MarvelTopia
Marvel
 
 
 
El Rey Arturo tuvo un sueño... un grupo de caballeros que protegieran al mundo en vez de subyugarlo. Arturo se fue, pero su sueño sigue vivo, en un grupo de héroes que defienden la coexistencia pacifica de todos los seres, allí donde este. MarvelTopia presenta al grupo de héroes británicos, EXCALIBUR
 
Excalibur

EXCALIBUR #115
Inglaterra me ha hecho así
Guión: José A. Cano

-----

PORTADA: Todo los miembros de Excalibur posando en foto de familia. Coloso, Brian – con Meggan colgada de su cuello – y Kylun, como los más altos, están al fondo. El centro de la foto es Moira, con una mano en el hombro de Rahne, que parece triste. Rory sonríe de medio lado a su lado. Junto a él están Rondador y Amanda, él pasa una mano por el vientre de ella. En el otro extremo están Kitty y Wisdom, ella en silla de ruedas y con Lockheed sobre su hombro, él con las manos en los bolsillos y un cigarro colgando de la comisura de los labios y observando con mala cara a los lectores.

-----

Tan sólo se sentían felices cuando podían reunirse con los de su clase.

Graham Greene, Inglaterra me ha hecho así,

-----

Apenas un poco de claridad se cuela entre la rendija de la persiana echada, debido en parte al proverbial mal tiempo escocés. Amanda tiene las sábanas enredadas entre los pies y el rostro hinchado por el sueño. Se despereza lentamente, desnuda y perezosa, abriendo los ojos al escuchar nítidamente pasos nerviosos sobre la pared. Clava los codos en el colchón para incorporarse.

- Estás frenético... Vuelve a la cama.

El caminar se detiene al instante, su causante parece reflexionar.

- Pero no vayas a... - advierte ella, alarmada.

Bamf.

- ...teleportarte.

Se deja caer, tapándose la cabeza con la almohada, sintiendo el calor del cuerpo de Kurt junto al suyo y la caricia de una mano de tres dedos sobre el estómago.

- Estaba pensando en el nombre.

Ella levanta la almohada, aún molesta por el penetrante olor a azufre, y lo observa. En la semipenumbra puede distinguir sin esfuerzo su sonrisa de dientes blancos en la que destacan los incisivos y su mirada despojada de pupilas. Está tumbado de costado junto a ella, las rodillas flexionadas a la altura de los hombros, la cabeza junto a los suyos, volcado el peso sobre el codo derecho. Amanda siente la punta picuda de la cola rozándole la nariz. Antes de que descienda hacia la mejilla realiza un movimiento brusco y la lame levemente, apenas un roce de la lengua, que la hace retroceder como un animal herido. Siente la sacudida del cuerpo de Kurt al reír, divertido.

- ¿Qué te parece Dumas? Leonard Cohen puso a su hijo Lorca como nombre de pila, Lorca Cohen. Dumas Wagner. Suena bien, nein?

Suena a euforia, a nervios, a felicidad. Contagiada, dejándose dominar por una carcajada, Amanda aparta la almohada y se incorpora de nuevo para darle un beso fugaz en los labios y volverse a tumbar, depositando la mano derecha sobre la rodilla más cercana de él.

- Va a ser niña.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque soy una bruja que ve el futuro.

Rondador vuelve a reír. La cola ahora traza círculos invisibles entre el hombro y la clavícula de Amanda.

- Entonces se llamará Olivia, por Olivia DeHavilland. O Mercedes, como la amada perdida del Conde de Montecristo.

Mientras continúan riendo – aunque ella no acaba de estar segura de en qué medida él habla en serio – la expresión de Kurt varía sutilmente. Pocas personas pueden apreciar como Amanda las inflexiones de sus ojos vacíos. Sin dejar de poseer la misma alegría serena que ahora lo domina, ha cobrado cierta seriedad.

- Quiero bautizarlo, en cualquier caso.

Amanda respira lenta y profundamente dos veces antes de espantarle la cola con una caricia y sentarse por fin, utilizando el cuerpo de Kurt como apoyo, los dos muy cerca, las narices rozándose, las respiraciones mezclándose. Ella acaricia su mejilla derecha.

- A veces me desconciertas. Pero es tu hija. Será como tu quieras – apunta media sonrisa –. Aunque no esperes que entre en una iglesia... ¿y si intentan llevarme a la hoguera?

El ríe, muy bajito, rodeándole la cintura con un brazo, atrayéndola hacia sí para besarla.

