PORTADA: Kylun, con expresión fiera, blande sus dos espadas en dirección al lector. Junto a él está Rondador (en su versión Pacheco, pelo rapado y perilla) sujetando la suya en posición de guardia mientras sonríe. Al fondo está sentado en una silla Coloso, levantando un lápiz en dirección a los otros dos, mientras guiña un ojo y saca la lengua con expresión de esfuerzo, como si los midiera, con un cuaderno sobre las piernas.
La celda es acolchada, sus paredes son blancas y un hechizo las impregna de
un olor nauseabundo, al menos para el prisionero atrapado entre ellas. El
cuerpo es el del hombre que un día se llamó Carmen Pryde. La esencia que lo
habita es la del demonio Ogun. Sentado en el centro de la habitación a la
india, mantiene los brazos inmóviles obligado por la camisa de fuerza. Este
cuerpo nunca estuvo en mejor forma. Su rostro, calvo y barbado, refleja
serenidad, paciencia. Tan sólo espera una visita.
Varios niveles más arriba en la estructura de la Isla Muir, Kitty Pryde lo
observa en uno de los monitores del laboratorio de Moira de Mactaggart. Esta
repite el gesto mecánico de limpiar las gafas con el pañuelo después de
echarles vaho en el cristal.
- Vamos a ello.
- Preferiría hacerlo con Amanda aquí.
- No quiero esperar más. Es mí padre.
Gatasombra se hace intangible y se filtra a través de techos y suelos hasta
llegar frente a la puerta de la celda. Coge aire. Escucha un crujido a su
espalda que atribuye a su aprensión. Atraviesa la puerta con un paso
decidido.
Ogun sonríe sin abrir los ojos.
- Quiero que liberes a mi padre. - hay un ligero temblor en su voz.
El cuerpo de Carmen Pryde levanta los párpados y clava sus pupilas en las de
su hija.
- Sueñas, alumna. El potencial para hacerte sufrir de permanecer en este
cuerpo compensa mi encierro con creces. Sólo hay una forma.
- Lo sé.
- ¿Y bien?
Kitty se sienta en el suelo frente a él. Cierra los ojos y traga saliva.
- Te ofrezco un trato. Yo por mi padre.
Los ojos de Carmen Pryde brillan.
- Eres una brillante actriz, pero una estratega deplorable. Tu compañera
hechicera ha protegido tu psique y condicionado está habitación. Si intentó
poseerte no podré volver a tu padre y quedaré atrapado en este lugar
mientras huyes. No, no conseguirás que librarte mi tan fácilmente.
La mirada de Kitty se endurece y recobra su aplomo.
- Habrá otra forma.
Y se filtra por el techo regresando a los niveles superiores. Ogun mira de
nuevo hacia la puerta. Se escucha un chasquido y esta se abre, dejando un
resquicio. En la habitación acolchada entra Pete Wisdom.
- Acabo de desenchufar un par de cámaras, no podrán vernos y creerán que es
un cortocircuito. - se agacha frente al villano, que lo mira con una mueca
mientras babea. Cinco cuchillas flamígeras surgen de los dedos de Wisdom y
se sitúan frente al rostro del demonio - Sal de ese cuerpo y métete en la
trampa tu solo o lo frío contigo dentro.
- No me asustas. No te atreverás. ¿Te perdonaría tu amada si matas a su
padre?
- Eso no lo sabrías. Es mi suegro. No me pongas a prueba. He hecho cosas
peores.
- Seguro que sí. Pero no sabes mucho de magia.
Los ojos de Carmen Pryde vuelven a brillar en color rojo. Un par de segundos
después cae desplomado, y son los de Wisdom los que ahora toman ese color.
Parada en cuarta. Rondador se tira a fondo con una finta, Kylun cierra la
guardia y lo detiene a media estocada. Ambos retroceden un par de pasos.
Kylun lo tantea, cling, clang, intercambian un par de toques sin
trascendencia. Rondador abre la guardia un segundo, como al descuido, pero
el otro permanece firme sobre sus pies, sin mover la espada. Sonríe de medio
lado, casi sarcástico.
- No soy tan ingenuo.
