...
- Quentin, está en Detroit. Es el jefe de los... los... tú eres uno de ellos... -lo señala.
Claire se gira hacia la ventana. Fiambre enarca una ceja y pasa de Maxine a Quentin.
- Chicos, ehm...
- Nena, ¿de verdad quieres tener esta discusión?
- Quiero saber por qué no ha venido Tat.
Llega la camarera con las bebidas. Todos permanecen en silencio hasta que se marcha.
- Max, en serio, entiendo... mira, ¿por qué no disfru...?
- ¿Cómo ha sido? ¿"No me reúno con vendidos"? ¿"Ahora soy el gran hombre de Detroit"?
- ¿Eso qué significa exactamente? -Manuel se dirige a Quentin.
- Entre demonio y demonio habrás visto las noticias -Claire regresa a la conversación-. Las pintadas. Los atentados. "La Patrulla-X estuvo aquí".
- No he estado "entre demonio y demonio" exactamente... Y lo que me estás diciendo es que tú y Tat tenéis, ¿un grupo de hombres-x clandestino en Detroit?
- Desde poco después de la detención de la Patrulla-X7 -dice Maxine.
- Bueno, al menos me alegra que las dos estéis aquí sentadas con Quentin.
- Ya.
Veinte minutos después, con el sol ya cayendo sobre Detroit, Noche se ha teletransportado en uno de sus campos de oscuridad y Quentin ha desaparecido en un callejón. Fiambre y Maxine caminan hacia una parada de autobús.
- ¿Y dónde...?
- Me teletransportarán desde la estación de FX más próxima... ¿y tú?
- He... tengo... Bueno, es complicado de explicar...
- Tienes que hacer tu "alumno de Doctor Extraño".
- Sí, algo así.
Se detienen bajo la marquesina de la parada, la calle prácticamente vacía.
- ¿El año que viene, a la misma hora? -dice Manuel, sonriendo.
- O antes.
Desde la azotea de un edificio cercano los observa sin ser notado un chaval rubio con perilla. Se le sienta al lado una indigente, una anciana cubierta de costras y que huele fatal, con ojos brillando en azúl.
- Tat.
- Jon8.
En la calle, Maxine se pone de puntillas. No pueden distinguir cada detalle con nitidez desde la altura que observan, pero es evidente que se están besando -y que Fiambre pone fin al beso-.
- Tsk. Cosas que pasan, colega -dice la vagabunda, con voz de hombre-. Oye, al jefe le gustaría saber si te has decidido ya.
- Estoy decidiendo si voy a llamar a la Patrulla-X y contarle toda la mierda que me has estado soltando y que la usen contra tu jefe -contesta el otro, sin dejar de mirar a la pareja.
- Te sorprenderías.
Maxine y Fiambre se separan, ella desaparece a supervelocidad y él se deja caer en el asiento de la parada del autobús. Tat se vuelve hacia Jon.
- ¿Qué quiere decir eso?
La anciana muestra una sonrisa desdentada.
- Todo. Nada.
Tat vuelve a girarse hacia la parada. Fiambre ha levantado la cabeza. Sabe que difícilmente podría distinguirlos desde allí, pero le da la impresión de que mira directamente hacia ellos.
- Deberías irte antes de que aparezca Quentin.
Capítulo 4: Nunca hay un final.
Sólo hay una habitación en todo El Nido de las Águilas a la que Warlock no tiene acceso: El Nido del Águila, el sanctasanctorum de Forja, fuente de su poder chamánico. Sentado a la india, vestido sólo con un pantalón tradicional cheyenne, cubiertos la cara y el cuerpo de pinturas rituales. La arena roja recogida del desierto cubre el suelo de la estancia, acolchando la meditación. Flexiona el hombro derecho y levanta la mano mecánica por encima de su cabeza, materializando a través de ella varios hilos de materia mística que se entretejen hasta converger en la palma de la izquierda con la forma de un ovillo inmaterial, dorado y chispeante. El sudor baja por su frente, tropieza con la cinta de su pelo, emborrona las pinturas rituales de su cara y de su pecho. El graznido de un águila restalla como un latigazo haciendo vibrar las paredes.
- Nunca te prometí nada. Ni tú a mí. No puedes cabrearte conmigo.
Una imagen fantasmal de Dominó habla desde uno de los extremos del círculo místico. Vestida con su uniforme de Factor-X, está tumbada con la cabeza colgando del borde de un tablero de ajedrez, apuntando a Forja con una pistola mientras guiña el ojo del parcha negro.
- Yo sólo hice lo que creía mejor. Factor-X funcionaba, sólo que no querías admitirlo.