-----

Pete Wisdom camina por la pedregosa arena de las playas de Isla Muir, un cigarro entre los labios, los ojos entrecerrados por el muro, la mano derecha en el bolsillo del pantalón, la izquierda sosteniendo el pitillo. Bajo sus mocasines negros los guijarros y la arena húmeda, escasamente iluminados por un amanecer encapotado y húmedo, crujen levemente. El ex-agente secreto pasea con mucha flema, concentrado en el recuerdo.

El recuerdo de un crujido similar, hace algo más de diez años, pero un crujido de cristales rotos y escombros, un crujido de sigilo e incertidumbre, con el sudor frío pegado al pescuezo y las sienes y el nudo de la corbata apretando como nunca. El crujido de Sarajevo en su peor época, francotiradores en cada esquina y bombas en la cola del pan, y el recuerdo de un agente de inteligencia inglés perdido donde ninguno debería perderse y seguir vivo y de una misión para rescatarlo, una misión fracasada.

Pero Pete Wisdom podría recordar el crujido de los cristales rotos de Sarajevo y los cadáveres de chicas con la falda subida hasta el estómago como podría recordar el crujir de los huesos de un agente doble en la sala de interrogatorios o el crujido del avión de refugiados latverianos que se partió en dos pedazos, haciendo que la mitad de ellos muriesen antes de tocar el suelo, y que podía haberse evitado. Cuando un demonio te toca suele sacar a relucir esa clase de cosas, esos fantasmas que te hacen despertarte en mitad de la noche, presa de una pesadilla que no sabes describir, porque sólo tienes presente la sensación. El paladar seco y las manos temblando.

Envía la colilla al suelo y saca un paquete de tabaco arrugado y aplastado de un bolsillo interior de la chaqueta, golpeándolo para hacer salir un nuevo cigarro que enciende a cámara lenta, protegiendo la llama de la cerilla con la mano izquierda para que el viento salado no la apague. Da una calada sintiendo como el humo le llega hasta los pulmones, casi imaginándose como le pudre los alveolos. Se pregunta que sentirá Kitty. Ella ha estado poseída por el demonio japonés más del doble de tiempo que él, pero ni siquiera ha quedado en coma – contrastando con su suegro, que aún no despierta – a pesar de la paliza que tuvieron que darle para sacárselo1.

De alguna forma, todo es diferente. Por irónico que le resulte, sólo el ruso podría entender un mínimo de lo que el podría explicar. Wagner, a pesar de todo, era un tipo decente. Probablemente fuese capaz de matar a alguien, quizás hasta lo hubiese hecho alguna vez, pero siempre sería por algo decente. El bien. La justicia. El amor. Algo así. Britania había matado, eso sí le constaba, como mínimo al Maestro Asesino, pero era una cuestión de tres cuartos de lo mismo, la venganza es algo puntual de lo que uno se arrepiente sólo en parte, algo que se puede justificar2. Puedes llamarlo hasta defensa propia. Kitty había visto mucho, pero no tanto como ella creía, no había matado nunca, no había hecho nada de lo que tuviese que arrepentirse realmente, era inocente. No. Sólo el ruski.

Lo había oído, hablando con Campbell – pobre pardillo, le da miedo lo que puede hacer, no lo que ya ha hecho – o paseando de madrugada, con pisadas de mastodonte drogado, nervioso y desquiciado. Intentando pintar y rompiendo blocs de dibujo. Tal vez ahora pareciese más controlado pero sólo era una fase. Todo llegaría. Se leyó su ficha cuando se recuperó de la paliza. No habría sido el primer fiambre más o menos gratuito en su lista. Y lo de Magneto y los Acólitos3... A él no lo engañaba. No. Cualquier mañana se lo encontraría allí, con ojeras y las manos temblando como si tuviese parkinson. Kitty estaría roncando a pierna suelta, Wagner fornicando o jugando al espadachín, Mactaggart dormida sobre tubos de ensayo. Pero ellos dos estarían allí. Mirando al vacío y viendo fantasmas con nombre, apellidos y fecha de óbito.

Su hilo de pensamiento es cortado bruscamente por una llamarada violenta pero controlada que reduce a cenizas tres cuartas de su pitillo y le chamusca dos dedos de la mano izquierda.

- Me cago en el arzobispo de Canterbury y la zorra de su madre, ¿qué...?

- Griak, griak, griak...

Lockheed, las alas desplegadas y las patitas encogidas, se ríe del mutante británico con evidente mala baba, disfrutando de su maledicente estupor. Varias cuchillas flamígeras se pierden en el vacío intentando acertar al dragón, que sigue carcajeándose.