Manejan dos estoques sencillos, con botón en la punta, del equipo de Kurt,
aunque no están usando máscara, solo chandals normales, ni siquiera están en
suelo acolchado o en el gimnasió, sólo es la habitación de Kylun, una de las
de invitados, apenas acondicionada para su huésped.
Parada en tercia, Rondador retrocede y el otro se tira a fondo sobre el
pecho, el alemán tiene que dar otro paso atrás y dar una parada torpe, casi
pega un traspié, pero este descuido si es real y la punta de la espada de
Kylun se dirige hacia su estómago.
BAMF
Kylun se da la vuelta con cierto aire molesto cuando Kurt se materializa de
nuevo a su espalda.
- Si no vas a observar un mínimo de...
- Tranquilo, mein freund, - contesta Kurt con la respiración entrecortada -
admito mi derrota, pero no estamos usando peto y un golpe con uno de estos
estoques, a pesar del botón, habría causado un antiestético moratón en mi
preciosa piel azul.
Kylun sopesa la punta abotonada doblando ligeramente la hoja de la espada
hacia abajo.
- En comparación con los métodos con los que aprendí esgrima estos son
sorprendentemente blandos.
Rondador se ha sentado en el suelo y se rasca la perilla con el envés de la
mano que sujeta el estoque, doblando la muñeca. Los dos están empapados en
sudor, pero el líder de Excalibur parece bastante más cansado que su
contrincante.
- Quizás por eso seas mucho mejor espadachín de lo que yo nunca llegaré a
ser. Lo cierto es que me alegro de tener a alguien con quien practicar de
vez en cuando, aunque me haga caer derrotado con tanta facilidad.
El otro parece dudar, se pasa el arma de mano en mano.
- Realmente no sé cuanto tiempo voy a pasar aquí. Vuestra compañía no es
desagradable, pero me encuentro perdido. Cuando decidí acompañar a Clive
Reston1 venía en busca de aventuras, la vida con mis padres era monótona,
aburrida. No deseaba estar al servicio del MI6 como agente secreto, aunque
Micromax aceptase... Feron también se ha marchado2...
Rondador asiente mientras se incorpora.
- Comprendo. Nosotros también nos encontramos en un momento parecido, Kylun,
el grupo no tiene realmente una razón clara de ser. Ha pasado tanto que
realmente no sé que vamos a hacer con nuestras vidas. Al menos de momento
estamos aquí y podemos ayudar a Moira, y siempre hay tiempo para pasarlo
bien y practicar la esgrima con los camaradas...
Los pies, envueltos en unos calcetines grises, están colocados sobre la
mesa con escaso decoro, las piernas, embutidas en unos vaqueros, se estiran
hasta enganchar con un abdomen, oculto tras una camisa negra con un logo de
Factor-X (regalo de cumpleaños enviado por un irónico Guido Carosella), que
se inclina sobre el respaldo de la silla. La coleta pelirroja cae tras este.
Rahne lleva sin adoptar su forma lupina desde el ataque del Jinete de
Apocalipsis, hace un par de meses3. Justo después Sam y el resto de
antiguos Nuevos Mutantes estuvieron aquí para traer a Caliban, que se
encontraba enfermo a causa de alguna maquinación del villano. El Profesor-X
les ofreció a todos la oportunidad de abandonar la vida como fugitivos en
X-Force y recuperar sus vidas, ir a la universidad y todo lo que implicaría
un etcétera después. A todos incluida ella4.
Pero....
- Profesor, yo no he tenido los problemas del resto. Fui una agente
federal....
- Y podrías seguir viviendo en los EEUU si quisieras, pero...
- Estoy aquí por mi madre. Incluso estudio por correspondencia pudiendo
utilizar el Corredor...
- ...para no apartarte de Moira. Crees que te necesita. Lo comprendo.
Nada más. Aquel había sido un Xavier más distante que el que recordaba. Algo
en su actitud daba entender que estaba de acuerdo, que Moira la necesitaba.
No insistió.
Ahora Rahne lee una carta de Sam.
- ".... Caliban es un gran amigo.." - gruñe - Amigo tuyo, Sam, ¡pero no mío!