Val Cooper flota junto a Dominó, con un traje de corte impecable, un maletín esposado a la muñeca, coleta y gafas de sol.
- A mi sí que me prometiste cosas. Se suponía que tú te ocuparías de "los burócratas" y nosotros de hacer lo nuestro. Es lo que me dijiste cuando llegaste aquí9.
Kaos está parado algo más cerca de Forja, lo señala con el dedo inclinándose sobre él.
- ¿Y yo, Hacedor?
La Tormenta del peinado mohicano, vestida también al estilo cheyenne, está sentada a la india a la izquierda del chamán.
- ¿Todo lo que hiciste por la Patrulla-X10, todo tu compromiso con Xavier, eran sólo por mí? ¿Debería sentirme halagada o insultada? ¿Detienes a todas las mujeres que te rechazan?
- Sí que lo hace -Mística, cambiando de Raven Darkholme a su forma azul habitual, aparece a la espalda de Forja, pasándole las manos por los hombros-. Me desprecias, ¿verdad? Con la de cosas que he hecho por ti. Hasta hacer de vengador para asustar a Magneto, ¡uh11! -se gira hacia el espacio vacío donde hace un segundo estaba Tormenta- Se considera un cínico pero es un tonto ingenuo. ¿Sabes que no estamos aquí de verdad, eh, pequeño hombrecillo? Sólo somos un reflejo de lo que quieres que seamos... Tú y tu tonta magia...
- Me decepcionas, tío -dice Guido Carosella.
- Nunca has sido como imaginaba que eras -dice Shard.
- No has sabido entrenarnos -dicen, a coro, Los Cachorros.
- Nos fallaste -dicen, también a coro, los miembros del pelotón de Forja en Vietnam.
- Me decepcionas como hijo y como alumno -Naze, el viejo maestro de Forja, aparece sentado frente a él, copiando su postura, mirándolo con reprobación-. Te has enfrentado dos veces al Adversario12 pero eres incapaz de enfrentarte a ti mismo. Buscas un final a todo esto -abarca con un gesto de la mano al resto de fantasmas desaparecidos-, pero no lo hay. Simplemente sigue adelante, chamán. Nunca hay un final.
Epílogo: Me he perdido algo que no vais a contarme.
- Mutants angst, mutant angst... -canturrea Guido Carosella mientras atraviesa la puerta de la cocina y apaga la luz a su espalda.
La luz azul y parpadeante del televisor es la única iluminación del salón. Guido reparte las bebidas.
- Refresco de cola -Empática, en pijama y descalza, agusanada en uno de los sillones, lo recoge con una sonrisa de agradecimiento-. Refresco light y refresco de naranja -Noche hace un gesto con la cabeza y le da el suyo a Jamie, que choca la mano de Guido, están en el sofá, él pasándole un brazo por encima de los hombros a ella-. Cerveza -Shard recibe el botellín y el abridor sin dejar de mirar el televisor.
Se sienta junto a ella, cada uno en un sillón.
- ¿Sabes si Carter o alguno de los demás piensa bajar a verlo, Guido? -pregunta Patricia.
- El chaval tiene que estudiar. Los demás... Warlock probablemente nos esté escuchando ahora, ni se os ocurra criticarlo... Autoestopista está llamando a casa... Caliban debe estar durmiendo o aullando a la Luna o algo... y Comando, aparte de estar adaptándose al cambio de piezas, en fin... -Guido sonríe.
- ¿Qué clase de bebida de blandengue estás tomando? -pregunta Shard de repente.
- Té con hielo, Shardie, una bebida con clase.
- No vales una mierda como tipo duro, "Fortachón" -acompaña la afirmación con el siseo de la apertura del botellín.
- Ese es tu papel, preciosa, yo soy el seductor del equipo -le coge una mano y mima el gesto de besarla.
- Ya -ella retira la mano sin brusquedad, sonriendo. Da el primer trago a la cerveza.- A ver si empieza de una vez.
Guido guiña los ojos bajo sus gafitas. Intercambia una mirada con Jamie, que asiente ligeramente.
- ¿No estás muy relajada para que se te haya escapado Gámbito por cuarta o quinta vez, Shardie?
Ella tuerce la nariz y gruñe.
- No me fastidies la cerveza.
Desde su sillón, Patricia suelta una carcajada que trata de disimular tapándose la boca.
- ¿Sabes lo que creo? Que a la señorita le gusta Gámbito y su subordinada empática nos los puede confirmar.
