FACTOR-X 185
Deus ex Machina I
Guión:
Jose Cano
PORTADA: El logo es completamente tecnorgánico, asimilado por Douglock, cuya cabeza sonriente está en el extremo de X, y de él salen varios tentáculos que se convierten en pequeñas pantallas de televisión colocadas delante de un Forja que posa de pie y con los brazos cruzados frente al lector. Una pantalla se sitúa sobre su hombro derecho y vemos a Guido, Jamie, Noche, Maxine y Mondo charlando entre ellos. Otra está sobre su ojo izquierdo y nos muestra a Val, sentada tras un escritorio, con las manos entrelazadas tapándole todo el rostros bajo la nariz. La tercera está sobre su mano derecha y nos enseña a Shard mirando con hostilidad hacia el objetivo. La cuarta en junto a la pierna izquierda visiona a Ivanhoe con varias sombras colocadas detrás de él. La quinta y última nos tapa su pie derecho y a través de ella vemos a Bastión de espaldas.
Los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden confundirse
con la tolerancia.
Fernando Arrabal.
Dallas. El Nido de las Águilas/Douglock. Sala de Guerra.
La mesa es rectangular, hay una silla por cada miembro oficial del grupo,
hasta un número de 18, con espacio de sobra para añadir las que puedan hacer
falta, además de un par de sillones de color diferente, uno para Val, otro
para el Senador Nelly, y alguno más. Ahora mismo Valerie ocupa el asiento de
Forja, que preside la mesa, Shard ocupa el suyo propio, Forja está de pie,
junto a la puerta, al final de la sala, pasea, mecánicamente más que por
nerviosismo. Las lámparas alógenas se distribuyen por el techo dibujando un
romboide, se encienden selectivamente, iluminando sólo las zonas de la
estancia necesarias. Al estar sólo tres personas, el ambiente es de
semipenumbra. Shard es la que habla.
- Steinbeck intentaba hacernos creer que Frank Leroy organizó él mismo los
atentados contra su vida del concierto benéfico de Carolina. Por suerte
Mente Maestra localizó el disruptor neuronal que utilizaba para bloquear a
Patricia como detector de mentiras.
Valerie asiente con la cabeza en silencio, luego murmura, con un deje de
admiración en su voz:
- Un plan muy elaborado y muy hábil para desacreditar a Leroy volviendo su
propia campaña contra él mismo y utilizándonos a nosotros como medio.
Escalofriante.
Forja se ha detenido frente a ella, detrás de Shard, y la escruta con
curiosidad. Shard habla de nuevo con cierta irritación:
- Están jugando con nosotros y nos dejamos manejar como novatos. - no mira a
nadie, simplemente observa los informes que tiene delante. - Es evidente que
conocían el mecanismo de los poderes de Patricia y el uso que les estamos
dando. Deberíamos detener e interrogar al ayudante de Leroy... Hay
demasiadas variables y poca organización.
- El equipo....
Shard levanta la vista y le clava a Val una mirada de dureza.
- ¿Qué equipo? ¿El programa de reintegración de criminales? No hay cohesión,
ni una estrategia coordinada, si no es de forma puntual, los entrenamientos
y los horarios son cuando menos caóticos...
- Shard, quizás el grupo no esté...
Ni se molesta en darse la vuelta para dirigirse a Forja.
- Eso es mejor todavía. No hay grupo, Forja, son Guido y Jamie fingiendo ser
amigos de todo el mundo. - hace un pausa y vuelve a los papeles. - Esta
conversación carece de sentido. Hay un hueco enorme entre el rescate de
Sarah Grey y su reaparición la semana pasada en ese restaurante que
destrozó, quiero investigarlo, y también que me acompañen Mente Maestra y
Patricia de nuevo.
Val asiente sin pensarlo. Sin esperar más respuesta la viajera del tiempo se
pone en pie y se marcha. Forja permanece unos segundos, mira al suelo,
camina con la manos enlazadas a la espalda, parece que va a decir algo, pero
hace ademán de irse también.
- Necesito hablar contigo de algo importante. - le corta el movimiento Val.
- Una idea, un... proyecto.
Él se vuelve y se sienta en el lugar de Shard.
- Eres capaz de crear microcámaras de vigilancia. - no es pregunta, sino
aseveración.