Como por impulso, tal que si la dominase un espasmo, hace una bola con el
pliego, arrugándolo, y la lanza dentro de la papelera junto a la puerta, al
otro lado de la habitación. Se muerde las mejillas por dentro durante un
rato, con los brazos cruzados. Luego se levanta, camina hasta la papelera y
saca la carta, alisándosela sobre los muslos y doblándola con cuidado para
meterla de nuevo dentro del sobre encima de la mesa. Da un par de pasos y
apoya un codo desnudo sobre una de las repisas de la estantería,
tamborileando con los dedos sobre ella. Bufa. Mira los títulos de los libros
con desgana. Saca uno. Hojea sin leer. Lo cierra y vuelvo a colocarlo en su
lugar. En la cama hay desperdigados algunos apuntes, pero tampoco le apetece
estudiar. Coge las zapatillas de tenis, desordenadamente abandonadas sobre
la moqueta, y se las pone, luego una chaqueta vaquera del armario. Se echa a
los bolsillos las llaves y la cartera con un par de billetes de diez libras
y sale de la habitación.
Por el pasillo tropieza con Coloso. Parece contento, tararea algo entre
dientes. Bajo el brazo lleva un cuaderno de anillas y un estuche.
- Hola Rahne.
- Hola Piort... ¿Vas a dibujar? Kitty dijo que no lo hacías desde...
- ... la muerte de Illyana. - la frente de Rasputín se oscurece un segundo.
- Voy a intentarlo. Kurt me ha dejado un par de láminas de su colección de
reproducciones de las ilustraciones originales de... mmm, ¿El vizconde de
algo? Sólo sé que suena a francés. ¿Y tú?
- Me apetece salir un poco... Si Brian me deja el Corredor creo que iré al
pub del pueblo o algo...
- Ah. Entonces espero que te lo pases bien. Hasta luego.
Rahne lo ve alejarse, tragándose un "¿Te apetece venir?", mientras piensa
que realmente no es el tipo más animado del mundo. ¿Habrá mucha gente de su
edad en el pueblo? ¿Adonde irán?
Moira Magtaggart se asoma desde la puerta de las escaleras que conducen a su
labo.
- ¿Rahne?
Ella, de espaldas a su madre, se detiene sin volverse a mirarla.
- ¿Sí, mamá?
- ¿Tienes algo que hacer? Necesitaría ayuda. Es sólo un segundo. ¿Te
importa, por favor?
Suspira.
- No, claro que no, mamá. - contesta al tiempo que se da la vuelta.
En un avión de British Airlines a medio camino entre Londres y Málaga.
Miriam, una de las azafatas, de origen español, atiende en el receptáculo
reservado para ellas a una de sus compañeras.
- ¿Se te ha pasado ya?
Amanda Sefton está sentada, con la cabeza metida entre las rodillas, desde
hace un par de minutos. Su compañera le ha puesto una bolsa debajo y le
sujeta el pelo. Se incorpora, apoyando la nuca en el respaldo.
- Sí... -dice con un hilo de voz. - Sólo eran arcadas.
- Jejeje. - se ríe la otra mientras retira la bolsa y le acerca un vaso de
agua. - Mira que marearte. Debe ser que has perdido la costumbre.
- Sí... Eso espero.
Meggan lleva dos días sentándose frente a la jaula más de seis horas
diarias para tratar de sonsacarle información al duende que atraparon entre
Viajera y Lockheed. El pequeño dragón también se ha tomado interés en el
asunto y la acompaña cuando puede. Al prisionero lo tienen en una jaula para
canarios mística, donde Wisdom insistió en ponerle un cuenquito con alpiste,
colgado del techo de la habitación de Amanda, que está protegida por un
escudo místico o algo por el estilo. En este momento mantienen una animada
conversación en "duendes" en la que el enano sale con evasivas respetuosas y
Meggan se cabrea mientras Lockheed hace muecas.
- <Háblame de mi hermano Robin6.>
- <No me obliguéis con vuestras órdenes, no puedo.>
- <Según dices le debes la misma lealtad a él que a mí, así que habla.>
- <No recordáis vuestro pasado, así que ....>
Un ligero temblor recorre de repente la espalda tanto del duende como la de
Meggan. Lockheed se detiene en su revoloteo sobre la jaula y la mira a ella.
- ¿Coooo?
