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El Rey Arturo tuvo un sueño... un grupo de caballeros que protegieran al mundo en vez de subyugarlo. Arturo se fue, pero su sueño sigue vivo, en un grupo de héroes que defienden la coexistencia pacifica de todos los seres, allí donde este. MarvelTopia presenta al grupo de héroes británicos, EXCALIBUR
 
Excalibur

EXCALIBUR #110
K de Kylun
Guión: José A. Cano

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PORTADA: Kylun, con expresión fiera, blande sus dos espadas en dirección al lector. Junto a él está Rondador (en su versión Pacheco, pelo rapado y perilla) sujetando la suya en posición de guardia mientras sonríe. Al fondo está sentado en una silla Coloso, levantando un lápiz en dirección a los otros dos, mientras guiña un ojo y saca la lengua con expresión de esfuerzo, como si los midiera, con un cuaderno sobre las piernas.

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La celda es acolchada, sus paredes son blancas y un hechizo las impregna de un olor nauseabundo, al menos para el prisionero atrapado entre ellas. El cuerpo es el del hombre que un día se llamó Carmen Pryde. La esencia que lo habita es la del demonio Ogun. Sentado en el centro de la habitación a la india, mantiene los brazos inmóviles obligado por la camisa de fuerza. Este cuerpo nunca estuvo en mejor forma. Su rostro, calvo y barbado, refleja serenidad, paciencia. Tan sólo espera una visita.

Varios niveles más arriba en la estructura de la Isla Muir, Kitty Pryde lo observa en uno de los monitores del laboratorio de Moira de Mactaggart. Esta repite el gesto mecánico de limpiar las gafas con el pañuelo después de echarles vaho en el cristal.

- Vamos a ello.

- Preferiría hacerlo con Amanda aquí.

- No quiero esperar más. Es mí padre.

Gatasombra se hace intangible y se filtra a través de techos y suelos hasta llegar frente a la puerta de la celda. Coge aire. Escucha un crujido a su espalda que atribuye a su aprensión. Atraviesa la puerta con un paso decidido.

Ogun sonríe sin abrir los ojos.

- Quiero que liberes a mi padre. - hay un ligero temblor en su voz.

El cuerpo de Carmen Pryde levanta los párpados y clava sus pupilas en las de su hija.

- Sueñas, alumna. El potencial para hacerte sufrir de permanecer en este cuerpo compensa mi encierro con creces. Sólo hay una forma.

- Lo sé.

- ¿Y bien?

Kitty se sienta en el suelo frente a él. Cierra los ojos y traga saliva.

- Te ofrezco un trato. Yo por mi padre.

Los ojos de Carmen Pryde brillan.

- Eres una brillante actriz, pero una estratega deplorable. Tu compañera hechicera ha protegido tu psique y condicionado está habitación. Si intentó poseerte no podré volver a tu padre y quedaré atrapado en este lugar mientras huyes. No, no conseguirás que librarte mi tan fácilmente.

La mirada de Kitty se endurece y recobra su aplomo.

- Habrá otra forma.

Y se filtra por el techo regresando a los niveles superiores. Ogun mira de nuevo hacia la puerta. Se escucha un chasquido y esta se abre, dejando un resquicio. En la habitación acolchada entra Pete Wisdom.

- Acabo de desenchufar un par de cámaras, no podrán vernos y creerán que es un cortocircuito. - se agacha frente al villano, que lo mira con una mueca mientras babea. Cinco cuchillas flamígeras surgen de los dedos de Wisdom y se sitúan frente al rostro del demonio - Sal de ese cuerpo y métete en la trampa tu solo o lo frío contigo dentro.

- No me asustas. No te atreverás. ¿Te perdonaría tu amada si matas a su padre?

- Eso no lo sabrías. Es mi suegro. No me pongas a prueba. He hecho cosas peores.

- Seguro que sí. Pero no sabes mucho de magia.

Los ojos de Carmen Pryde vuelven a brillar en color rojo. Un par de segundos después cae desplomado, y son los de Wisdom los que ahora toman ese color.

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Parada en cuarta. Rondador se tira a fondo con una finta, Kylun cierra la guardia y lo detiene a media estocada. Ambos retroceden un par de pasos. Kylun lo tantea, cling, clang, intercambian un par de toques sin trascendencia. Rondador abre la guardia un segundo, como al descuido, pero el otro permanece firme sobre sus pies, sin mover la espada. Sonríe de medio lado, casi sarcástico.