- He manejado prototipos. ¿Quieres ponerle una a Infalible sin que se de
cuenta y "que escape" para tener información de primera mano sobre la
Resistencia Mutante? Pueden ser tan pequeñas como una lágrima, pero no es
fácil.
Val tamborilea con los dedos de la mano derecha sobre la mesa unos segundos,
luego los levanta y los enlaza con los de la izquierda, para extender las
dos palmas una junto a otra.
- He estado pensando... Nuestro objetivo debe ser convertirnos en más de lo
que somos. Crecer y evolucionar.
Forja enarca una ceja:
- ¿No es el de todo ser consciente?
Ella sonríe.
- Ese es el punto, las organizaciones funcionan como seres vivos, Forja,
nosotros lo somos, y debemos evolucionar para ser más eficientes. Y para la
eficiencia es necesario el control.
- No me gusta donde lleva esto. ¿A quién quieres ponerle vigilancia
intensiva?
- A cualquier amenaza potencial, para evitar llegar tarde a una crisis.
- Por Dios, ¿piensas vigilar a TODOS los mutantes?
- Sabes perfectamente que no, sólo a los que sean peligros, y no hablo sólo
de mutantes con antecedentes, sino de dirigentes de acciones racistas, como
los Amigos de la Humanidad.
- Sigue sin parecerme normal.
- Forja, soy tu amiga.
Él se pone de pie.
- No empieces...
- No quiero obligarte, pero sabes perfectamente que puedo. Y además, se
trata de una medida extraordinaria, aún no tenemos la situación totalmente
controlada.
- El control absoluto de la situación mutante en los EEUU sería nuestro
final. Y si me obligas, dimitiré.
Val también se levanta, visiblemente molesta.
- No te pongas tu también digno, me entiendes perfectamente y si te pones
así es porque piensas que uno de mis primeros objetivos será...
- ... la Patrulla-X.
- Son una molestia, igual que la Resistencia Mutante o Magneto, idealistas
pero violentos, pasando el límite de la legalidad como si viviesen
perseguidos y echando a perder el trabajo de años. Deberías estar más
cabreado tu que yo, llevas el doble de tiempo trabajando para el gobierno
como agente mutante.
- Eso no quiere decir que siempre me identifique con sus medidas, si sigo
hablando contigo es porque creo que es la única forma de hacerte entrar en
razón. Hay que adaptarse a las circunstancias, Val, no convertirse en una.
Bastante he aguantado accediendo a ese absurdo proyecto centinela,
conectando a Nimrod con Douglock, con todas los números para irse de
nuestras manos en el peor momento.
- Forja, mira a tu alrededor, aunque subamos en las encuestas cada dos por
tres aparecen unos Jinetes Oscuros o la Patrulla-X destroza un par de
edificios en una pelea contra el Juggernautt y la tele sólo habla de que no
estábamos allí. Chambers ha escrito un estúpido libro "Factor-X: ¿héroes o
mercenarios?", seguro que sólo para tocarme los cojones, pero que los
idiotas pseudointelectuales devoran como si fuese el Corán. Y en cuanto a
esa Resistencia Mutante que nadie sabe a que demonios se resiste... Hay algo
más que deberías saber...
Val rodea la mesa y llega hasta la puerta, con Forja siguiéndola con la
mirada. Gira el pomo y por la escasa rendija que abre penetra con agilidad
en la habitación Mae, la secretaria de ocho brazos. El líder de Factor-X
observa a una y otra con sorpresa, pues la reconoce perfectamente.
- ¿Qué haces aquí?
El tamaño de la asistente de Val comienza a reducirse, varios de sus brazos
a desaparecer, su cabello se alarga y se vuelve pelirrojo, su piel azul...
Ivanhoe se mueve con aire distraído por los pasillos del Nido de las
Águilas. Lleva un chándal, ha salido hace cinco minutos del gimnasio, y
debajo su uniforme de Factor-X, inífugo, inodoro e insípido. Colgada al
hombro, su bolsa de deporte.
Parece deambular sin destino aparente. Gira un par de veces andando
prácticamente en círculos. Maxine pasa junto a él en una ocasión y lo saluda
con una sonrisa que el contesta con una inclinación de cabeza distraída.