- Deja de volar, gárgola esquizofrénica, que te voy a convertir en una nota a pie de página de las obras completas de Milton.

De repente, cuando Lockheed va a hacer un quiebro para desaparecer de la vista de su perseguidor, éste se detiene.

- Un momento... tu desapareciste con Meggan... o sea que si estás de vuelta.

El portal interdimensional se abre a unos diez metros de Wisdom – que se gira sin demasiado entusiasmo para contemplarlo –, chisporroteando de energía amarilla, morada o verde, con toda la parafernalia ardiendo y llamando la atención. Si hay alguien más despierto en la Isla, seguro que lo está viendo. Brian y Meggan son los primeros en pasar, ataviados con guirnaldas de flores y vestidos de gala a la élfica, es decir, con trajes de remiendos de hojas secas. Una cohorte de duendecillos con zapatos de puntas en espiral y gorritos verdes los sigue, a modo de escolta, y finalmente los reyes Oberon y Titania, rodeados por su guardia de honor, las hadas Flordeguisante, Telaraña, Polilla y Mostaza.

- Lord Oberon, ha sido un honor...

- ...espero que sepáis que...

- ...volveremos a visitar pronto....

Pete saca un nuevo cigarro mirando de reojo a Lockheed. Cuando se lo coloca entre los labios el dragón lanza una pequeña llamita y se lo enciende. Wisdom cabecea.

- Vale, es una tregua.

Los elfos se marchan de nuevo con fanfarria teletransportadora, haciendo que Brian y Meggan reparen por fin en Wisdom, que se ha acercado un poco, haciendo volutas de humo. Antes de darles tiempo de saludar, les espeta:

- Para que lo sepáis, me gusta más Macbeth.

-----

Moira bosteza sin disimulo mientras va colocando desayunos sobre la mesa de la cocina, albornoz azul sobre el pijama y babuchas, las gafas caídas sobre el puente de la nariz y las legañas sin quitar. Brian y Meggan se excusan, ya han desayunado. Rondador devora una tostada detrás de otra, mientras Amanda escucha atenta el relato de la boda élfica. Coloso, ojeras, calzonas y camiseta, descalzo, recibe el café con su habitual “Spacee boo”. Kylun, con ropa prestada, lo imita. Rahne, la melena recogida en una coleta, empuja la circunstancial silla de ruedas de la convaleciente Kitty Pryde4. Wisdom, que se apoyaba en la pared ahogando las ganas de fumarse otro pitillo, la recibe con un beso fugaz en la mejilla. Pero ella ya extiende su único brazo sano – el izquierdo – hacia Meggan, aunque luego lo estira para señalar a Amanda.

- ¡Tenéis que contármelo todo, las dos!

Rahne sonríe mientras la acomoda entre Amanda y Piort, que aparta su silla ligeramente para hacerle sitio.

- El doctor Campbell bajará en un rato, dice que aún está vistiéndose.

Kurt, que parece abstraído, cabecea y mira de reojo a Amanda, pero ella continúa pendiente del relato de Meggan, que gesticula remedando las copas de los árboles del mundo de los elfos. Moira acaricia la nuca de Rahne cuando esta se acerca a recoger su desayuno. Coloso ahoga un bostezo para no molestar a Meggan. Wisdom... “Por favor, que nos reviente el culo un supervillano majara o echo la pota aquí mismo, encima de las tostadas”. La tos de Moira corta su hilo de pensamiento, cortando el relato de la boda élfica y atrayendo la atención de todos.

- Sabéis que yo también tengo noticias...

Todos pestañean. Rory ha llegado, saludando a Wisdom y Coloso, y se ha apoyado en el quicio de la puerta con un hombro, expectante, cuando le han pedido que guarde silencio y escuche a Moira.

- Bueno... en realidad Rory y Rahne ya lo saben.

La chica muerde su tostada sin mirar a su madre adoptiva, Rory permanece en silencio, volcando el peso de una muleta a la otra.

- Hace unos días ya que dimos aquella rueda de prensa conjunta con Henry, anunciando el mapeo del Virus del Legado...

- ¿Pero? – tercia Rondador, que ha notado el tono de Moira.

- ...pero no es cierto, hace tiempo que el virus está mapeado. Lo que nos entregó Jonathan Chambers5 es una cura experimental. Una cura que se ha experimentado con éxito en secreto en la misma Isla Empireo y Neo Avalon.