- No soy tan ingenuo.

Manejan dos estoques sencillos, con botón en la punta, del equipo de Kurt, aunque no están usando máscara, solo chandals normales, ni siquiera están en suelo acolchado o en el gimnasió, sólo es la habitación de Kylun, una de las de invitados, apenas acondicionada para su huésped.

Parada en tercia, Rondador retrocede y el otro se tira a fondo sobre el pecho, el alemán tiene que dar otro paso atrás y dar una parada torpe, casi pega un traspié, pero este descuido si es real y la punta de la espada de Kylun se dirige hacia su estómago.

BAMF

Kylun se da la vuelta con cierto aire molesto cuando Kurt se materializa de nuevo a su espalda.

- Si no vas a observar un mínimo de...

- Tranquilo, mein freund, - contesta Kurt con la respiración entrecortada - admito mi derrota, pero no estamos usando peto y un golpe con uno de estos estoques, a pesar del botón, habría causado un antiestético moratón en mi preciosa piel azul.

Kylun sopesa la punta abotonada doblando ligeramente la hoja de la espada hacia abajo.

- En comparación con los métodos con los que aprendí esgrima estos son sorprendentemente blandos.

Rondador se ha sentado en el suelo y se rasca la perilla con el envés de la mano que sujeta el estoque, doblando la muñeca. Los dos están empapados en sudor, pero el líder de Excalibur parece bastante más cansado que su contrincante.

- Quizás por eso seas mucho mejor espadachín de lo que yo nunca llegaré a ser. Lo cierto es que me alegro de tener a alguien con quien practicar de vez en cuando, aunque me haga caer derrotado con tanta facilidad.

El otro parece dudar, se pasa el arma de mano en mano.

- Realmente no sé cuanto tiempo voy a pasar aquí. Vuestra compañía no es desagradable, pero me encuentro perdido. Cuando decidí acompañar a Clive Reston1 venía en busca de aventuras, la vida con mis padres era monótona, aburrida. No deseaba estar al servicio del MI6 como agente secreto, aunque Micromax aceptase... Feron también se ha marchado2...

Rondador asiente mientras se incorpora.

- Comprendo. Nosotros también nos encontramos en un momento parecido, Kylun, el grupo no tiene realmente una razón clara de ser. Ha pasado tanto que realmente no sé que vamos a hacer con nuestras vidas. Al menos de momento estamos aquí y podemos ayudar a Moira, y siempre hay tiempo para pasarlo bien y practicar la esgrima con los camaradas...

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Los pies, envueltos en unos calcetines grises, están colocados sobre la mesa con escaso decoro, las piernas, embutidas en unos vaqueros, se estiran hasta enganchar con un abdomen, oculto tras una camisa negra con un logo de Factor-X (regalo de cumpleaños enviado por un irónico Guido Carosella), que se inclina sobre el respaldo de la silla. La coleta pelirroja cae tras este. Rahne lleva sin adoptar su forma lupina desde el ataque del Jinete de Apocalipsis, hace un par de meses3. Justo después Sam y el resto de antiguos Nuevos Mutantes estuvieron aquí para traer a Caliban, que se encontraba enfermo a causa de alguna maquinación del villano. El Profesor-X les ofreció a todos la oportunidad de abandonar la vida como fugitivos en X-Force y recuperar sus vidas, ir a la universidad y todo lo que implicaría un etcétera después. A todos incluida ella4.

Pero....

- Profesor, yo no he tenido los problemas del resto. Fui una agente federal....

- Y podrías seguir viviendo en los EEUU si quisieras, pero...

- Estoy aquí por mi madre. Incluso estudio por correspondencia pudiendo utilizar el Corredor...

- ...para no apartarte de Moira. Crees que te necesita. Lo comprendo.

Nada más. Aquel había sido un Xavier más distante que el que recordaba. Algo en su actitud daba entender que estaba de acuerdo, que Moira la necesitaba.

No insistió.

Ahora Rahne lee una carta de Sam.

- ".... Caliban es un gran amigo.." - gruñe - Amigo tuyo, Sam, ¡pero no mío!