Para junto a una de las habitaciones, la suya propia, y deja caer la bolsa
al suelo, agachándose junto a ella. Saca una pieza metálica de tamaño
reducido de uno de los bolsillos de los laterales, que adhiere a la pared
con precaución, cerciorándose de no ser visto. Se levanta y espera. Diminuto
tentáculos tecnorgánicos acaban por aparecer y asimilarla.
- "¿Ya?"
- "Aún no" - contesta Ivanhoe mentalmente.
La pregunta y la respuesta han sido escuchadas simultáneamente por ocho
personas, distribuidas por la plaza Eagle en los alrededores del Nido de las
Águilas. Hace una tarde apacible en Dallas y mientras el cielo se tiñe de
naranja mucha gente pasea. Una chica, morena y de complexión atlética, lee
un libro en un banco a la sombra de un árbol, un parásito mental comparte su
cerebro con ella, le sirvió de cauce para preguntar a su compañero. Una
pareja formada por un oriental alto y de peinado militar y una joven de pelo
corto y pelirrojo compra perritos calientes en uno de los extremos de la
plaza. Un borracho de aspecto sucio y desastrado, que huele peor de lo que
parece, finge dormir la mona bajo unos cartones junto a un local abandonado.
Una mujer de raza semita y grandes ojeras charla con tranquilidad con una
madre que pasea contenta a su bebé en un carrito. Un tipo alto, fuerte y
rubio, de aire confiado y prepotente, pasea un doberman inmenso. Una rubia
lúbrica ríe las gracias del gordo camarero de un café al que empiezan a
afluir clientes. Son un comando de la Resistencia Mutante.
Guido Carosella mueve con entusiasmo un par de bolsitas de té.
- Te aseguro que estas mezclas te van a encantar, Mondo. El hindú que me las
enseñó se autoproclamaba dios del sexo, y aunque me negó que tuvieran
propiedades afrodisíacas, nunca se sabe.
Mondo sonríe apaciblemente, considerando mentalmente que no necesita ese
tipo de cosas. Los dos están, junto a Jamie y Noche, en la cocina del
edificio, vestidos todos de calle. El flexo le da una iluminación metálica y
brillante al alicatado, mientras Fortachón se mueve con una habilidad que su
tamaño y su bromas niegan, dando la espalda a sus amigos, que están sentados
alrededor de una mesa rectangular sobre la que han colocado un mantel con
cuadraditos rojos.
- Shard y Random deberían probar un par de estos fantásticos brebajes.
Quizás así se pasase su pequeña crisis.
Claire chasca la lengua.
- Dudo mucho que eso pase. Random parece otra persona desde lo de Falls Edge. Quizás se sienta culpable por todo lo que hizo, aunque sepamos que no
fue culpa suya.
Guido se da la vuelta, sosteniendo la tetera entre dos dedos y rascándose la
barbilla con la otra mano, mirando al techo con expresión reflexiva. Podemos
ver que lleva un delantal con su propia cara estampada, sonriente y con un
gorro de chef con el logo de Factor-X.
- No, eso no sería propio de Randy...
Maxine entra en la habitación, parece algo molesta mientras saluda.
- Realmente el portorriqueño es poco sociable.
Guido le ofrece una taza.
- Ah, vaaamos, sólo necesita charlar con el viejo Carosella y lo tendré
integrado como mutie genérico y simpático en menos que canta un gallo.
- Mirad a Mr. Sociabilidad. - bromea Jamie - A ver para cuando consigues que
Dominó nos hable para algo que no sea dar órdenes o hacernos sentir como sus
inferiores intelectuales. O que Mole abra la boca para algo que no sea comer
o insultar.
Sin previo aviso, las luces se apagan y podemos oír como un chorro de té se
derrama en el suelo.
- ¿Ocurre algo, Douglock? - pregunta Jamie.
[Mi/yo tiene/tenemos algunos problemas, Jamieamigo.]
En la sede central de los Amigos de la Humanidad en Nueva York, Bastión, su
recientemente proclamado presidente tras el ingreso en prisión de Graydon
Creed y la anulación de la Operación: Tolerancia Cero, auspiciada por el
Senador Kelly y el Comité Mutante de Valerie Cooper, que lo llevo a
dejar de depender del gobierno de los USA, entra en su despacho. Lo siguen
sus dos ayudantes, Larry y Anya, vestidos con uniformes negros de solapas
rosas como el de su jefe, que cierran las puertas tras éste cuando ocupa su
asiento frente al escritorio. Aparta un par de paneles, que componían el
tablero aparente de la mesa, y aparece un monitor junto al que están
situados unos mandos con la forma de dos cavidades adaptadas a unas manos
humanas. En ellos coloca Bastión las suyas, que se ajustan perfectamente.