Shard da un trago a la cerveza ignorando a Guido, pero no puede evitar mirar de reojo a la chica. Jamie y Fortachón empieza a reir, Empática se les une pasados unos segundos. Guido da un puñetazo amistoso en el codo de Shard.
- Admítelo. El cajún pone a cién a todas las nenas-x que conozco, incluso a mí.
Shard se lo piensa unos segundos.
- El detective Hidalgo está mejor -da otro sorbo al botellín para disimular media sonrisa.
- ¡Ja! ¡Lo sabía! -estalla Patricia, roja como un tomate.
- ¿Hidalgo? -pregunta Jamie.
- Yo nunca he visto a Gámbito en persona -reflexiona Noche en voz alta.
- Era el detective de la policía de Nueva York -confirma Empática.
- Ah, picarona, nuestra jefa ha ligado en el trabajo, ¿eh?
- He quedado en hacerle una llamada, por cortesía profesional -Shard sigue disimulando las sonrisillas con sorbos muy cortos al botellín.
- ¿Y cuál es el objetivo de esta investigación? ¿Eh? -pregunta Madrox.
Shard se inclina hacia sobre el brazo de su sillón y habla exagerando el tono de barra de bar:
- Esposar al detective Hidalgo al volante de un coche patrulla...
Patricia se ríe nerviosamente, Guido brinda su vaso de tubo contra el botellín de Shard, Jamie sonríe, Claire se tapa la cara con las manos.
- Deberíamos tener ciertos límites, de verdad.
Una mano metálica golpea el quicio de la puerta.
- ¿Me he perdido algo?
Ahora sí, todos ríen a la vez.
- Me he perdido algo que no vais a contarme -confirma Forja.
Guido señala un sillón libre a su lado.
- Ven aquí, intrépido líder, y comparte con nosotros tu sabiduría chamánica ancestral.
- ¿Qué estás bebiendo? -Shard pregunta mientras se seca alguna lágrima de risa, señalando el cuenco de barro humeante que carga Forja.
- Té con hierbas.
- Hippie.
Forja se sienta refunfuñando.
- ¿Qué estáis viendo? -pregunta.
- Íbamos a decidir entre Dexter y CSI -explica Empática.
- ¿Qué es Dexter?
Guido y Jamie intercambian una mirada.
- Mejor no te lo explicamos.
1.- Se refiere a la Guerra Infernal, claro. Guido dirigió Factor-X Estrella, el equipo diseñado para dar buena imagen ante los medios, de Factor-X #194 al #200, más o menos.
2.- Quizás os suene por ser el amigo de la infancia de Feroz y Espina que ayudó a Fuerza-X en X-Force #40-41 (#39-40 Forum).
3.- No me lo acabo de inventar. De memoria, Stadler salió en Cachorros #46 y #48 y Factor-X #191 y #201.
4.- Jamie se "curó" en Factor-X #168.
5.- Comando, anteriormente Comando Escarlata, se unió al grupo en Factor-X #179.
6.- En Factor-X #196 o #202, por ejemplo.
7.- Tat, Terremoto, fue uno de los miembros de FX que se negó a detener a la Patrulla-X en Factor-X #200.
8.- El cachorro "muerto" que trabaja para Mr. Siniestro.
9.- En X-Factor Vol. 1 #95 USA, Factor-X Vol. 1 #79 Forum.
10.- Cuando todos daban por muerta a la Patrulla-X, tras La Caída de los Mutantes, Banshee y Forja se dedicaron a buscar a sus miembros y rescatarlos uno por uno (con relativo éxito, por cierto).
11.- En la reunión de Isla Empireo (Factor-X #191), Mística sustituyó a La Bestia, desaparecido en la Cronotormenta, para hacer creer a Magneto que los Vengadores seguían en activo.
12.- La primera durante La Caída de los Mutantes, la segunda en X-Factor Vol. 1 #120-121 (X-Factor Vol. 2 #9-10 Forum), aunque esa la escribió Howard Mackie así que casi no cuenta :P.
CORREO GUBERNAMENTAL
Bueno, este es mi último número en Factor-X. Algunas cosas las seguiré en Patrulla-X (si consigo escribirla con cierta continuidad o algo), la verdad es que tras escribir este número me voy a quedar con mono de los personajes.
Si alguien algún día quiere seguir la serie (mucho pervertido suelto hay por ahí), pues así quedan los personajes, un status más o menos definidio pero flexible y un elenco protagonista que no es de primeras espadas pero tiene su aquél.
Gracias por leer (y por comentar). Para lo que necesitéis queda vuestro seguro servidor.
Mutantes saludos.
Jose Cano, el Advenedizo.