Como por impulso, tal que si la dominase un espasmo, hace una bola con el pliego, arrugándolo, y la lanza dentro de la papelera junto a la puerta, al otro lado de la habitación. Se muerde las mejillas por dentro durante un rato, con los brazos cruzados. Luego se levanta, camina hasta la papelera y saca la carta, alisándosela sobre los muslos y doblándola con cuidado para meterla de nuevo dentro del sobre encima de la mesa. Da un par de pasos y apoya un codo desnudo sobre una de las repisas de la estantería, tamborileando con los dedos sobre ella. Bufa. Mira los títulos de los libros con desgana. Saca uno. Hojea sin leer. Lo cierra y vuelvo a colocarlo en su lugar. En la cama hay desperdigados algunos apuntes, pero tampoco le apetece estudiar. Coge las zapatillas de tenis, desordenadamente abandonadas sobre la moqueta, y se las pone, luego una chaqueta vaquera del armario. Se echa a los bolsillos las llaves y la cartera con un par de billetes de diez libras y sale de la habitación.

Por el pasillo tropieza con Coloso. Parece contento, tararea algo entre dientes. Bajo el brazo lleva un cuaderno de anillas y un estuche.

- Hola Rahne.

- Hola Piort... ¿Vas a dibujar? Kitty dijo que no lo hacías desde...

- ... la muerte de Illyana. - la frente de Rasputín se oscurece un segundo. - Voy a intentarlo. Kurt me ha dejado un par de láminas de su colección de reproducciones de las ilustraciones originales de... mmm, ¿El vizconde de algo? Sólo sé que suena a francés. ¿Y tú?

- Me apetece salir un poco... Si Brian me deja el Corredor creo que iré al pub del pueblo o algo...

- Ah. Entonces espero que te lo pases bien. Hasta luego.

Rahne lo ve alejarse, tragándose un "¿Te apetece venir?", mientras piensa que realmente no es el tipo más animado del mundo. ¿Habrá mucha gente de su edad en el pueblo? ¿Adonde irán?

Moira Magtaggart se asoma desde la puerta de las escaleras que conducen a su labo.

- ¿Rahne?

Ella, de espaldas a su madre, se detiene sin volverse a mirarla.

- ¿Sí, mamá?

- ¿Tienes algo que hacer? Necesitaría ayuda. Es sólo un segundo. ¿Te importa, por favor?

Suspira.

- No, claro que no, mamá. - contesta al tiempo que se da la vuelta.

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En un avión de British Airlines a medio camino entre Londres y Málaga. Miriam, una de las azafatas, de origen español, atiende en el receptáculo reservado para ellas a una de sus compañeras.

- ¿Se te ha pasado ya?

Amanda Sefton está sentada, con la cabeza metida entre las rodillas, desde hace un par de minutos. Su compañera le ha puesto una bolsa debajo y le sujeta el pelo. Se incorpora, apoyando la nuca en el respaldo.

- Sí... -dice con un hilo de voz. - Sólo eran arcadas.

- Jejeje. - se ríe la otra mientras retira la bolsa y le acerca un vaso de agua. - Mira que marearte. Debe ser que has perdido la costumbre.

- Sí... Eso espero.

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Meggan lleva dos días sentándose frente a la jaula más de seis horas diarias para tratar de sonsacarle información al duende que atraparon entre Viajera y Lockheed. El pequeño dragón también se ha tomado interés en el asunto y la acompaña cuando puede. Al prisionero lo tienen en una jaula para canarios mística, donde Wisdom insistió en ponerle un cuenquito con alpiste, colgado del techo de la habitación de Amanda, que está protegida por un escudo místico o algo por el estilo. En este momento mantienen una animada conversación en "duendes" en la que el enano sale con evasivas respetuosas y Meggan se cabrea mientras Lockheed hace muecas.

- <Háblame de mi hermano Robin6.>

- <No me obliguéis con vuestras órdenes, no puedo.>

- <Según dices le debes la misma lealtad a él que a mí, así que habla.>

- <No recordáis vuestro pasado, así que ....>

Un ligero temblor recorre de repente la espalda tanto del duende como la de Meggan. Lockheed se detiene en su revoloteo sobre la jaula y la mira a ella.