- Todos están donde deben estar y han hecho lo que yo esperaba. Ha llegado
el momento.
Mística se sitúa, con una sonrisa irónica y provocadora, justo enfrente de
Forja, que ha cruzado los brazos sobre el pecho, con la mesa como prudente
separación.
- Explícate Val, y rápido. Creí haber firmado una orden que la trasladaba a
Ryker.
Valerie permanece en uno de los extremos, apoyando las manos sobre el
tablero y volcando el cuerpo hacia delante, ejerciendo de árbitro virtual.
- Raven ha estado trabajando para mí. Como infiltrada.
- ¿Cómo infiltrada dónde?
El cheyenne habla con Val pero mira a Mística, que permanece en silencio,
mirando a uno y otra con paciencia. Cooper sostiene la mirada dura de Forja
sin inmutarse. Ya se donde ha estado trabajando, dice esa mirada, pero
tienes que confirmarlo tú.
- Aquí, por supuesto. Dentro del grupo. Me diste potestad para cambiar los
parámetros de seguridad de Douglock y así lo hice. Le di vacaciones a Mae y
Mística la sustituyó adoptando su forma como "refugio" y procurando evitaros
a ti y a Mente Maestra, que podríais reconocerla, aunque acabo contactando
con Martinique. No acababa de confiar en la adaptación de Mole, ni en la
nueva actitud de Random. Además de que episodios como el de Steinbeck y
Patricia no hacen sino reforzar mis sospechas de que alguien tiene alguna
clase de acceso a nuestros movimientos y estrategias. Un infiltrado.
- Combatiendo el fuego con gasolina. Típico. Podrías haberme consultado.
Ahora no podemos cambiar lo que ya has hecho, pero supongo que si me lo
dices es porque se acabó.
Val se incorpora soltando un inapreciable suspiro.
- Claro que sí. A partir de ahora se incorporará como un miembro más del
equipo.
Forja sonríe con sarcasmo pensando en lo fácil que suena eso, pero dirige
por fin la palabra a Raven:
- ¿Y bien? ¿Qué tienes? ¿Por qué tenéis algo, no?
Val, consciente de que ninguno de los dos la mira, se permite una sonrisa
satisfecha, pese a la sospecha de que la conversación con su compañero sólo
ha sido aplazada. Mística abre la boca.
- Nada que no pudieras imaginarte, el chico latino ese...
La voz metálica de Douglock la interrumpe, poseyendo un eco de fondo
parecido a un coro de personas golpeándose y adoptando un acento disonante:
[Forja. Mi tenemos problemas.]
- ¿Douglock? Especifica.
[Intrusos. Sistema inestable. Mi necesita ayuda. Dougamigo. Lock.]
- Me temo que no...
[identidad dispersaaaaaaaaaa]
Las luces se apagan, el zumbido de fondo del generador en la planta baja
cesa, la calefacción, la televisión, los equipos médicos, el sistema de
seguridad de las celdas, todo lo que es el Nido de las Águilas, lo que era
Douglock, está detenido. Desconectado.
- "AHORA" - grita mentalmente Ivanhoe a sus compañeros de la Resistencia
Mutante.
- Si. - dice Bastión, con sus dos sicarios flanqueándole, sentado frente a
su escritorio. - Ahora.
CORREO GUBERNAMENTAL Correo del lector.
Saludos, queridos lectores.
Con un retraso imperdonable sólo debido al empeño que pongo en que las cosas
me salgan si no bien, al menos como las diseñe en mi imaginación, por fin
está aquí el siguiente número de Factor-X, también conocida como la cola del
paro mutante, y más que lo será. También estuve reescribiendo mis ejercicios
de parvulitos sobre el a, e, i, o, u, no quede muy contento y mi profesora
fue muy crítica en su momento.
En otro orden de cosas, si alguno ha encontrado a uno de los doce personajes
amaestrados que se me escaparon la semana, le agradecería que lo devolviera
a la dirección escrita en su collar. Muchas gracias.
Jose A Cano/El Advenedizo