Los puños de Coloso se cierran sobre la mesa, marcándosele las venas de la mandíbula. Kurt aplaude mentalmente el autocontrol de su amigo procurando centrarse en el discurso. De momento sólo él, Brian y Wisdom se mantienen impasibles, ya que las chicas han comenzado a felicitar a Moira.

- No hay que lanzar las campanas al vuelo...

- Se adapta fácilmente, ¿no? – pregunta Brian.

- Hay que contrastarlo... - continúa Moira – pero si finalmente desarrollamos una cura, algo que puede ser cuestión de pocos meses...

- ¿La presencia de Excalibur en Muir perderá su razón de ser? – culmina Rondador. Se rasca la perilla.

- No es exactamente lo que yo quería decir, pero sí.

Brian y Meggan intercambian una mirada de entendimiento y él carraspea levemente.

- Nosotros... bueno, teníamos pensado regresar durante una temporada a la mansión Braddock. Para estar juntos y a solas. Quizás encerrarnos en casa no sea una luna de miel muy al uso, pero con la vida que llevamos es la perspectiva más relajante que se me ocurre.

Antes de que alguien pueda contestar, interviene Kylun.

- Esta mañana he hablado por teléfono con mis padres... er, bueno, hace unos días Rahne me ayudó a buscar su número en la guía... No es que estuvieran excesivamente preocupados, pero debería volver con ellos una temporada. Debo intentar combinar mi vocación aventurera con mis obligaciones familiares.

Kurt afirma con la cabeza y pone una mano en el hombro de su compañero.

- No te preocupes, lo entendemos. Y en cuanto a vosotros, Brian, todos sabemos las ganas que tienes de retirarte completamente como Capitán Britania. Pero eso no soluciona el problema para los demás – lanza una fugaz mirada de reojo a Amanda –. Hay que pensar en el futuro.

Wisdom ríe asmáticamente.

- Parece que te guste amargarte, Wagner. MacTaggart no va a echarnos a patadas de un día para otro, ¿verdad?

Moira reacciona con cierta sorpresa, pero al final ríe.

- Al menos no a todos.

Kitty echa a rodar hacia atrás su silla hasta situarse a la altura de Pete y le da una palmada en el culo.

- Así que no tientes tu suerte.

Rondador sonríe de medio lado.

- Danke, Wisdom. Tienes razón. ¿Por qué apresurarse?

Rahne paladea su café. Coloso se relaja levemente y regresa a sus tostadas. Kitty y Amanda se miran y devuelven su atención a Meggan.

- ¿Entonces la misma Roma ofició la boda? ¿Y no pudisteis tener la decencia de teleportarnos a todos?

- Un solo humano ya ponía a prueba la paciencia de Lord Oberon y el consejo, y más siendo el novio, no quisimos abusar.

Wisdom se clava las uñas en las palmas de las manos deseando el ataque de un supervillano.

-----

1.- Excalibur #113, Wisdom fue poseído por Ogun en el #110 y abandonado en ese mismo número.

2.- El Maestro Asesino le arrancó los ojos de su cuerpo original a Mariposa Mental – luego Espiral le puso unos nuevos –, así que Brian, en un, digamos, comprensible arrebato, se lo cargó. Esto ocurrió en Captain Britain Vol.2 #13, supongo que saldrá en el tomo de Panini. Wisdom lo sabe porque el hermano del Maestro Asesino formó parte del Escuadrón de Venganza, en Excalibur #107, ya en la continuidad de MarvelTopia.

3.- Coloso se unió al grupo después de casi matar a Wisdom: Excalibur #92, Vol. 2 #6 en Forum.

4.- Después de la paliza que recibió hace un par de números vosotros también estaríais en silla de ruedas.

5.- Moira asistió a la reunión secreta aparecida en Factor-X #191.

-----

CARTAS A LA PERFIDA ALBION

Y os preguntaréis, angustiados, ¿pero esto qué es lo que es? ¿Y ahora qué pasa? ¿Se acabó Excalibur? ¿Puedo quedármela? ¿Puedo hacer una serie sobre Rondador Nocturno en la que conquista el mundo sentados sobre una morsa? ¿Y una sobre el Capitán Britania que destroce el status chorra que acabas de darle? Pues, pues... permaneced atentos a vuestras pantallas, todo llega al que sabe esperar, y recordad supervitaminaros y superminelarizaros.

Jose Cano/Advenedizo

PD: Y no, no podéis, la morsa no entra en continuidad.

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.