- <Señora, ¿habéis sentido eso?>
- <Eso me temo.>
Kylun camina por el pasillo del complejo de Isla Muir. Ahora lleva su
uniforme y carga sus dos espadas a la espalda. Ha decidido salir a
entrenarse con ellas junto a uno de los acantilados de su isla, manejar su
peso, moverse a la intemperie. Mucho mejor que en una habitación cerrada con
un liviano florete. Las espadas gemelas de Zz'rath poseen el poder de no
dañar a aquellas criaturas que no sean malignas, por tanto Kylun no suele
tener excesivas precauciones al utilizarlas, ya que no dañará a nadie que no
pretende hacerle daño. Zz´rath era su antiguo en Tee'irra, la dimensión a la
que llegó tras caer en uno de los portales del robot Cacharro7. Zz´rath
murió a manos del villano Necrom, al que se enfrentaría ya formando parte de
Excalibur, y que también asesinó a su amada princesa Sa'tneen8. Zz´rath
fue quien le dio las espadas y le explicó su funcionamiento, quien lo
entreno y le enseñó a manejarlas. El poder de las espadas es mayor de lo que
aún ha conseguido descubrir y sus secretos quizás sean muchos. Tal vez
dedicarse a averiguarlos sea una tarea digna del tiempo que Kylun dispone
ahora en la Tierra.
Por una de las puertas aparece Pete Wisdom. Kylun lo observa con cierta
molestia cuando se le para delante, mirándolo de abajo a arriba, como si lo
midiera.
- No te conozco muy bien... Pero algo raro te ocurre...
Una sonrisa sarcástica y un brillo carmesí en las pupilas son la respuesta
de Wisdom. Luego cae a plomo sobre la moqueta, inerte. Kylun da un paso
atrás, casi perdiendo el equilibrio, se lleva las manos a la cabeza, ruge.
Finalmente recobra la compostura, su expresión se ha vuelto más serena, pero
también más vieja. Mueve los dedos de las manos mientras las observa, como
si comprobase que siguen funcionando.
- Este cuerpo.... Parece hecho para mí.
Las espadas de Zz´rath, a su espalda, chisporrotean con un ruido molesto sin
aparente provocación para ello. Saca una de ellas de su vaina y la blande
golpeando en el aire un par de veces.
- El poder de estas armas... Magnífico.
Mira hacia derecha e izquierda, buscando. Finalmente, Coloso pasa frente a
el sin verlo, hacia el salón, desde cuya puerta parece saludar a alguien,
para después entrar. Kylun sonríe, desenvaina la otra espada y corre en esa
dirección.
1.- Excalibur #104, ya en Marveltopía.
2.- Clive Reston reunió a varios antiguos aliados de Excalibur y al final del #108 les propuso formar parte de un grupo de superseres al servicio de
la corona británica, uniéndose al MI6. Tan sólo Micromax aceptó, ahora Kylun
permanece con Excalibur y Feron se ha marchado a su propios asuntos. ¿Cabo
atado?
3.- Excalibur: Especial Apocalipsis, claro.
4.- Ver la serie correspondiente, a cargo de la cual se encuentra nuestro glorioso editor, jejeje....
5.- Número anterior.
6.- Apareció en Excalibur #106 por primera vez como miembro del Escuadron de Venganza de Excalibur. Deberíais leeros esa historia, una de las últimas con
las que contribuyó Doc Comic en MarvelTopia.
7.- Eso paso en... ¡Excalibur #2! La dimensión de Kylun, por cierto, según las cuentas multiversales de Roma o Merlyn, es la de la Tierra 148. La
"nuestra" sería la 616.
8.- Todo esto se vio entre Excalibur #42 y #46 más o menos, número arriba número abajo.
CARTAS A LA PERFIDA ALBION
Bienvenidos a un número más de Excalibur.....
Quisiera hacer ciertas aclaraciones sobre la polémica suscitada en torno a
mis portadas. Quiero desmentir completamente los rumores que sostienen que
las utilizo para mandar mensajes cifrados mediante símbolos masónicos a mis
hermanos anarquistas conjurados. Es una afirmación completamente
disparatada. Nada más por ahora. Dudas, sugerencias, alabanzas, oposiciones
a padawan: tambohojalata@hotmail.com
Saludos
Jose A Cano/El Advenedizo