- ¿Coooo?

- <Señora, ¿habéis sentido eso?>

- <Eso me temo.>

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Kylun camina por el pasillo del complejo de Isla Muir. Ahora lleva su uniforme y carga sus dos espadas a la espalda. Ha decidido salir a entrenarse con ellas junto a uno de los acantilados de su isla, manejar su peso, moverse a la intemperie. Mucho mejor que en una habitación cerrada con un liviano florete. Las espadas gemelas de Zz'rath poseen el poder de no dañar a aquellas criaturas que no sean malignas, por tanto Kylun no suele tener excesivas precauciones al utilizarlas, ya que no dañará a nadie que no pretende hacerle daño. Zz´rath era su antiguo en Tee'irra, la dimensión a la que llegó tras caer en uno de los portales del robot Cacharro7. Zz´rath murió a manos del villano Necrom, al que se enfrentaría ya formando parte de Excalibur, y que también asesinó a su amada princesa Sa'tneen8. Zz´rath fue quien le dio las espadas y le explicó su funcionamiento, quien lo entreno y le enseñó a manejarlas. El poder de las espadas es mayor de lo que aún ha conseguido descubrir y sus secretos quizás sean muchos. Tal vez dedicarse a averiguarlos sea una tarea digna del tiempo que Kylun dispone ahora en la Tierra.

Por una de las puertas aparece Pete Wisdom. Kylun lo observa con cierta molestia cuando se le para delante, mirándolo de abajo a arriba, como si lo midiera.

- No te conozco muy bien... Pero algo raro te ocurre...

Una sonrisa sarcástica y un brillo carmesí en las pupilas son la respuesta de Wisdom. Luego cae a plomo sobre la moqueta, inerte. Kylun da un paso atrás, casi perdiendo el equilibrio, se lleva las manos a la cabeza, ruge. Finalmente recobra la compostura, su expresión se ha vuelto más serena, pero también más vieja. Mueve los dedos de las manos mientras las observa, como si comprobase que siguen funcionando.

- Este cuerpo.... Parece hecho para mí.

Las espadas de Zz´rath, a su espalda, chisporrotean con un ruido molesto sin aparente provocación para ello. Saca una de ellas de su vaina y la blande golpeando en el aire un par de veces.

- El poder de estas armas... Magnífico.

Mira hacia derecha e izquierda, buscando. Finalmente, Coloso pasa frente a el sin verlo, hacia el salón, desde cuya puerta parece saludar a alguien, para después entrar. Kylun sonríe, desenvaina la otra espada y corre en esa dirección.

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1.- Excalibur #104, ya en Marveltopía.

2.- Clive Reston reunió a varios antiguos aliados de Excalibur y al final del #108 les propuso formar parte de un grupo de superseres al servicio de la corona británica, uniéndose al MI6. Tan sólo Micromax aceptó, ahora Kylun permanece con Excalibur y Feron se ha marchado a su propios asuntos. ¿Cabo atado?

3.- Excalibur: Especial Apocalipsis, claro.

4.- Ver la serie correspondiente, a cargo de la cual se encuentra nuestro glorioso editor, jejeje....

5.- Número anterior.

6.- Apareció en Excalibur #106 por primera vez como miembro del Escuadron de Venganza de Excalibur. Deberíais leeros esa historia, una de las últimas con las que contribuyó Doc Comic en MarvelTopia.

7.- Eso paso en... ¡Excalibur #2! La dimensión de Kylun, por cierto, según las cuentas multiversales de Roma o Merlyn, es la de la Tierra 148. La "nuestra" sería la 616.

8.- Todo esto se vio entre Excalibur #42 y #46 más o menos, número arriba número abajo.

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CARTAS A LA PERFIDA ALBION

Bienvenidos a un número más de Excalibur.....

Quisiera hacer ciertas aclaraciones sobre la polémica suscitada en torno a mis portadas. Quiero desmentir completamente los rumores que sostienen que las utilizo para mandar mensajes cifrados mediante símbolos masónicos a mis hermanos anarquistas conjurados. Es una afirmación completamente disparatada. Nada más por ahora. Dudas, sugerencias, alabanzas, oposiciones a padawan: tambohojalata@hotmail.com

Saludos

Jose A Cano/El Advenedizo

 
 
   
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